Dark Chat

sábado, 10 de julio de 2010

Tan lejana como una estrella

Cap.16.ZAFIEDAD

JAPER POV

"Buenos días" – saludé mientras me sentaba para desayunar en el comedor

"¡Por Dios!" – exclamó mi madre al verme – "¿Qué te ha pasado, Jasper?" – instantáneamente me llevé la mano hacia mi mejilla derecha, en donde tenía un enorme moretón provocado por…

... prefería no pensar en su nombre

"No es nada" – traté de calmar mientras picaba una fruta con el tenedor y me la llevaba a la boca

"¿Cómo que nada?" – insistió mi madre con indignación – "¡Que hijos tengo, Dios mío! Tu hermana se va a no sé donde sola y ¡Tu! ¡Saber en que andas para que tengas en el rostro semejante golpe!" – suspiré pesadamente mientras luchaba por no hacer una mueca la cual sabía perfectamente enfurecería más a mi teatral madre – "Dime qué te pasó, Jasper" – ordenó severamente y tardé en contestar. ¿Qué le podía decir? "Mamá, no te preocupes, solo es puñetazo que me dio la sirvienta de los Swan por haberla besado" si no me quería quedar sin la señora que me dio la vida, era mejor no decir la verdad

"Me caí" – fue lo primero que se me ocurrió y, por supuesto, no fue nada convincente

"Mucho cuidado con lo que haces, Jasper" – advirtió mi madre mirándome fijamente. Asentí, incapaz de decir más y bajé mi vista hacia la comida que tenía frente a mí

"¿Y papá?" – pregunté para cambiar el tema

"Esta con sus socios, surgieron unos problemas con los McCarty"

"¿McCarty?" – repetí confundido – "no he escuchado hablar de ellos"

"Son una familia adinerada, pero vulgar" – informó mi madre con veneno en la voz – "tu padre había hecho unos negocios con ellos y, como era de esperarse, surgieron varios dilemas"

"Joven, tiene una llamada" – interrumpió una de las muchachas que labora en mi casa, trayendo consigo el teléfono inalámbrico. Le agradecí mientras tomaba el objeto entre mis manos

"¿Si, diga?" –

"¡Jazzy!" – no pude evitar hacer una mueca al escuchar aquella voz

"Vanne" – saludé con desgana y noté como mi madre fijaba su atención en mí – "¿qué tal?"

"¡Jazzy! ¿Por qué no me has hablado? ¿Acaso ya te olvidaste de mí?" – Si.

"No" – sería descortés decirle la verdad ¿no? – "lo siento, no he tenido tiempo"

"¡Han pasado semanas sin tener noticias tuyas!" – se quejó – "Estoy segura que si no te marcó, tu no lo habrías hecho" - ¡Oh! Al menos tenía un poco de coherencia

"Lo siento" – volví a decir

"¿Quién es?" – preguntó mi madre con recelo. Llevé mis manos hacia mis labios, para que callara y me paré de la mesa para alejarme de sus atentos oídos. Caminé hacia el jardín delantero mientras seguía escuchando, sin poner atención, las quejas de Vanesa

"¿…Verdad que me quieres?" – oh. Perdón. Ya había dejado de quejarse, había pasado a la etapa en la que me decía que me quería y, prácticamente, me obligaba a decirle lo mismo cien veces – "¿Verdad, Jazzy?" – justamente en el momento en que le iba a responder (con una mentira, claro esta) mis ojos visualizaron a la única persona a la que le iba a decir esa palabra con toda la sinceridad de mi corazón

"¿Qué hace aquí?" – pensé en voz alta mientras fruncía el ceño

"¿Qué cosa, Jazz?" – dijo la voz al lado de la línea que apenas y escuché. Era ella, era Alice en mi casa, llevaba puesto el uniforme y parecía estar esperando a ser atendida, por sus facciones, parecía no sentirse cómoda, pero estaba seguro de que aún no me había visto. Colgué sin despedirme de la chica que me había llamado y caminé de tal forma en la que ella siguiera ignorando mi presencia

"¿Se le ofrece algo, joven?" – preguntó una muchacha haciéndome saltar de la impresión

"¿Quién es la chica que esta esperando en el jardín?" – cuestioné aparentando indiferencia

"Es la sirvienta de los Swan" – informó la muchacha – "pide hablar con la señora, dice tener un recado"

"¿Ya se lo dijiste a mi madre?" – la chica negó – "no se lo digas" – ordené rápidamente – "creo que se siente mal: me dijo que le dolía la cabeza, no quiero que la molesten" – justifiqué – "yo atenderé a la muchacha, solo llévala al jardín trasero y no le digas que yo estaré ahí"

"Si, joven" – asintió, sin discutir nada, más pude leer en sus ojos la extrañeza que le daba mi comportamiento.

