Dark Chat

lunes, 11 de octubre de 2010

Te Presento A Mi Amante

Capitulo 8: El prado

Edward POV

Sin esperármelo Tanya había aparecido por la puerta, era cerca de las dos de la mañana, jamás me lo espere, y menos que llegara de lo más cariñosa a besarme enfrente de Bella. Me quede completamente quieto cuando sentí sus labios sobre los míos, no quería comprar pero no pude evitar hacerlo. No se igualaban a los labios de Bella, los de Tanya eran fríos y no sentía ese mismo estremecimiento de antes. La separe y vi que Bella no estaba. Emmett salio por la puerta gritando su nombre.

— ¿Qué haces aquí? —pregunte sin despegar la vista de la puerta.

—Amor, te avise que hoy regresaba, se suponía que tendría que haber llegado por la tarde pero el vuelo se retraso.

— ¿Me avisaste? ¿Cómo? ¿Cuándo?

—Te mande un correo electrónico —su voz sonaba como si fuera lo obvio.

—Una llamada hubiera ayudado más, no he revisado mi correo en días.

—Pareces molesto por que regrese, deberías estar feliz y…

—No la alcance… —Emmett regreso respirando agitadamente— nunca la había visto correr así y menos con tacones ¿alguien sabe que le paso?

Yo lo sabia, pero no quería ser asesinado por el gigantesco hermano de Bella.

— ¿A quien? ¿Qué paso? ¿Dónde estoy? —Alice se pudo de pie de repente— ¡Tanya! ¿Cuánto tiempo?

— ¡Cuñada! Al menos tú te alegras de que haya regresado.

Entonces mi hermana empezó a reír como si estuviera poseída, se carcajeo varios minutos antes de volver a la compostura que su ebriedad le permitía.

—No estoy feliz de verte, yo decía que hace cuando tiempo que te fuiste, por que a mi me pareció muy poco sin tu molesta presencia ¿Por qué no te quedaste allá?

—Edward… —Tanya me llamo molesta— dile algo a la estúpida de tu hermana.

—Tanya esta borracha y que sea la ultima vez que la insultas ahora si me permites tengo que buscar a Bella.

— ¿Y quien es Bella?

—Es la mujer que Edward… —Alice empezó pero Jasper la tomo en los brazos repentinamente haciendo que mi hermana gritara.

—Luego te explico, adiós.

—Pero amor… acabo de… —Tanya hablo pero a mi no me importo, salí con Emmett detrás de mi.

— ¿Por donde se fue? —pregunte.

—Tomo camino a la carretera —Emmett se veía preocupado y molesto— no se por que se puso así y menos como se le ocurrió salir sola.

—No hay que perder tiempo, yo iré a buscarla en mi auto, tu ve en el tuyo, si la encuentras me marcas y si lo hago yo te llamo.

No espere respuesta, saque las llaves de mi Volvo y subí de inmediato. Arranque y salí por la carretera esperando encontrar a Bella. Entendía muy bien su reacción, yo acababa de decirle que no podía estar lejos de ella, y ella que la dejara decidir sobre esta situación y de pronto mi esposa aparecía. Simplemente debería sentirse fatal.

No muy lejos vi una figura pequeña moverse entre los árboles, me acerque más y la vi tropezar con algunas piedras, estacione el auto en medio de la oscuridad y me baje.

—Estúpido tacón —escuche que se quejaba.

—Bella…

—Vete —su voz sonaba fría.

—No me iré y dejare que te vayas sola, en la madrugada y vestida así —tan provocadoramente sexy, eso ultimo solo lo pensé.

—deberías regresar a TU casa con TU esposa que seguramente…

—No me importa ni mi casa ni Tanya… me importas tu —sus ojos por fin me regresaron la mirada, entonces la vi bien, se había quitado los zapatos, estaba un poco despeinada y el vestido tenia unas manchas oscuras supongo a causa de algunas caídas. Su piel relucía con la luz de la luna que esta noche brillaba como nunca. Me quite la chaqueta y la acomode en sus hombros.

