Dark Chat

domingo, 30 de mayo de 2010

Noches de Italia

Capitulo 11
Conflicto

-¿No quieres ir a otro lugar? –pregunto curvando los labios en una sonrisa seductora.


Pero eso no tenía efecto en mí, o bueno tal vez si tenía, sólo que no el que él esperaba.


-No –gruñí la respuesta. Me senté en el asiento del copiloto y me crucé de brazos.


El se inclinó más cerca.


-¡Sino alejas tus labios de mí juro que te los arrancaré de una mordida! –grité, empujándolo con una mano.


-Suena… interesante


-¡Masoquista! –exclamé.


Se río, pero volvió a su lado del auto. Un suspiró escapó de su boca y sus ojos azules se volvieron hacia mí.


-Contigo es… diferente


Negué con la cabeza, ya sabía lo que seguía.


-Ahórrate tus palabras –dije, tal vez en un tono poco amistoso, pero estaba harta, esto tenía que terminar-, conozco los discursos de los de tu clase para convencer a las chicas a… bueno el punto es que no me lo creo y no me interesa.


-Bella…


-¡No! –me cubrí los oídos-. ¡Ya basta! ¡Sé que quieres de mí y de una vez te aviso que no lo vas a tener así que déjame!


-No entiendes, no puedo dejarte…


-¡Claro que puedes! ¡Sólo estás encaprichado porque soy la única que te ha rechazado!


Hizo una mueca, mis palabras parecían haberlo herido profundamente. Si que era bueno actuando.


-¿Crees que puedes saber lo que siento? –dijo con voz fría. Había pasado al enojo. Se acercó a mí hasta quedar a unos centímetros. Hizo una mueca de frustración-. Siempre estás en mis pensamientos… ya no puedo estar con otras porque estoy comparándolas contigo y tú siempre sales ganando.


Sonrió y acarició mi mejilla.


-Siempre sales ganando –repitió en un murmullo. Su mano descendió a mis labios, quise apartarlo pero él me lo impidió aprisionando mis muñecas con su otra mano.


-¡Suéltame o te haré daño! –le advertí.


-¿Más del que ya me has hecho? –preguntó-. Cada vez que me rechazas me haces daño…


Nada de lo que dijera era cierto, aunque sonara sincero…


Julian no besó mis labios como había pensado, fue directo a mi cuello. Lo empujé.


-¡Tengo novio!


Se apartó a regañadientes, pero aún se veía… satisfecho.


-Todo cambia –me dijo, encendiendo el motor.


Me quedé petrificada cuando llegamos a mi casa. Un volvo plateado estaba estacionado afuera de ella.


-Parece que tu novio nos espera –gruñó Julian.


Si, Edward estaba afuera con los brazos cruzados y el ceño fruncido. Oh, y a pesar de estar furioso se veía mortalmente guapo. Su expresión cambió ligeramente al ver como venía vestida… al parecer a mi novio le gustaba la vista… pero luego sacudió la cabeza y volvió a su actitud molesta.


Julian salió del auto detrás de mí, pero me alcanzó rápidamente y no pude evitar lo que hizo a continuación, me tomó de la cintura justo en frente de mi novio.


Vi sonrisa, lo había hecho a propósito. Me aparté, pero era demasiado tarde…


-¡Edward no! –Jasper salió de la casa seguido de Alice.


Mi vampiro tomó del cuello a Julian y le gruñó.


-¡No te vuelvas a acercar a ella!


-¡Ella no es tuya! –Julian lo empujó y Edward salió volando varios metros lejos de él.


Edward se levantó pero yo corrí hacia él lo más rápido posible.


-Por favor –dije-, no más peleas, fui con él para averiguar el paradero de Mike, y parece ser que lo tiene un vampiro…


-Yo te hubiera ayudado


Julian se acercó, pero no parecía interesado en seguir atacando.


-Le dije que fuera sola, esa era la condición para ayudarla


Edward le enseñó los dientes, pero yo lo detuve del brazo.


-Pronto encontraré a tu humano Bella, y te lo traeré –dijo el vampiro rubio antes de volver a su auto. Me lanzó un beso en el aire, él motor rugió y desapareció en la noche.


-Estaba muy preocupado por ti –dijo Edward frunciendo el ceño-, no puedes confiar en él, con lo que averiguaste esta noche nosotros lo usaremos para continuar con la búsqueda…


Asentí, odiando ver a mi novio molesto.


-También estoy enojado contigo –continuó confirmando mi temor.


Jasper se llevó a Alice otra vez a dentro de la casa.


Lo besé, tenía muchas ganas de hacerlo.


Edward suspiró y me tomó de la cintura.


-Ni siquiera me puedo enojar contigo por unos minutos –murmuró en mis labios, una sonrisa traviesa se dibujó en su rostro-. Pero imaginemos que sigo enojado contigo ¿Qué harías para que te perdonara?


Le devolví la sonrisa y me incliné para volver a besarlo.




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Capitulo 12
Mordida

Era triste la noche que me cubría, sumergida en la oscuridad, alejándome de mi casa con cada paso, pensando en que era una inútil, en que nunca podría encontrar a mi mejor amigo.


Lloré sola, sin lágrimas, observé el cielo y hablé, muy despacio y claro… haría lo que fuera para que Mike regresara…


Entonces, el viento trajo consigo el más dulce y delicioso de los aromas… Apreté los puños con tanta fuerza que me lastimaba con mis propias uñas. Dejé de respirar, aún así mi garganta comenzó a arder, tenía tanta sed.


Algo se acercó en la oscuridad trayendo el dulce aroma cada vez más cerca.


-Bella…


La voz llegó a mi entrecortada, pero la reconocí.