Corrí hacia el lugar predicho y me escondí detrás de unos arbustos, mirando desde ahí la llegada de Alice. Miré hacia todos lados para asegurarme de que no había alguien vigilándome y, cuando estuve seguro de que nadie más que ella y yo estábamos en ese jardín, caminé en silencio para que no me escuchara, acercándome a ella por la espalda

"Hola" – saludé mientras acercaba mis labios a su oído provocando que la muchacha saltara y ahogara un grito

"¿Qué haces aquí?" – escupió tras recuperarse, lo cual no le tomó más que dos segundos

"Esta es mi casa" – recordé con una sonrisa burlona

"Pedí hablar con tu madre" – arrastró las palabras con fiereza

"Ella está ocupada, así que yo te atenderé" –

"En ese caso, mejor vengo más tarde" – dijo mientras empezaba a caminar hacia la salida del jardín

"¿Por qué?" – pregunté en cuanto atrapé su cintura con mis manos, impidiéndole que diera un paso más, me perdí en la delicada forma de su cuerpo, sintiendo su fragilidad en mis manos

"Te encanta tener la cara moreteada, ¿Verdad?" – soltó deshaciendo la cárcel de mis manos y encarándome

"Te recuerdo que estas en mis dominio; si me agrades, te meterás en problemas muy serios" – dije sonriendo con suficiencia al ver que tal hecho en realidad la reprimía – "¿Por qué no tomamos asiento para que así me digas el motivo de tu visita?" – ofrecí con un gesto en la mano

"Esto no es una visita" – aclaró, pero aún así, caminó hacia la mesa de campo que teníamos adornando el lugar – "vengo a dejarles esto" – me tendió un grueso sobre con nuestro apellido impreso en la carátula – "las señora los invita a una fiesta que acaba de improvisar para hoy en la noche, después de que la señorita Bella y su hermana estén de regreso" – explicó

"Oh" – fue lo único que pude decir ya que lo único me importaba era que aquella jovencita estaba frente a mí, el motivo era insustancial – "gracias" – la chica asintió y se puso de pie al segundo siguiente – "¿Ya te vas?" – pregunté mientras la imitaba rápidamente

"Por supuesto que me voy" – contestó sin mirarme y huyendo de nuevo del lugar

"Espera" – pedí mientras la tomaba del brazo, impidiendo otra vez que se fuera ¿Por qué me costaba tanto dejarla ir?

"¿Ahora qué quieres?" – atajó tratando de soltar su brazo de mis dedos, automáticamente moví mi otra mano hacia su otra extremidad, de esa manera no podía hacer nada: no podía zafarse, ni pegarme – "no quiero problemas, Jasper" – aún con la voz furiosa, el sonido que sus labios conferían a mi nombre me gustaba de una forma extraña

"No los busques entonces" – dije – "no tienes por qué agredirme, no hay motivo para que lo hagas"

"¿Qué no hay motivos?" – repitió de manera violenta – "¿Acaso no es suficiente el hecho de que todo el tiempo quieres aprovecharte de mí?" – soltó

"Eso no es verdad" – discutí y ella rió sin humor

"¿Por qué no te buscas a alguien más para molestar?" – recomendó - "créeme, si buscas bien, encontraras a alguien a quien puedas engañar fácilmente"

"¿Me dices mentiroso?" – pregunté de forma retadora

"Si" – contestó ella sin estragos de la más mínima intimidación. Aquello me ofendió de manera estupida ¿Qué debía de importarme lo que una simple sirvienta pensara de mí?

"Tienes razón" – dije mientras apretaba más mis dedos alrededor de sus delgados brazos – "demasiado razón" - mis ojos se clavaron fijamente en los suyos, concentrándome para no perderme en ellos y después, junté mi boca con la suya de forma agresiva, ella no pudo rechazarme, mi fuerza era suficiente como para paralizarla y dejarla a mi merced, moví mis labios con los suyos, luchando por sentir poder sobre cualquier otro sentimiento amenazando con salir. Separé nuestras bocas al advertir que comenzaba a dejarme llevar por el sabor de su saliva y la miré con el mayor desprecio que me fue posible.

"Te llevaría a mi cama en el instante que yo quisiera" – le dije con voz altanera – "pero viéndolo mejor y como tu dices: ¿para que pierdo mi tiempo contigo? Si en lugar de una mugrosa escuincla como tu, puedo conseguirme a una mujer de verdad" – podría jurar que los negros ojos de Alice se nublaron, pero antes de que pudiera estar seguro de ello, los desvió hacia otro lado.

