Dark Chat

jueves, 24 de marzo de 2011

Pecados Carnales

Capítulo 26 El crepúsculo de una vida junto a ti

Bella

Era la hora del crepúsculo y yo estaba absorta mirando el paisaje tras los enormes ventanales de nuestra habitación. Los tenues colores rosáceos en el cielo eran un espectáculo muy bello y sobrecogedor, la luz se colaba tenuemente entre las cortinas, sentía la respiración de mi amado justo detrás de mí aún cuando eso era imposible.

Habían pasado un par de semanas desde aquel día en que finalmente habíamos hablado con la verdad. No había sido ni era fácil como tampoco era algo placentero pero sin duda había sido completamente necesario.

Necesitamos superar no solo la muerte de nuestro pequeño hijo sino la falta de comunicación que habíamos tenido desde el inicio de nuestra relación. Tanto era el convencimiento de aquello que ambos por primera vez estábamos empeñados en fundar nuestra relación en lazos verdaderos e inquebrantables y no en mentiras de ocasión.

A pesar de aquello y de esa convicción de querer escuchar la verdad siempre y ante todo, no dejaba de ser raro, sentirme mirada y considerada como mujer y no como una pequeña niña a la cual se debe proteger era extraño.

Por una parte me sentía bien conmigo misma, sentía que era necesario que Edward y en realidad todos me vieran de igual a igual extrañamente dolía no ser protegida en todo por todos. Justamente ese sentimiento generaba cierta tensión en mi relación con Edward, esa tensión era la que me había quitado el sueño durante estas últimas semanas y era ese sentimiento él que me hacía dudar de mi futuro junto a él, mucho más después de aquel día, que al igual que hoy, era cercano al crepúsculo.

Era primer día que iba sola al cementerio, por lo tanto, había perdido la noción del tiempo allí reclinada sobre el césped recién cortado, a lo lejos habían muchas otras lapidas, todas adornadas por flores, algunas por globos de muchos colores. La vista era hermosa, un prado lleno inmenso, un jardín eterno.

Me recosté junto al mármol y delinee su nombre, en mi mente, se vinieron muchas imágenes de los últimos días que alcance a pasar junto a él. Recordé aquel día en el supermercado. Incluso recordé el día que lo había concebido. Lo hice hasta que caí en cuenta que era la única en ese lugar. La luz propia del día se había extinguido sin yo advertirlo. Estaba oscuro, miré mi reloj y era tarde, demasiado tarde, tomé mi cartera. En ella había muchas llamadas perdidas, todas principalmente de Edward. Mientras caminaba hasta el automóvil le llamé. Desgraciadamente me dio el buzón de voz, las cuatro veces que intente.

Encendí y me dirigí a casa, nunca, en todo el tiempo que llevábamos viviendo juntos había decidido entrar al estacionamiento por la entrada posterior, generalmente lo hacía por la que daba al frontis del edificio y que correspondía a la otra torre del condominio. Cruzaba hacía el otro estacionamiento cubierto por dentro y lograba llegar al que nos correspondía. Esa noche, apenas cruce el umbral de la entrada todo fue incorrecto.

Tope de frente con un automóvil, casi choque, me lleve un buen susto cuando las luces me enfrentaron y me cegaron por unos segundos. Mi corazón latió furioso y no sé porque pensé en Edward.

El vehículo se estacionó frente a mí y yo cedí la pasada, a cambio, me metí en un estacionamiento que no me correspondía. Me quede allí unos segundos, tomé nuevamente el celular entre mis manos, aún no bajaba hacía el segundo subterráneo por lo que la señal aún no se perdía, era débil pero funcionaba.

El teléfono marco incesantemente hasta que volvió a dar al buzón de voz. Me alce en el asiento y miré a todos lados, suspiré y acerque mi manos hacía el encendido donde colgaban las llaves. Iba a dar contacto cuando una risa tímida pero persistente me distrajo.

Una silueta de mujer se notó a lo lejos, y se que era mujer, porque el cabello estaba suelto y este llegaba un poco más debajo de los hombros. Venía saliendo desde el hall principal, algo en ella me pareció familiar, hasta ahora no había visto su rostro puesto que está permanecía de espaldas, no pasó un minuto cuando una piel nívea se apodero del borde de la puerta abriéndola aún más. Entonces la silueta femenina se corrió para dar paso a otra silueta, una que reconocería en cualquier lugar de este planeta.

Sólo una vez en toda mi vida, o mejor dicho, en toda nuestra historia yo le había visto así de feliz. Aquella sonrisa que esa noche habían brotado de manera espontanea y jovial de esos labios cerezas había sido el designio de un final, él mío.

Esa vez, había sido hacía muchos años atrás, había ocurrido un día en particular, un día en que él había cruzado la frontera, un día en que yo había sido la elegida, un día en que el había seducido al pecado, un día en que la carne había ganado.

Hacía tanto que no veía esa sonrisa torcida, mi favorita, en aquellos labios de rubíes. En aquella piel nívea, hoy madura, antaño juvenil. Edward sonreía como aquel día en que había ido a mi encuentro en aquella iglesia. Estaba sonriendo extasiado, relajado, estaba sonriendo feliz. Edward estaba feliz sin mí.

Entonces comprendí lo que alguna vez el padre Alfonso había predicado en la misa.

Entrega y Sacrificio

El amor significa entrega, el amor significa ver por el otro más que por uno mismo, el amor por alguien es entrega y sacrificio.

Aquel día no había dado mayor importancia a palabras tan sabias, tampoco jamás le había encontrado alguna utilidad a aquella charla tan vacua para mí en ese minuto, hoy, años después por primera vez, entendía que él no me pertenecía.

Siempre se había tratado que yo no era para él, que yo estaba reservada para alguien más, que yo… Pero ¿Qué tal sí era él quien no estaba destinado para mí? ¿Qué tal sí yo era la que no le convenía y no al revés?

Ellos dos juntos irradiaban felicidad. Jamás había visto aquella escena de esa manera, hasta ahora jamás había podido superar los celos y ver su conveniencia. Hasta hoy, jamás había visto en Tanya a una aliada, a una amiga, a la persona que hoy veía allí.

Jamás había visto a Tanya como lo que había sido, como lo que era, como lo que sería. Mi egoísmo no había permitido ver la verdad, ¡Oh que ciega había estado! ¡Otro crimen del cual debía arrepentirme!

Seguían conversando, contrario a lo que cualquiera se hubiera imaginado, Tanya simplemente estaba allí hablando, no hubo ningún encuentro cercano, ninguna insinuación, nada, de hecho solo estaban allí ambos, parado uno frente a él otro conversando pero aún así Edward estaba feliz.

No sé qué conversaban, estaban muy lejos de mí para haber siquiera intentado oír, pero adivinaba que Tanya estaba aconsejándolo, podía advertir con la lejanía el rostro de mi amado pensativo, incluso dubitativo.

Entonces fue ella quien advirtió mi presencia. Miré al frente confundida, ambos se acercaron. Me bajé del automóvil apenas Edward llegó a mi lado.

— Mi amor ¿dónde estabas? —preguntó desconcertado. Ella me sonrió

— En el cementerio —contesté a Edward y luego miré a Tanya — ¿Cómo estas? —le pregunté saludándola.

— Bien gracias —contestó y me sonrió a medias. Luego miró a Edward de reojo — creo que es hora de irme, es tardísimo —comentó incomoda.

— No tienes que irte, porque no te quedas a cenar —le propuse y ambos me miraron sorprendido.

Aquella noche me dedique a observar su interacción, en realidad, la interacción de ambos. De pronto empecé a notar cosas que solo un buen observador podría advertir, uno que estuviera mirando sin involucrar sentimientos. Uno que dejará a afuera rencor y celos, uno como estaba siéndolo yo.

Sin darse cuenta, Tanya se sonrojaba con las miradas de Edward, sus ojos verdes se tambaleaban casi en sincronías con los de él y se bajaban con esa misma similitud, sus mejillas blancas y adornadas por esas pocas pecas imperceptibles que poseía se cubrían sutilmente de rubor avergonzada por algún comentario incomodo y poco atinado.

Contrario a todo, contrario a toda lógica, descanse. Me sentí en paz, sentí que mi propósito en esta tragedia se cumplía. Esa noche llego mi crespúsculo, un final que no hubiera entendido de haber pasado por todo aquello. Hay cosas que no están destinadas a ser ¿O tal vez sí?

