Dark Chat

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Conquistando tu Amor

CAPÍTULO IV

BELLA POV

Ahora me encuentro de vacaciones de verano y estoy de campamento con mi grupo de amigos, los que lo conforman Jacob, Marco, Alice, Jasper, novio de Alice que por cierto está en la universidad junto a su hermana gemela Rosalie, que también es nuestra amiga, Quil por otro lado es mi mejor amigo, pero se encuentra en otra ciudad vacacionando, sus padres lo llevaron a visitar a unos familiares y no le dejaron otra alternativa. Aunque la hemos pasado muy bien en nuestras vacaciones, tenemos previsto llegar el domingo, porque el lunes empiezan nuevamente las clases, pero me siento rara, le explico a Jacob que quiero irme ahora y el accede, me acompañan Jacob y Marco, los demás vuelven mañana como estaba planeado, Tomo mi moto, los chicos sus respectivos vehículos y nos dirigimos a la ciudad de regreso, pero al pasar por la discotheque, le indico que quiero ir a bailar, ellos me dicen que me adelante y se quedaron coqueteando con unas chicas que se encontraban afuera de la disco, volteo mis ojos y me dirijo al interior.

La música estaba buena, divisé un grupo del colegio en una mesa y me dirigía hacia allá cuando paso por la barra y veo al hombre más hermoso que haya visto jamás, era un dios griego, era simplemente perfecto, cabello revuelto, alto, buen cuerpo, musculoso pero no tanto como Emmett que se encontraba junto a él, mmmm, después le preguntaría, no mejor no, yo jamás hago eso. Paso por su lado y los saludo brevemente y sigo hacia la mesa, me pongo a bailar con un chico, el ritmo era bastante sensual, miro de reojo hacia donde estaba ese dios griego y me estaba mirando fijamente con cara de idiota, ja, ni el se resistiría a mi, empiezo a bailar, cuando aparecen mis amigos y despacho enseguida al chica que estaba a mi lado, después de bailar un rato, vuelvo a mirar a ese joven, si, aún me miraba, me regodeo internamente cuando vi aparecer tras el dios a mi amigo Quil, no lo pienso dos veces y voy a saludarlo efusivamente, con él es con el único que tengo ese tipo de trato, muchos piensan que somos novios, pero no es así, sólo amigos.

Cuando nos estábamos saludando me quedo prendada de unos ojos que me miraban fijamente, era el dios griego, de cerca era más hermoso aún, me pierdo en su mirada por unos instantes.

Emmett me saluda, pero no le presto mayor atención, sigo mirando a ese hombre.

Hola le digo, me llamo Bella. El se acerca y deposita un beso en la comisura de mis labios,Edward Cullen, mucho gusto, me dice y me deja pasmada, nadie hace eso, qué se creía el muy imbécil, aunque debo admitir que ese beso me gustó, sentí una corriente recorrer mi cuerpo, no Bella estás loca, esas cosas no pasan, me repito internamente, me dirijo a la pista nuevamente, me volteo y le digo, nos vemos.

En la pista empiezo a bailar con Quil, quien se sorprende un poco al verme bailando más sensualmente de lo que lo hago habitualmente, pero el dios atrevido aún me miraba y me iba a pagar su osadía, a medida que el baile avanzaba seguía sintiendo la mirada puesta en mi, era él, no despegaba los ojos de mi, eso me gustó, que vea lo que no puede tener, que sufra como todos, cuando la canción se intensificó pude ver a Edward apretar los puños de rabia, la verdad es que estaba dando un espectáculo con Quil, pero estaba logrando lo que quería y yo quería a ese hombre a mis pies. Aunque debo admitir que el tipo era mono y era atrevido, quizás……mmmmm…….tal vez….

Me acerco a la barra y pido una botella de agua y nuevamente nos quedamos mirando, lo miro de pies a cabeza, digo, algo malo debe tener, nadie puede ser tan perfecto, ¿o no?.

Nop, parece que es perfecto, más que perfecto. Con un nerviosismo impropio de mi lo invito a bailar, me confirma con un leve movimiento de hombros que no sabe bailar este tipo de ritmo, ya que se notaba a leguas que era gringo, aunque su español era fluido.

