Dark Chat

miércoles, 4 de abril de 2012

Muy Salvaje Para Ser dominado

CAPÍTULO 11



Tanya suspiro y cerro el libro con un ruido sordo. Ella solia trabajar mas tiempo. Por lo general, disfrutaba de las perfectas y uniformes columnas de numeros, encontrando paz en la tarea.


Podian pasar horas sin que se diera cuenta. Excepto hoy, su mente estaba distraida.


Cerrando los ojos, apoyo los codos en el escritorio y se froto la frente. En verdad, su mente habia estado en otro lugar por varios dias. Desde que Edward se habia alejado de ella ―y de su cama.


En su experiencia, eso significaba solo una cosa. Su primer marido habia sido un mujeriego


cronico. El desinteres habia significado siempre una sola cosa: una nueva mujer. Los hombres eran esclavos de la carne. Mientras que Edward puede que no se hubiera llevado a esta Lady Bella a la cama todavia, era solo una cuestion de tiempo. Sin importar que su cabeza le exigiera que resistiera, su cuerpo exigia que sucumbiera. Tal vez incluso su corazón lo exigia.


Dejo caer sus brazos sobre el escritorio y paso la mirada por su elegante oficina. La casa viudal era el hogar de su corazon, mas hermosa que cualquier cosa que la hija de un pescador de Scarborough alguna vez hubiera esperado. Habia pensado pasar el resto de sus dias aqui. Ella no estaba interesada en volver a casarse y enterrar otro marido. No cuando tenia esta hermosa casa.


Y a Edward en su cama.


Se estremecio. No dispuesta a pensar en perder a Edward, Tanya se aparto del escritorio. Sus movimientos bruscos deslizaron uno de los libros de cuentas hacia delante, chocando contra la coleccion de libros en el extremo de la gran mesa de caoba. Tres volumenes encuadernados de cuero cayeron al suelo, seguido por el ruido sordo del sujeta-libros de bronce.


Tanya rodeo al escritorio para recuperarlos, esperando que no hubiera dañado los libros. Habian


pertenecido al padre de Edward y ocupaban ese rincon del escritorio desde su llegada a la casa viudal.


Agachandose, recogio los pesados sujeta-libros y los coloco de nuevo en el escritorio. Luego recogio los dos primeros volumenes. El volumen final estaba a varios metros de distancia. Al parecer, algunas de las paginas se habian desprendido de su tapa.


―Maldita sea ―murmuro, arrastrandose mas cerca.


Al examinarlos de mas cerca, pudo ver que las paginas no se habian soltado del todo, sino mas bien una nota se habia escondido en su interior. Saco el trozo de pergamino doblado que estaba suelto. Se arrugo haciendo un crujido entre sus dedos, las paginas amarillas por el tiempo.


Desdoblo la hoja y miro la escritura elegante, femenina. Su mirada se fue rapidamente al final de la misiva. La firma salto del papel. El corazon le dio un vuelco en el pecho y su mirada fue bruscamente a la parte superior de la carta, al principio. Una pesadez se instalo en su pecho, expandiendose a medida que devoraba cada palabra, su significado penetrando sus pensamientos vacilantes.


Se levanto sobre sus piernas tan inestables como la mano temblorosa que agarraba la carta. El pergamino se arrugo irremediablemente, fragil como una hoja caida en su agarre, sus nudillos blancos por la presion que ejercia.


Se paseo de aca para alla a lo largo de la biblioteca, sus dientes mordiendo preocupada su labio inferior. Finalmente se detuvo delante de la chimenea, mirando las llamas durante un largo momento, considerando la misiva de veinte años de antiguedad que apretaba con fuerza en su mano ―y todo lo que significaria para Edward. Todo lo que significaria para ella.


Moviendo la cabeza con fiereza, arrojo la carta al fuego con un giro de la muñeca.


―Perdoname, Edward―murmuro ella, viendo como el papel se encendia, se curvaba y se


desvanecia en un retorcido nido de llamas.


―Es brillante, simplemente brillante ―dijo Alice efusivamente, casi arrastrando a Bella por el pasillo.


Bella apresuro el paso, tratando de mantener el ritmo.


―.Como lo hizo? ―pregunto alice. ―Normalmente solo veo caballeros elegibles en la iglesia, y Rosalie me aleja de inmediato antes de que yo pueda hablar con ellos.


Bella se encogio de hombros.


―No fue tan dificil convencer a su abuela. No me parece que sea alguien a la que se le pueda negar sus entretenimientos sociales. No en su propia casa y menos que sea su nieto el que lo haga.