La fecha en un comienzo había sido una semana antes de Navidad. No me había dado cuenta como había pasado el tiempo, hoy era viernes, mañana sería el gran día.

— Aquí es cuando deberás agradecerle infinitamente que haya insistido en que el lugar fuera encarpado —comentó Ángela mirando por el ventanal, trayéndome de regreso al presente.

— ¡No ha parado de llover en todo el día! Y creo que no dejará de hacerlo hasta el domingo —opinó cerrando las cortinas — Lo bueno, ustedes ya no estarán aquí sino rumbo a Brasil…. Arena, mar y sol, mucho sol, ahhh que emoción hermanita por fin habrá felicidad —chilló emocionada mi hermana mientras yo observaba mi vestido de novia colgado en el perchero.

Se suponía que Alice tenía, según todos, la boda completamente controlada. Ningún detalle se le había escapado a aquel duende. Salvo uno: mi aprehensión.

Ese detalle oculto, ese detalle insipiente, ese detalle disfrazado, ese detalle que hoy pesaba y nublaba mi corazón por completo, ese detalle que me gritaba lo evidente. Un pequeño pero vital detalle.

Mi celular vibró, ese movimiento improvisado, completamente no previsto me dar un respingo.

Ese número era conocido, yo lo había marcado. Dudé y entonces me arrepentí, apenas dudé me arrepentí de aún no poder dominar por completo al egoísmo tan arraigado en mí. Tomé aire y contesté. Esta vez debía hacer lo correcto. Esta vez debía decidir no por mí, sino por él.

— ¿Bella?, siento llamar tan tarde... pero tengo una llamada perdida…

— Lo sé —la interrumpí miré a mi hermana que me miró extrañada — ¿Podríamos desayunar mañana juntas? —le pregunté y el signó de interrogación no se dejó esperar, mi hermana abrió tamaños ojos en sorpresa.

— claro no hay problema pero, ¿Mañana no es el día de tu matrimonio? —preguntó también confundida por mi insólita proposición.

— solo serán un par de minutos —insistí pensando en él, en su rostro hermoso, en sus cabellos desordenados, en sus facciones perfectas, estaba así pensando en Edward cuando sentí su voz dulce y comprensiva.

— Bella… lo de la otra noche no es lo que tu piensas… hace mucho que no nos veíamos… en realidad había estado alejada de toda la familia Cullen desde que…. — y su voz se acalló, pude sentir como respiró para tratar de contener el llanto — me llamó porque estaba un poco desesperado y preocupado por ti, solo quería hablar con alguien, quería que alguien lo tranquilizará pero entre nos… —explicó pero no la deje continuar, sabía que ella me hablaba con la verdad.

— Tal vez sea yo quien deba confesar algo y me gustaría hacer por una vez las cosas bien… recuerdas el restaurante donde llevaste a desayunar a Edward hace unos meses atrás, donde nos encontraron con Jacob? —pregunté desviando mi rostro a la fotografía que estaba en la mesa de noche.

— Sí —confirmó dubitativa

— Nos vemos allí a las diez, buenas noches y gracias —concluí

— Buenas noches Bella —susurró y colgué.

Tanya

Llegue puntualmente a las diez al restaurante, desde su llamada casi no había podido dormir, me angustiaba conocer su confesión. Millones de posibilidades fueron conjeturadas por todas las horas hasta que decidí no pensar ni conjeturar, porque fuera lo que fuera, no había vuelta atrás. Tal vez lo que confesaría sería algo muy distinto a lo que yo me imaginaba aunque un sexto sentido me daba una falsa ilusión.

Ella entró por la puerta pasada las diez, se veía serena, y contrario a cualquier conjetura su rostro estaba distendido. Me busco de inmediato entre la gente y yo alce mi mano, me divisó apenas lo hice. Sus sonrisa me desconcertó, en realidad Bella se veía un tanto feliz, y era lógico hoy era el día de su matrimonio.

Se acercó y me saludo como si fuéramos dos grandes amigas pero contrario a todo, y aunque alguien podría pensar que lo hizo con cinismo en aquel saludo solo había fraternidad. Guardo unos grandes lentes oscuros que traía en las manos y se sentó frente a mí.

— Tanya —me saludó

— Bella —le saludé

— Gracias por venir —exclamó.

Un tenso silencio nos embargó hasta que el mesero se acercó.

— ¿Les ofrezco algo para tomar? —preguntó y ambas desviamos nuestras mirada a nuestro ahora interlocutor.

— Dos cafés por favor, uno sin azúcar y el ¿otro? —ordenó Bella y sus grandes ojos marrones se clavaron en los míos.

— Igual, gracias —contesté y mesero se retiró.

Volvimos a quedar solas, ella se acomodó en la silla y entonces decidí hablar

— Bueno, no quiero parecer impaciente pero ¿Qué es lo que quieres confesarme? —le pregunté en un balbuceo suave y entonces su mirada se desvió de la mía hasta la puerta de entrada que en ese minuto se abrió, de improviso, rompiendo el momento.

Me giré con un nudo en el estomago, de pronto, juré que quien había entrado era Edward, me quede sin aliento por unos segundos y los recuperé cuando noté que estaba equivocada. Deslicé mi vista de la puerta hasta Bella que me sonreía.

— ¿Le amas? —preguntó.

Bella estaba sentada frente a mí, sus manos estaban distendidas sobre la mesa y jugaba con una servilleta entre sus dedos, no se veía ansiosa, ni tampoco nerviosa, y lo que más me sorprendió que en aquel cuestionamiento no había ni una gota de celos.

¿Le amaba?

Aun con la mirada enterrada en la suya sentí otra vez su voz.

— Porque yo sí —murmuró segura de aquella declaración como si se tratase de una verdad inquebrantable.

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RECUERDEN QUE SUS COMENTARIOS SON IMPORTANTES
MIL BESITOS
ANGEL OF THE DARK


Conquistando Tu Amor

Hello mis angeles hermosos!!
les vuelvo a subir este cap , ya que el anterior se encontraba incompleto , una disculpa por eso
a todas.
mil besitos
Angel of the dark
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CAPÍTULO XV



BELLA POV



Mierda, sin querer Anthony me echó de cabezas con lo de la visita al cementerio, podía sentir la mirada interrogante de Edward sobre mi, pero qué diablos le importaba a él lo que yo hacía o dejaba de hacer, no estaba haciendo nada malo, así que traté de relajarme



- Bella ¿cuándo fuiste al cementerio?

- Ah, ya no me acuerdo – dije alzándome de hombros en un gesto que parecía despreocupado

- Bella no le quites hierro al asunto, se lo doloroso que es ese tema para ti y yo sólo quería que supieras que cuentas con mi apoyo par….

- Para Cullen, mira no necesito tu ayuda para nada, ni siquiera se qué mierda haces acá, quiero estar sola, además no somos nada, ni siquiera nos soportamos

- No es así, yo….te quiero Bella, te amo y quiero que me perdones

- No, no, no, estás confundido, quizás te sientas con culpa, pero esto no es amor, ¡por favor! ¿quién mierda sabe qué es eso? – le contesté lo más calmada que podía aparentar

- Si te amo y te prometo que voy a conseguir que me perdones y que me ames

- ¡JA! Qué arrogancia señor Cullen, por si lo ha olvidado ya tengo novio y….

- Y tú no lo amas

- Eso no lo puedes saber

- Si lo se, crees que no me dado cuenta la forma en que lo miras, lo miras con asco, con odio

- Jajaja, eso es mentira, estás bien jodido Cullen, adiós

- Espera, esta conversación no ha terminado ¿quién es ese chico Anthony?

- Ah… él…bueno a él lo conocí el otro día y es bastante simpático y eso es todo

- ¿lo conociste en el cementerio?

- Sip

- ¿lo vas a seguir viendo?

- A ti qué te puede importar mis amistades

- Me molesta ese chico, apenas lo conoces y ya te llama por apelativos

- Adios Cullen – dije, no tenía sentido esta conversación, o sea que se vaya al carajo, no le debo explicaciones. Me monté en la moto y arranqué.