Nos empezamos a mover seductoramente, definitivamente esta había sido una mala idea, cuando sentí su toque por mi espalda y cintura empecé a sentir que mi cuerpo reaccionaba a sus manos, como si él fuera mi dueño, me estrecha más fuertemente por la cintura y cierro los ojos de puro placer, entonces entierra su cara en mis cabellos oliéndome, la música seguía, nuestros movimientos se hicieron más eróticos, nos rozábamos las pelvis, podía sentir que estaba tan excitado como yo, ya que podía sentir su dureza, Edward no aguanta y me besa el cuello y mordisque mi oreja, suelto un gemido lleno de erotismo, estaba perdida en la lujuria que este hombre despertaba en mi por primera vez. Al escucharme gemir me toma más fuerte de la cintura y con la otra mano agarra mi nuca y me besa desesperadamente, le correspondo el beso de igual manera, con pasión, lujuria, mi cuerpo temblaba y empiezo a recorrer su cuerpo, le acaricié la espalda y los hombros apasionadamente. Nos separamos un poco para tomar aire y nuestros pechos se agitaban violentamente, la pasión desenfrenada nos recorría todo el cuerpo. No quería que este encuentro terminara acá, pero qué hago, nunca antes había hecho algo así, pero mi lado lujurioso ganó la disputa y lo tomé de la mano llevándolo debajo de unas escaleras al otro lado de la pista que estaba bastante oscuro y era poco transitado, sonrojada y nerviosa me volteo a mirarlo y no aguanté más le rodee el cuello enredando mis dedos en su cabello, que por cierto era suave como la seda, Edward me impulsó hacia arriba y envolví mis piernas por su cintura, en escasos segundos tenía la espalda pegada contra la pared nuevamente su boca se deslizó por mi cuello, su lengua empezó a bajar por la base de mi cuello, llegando al escote de mi micro top, donde mi respiración era tan agitada que parecían que mis pechos saldrían en cualquier momento liberándome de esa pequeña prenda, sentí su lengua en el borde del top y arquee mi espalda de puro placer, empezó a rozar su entrepierna contra la mía, su erección era tal que la sentía cada vez más grande y empecé a jadear como loca y empecé a frotar mi pelvis contra la suya, era sencillamente delicioso, mi dios griego empezó a tocarme los senos por encima del top y mis pezones se pusieron erectos a su toque y los empezó a pellizcar mientras me besaba fieramente. En ese momento no aguanté más y le dije que lo deseaba, que quería que me hiciera suya. Si, me entregaría a ese hombre, es una locura pero sentía que era correcto, quería que ese dios griego me quitara la virginidad. Estab a punto de decirle que nos fuéramos a otro lado cuando escucho a Quil gritar mi nombre con reproche. Con Edward nos separamos inmediatamente.

- Llevo buscándote harto rato, le pregunté a Emmet y me indicó que estaban por aquí, pero ¿qué te pasa Bella? Emmet dice que este hombre es nuestro nuevo profesor.

- ¿¿QUÉ?? Preguntamos los dos al mismo tiempo y nos miramos incrédulos.

- Vamos, te sacaré de aquí Bella. Me empezó a alejar de él.
Espera, dijo Edward saliendo un poco de su estupor

- No, gritó Quil, aléjese de ella

- Yo, yo no sabía dijo en su defensa.

Yo estaba en shock, levanto mi cara para mirarlo y pude notar que las lágrimas surcaban mi rostro.

- Ahora ya lo sabe, volvió a gritar Quil y me sacó casi arrastrando, yo seguía sin entender nada.

Él mi profesor, mi dios griego, un hombre prohibido, tenía ganas de gritar, de patalear y tirarme al suelo de impotencia, no era justo, ese hombre me gustaba demasiado, nunca había sentido algo así, nunca nadie me había tocado de esa manera, yo me iba a entregar a un hombre que es mi profesor nuevo.

Cuando salimos a la entrada de la disco, Quil me da vuelta para encararme de frente y al veme llorando suaviza su expresión.

- Bella, por dios ¿qué estabas pensando?, ¿cómo dejaste que esto llegara a este punto?, Bella ese hombre te estaba tocando y tú lo permitiste, si no llego ¿te hubieras entregado a él, no es así?.

Yo solamente asentí con mi cabeza, estaba tan avergonzada con mi amigo y conmigo misma.

- Quil, de verdad no se qué me pasó, Edward logró descontrolarme, y..yo quería entregarme a él, no se, sentí que era lo correcto, no se como explicarme, tú sabes que nunca había hecho algo así.