Sin importar cuanto quiera el imponer su autoridad. Lady Massen es intimidante por sus propios meritos.


―Cierto, pero la ira de Edward es algo que debe evitarse ―explico alice. ―La última vez lo


demostro― añadió con un estremecimiento.


―.La ultima vez?


Los ojos de Alice se agrandaron.


―Oh, fue un susto. Abuela organizo un almuerzo con el señor Humphrey, con la fin de endilgar su hija a Edward.


―.Que paso?


―Edward estuvo tan grosero como de costumbre, espanto al señor Humphrey ―era nuestro vicario, sabe.


Bella no lo sabia, pero ella asintio, incitando a Alice a continuar.


―El vicario y su hija se fueron furiosos antes que incluso se sirviera el postre. Al dia siguiente se fueron de Yorkshire definitivamente.


Bella meneo la cabeza, sorprendida. A pesar de que no debiera estarlo.Edward había


demostrado ser nada más que un canalla.


―Me parece sorprendente incluso que hubiera familias dispuestas a casar a sus hijas con el


―ella se encogio, al instante lamentando el comentario. Por supuesto, habia familias de este tipo.


Familias como la suya.


Como si hubiera leido sus pensamientos,alice respondio:


―Por supuesto. .Acaso la suya no lo esta?


Bella asintio con aire taciturno.


alice le dirigio una mirada de soslayo.


Bella trago el nudo en su garganta, cuidando de mantener la expresion neutra. No estando


dispuesta a discutir la necesidad desesperada de su familia por librarse de ella, se obligo a una jovialidad que no sentia y regreso a la anterior pregunta de alice.


―Convencer a su abuela para organizar la pequeña reunión de hoy no fue tan extraordinario.


Me limite a expresar interés por conocer algunos de sus vecinos.


Alice sonrió.


―Bueno, no fue ninguna coincidencia que la abuela eligiera la tarde del jueves. Muy


inteligente. Rosalie siempre visita el orfanato de Locksley. Ella no volvera hasta las primeras horas de la noche.


Muy inteligente, en realidad. Lady Massen astutamente habia organizado el te, manteniendo tanto su nieto y a Rosalie, en la oscuridad. Bella no sabia si admirar a la dama o temerle mas de lo que ya le temia.


No es que este te fuera un gran acontecimiento. Sus unicos vecinos cercanos de rango


adecuado para asistir se reducia a un numero insignificante de tres. Al entrar en la sala, el


auspicioso trio se puso de pie: el Vicario Harry, redondo y jovial;Samuel huley, un viudo de mediana edad que miraba parpadeando como un buho, casi como si no estuviera seguro de supresencia en la sala de los Massen; y Baron thomas . Bella lo recorrio con la mirada


apreciativamente, pensando que la mejor esperanza de alice descansaba aqui. Un cabello rubio enmarcaba su rostro juvenil, encrespandose en las patillas en un tono mas profundo de rubio. Su expresion reflejaba un interes cortes. Interes, pronto se dio cuenta, que habia reservado para ella sola.


―.Quiere otro bollo, Lady Bella? ―pregunto, ofreciendole un plato de variados bollos de te. Bella echo un vistazo a los tres rellenos de su plato.


―No, gracias.


Alice extendio la mano para alcanzar uno, una sonrisa presta en su rostro.


―Me encantaria…―su voz se desvanecio cuando Thomas coloco el plato de vuelta en el


servicio de te, sin otorgarle ni una mirada. Su mano ondeo en el aire, un rubor avergonzado inundo su rostro.


Bella lo fulmino con la mirada. La cortesia a un Massen claramente lo eludia. Y los modales de Milton resultaron ser solo un poco mejor. Al cesar su incesante parpadeo, simplemente la hizo participar a ella o la condesa en la conversacion. Ignoro a alice por completo.


Bella se esforzo por disuadir sus atenciones, recurriendo a su reserva de insipidos temas de debate. Nada, sin embargo, desalentó al baron. Realmente parecia interesado en los principios de


la horticultura Celtica ―un tema que siempre habia ahuyentado efectivamente a pretendientes potenciales.


―No puedo decir lo encantado que estoy de que haya escogido visitar nuestra aislada campina ,milady ―interrumpio el baron Whitfield cuando ella hizo una pausa en medio de su diatriba, el unico signo de que preferiria un cambio de tema. ―Debe estar mortalmente aburrida aqui.