Cuando llegué a casa seguía con la incertidumbre que me llevó a la playa : James, había conseguido lo que esperaba, o sea que él se enamorara de mi, pero no sopesé que él me pediría matrimonio, o sea ¡hola! Tengo 17 años, no tengo planeado casarme y menos con él, pero esa propuesta me hizo ver por primera vez que tal vez estaba llegando demasiado lejos con mi venganza, me descolocó sobremanera la petición, además de que había alejado a Quil un poco de mi y él era la única persona que sabía lo que pasaba ahggg, estaba tan confundida.



Desperté al día siguiente, ¡joder! Nunca había dormido tanto, revisé el celular y me di cuenta de que ayer lo había dejado apagado, así que lo encendí y ¡mierda! Tenía 30 mensajes de texto de James, en todos decía que estaba preocupado, que me estaba llamando y no le contestaba, que lo llamara por favor, que me extrañaba, que me quería, que por favor lo llamara cuando tuviera tiempo y etc, etc, todos eran tan repetitivos que no los terminé de leer todos. Corrí hacia la cocina una vez que estuve lista para el colegio y cogí un vaso de leche con dos tostadas y guardé una fruta en la mochila, Sue me miraba detenidamente y me estaba poniendo nerviosa



- Suéltalo mi niña ¿qué te pasa?

- Nada Sue, no me pasa nada

- Sabes que a mi no puedes mentirme, te pasa algo ¿tiene que ver con Edward?

- ¿qué?, no, no tiene que ver con él, no me lo nombres por favor

- Entonces qué pasa, sácalo niña, saca lo que llevas dentro

- Sue….yo….ahora no puedo de verdad, yo….no estoy preparada

- Esas son burradas Bella, llevas dos años encerrada en ti misma, ya es tiempo que madures de una buena vez y saques el peso que llevas dentro, si no nunca sanarás, nunca

- ¡NO DIGAS QUE SOY INMADURA! TÚ NO SABES LO QUE ME PASA, ¡NUNCA NADIE SABE LO QUE ME PASA! – estaba jadeando por aire por la rabia que me embargaba en ese momento, cómo me podía criticar si no sabía qué mierda me pasaba, esto me estaba sobrepasando, Vanessa, James, Edward. Esto estaba jodidamente mal, tenía que empezar a cerrar etapas, pero no sabía cómo

- Niña por favor, si me dejaras saber te podría ayudar, yo te quiero como si fueras mi hija, por favor Bella abre tu corazón

- Ahora no puedo nana, tengo que pensar, tengo que aclararme



Al salir de la casa me fui directamente al colegio, tenía que hablar con Quil, lo necesitaba tanto, se que me estaba comportando como una idiota al alejar a mis amigos, pero simplemente me cogía una rabia al ver como me miraban con pena por lo que me hizo Edward, que no pude soportarlo y los alejé un poco, pero era tiempo de empezar a remediar eso, primero sería Quil y después llamaría a los muchachos para pedirles disculpas, ellos siempre estaban pendientes de mi, y en estas semanas que han pasado me han llamado constantemente para saber de mi, pero no les he contestado muy amablemente, así que más tarde los llamaré antes de que armen viaje y vengan en grupo a lincharme por mi mal comportamiento.



Después de conversar con Quil, las cosas se aclararon, no podía seguir adelante con mis planes con James, eso me había llevado al límite, tenía que poner fin a mi tan apreciada venganza, ya tenía lo que quería, su maldito amor, así que sólo tenía que botarlo lo antes posible para empezar a sanarme y poder de alguna manera sanar la pérdida de mi hermana, lo demás se resolvería solo de manera natural, creo.



Al entrar a la sala de clases estaba aturdida de cómo enfrentaría mi contienda con James, no sería nada bonito el rompimiento, él había ganado confianza y se creía haber ganado mi amor, ¡ja! Nada más alejado de la realidad.



En el cuarto periodo tuve que ir a la sala de música, hoy teníamos que interpretar una canción libre que reflejara nuestros sentimientos, en eso el profesor fue categórico y yo tenía dos canciones dando vuelta en mi cabeza y tenía que decidirme pronto.



- Bella, tenemos una conversación pendiente – Edward se había acercado a mí silenciosamente por lo que me sobresalté

- Idiota, me asustaste

- Señorita Swan cuide ese lenguaje – dijo con su fantástica sonrisa de lado, esa que grita ¡SEXO! Por donde se le mire, ¡diablos él sonríe y yo me excito! ¡genial!

- Lo siento señor Cullen – decidí seguirle el jueguito, algo quería y lo iba a descubrir – pero es de mala educación asustar así a niñas inocentes – dije sonriendo coquetamente

- Diablos Bella, no me mires así

- Así cómo

- Así, me quieres matar chiquilla, no ves lo qué me produces – mierda, mierda, mierda, esa voz ronca y aterciopelada se fue directamente a mi centro mojando mis bragas. Si quieres jugar con fuego Cullen ya vas a ver.

- ¿y qué se supone que le produzco profe? – dije poniéndome de puntillas y susurrándole al oído

- Joder, niña, ven conmigo – me tomó de la mano, asegurándose antes de que los pasillos del colegio estuvieran vacíos y me metió en la sala de música, ésta estaba desierta, todavía faltaba media hora para que la clase empezara. Cerró la puerta y me estampó contra ésta aprisionando su cuerpo contra el mío

- Ed..ward, esta no es una buena idea, por favor déjame ir

- No Bella, te amo y te deseo aquí y ahora y se que tú también me deseas

- No, no es así…. – no pude seguir argumentando porque me besó furiosamente y coló una mano por debajo de mi falda corriendo las bragas y masajeando mi sexo húmedo

- Shhhh, me deseas, estás tan húmeda sólo para mi amor, no lo niegues, tú cuerpo responde al mío – mierda su voz ronca era capaz de hacerme explotar en un orgasmo en este mismo instante

- Oh Bella, te he extrañado tanto, tenerte así con tu caliente uniforme sólo para mi, Bella eres mía – su cálido aliento sobre la piel sensible de mi cuello se sentía maravillosamente, y para que voy a negar que mi cuerpo lo anhelaba con furia, mi estómago se llenó de furiosas mariposas y empecé a jadear mientras movía mis caderas buscando más fricción

- Oh, si, así muñequita, mi dulce y caliente muñequita – con tres dedos de Edward en mi interior y su boca mordisqueando y susurrándome en el cuello no pude hacer otra cosa que abandonarme al enorme placer que él me provocaba

- Te deseo Edward, ahora, por favor amor, te deseo tanto – Edward no esperó más y abrió violentamente mi blusa, bajó sus pantalones llevándose los boxer en tiempo record y me alzó para que le rodeara la cintura con mis piernas y así lo hice, arremetió su enorme erección en una estocada fuerte y certera sacándome un gritó de lujuria y satisfacción, al diablo los problemas, después conversaríamos, en este momento nuestros cuerpos se estaban perdonando y por ahora nada más me importaba. Nuestros jadeos eran cada vez más fuertes por lo que ocupamos nuestras bocas para acallarlos, mi espalda daba duro contra la puerta, pero no me importaba, tenía a Edward en mi interior y me sentía feliz, me sentía en casa, definitivamente amaba a este hombre. Sus labios se apoderaron de mi pezón necesitado, primero uno, después el otro, yo no perdía tiempo y besaba y mordisqueaba todo lo que pudiera captar de su cuerpo, las embestidas se hicieron más y más frenéticas, ya me faltaba poco para venirme

- Edward, falta poco, no pares, no pares

- Di que eres mía Bella, mía muñequita, siempre mía

- Soy tuya amor, siempre, sólo tuya, nadie antes que tú, nadie después de ti.

- Siiiii, ahora nena, ahora córrete conmigo – y así lo hicimos, nos corrimos juntos gritando nuestros nombres. Cuando nuestras respiraciones se regularon nos miramos a los ojos y nos largamos a reír, por dios habíamos follado en la sala de música, no es que nunca lo hubiéramos hecho en alguna otra sala, pero, no así, tan mágico, tan erótico, acomodamos nuestras ropas, en cualquier minuto empezarían a llegar los estudiantes.

- Bella, por favor acepta mis disculpas, yo de verdad te amo y no quiero que te cases con James

- Por dios Edward, tengo 17, no pienso casarme hasta que tenga no se, unos 30 y por dios jamás con James, con él nunca hemos pasado de los besos, no siento nada por él.