- Bella ¿sabes lo vergonzoso que fue para mi encontrarte en esa posición con el profe?, digo tú eres como mi hermana y a nadie le gusta que su hermana se esté refregando con el profesor de ella. Jajaja mujer definitivamente estás loca, ven vámonos te llevo a tu casa, no valla a ser que te devuelvas a terminar el trabajito.

- Quil, se que lo haces para quitarle plomo al asunto, pero la verdad es que lo estás empeorando, no vez que tengo vergüenza, no me molestes. Dije un tanto enojada y apenada.

- Ya, ya mi fiera, no te enojes conmigo, pero sabes muy bien que ese romance no puede formarse porque tú decidiste conquistar a James ¿o te has olvidado de ese tipo?, por mi, mejor el profe que James.

Maldición, se me había olvidado el desgraciado de James, antes de salir de vacaciones tomé la decisión de conquistarlo, aunque le tengo repulsión, decidí hacerlo, lo voy a hacer sufrir tanto, me va a pedir de rodillas ser su novia. Él, el conquistador, el orgulloso universitario por el que todas morían. Yo lo iba a atrapar y lo iba a pisotear hasta reventarlo. Antes de salir de vacaciones lo conocí y trató de conquistarme, el muy imbécil cree que es llegar y llevar. Como lo desprecié me prometió que me conquistaría y que yo sería su novia. Ja y mil veces Ja, si supiera que estos meses van a ser los más humillantes de su patética vida.

Envuelta en estos pensamientos llego a casa, me despido de Qui y le presto la moto para que se devuelva a buscar su carro.

- Bonita por favor piensa lo que te dije, de verdad que prefiero al profe que a ese gusano, por favor dime que lo vas a pensar.

- Mira Quil, no tengo nada que pensar, Edward fue un error y lo voy a borrar de mi mente, él no existe para mi, ok, ahora debo enfocarme completamente en James y en como hacerle la vida lo más miserablemente posible y no quiero más sermones.

- Pero, Bella..

- Nada de peros, serás mi amigo, mi confidente, pero no te permito que cuestiones mi accionar con respecto a James, tú verás si me apoyas o no, lo que si te digo mantén tu boca cerrada como siempre, nadie debe saber mis planes para con James ¿me escuchaste?.

- S si, bonita, no te enojes conmigo, yo sólo decía, además no tienes que darme el sermón sobre el apoyo, sabes perfectamente que te ayudaré, no tienes que ponerte bruja conmigo, sabes que a mi no puedes intimidarme. Jajaja.

- No te rías tonto, le dije golpeando levemente su hombro. Nos vemos mañana, ah y quiero mi moto a primera hora ¿vale?

- Como usted diga mi fiera jajaja.

Me dirigí a mi habitación, todos estaban dormidos y la casa a oscuras, dejé mi chaqueta encima de la mesa de la cocina cuando fui a tomar un vaso con agua, para que mañana temprano la viera mi nanita y supiera que ya llegué y me prepare un rico postre. Ella sabe cuanto me levanta el ánimo sus ricos dulces.

Después de ponerme pijama me dirijo a la sala de música, hace tiempo que no venía a este lugar. Tomo mi preciado chello y con los ojos cerrados empiezo a tocar la suave melodía que le escribí a esa persona que fue tan importante en mi vida, siento la música fluir por mi cuerpo, pero no soy capaz de continuar y lanzo el arco al otro lado de la habitación, lanzando un gruñido lleno de frustración, ya nunca podía terminar de tocar algún tema, la pena siempre me ganaba, pero ahora era más grande, mientras tocaba sólo podía ver esa miraba llena de pasión de mi dios griego, abrí lentamente mis ojos y una lágrima cayó por mi mejilla. Ah no, no Bella, saca de tu sistema a ese hombre sólo es un tipo más, me decía a mi misma, pero era un tipo hermoso, apasionado, mmmm, su aroma a hombre lo tenía grabado en mi piel, un aroma delicioso que no había podido distinguir.¡¡¡¡basta Bella!!!!!!.

Después de mi lucha interna llegué a la conclusión que Edward no se iba a interponer en mis planes, eso jamás pasaría, el tipo era mi profe, no me importaba en absoluto, seguramente me comporté de esa manera porque había bebido un poco, si, eso debía ser, cuando lo viera nuevamente no le daría oportunidad se acercarse a mi, lo quería lo más lejos posible de mi vida.