―Al contrario. Los Massen son unos brillantes anfitriones ―Bella sonrio a alice, quien le devolvio una languida sonrisa. ―Lady alice es especialmente encantadora, una compañía asi aun tengo que encontrar en la ciudad.


Thomas clavo en alice una mirada dudosa, sus fosas nasales ligeramente ensanchadas.


―Estoy seguro ―murmuro, sus labios contrayendose como si ella hubiera dicho alguna broma.


La indignacion de Bella ardio aun mas fuerte.


Mina aparto la cara, revolviendo el contenido de su taza de te rapidamente con una cuchara. A pesar de su apariencia valiente, a bella no se le pasaba por alto el rapido parpadeo de sus ojos, como si ella luchara por contener las lagrimas.


―Asi que usted ha venido a capturar nuestro elusivo conde ―trono el señor Harry con voz altisonante, capturando la atencion de Bella. Estuvo a punto de dejar caer la taza de te. Hizo un ruido estrepitoso en el plato mientras se aclaraba la garganta, tratando de dar una respuesta adecuada a la notable falta de tacto del vicario.


―Ella es la adecuada, señor Harry ―proclamo lady Massen, asintiendo sabiamente, con una sonrisa de aprobacion adornando sus labios. ―Por la que hemos estado esperando ―ella se inclino hacia delante y susurro en voz alta:. ―Lo puedo sentir.


―.Cierto? ―replico el vicario, examinando a Bella con renovado interes. ―Entonces, usted cree lo hara ponerse de rodillas, .eh, milady?


―Eh...―Bella sonrio incomoda, sabiendo que contradecirlo sonaria absurdo, loco incluso.


.Por que mas ella estaria aqui, si no era para atrapar al conde de Massen? El senor Harry la


observaba, esperando. Humedeciendose los labios, ella logro no ahogarse cuando murmuro:


―Hare mi mejor esfuerzo en ponerlo de rodillas, señor Harry.


―Bien, bien ―rio el, alzando un dedo parecido a una salchicha cito: ―Pero a causa de las inmoralidades, dejen que cada hombre tenga su propia esposa y dejen que cada mujer tenga su propio marido.


.Inmoralidades? bella sonrio debilmente, sin saber como responder. .El vicario veia a través de ella, en lo profundo del corazón, donde pensamientos pecaminosos acerca del conde acechaban, un remolino de calor liquido formandose en su vientre al solo pensar en el?


―Muy bien dicho ―intervino lady Massen, levantando su taza en señal de saludo. ―Por


poner a Edward de rodillas.


Bella apreto el plato en su mano, sin hacer caso de la delicada porcelana china que amenazaba con romperse por la presion, mientras que todo el mundo respetuosamente se hacia eco de lady Massen. Ella se levanto bruscamente, necesitando escapar tanto como su cuerpo anhelaba el aire.


―Es un dia hermoso. Alice, .no me acompañarías para dar un paseo al aire libre?


Con una expresion de alivio, Alice se puso en pie.


―.No me permitirian unirme a ustedes? ―rapido como un zorro, Thomas se lanzo hacia


adelante y abrio las puertas del balcon.


Al no ver una forma cortes de oponerse, Bella curvo su brazo alrededor del de alice y salio a la suave luz solar. Thomas se ubico al lado de Bella, y descendieron los escalones de piedra. Ella le lanzo una mirada cautelosa, prometiendose que el no menospreciaria a alice nuevamente. Ella no permitiria que un caballero pretencioso mirara a alice por encima del hombro.


―No hay nada como la primavera de Yorkshire ―comento el mientras se paseaban por el


camino, adentrandose en los inmensos arbustos de aulaga, laberinticos y espinosos. Hizo un gesto amplio. ―Pronto todo estara cubierto de capullos amarillos.


―Encantador ―murmuro bella, echando una mirada a la silenciosa alice a su lado,


preguntandose como incluirla en la conversacion. ―Comprendo muy bien por que alguien elige vivir en el campo.


―.Visita el campo con frecuencia, Lady Bella?


―Desafortunadamente, no. Ha pasado mucho tiempo ―contesto ella.


―.Su familia no tiene residencia en Nottinghamshire?


Bella asintio, su mirada estrechandose. Al parecer, el habia venido preparado. Se pregunto


que mas sabria de ella.


―Debe de ser precioso. Cuenteme ―insistio el con un movimiento de rizos ligeros como


plumas.


