Dark Chat

domingo, 29 de julio de 2012

Hello mis angeles hermosos !!! aqui les dejo un cap mas de vicio por fiss comenten q se vea q aun hay vida aqui en el sitio , les mando mil besitos a todas y gracias por su apoyo.
Angel of the dark







CAPÍTULO XII ENTRENAMIENTO Y VERDADES.-
BELLA POV
- Señora él ha llegado y pregunta por usted
- Hazlo pasar y puedes retirarte Irina
- Si señora
No hacía falta más palabras, Irina sabía muy bien qué hacer cuando él me visitaba.
Sentí los pasos pesados y seguros de él. Con cada paso que avanzaba hacia mi, mi respiración se entrecortaba y la excitación crecía segundo a segundo. Y allí estaba, mirándome con hambre, con lujuria, era tan masculino, tan sexy que con solo una mirada penetrante mojaba mis bragas, cuando las usaba, claro. Era grande en comparación con mi cuerpo, no era hermoso como….como él, ni tan buen amante, aggg ¿por qué mierda tenía que pensar en él justo ahora?, decidí sacarme de la cabeza esos pensamientos estúpidos.
De a poco se fue acercando a mi hasta envolverme en un abrazo fiero, su cuerpo caliente pegado al mío mientras reclamaba mi boca y se la comía con total desesperación. Siempre eran así nuestros encuentros, nos poseíamos de forma animal, apasionada, piel con piel, carne con carne, sudor con sudor.
- Te extrañaba tanto – no respondí nada, porque no tenía nada que decirle y él lo sabía – estás muy pensativa cariño
- Siempre hay un montón de cosas en las que pensar, nunca hay paz y menos ahora
- Mmmm, supe de tu maridito, no me agrada que esté acá
- No es mi esposo y a mi tampoco me agrada su estancia
- Me preocupa Jun ¿cómo se lo ha tomado?, ya suficiente tiene conmigo
- Jun es mi problema y no tuyo y si él no te aguanta es por tu culpa, no te has portado muy bien con el chico
- ¿chico?, por los dioses Mykene, deja de tratarlo como niñito, es un hombre adulto
- Lo se, pero es duro y lo que tuve que hacer hoy me duele
- Lo se, lo supe, pero se lo merecía ¿dijo quién desobedeció tus órdenes?
- No, pero me lo dirá o lo desterraré
- No te creo
- Pues créeme, hay demasiado en juego en estos momentos como para andar con sentimentalismos, si Jun no abre la boca se arrepentirá, eso te lo doy firmado
- Mmmm, ven acá preciosa que el tiempo se agota demasiado rápido y tengo ansias de ti – dijo atrayéndome nuevamente a sus brazos.
Como él dijo las horas pasaron rápido envueltos el uno en el otro, quedamos completamente agotados de tanto darnos placer. Cuando despuntó el alba me besó apasionadamente y se marchó.
Siempre era así, era nuestra rutina desde hace dos años en que éramos compañeros de cama, no sentimientos, no culpa, sólo cuerpos ardientes que se satisfacían.
Después del baño bajé a desayunar y allí estaba Jun con cara de mierda, como siempre que él me visitaba.
- Muy lindo, yo pudriéndome de dolor y tú revolcándote con ese animal en celo
- Basta, no te permito que me hables en ese tono Jun, no soy ninguna de tus zorritas ninfas, a mi me respetas
- Lo siento – dijo con algo de vergüenza
- Ahora dime, quiero respuestas y me las vas a dar
- No
- Habla mocoso de mierda
- No puedo, lo juré
- A la única que le debes lealtad es a mi, no me cabrees más
- En serio, no puedo
- Jamás pensé que me volverían a traicionar de esa manera, lo sabes y es por eso que me duele saber que precisamente tú lo hayas hecho
- Mykene, deja que te expliq…
- No, vete, no quiero verte, más tarde hablaremos, te daré la última oportunidad de que se te afloje la lengua, sino…..
- Sino qué
- Tú sabes lo que le pasa a los traidores, no me temblará la mano Jun, no por que te ame dejaré pasar esto, recapacita y ordena tus prioridades y tus lealtades
Me alejé de él molesta, no quería, de verdad que no quería infringirle más dolor, pero no permitiría que todo por lo que he luchado y la vida de la humanidad se arriesgue por culpa de Jun.
Salí más que enojada y me dirigí hacia las mazmorras, allí desquitaría mi ira, ese maldito y apestoso chucho las pagaría.
