Dark Chat

sábado, 21 de mayo de 2011

Muñequita

Hello mis angeles !!
Aquii les traigo este  fic , de nuestra querida sandra , muchas gracias hermosa por compartir una vez de tu talento con estas viciosas de fanfics. te mando mil besitos
Chicas a disfrutar y no se olviden de dejar sus comentarios al final
Mil besitos a todas y gracias por su preferencia.
Angel of the dark
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PRÓLOGO 



Promételo

No, nunca

Maldición niña, tienes que prometerlo, tienes que vivir

Sin ti nunca, por favor no me dejes James, te necesito, te quiero

Y yo a ti mi niña, por eso tienes que dejarme, sálvate, corre, corre

No te voy a dejar, él te va a matar y si eso pasa me muero contigo, ya no quiero seguir escapando, estoy cansada

Carajo, tú eres fuerte, eres mejor que cualquier persona, tienes que sobrevivir, ya es tiempo que vivas como te corresponde, anda corre que ese hijo de puta se está acercando, corre maldición, sálvate, yo lo detendré para que te salves

Te esperaré el tiempo que sea necesario James, te esperaré siempre

Cuando acabe con ese bastardo te iré a buscar mi niña

Bésame James

No, tú primer beso no debe ser así, cuando te vaya a buscar te pediré ser mi novia y te besaré, yo te robaré tu primer beso y el último

No me voy si no me besas ahora

Niña testaruda ven acá

Te quiero

Y yo a ti, ahora vete

Bip, bip, bip

Mierda

Desperté como todos los días, sudada, alterada y con este dolor en el pecho, la pérdida de James no la he podido superar, pero le prometí salir adelante, sobrevivir y eso estoy haciendo, a costa de la vida del único chico que me ha robado el corazón y mi primer y único beso.

Me llamo Isabella Swan, tengo 17 años y hace tres meses que James murió en ese maldito bosque para salvarme, entregó su vida para que yo viviera, pero en el fondo esto no es vivir, por que el maldito que me persigue sigue vivo, encarcelado, pero vivo y mi James muerto y yo sigo escapando como la cobarde en la que me convertí gracias a ese degenerado que se obsesionó conmigo.

Ahora a seguir la maldita rutina, hace 1 mes que llegué a vivir a este pueblito llamado Forks, estoy en la secundaria cursando mi último año, me costó retomar el ritmo normal de una adolescente, pero lo logré, aunque a veces es más duro de lo que imaginan, no tengo familia, no tengo amigos y no tengo pasado, ese pasado lo borré desde que salí del hospital en el que estuve internada 1 mes en coma.

Cuando salí de allí la policía me entregó la documentación necesaria para mi nueva vida : nuevo nombre, apellido, pasado, en fin vida nueva lejos de ese país, de ese ambiente, lejos de ese hombre.

Ahora mi nombre es Annie Holmes y soy la persona más desgraciada del planeta, en la secundaria soy menos que escoria, la mayoría me detesta, pero les digo la verdad me vale mierda, y saben por qué, porque no me importa lo que digan de mi, no me importa, ellos no me interesan, es más desde el día que perdí a James perdí parte de mi alma, tengo media vida y no confío en nadie, todos se pueden ir al carajo y no me importa, no tengo nada que perder, todas las personas que quería y me querían murieron, mis padres, mi hermano y James, todos a manos de ese desgraciado.





CAPÍTULO I.-

BELLA POV

- Bella, es importante que prestes atención, ¿James te entregó la documentación para tu nueva identidad?, es importante que la utilices para que estés a salvo, te irás al país que escogimos para ti, ahí estarás segura

- Se equivoca, James no alcanzó a entregarme nada, no pudo, no tengo nada – él si me había entregado los documentos y la información, pero no confiaba en ellos, en nadie, ¿cómo confiar? Si la misma compañera de James lo traicionó y lo entregó.