Bella ahogo una risa sin humor, preguntandose como iba a reaccionar a la verdad ―que la residencia de la familia Derring se habia cerrado a cal y canto los ultimos dos anos. Bertram había despedido a casi todo el personal. Cada articulo no vinculante se habia vendido. La excepcional coleccion de libros de su madre ―vendida hace mucho tiempo ―provoco la mayor punzada en su pecho. La propiedad, como la casa, habian caido en tal lamentable estado de deterioro, que se necesitaria una fortuna para volverla a su antigua gloria. Una fortuna de la que obviamente carecian.


―Dicen que Nottinghamshire es hermoso ―agrego thomas, insistiendo mas apegado a ella.


―Confieso un fuerte anhelo por ver si los rumores son ciertos.


Bella se trago un resoplido impropio de una dama ante su absoluto descaro. .Realmente el pensaba que con una alusion tan obvia se conseguiria una invitacion a la finca de su familia?


alice se detuvo de pronto, liberando su brazo del de Bella. Sus ojos verdes, tan parecidos a los de Edward, brillaban por las lagrimas no derramadas.


―Pe-perdonenme, pero tengo un terrible dolor de cabeza ―sus dedos rozaron su sien.


―Tengo que retirarme.


Bella abrio la boca para ofrecerle su compañía, pero alice se dio la vuelta en una ráfaga de


Faldas y corrió por el sendero. Ella siguio a su amiga con la mirada durante un largo rato, una banda invisible apretando su corazon. alice no habia ocultado sus muchas expectativas para ese dia. Al parecer, sus hermanos no eran todo lo que le impedia disfrutar de la sociedad. La misma sociedad presentaba sus propias barreras.


Indiferente a la partida de alice, thomas aseguro la mano de Bella con mas firmeza en el


angulo de su brazo adentrandolos aun mas por el camino sinuoso. A traves de los muchos setos de espino, se oia una fuente a la distancia, sus alegres gorjeos un contraste directo con su sombrio estado de animo.


―Esplendido ―murmuro el, su bajo tono de voz conspirador, mientras daba palmaditas al


dorso de su mano. ―Ahora la tengo toda para mi.


Ella aparto la cara y puso los ojos en blanco, preguntandose como podria excusarse ante este idiota y regresar a la casa.


―.No soy afortunado? ―inquirio, su pulgar moviendose en pequenos circulos en el interior de su muneca. Se estremecio como si un insecto se hubiera deslizado a traves de su piel.


Liberando su mano de un tiron, anuncio:


―Me gustaria ver como se encuentra alice.


Thomas se movio rapidamente, bloqueando su camino. Ella levanto la vista hasta el rubio


conquistador, su ceja alzada en interrogacion.


―.Y me abandona a mi suerte? ―con un mohin burlon, apreto las dos manos contra su


corazon como si estuviera herido mortalmente.


Bella se cruzo de brazos y golpeo el pie con impaciencia. Seguramente no creeria que esa


tactica iba a funcionar. Habia estado rechazando pretendientes mucho mas encantadores que el desde que tenia diecisiete anos.


―Seria grosero de mi parte no preocuparme por alice.


―Estoy seguro de que ella esta bien…


―Me gustaria verlo por mi misma ―dicho esto, bajo sus brazos y lo rodeo, sin importarle si el la seguia o no. Su paso fuerte lo sintio detras de ella, haciendo crujir el camino de grava.


Su queja molesta llego a sus oidos.


―.Y que importa si ella esta enferma, si puede saberse?


Bella se detuvo y se dio vuelta, convencida de que habia oido mal.


―.Perdon?


El se sacudio un pedazo de pelusa imaginaria de la chaqueta y levanto la barbilla. En términos no muy refinados, sin la menor señal de disculpa en sus ojos, repitio:


―.Que importa si ella esta enferma?


Maravillada ante su falta de sensibilidad, lo recorrio con una mirada de desprecio y respondió secamente:


―A mi me importa mucho.


El se echo a reir. Una cadenciosa risa, casi femenina.


―Ella es una de Massen ―su mirada le decia que eso deberia explicarlo todo.


―Perdoneme por ser obtusa, pero .que importa eso?


El ondeo la mano ante el, como si el gesto de alguna manera haria que entendiera.


―Digamos que si ella no se siente bien, no es por ninguna enfermedad tratable.


Bella se lo quedo mirando.


Suspirando, Thomas continuo:


―No hay duda de que ella sufre de algun tipo de ajuste como resultado de su locura. Y no hay nada que se pueda hacer para ayudarla en ese aspecto.


Temblando de indignacion, Bella se aparto del horrible hombre, nada de dispuesta a quedarse cerca de tanta idiotez.