—Sube, te llevo a casa.

—No quiero ir a casa —sus ojos se cristalizaron— mi papá se preguntara por que voy sin Emmett y el me cuestionara sobre por que actué así.

—Si quieres entonces puedes dormir en mi casa con…

— ¡No!

— ¿Entonces a donde pensabas ir?

—No lo se, a un lugar donde no fuera tan estúpida —se rió con una tristeza que me hizo abrazarla con fuerza, ella lloro contra mi cuerpo, temblaba, no se si a causa del frío o del llanto, pero no me gustaba verla así.

—Subamos al auto —se dejo guiar y la subí al auto del copiloto, camine alrededor del auto y para subir a mi asiento.

—Los zapatos —susurro Bella.

— ¿Cómo?

—Los deje tirados, si regreso sin ellos Alice me mata.

Sonreí que a pesar de todo se preocupara por no molestar a mi hermana, baje y tome los zapatos para después subir de nuevo al auto. Conduje en un silencio incomodo, no sabia que decirle, no podía prometerle dejar a Tanya por ella, no podía seguir al lado de Tanya si sentía esto por Bella, no me imaginaba regresando a casa donde ya estaba Tanya a quien antes había extrañado tanto y hoy me lamentaba por su regreso. Me sorprendí yo mismo una vez que llegue a la carretera que conducía a un lugar al cual iba cuando quería pensar o estar solo. Cuando me di cuenta seguí conduciendo, esto lo teníamos que arreglar Bella y yo esta misma noche y que mejor que estando solos en un lugar tranquilo.

Una vez que llegamos, saque el celular y le mande un mensaje a Emmett diciéndole que Bella estaba bien y que la llevaría a casa más tarde.

— ¿Me acompañas? —le pregunte. Ella no había despejado la vista de la ventana.

— ¿A dónde me trajiste?

—Es un sitio que descubrí hace algunos años, ¿confías en mí? —me miro con una sonrisa pintada en sus labios.

—Si —con eso fue suficiente para bajar del auto y abrir su puerta, se bajo y puso sus zapatos.

—No creo que sea buena idea, caminaremos un poco

—No puedo ir descalza

—Sube a mi espalda, yo te llevare

Mordió su labio inferior y bajo la vista al vestido.

—Será un poco incomodo por lo ajustado y…

Me acerque a ella y dejo de hablar, me gustaba hacerla sentir nerviosa, pase mi mano por su mejilla haciendo que tomara ese color sonrosado que tanto me gustaba, baje ambas manos a la falda del vestido y lo rasgue, hice lo mismo con el otro lado, vi a Bella quien miraba con los ojos completamente abiertos y el rostro más rojo aun.

—Problema resuelto —sonreí de lado y le di la espalda— ahora sube.

—Alice te asesinara —escuche el cierre de la chaqueta subir y después sentí su calido cuerpo sobre el mío.

—No será la primera vez que le rompo alguna prenda —comencé a caminar por el bosque lo más rápido que podía, me fue un poco difícil concentrarme con sus manos rodeando mi cuello y la calidez de sus piernas desnudas en mis manos, la brisa traía a mi cara sus cabellos castaños junto con ese aroma a fresas que despedía. El silencio de nuevo nos abrigo, solo el ruido de los árboles al moverse y mis pisadas, unos minutos después visualice una luz y supe que habíamos llegado.

— ¿Ves esa luz? —sentí su rostro rozar con mi majilla al momento en que asintió— hemos llegado.

Contra mi voluntad solté sus piernas y bajo de mi espalda, caminamos un poco hasta llegar al prado cubierto de la luz de la luna, esa noche no había nubes, como en todo el día el cielo estaba despejado y dejaba ver las estrellas.