Sentí como su respiración se volvía pesada, por los movimientos de sus brazos al compás de su pecho y, después, solo sentí mucho, mucho, muchísimo dolor. Alice me había dado un rodillazo en mi glande, provocando al instante que la liberara ya que me vi en la necesidad de tirarme al suelo retorciéndome del dolor

"Eso es para que te queden ganas de coger con la mujer que te logres conseguir, imbecil" – escupió antes de darse media vuelta y desaparecer de mi vista


BELLA POV

Estaba triste, el fin de semana había acabado y el tiempo se me había pasado volando. Me despedí de aquella playa con mirada melancólica

"¿Te pasa algo?" – preguntó Edward mientras me abrazaba por la espalda

"No quisiera irme" – dije sin dejar de mirar el paisaje que se levantaba frente a nosotros – "me quedaría aquí a tu lado, para siempre"

"Podemos venir pronto" – comentó mi novio para levantarme el ánimo, más había algo más en todo esto, tanta paz me daba miedo. Edward depositó un beso sobre mi mejilla y yo llevé mi mano hacia sus cabellos para rozarlos levemente

"¿Dónde esta Rose?" – pregunté para distraerme y mi novio rió entre dientes

"Con Emmett" – yo también reí al escuchar la forma en que había dado la información y es que nuestros amigos no habían perdido tiempo alguno, les había pasado aquello que nosotros llamamos "amor a primera vista" difícil de creer, pero cierto, yo era testigo de ello

Edward enterró su rostro en mi hombro, y yo me limité a cerrar mis ojos mientras recostaba mi cabeza sobre la suya, sintiendo como la fresca brisa del mar rozaba mis mejillas. No sabía por qué, pero estaba nerviosa al pensar que volveríamos a casa, como si dejar aquel hermoso lugar presagiara cosas terribles y muy dolorosas…

… y no me equivocaba.

Llegamos a la casa más o menos como a las cuatro de la tarde y nos percatamos rápidamente del enorme alboroto que había adentro, al igual de que una lujosa camioneta estaba estacionada en el garage

Entré junto con Edward y me quedé estática al ver al muchacho de aspecto pedante que se encontraba de pie, al lado de mi madre y frente a nosotros

"¡Bella, preciosa! ¡cuanto tiempo sin verte!" – exclamó mientras caminaba y, sin que yo pudiera evitarlo, me cubría entre sus brazos

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Cap.17.LA FIESTA PARTE I

EDWAD POV

Furia. Eso fue lo que sentí en cuanto vi como sus manos cubrían su cuerpo: una terrible y bestial furia.

¿Cómo se atrevía? ¿Con qué derecho ponía sus dedos sobre su piel? su piel que era mía. Solamente yo tenía el derecho de hacer eso, solamente mis manos podían recorrerla, solamente yo era su dueño.

"Muchacho" – llamó la señora tronando los dedos en mi dirección, despertándome del infinito caos que me estaba consumando – "¿Qué haces aún aquí? Tu lugar esta en la cocina" - recordó y me sentí aún mucho peor al reconocer que simplemente había dicho la verdad. Asentí con la cabeza, y sentí los ojos de Bella posados en mí, más preferí marcharme sin verle.

Caminé a grandes zancadas hacia la cocina, hacia mi lugar, empujando fuertemente la puerta de vaivén al entrar, ni si quiera saludé a mi madre que se encontraba en la cocina de un lado a otro, siendo ayudada por mi hermana y por Tanya

"Edward, que bueno que has regresado" – exclamó Tanya con felicidad – "¿Te sirvo algo de comer?" - No respondí, no tenía ánimos de nada, simplemente me llevé las manos hacia la cara, en donde las dejé ahí por largo rato en un intento de controlarme

"¿Te encuentras bien, hijo?" – preguntó mi madre quien había dejado de hacer sus labores para atenderme, levanté la vista en su dirección y traté de sonreírle para tranquilizarla, más el gesto se quedó inconcluso en mis facciones

"No pasa nada" – dije mordiéndome la lengua – "¿Les puedo ayudar en algo?" – al mismo tiempo que hice la pregunta, Alice, quien no me había saludado (algo extraño en ella) dejó caer un plato al suelo

"Lo siento" – murmuró mientras se agachaba para recoger los restos esparcidos sobre el piso

"Yo limpio" – ofrecí mientras me ponía a su altura para ayudarle y pude ver que sus lindos ojos estaban enrojecidos – "¿Qué te pasa?" – pregunté molesto y preocupado. Mi hermana no era de las que lloraba con facilidad, por lo que supuse que algo muy malo había pasado o le habían hecho, para lograr ponerla en ese estado

"Nada" – respondió desviando su rostro hacia otra dirección y poniéndose de pie. Miré hacia mi madre, quien, sin necesidad de palabras, me dijo que estaba igual de preocupada que yo y que no sabía el motivo que le causaba a su hija ese eclipse de sus pupilas. Dejé de insistir, ya que sabía que a mi hermana no le gustaban las contemplaciones.

