Dark Chat

domingo, 25 de abril de 2010

Noches de Italia

Capitulo 3. GOA

-¡Mi hermanita por fin tiene una cita con alguien de su especie! –Emmett se burló-. Bella estabas empezando a preocuparme, tienes demasiado contacto con humanos…


Levanté el sillón y amenacé a Emmett con él.


-¡Uy! ¡Tengo tanto miedo! –dijo entre risas.


Fruncí el ceño, me preparé para lanzarlo, ya había soportado demasiado.


-Por favor Bella, sólo conseguirás destruir el sillón y sabes que Esme aprecia mucho el mobiliario de esta casa –me advirtió Alice.


Ella tenía razón, suspiré y dejé el sillón en su lugar.


-¡No tengo ninguna cita! –le grité a Emmett que seguía riéndose-. Sólo lo hago por Alice, eso es todo.


-Sí claro –Emmett sonrió-. Escogieron un buen lugar, podría decir que el GOA es lo mejor que hay en Roma, y saben que lo digo por experiencia.


Rosalie entró en la sala y se puso junto a su pareja.


-Nos gustaría acompañarlas –dijo ella-. Pero Emmett y yo tenemos una fiesta importante y no debemos perder nuestra reputación.


Puse los ojos en blanco. Ellos nunca tenían suficiente de fiestas.


-Ya déjalos Bella –Alice me tomó del brazo-. Tenemos que arreglarnos para esta noche.


No sabía porque la palabra "arreglarnos" en su boca me causaba un escalofrió, tenía el presentimiento de que lo que venía no me iba a gustar nada…


Y tenía razón.


-¡No voy a salir con esto! –exclamé al mirarme en el espejo-. ¡Definitivamente no! –llevaba puesta una blusa azul, cuyos tirantes casi desaparecían de tan delgados que eran, y un pantalón de mezclilla demasiado ajustado para mi gusto.


-Pero te ves hermosa –me dijo Alice. Ese pequeño monstruo es la que me había obligado a ponerme aquella ropa-. Además todas las chicas que van se visten así.


-Pero…


-Dijiste que me ibas a ayudar ¿o no? –me recordó-. Eso cuenta como parte de la ayuda…


Me crucé de brazos.


-Por favor… -luego sonrió-. Vas a aceptar, lo acabo de ver.


Resoplé. A veces me pregunta si Alice también tenía el poder de la persuasión.


Ella sonrió, se veía muy bonita en su blusa violeta y su short negro.


-Ya casi es hora –dijo emocionada. Estaba muy ilusionada con ese tal Jasper y más le valía a ese vampiro tratar bien a mi hermana, porque si no se las vería con mi mal humor.


Nos encontramos con Carlisle y Esme cuando regresamos a la sala, tenían una expresión extraña en el rostro.


-Me alegra que por fin le des oportunidad a un vampiro para que se acerque a ti –me dijo Carlisle.


Hice una mueca. Maldito Emmett chismoso.


-Sí –concedió Esme-. Pensamos que no querías encontrar una pareja.


-Y sigo sin querer –contesté-. ¡Sólo le voy a hacer compañía a Alice! ¡Nada más!


-Deberías aprovechar la oportunidad y conocer mejor al otro chico –insistió Carlisle-. Tal vez cambias de idea…


-No


-Ya dejen de molestar a Bella –me defendió Alice-. No es el momento para esas discusiones.


-Lo decimos porque nos preocupamos por ti –dijo Esme, puso una mano en mi hombro-. La soledad nunca es buena, sobre todo para nosotros que vivimos eternamente, por eso tenemos una pareja Bella…


-Los tengo a ustedes –repliqué.


-Por supuesto –accedió Carlisle-. Siempre estaremos para ti y lo sabes, pero no es lo mismo, necesitas a alguien que se identifique contigo, alguien que…


-No necesito de nadie –lo interrumpí.


-Por favor Bella –dijo Esme-. Tan sólo piensa en lo que te hemos dicho.


Se escucharon leves golpes en la puerta.


-Deben ser ellos –dijo Alice y fue directamente a abrir.


Jasper y Edward entraron en la sala, el rubio se detuvo un momento para saludar a mi hermana.