Cuando llegué a destino una sonrisa burlona recorrió mi cara al ver al animal que se encontraba allí, ya no estaba convertido en lobo, ahora era como un hombre normal, aunque quisiera no podía convertirse si no quería morir inmediatamente, el aro de metal abrazaba su cuello de tal forma que si se transformaba, adiós cabeza.
Me miraba como el animal que era, podía oler su miedo, su desesperación, sabía lo que le haría, sabía que sufriría horrores en mis manos y que probablemente lo mejor para él era que se transformara y perdiera la vida rápidamente.
Estaba encadenado y colgado en medio de la habitación, sus pies apenas alcanzaban el suelo, debía estar cansado, muy cansado.
Me paseaba rodeándolo y me satisfacía el ruido que las cadenas proporcionaban ya que él se giraba para estar siempre de frente a mi, jamás de espaldas, seguramente pensaba que era como su raza, que atacaban y violaban mujeres y niños, no, yo no era una maldita asesina, jamás atacaba por la espalda, siempre que mataba lo hacía de frente, me gustaba ver el fuego de sus ojos extinguirse frente a mi.
Me paré de pronto y con una fusta que siempre llevaba conmigo levanté su barbilla, quería ver sus ojos.
- ¿Quién les dio la información sobre el escondite de los humanos?
- Nunca lo diré – respondió con coraje
- No debes defender a nadie, porque de aquí no saldrás vivo, nadie te ayudará, habla y te daré una muerte rápida
- No
- ¿Estás seguro?, allá afuera hay muchos de tus enemigos y te aseguro que no tendrán la compasión que yo puedo tener si me lo propongo
- ¿Compasión? ¿de Mykene?, por favor, eres leyenda entre nuestra gente, no tienes un pelo compasivo en tu hermoso cuerpo, eres letal y malvada, una maldita asesina
- Puede ser, pero no soy un animal como ustedes, no vilo y mató gente inocente
- Nadie es inocente, esos bastardos sólo sirven para ser esclavos, para satisfacernos y los vampiros son una maldita aberración, todos ustedes no deberían existir
- ¿Y ustedes si?, unos animales, unas malditas bestias que acabaron con el mundo, que llenaron de horror la tierra y a todos los seres vivos, que quieren acabar con todo por lo que los dioses han luchado desde hace miles de años, con la paz, la armonía, la justicia, la humanidad.
- El mundo estaba acabado desde antes que nosotros naciéramos, lo sabes muy bien, tú misma fuiste asesinada por una sanguijuela y ahora los defiendes, la humanidad estaba muerta desde siempre.
- ¿Y quién son ustedes para nombrarse defensores de nada?, nunca han defendido a nadie, sólo a sus propios intereses y ansias de poder ¿creen que son más fuertes?, no, no lo son, sólo son un puñado de animalitos que pisaré después de patearles el culo hasta que me duela cada partícula de mi cuerpo.
- Entonces mátame de una vez, no tengo miedo
- Eso suena bien, me encanta que no tengas miedo, aunque apestas precisamente a eso, una contradicción interesante ¿no? Chucho, te mataré, pero como soy magnánima y me encanta vanagloriarme daremos un espectáculo digno de nuestras razas perrito, todos están ansiosos de ver cómo mueres, especialmente después de haber violado y matado tantas mujeres.
Agarré la cadena que lo sostenía del techo y la solté, posteriormente lo arrastré por el suelo mientras lo llevaba hacia el exterior ¿qué mejor manera de enseñarles a los otros como matar a un lobo que con una clase práctica?, soy jodidamente buena ¿no?.
Cuando llegué al centro de la arena donde practicamos, todos los nuevos me quedaron mirando con los ojos y las bocas abiertas, los antiguos sonreían jubilosos, ya sabían lo que haría y estaban esperando felices que dejara más boquiabiertos a los nuevos, claro, ellos no sabían de lo que era capaz esta mujer de cuerpo chiquito, ya se enterarían.
Arrojé al tipo en pleno centro sin ningún miramiento, ahora empezaría la clase práctica.
Miré a cada uno de los nuevos quienes se habían acercado a la cerca para no perder detalle de lo que pasaba. Por supuesto los más sorprendidos eran los Cullen, quines me miraban con distintas emociones en sus caras, la más chistosa era Edward, quién miraba con el ceño fruncido hacia el lobo y después a mi repetidamente.
EDWARD POV
- Hoy tendremos una clase práctica de cómo acabar de manera eficaz y rápida con un licántropo, ésta escoria que ven aquí es el animal que trajeron como prisioneros en la última misión, no ha querido colaborar diciendo quién es el soplón, así que en vez de torturarlo como es la costumbre lo usaremos para enseñarles los puntos más débiles.