- Oh, Bella, no sabes lo feliz que me haces, estaba tan asustado de que no me quisieras, de que aceptaras su propuesta.

- Nunca, sólo tengo ojos para ti, ya te dije, te amo Cullen y no pretendo estar con nadie que no seas tú

- Te amo, te amo, te amo – dijo abrazándome fuertemente y besando toda mi cara, ojos, nariz, mejillas, en fin toda mi cara, yo sólo podía reír

- Sabes me muero por escucharte cantar, hace tiempo que no lo hago y ¿quisieras que me quedé en la clase para escucharte?

- Por supuesto mi sexy-profe, cantaré un tema que te gustará, después de eso hablaremos de toda la mierda que tengo dentro, ya no más secretos.



EDWARD POV



Por fin las cosas se estaban arreglando con mi Bella, habíamos hecho el amor, aunque me hubiera gustado disfrutarla más minuciosamente, no pudimos estábamos en el puto colegio, follando en la sala de música, es que mi niña con sólo mirarme me pone a full, ahora estábamos esperando que la sala se llenara para empezar la clase, le pedí al profesor quedarme para escuchar a los estudiantes, o sea a mi Bella cantar. Cuando estuvieron todos los alumnos la clase empezó. Uno a uno los alumnos fueron cantando su tema libre, la mayoría lo hacía bien, pero estaba esperando ansioso a Bella, ella si cantaba hermoso. El momento llegó y ella subió al escenario, puso la pista de música y empezó a cantar



Mi reflejo

Cristina Aguilera

Para tí

Lo que ves de mí

Es la realidad

Mas tú no conoces

El papel que la vida

Me hace actuar

Siendo así

Yo puedo burlar

Mi mundo exterior

Pero al corazón jamás

Hoy no reconocí

A quien ví, frente a mí



Mi reflejo no mostró

Quien soy en verdad

Un día más

Que mi corazón

Tengo que ocultar

Todo mi sentir



Al final

Sabrán como soy

Que pienso en verdad

Ese día llegará

Hoy no reconocí

A quien ví, frente a mí

Esa en mi reflejo

Sé que no soy yo

No quiero aparentar

Quiero ser Realidad



Mi reflejo no mostró

Quien soy en verdad

Y mi corazón sentir, volar

No soy, como quiero no

Y voy a cambiar

No debe ser así

El fingir, no es vivir

La que veo frente a mí

No aguanta más

Ya no voy a ocultar

La que soy Nunca más

Un buen día

El amor

Me rescatará

Y ese día

Quien yo soy

Se reflejará



Por dios ella cantaba como los dioses y el tema que escogió reflejaba su interior, interior que más tarde me entregaría, prometió contarme su secreto, ese que le hace daño y la hace tener tanto miedo, me emocionó escucharla tan segura, tan fuerte y emocionada, una infinidad de emociones se dibujaban en su hermoso rostro, al terminar una pequeña sonrisa dirigió a mi persona y no podía estar más feliz, cuando estaba a punto de bajar del escenario el profesor la llamó



- señorita Swan como ha sido un terrible dolor en el trasero va a tener que cantar la otra canción que me presentó, a ver si así la perdono – dijo con una sonrisa – él ya me había comentado anteriormente que Bella era brillante, su mejor cantante, pero últimamente estaba insoportable y que él estaría encantado con darle este castigo, pero Bella ahora estaba feliz, así que sin rechistar puso la otra pista y cantó nuevamente, esta era una canción diferente, pero con un significado importante



save me de Remy Zero (Smalville)

I feel my wings have broken in your hands

i feel the words unspoken inside

and they pull you under

and i would give you anything you want, know

you were all i wanted

and all my dreams are falling down

crawling around

Somebody save me

let your warm hands break right thru and

somebody save me

i don't care how you do it

just stay, stay

oh come on

i've been waiting for you

I see the world has folded in your heart

i feel the waves crash down inside

and they pulled me under

i would give you anything you want, know

you were all i wanted

and all my dreams have fallen down

crawling

Somebody save me

let your warm hands break right thru

somebody save me

i don't care how you do it

just stay, stay

come on

i've been waiting for you

And all my dreams are on the ground

crawling around

Somebody save me

let your warm hands break right thru

somebody save me

i don't care how you do it

just save me

i made this whole world shine for you

just stay, stay

come on

i'm still waiting for you

Save me traducción

Siento como mis alas se quebraron en tus manos

siento adentro todas las palabras que no hemos dicho

y me jalan hacia abajo

y yo te daria lo que pidieras,

sabes tu eres todo lo que eh kerido

y todos mis sueños estan callendose

arrastrandose a mi alrededor



Alguien salveme

deja ke tus tibias manos rompan esto

alguien salveme

no me importa como lo hagas

solo quedate, quedate

oh vamos

eh estado esperandote



Veo k el mundo se ha doblado en tu corazon

siento las olas muy adentro

y me jalan hacia abajo

te daria lo que quieras

sabes que eres todo lo que eh querido

y mis sueños se estan callendo

arrastrandose a mi alrededor



Alguien salveme

deja ke tus tibias manos rompan esto

alguien salveme

no me importa como lo hagas

solo quedate, quedate

oh vamos

eh estado esperandote



todos mis sueños estan en el suelo

arrastrandose a mi alrededor



Alguien salveme

deja que tus manos tibias rompan esto

alguien salveme

no me importa como lo hagas

solo salvame

yo hice ke todo el mundo brillara solo porti

solo quedate, quedate

vamos

que aun sigo esperandote





mi niña, yo te ayudaré, no importa lo que te haya pasado yo estaré a tu lado mi dulce Bella, siempre, siempre a tu lado. Me miraba desde el escenario y le di una sonrisa para animarla, tanto alumnos como profesor, incluyéndome nos paramos para aplaudirla, era simplemente maravillosa en todo lo que se proponía.

cuando salimos de clases me dijo que antes de que conversáramos tenía que romper con James, así que le dije que la esperaría en casa, lávese furtivamente y le pedí que tuviera cuidado y que cualquier cosa me llamara, no me fiaba de James y temía que le pudiera hacer daño, pero como era un hombre mayor y más encima su profesor no podía andar paseándome con ella como mi novia, ese era otro punto que teníamos que arreglar, ya que yo quería que habláramos con sus padres para estar más tranquilos, pero Bella dijo no, que Charlie seguramente entendería, pero Renne adoraba a James y como ellas no se llevaban bien seguramente iba a poner algún impedimento para nuestra relación.

Así que ahora estaba esperando a mi Bella en su dormitorio, se esencia estaba en cada centímetro de su cuarto, su música, su olor, su personalidad estampada en la decoración, sus libros.

La puerta se abrió abruptamente y al girarme me encontré con el rostro de Bella, pero algo malo había ocurrido, ella estaba llorando y traía dos cuadernos entre sus manos, corrí para abrazarla y en mis brazos se desplomó, lloraba y lloraba y yo estaba desesperado, si ese hijo de puta le había hecho daño se las vería conmigo, no me importaba terminar en la cárcel, juro que lo mataría

- Bella, amor qué pasa, por favor responde

- Es, es James, él, él es un maldito Edward, es un maldito

- Pero qué paso, ¿te hizo daño?

- No, ahora no, pero encontré las pruebas que lo inculpan, fui a dejarlo y en su dormitorio estaban escondidos estos cuadernos y esperando que llegara los empecé a mirar, me llamó la atención este, porque tiene el nombre de mi hermana en la tapa y cuando lo empecé a leer me di cuenta de lo que tenía en mis manos, yo ya sabía lo que ese le había hecho a mi hermana por que ella me lo contó, pero leerlo de su puño y letra me da tanta rabia y pena.

- Bella no entiendo nada, por favor cálmate y explícame.

- Ok, mira primero que nada, yo empecé a andar con James porque me quería vengar de él, resulta que él fue novio de mi hermana antes de que ella muriera. – mierda esto se estaba poniendo feo, ¿James novio de su hermana muerta?