"¿Quiénes son?" – pregunté a Esme quien rápidamente supo a quienes me refería

"Son los Newton" – respondió – "una familia muy allegada a los Swan, parece que vienen a pasar un tiempo en esta casa"

"¿Ósea que no son familiares ni nada por el estilo?" – mi madre negó con la cabeza

"El joven Mike siempre ha mostrado mucho interés por la señorita" – informó, ignorando la rabia que me daba el saber aquello – "desde que trabajo aquí, han venido en un par de ocasiones, la señora les tiene mucha estima, por eso se le ha ocurrido hacer una fiesta de bienvenida…" – empuñé las manos sobre la mesa, mientras mis ojos se quedaron viendo fijamente los sofisticados bocadillos que Esme acomodaba en las charolas…

BELLA POV

No podían dejar de ver el camino por el cual Edward había desaparecido, sentía que no iba a poder contener por mucho tiempo las lágrimas que se asomaban en mis ojos de pura rabia

"No debiste de tratar así a Edward" – le dije a mi madre quien inmediatamente me miró de forma venenosa

"¿Ahora vas a defender al criado?" – preguntó pronunciando la ultima palabra con gran desprecio – "te voy a decir una cosa, Isabella: a la servidumbre hay que recordarle siempre su lugar, suelen olvidarlo muy fácilmente" – me mordí la lengua tan fuertemente que pude sentir la sangre mezclándose con mi saliva, tuve muchas ganas de gritarle a esa mujer. "¡trágate tus palabras, por que estoy enamorada del chofer, mamá!"

"¿Cómo estas, Bella?" – se me había olvidado que teníamos visitas. Si. VISITAS, desgraciadamente, no solamente Mike Newton habían llegado, también había venido su madre, la señora Newton y su hermana gemela: Heidi

"Bien" – contesté secamente a la señora y sentí la mirada furibunda de mi madre

"Cada ves te pones más hermosa" – comentó el chico al cual ni si quiera me molesté en mirarle

"Isabella, ¿Qué manera es esa de tratar a nuestros invitados?" – regañó mi madre ante mi silencio

"No estoy de humor" – aclaré sin rasgos de disculpa – "voy a mi recamara" – informé y salí de ahí en grandes zancadas y pude sentir como Renne venía detrás de mí

"Isabella" – llamó con voz firme en cuanto estuvimos fuera de la vista de los Newton

"¿Qué quieres?" – pregunté a la defensiva en cuanto su mano jaló bruscamente de mi brazo

"No te permito que te comportes de esa manera" – dijo – "eres una mal educada, ¿Acaso se te olvida que son como nuestra familia?"

"Serán familia para ti, no para mí" – aclaré y sentí sus largas uñas enterrarse en mis brazos – "me estas lastimando, Renne"

"Dejarás de comportarte de esa manera tan vulgar, Isabella" – ordenó con voz afilada – "tendremos una fiesta en la noche y no quiero ver ni uno más de tus numeritos" – dicho esto, me soltó y se fue. Empuñé mis manos en un intento de controlar las lágrimas y cerré los ojos fuertemente.

"¿Se encuentra bien, señorita?" – no me había dado cuenta que Alice estaba cerca, hasta que habló

"No" – contesté con la verdad – "¿Dónde esta tu hermano?" – quise saber

"En la cocina" – informó – "¿quiere que…?" – negué con la cabeza antes de que pudiera terminar la pregunta. No. No quería que Edward me viera en ese estado, sabía que lo lastimaría más.

"Bella" – llamó la chillante voz de Heidi, provocando que Alice se retirara en ese momento

"¿Qué paso?" – inquirí de forma tajante, la cual no pareció importarle a la rubia muchacha

"Venía para que platicáramos" – continuó y, sin autorización mía, se adentró en mi cuarto, dirigiéndose directamente a la cama, en donde se sentó placidamente – "¿Quién era el chico con el que entraste?" – preguntó con una sonrisa juguetona en los labios, no contesté, sabía a quien se refería y no estaba dispuesta a darle ni la más mínima información sobre mi novio

"Jamás había visto a un tipo tan galante" – prosiguió ante mi silenció – "¿De dónde lo conseguiste?... tiene unos ojos…"

"Sal de mi recamara, Heidi" – solté casi sacando espuma de la boca por la rabia, la chica rió de manera burlona, como si mi furia le pareciera divertida

"Vamos, Bella ¿por qué esa actitud tan pesada conmigo?" – preguntó con voz asquerosamente dulce – "Solo te estoy pidiendo información sobre el chico… aunque, pensándolo bien, mejor la averiguó por mi cuenta" – cerré mis ojos fuertemente, el fuego ardía por mis manos, las cuales querían destrozarla pedazo tras pedazo

"Suerte" – fue lo único que pude decir mientras caminaba hacia la puerta y, de manera muy descortés, la invité a que se largara de mi vista

La chica salió sin sentirse ofendida. Desde que éramos pequeñas, ambas estábamos concientes de lo mucho que nos aborrecíamos y lo poco que nos toleráramos, y en ese preciso momento yo, Isabella Swan, tenía la razón más grande del mundo como para querer desear la muerte de aquella muchacha: Edward Cullen

JASPER POV

Estupido, estupido, estupido…

¿Qué había hecho, maldita sea?...