Bella estaba preciosa, más que preciosa, ella prácticamente brillaba y yo sabía el motivo, ya que después de haber hablado con Atenea quise hablar con ella y grande fue mi sorpresa cuando vi salir a un tipo grande de su casa, por la cara que llevaba y la pinta se notaba de lejos lo que había estado haciendo allí y con quién, maldecí el haberme enterado de esa manera de las actividades de cama de la que aún sentía en mi corazón era mi mujer, pero no podía reclamar ni quejarme de nada, lo que yo le hice fue peor, ya que ella me vio follando con esa zorra, no, no tenía perdón, aunque no dejaba de apretarme el pecho al pensar en ella entregándose a otro hombre que no fuera yo.
El tipo estaba tirado en el suelo mientras Bella hablaba, él la miraba con odio, pero con temor también, horas atrás me había enterado de las leyendas de Bella tanto en el campo de batalla como en tortura, me era imposible imaginar a mi niña derramando esa cantidad de violencia y odio, siempre fue violenta y estallaba en ira, pero nunca como me habían dicho que era ella ahora, aunque ya nada me sorprendía.
Ella se paseaba mientras hablaba y para ser sincero no le prestaba atención a lo que estaba diciendo, sólo me deleitaba mirándola, tan poderosa, tan fuerte, tan jodidamente erótica. Recibí un golpe en las costillas y miré al agresor, Jasper me miraba enojado y me siseó que prestara atención, así lo hice.
Jun y el novio de Bella saltaron dentro de la arena y la ira se retorcía en mi interior cuando el noviecito pasó junto a Bella y casi imperceptiblemente le rozó la mano, ella le guiñó un ojo y le indicó que procediera, Jun, al parecer notó también ese roce y le dirigió una mirada mortal al tipejo.
- ese es Ares y por lo visto muy buen amigo de nuestra Bella – dijo Jasper con una sonrisa, maldita sea, el novio de mi mujer era un jodido Dios y Jasper estaba disfrutando ese hecho.
Al chucho le soltaron la argolla que llevaba al cuello y soltaron sus demás cadenas, rápidamente Jun y Ares salieron y dejaron a Bella sola con el animal. Ella esperó a que el tipo se transformara para empezar con la lección.
Golpes aquí, golpes allá y yo estaba a punto de saltar y sacar a Bella de allí, al parecer ella se dio cuenta de lo que pensaba y con una mirada de fastidio me indicó que no interfiriera, joder, ella era pequeña al lado de ese saco de pulgas. En pocos minutos quedó demostrado que ella no necesitaba que nadie la defendiera, mientras nos iba enseñando sus puntos débiles luchaban, a pesar de todo estaba nervioso, cualquier error de ella y el lobo le asestaría un golpe mortal, pero ella se veía relajada y feliz de propinarle tremenda paliza, nunca vi nada parecido, ella era como una leona atacando, el despliegue de fuerza, tenacidad y habilidad era definitivamente abrazador.
Cuando terminó de indicarnos la mejor manera de aniquilar a un lobo, el chucho estaba en el suelo jadeando, sangraba en distintos puntos de su cuerpo, los más débiles, Bella saltó encima y se sentó en el regazo del animal, con la espada le apuntó hacia la garganta.
- ahora dime chucho del demonio ¿quién es el soplón? Y te daré una muerte rápida
- el animal movió la cabeza negativamente
- lástima por ti, pero sufrirás más de lo que ya lo has hecho
se paró y tranquilamente caminó hacia un costado, tomó otra espada más corta pero con doble filo y dentada, en tanto el lobo ya estaba de pie y listo para seguir luchando, así fue como la pelea siguió, Bella lo atacaba, pero no lo mataba, se estaba divirtiendo, se notaba en su mirada, ella lo estaba torturando, el lobo aullaba de dolor, pero Bella no le daba el golpe definitivo.
- Oh, vamos, ¿es todo lo que puedes hacer perro?, no tienes nada más para darme, mira, ni siquiera estoy herida, pon más empeño chucho ¿o es que sólo te gustan las mujeres que no saben defenderse? ¿mujeres a las que encadenas para poder violarlas y matarlas?, pero cuando una mujer te enfrenta te cagas de miedo, animal, bastardo ¿cuántas mujeres has violado y matado? ¿cuántos niños has esclavizado y sodomizado?, que mala suerte la tuya, caíste en mis manos y no morirás hoy, aún no termino de jugar contigo perrito – llévenselo a las mazmorras, después termino con él.