- La noche que Vanesa murió me llamó al celular, yo estaba dormida, era de madrugada y en un principio no le entendía nada porque ella lloraba sin control mientras manejaba, era su primer año en la universidad, cuando pudo controlarse un poco empezó a decirme cosas, en un principio como dije anteriormente no le comprendí, balbuceaba que tenía un novio y que éste la había traicionado, ella estaba destrozada y tenía mucho miedo de la reacción de nuestros padres, el maldito la había usado hasta que le dio hipo y más encima la embarazó, ella le iba a contar ese mismo día y cuando lo fue a visitar él le dijo que ella no le interesaba que sólo había sido para pasar el rato, además se había ganado unos buenos puntos al quitarle la virginidad, esa parte no la entendí, pero ella seguía chillando por teléfono, diciéndome que nunca creyera en los hombres y menos en James, cuando le dije que no le entendía ella me contó que meses atrás en mi cumpleaños ella lo había llevado a mi fiesta y ella lo había sorprendido mirándome atentamente mientras yo no de daba cuenta. Cuando ella lo encaró él le dijo que me encontraba linda, pero que ella era especial, en ese tiempo aún no eran novios, pero después de la fiesta él se le declaró y concretaron, ella decía que se le hacía sospechoso, James siempre preguntaba por mí y ella decía que a veces me tenía celos, pero estaba tan enamorada de ese maldito y cuando terminó con ella no le bastó con humillarla en público, por que eso fue lo que hizo, la dejó delante de toda la universidad humillándola delante de todos sus amigos diciéndole que desde que me había visto en la fiesta yo le había gustado mucho y que ahora que gracias a ella sabía algo más de mi él se la jugaría para acercarse a mí, y si ella era inteligente no diría nada para detenerlo, porque él podía contar detalladamente las veces que se habían acostado porque él la había filmado a escondidas a cualquier persona que le prestara oídos, ella no se quería arriesgar pero cuando él dijo que yo sería su más preciado trofeo virgen ella explotó y lo golpeo, él por su parte también la abofeteó y la llamo perra, le…. Le dijo que ahora era mercancía usada y rechazada que nadie la iba a tomar en serio, ella no quiso decirle lo del embarazo y cogió la carretera desesperada, esa noche después que hablamos no pude dormir tranquila, la mayoría de la conversación no la había entendido Edward, yo era tan niña apenas tenía 15 y no sabía nada de noviazgos y de la vida, estaba tomando un vaso de leche cuando llamaron por teléfono para informar que habían encontrado un vehículo que se había descarrilado por un acantilado, la descripción del vehículo coincidía con el de Vanessa, mis padres estaban como locos como podrás imaginar y se fueron dejándome más confusa aún, no entendía nada, hace pocos minutos estábamos hablando por teléfono y ahora decían que al parecer ella estaba muerta, yo pensaba que era un error, o sea ella era mi hermana mayor, ella me protegería de todo, esa era nuestra promesa siempre juntas, las dos contra el mundo, debía ser un error y ella llegaría en cualquier momento o llamaría por teléfono para decir que todo estaba bien, pero eso nunca sucedió, las horas pasaban y cuando mis padres por fin llegaron a casa me informaron que mi querida Vanessa había tenido un accidente y estaba muerta, lloré tanto, no puedes imaginar cuánto, ella era mi todo y me había dejado sola, mis padres se sumergieron en los trámites para el velorio y el posterior funeral y me fueron dejando de lado, yo los comprendía ellos estaban destrozados, pero yo también y ellos no reparaban en mí. A los meses después sin querer encontré una carpeta en el escritorio de papá y descubrí el informe policial y el acta de defunción, ella no había muerto en un accidente, ella se había suicidado y ellos hasta el día de hoy no me lo han confiado, tampoco me han dicho que ella estaba embarazada, aunque comprenderás yo ya lo sabía, yo por mi parte no les he dicho el motivo por el cual ella se suicidó, ellos me dejaron tan abandonada en esos meses de profundo dolor que no quise añadirle más leña al fuego, además poco después de la muerte de Vanessa me pasó algo más y me fui alejando cada vez más de mis padres.

Después de la confesión de Bella estaba totalmente triste, lo que le pasó a su hermana en manos del bastardo de James fue terrible, pobre chica, pero después de que Bella me contó lo que le había pasado a los pocos días de haber enterrado a su hermana cuando visitaba el cementerio me llenó de furia, pena, en tan poco tiempo le habían pasado cosas tan extremas y había tenido solamente a su amigo Quil para apoyarla y ayudarla a salir adelante, sus padres ni siquiera saben todo por lo que tuvo que pasar mi muñequita, sentía la ira por ellos recorrer mis venas, cómo pudieron ignorarla al punto de no darse cuenta de lo que le pasaba, dios era una niña que había perdido a su hermana y tenía toda esa mierda de información dentro de ella carcomiéndola día a día por dentro y ellos no se enteraban de nada.

La vida era una mierda y Bella había sufrido tanto, ahora comprendía porque era tan dura, tan fuerte, mi pequeña mujer era increíble, si antes la amaba, ahora la amaba mucho más, la admiraba, ella era mi heroína, mi amazona, mi muñequita hermosa.


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CAPÍTULO XVI

 

EDWARD POV





mi niña, yo te ayudaré, no importa lo que te haya pasado yo estaré a tu lado mi dulce Bella, siempre, siempre a tu lado. Me miraba desde el escenario y le di una sonrisa para animarla, tanto alumnos como profesor, incluyéndome nos paramos para aplaudirla, era simplemente maravillosa en todo lo que se proponía.


cuando salimos de clases me dijo que antes de que conversáramos tenía que romper con James, así que le dije que la esperaría en casa, la besé furtivamente y le pedí que tuviera cuidado y que cualquier cosa me llamara, no me fiaba de James y temía que le pudiera hacer daño, pero como era un hombre mayor y más encima su profesor no podía andar paseándome con ella como mi novia, ese era otro punto que teníamos que arreglar, ya que yo quería que habláramos con sus padres para estar más tranquilos, pero Bella dijo no, que Charlie seguramente entendería, pero Renne adoraba a James y como ellas no se llevaban bien seguramente iba a poner algún impedimento para nuestra relación.


Así que ahora estaba esperando a mi Bella en su dormitorio, se esencia estaba en cada centímetro de su cuarto, su música, su olor, su personalidad estampada en la decoración, sus libros.


La puerta se abrió abruptamente y al girarme me encontré con el rostro de Bella, pero algo malo había ocurrido, ella estaba llorando y traía dos cuadernos entre sus manos, corrí para abrazarla y en mis brazos se desplomó, lloraba y lloraba y yo estaba desesperado, si ese hijo de puta le había hecho daño se las vería conmigo, no me importaba terminar en la cárcel, juro que lo mataría


- Bella, amor qué pasa, por favor responde


- Es, es James, él, él es un maldito Edward, es un maldito


- Pero qué paso, ¿te hizo daño?


- No, ahora no, pero encontré las pruebas que lo inculpan, fui a dejarlo y en su dormitorio estaban escondidos estos cuadernos y esperando que llegara los empecé a mirar, me llamó la atención este, porque tiene el nombre de mi hermana en la tapa y cuando lo empecé a leer me di cuenta de lo que tenía en mis manos, yo ya sabía lo que ese le había hecho a mi hermana por que ella me lo contó, pero leerlo de su puño y letra me da tanta rabia y pena.


- Bella no entiendo nada, por favor cálmate y explícame. – después de varias respiraciones para calmarse Bella empezó a explicarse


- Ok, mira primero que nada, yo empecé a andar con James porque me quería vengar de él, resulta que él fue novio de mi hermana antes de que ella muriera. – mierda esto se estaba poniendo feo, ¿James novio de su hermana muerta?