Sí, eso haré, lo apartaré como a una molesta mosca de mi vista. Ya lo he hecho con muchos tipejos, así que es fácil para mi, como respirar.

Dormía plácidamente cuando siento la voz de María.

- Mi niña despierte, ya es tarde

- Grrrr, María un ratito más por fa

- Mi niña hay visita y su madre requiere su presencia ahora, además está molesta porque llegó tarde y sin avisar.

- Ay, que molesta es, para qué quiere que conozca a su visita, si es obvio que no me interesa y ella lo sabe muy bien, además como dijiste llegué tarde y estoy cansada.

María sin hacerme caso arrancó las sábanas enrolladas de mi cuerpo y como si fuera una niña pequeña me arrastró hacia el baño y me metió dentro de la ducha. Ay, esa mujer también era un fastidio, pero la adoraba, al igual que mi nana.

- ¿María, tengo que desayunar con la molesta visita esa?.

- Si mi niña, además…

- Además qué?

- Mmmm, mi niña esa visita está desde ayer y se va a quedar a vivir acá, por lo que tengo entendido

- ¿Quéeeeee?

- Eso mi niña, el joven ya está instalado en la habitación de enfrente

- ¿Acá, frente a mi pieza?

- Si, mi niña

Ah no, como se les ocurre a mis padres hacerme esto, ellos saben perfectamente que no soporto gente cerca, por eso me mudé a la tercera planta, para estar sola en mis horas de intimidad, pero me van a escuchar y ese intruso tendrá que salir de mis dominios. Bajo furiosa las escaleras a encontrarme con mis padres y aclarar este atropello.

Pero al entrar al comedor me quedo de una pieza al ver al famoso intruso. Era él, el dios, digo el profe, él Edward estaba sentado conversando con mis padres y riendo, me quedo mirándolo como tonta, en la claridad era mucho más hermoso, por dios tenía los ojos verdes y era tan profunda su mirada que me dejaba sin respiración.

- Hija, dice mi madre, acercándose a mi lado.- Mira te quiero presentar a Edward, él se va a quedar a vivir con nosotros y además va a ser tu profesor nuevo de literatura e inglés.

Me quedo mirándolo y el muy imbécil estaba sonriendo como estúpido al ver mi confusión, pero esto no se queda así, nadie se burla de mi, pero de verdad me tomó desprevenida esta situación y había hecho el ridículo porque se dio cuenta que lo estaba mirando fijamente, seguramente mi cara reflejaba el desconcierto y el deseo por él, es que irremediablemente el tipo estaba como quería.

- Mamá, papá ¿qué diablos significa esto?. Pongo mi mejor cara de póker y mi mirada desafiante dirigida al tipo ese que se burlaba de mi con su mirada.

- Hija, no hagas un numerito, interviene mi padre, más tarde conversamos, ahora siéntate y desayuna.

- No, este asunto se arregla ahora, si quieren que este tipo viva bajo este techo, sáquenlo de mi planta, y acomódenlo en otro lugar, no lo quiero cerca de mí. Me escucharon, esa planta es mía y saben perfectamente que me desagrada compartir mis espacios, dije con voz afilada.

- Hija, gritó Charlie, poniéndose de pie y con la cara roja por la vergüenza y la furia, a mi despacho ahora. Antes de salir tras mi padre lo vuelvo a mirar y su cara era lo que estaba esperando, desconcierto total y algo más…¿decepción?. Bah, porque debería estar decepcionado, no me conoce y además no me importa, por mi que se pudra.

Llegamos al despacho de mi padre y empieza la guerra. Charlie me recrimina por mi conducta exageradamente grosera hacia “su invitado”.

- ¿Cómo se te ocurre tratar así a Edward, es el hijo de mi mejor amigo, además va a ser tu profesor y es nuestro invitado. Tu conducta ha llegado demasiado lejos, lo arreglas ahora o te vas a arrepentir, ME ESCUCHASTE ISABELLA.

- A mi no me vengas a gritar Charlie, además no me puedes imponer personas en mi entorno, sabes perfectamente bien que no lo tolero, ¿por qué no lo pusieron en su piso?, ahí no me estorba para nada.

- Isabella la decisión está tomada, se queda donde está, además creo es tiempo que empieces a socializar con más personas, tu círculo es muy pequeño y este joven es de buena familia, creo que pueden ser amigos, él sería una buena influencia para ti.