- Mierda, pensé que estaba todo listo, James arregló tu nueva vida, nadie más sabía tu próximo destino, ese chico tenía sus contactos libres de fuga de información, pero no te preocupes, personalmente pasado mañana tendrás la nueva identidad y lo necesario para tu nueva vida, te reubicaremos y sólo tendrás contacto conmigo y con el agente Smith

- Ok – esa fue mi brillante respuesta

- Hasta mañana Bella, por favor descansa

- Ja, llevo tres malditos meses descansando postrada en este maldito hospital.

- Por favor cálmate, te estás recién recuperando, lo que pasaste fue traumático y debes recuperarte y sacar fuerzas

- No se si podré

- Si podrás, se lo debes a James, por él sale adelante Bella, se que se querían

- ¿lo sabía?

- Por supuesto, aunque no era prudente, por tu edad y por la labor que James estaba desarrollando

- No veo nada de malo que una chica de 16 se enamore de un hombre de 20, James era especial, y desde que lo conocí siempre me protegió, incluso con su vida

- Lo se Bella, sólo por eso lo dejé a cargo de ti, por que era un excelente agente y un excelente amigo y se perfectamente que te duele su pérdida

- Así es, antes de irme quisiera saber donde…. Donde está enterrado, yo quiero ir a su tumba

- Bella no es prudente

- Por favor Jake, tú eras su mejor amigo, por favor quiero despedirme de él, quiero llorar su muerte

- Ok Bella, cuando salgas de acá yo mismo te acompaño

- Gracias Jake

Cuando salí Jake cumplió su promesa y me llevó al cementerio donde descansaba James, no pude evitarlo y lloré hasta que mis ojos se secaron, hace dos semanas que desperté del coma y me enteré que James había muerto, no podía creerlo, él me dijo que siempre estaría conmigo, otra persona más que perdía, otro ser querido que moría, me sentía vacía, la que debería estar muerta era yo, yo ocasioné toda esta desgracia.

Un año escapando, un año me cuidó James para que perdiera su vida por mi, de nada sirvió, todo estaba perdido ¡mierda! Por qué no morí ese maldito día, por qué me tuve que salvar ¿qué mierda tengo de especial para que siga viviendo cuando todos a mi alrededor mueran?, nada, no soy nada y sigo viva.

Después del cementerio Jake me entregó la nueva documentación y me dio todas las recomendaciones para seguir adelante, dos nuevos agentes estarían encargados de cuidarme hasta que enjuiciaran al culpable.

Antes de irnos a mi nuevo destino le pedí a los agentes ir al lugar exacto donde ocurrieron los hechos, por supuesto no accedieron, era peligroso, además era la escena del crimen y la investigación seguía abierta, pero como la condenada testaruda que soy convencí a Jake para que me llevaran, era mi vida, era mi historia y tenía mis motivos para querer revivir ese día.

Al llegar hice el mismo recorrido de ese día cuando tratábamos de escapar, todo seguía claro en mi cabeza, las lágrimas no tardaron en inundar mis ojos y mejillas, los árboles en los que nos habíamos apoyado para descansar un momento seguían ahí testigos de la desesperación y la angustia, seguí caminando hasta que llegué al punto donde me separé de James y ahí estaba aún los rastros de sangre de mi amor, mucha sangre esparcida en ese árbol. Cuando llegamos ahí él ya estaba herido y se apoyó a descansar un momento, llevábamos corriendo como 1 hora y él debía descansar, me acerqué al árbol y toqué la sangre seca, recorrí mis dedos por el tronco del árbol como queriendo recabar los últimos segundos de su vida, sus últimas respiraciones, sus últimos latidos del corazón.

Seguí caminando, hice el recorrido que hice yo después de dejar a James, no fueron muchos los minutos que recorrí, porque cuando escuché los disparos y a ese hombre llamándome y acercándose supe aunque lo traté de negar que James ya no estaría conmigo, así que escondí en la base de un árbol bajo una piedra grande los documentos que me entregó James, no se por que lo hice en ese momento, no actuaba coherentemente, lo único que sabía es que sin James no quería vivir, no volvería a dejar que ese hombre me atrapara y me encerrara, prefería morir y eso haría, cuando el desgraciado se acercó agarré la navaja que James me había entregado para que me defendiera, pero estaba tan cansada, no podía luchar, ese hombre era demasiado fuerte y llevaba una pistola, así que agarré la navaja con fuerza y corté mis muñecas en forma vertical abriendo mis venas, el desgraciado gritaba que no lo hiciera, así riéndome en forma descontrolada di el toque final y corté mi cuello de lado a lado, después todo se volvió oscuro.