- La noche que Vanessa murió me llamó al celular, yo estaba dormida, era de madrugada y en un principio no le entendía nada porque ella lloraba sin control mientras manejaba, era su primer año en la universidad, cuando pudo controlarse un poco empezó a decirme cosas, en un principio como dije anteriormente no le comprendí, balbuceaba que tenía un novio y que éste la había traicionado, ella estaba destrozada y tenía mucho miedo de la reacción de nuestros padres, el maldito la había usado hasta que le dio hipo y más encima la embarazó, ella le iba a contar ese mismo día y cuando lo fue a visitar él le dijo que ella no le interesaba que sólo había sido para pasar el rato, además se había ganado unos buenos puntos al quitarle la virginidad, esa parte no la entendí, pero ella seguía chillando por teléfono, diciéndome que nunca creyera en los hombres y menos en James, cuando le dije que no le entendía ella me contó que para mi cumpleaños anterior ella lo había llevado a mi fiesta y ella lo había sorprendido mirándome atentamente mientras yo no me daba cuenta. Cuando ella lo encaró él le dijo que me encontraba linda, pero que ella era especial, en ese tiempo aún no eran novios, pero después de la fiesta él se le declaró y concretaron, ella decía que se le hacía sospechoso, James siempre preguntaba por mí y ella decía que a veces me tenía celos, pero estaba tan enamorada de ese maldito y cuando terminó con ella no le bastó con humillarla en público, por que eso fue lo que hizo, la dejó delante de toda la universidad humillándola delante de todos sus amigos diciéndole que desde que me había visto en la fiesta yo le había gustado mucho y que ahora que gracias a ella sabía algo más de mi él se la jugaría para acercarse a mí, y si ella era inteligente no diría nada para detenerlo, porque él podía contar detalladamente las veces que se habían acostado porque él la había filmado a escondidas a cualquier persona que le prestara oídos, ella no se quería arriesgar pero cuando él dijo que yo sería su más preciado trofeo virgen ella explotó y lo golpeo, él por su parte también la abofeteó y la llamo perra, le…. Le dijo que ahora era mercancía usada y rechazada que nadie la iba a tomar en serio, ella no quiso decirle lo del embarazo y cogió la carretera desesperada, esa noche después que hablamos no pude dormir tranquila, la mayoría de la conversación no la había entendido Edward, yo era tan niña apenas tenía 15 y no sabía nada de noviazgos y de la vida. Estaba tomando un vaso de leche cuando llamaron por teléfono para informar que habían encontrado un vehículo que se había descarrilado por un acantilado, la descripción del vehículo coincidía con el de Vanessa, mis padres estaban como locos como podrás imaginar y se fueron dejándome más confusa aún, no entendía nada, hace pocos minutos estábamos hablando por teléfono y ahora decían que al parecer ella estaba muerta, yo pensaba que era un error, o sea ella era mi hermana mayor, ella me protegería de todo, esa era nuestra promesa siempre juntas, las dos contra el mundo, debía ser un error y ella llegaría en cualquier momento o llamaría por teléfono para decir que todo estaba bien, pero eso nunca sucedió, las horas pasaban y cuando mis padres por fin llegaron a casa me informaron que mi querida Vanessa había tenido un accidente y estaba muerta, lloré tanto, no puedes imaginar cuánto, ella era mi todo y me había dejado sola, mis padres se sumergieron en los trámites para el velorio y el posterior funeral y me fueron dejando de lado, yo los comprendía ellos estaban destrozados, pero yo también y ellos no reparaban en mí. Tanto así que el día de mi cumpleaños lo tuve que pasar en casa de Quil y me quedé a vivir con él dos meses, dos meses Edward y ellos ni se dignaron a visitarme o preguntarme que mierda me pasaba, por qué carajo no regresaba a casa, no les importó qué mierda me había pasado para que estuviera dos meses recluida en casa de mi mejor amigo, nunca preguntaron. A los meses de haber vuelto a vivir con mis padres sin querer encontré una carpeta en el escritorio de papá y descubrí el informe policial y el acta de defunción, ella no había muerto en un accidente, ella se había suicidado y ellos hasta el día de hoy no me lo han confiado, tampoco me han dicho que ella estaba embarazada, aunque comprenderás yo ya lo sabía, yo por mi parte no les he dicho el motivo por el cual ella se suicidó, ellos me dejaron tan abandonada en esos meses de profundo dolor que no quise añadirle más leña al fuego, además poco después de la muerte de Vannesa me pasó algo más y me fui alejando cada vez más de mis padres.


Después de la confesión de Bella estaba totalmente triste, lo que le pasó a su hermana en manos del bastardo de James fue terrible, pobre chica, pero después de que Bella me contó lo que le había pasado a los pocos días de haber enterrado a su hermana cuando visitaba el cementerio me llenó de furia, pena, en tan poco tiempo le habían pasado cosas tan extremas y había tenido solamente a su amigo Quil para apoyarla y ayudarla a salir adelante, sus padres ni siquiera saben todo por lo que tuvo que pasar mi muñequita, sentía la ira por ellos recorrer mis venas, cómo pudieron ignorarla al punto de no darse cuenta de lo que le pasaba, dios era una niña que había perdido a su hermana y tenía toda esa mierda de información dentro de ella carcomiéndola día a día por dentro y ellos no se enteraban de nada.


La vida era una mierda y Bella había sufrido tanto, ahora comprendía porque era tan dura, tan fuerte, mi pequeña mujer era increíble, si antes la amaba, ahora la amaba mucho más, la admiraba, ella era mi heroína, mi amazona, mi muñequita hermosa.






BELLA POV


Edward era maravilloso, me había escuchado atentamente, me consolaba y me daba seguridad y amor, ese era mi hombre, lo tenía más que claro, no me reprochó en ningún momento, no le asqueó saber lo que me había pasado, todo lo contrario me susurró una y otra vez lo mucho que me amaba, lo valiente que era y que nunca me iba a dejar sola.


Lo malo de haber encontrado los famosos cuadernos del puto de James es que no pude esperarlo a que llegara para terminar con él y me vine directamente a hablar con Edward, tenía tanta pena, tanto odio en mi corazón y el único que podía repararme y curarme era él, mi adorado profesor. No se cuanto tiempo estuve desmadejada en sus brazos, cuando desperté me sentía confusa, pero sentí su olor y su cuerpo pegado al mío y todo estuvo bien en ese mismo momento, él estaba aún conmigo.


- hola preciosa


- hola amor, mmm, cuanto tiempo he dormido


- bastante, pero te hacía falta ¿ya estás un poco mejor?


- Si, gracias por estar conmigo


- Ey muñequita, eres todo para mi, siempre, siempre voy a estar contigo, nunca te fallaré otra vez, te lo juro, eres todo mi mundo


- Tú también Edward, eres todo para mi, te amo


- Yo más amor, yo más – ven vamos a comer algo, debes estar hambrienta


- Ehhh, la verdad es que no tengo apetito


- Bella, por favor debes alimentarte, no se me ha olvidado tu problema de alimentación, el médico recalcó que debes alimentarte mejor y no tienes que olvidar tus vitaminas


- Bueno, vamos a comer, no quiero que te molestes


- No me molesto amor, sólo me preocupo por tu salud, quiero que estés bien, quiero verte feliz y sana


- ¡joder! Edward cómo puedes ser tan perfecto – dije lanzándome a sus brazos y besándolo efusivamente, este hombre me volvía loca


- Esa es mi fiera, así me gusta nena, feliz y contenta y mmmm quizás más tarde ¿caliente? – dijo susurrándome al oído


- Mmmm, no pudiste decir mejor lo que estaba pensando, vamos Cullen que ya quiero probar ese rico postre caliente


- Jajaja.


Después de comer lo que pillamos en la cocina fuimos al dormitorio, me quería dar un rico y reconfortante baño de burbujas, tenía muchas cosas en mente y quería pensar en cómo aclararlas, además mañana quería visitar el cementerio y no sabía cómo lo iba a tomar Edward, la verdad es que no lo quería excluir, pero simplemente era algo que aún prefería hacerlo sola, no es que no le tuviera confianza, pero era algo tan mío, no estaba preparada para compartirlo todavía con él, se que le había contado todo lo mío, pero por el momento no me sentía cómoda en el cementerio con compañía.


