Dark Chat

jueves, 19 de abril de 2012

REBELDE

Hello mis angeles hermosos aqui les dejo un cap mas , perdon por no actualizar seguido pero he tenido mucho trabajo , les mando mil besitos a todas y por fiss comenten.....
Angel of the dark
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CAPÍTULO V.- REBELDÍA EN SU MÁXIMA EXPRESIÓNBELLA POV
Había pasado un mes desde aquel caótico despertar, me dejé llevar por el dolor que sentía por la grave discusión entre James y yo, me dijo tantas cosas terribles, juro que nunca lo había visto así de furioso, lo que le conté a Edward ese día no fue nada en comparación a las cosas que me dijo James, me llamó de todo, utilizó las palabras más repugnantes para referirse a mi persona y todo porque había visto y escuchado a Edward cuando había gritado que yo era de él, claro que ese rencor por Edward venía desde hace tiempo y sin conocerlo lo odiaba, siempre pensé que era porque él sabía como Edward y Tanya me trataban, pero ese día dijo que desde que me vine a vivir con los Cullen él se dio cuenta del cambio operado en mi, dijo que cada vez que yo despotricaba en contra de Edward él se daba cuenta de que algo más pasaba allí y que ese día en el bar le quedó claro todo.
Traté de negar sus acusaciones de mi supuesto romance con Edward, pero él insistió en que yo lo engañaba, me llamó zorra, y dijo que era estúpida al haberme enamorado de un tipo como él. Hasta ahí me llegó la paciencia y lo neutralicé con mi mejor vocabulario, lo mandé a la mierda y le dije que no quería verlo nunca más en mi vida, que esperaba que se pudriera en el maldito infierno y que cuando eso pasara yo bailaría desnuda en su tumba cantando de felicidad.
Si soy una maldita perra cuando me provocan, él mejor que nadie me conocía y no podía creer que él pensara que yo le era infiel, aunque la palabra infiel no debería caer en nuestra "relación", ya que éramos sólo amigos, además qué mierda se creía él para criticarme si ese fuera el caso, él siempre ha tenido una muy activa vida sexual sin importarle en ocultar sus aventuras de mi, es más se vanagloriaba en mi presencia de sus conquistas, a mi nunca me molestó, total no éramos una pareja normal de enamorados, pero tratarme así, eso no, quedó de una pieza cuando le grité todo lo que se merecía y después de decirle que no quería verlo nunca más me largué hacia la casa.
Estaba furiosa, pero sobretodo triste, a pesar de todo éramos amigos y me había hecho daño con sus palabras.
Después de conversar con Edward me sentí algo mejor y descubrí que no era tan pesado como pensaba, pero cuando me llevó al dormitorio quedó la cagada, perdí mi norte y terminé experimentando lo mejor de mi vida en sus manos, sus caricias me volvieron loca, nunca había sentido tanta pasión, tanta lujuria, es más, si soy sincera si Edward hubiera querido follarme lo hubiera permitido, estaba tan fuera de este mundo.
Pero al despertar pensé que lo vivido la noche anterior había sido un sueño, pero pronto comprobé que no era un sueño sino una realidad a la que había jurado nunca permitir.
La discusión con Edward fue épica, se que soy una perra, podía ver el dolor que mis palabras le causaban, pero todo lo que dije fue verdad, no quería ese futuro que él pintaba para mi, yo quería ser libre y él nunca permitiría eso, él siempre querría dominarme y yo no servía para el papel de mujercita resignada.
Cuando se marchó rompiendo la puerta me apresuré temblorosa a bañarme, al salir de la ducha ya un poco más calmada me encontré con las tres mujeres Cullen en mi habitación. Me miraban con pena.
La conversación con ellas fue un tanto vergonzosa, ya sabían lo que había ocurrido la noche anterior entre nosotros y también sobre nuestra discusión, no me reprocharon nada, pero sabía que ellas y toda la familia encontraban muy normal que Edward me reclamara como una posesión.
Me mimaron e incluso hicieron bromas de que habían tenido que salir casi volando para no ser testigos de nuestro arrebato de pasión. Sonrojada les conté que yo nunca había hecho nada así antes a lo que ellas respondieron que sabían, que hace tiempo se habían dado cuenta que entre James y yo no existía ese tipo de relación.