El chucho fue llevado a rastras mientras aullaba de dolor. Bella le lanzó el collar a Jun, seguramente para mantenerlo en su forma humana.
- Como vieron, no son tan difíciles de exterminar, sólo le asestan en sus puntos débiles y quedan reducidos a un simple cachorro, pero no se confíen, como bien saben son extremadamente fuertes y letales.
Todos la miraban con asombro y admiración, esa pequeña mujer que aparentaba sus 17 años había humillado y casi exterminado a un chucho, la más feliz de todas era Rose, ese era el tipo que casi la viola. Bella se acercó precisamente a ella y le sonrió, aunque su sonrisa no le llegó a los ojos.
- Cunado le saque la información que necesito, porque lo haré es todo tuyo Rose, lo reservaré para ti – le dijo Bella y le guiñó un ojo, Rose quedó con la boca abierta mientras Bella volvía al centro de la arena.
- Ahora se iniciará el entrenamiento, apliquen lo que saben y ante cualquier duda no duden en preguntar
Ella se retiró hacia un costado y los jefes de cada clan fueron llamados al centro, Jasper caminó decidido y allí se encontró con el resto de los jefes, les dieron armas, instrucciones y con quién debían luchar para demostrar lo que sabían.
El entrenamiento estaba llegando a su fin, estábamos más que cansados y yo muy tensionado, me había tocado luchar contra Jun y a pesar de que ayer Bella le había partido el lomo hoy estaba como nuevo y prácticamente me dio una paliza, todos ellos eran grandes luchadores, no como Bella, pero si muy fuertes. Cuando terminaba cada enfrentamiento, sus hombres le rendían honores a mi niña poniendo una rodilla en el suelo y con la empuñadura de la espada hacia ella, Bella negaba con la cabeza mientras sonreía, al parecer encontraba este acto como algo que no era necesario. Pero otra vez su sonrisa no llegaba a sus ojos.
Cuando el entrenamiento terminó el líder de los humanos fue llamado ante Bella, mientras caminaba hacia ella me dirigió una mirada mortal, ahí estaba otra vez esa mirada de odio, nunca le había hecho nada a ese humano, es más había luchado para rescatarlo y el quería matarme.
Llegó ante Bella.
- Son muy débiles y en realidad no necesitamos de sus fuerzas, así que toma a tu gente y más tarde se les dará las tareas que deberán realizar, además deberán buscar una pareja, son muy pocos en el mundo y es hora de que empiecen a procrear
- No entiendo señora
- Jajajajaja, ¡muchachos! El humano no entiende lo que es procrear, te lo voy a decir bien simple, tomen una mujer y empiecen a fornicar como conejos, creo que así entiendes ¿o no? – todos los hombres se empezaron a reír a carcajadas, silbaban y decían muchas obscenidades.
- No somos débiles, podemos luchar, hemos matado a muchos lobos
- Si, pero su misión más importante ahora es hacer crecer la población humana, nosotros lucharemos por devolverles la tierra y ustedes tienen que poblarla
- Aún así, al menos yo quiero luchar, he demostrado que soy fuerte, quizás si luchara con usted podría convencerla
- Tesoro, estarías muerto en el primer segundo – dijo riendo con más fuerza
- Pruébeme
Bella lo quedó mirando de pies a cabeza sopesando la petición.
- Ni pensarlo, no perderé mi valioso tiempo con un ser tan insignificante, lucho con los mejores, anda, búscate un coño y ponte a trabajar, claro que si te pateas para el otro lado siempre puedes tener ese tipo de diversión y tomar lo otro como un trabajo
- Me gustan las mujeres, no me insulte
- Yo decía no más, nunca se sabe, a veces los mejores especímenes salen con las cosas más insospechadas
- Déme una oportunidad ¿o es que es usted la que tiene miedo?, tanto desprecio hacia los hombres ¿no será miedo?
- Jamás he tenido miedo, cuida tu lengua y tus otras partes – dijo mirando su entrepierna de manera deliberada mientras sonreía – sería una verdadera lástima que perdieras tan deliciosa pieza, qué desperdicio para las humanas a las que no quieres tomar – dijo con socarronería
No me gustó nada la mirada y el juego de palabras entre los dos, era demasiado íntimo, ella había reparado en él, lo evaluaba masculinamente, esa mirada la conocía, ella lo había notado, lo deseaba.