Encontré el sobre que James me había entregado y yo había ocultado, los agentes se encontraban unos metros alejados para darme unos momentos para estar sola, así que a espaldas de ellos recogí el sobre y lo escondí entre mis ropas y me despedí de mi vida.

Cuando llegamos al aeropuerto pedí ir a los sanitarios y desde allí me escapé de los agentes, pensé que no lo lograría pero lo hice, corrí en sentido contrario, en el sobre había documentos de identidad, dinero en efectivo, una cuenta bancaria indetectable a nombre de Annie, el dinero de esa cuenta era mío, meses antes de la desgracia había sacado el dinero de varias de mis cuentas bancarias y James lo había depositado en una sola cuenta nueva a nombre de Annie, con sus contactos había logrado que esa cuenta no fuera rastreada, así que tenía mis buenos millones, ya que mis padres eran empresarios de una conocida discográfica, además de tener otros negocios, así que me habían dejado forrada en dinero antes de ser asesinados.

Tomé el pasaje en blanco y me subí al primer vuelo que encontré y así anduve vagando de ciudad en ciudad hasta estar segura que no seguían mi pista. Cuando estuve segura tomé un vuelo varios vuelos hasta llegar a Forks, ahí James había comprado una casa y se encontraba totalmente amoblada, hasta contenía ropa y todas las cosas que necesitara para poder vivir, claro que fue bastante duro al llegar, ya que se suponía que él vendría conmigo por lo que sus cosas también se encontraban allí.

Desde el tiempo que llevaba viviendo en Forks una sola vez había entrado en la habitación que él ocuparía, me dolía mucho recordarlo, aún en las noches lo lloraba, no era justo que hubiera muerto, era tan bueno, tan valiente, tan hombre.

Dejé mis cavilaciones a un lado, tenía que arreglarme para ir a clases, después de bañarme me dispuse a vestirme, en eso no me demoraba tanto, sólo debía agarrar la primera sudadera que encontrara, cualquier pantalón, una chaqueta cómoda con capucha y mis converse y estaba lista, lo que más me demoraba eran las fajas que usaba en el cuerpo, desde que adopté mi nueva vida me cubro bastante, casi ni yo me reconozco cuando me miro en el espejo. Ya no me cuesta tanto ocultar mi cuerpo con las vendas o fajas que uso, es incómodo, pero es lo mejor, además con la enorme ropa que me pongo mi cuerpo queda completamente oculto y mi cara siempre la oculto con la capucha de la chaqueta o con el gorro de las sudaderas, además mi cabello es largo y también me sirve para tratar de ser invisible, no quiero que nunca más un hombre se fije en mi, no es que tenga el tremendo cuerpo de modelo, pero si es bastante tentador, tengo bastantes curvas para ser delgada y pequeña de estatura, eso es gracias a mi madre que era latina, así que por mis venas corre esa sangre y heredé el cuerpo latino, mierda, como extraño mi país, aunque nací en Estados Unidos viví toda mi vida en Chile y lo extraño bastante.

Después de arreglarme tomé el skate y me fui al colegio, espero no toparme tan pronto con los idiotas que me molestan, ya me están hartando sus abusos y hay veces que me dan ganas de golpearlos y puedo hacerlo se los aseguro, James me enseñó bastante a defenderme en distintas disciplinas, primero empezamos con defensa personal, pero después fue abarcando más técnicas y debo decir que soy bastante buena con los puños, si esos idiotas supieran que por no querer llamar la atención me dejo fastidiar, pero algún día, algún día me hartarán y ellos caerán.