―alice no esta loca.


Thomas se adelanto y agarro su brazo. Sentia la piel la gallina donde el la sujetaba y ella trato de librarse, pero el se aferraba como una firme raiz.


―Lady Bella ―dijo, su voz resbaladiza como el aceite, mientras se deslizaba sobre ella. ―Me temo que ha venido aqui con algunas serias y equivocadas apreciaciones ―sus dedos se flexionaron, clavandose en su piel.


―.De verdad? ―pregunto ella con frialdad, observandolo con desprecio nuevamente.


―Los Massen son mala sangre. Todo el mundo lo sabe ―su boca se curvo en una sonrisa


forzada, e inclino la cabeza en reconocimiento. ―Al menos todos los de por aqui. Al parecer, no su familia. Ellos no la habrian enviado aqui para conseguir casarla con el Loco Massen si lo supieran…


―Apenas lo conozco ―le interrumpio, sin ganas de escuchar mas acerca de su preocupacion.


―Ciertamente no necesito su consejo en tales asuntos.


Bella se retorcio, deseosa de librarse de su contacto que le erizaba la piel. Se volvio, pero


volvio a capturar su brazo, arrastrandola hacia el para enfrentarlo.


―Suelteme ―ordeno, con las mejillas ardiendo de indignacion. Miro la mano que aprisionaba su brazo, su piel blanqueandose donde esos dedos se hundian en su carne.


―Simplemente trato de protegerla de cometer un grave error.


―Que magnanimo de su parte ―siseo, sabiendo su juego. El protegerla no tenia nada que ver con esto. ―Sin embargo, no veo como lo que yo haga pueda ser asunto suyo.


Sus dedos apretaron su brazo, haciendole daño.


―Me gustaria mucho cambiar eso, milady ―murmuro el, su mirada deslizandose sobre su


rostro con una minuciosidad que hizo que la parte de atras de su cuello se erizara. ―Usted esta claramente a la caza de un marido. Permitame que me ofrezca como candidato. Soy de medios modestos, pero mucho mas adecuado que Massen.


Bella se quedo boquiabierta. .Era el aire del campo? .O algo en el agua? Primero Massen, y ahora este hombre miserable. Los dos se comportaban como si ella no tuviera nada mejor que hacer que encontrar un marido. Como si ella no pudiera desear nada mas de la vida. Ninguno de los caballeros de Londres se habia acercado a esta desfachatez.


Bella flexiono el tobillo, preparandose para pisar con fuerza sus pies si no la liberaba. Solo al


pasar una rapida mirada por el silencioso jardin, se dio cuenta que ni siquiera estaba segura de conocer el camino de regreso a la casa. No se trataba de un jardin de Londres. No estaba para nada cerca de la puerta de un balcon, de la gente, de la seguridad.


Debe de haber tomado su silencio reflexivo por consideracion a su propuesta, porque continuo, enumerando sus ventajas como si fuera un pura sangre en Tattersalls3.


―Mis lineas de sangre son impecables, mi madre, la hija de un vizconde, mi padre, un héroe caido en Waterloo ―su pecho se hincho como si el mismo fuese el que cayo en algun campo lejano de Belgica. ―La mayoria diria que lo he hecho bien llenando sus zapatos.


―Estoy segura ―murmuro ella.


―Lo mas importante, puedo prometer que nunca voy a saltar por el pasamanos en un loco arrebato. El actual Lord Massen no podria prometerle lo mismo ―se balanceo sobre sus talones con un aire de satisfaccion.


Ella fruncio el ceno.


―.De que esta hablando?


―Ah, usted no ha oido la historia. El viejo conde se tiro de cabeza por el pasamanos en la casa viudal, aterrizo justo en el centro del vestibulo. Un lio realmente terrible, dicen.


Bella cerro los ojos, tratando de detener la imagen sangrienta que inundaba su cabeza.


La voz de Thomas continuo monotonamente.


―Y entonces fue Lady Massen ―se disparo con la pistola de su marido. Y el hijo menor


―nadie esta muy seguro de que le ocurrio. El no era sino una criatura ―inclinandose mas cerca, su susurro movio las guedejas de pelo cerca de sus orejas. ―Hay rumores de que su muerte pudo haber sido por causas no naturales.


.Por causas no naturales?


Ella dio un profundo suspiro, sacudiendo la cabeza.


―.Seguramente no esta sugiriendo que los padres de Lord Edward tuvieron algo que ver en la muerte del niño?