- Mykene, debemos hablar – habló fuerte y enojado Ares
- Ahora no, estoy ocupada, más tarde en mi casa
- Ahora
- Vete a joder a otro lado Ares
- No me hables así
- Tú no me hables así, lo que quieras discutir dije después, sino te jodes, sabes como son las cosas
- Maldita sea- gritó el idiota y se fue hacia un costado enojado, Jun parecía disfrutar con el pequeño intercambio de palabras
- Vete humano, me fastidias
- ¿dejará que luche?
- Lo voy a pensar, ahora lárgate
- Mykene – Jun se acercó a Bella y no se veía muy feliz, presté mayor atención a lo que decían en susurros
- Mykene él está acá y quiere verte
- Entonces que venga, acá lo espero
- Pero…
- Este es nuestro lugar de encuentro, dile que lo espero y ojalá venga preparado
- Maldición Mykene, no quiero que te enfrentes a él
- Lo he hecho miles de veces, sabes que no va a dañarme
- Te destrozará el cuerpo
- Me recuperaré, además lo que él siempre ha querido es arrancarme otra cosa y nunca ha podido
- No quieres hacer esto privado
- No
- ¿por qué no?
- Porque el enemigo puede patearte el trasero en cualquier parte, no te llevará a un sitio privado, te tratará de humillar, de destruir y creo que es una buena lección para enseñarle a los nuevos
- No quiero que Jasón vuelva a ponerte un dedo encima, no quiero verte sufrir de nuevo
- Antes era una pendejita tonta y humana, las últimas veces que lo ha hecho no ha resultado tan malo, además me falta entrenamiento, necesito sacarme sentimientos y sensaciones humanas, me hace sentir débil
- No, por favor no, eso no, si quieres entrena un rato, pero eso no, no soportaría verte y escucharte otra vez, por favor si me amas no lo hagas, no te vayas con él
- Es necesario, la guerra está cerca y tengo que tener mis prioridades y habilidades afinadas
- Carajo, eres testaruda
- Esa soy yo, ahora ve
No entendía de lo que estaban hablando, miré a mi familia y todos estaban con caras preocupadas, algo no iba bien, algo malo pasaría.
- Nadie es invencible, todos los que estamos acá podemos morir, a pesar de que nosotros somos semi dioses también somos humanos y nuestro cuerpo sangra, sólo contamos con ser fuertes, ágiles, defendernos bien y lo principal es nuestro entrenamiento, tanto físico como psicológico, ustedes no saben la manera en que fuimos entrenados, la mayoría no está familiarizado con la palabra Esparta, el hombre que viene a continuación es nuestro entrenador, todos nosotros hemos pasado por sus manos, él nos entrenó al estilo espartano, y ahora viene a retocarnos, no se preocupen a ustedes no los tocará, sólo nosotros tenemos ese honor – dijo muy tranquila, pero un miedo atenazó mi cuerpo, ya que cuando dijo estilo espartano Carlisle y Jasper jadearon asustados.
Jasón entró, era un hombre grande, parecía un gigante y emanaba poder, pero también terror, Jasper se tensó al sentir sus emociones, no me gustaba nada.
- Pueden retirarse si quieren, esto no será bonito, pero son bienvenidos a quedarse, sólo no interfieran en nada, estamos acostumbrados, Jasón ahora no nos dañaría como para matarnos – no se me pasó por alto el "ahora"
Por supuesto nadie se movió, todos estaban expectantes por lo que pasaría. Miré a Bella, se veía tranquila a diferencia de muchos de sus hombres quienes se veían recelosos.
- Señora, un regalo de Zeus
- Es difícil verte como un regalo Jasón ya que vienes a partirnos el culo, espero que traigas tu látigo bien fortalecido
- Por supuesto, especialmente para su espalda mi señora, el último lo reventó
- Mmmm, fue magnífico ¿no? Que se reventara de tanto azotarme jajajaja.
- Siempre con su humor señora
- Soy la reina de la fiesta Jasón ¿qué te pasa?
- Jajajajajaja.
¿Latigazos?, ¿Bella siendo castigada con un puto látigo?, no, no, no, eso no era posible, seguramente era algún tipo de código, una puta broma.
No era ninguna broma, el tipo era el entrenador de ellos y era muy rudo, todos enfilados haciendo su entrenamiento, sudaban, caían al piso estruendosamente, el tipo los derribaba como si fueran palitos de fósforos, nuevamente quedaba claro que los más fuertes eran Bella y Jun, pero también recibían lo suyo, casi me cago cuando Bella salió literalmente volando para estrellarse contra el suelo, la sangre salía de sus rodillas y de la frente, ella se limpió, tomó una espada y empezó a luchar con el gigante.