-Carlisle Cullen –se presentó él-. Ella es mi pareja Esme.


Los dos vampiros se presentaron, Edward me vio y sonrió, y yo como tonta le devolví la sonrisa. Reaccioné cuando vi a Carlisle volteando de él a mí y asintiendo con aprobación, rápidamente borré la sonrisa de mis labios y fruncí el ceño.


-¿Nos vamos? –preguntó Jasper y ofreció su mano a Alice.


-¡Claro! –exclamó ella.


Aún afuera del GOA se podía escuchar la música, había una multitud de personas esperando entrar.


-¿Cómo vamos a entrar? –le pregunté a Alice, aunque debo decir que una parte de mí estaba alegre, tal vez tendríamos que regresarnos. ¡Que bueno que no nos acompañaron Rosalie ni Emmett! Con ellos como acompañantes no había duda de hubiéramos entrado.


-No sonrías Bella –me acusó Alice-. Tengo una idea.


Hice una mueca, me veía fijamente. Esto no iba a ser nada bueno. Logramos llegar cerca de la puerta, los demás intentaban desesperadamente convencer al guardia de la puerta que los dejara pasar.


-Sí –dijo ella-. Tenemos ventaja, creo que le gustas al guardia.


Giré en la dirección que ella veía, sí, el hombre moreno y bastante musculoso me comía con los ojos.


-¡No me vas a utilizar! –exclamé.


-Por favor –Alice puso su cara de súplica-. Hazlo por mí, tu hermana favorita.


Suspiré y me acerqué al hombre que estaba en la puerta. Le mostré mi mejor sonrisa, y tomé un mechón de cabello entre mis dedos como había visto que hacían algunas humanas.


-¿Nos podrías dejar pasar a mis amigos y a mí? –me concentré en hacer que mi voz sonara lo más suavemente posible. Para mi asombro funcionó, el corazón del hombre se aceleró de manera notable.


-Si me dices tu nombre y me das tú teléfono –respondió él.


-Melissa –contesté y le escribí un número falso en su mano.


El GOA estaba lleno, pero no sólo los humanos eran los que estaban ahí. Ya había escuchado decir a Emmett que el lugar también era muy famoso entre los vampiros.


-Vamos –Jasper llevó a Alice a la pista de baile.


Edward me tomó del brazo y fue tras ellos. Me rendí y me dejé llevar por la música, lo bueno de ser un vampiro era que nos volvíamos buenos bailarines, incluso yo, que cuando era humana era un peligro en una superficie plana.


Pasaron las horas y yo continuaba bailando, no estaba tan mal como había pensado, por lo menos no lo estaba hasta que sentí que alguien me tomaba de la cintura.


-No sabía que venías a este tipo de lugares Bella


Fruncí el ceño al ver a un vampiro rubio de ojos azules en frente de mí. Era Julian, un vampiro arrogante que estudiaba en la Universidad, no había encontrado pareja y yo sospechaba que ni siquiera se interesaba en eso, disfrutaba más "divirtiéndose" con varias vampiresas, yo no entendía como podían esperar que él las escogiera, sí, decían que era un vampiro bastante fuerte y era guapo, pero estaba claro que él no era de una sola chica.


-¿Quieres bailar conmigo? –preguntó de forma seductora y me acercó más a él.


-No –lo empujé lo más fuerte que pude. Yo jamás formaría parte de su colección.


Parpadeó sorprendido. Seguramente nadie lo había rechazado antes.


-Ella viene conmigo –escuché la voz de Edward detrás de mí.


Me acerqué a él y con una sonrisa le agradecí su apoyo. Aún no confiaba en Edward, pero esto le hacía ganar puntos.


Julian le enseñó los dientes, me sentí más tranquila al saber que estábamos rodeados de humanos, así no se desataría una pelea.


-Tienes suerte de que estemos aquí –le dijo Julian a Edward.


El vampiro de cabello cobrizo me abrazó, seguramente para dejarle claro a Julian que no se acercara.


-Nos vemos mañana Bella –se despidió el vampiro rubio.


¡Maldito! ¿Qué acaso no entendía un NO?


-Gracias –le dije a Edward, después de asegurarme que Julian se había alejado lo suficiente-. No lo soporto.