Al llegar al colegio me encuentro con los idiotas, carajo, tan temprano y me los tengo que encontrar.

EDWARD POV

Estábamos en el estacionamiento esperando que tocaran el timbre para entrar a clases cuando vi venir a la freaki del colegio, es tan rara y común esa estúpida que se ha vuelto nuestra mascota para torturar. Siempre la miro, tiene algo que me llama a mirarla y me da rabia, desde el primer día que la vi me llamó la atención, pero la muy tonta se ganó solita ser humillada, esa ropa espantosa que viste y esos colores negros y grises puaj, siempre viste los mismos colores horribles, ropa endemoniadamente ancha, fea y fuera de moda, el rostro siempre oculto en esos gorros o con su pelo, nunca le he visto el rostro de cerca debe ser tan fea para ocultarse de esa manera jajaja y ese cuerpo tan sin forma bajo ese revoltijo que ella llama ropa, definitivamente es la persona más repulsivamente fea y sin personalidad que he conocido.

- ey, Cullen ahí viene la feita

- ya la vi Ángela, con esa horrible ropa quién no la vería jajaja

- puaj, hoy viene peor que nunca la poca cosa – esa es mi hermanita querida Alice

- ey Annie, linda ropa, deberías ser consultora de belleza, te iría bien

- no Jess, no digas esas cosas, con lo tonta que es capaz que se lo crea la pobre y se de aires de belleza que jamás poseerá jajaja – era inevitable molestarla, me encantaba matar el tiempo molestando a esa niña. Para poder entrar al colegio tenía que pasar delante de nosotros, así eran todos los días, todos los días la esperábamos para empezar el día feliz, cuando se estaba acercando bajó la cabeza como siempre y pasó mirando el suelo, ¡por qué mierda hace eso!, me encabrona que sea tan poca cosa, que oculte su rostro, que no me de la cara. Cuando estaba justo pasando frente a nosotros Rosalie la empujó y calló de rodillas al suelo.

- Jajajaja y no te atrevas a levantarte hasta que nosotros entremos poca cosa – reía Rosalie y todos la imitamos. El timbre sonó y entramos a clases dejando a esa cosa ahí tirada.

- Vieron como cayó jajajaja, esa estúpida acaba de alegrar mi día – reía a todo pulmón Félix

Al entrar a la sala nos acomodamos en nuestros asientos habituales, el profesor Masson entró y cerró la puerta, Annie no llegó a tiempo, siempre atrasada jajaja, a los 5 minutos de empezar la clase entró ella y el idiota del profesor la dejó entrar, como siempre los profesores la adoran porque es buena estudiante, es más es excelente, siempre las mejores notas, los mejores ensayos, las mejores exposiciones y por eso también la odiaba, antes de que ella llegara yo era el mejor en todo y tenía que llegar ella a quitarme mi primer lugar, maldita poca cosa.

Se sentó en el primer asiento sola como siempre, no lo entiendo, varios compañeros trataron de entablar conversación el primer día de clases, pero ella rechazó todo contacto, así que ella se buscó solita estar tan marginada.

Los días seguían pasando y nuestra diversión seguía siendo la freaki Annie, golpes, burlas, insultos y nunca, nunca se defendía.

El día jueves nos tocaba biología y el profesor anunció que trabajaríamos en grupo y obvio yo lo haría con Félix, siempre éramos compañeros en los trabajos, pero el puto profesor dijo que él pensaba juntar las parejas para el trabajo y adivinen qué, me tocó con la freaki, carajo todos se burlaban de mi en clases por tener que acercarme a esa loca, mierda, traté de conversar con el profesor y cambiar compañero, pero el muy maldito dijo que no aceptaba cambios. Salí de la sala furioso, no quería ver a nadie. Empecé a golpear las taquillas con mi puño hasta que me hice daño, la vida no podía ser tan injusta, por qué de todas las personas me tenía que tocar a mi trabajar con la poca cosa esa, era definitivo, la odiaba y más le valía que no se acercara o lo lamentaría, di un último golpe y me senté en el suelo lleno de impotencia.