—Es maravilloso —Bella se sentó en el pasto cuidadosamente, cubriéndose lo más que podía con la tela desgarrada, palmeo el sitio a su lado invitándome a sentarme. Obedecí inmediatamente, me senté con mis piernas sobre las de ella, cuidando no dejar caer todo mi peso, pero si cabiéndola del frío, ella situó sus manos en mi pierna y yo la tome entre las mías.

—Lo siento —comencé.

— ¿Otra vez? —sonrió y yo hice los mismo.

—Yo no sabia nada —dije en mi defensa— si lo hubiera sabido te habría sacado de ahí y… —sentí uno de sus delgados dedos en mi boca.

—Yo ya sabia que existía, y tarde o temprano la iba a conocer —dijo en un susurro que mostraba dolor.

—Si, pero no esta noche, era tu fiesta, acababa de decirte que te quería y… —la mirada sorprendida que me dio hizo que me detuviera— ¿dije algo malo?

—No dijiste que me querías.

—Pero te lo dijo ahora —sonreí de lado— no se que me diste Isabella Swan, y quizás pienses que estoy loco por que nos conocemos hace poco, pero no importa, te quiero.

Me pareció estarme volviendo loco, pero juro que escuche el latir de su corazón comenzar a elevarse y sus mejillas tomaron ese sonrojo tan lindo, no pude evitar acércame y rozar sus labios, se sentían calidos y me respondieron el beso inmediatamente, tome sus rostro entre mis manos y la acerque más a mi, esta vez ella tomo la iniciativa y paso su lengua por mis labios, yo los entreabrí para recibirla, el beso se profundizo y una vez que necesitamos aire, nos separamos.

—Yo también te quiero —sonreí y me sentí en el mismo cielo— pero…

—Me separare de ella —afirme.

—No, Edward yo no te estoy pidiendo nada.

—Lo se, pero que caso tiene estar con ella si no la amo.

—Tienes que pensarlo, hasta hace unos días tu la querías y…

— ¡No! Casarme con ella fue un error, Tanya era maravillosa —bajo la mirada y yo tome su barbilla para que me viera a los ojos, quería que viera en ellos la sinceridad de las palabras que estaba a punto de decir— cuando éramos novios era la chica perfecta, guapa, alegre, me apoyaba en todo y por eso le pedí que se casara conmigo, acepto y al mes nos casamos. Después apareció otra Tanya, le dije que vendría a dar clases a Forks y fue nuestra primer pelea, ella no quería regresar aquí pero acepto. No pudimos viajar de luna de miel así que decidió hacerlo sola, yo comprendí y la deje ir, fueron dos meses en que no supe nada de ella más que mensajes de texto o correos. Regreso y pensé que todo volvería a la normalidad pero no fue así… no me dejaba tocarla con pretextos que yo me tragaba como un tonto y dos meses después me dijo que se iría de nuevo al caribe y ve regresa un mes después. Tenemos siete meses de casados, pero no han parecido eso.

Me calle un momento en el que nuestros ojos jamás perdieron contacto.

—He pensado lo que me ha dicho Alice, que solo esta conmigo por el dinero y creo que tiene razón, por eso ahora que se vaya de viaje de nuevo, por que estoy seguro que lo hará, pondré la demanda de divorcio por abandono de hogar, tengo a mis padres, a Alice, y ahora a Jasper a Rose a Emmett y a ti como testigos, además de boletos de avión y correos que me ha enviado cuando esta fuera.

—Edward… ya te lo dije yo no te estoy pidiendo nada, solo que estés conmigo —bajo la mirada de nuevo y se ruborizo, me estaba pidiendo que estuviera con ella sin importar que no pudiéramos gritar a todo el mundo que nos queríamos— claro si tu quieres.

—Claro que quiero, estaremos juntos hasta que esto acabe, después seguiremos juntos pero todo el mundo lo sabrá, solo dame tiempo Bella.