Bueno, ¿Por qué tanto alboroto por esa chica? ¡Ya, déjala en paz! ¿Qué buscas de ella, Jasper? ¿Qué quieres?

"Jasper" – llamó mi hermana – "¿estas bien?"

"Si" – mentí mientras me ponía de pie y la saludaba con un beso en la mejilla – "¿Y tu?"

"¡Excelente!" – contestó rápidamente con los ojos brillosos y una sonrisa adornando su precioso rostro

"¿Y cuál es el motivo?" – pregunté realmente interesado

"¡Me he enamorado, Jazz!" – abrí los ojos, realmente admirado por la noticia…

"¿La frívola y exigente de mi hermana, enamorada?" – dije bromeando – "¿Y quién es el desafortunado?"

"Emmett McCarty" – respondió, adornando el nombre con un largo y profundo suspiro

"Emmett McCarty" – repetí… sabía que en algún lugar había escuchado ese apellido, pero no podía recordar en dónde, tenía la mente en otro lugar… y en otra persona

"¿Iras a la fiesta de los Swan?" – interrumpió mi hermana mis pensamientos

"Si" – contesté pensando solamente en una razón de aquella decisión: Alice Cullen. Era muy probable que ella estuviera presente ahí, era domingo, no tenía que ir a clases… y yo…

… necesitaba verla

¡Que idiota era! ¿Cómo podía tener anhelos de mirarla si tenía menos de cinco horas me había agredido, dejándome tirado en el suelo retorciéndome de dolor? ¿Con qué cara iba a presentarme frente a ella si tenía menos de cinco horas, le había dicho las peores palabras que se le podrían decir a una dama?

Solo iba en busca de un golpe más…

Pero ahí estaba el imbecil de Jasper parado frente a la mansión de los Swan, dispuesto a soportar a toda esa gente altanera y superficial, solamente por la vaga esperanza de ver a la muchachita aquella…

"Jasper, Rose, me alegra que hayan venido" – exclamó la señora Swan al vernos entrar y después, se llevó a mamá junto con ella. Mis ojos solo podían buscar a una persona, a la cual, felizmente localizaron de manera inmediata

Como había predicho, Alice estaba en la fiesta, claro, con uniforme y una charola en las manos, pero estaba, y se veía más hermosa que cualquier otra.

"¡Bella!" – dijo Rose en cuanto vio a su amiga, caminé junto con ella para saludar a la muchacha

"¿Te pasa algo?" – preguntamos al unísono mi hermana y yo al ver el cristal liquido que ensombrecía el marrón de sus ojos, Bella miró fijamente a mi hermana y entendí que necesitaba contarle algo, pero para eso, era necesario estar a solas, así que decidí darles su espacio y me encaminé hacia una esquina, buscando a mi paso a la pequeña motivación que me había llevado hacia ese lugar

"Jasper" – llamó la señora Swan en cuanto me vio solo - "¿Cómo estas, hijo?" – preguntó y yo le dediqué una sonrisa amable

"Muy bien" –

"Me alegra… ¿Sabes? Quiero que me respondas una pregunta, si no es indiscreción" – esperé en silencio y la señora prosiguió – "me gustaría saber si tu y mi hija…"

"Bella y yo somos solo amigos, señora" – interrumpí de manera educada

"Pensé que mi hija me había mentido, solamente para molestarme" – dijo con voz resignada – "pero ya veo que es verdad… debo admitir que estoy desilusionada" – prosiguió mientras su mano rozaba levemente mis mejillas, el gesto me incomodó

"Bella merece algo mucho mejor" – comenté y mi compañera rió sin humor

"Dudo que haya alguien mejor que tu, Jasper querido" – miró alrededor de su casa, posando sus ojos en cada uno de los jóvenes solteros que ahí se encontraban – "pero supongo que mi hija encontrara a un joven digno de ella, tarde o temprano"

"Estoy seguro que así será" – los ojos de la señora se posaron en mí por un momento y después se retiró, dejándome otra vez solo (y lo agradecí realmente). La compañía de aquella mujer no era, para nada, de mi agrado, había algo en su persona que me incomodaba...

Al menos, las cosas ya están claras, pensé mientras volvía a buscar entre el gentío a aquella niña de cabello y ojos oscuros

Y al fin, la volví a ver.

Mis pies se movieron de manera automática en su dirección, sin saber muy bien qué le iba a decir

"Hola" – saludé en cuanto llegué a ella y tomé de la charola que sostenía un vaso con refresco. Ella no contestó, solamente, se limitó a matarme con la mirada. Sabía que, si hubiéramos estado en otro lugar, me hubiera dicho lo miles de insultos que merecía en menos de un minuto.

Alice se dio media vuelta y siguió repartiendo botanas y refrescos. Yo no hablé con nadie más durante toda la noche, solamente me pase contemplándola y siguiéndola hasta donde me fue posible

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Cap.18.LA FIESTA PARTE II

EDWARD POV

Cuánto hubiera dado por no tener que estar presente en ese lugar…

Con que infinito dolor tuve que aceptar (por que no me quedaba otra opción) el tener que ayudar a mi hermana y a Tanya en repartir las botanas y refrescos a los invitados.