- Mmmm, ¿Edward? ¿te sientes mal?– mierda, esa voz

- Lárgate anormal

- Lo siento, de verdad es que yo….

- Dije que te largaras, aparte de anormal eres sorda

- Ok, perdón, si quieres yo puedo hacer sola el trabajo y pongo tu nombre, así no trabajamos juntos y te ahorras acercarte a mi.

- Por que mierda me sigues hablando –

me paré de un salto y no me pude controlar y la cogí del cuello, la levanté hasta mi altura y la estampé contra la taquilla, ella sólo soltó un jadeo de la impresión y yo la presionaba cada vez más, ella con una de sus manos trató se soltarse del agarre, pero no podía contra mi fuerza.

- levanta tu maldita cara y mírame – le grité y ella lo hizo, levantó su cara y me miró fijamente a los ojos, mierda, en ese mismo momento perdí el aliento, la freaki era verdaderamente hermosa, piel blanca y tersa, mejillas sonrojadas y esos ojos, eran los ojos más puramente hermosos que había visto en mi vida, eran de color chocolate, limpios, transparentes, inocentes. Solté un poco el agarre del cuello y sin darme cuenta lo acaricié y me encontré con la triste sorpresa, ella tenía una larga cicatriz alrededor de su cuello, casi no se podía ver, pero ahí estaba, qué mierda había pasado, pasé un dedo por toda su cicatriz y ella volvió a bajar la vista, estaba avergonzada se le notaba, la solté y casi cae al suelo como costal y la agarré fuertemente de la muñeca, volvió a jadear pero en ningún momento me miró y eso me volvió loco, yo quería volver a ver esos ojos, no se que mierda me pasaba, pero quería que me mirara otra vez

- mírame – volví a gritar y la empecé a zamarrear de la muñeca

- no, por favor, no

- mírame, maldita sea – y me volvió a mirar y sus ojos estaban nublados por las lágrimas, se veía tan rota, tan triste, sentí que algo dentro de mi se quebró

- qué… qué te pasó en el cuello – pregunté

- no es tu problema, no te incumbe - y yo me quedé como el idiota que soy mirándola como si ella fuera la luz que ilumina mi vida, era como mirar el sol por primera vez, no pude hacer ni decir nada, ella solamente salió corriendo y la perdí de vista. Mierda que había hecho, la había maltratado, es cierto que soy un maldito patán y siempre la molesto, pero nunca, nunca había golpeado a una mujer, carajo qué mierda me estaba pasando y qué le había pasado en el cuello, ¿sería ella una suicida?.

Me sentía una mierda, no se cuanto rato estuve como estatua en el pasillo, pero cuando reaccioné ya había tocado el timbre y me dirigí hacia la cafetería. Al llegar a la mesa que habitualmente ocupábamos con mi grupo me encontré vagando la mirada para ver si veía a Annie por algún lado, pero nunca llegó a la cafetería y cada minuto que pasaba me sentía más angustiado, no se de qué mierda hablaban mis amigos, y la verdad no me importaba, sólo escuchaba a lo lejos sus risas, seguramente aún se burlaban de mi por que me tocó trabajar con Annie

- ey, alguien sabe qué le pasó a la mascotita – preguntaba Rosalie

- no, no la he visto – decía Alice y ahí presté atención

- y no la vas a ver, por lo menos hoy, algo le pasó porque cuando salí de la sala unos minutos antes de que tocara el timbre pasó por delante de mí y corría como si la persiguiera el diablo, además iba llorando jajaja, la hubieran visto se veía fatal

- más de lo normal, no lo creo

- si Alice, de verdad, por lo menos sabemos que tiene emociones, nunca demuestra nada, nunca se queja ni nada, ya pensaba que esa cosa no sentía nada jajajaja

- raro en verdad, pero si llora, mañana podemos hacerla llorar de nuevo, será tan divertido, ya casi ni puedo esperar a que sea mañana – decía Ángela riendo y aplaudiendo.