Terminaron en un empate, porque si seguían terminarían muertos, múltiples cortadas decoraba el cuerpo de Bella y Jun que fueron los únicos que quedaron en pie.
- estás muy desconcentrada niña, las emociones fluctúan a tu alrededor, sabes que puedo arrancarlas de ti
- eso es precisamente lo que quiero, apesto a humanidad, no quiero ir a la guerra así.
- Mi niña, sabes que ganarás esta lucha, no es necesario pasar otra vez por lo mismo
- Lo necesito, por favor Jasón, de veras lo necesito
- ¿Tú maldito esposo?
- Y muchas otras cosas más, pero principalmente él
- Cuando lo dispongas niña, siempre a tu servicio
- Espero que cuando me destroces recuerdes eso jajajaja
Cuando terminaron de hablar el líder de los humanos se me acercó mirándome con odio, pero viajó la vista hacia Bella quien se estaba quitando la armadura, el casco cayó hacia el suelo y levantó su pelo para acomodarlo sin que se le viniera a los ojos, me olvidé del humano a mi lado y me perdí en su hermoso y níveo cuello para después deleitarme y sonreír al ver su tatuaje, ese que una vez me horrorizó.
Escuché un jadeó a mi lado, no alcancé ni a mirar al humano cuando imágenes me llegaron de él.
Veía sangre, mucha sangre, las imágenes eran difusas, oscuras, alguien lloraba, una mujer, si, era una mujer la que lloraba, me adentré en la sala oscura mientras se escuchaba el llanto más y más fuerte acompañado de otro sonido, un chasquido y un grito, chasquido y otro grito, me apresuré, la mujer al parecer sufría mucho, me dolía su sufrimiento, era como si me doliera a mi.
Encontré una puerta medianamente abierta y me colé por allí, en el centro del cuarto la imagen que se presentaba era horrorosa, una hombre grande, muy grande agitaba un látigo para estrellarse en la espalda de una chica que estaba amarrada dándome la espalda, su espalda desgarrada y sangrante mientras ya ni llanto ni gritos le quedaba, sólo unos pequeños gemidos mientras su cuerpo se estremecía al impactar el látigo en su lastimada espalda.
Parpadee y otro escenario se me presentaba, el mismo tipo grande le gritaba a alguien, me acerqué a mirar y al parecer la misma chica a la que no podía verle la cara estaba en el suelo, cubierta nuevamente de sangre mientras el tipo la pateaba sin misericordia, el hombre le gritaba que dejara de ser tan nenita, que se parara, que luchara, que dejara de sentir autocompasión, ella no respondía nada, el hombre se enfurecía más y más fuerte la golpeaba mientras le gritaba que tenía que fortalecerse, que tenía que dejar de sentir amor, pena, cariño, que tenía que dejar su vida humana atrás, que ella estaba muerta, que la habían matado, que nadie la amaba, que nunca nadie la había querido, que no servía para nada, por eso él la habían matado.
- Él nunca te quiso, sólo fuiste su distracción, siempre hay alguien mejor, siempre habrán un montón de personas mejores que tú, pero puedes cambiar tu destino, puedes ser mejor, levántate pequeña escoria, levántate y lucha, tienes el potencial, pero estás tan llena de humanidad, de dolor, de amor, pero yo te arrancaré hasta el último de tus pensamientos, cuando acabe contigo si es que sobrevives serás una persona nueva, nadie nunca volverá a dañarte, nadie volverá a reírse de ti, abraza tu raza, deja tu maldita e insignificante humanidad.
El hombre seguía golpeando una y otra vez, yo trataba de acercarme, de auxiliar a la chica, pero había como una especie de burbuja transparente que me impedía acercarme más, el dolor de ella se podía palpar en el aire, el hombre no tenía compasión, ella sufría mucho, no sólo por los golpes, sino por las palabras, eran tan crueles que me dolía el pecho de sólo escucharlas.
La chica de a poco se fue levantando, aún no podía verle la cara, su cabello largo y sucio la tapaban. El tipo la tomó bruscamente del brazo, sentí como éste se rompía, la arrastró hacia una esquina, la amarró y comenzó a azotarla, noooo, gritaba pero nadie me escuchaba, quería ayudarla, quería matar al tipo que la lastimaba.
Un pequeño estremecimiento de parte de la chica, su cabeza cansada venció hacia delante y cayó arrodillada, terminándole de romper sus brazos, el chasquido de sus huesos retumbaron en mi mente, el tipo la soltó y la arrojó al suelo boca abajo.