Estaba tomado mi baño relajadamente cuando sentí a mi querido y caliente profe colándose en la tina, aún con mis ojos cerrados sonreí al sentirlo cerca de mi cuerpo rozándome, oliéndome


- mmmm, tu olor me vuelve loco nena, soy un jodido adicto a tu olor, tu cuerpo, tus besos – dijo pasando la lengua por mi cuello hasta mi lóbulo


- mmmm Edward, sigue así – ya me tenía donde quería mi sexo ya estaba empapado y mi respiración jadeante


- oh Bella ¿te gusta así? – dijo mordisqueando mi cuello y con una mano retorciendo mi pezón ya erecto y esto ¿te gusta? – con la otra mano libre recorrió mi pierna completamente hasta llegar a mi sexo rozándolo, excitándolo con sus dedos


- oh mierda, siii, así, me gusta ahhh – ya estaba ida, sus caricias me estaban llevando a la locura, adentró dos dedos en mi y un jadeo fuerte se escapó de mis labios y mi espalda se arqueó dándole una mejor vista de mis pechos, bajó sus labios y los tomó sin reparo, lamiendo, succionando, mordisqueando


- bella, me vuelves loco, te amo, te amo – susurraba a cada rato, sus dedos se movieron más rápido, pero yo quería probar algo distinto, así que tomé su mano y la saqué de mi interior


- ¿Bella? ¿qué pasa? Mmm hice algo mal amor – su cara se veía desencajada por mi repentino rechazo


- Ehhh, no, pero quiero probar algo distinto ¿me dejas? – él asintió y lo alejé al otro extremo de la tina para que tuviera una vista completa de lo que quería que ambos hiciéramos


- Amor quiero que me veas sin acercarte y sin tocarme – él asintió y empecé a recorrer mi cuerpo lentamente tocando mis pechos, retorciendo mis pezones lentamente y sin perder contacto visual con sus ojos – sus ojos se abrieron como platos y un jadeo salió de sus labios, sus ojos se oscurecieron y recorría mi cuerpo con su vista, seguí bajando una mano por mi abdomen, abriendo mis piernas toqué mi clítoris hinchado y mojado


- Oh, muñequita, eres malvada, me estás matando – su maldita voz ronca mandaba pulsaciones directamente a mi centro haciéndolo palpitar


- Sigue nena, no sabes lo jodidamente caliente que te ves en este instante- arqueé mi espalda por el inmenso placer que nos estaba provocando mi jueguito, adentré tres dedos en mi centro y mordí mi labio inferior sabiendo lo loco que lo volvía ese gesto mío


- Mmm Edward, que rico se siente pensar que son tus dedos los que me tocan, mmmm mi sexy-profe así, así me gusta


- Oh mierda Bella sigue, sigue nena, me encanta verte darte placer ahhhh- Edward estaba jodidamente excitado su miembro estaba duro y me encantaba verlo así, su mirada desquiciada, su voz ronca y sexy, su boca ligeramente abierta y a momentos cerraba los ojos y echaba la cabeza hacia atrás totalmente caliente de lo que veía


- Mmmm, Edward, quiero verte amor, quiero que tú también te toques para mi


- Joder Bella, me tienes más que caliente – y sin decir nada más se llevó una mano a su miembro y lentamente empezó a masturbarse, carajo este era el mismísimo cielo o infierno, me daba igual, ver a Edward masturbarse mientras me miraba no tenía precio


- Oh muñequita eres una jodida zorra y me encanta, mi pequeña zorra ahhhh – mierda su vocabulario sucio me encantaba y ya me faltaba poco para llegar


- Te gusta lo que vez nena, te gusta ver como me doy placer, te gusta ver mi mano acariciar mi polla sólo para ti zorrita


- Ahhh Edward sigue, sigue amor me falta poco – aumenté mis movimientos y saqué mis dedos de mi centro y me los llevé a la boca y los lamí lentamente, la otra mano tomó control de mi sexo e introduje nuevamente tres dedos mientras seguía chupando y lamiendo mis dedos, ya estaba por llegar mi sexo latía y el nudo en mi estómago se hacía más apretado – Edward por su lado movía cada vez más fuerte su mano, su polla estaba dura, se veía majestuosa entre subida y bajada


- Mierda Bella deja de mirarme con esos ojos inocentes mientras te masturbas y te chupas esos jodidos dedos, eres mi perdición nena y me la vas a pagar por desearte tanto, por verte tan jodidamente caliente y por chupar tus dedos cuando deberías estar chupando mi polla – ahí lo perdí


- Edwaaaaaaard me vine entre espasmos y gritos descontrolados, pero me negué a cerrar los ojos, quería verlo cuando se corriera, le faltaba poco, estaba al borde y yo lo llevaría a correrse


- Oh nena, tu orgasmo oh, mierda no ves lo que me… - si a Edward le faltaba poco, ya estaba balbuceando y me encantaba


- Oh bebé sigue así, piensa que es mi dulce boquita la que rodea tu gran y gruesa polla mmmm, que rica sabe amor, me encanta como te ves – para aumentar el juego alargué mi pies y con mis dedos acaricié sus testículos masajeándolos


- Mierda, mierda, mierda nena, se siente tan bien ohhhh nena sigue, en un momento sacó su mano de su polla perdido en excitación y subí mis pies y lo masturbé con mis lindos piececitos, abrió los ojos al instante y su respiración era más agitada, mordía su labio inferior para aguantar el placer que le estaba dando y se veía tan puramente caliente y varonil


- Muñequita ya me vengo, ya, mierda que rico nena – aumenté el movimiento y le empecé a susurrar


- Ya bebé vente para mi, grita mi nombre bebé, quiero escucharte gritar mi nombre cuando te corras en mis pies, quiero que grites quién te da placer, quién te lleva a la locura dos jaladas más y se vino con fuerza gritando mi puto nombre


- ¡¡¡BEEEEELLA!!! – me lancé a sus brazos cuando dejo de temblar y nos besamos tan puramente rico que ya me estaba empezando a calentar otra vez


- Oh muñequita, no sabes lo mucho que me ha gustado, eres una zorra Bella, mi zorra, me encantas y me vuelves cada vez más loco amor, te amo, te amo y te deseo tanto


- Oh Edward yo también te amo mucho, mucho y me ha gustado mucho verte, ha sido novedoso y muy, muy…- no pude terminar porque sus labios atraparon nuevamente mi boca en un beso desesperado, arrasando todo pensamiento coherente, nos enjuagamos rápidamente y nos fuimos al dormitorio, está de más decirles en que mierda estuvimos todo el resto de la tarde y toda lo noche.


A la mañana siguiente me escapé de clases para ir al cementerio, claro que Edward se dio cuenta, y aunque me miró mal cuando le guiñé un ojo sonrió levemente, él sabía a donde me dirigía, se lo había dicho anoche en los pocos minutos que pudimos hablar entre orgasmo y orgasmo. Cuando le conté claro que no le gustó nada la idea, pero lo calmé diciéndole que más adelante podría acompañarme y era cierto, por el momento era algo que tenía que hacer sola, dos años sin venir y esta era mi segunda visita, así que era lógico que quisiera estar sola para de alguna manera quedar en paz con mi hermana. Había llevado mi guitarra para cantarle, en vida Vanessa disfrutaba muchísimo que le cantara, aunque le gustaba más cuando tocaba el chello, pero era muy grande para cargarlo hasta acá, quizás cuando viniera con Edward podía traerlo, por el momento era la guitarra.


Canté varias canciones que a mi hermana le gustaban, estaba tan en paz ahí en la soledad, cuando terminé de cantar se que sonará tonto pero me puse a conversar con mi hermana, le conté todo, al igual que lo había hecho con Edward, le conté sobre James, sobre mis padres y sobretodo le conté sobre Edward, se que me escucha y ha de estar contenta porque encontré el amor y estoy feliz, aunque todavía falta resolver el asunto de James, por primera vez no se qué diablos hacer, que medida tomar, por un lado aún quiero vengarme, pero Edward tiene razón y eso me hace daño y no quiero seguir rota, quiero salir adelante, así que lo mejor es poner fin de una maldita vez, además conociendo a James se que le dolerá el poco orgullo que le queda cuando lo termine, ¡ja! Que se pudra y se retuerza de la rabia.


- ¡ Bella, viniste! – diablos esa era la voz de ¿Anthony?


- Eh, si, vine


- Oh que bueno, estaba esperándote ¿ahhh?


- Ehhhh, si, la verdad es que pensé que ya no vendrías y me estaba poniendo nervioso – qué diablos estaba pasando, o sea a este chico lo he visto un par de veces nada más, no es para que estuviera tan…. ¿nervioso? Y mierda ruborizado


- Y por qué estarías nervioso, no entiendo


- Bueno Bella la verdad es que te quería preguntar si…. Emmmm ¿tienes novio? – mierda, lo único que me faltaba, esto no me puede estar pasando, el chico era simpático y hermoso, buen cuerpo y toda esa mierda, pero yo estaba enamorada de Edward y no me fijaría en nadie más.