BELLA POV

Llegué a casa llorando, no por dolor, no por vergüenza, lloraba de impotencia, lloraba de pena, porque el maldito de Edward me había visto la cicatriz y los recuerdos se arremolinaban en mi mente, ya no quería pensar, ya no quería que me dañaran más, nunca les he hecho nada y siempre se burlan de mi, lo acepto porque nunca me ha afectado lo que dicen los demás, pero Edward Cullen me afectó, nunca había estado tan cerca del enemigo y de verdad siento odio, lo odio con todo mi corazón, es un maldito patán y ahora seguramente se ha de estar vanagloriando con la banda de zorras y putos lo que me hizo y de su descubrimiento, mañana será más duro.

Me acerco al espejo del baño a revisar los daños ¡mierda! El cuello lo tengo completamente dañado, soy tan blanca que estas manchas rojas mañana serán de un atractivo púrpura (nótese el sarcasmo), sus dedos están marcados por todo el contorno, me aplicaré crema, pero es imposible que no me salgan moretones. El brazo uf, me arde al igual que el cuello, pero ahí puso más presión y al zarandearme sentí que mi brazo se desprendería, también lo tengo rojo, con sus dedos marcados y además está toda la zona inflamada, maldito Cullen, maricón, poco hombre, ¿por qué diablos no se lo dije a la cara?, ah si, soy una maldita y patética cobarde.

Esa noche no pude dormir, pensaba lo que me pasaría mañana, que nueva burla o agresión recibiría.

Me levanté ojerosa y cansada, por lo menos al no dormir no tuve mis habituales pesadillas, me vestí. Mis moretones eran bastantes visibles, horribles, pero qué iba a hacer, no iba a faltar a clases por eso, me trataría de tapar lo mejor posible, además nadie se acerca demasiado como para notarlo ¿cierto?, lo de ayer con Edward fue un caso fortuito y fue mi culpa por acercarme a hablarle, en fin, el trabajo lo haría sola y lo incluiría, nada del otro mundo.

Llegué temprano, así no me los encontraba en la entrada, entré a la sala de clases y esperé que el salón se fuera llenando. Estaba perdida en mis pensamientos que no me di cuenta de la silla al lado mío había sido ocupada. La clase empezó y sentía una mirada fija en mi, me giré disimuladamente para ver quien se había sentado a mi lado, ¡mierda, mierda, mierda! Edward Cullen estaba sentado junto a mi y me estaba mirando detenidamente, oculté mi mirada como siempre lo hago, no se vaya a enojar nuevamente y me Agreda como ayer, seguramente lo castigaron y lo mandaron a sentarse con la freaki, no podía negarlo estaba nerviosa y traté de concentrarme en la profesora que estaba dictando la clase, pero sentía constantemente la mirada de Edward en mi, qué carajo quería, por qué me miraba, quería que cayera un puto meteorito y le partiera su bella cara, no, no, no, no acabo de decir que él es bello, no se confundan, él es un patán, un abusador, no es lindo, es horrible ¿ok?.

Estaba haciendo un poco de calor en la sala y al estar tan abrigada me estaba sofocando, pero no me quería arriesgar a que se me vieran los moretones. La clase terminó y todos fueron saliendo del aula, hice tiempo hasta que todos salieran y me saqué la chaqueta, bajé la capucha de la sudadera y de la mochila saqué el frasco de crema para aplicarme en el cuello y en la mano, me ardían como el demonio, en el cuello me había enrollado un pañuelo, así que también lo saqué, esparcí con cuidado la crema, primero en el cuello y cuando la estaba aplicando en la muñeca escuché un jadeo proveniente desde mi espalda, me sobresalté y al girar mi cara me encontré de lleno con Edward, su mirada era de horror. Mierda mascullé en tono muy bajito, las manos me temblaron y el pote de crema cayó al piso