- por ser tan malditamente débil y poca cosa fue que tu amado maridito te mató después de drenarte – dijo el tipo y la dejó allí tirada.
Lo que había dicho retumbó en mi corazón y al mirarla nuevamente el cabello estaba hacia un lado y se veía claramente unas palabras en su nuca, temblando me acerqué, yo sabía donde había visto esas palabras, pero gritaba en mi interior que no fuera lo que estaba pensando, ella no, por favor no, lloraba mientras la burbuja desaparecía y me dejaba acercarme a ella. Me arrodillé en la tierra, su cuerpo estaba completamente lastimado, apenas respiraba, estaba casi muerta, desmayada de tanto dolor. Lentamente y con miedo de descubrir por completo la verdad aparté el cabello que le cubría la cara y cerré mis ojos con fuerza, era ella, esa pequeña niña tan maltratada era Bella, grité, pero nadie me escuchó, traté de acunarla, pero yo ahora era como un fantasma, no la podía tocar, no la podía rescatar, volví a gritar y todo oscureció.
Salí del trance en el que me encontraba, no podía ser, ese humano no podía tener esos recuerdos, Bella no pudo haber pasado por todo eso ¿verdad?. Miré al humano que seguía viendo hacia Bella con la misma cara de estupefacción y dolor.
Lo tomé del brazo y a velocidad vampírica me lo lleve, debía aclarar lo que pasaba.
Él me explicó que cuando era pequeño de pronto empezó a tener sueños con una chica que cantaba, era hermosa, muy hermosa, y muy feliz, la veía reír, y cantar, dijo que de a poco deseaba dormir a cada hora para ver a la chica linda en sus sueños y yo me retorcía por dentro, él hablaba de Bella, la chica era Bella y si era feliz, seguramente era en el tiempo en que estaba conmigo, de a poco me empezó a contar más y más sueños, él veía a la chica con un hombre, ellos se amaban y le daba un poco de celos, pero ella era feliz, su risa era luminosa. La chica se casaba con su novio al que nunca le podía ver la cara. Después veía a la chica llorando, lloraba tanto que eso lo hacía llorar a él, ella lloraba por su esposo, él ya no la amaba, tenía otra mujer. A medida que me hablaba él estaba como en un trance y yo cada vez más destruido, él relataba paso a paso todo lo que le había hecho a mi Bella. Relató hasta el momento en que la maté bebiendo su sangre. Dijo que al tiempo después empezó a tener pesadillas donde veía a esa chica ser brutalmente golpeada, nunca le veía la cara, nunca lo había hecho, pero él sabía que ella era hermosa, lo presentía, pero ahora las pesadillas eran atroces, lo único que siempre veía al final de cada sueño era ese tatuaje en su nuca.
Lloré, no me importaba que me viera, había revivido todo el maldito pasado y me dolía descubrir por fin que sus sueños no eran tales, era una verdad, todo eso había ocurrido, Bella había sufrido todo lo que vi en sus recuerdos, ahora entendía las palabras de Atenea, había condenado a Bella a una existencia de dolor intenso, más allá de lo que le hice la condené a esta vida, que a pesar que ahora estaba bien le había costado un mundo de dolor, humillaciones y sangre conseguir.
El humano me quedó mirando cuando lloraba y gritó.
- Tú, desde que te vi sentí un odio desproporcional por ti, no supe que era hasta ahora, tú la mataste, tú eras su esposo, tú la destruiste, hace pocos años el mundo sobrenatural quedó al descubierto, pero yo sabía de antes que los vampiros existían, porque desde que soñé su muerte supe que el esposo de la chica era un vampiro y los odié con toda mi alma, nunca vi tu cara, pero ahora lo se, tú la mataste y la condenaste a más y más sufrimiento. No se por qué mierda es que sueño con ella, pero ella nunca ha dejado de visitarme cuando duermo, imágenes horribles de ella llegan a mi, todo lo que sufrió antes de ser lo que ahora es.
Sin pensárselo se arrojó hacia mi, pero yo era infinitamente más fuerte y lo maniaté con mis manos, no sabía porque él podía tener esos sueños que eran vivencias de Bella, a pesar de todo me jodía que él se sintiera tan protector con ella, no le correspondía.
Lo dejé tirado y me fui donde Bella, debía hacer lo posible porque no se fuera con ese tipo, ahora sabía a ciencia cierta lo que haría, ella se ponía en sus manos par que el tipo la destrozara nuevamente, no entendía esa conducta de Bella, no lo permitiría, eso era masoquismo puro.