- Si


- Oh, ya veo, que tonto, una chica linda como tú no puede estar sola, tu novio es con quién te vi en la playa ¿cierto?... tu…..profesor ¿Edward? Creo que se llama


- Si, él es mi novio


- Oh, se notaba, la forma en que se miraban ese día, se notaba el amor, pero quería estar seguro, yo….


- ¿tú?


- Oh, nada, no me hagas caso, oh tocas guitarra


- Eh, si – este chico me ponía nerviosa, si Edward se entera de que nos hemos encontrado justo en este lugar se molestará, oh, mierda, pero Anthony dijo que esperaba verme justo acá y Edward lo había escuchado, por eso estaba un poco molesto, joder.


- ¿tocarías algo?


- Por qué el interés – preferí ser directa como siempre lo he sido, así no hay doble intención ni malentendidos


- Bueno, pensé que había quedado claro mi interés en conocerte, claro que hubiera preferido conocerte de otra manera, pero me conformaré con ganarme tu amistad si tu aceptas


- Mira, la verdad es que no soy muy buena haciendo amigos, soy bastante clasista con las amistades, me caes bien, pero no te conozco y….


- Oh, ya veo, o sea no estoy a la altura de la chica rica para ser su amigo


- No es eso, soy clasista con mis amistades porque me cuesta confiar en las personas y ya me han decepcionado bastante algunas amistades o conocidos, por eso no socializo mucho y me molesta enormemente que me juzgues por el dinero, un dinero que ni siquiera es mío, sino de mis padres, mejor me voy, ya se me hizo tarde


- Oh, perdón Bella, en serio no fue mi intención ofenderte, perdón, es que de verdad no quieres ser mi amiga, me caes bien y eres sincera, la verdad es que yo tampoco soy dado a hacer muchas amistades, pero la primera vez que te vi, sentí una conexión especial contigo, me infundes respeto y de verdad quisiera conocerte – wow, me dejó plasmada, la verdad es que me caía bien el chico, pero no se, Edward es bastante celoso y me podría traer problemas…


- Bueno, me quedo, tocaré unas canciones y conversaremos algo, no te prometo nada, ya veremos – tomé la guitarra y empecé a cantar, cerré los ojos para concentrarme, porque la verdad es que Anthony me miraba tan fijamente que me ponía nerviosa, no en el sentido romántico, pero nerviosa al fin y al cabo. Canté cuatro canciones y decidí que era suficiente, cuando abrí los ojos Anthony tenía los suyos cerrados y estaba recostado con los brazos tras la cabeza, era la viva imagen de la despreocupación, se veía tan en paz


- Ey ¿te quedaste dormido? Le cuchichee


- Nop, sólo estaba disfrutando con el canto de un ángel – mierda tenía que cagar el momento con cursilerías


- No digas cagadas, sabes que tengo novio, lo quiero y tú todavía no acreditas para ser mi amigo


- Vale, vale, no te enfades, pero lo que digo es cierto cantas tan lindo – abrió los ojos y me penetró con su mirada, tuve que apartar la vista, me sentía incómoda


- ¿por qué estabas tan triste el otro día cuando te conocí?


- Ehhh, no puedo decirlo


- Te veías tan rota, tus ojos tan tristes, con sólo verte me dieron ganas de abrazarte, consolarte y que conste no soy para nada así, pero como te dije hace poco, me produces algo y no se bien qué es


- Mejor cambiemos tema Tony


- ¿tony? Ew, que apodo más feo


- ¿Tone?, si creo que Tone está mejor, va más contigo – le dije riendo porque su cara estaba horrorizada


- Sabes, me apestan las abreviaciones y los apodos, pero está bien sólo tú puedes llamarme así


- A todo esto ¿por qué vienes tanto al cementerio? Si no es mucha la indiscreción


- La verdad es que me gusta esta paz, el silencio que me proporciona, me gusta concentrarme y venir a leer acá tranquilo, se que sonará tonto y nadie sabe realmente a qué vengo, todos creen que soy friky, además como me visto no ayuda mucho en mi imagen jajaja


- Jajaja, si, te comprendo, pero es bueno que busques paz para leer, a mi me encanta leer y creo que la próxima vez que venga me traeré un libro, este silencio es bastante bueno - ¿qué mierda acabo de decir?


- Oh ¿vendrás otra vez? Eso es bueno así podemos leer juntos y comparar lectura – no, no, no, no quería decir eso, pero ya había abierto mi bocota, es que en verdad me caía bien Tone y la había pasado súper en su compañía y me había olvidado por completo de los problemas que tengo que enfrentar, este chico me traía una paz que no sabía como explicar, diferente a la tranquilidad y la paz que me entrega Edward, pero paz al fin y al cabo.


- Ok, la próxima será lectura y no canto y guitarreo


- Ok ¿es una cita entonces? ¿mañana a la misma hora?


- Te avisaré, dame tu número y te llamo, no siempre voy a estar escapándome del colegio


- Oh, una rebelde, me gusta, montas moto, tocas guitarra, lees, te escapas del colegio y además sabes pensar no como esas tontas niñitas que hablan puras tonteras, me gustas Isabella Swan, eres diferente


- Ey, mi nombre es Bella y te prohíbo que te guste, sólo amigos ¿recuerdas?, yo, de verdad no quiero dañarte, no puedo querer a otro hombre que no sea Edward, estoy enamorada y..


- Lo se, créeme que lo se, muy a mi pesar lo se, pero eso no quita que seamos amigos y que de vez en cuando te haga un cumplido, deberías estar agradecida, los que me conocen saben que jamás hago cumplidos, siempre he encontrado a las chicas tan…tontas por decirlo de alguna manera, creo que por eso me gustas, eres original y sarcástica y sobretodo sincera.


- Oh, si soy la divinidad hecha mujer jajaja


- ¿ves, a eso me refiero? Me gusta tu humor chica


- Ey, no me digas chica, tengo 17 y soy bastante madura


- Bueno yo tengo 19, soy mayor que tú, así que puedo decirte chica o nenita jajaja


- No me estás agradando tony, estoy pensando seriamente vetarte como posible amigo


- Ouch, eso dolió, jajaja, no seas sonsa sabes perfectamente que seremos grandes amigos


- Yo también lo creo Tone, me inspiras confianza y como dices tú, los que me conocen saben que eso jamás me ocurre tan fácilmente, así que date por bendecido


- Si, lo se, no cualquiera es amigo de la famosa fiera ¿cierto?


- ¿sabías quién soy? ¿desde cuándo?


- Oh, siempre lo supe, disculpa por no decirte antes, pero temía que te alejaras y me dieras de puños, eres muy famosa por tus golpes y tu indiferencia


- Si, lo se


- Pero ahora que te conozco algo más, se que todos los que hablan mal de ti no te conocen, en el fondo, pero muy en el fondo eres muy dulce, eres como una gatita, pero como te dije muyyyyy en el fondo jajaja


- Eres gracioso chico dark perdido


- ¿dark perdido?


- Si dark perdido, te crees dark, pero tienes influencia grunge y algo de punky, tienes tu estilo propio y me gusta


- Ah y por que te gusta mi estilo me copias ¿eh?


- No te copio, no seas arrogante


- Si, si me copias, he visto como te vistes desde que me conociste y me gusta, te ves más sexy y montada en moto wow toda una revelación, aunque cuando te pienso siempre tengo en mi mente el hermoso ángel que vi durmiendo justamente acá.


- No empieces, no me gustan las insinuaciones


- Ya, ya, no te enfades, es broma, me gusta verte enojada, mejor así que triste


- Bueno, ya me voy, es tarde


- Espera, quiero que sepas que cuando necesites hablar de lo malo que te está pasando puedes contar conmigo, se que tienes pareja y amigos, pero si necesitas una visión neutra acá estoy yo, no te cuestionaré y te puedo ayudar sin remordimientos


- Vale, a propósito ¿estudias o te la das de vago todo el día?


- Jajaja, en este momento congelé la carrera, me estoy dando un año de vacaciones


- ¿qué estudias?


- Aunque no lo creas estudio arquitectura y también soy músico en mi tiempo libre, ah y buen consejero para cierta chica hermosa de ojos tristes


- Vale, te llamo para vernos, adiós – y después de un ligero beso en la mejilla lo dejé sentado en el mismo lugar y me fui.