-Yo tampoco –contestó frunciendo el ceño.


Edward aún me tenía entre sus brazos, no hizo ademán de querer soltarme y no me importó, me sentía muy cómoda donde estaba. Sonreí, me estaba comenzando a caer "un poco" bien ese vampiro.
******************************************************************


Capitulo 4. Discusión


-¿Qué? –Alice frunció el ceño cuando terminé de contarle sobre mi "altercado" con Julian.


-Pero Edward me ayudó a quitármelo de encima –continué.


Ella sonrió.


-¿Ahora confiarás más en ellos? –cuestionó entusiasmada.


-No totalmente –admití-. Alice apenas los conocemos, no podemos…


-¡Yo confío en Jasper! –exclamó interrumpiéndome.


Puse los ojos en blanco, era mejor no seguir discutiendo con ella, sino terminaría perdiendo. Me recosté en el tronco de mi árbol favorito, todavía tenía tiempo para que empezara mi próxima clase.


-Bella, Alice –saludó Mike sentándose a mi lado.


-Hola Mike –contestó Alice-. ¿Ya conociste a los nuevos estudiantes?


Hice una mueca. ¿Qué no conocía otro tema de conversación?


-¿Los Hale? –preguntó Mike, cuando vio que Alice asintió continuó-. Uno de ellos va en mi clase de Literatura Internacional… creo que se llama Jasper.


-Por favor Mike, no le des alas a mi hermana –le aconsejé-. Es mejor que no hables sobre ese tema, sino ya no te la quitarás de encima.


Pero a mi rubio amigo, le parecía divertida la situación.


-Entonces te gusta Jasper –dijo Mike a Alice.


-Está obsesionada con él –intervine yo-. Esa sería una mejor definición.


Alice resopló.


-Bella ya no hables –ordenó y luego se dirigió a Mike con una mirada mucho más amable-. Si me gusta –admitió.


-A mi me parece que es una buena persona –dijo él.


-¿Lo ves? –Alice me miró-. Deberías a escuchar a tu amigo de vez en cuando…


-¿Me perdí de algo? –preguntó Mike.


-A Bella le cuesta trabajo confiar en… las personas –Alice se corrigió a tiempo.


Mike me observó atentamente durante unos segundos, luego sonrió.


-Desde que te conocí siempre has sido así –comentó-. Lo bueno es que conmigo ha sido diferente…


-Tu eres un caso distinto Mike –dije devolviéndole la sonrisa. Claro, el era humano, y tenía que admitir me era más fácil confiar en ellos que en los de mi propia especie-. Por eso eres mi mejor amigo.


El me rodeó con sus brazos, una costumbre que había adquirido en las últimas semanas, pero que yo no veía mal, para mí Mike era casi como mi hermano, aunque fuéramos completamente distintos.


-¿No quieres volver esta noche al GOA Bella?


Rechiné los dientes al ver a Julian de pie en frente de nosotros, había dos vampiros detrás de él, no se podría decir que eran sus amigos, eran algo así como sus seguidores.


-Está vez tendrás mejor compañía que la otra noche –continuó-. Porque esta vez irás conmigo.


Fruncí el ceño. Vi que Alice hacia un gesto parecido, ni ella ni yo lo soportábamos.


-Nunca iría contigo a ningún lugar –contesté con frialdad.


Los dos vampiros me veían fijamente, como si no pudieran creer lo que habían escuchado, pero su expresión cambió pronto y me pareció ver que intentaban contener una sonrisa. Julian se percató de esto también y los fulminó con la mirada. Si, le acaba de dar una patada justo en el ego al vampiro más engreído de todos.


-¿Lo prefieres a él que a mí? –preguntó señalando a Mike. Por supuesto mi amigo no tenía idea que Julian era un vampiro y lo consideraba inferior a él por ser un humano.


Mike se levantó y se colocó enfrente del vampiro. Alice y yo casi saltamos y nos colocamos detrás de Mike.


-Yo que tú no intentaría algo de lo que te podrías arrepentir –le advirtió Julian.


Coloqué mis manos en los hombros de mi amigo, por una vez Julian tenía razón, Mike no tenía ni las más mínima oportunidad contra él.


-No vale la pena Mike –intenté tranquilizarlo.