Thomas sacudio su cabeza, su guapo rostro torciendose de ironia.


―.Quien dijo algo de que ellos lastimaran al niño?


―Entonces, .quien?


Ladeando su cabeza, respondio con vaguedad deliberada:


―Encontraron a Lord Edward con el cuerpo.


.Edward?


Edward tenia algo que ver con la muerte de su hermano? Imposible. Ella lo habia


observado con sus hermanas. El nunca les tocaria ni un pelo de sus cabezas. Y se negaba a creer que pudiera lastimar a un hermano. .Con que fin? Sin importar cuan abominable fuera su comportamiento, el era incapaz de tal vileza.


Echo la cabeza hacia atras y lanzo una risa fragil.


( Tattersalls es el subastador principal de la carrera de caballos en el Reino Unido y la Republica de Irlanda. Fue fundada en 1766 por Richard Tattersal (1724-1795). (N. de a.)






Thomas retrocedio, una mueca estropeando sus bellos rasgos.


―.Hablar de locura y asesinato la divierte?


―Usted me divierte ―dijo ella con una ligereza que no sentia. No le daria la satisfaccion de saber que sus palabras le dieron que pensar y plantaron dudas en su cabeza. Toxicas como veneno, sus palabras corrieron a traves de su sangre. Encontraron a Lord Edward con el cuerpo.


Inhalando temblorosamente, ella continuo:. ―Que usted intentara que se acrecentara mi


estimacion por usted desacreditando al conde…


―Le aseguro, milady, que el nombre Massen hace mucho tiempo que se ha desacreditado. Ya estaba bastante deshonrado para el tiempo en que yo estaba aprendiendo a caminar. El padre era un bribon. La madre, un poco mejor. Y todo eso antes de la locura.


Bella le dirigio su mirada mas helada y se dispuso a poner fin a esta conversacion de una vez por todas.


―Aunque no es asunto suyo, permitame asegurarle que no albergo ningun cariño especial por el conde de Massen.


Sus labios se curvaron en una sonrisa complice. Como si ella le hubiera cursado una invitacion, se acerco un paso mas, sus ojos brillando con un destello febril.


Rapidamente, ella retrocedio un paso.


―Tampoco tengo ningun deseo de considerar su propuesta. Incluso si yo estuviera dispuesta, mi familia se opondria a nuestro compromiso. Un hombre de simples medios modestos no es una posibilidad.


Su rostro se sonrojo y reajusto el apreton de su brazo, obligandola a acercase.


―Esa es la forma que funciona esto, .eh? El dinero por sobre la buena crianza. .Usted quiere llenar el campo con los futuros Locos Massen?


―Va demasiado lejos, señor ―la indignacion abrasadora se deslizo lentamente desde su cuello hasta inundar su rostro.


Sacudio la cabeza, arrojando esos rizos chocolates sobre su cara.


―Siento que debo interceder en su nombre. Con su familia ausente y, sin duda, desinformada… Ella solto un bufido.


―Yo describiria a mi familia como muchas cosas, pero nunca desinformada.


El la miro fijamente durante un buen rato, con una expresion incredula. Ella espero


pacientemente para que asimilara su significado.


Finalmente exclamo:


―No pueden haberla enviado aqui sabiendo…―se detuvo en seco ante su mirada afilada y sacudio con la cabeza en negacion. ―No. Nadie por estos lugares consideraria comprometerse con un Loco Massen ―sin importar su riqueza.


―.No? ―reflexiono Bella. ―Que poca vision. Es rico como Creso. Posee la mitad de las minas de carbon de Yorkshire y media docena de fabricas en Scarborough. Yo pensaria que tendria su seleccion de damas.


Los ojos de Thomas brillaban de pesar, como si la mencion de la riqueza de Edward le hiciera aborrecer mas al hombre. Sacudiendo la cabeza, gruño:


―Incluso asi, .por que el duque de Derring permitiria a su hermana…


―Eso no es asunto suyo ―espeto Bella, roto su ultimo hilo de control. Ella habia tenido


bastante de este imbecil arrogante y de su intromision... y del agarre implacable de su brazo.


―No podria estar mas de acuerdo ―dijo una voz desde algun lugar detras, el familiar


terciopelo de su voz deslizandose sobre ella como un calido jerez, calentandola por dentro de una forma totalmente diferente que la ira que Thomas agitaba dentro de ella.

Aqui les dejo vicio , siento no poder actualizar tan seguido , pero mi trabajo me tiene de tiempo completo les mando mil besitos y comenten chicas
Angel of  the dark