"¡Ten cuidado, muchacho!" – exclamó la señora Swan cuando estuve a punto de tirar, sobre uno de los invitados, la charola en la que llevaba copas de vino – "¡Pareciera que no tuvieras ojos!" – sonreí hacia mis adentros ya que no tenía ni la más mínima idea de lo ciertas que eran sus palabras, y es que era cierto: yo no tenía más ojos que para ver a su hija, la cual también me miraba mientras bailaba en brazos de otro.

"Lo siento, señora" – dije mientras me perdía en la luminosidad de aquellos ojos color chocolate que me llamaban, que me invitaban hacia ella… y qué terrible era el saber que esa invitación no podía ser aceptada en ese momento.

"Hola" – saludó a mis espaldas una voz femenina, sacándome de mi embelesamiento. Giré mi cuerpo para verla, y debo admitir que me encontré con una belleza de mujer, la cual me dejó admirado – "¿Me permites?" – preguntó sonriendo mientras señalaba con un dedo a la charola que reposaba arriba de mis hombros

"Claro" – dije rápidamente mientras le facilitaba el alcance de las copas y ella cogía una, con un elegante movimiento

"Gracias" – volvió a sonreír de manera sinuosa y no pude evitar regresar el gesto de la misma forma, sintiéndome culpable al instante

"Permiso" – articulé para marcharme en cuanto a mi mente vino el rostro de Bella.

"Espera" – detuve mis pasos al instante

"¿Se le ofrece algo más?" – pregunté amablemente y ella cortó la distancia que había creado entre nuestros cuerpos, caminando en mi dirección con movimientos sensuales que resaltaban el rojo carmesí de su entallado vestido que se moldeaba tan bien a cada una de las delineadas curvas de su cuerpo

"Si" – contestó en cuanto ya estuvo a menos de un metro de mí. Esperé a que prosiguiera – "¿Sabes?" – dijo al fin – "esta fiesta me resulta aburrida" – desvié mi vista lejos de la suya.

"Podría buscarse una compañía para pasarla mejor" – recomendé con seriedad, otorgándole simplemente una sonrisa de cortesía

"¿Y por qué no me ofreces tú esa compañía que tanto necesito?"

"Por que le recuerdo, señorita, que esta usted hablando con un sirviente" – recordé y ella rió, con una chispa de diversión en sus verdes y rasgados ojos

"Déjame decirte que resultas mucho más interesante que todo el resto de hombres con etiqueta que he visto en toda la noche" – no pude evitar sonreír y mirarla fijamente a los ojos – "¿Cómo te llamas?" – preguntó

"Edward" – informé

"Edward" – repitió pronunciando mi nombre lentamente con su sedosa voz – "lindo nombre" – volví a sonreír y, de repente, me volví a acordar de Bella y la busqué rápidamente con la mirada, no me tomó mucho tiempo el encontrarla, ¿Cómo confundirla entre todo ese gentío? Se veía hermosa con aquel vestido de seda color perla…

Fruncí el ceño tras prestarle más atención a su semblante, estaba sombrío… y, cuando sus pupilas se fijaron otra vez en mí, pude leer la tristeza que le estaba invadiendo. ¿Estaría acaso celosa?... seguramente si

"Si me permite, me retiro" – dije rápidamente para remediar mi error

"¿No me preguntaras cuál es mi nombre?" – inquirió la chica con voz un poco ofendida

"Sin intención de ser grosero, no encuentro la importancia de saberlo" – respondí y sin dar oportunidad a que dijera algo más caminé hacia la cocina, en donde me sentí a salvo

"¿Te pasa algo?" – preguntó Alice mientras acomodaba unos bocadillos en varias charolas, negué con la cabeza y levanté el rostro para ver a Bella a través de la ventana de la puerta…

… se me heló el corazón.

Sus manos estaban siendo sostenidas por las del muchacho que recordaba se llamaba Jasper y pocos segundos después, su cuerpo estaba cubierto por sus brazos. Me di la vuelta, con el semblante fruncido por el dolor que me había causado la imagen

"Edward" – llamó mi hermana mientras caminaba en mi dirección – "¿Qué pasa?" – no contesté, pero, movida por aquel instinto tan intuitivo que tenía, se puso de puntitas para ver por la ventana y supo la razón de mi pesar.

Desconocí el motivo del por qué se quedó callada por un buen rato, y después me abrazó

"Debes hablar con ella, no tienes por que ponerte de esa manera… una explicación debe tener" – murmuró en mi oído y, tal vez era a lo triste que me sentía de ver a Bella en otros brazos que no fueran los míos, lo que provocó que hasta la delicada vocecilla de mi hermana me sonara triste

"¡¿Pero qué se supone que están haciendo?" – el gritó histérico de la señora Swan nos hizo saltar a mí y mi hermana

"Edward no se siente bien" – explicó Alice

"¡Me importa poco el cómo se sientan!" – respondió la mujer – "¡Apúrense a atender a mis invitados!" – asentimos, obedientemente, mientras volvíamos a nuestras labores.