- Annie, yo…yo, lo lamento tanto..yo…

- No te preocupes, no es nada – lo interrumpí, como pude tomé mi mochila para irme enseguida, no quería que me siguiera mirando, tomé mi chaqueta, bajé la manga de la sudadera para taparme la muñeca y tomé apresuradamente el pañuelo que había dejado encima de la mesa, mejor terminaba de arreglarme en el baño, subí la capucha de la sudadera y me disponía a irme cuando sentí el agarre de Edward que me detenía

- Annie, espera, deja ver lo que te hice

- No es necesario, ya me voy

- No espera – y no se por qué no me pude mover, seguramente por miedo a que me golpeara otra vez, pero me quedé quieta, él bajó la capucha de la sudadera y sus ojos se abrieron como platos al ver los moretones en el cuello, acercó lentamente la mano para tocarme, pero enseguida la cerró en un puño y la bajó, no quería mirarlo, pero sentía su mirada alternándola entre mi cuello y mi cara, no pude evitar sonrojarme y enseguida me percaté que hace tanto tiempo que no me pasaba esa reacción involuntaria y ayer y hoy nuevamente lo hice al sentir que él me miraba y tocaba. Después lentamente volvió a acercar su mano, pero esta vez tomó delicadamente mi muñeca lastimada y levantó la manga de la sudadera y cerró los ojos al ver los moretones, su respiración se volvió agitada y delicadamente acarició los moretones, sisee de dolor e inmediatamente soltó mi mano

- Annie, de verdad lo lamento, se que no soy la mejor persona pero nunca había agredido a ninguna mujer, prometo que nunca te lastimaré nuevamente

- Ya dije que no te preocupes no soy ninguna mujer, soy escoria para ustedes, así que no vale – y me fui corriendo antes de que siguiera con sus mentiras, por que apenas tuviera oportunidad me volvería a lastimar o a hacerme la vida a cuadritos con sus amiguitos.

Las clases siguieron normales hasta cierto punto, Cullen me seguía con la vista por donde me encontrara, en dos oportunidades trató de volver a acercarse, claro que lo hizo cuando nadie lo miraba, pero no le di oportunidad y me escabullí deprisa.

Por fin las clases terminaron y me pude ir a mi encierro en mi casa, a mi soledad. Hoy haría algo que sólo una vez he hecho, hoy quería entrar en el cuarto que él ocuparía cuando viniera a vivir conmigo, no habían muchas cosas que fueran de él, casi todas eran nuevas para la nueva vida que tendríamos que adoptar, pero aún así su estilo, su esencia estaba grabada en cada centímetros de su cuarto, al entrar lo primero que veo son las fotografías que estaban por todo el cuarto y al mirarlas era imposible recordar cuando nos las sacamos, la verdad es que lo hicimos para que pareciera que llevábamos una vida normal, pero eso no quita que fue bastante entretenido y que nos reíamos hasta quedar agotados tirados en el piso, a pesar de las edades James era bastante divertido e inmaduro para algunas cosas en cambio yo era de personalidad fuerte y madura, pero él siempre supo sacar la niña que en verdad era.