-¡Deja a Bella tranquila! –exclamó.


Julian sonrió, divertido por el enojo de Mike.


-Eso es entre ella y yo –contestó tranquilamente-. A ti no te incumbe.


-Por favor Julian –esta vez me dirigí a él-. Vete de aquí.


-Sólo porque tú lo pides –respondió-. Y sólo por esta vez, porque sabes Bella tan bien como yo, que no siempre me rechazarás, nadie lo hace.


-Mike por favor no te busques problemas con él –le pedí una vez que Julian se fue-. Podría hacerte daño…


-El es un… cree que todo lo puede conseguir –Mike frunció el ceño-. No puedo evitar perder el control cuando lo veo, es insoportable…


-Por favor Mike, prométeme que no lo enfrentarás otra vez –insistí.


-Esta bien –aceptó. Seguramente había sido la preocupación en mi rostro lo que lo había convencido-. Lo prometo.


Suspiré aliviada.


-Creí que odiabas los lugares como el GOA –dijo Mike, cambiando de tema.


-Alice me obligó –sonreí-. Ella quería ir con Jasper, pero como también invitó a su hermano, tuve que ir.


Mike frunció el ceño.


-Suena como a doble cita –dijo en un tono que no logré identificar.


-¡Claro que no! –exclamé inmediatamente-. ¡Yo iba en contra de mi voluntad!


Alice puso los ojos en blanco.


-Bella me haces quedar como la hermana malvada de la historia –dijo ella-. Además tienes que admitir que te la pasaste muy bien con Edward.


Me mordí el labio.


-Bueno la noche no estuvo tan mal como había pensado –acepté. Pero eran las únicas palabras que conseguiría sacarme sobre la otra noche.


Alice se rió, Mike en cambio parecía un poco más serio.


Después de que se terminaron las clases, me quedé afuera del edificio de la Universidad a esperar a que Alice saliera. Y la vi, pero ya estaba acompañada, por supuesto por Jasper.


Comencé a caminar, tal vez era mejor dejar que Alice se las arreglara sola.


-Bella –escuché que alguien me llamaba y me di la vuelta, solo para darme cuenta de que Edward estaba detrás de mí.


-Hola –lo saludé.


-Nunca había visto a Jasper así –comentó-. ¿Podrías decirme que le hizo Alice?


-Yo diría que es al revés –contesté-. Sabes, creo que ya nos olvidaron –bromeé.


-Tienes razón –sonrió-. Pero si te sirve de consuelo todavía me tienes a mí, yo nunca te olvidaría.


-Yo a ti tampoco –contesté. Ya no sabía si esto seguía de broma o no.


Entonces se reunieron Emmett y Rosalie con nosotros.


-Tú debes ser Edward –dijo mi hermano-. Me llamo Emmett y ella es Rosalie.


Oh no. Tenía un mal presentimiento sobre esto.


-¿Cómo les fue en su cita de anoche?


Edward arqueó las cejas y sonrió, parecía bastante divertido por algo, yo en cambio iba a matar a Emmett.


-¡Que no fue una cita! –exclamé. Seguramente Alice había previsto esto, y había decidido escapar junto con Jasper. ¡Me había abandonado!


Emmett me ignoró y se dirigió a Edward.


-Es muy testaruda pero ya te acostumbrarás –continuó-. Me caes bien, y creo que hacen buena pareja, pero te advierto si alguna vez la veo sufriendo te las verás conmigo.


Aunque el tono no era amenazador, sabía que Emmett hablaba en serio, eso fue tierno, pero no lo salvaba de la dolorosa muerte que le esperaba cuando estuviera a solas con él.


-Yo nunca le haría daño –dijo Edward que parecía sincero.


-Bien –Emmett sonrió-. Entonces tienes mi aprobación


Resoplé.


-Nos vemos después Bella –se despidió Rosalie al ver como fulminaba a su novio con la mirada, se llevó a Emmett con ella.


Alice y Jasper llegaron poco después, yo me crucé de brazos y fruncí el ceño.


-¿Nos perdimos de algo? –preguntó Jasper, que me observaba confundido.


-Emmett, el hermano de Bella nos saludó –contestó Edward sonriendo.