Julian se acercó a mí, llevaba un cuerpo en los brazos, lo tendió cuidadosamente en el suelo. Contuve la respiración al ver a mi amigo Mike tendido en el suelo, estaba muy mal herido…


-Lo encontré –Julian seguía teniendo problemas al hablar-, creo que tendrás que llevarlo a tu casa, yo… no puedo, no sé si me resistiré.


Yo tampoco lo sabía pero me incliné hacia mi amigo y lo acuné en mis brazos, tenía grandes rasguños por toda la cars, los brazos… pero ninguna mordida.


Lo levanté del suelo y resistiendo mis ganas de sangre, acerqué mi cara a la suya.


-Todo va a estar bien –le prometí, como si él fuera capaz de escucharme.


Corrí hacia la casa, sentí a Julian siguiéndome de cerca, pero lo ignoré.


Alice y Carlisle ya me esperaban afuera, los adoré en ese momento. Se hicieron a un lado para dejarme pasar, llegué hasta la sala, lo dejé en el sofá.


-¡Carlisle! –chillé.


-Alguien quería que muriera desangrado… -habló Alice-. Pero no hay señal de que hayan bebido de su sangre…


-¡Carlisle!


El llegó hasta donde estaba yo, arrodillada frente a Mike, se acercó a él y con el mayor cuidado posible lo revisó.


-¿Y bien? –lo presioné cuando se alejó-. ¿Cómo lo curamos?


Sus ojos se fijaron en los míos, con una tristeza profunda, y lástima por mi…


-¡No! –rugí.


-Lo siento Bella –dijo-, no podemos hacer nada…


Julian intentó tomar mi hombro pero yo lo aparté furiosa.


-Siempre se puede hacer algo –insistí.


Emmett y Rosalie irrumpieron en la sala, ambos tuvieron que apretar las mandíbulas y dejar de respirar debido al olor de la sangre que inundaba el aire.


-Los humanos son frágiles –dijo Emmett entre dientes-, te advertí que no te encariñaras de uno…


Sabía que era su manera de demostrar que lamentaba mi dolor, pero de todas formas le gruñí.


-¡El va a vivir porque…!


Me interrumpí cuando una idea maravillosa se formo en mi mente.


Los ojos de Alice se abrieron de par en par, ella también lo había visto.


-¡Bella, no!


-Porque él ya no va a ser un frágil humano nunca más.


Me incliné y enterré mis dientes en el cuello de mi amigo, resistí a la horrible tentación de beber de su sangre y me limité a dejar que mi veneno fluyera por sus venas.


No pasó mucho tiempo para que Mike abriera los ojos… estaban en blanco, su cuerpo comenzó a convulsionar, después vinieron los gritos. Me asusté al verlo con tanto sufrimiento…


-¡Quema! –gritó.


-Tranquila Bella –me dijo Carlisle-, es parte del cambio.


Aún así, yo quería calmar su dolor. Lo sentí sacudirse en mis brazos…


-Mike, aquí estoy –le dije-, soy Bella tu mejor amiga… estoy contigo.


Dejó de removerse y sus gritos cesaron de pronto.


-Bella –musitó con dolor.


-Parece que tú lo calmas –comentó Alice.


Lo solté, pero no me alejé de él, tomé su mano y me senté en el suelo, cerca del lugar donde descansaba su cabeza.


-Tenemos que tomar precauciones –comenzó Carlisle-, cuando despierte no va a poder controlar su sed.


-Yo lo cuidaré –hablé.


-Pero, Bella va a ser mucho muy fuerte –intervino Rosalie.


-El no hará daño –insistí, sin apartar la vista de Mike.


-Bella…


-Creo que no es momento de hablar de eso –dijo Alice-, ella sólo piensa en que él se recupere…


-Gracias Alice –ella siempre me comprendía.


Pasaron horas, Mike parecía estar más tranquilo, así que me levanté un momento y me giré hacia Julian, que seguía ahí, de pie observándome atentamente.


-Gracias –le dije con sinceridad.


-Lo que sea por ti –contestó con una sonrisa.


-¿Qué ocurrió con el vampiro que lo tenía? –pregunté intentando contener mi ira. Deseé que me respondiera que lo había matado.


-Logró escapar –contestó Julian que parecía lamentarlo.


-Cuando Mike esté bien me aseguraré de encontrarlo –gruñí.


-Bella tengo que decirte algo –comenzó Julian.


-Hasta ahora tenía muy mala opinión de ti –lo interrumpí-, pero después de lo que hiciste por Mike, ya todo ha cambiado.


Los ojos de Julian se inundaron con sorpresa, y su sonrisa se extendió por su rostro. Se acercó a mí, pero sólo me dio un abrazo… tal vez ya estaba cambiando.


Terminé por corresponder a su gesto.


-Bella yo…


Mike se removió inquieto y un gemido de dolor escapó de sus labios. Me alejé de Julian y me dirigí a mi amigo.


Edward y Jasper llegaron después, ya casi se completaba un día del tormento de Mike.


-¿Qué haces aquí? –rugió mi novio vampiro.


-¡No Edward! –exclamé antes de que se lanzara contra Julian-. El rescató a Mike.


Edward me miró fijamente, se sentó a un lado mío en un segundo y me abrazó.


-El va a estar bien –me tranquilizó-, Jasper tiene experiencia con neófitos, él sabrá que hacer con Mike.


-Gracias –murmuré, hundiendo la cabeza entre sus brazos. Lo necesitaba tanto.


Mi novio posó sus labios en mi cabello, el tiempo así no pareció tan lento.


No conté las horas… pero supe que los tres días se habían completado cuando Mike se estremeció y sus ojos se inyectaron de rojo… había despertado.

Comentarios mis angeles hermosos ya nos acercamos al final
mil besitos