Pero llegué tarde, ya no se encontraba allí, pero si un Jun más que cabreado quien al verme corrió hacia mi y me mandó un puño de los mil demonios, su mano se rompió, pero aún así siguió asestando golpes, mi familia me miraba pero no intervinieron, me defendí con furia, todos me tenían harto, eran muchas emociones en sólo unos días y mucha la información que revoloteaba en mi cabeza, golpe tras golpe nos íbamos dando, mi familia quiso ahora intervenir, pero era demasiado tarde.
- Maldito hijo de puta, por tu culpa ella ha sufrido más de lo que nadie ha merecido, ella debió ser feliz, debiste sentirte el hombre más feliz a su lado, esmerarte día a día y dar gracias al cielo por la mujer que tenías, ella te amaba y la traicionaste y ahora que ella ha encontrado cierta paz llegas y jodes todo
- No sabes de lo que hablas, eso es algo entre ella y yo, estoy harto de que todos me juzguen, nadie sabe lo que sentí, lo que he sufrido
- No me interesan tus malditas y pobres excusas, ella es lo único que me importa, te quiero lejos, espero que mueras pronto, te odio, te odio más que a nada en este mundo, ella debió ser feliz por siempre, para siempre, ella merecía risas, jamás la he visto reír, nunca lo hace, ella debió ser feliz – me volvió a gritar mientras se abalanzaba hacia mi
La ira, el remordimiento, el dolor, el miedo por ella, la frustración, todo, todo me sobrepasó y nos enroscamos en una lucha cuerpo a cuerpo, él era muy fuerte, pero yo era mucho mayor y tenía algunas mañas y buenas enseñanzas de Jasper, pero aún así me estaba pateando el culo, un momento, un solo y pequeño micro segundo él se distrajo, lo tomé de los brazos y se los rompí mientras arrancaba una buena porción de su cuello, su sangre dulce y tentadora salpicaba mi cara.
Me miró a los ojos con estupor y cayó al suelo mientras mis oídos como siendo destapados empezaron a escuchar los demás sonidos alrededor, miré a todos lados, empezando a razonar sobre lo que había hecho.
Se escuchó un grito desgarrado que resonó fuerte e hizo temblar mi interior de dolor.
- ¡JUNNNNNNNN!
Bella llegó corriendo y se arrojó al suelo para abrazar a Jun quien estaba perdiendo bastante sangre por la tremenda herida que le había ocasionado, a pesar del dolor que debía estar sufriendo de su boca no salía sonido de dolor o gemidos, sus ojos se desviaron de los míos y enfocaron a Bella.
- Estoy bien, no duele, no duele, las he tenido peores y me recuperaré pronto, sólo necesito sangre, estoy tan cansado
- Jun no cierres los ojos, tesoro abre los ojos, no me dejes, no me dejes, sabes que no viviré sin ti, tendrás sangre, mucha sangre, pero no cierres los ojos – la escena era desgarradora, no pude ni moverme de donde estaba, muchas personas habían llegado al lugar y miraban con estupor y dolor la escena.
- Mykene, tengo frío, tanto frío
- Que preparen todo en casa, AHORA – gritó y varias personas salieron corriendo despavoridas
Lo que Bella hizo a continuación me terminó de partir el corazón, ella tomó a Jun en su regazo y lo incorporó, quedaron abrazados, él con su cara en su cuello.
- bebe tesoro, toma toda la sangre mi bebé, toda para ti, toda para ti – él empezó a beber de ella, esa sangre que una vez fue sólo mía ahora ella la compartía con él, celos, envidia, dolor, un montón de sentimientos atravesaron mi cuerpo. Pero el dolor fue el más significativo, ella lloraba mientras el bebía de ella, ella lo arrullaba como a un niño pequeño.
De pronto él dejó de beber y ella lo sostuvo aún en sus brazos.
- vas a estar mejor bebé, te pondrás mejor
- gracias
- todo para ti amor, te amo, eres a la única persona que amo, no lo olvides
- también te amo Mykene, siempre, para siempre – ya no podía ni poner nombre a lo que estaba sintiendo
- yo más tesoro, yo más, dilo amor, por favor dilo, lo necesito bebé, mi bebé, como cuando eras pequeño y te cantaba
- te amo mami, te amo más que el sol
- te amo más que el sol hijo, siempre, para siempre.

1 comentarios:

Andy dijo...

OH NO LO PUEDO CREER HIJO ESO SI NO ME LO ESPERABA...ESTA CADA VEZ MAS CONFUSO. AUN ASI ME ENCANTA MI VICIO

GRACIAS