Muchos se preguntarán sobre quién era James a parte de ser un agente y mi amor. A James lo conocí cuando llegamos a vivir a Chile cuando tenía aproximadamente 5 años, su familia vivía en la casa de al lado y cuando fueron a darnos la bienvenida al vecindario lo conocí, era un chico de 9 años y era el niño más hermoso que había conocido, su cabello era rubio como el sol y sus ojos celestes, pero el niño era bastante pesado y no quería ir a conocer a sus nuevos vecinos, se notaba su molestia y cuando me miró me sacó la lengua y yo me puse a llorar, desde ese día siempre que me veía me molestaba y cuando tenía oportunidad me tiraba las coletas, un día estaba con mi mamá jugando en el parque que estaba cruzando la calle y me caí del columpio en el que estaba jugando, mi madre Renne estaba conversando con la madre de James y no se dio cuenta que me caí, mis rodillas me dolían y me puse a llorar y James se percató del pequeño accidente y corrió a mi lado, yo pensé que se burlaría, pero en cambio me ayudó a pararme y limpió mis lágrimas y dijo que los ángeles no debían llorar porque cuando los ángeles lloraban el cielo llovía, no le entendí mucho, pero me hizo sentir mejor y me dedicó una sonrisa amplia, desde ese día siempre me cuidaba y cuando entré a estudiar era mi custodio personal, siempre andábamos juntos y él nunca se molestó por andar en mi compañía, nunca incluso cuando sus compañeros le decían que andaba de niñero de una bebita, nunca dejaba que nadie me molestara y así fueron pasando los años y nuestra amistad fue creciendo día a día, año a año. Cuando él salió del colegio fue bastante duro ya que lo habían aceptado en una universidad en Londres y se tuvo que marchar, pero siempre manteníamos contacto por Internet, yo seguí estudiando hasta que también nos marchamos a Londres con mi familia ya que papá tenía negocios que atender en esa ciudad y nos quedaríamos bastante tiempo, así que nos volvimos a encontrar, él tenía novia y era bastante hermosa, se llamaba Victoria y era muy simpática y siempre salíamos los tres, yo aún era menor de edad pero no era problema James siempre se las ingeniaba para hacerme entrar a las discotheques y los pubs a los que me invitaban, en compañía de ellos bebí mis primeros tragos, fumé los primeros cigarrillos y ellos me acompañaron a hacerme los piercing y los tatuajes, todos los fines de semana llegábamos casi borrachos a la casa, pero nunca me pasó nada malo en su compañía, ellos eran tan geniales, nunca me quiso contar qué estaba estudiando, se las daba de misterioso y cambiaba el tema cuando le preguntaba, en cambio yo estudiaba música desde los 4 años, era así como una niña genio y desde pequeña tomé clase de piano, guitarra, violín y cuanto instrumento musical me pusieran por delante, era una maldita privilegiada musical como me decía James. Como mi padre trabajaba directamente con varios cantantes y famosos siempre me vi envuelta en ese mundo, y cuando cumplí los 14 me invitaron a dar un concierto de piano en una gala de beneficencia y ahí se desató la locura, mi nombre empezó a estar de boca en boca y cada vez me invitaban más a distintas fiestas y espectáculos. Un día papá me preguntó si quería ser una artista y le dije por supuesto que si, estaba tan contenta y varios cantantes me empezaron a invitar a tocar o cantar con ellos en sus presentaciones y así me fui haciendo conocida. Cada vez que podía James me acompañaba, era mi mejor amigo y me cuidaba como siempre. A los 15 años grabé mi propio disco y fue un boom en ventas, ya para ese entonces era toda una chica rockera y cada vez salíamos más de juerga con James y mis nuevos amigos, casi todos cantantes, actores y hasta modelos, mi vida era perfecta, perfecta hasta ese día.

Ese día iba a tocar y cantar en un concierto como invitada de un grupo amigo y el estadio estaba lleno, estaba un poco nerviosa porque James no había podido asistir a acompañarme, él ya estaba trabajando, aunque no me decía en qué, así que estaba un poco triste, pero el concierto fue magnífico. Después de la presentación nos fuimos a celebrar a un conocido pub, pero me seguía sintiendo nerviosa y extraña, ya estaba un poco pasada de copas y avisé que iba al baño, cuando salía de éste alguien me puso un trapo en la boca y todo se volvió negro y cuando al fin pude despertar estaba en un lugar que no conocía, estaba encerrada en un cuarto grande con espejos en todas las paredes, era una habitación, estaba llenas de cosas para mi, ropa, instrumentos musicales, zapatos, libros, etc. traté de romper uno de los espejos y no cedió, estaba tan desorientada y un tanto mareada, llamé, grité y lloré, pero nadie me escuchaba, nadie me atendía, estuve varias horas así hasta que el cansancio me venció y me recosté en la cama que allí se encontraba, no se cuanto tiempo transcurrió desde que me dormí pero desperté cuando sentí ruido y al sentarme en la cama lo vi.

- Buenos días mi muñequita, espero te guste tu nueva casa

- Noooooooooooo, grité.