- ¡Qué! No, que va, él no va a ser mi amigo, a mis amigos los escojo yo y deja de llamarme por mi nombre, sabes que no lo soporto

- Bella, por favor hija, por qué no puedes ser como antes, antes eras adorable

- No me vengas con esas cosas Charlie y deja el pasado atrás, sabes que me hace daño removerlo. Dije esto apretando mis puños fuertemente, Charlie me estaba haciendo un daño enorme al nombrar el pasado, sabía que me dolía y desarmaba.

- Hija, por favor perdona por sacar ese tema, pero entiende que las cosas deben empezar a cambiar, debes salir adelante, ya van dos años, no puedes seguir escondiéndote del mundo.

- Sabes Charlie, haz lo que quieras, si quieres deja a ese tipo donde te plazca, pero no me digas que hacer ni que decir y mucho esperes que sea amiga de él, porque no me interesa, ¿Me escuchaste?

- ¡¡¡¡¡¡¡ISABELLA!!!!!

- NO ME INTERESA ESE TIPEJO, NO LO QUIERO CERCA DE MÍ, JAMÁS VA A SER MI AMIGO. Digo gritando y golpeando el escritorio, al salir ahí estaba él con los ojos abiertos como platos en mi dirección, pasé por su lado como un tornado, empujándolo de su lugar para poder pasar. Me encierro en mi dormitorio con un fuerte portazo y prendo el equipo musical y me pongo a escuchar mi grupo favorito Nirvana, le subo el volumen al máximo y me tiro a mi cama totalmente enrabiada.

EDWARD POV

No podía creer lo que pasaba, esa chica era totalmente grosera y caprichosa, cómo pude pensar que ella era una diosa, definitivamente estaba equivocado ella era el demonio, Emmet tenía razón era una fiera, cuando paso empujándome su mirada parecía de hielo, como si quisiera matarme con sus ojos rabiosos, yo me había acercado a la oficina para decirles que no se preocuparan por mí, yo podía cambiarme de piso o simplemente arrendar un departamento y largarme de ahí, pero al escuchar la conversación y el tono despectivo de Bella hacia mi persona me entro una ira homicida, quién se creía esa chiquilla para referirse a mi de esa manera, por qué me odiaba tanto, ah si Edward ¿no te acuerdas que anoche le metiste mano?, pero no era motivo para tal arranque de rabia, algo pasaba ahí, pero ahora no me marchaba de ahí, no le daría el gusto a esa fierecilla, si los señores de la casa me querían acá, aquí me quedaría y esa niñita debía aprender que hay más personas y que ella no es el ombligo del mundo.

Charlie se disculpó por el comportamiento de su hija, pero dijo que arreglaría la situación, así que más que enojado con esa niñita me dirigí a mi habitación y me puse un bañador para ir a la piscina. La música a todo volumen casi no dejaba pensar, esta niña era terrible, además que tenía mal gusto en cuanto a música si es que a esa se le podía llamar música ja, el tipo ese parecía que se había pillado los dedos con la puerta para poder chillar de esa manera, todo retumbaba parece que Bella tenía un verdadero concierto desenfrenado ahí, chiquilla loca y altanera, me sorprendo a mi mismo riendo de su actitud, no,no,no Edward qué te pasa, esa actitud no tiene nada positiva, la niña esa es insoportable, me tiro en mi cama y analizo la situación y me quedo conforme con el resultado, esa niña no me importaba en lo absoluto, pero mi vocecita interior hace acto de presencia y me susurra: “si no te importa nada, ¿por qué llevas una hora pensando en ella? Después de lo que te hizo.

Con un gruñido de rabia hacia mi mismo decidí salir a la piscina y al salir de la habitación no pude contenerme y me acerqué a la suya pegando un oído en su puerta.

No se escuchaba nada aparte de la estridente música, por lo que decido irme a mi destino. Al cabo de media hora llega Bella al borde de la piscina con ropa deportiva y diablos si que se veía hermosa, pantalón corto deportivo, sudadera, a pesar de ser grande era ancha de cuello, por lo que se le bajaba por un hombro mostrando el tirante del sostén, se veía realmente sexy. Además estaba mordisqueando una manzana y estaba bien jugosa porque al mascarla se le escurría el jugo de ésta por los bordes de la boca y se los limpiaba con la lengua, por dios esta mujer me estaba quemando vivo. Hace un ademán de que me acerque y salgo del agua para ver que quiere la bruja.