Salía de nuevo a aquella maldita fiesta, con nuevos bocadillos para ofrecer, Bella caminó hacia mí

"¿Te estás divirtiendo, Cullen?" – preguntó mientras tomaba un bocadillo y me miraba de forma grosera

"No tanto como usted, señorita" – respondí de la misma manera que ella lo había hecho: marcando nuestras diferencias en aquella casa. Su quijada se levantó levemente, de forma obstinada, y entrecerró sus ojos levemente, sin dejar de posarlos en mí

"¿Se puede saber de qué tanto platicabas con mi prima?" – murmuró con voz bajita, la cual se perdía con el sonido de la música que resonaba en toda la casa – "Te veías demasiado contento y cómodo con su compañía" – agregó antes de que pudiera contestar y reí sin humor

"No tanto como para abrazarla" – repuse con reproche, viéndole fijamente y de manera seria

"Jasper es mi amigo, lo sabes" – recordó y yo hice un gesto de incredibilidad

"Y supongo que también el tal Mike Newton lo es"

"¿Estás celoso?" – preguntó con divertida altanería. Intenté no sonreír, parecían haber pasado años desde que Bella me hablaba de esa manera – "contesta" – ordenó y una sonrisa burlona estiró mis labios en forma de defensa.

"No" – mentí – "¿Tu si?" – antes de que pudiera contestar, su prima apareció detrás de ella

"Bella" – saludó sin ver a la muchacha que no podía disimular la furia en su rostro – "¿No nos presentas?" – no sé por qué, tuve la obligación de sonreír para incrementar el coraje de Bella… era algo que no podía evitar, era mi forma de desquite ante su actitud altanera que odiaba con la misma intensidad que la amaba

"Heidi, él es Edward" – dijo mi novia con voz ronca – "Edward, ella es Heidi"

"Mucho gusto" – dije mientras inclinaba mi cuerpo en forma de saludo, y con los ojos fijos en mi amada, quien parecía estar hasta temblando de la furia.

"Edward, tengo sed" – soltó Bella – "ve por un vaso con agua"

"Seguro" – caminé hacia la cocina, con la furia combinada con el amor, con el amor combinado con el deseo y el deseo combinado con la satisfacción.

Detrás de mí, escuché unos conocidos pasos, los cuales me hicieron girar en cuanto supe que ambos habíamos desaparecido por la puerta

"¿Estas celosa?" – pregunté mientras arrastraba a Bella hacia el patio que colindaba con una de las salidas de la cocina y la acorralaba entre la pared y mi cuerpo – "dime si lo estas" – pedí – "por que yo ardo de celos al verte con esos imbeciles" – acerqué mis labios a su cuello, el cual rocé levemente, disfrutando del olor de su perfume y deslizando mis manos hacia sus brazos cubiertos con la piel erizada – "¿A ti también te consumen los celos, Bella?" – murmuré contra su oído con toda la pasión que había reprimido tras verla con ese vestido, el cual, sabía, se vería mucho mejor deslizándose suavemente por piel

"Edward" – murmuró Bella mientras sus manos se aferraban a mis cabellos y pegaba sus labios con los míos de una manera intensa – "no soporto el que mires a otra… no lo soporto" – musitó sin dejar de besarme – "júrame que no habrá nadie más que yo" – pidió y, aunque la idea se me hizo un tanto innecesaria, puesto no concebía la idea de fijarme en alguien más que en la mujer que tenía entre mis brazos, se lo prometí solemnemente

ALICE POV

"Alice" – escuché que decían a mis espaldas, llamando mi atención

"¿Qué quiere, joven?" – pregunté de mala gana al ver de quién se trataba

"Alice… que bonita te miras" – fruncí el ceño ante aquellas palabras

"Estas ebrio" – señalé (olvidándome de las formalidades), y no me equivocaba, Jasper apenas y podía estar en pie – "¿Por qué no te vas a tu casa?" – recomendé al ver como apoyaba una mano sobre la pared para mantener el equilibrio

"No" – dijo de manera rotunda, mientras estiraba una de sus manos para tomar una copa de vino que reposaba en la charola que yo sostenía

"¡Estas loco si piensas que permitiré que bebas una gota más de alcohol" – repuse mientras alejaba su objetivo, Jasper sonrió mientras negaba suavemente con su cabeza

"¿Estas preocupada por mí?" – Si

"Por supuesto que no"

"Entonces… dame un copa" – ordenó y no le hice caso. Miré a todos lados, temerosa de que alguien más nos estuviera viendo, esta escenita podía costarme el trabajo… agradecí el hecho de que cada quien estuviera perdido en su mundo

"¿Sabes? No pienso seguir perdiendo mi tiempo contigo" – dije mientras comenzaba a caminar – "ni tampoco pienso arriesgar mi trabajo"

"Espera, Alice" – dijo mientras me sostenía del brazo y yo lo zafaba rápidamente

"Jasper" – su nombre quemó mi boca… ¡¿Qué diablos me pasaba? – "te lo pido por favor: déjame en paz, no me quiero quedar sin trabajo por tu culpa"

"Podrías trabajar en mi casa" – bufé por la consternación

"Preferiría morir de hambre antes que estar bajo tus ordenes" – continué mi marcha y él me siguió entre tambaleos

"Quiero hablar contigo" – dijo poniéndose frente a mí con movimientos inútiles.