Me acerque y la bese con urgencia, estaba decidido que no podía vivir un segundo más sin sus besos, sin su cuerpo cerca del mío y sin sus labios diciéndome que me quería, quite mis piernas de encima de las de ella y la senté en mi regazo sin cortar el beso, esta vez sin que ninguno pidiera permiso, nuestras lenguas comenzaron a jugar, su calida saliva se juntaba con la mía, la recosté en el pasto y me puse sobre ella, bese su cuello y lo mordí lentamente haciendo que se le escapara un gemido que me hizo desearla más, una de mis manos se situó detrás de su cuello para acercarla más a mi y la otra descendió hacia su cintura, acaricie su pierna despacio mientras mis labios no se separaban de su boca, descendí por su pierna para volver a subir, esta vez pase el limite de la falta hasta que sentí la tela de su ropa interior, soltó un nuevo gemido que se ahogo en mi boca y reaccione.

Me separe lentamente de su cuerpo, ella respiraba agitadamente al igual que yo y el color de sus mejillas era de un rojo intenso, se miraba endemoniadamente sexy debajo de mi, agitada, sonrojada, con el vestido desgarrado y algunos mechones de pelo sobre su cara. Pero no podía pedirle eso, ya suficiente me daba con estar junto a mí,

—Será mejor que regresemos —me quite de encima de ella y le estire una mano para ayudarla— seguro Emmett no se quedo complacido con el mensaje que le envié.

—Hablando de el… no se puede enterar, ni mi papá, te matan y después me mandan de monja —sonreí, aunque tenia razón.

—Si, de quien creo no podremos ocultarlo es de…

—Alice —dijimos al mismo tiempo y nos reímos

— ¿Te llevo a tu casa?

Asintió y subió de nuevo a mi espalda, el contacto con la piel de sus piernas me quemaba pero me concentre en el camino, llegamos al auto y llame a Emmett, le pedí que recogiera a Bella para que su padre no dijera nada. Me despedí con pequeños besos que repartí por todo su rostro unos metros antes de llegar al jeep de Emmett quien no me dio una mirada muy amigable, y menos cuando noto el vestido desgarrado de su hermana. Ella subió al jeep y el se despidió con un seco 'adiós' yo regrese a mi casa feliz, ya no importaba si Tanya estaba ahí o se había ido de nuevo.

Bella POV

— ¿Te hizo algo? —la voz de Emmett me saco de mi burbuja.

—No… ¿Por qué lo dices? —arquee una ceja

—Mírate —me vio por el rabillo del ojo y yo empecé a reírme.

—Me caí un par de veces, y el vestido me estorbaba para correr así que lo rompí, el solo me presto su chaqueta para cubrirme.

— ¿Y por que saliste corriendo? —oh no, buena pregunta y yo mala para mentir.

—No lo se, creo que el alcohol me produce ganas de correr por el bosque en la madrugada.

— ¿Estas borracha? Tú no tomas.

—Si, pero Jake y yo tomamos un poco y demasiado rápido, creo que se me subió, pero ya estoy bien —Emmett no quería a Jacob, y esto solo le echaría más leña al fuego.

Por respuesta solo obtuve un 'uhm', llegamos a casa y subí a mi cuarto, no me bañe, solo quite el maquillaje, el peinado y me metí en mi pijama y por absurdo que parezca dormí con la chaqueta de Edward al lado mío, así su olor me hacia pensar que era el quien estaba conmigo, que había continuado eso que por alguna razón se había negado a hacer en el prado. Me sonroje solo de recordarlo, jamás había dejado que un hombre me tocara de esa manera y estaba segura que cuando pasara saldría corriendo, pero con Edward solo quería continuar, la pena me había abandonado en ese momento y desee ser suya. Pero ya habría otra ocasión para pensar en eso. Ahora estamos juntos, sin importar el papel que lo une con Tanya, por que solo eso los une. El… me quiere a mí.