"Jasper, quítate del camino, ¿no ves que estoy trabajando? Si la señora me ve, me despide"

"Te dejaré en paz si me prometes que aceptaras el que te lleve a tu casa"

"¡Estas ebrio!" – recordé – "¡¿Cómo se te ocurre querer manejar en esa condición?"

"Tu eliges" – sentenció – "Acepta o te persigo por todo lo que resta de la fiesta. Sabes que lo haré, yo no tengo que perder… tu si" – me quedé en silencio mientras asimilaba sus palabras…

"¿Me estas amenazando?" – pregunté ofendida

"Es un ultimátum" – corrigió, aunque yo no le vi la diferencia – "Tu decides"

"Esto no es jugar limpió…"

"No me dejas otra opción" – interrumpió – "¿Qué prefieres? ¿Estar conmigo ó perder tu trabajo?"

Me mordí la lengua fuertemente por la impotencia…

Maldito riquillo ¿Qué se creía?... pero me las pagaría, de eso estaba segura

"Si te veo con una copa más, ten por seguro que por mil trabajos que llegue a perder, no aceptaré irme contigo" – advertí y una sonrisa de suficiencia se dibujó en sus labios

"¿Ves lo fácil que es llegar a un acuerdo?" – inquirió mientras acercaba (más de lo debido) su rostro hacia el mío y, entre el mariposeo de mi estomago, lo empujé hacia un lado para que me dejara libre el paso.

"¿Cómo que quieres irte sola a estas horas?" – preguntó de manera incrédula mi madre y no sabía cómo mentirle

"Quede de salir con unas amigas"

"Hija, son las once de la noche" – recordó – "tu padre ya esta afuera, con Jacob y Seth, esperándonos y tu hermano nos llevará a la casa"

"No te preocupes, no pasa nada" – intenté tranquilizar

"No" – dijo mi madre mientras negaba con la cabeza – "es muy tarde para que salgas..."

"Señora" – sentí que toda la sangre se iba hacia mis pies cuando escuché esa voz

"¿Se le ofrece algo, joven Japer?"

"Si…" – contestó el chico que parecía más sobrio - "Quería pedirle que dejara ir a Alice conmigo a una fiesta" – miré a mi madre con el horror incrustado en mis pupilas… ¿Cómo se atrevía? ¿Acaso estaba loco?

"¿A mi hija… con usted?" – inquirió mi madre con voz completamente aterrorizada ante la perspectiva

"Lo que pasa es que el joven Jasper esta interesado en Charlotte, mi amiga" – me apresure a decir antes de que mi madre se desmayara – "Ya sabes que a ella no la dejan salir si no es conmigo… yo solamente voy para facilitar las cosas"

Esperamos en silencio mientras mi madre volvía a su color natural…

"Charlotte" – repitió con alivio, asentí, junto con Jasper

"Yo me encargare de llevar a Alice a su casa, no se preocupe por eso" – mi madre me miró por un momento y yo mostré la mejor cara de inocencia que tenía

"Esta bien" – accedió con un suspiro – "solo que no sea muy tarde, por favor"

"Estará de vuelta pronto" – aseguró el muchacho y agradeció antes de salir del lugar

"¡Que susto me has dado, Alice!" – exclamó mi madre mientras fregaba los últimos platos y me los daba para secarlos – "¡Pensé que el joven estaba interesado en ti!" – reí sin humor - "aunque… deberías prevenir a tu amiga" – recomendó mi madre realmente preocupada

"¿Prevenirla?" – repetí y mi madre vaciló antes de seguir hablando

"No es que el joven Jasper me parezca un mal muchacho" – aclaró – "y sé que no tengo derecho de juzgarlo pero… jóvenes como ellos, no toman en serio a las muchachitas que no tienen su misma forma de vida"

"Lo sé" – dije, olvidándome de que según, hablábamos de mi amiga y no de mí – "Estoy segura que Charlotte es lista"

"Eso espero" – comentó mi madre con una calida sonrisa – "no me gustaría que se aprovecharan de ella... así como me dolería mucho el que algún día tu sufrieras por una situación similar " – llevó una de sus manos a mi mejilla y la acarició con ternura

"No te preocupes, a mi no me pasara eso" – mentí…