Dónde estuviera, hiciera lo que hiciera, me encontrara con quien me encontrara siempre lo sentí cerca de mí, se que me seguía, que me espiaba, que entraba en mi habitación cuando dormía. Seguía todos mis pasos, me molestaba sobremanera que no me dejara en paz, pero fingía no darme cuenta de nada, así evitaba la discusión, porque ni para eso quería dirigirle la palabra, en estos momentos nuestra comunicación era totalmente nula.
Siempre me buscaba, trataba de entablar conversación conmigo, preguntarme algo, pero lo cortaba antes de decir nada, se que cada vez estaba más frustrado, más enojado con mi actitud y eso me encantaba, me gustaba verlo enojado por mi desprecio, yo viví harto tiempo sintiéndome así.
Con James tampoco hablaba y aunque me llamaba a diario, nunca le contestaba las llamadas, me dejaba también varios mensajes de texto y sólo leí el primero que decía que estaba arrepentido de haberme insultado, que le diera otra oportunidad, que no la cagaría más, que confiaría en mi, etc, puras mierdas, lo borré inmediatamente y nunca más leí los mensajes a diario que me dejaba, simplemente los borraba, creo que necesito otro móvil.
Jacob y los chicos del internado me llamaban y a mi amigo le conté todo lo que pasó con James, estaba furioso con él, dijo que cuando lo viera le partiría la cara por haberme tratado de esa manera, le respondí que no valía la pena, pero se que Jacob no se quedaría con los brazos cruzados.
Ahora estaba en clases y definitivamente matemáticas no era mi fuerte, además para qué mierda estudiaba si yo sólo quería recorrer el mundo con mi guitarra.
A la salida de clases en el parking nos juntamos con mis amigos planeando una salida de copas, muchas copas, ellos ya sabían de mi actividad favorita y querían oírme cantar y tocar guitarra, así que nos juntaríamos en el bar. Sentí la presencia de Edward y se que había escuchado mis planes y se también que eso le reventaba, pero nada me podía importar menos.
Es cierto que no he podido olvidar lo que esa noche me hizo sentir y que a diario sueño con esa experiencia, pero no iba a sucumbir nuevamente, ese era un tema cerrado para mi y aunque me muriera por volver a sentir su labios, sus colmillos y su cuerpo enredado con el mío no permitiría que volviera a ocurrir.
Él se estaba portando muy bien, nunca más trajo a mujeres a la casa y se por las bromas de Emmett que tampoco las veía fuera de ella, el vampiro caliente y ávido de sexo que había conocido ahora era célibe y en el fondo no puedo negar que eso me produce satisfacción, a veces creo que estoy loca por los pensamientos tan encontrados que tengo hacia él. Además ahora se vestía como tanto me gustaba, cada día era una tortura silenciosa verlo tan jodidamente sexy con la ropa que usaba, además las miradas que me daba me producía corrientazos de electricidad por todo el cuerpo y alojándose en mi centro, se que él sabía lo que producía porque podía oler mi excitación y porque casi babeaba cuando lo miraba, pero de ahí no pasaba.
Cuando estaba en casa prácticamente me la pasaba encerrada en mi habitación, escuchaba música a todo volumen, practicaba por horas con mi saco de boxear para aligerar el estrés y tocaba mi guitarra de forma furiosa para sacarme la necesidad que sentía por él. Me habían llamado la atención en casa porque estaba fumando mucho y es que eso me relajaba enormemente cuando mis otras actividades no mermaban mis pensamientos lujuriosos.
La noche de copas llegó y la pasé de maravilla con los chicos, al principio estaban un tanto asustados por el ambiente del bar, ellos son muy pijos y este ambiente para ellos era desconocido, pero los alenté de que nada les pasaría.
Mientras bebíamos nuevamente sentí a Edward cerca, ¿acaso no tenía nada más importante que hacer que estar espiándome?.
Lo ignoré como siempre. La hora llegó y subí al escenario, canté fenomenal, como siempre, el público estaba enardecido y mis amigos me miraban con cara de bobos, no podían creer que esta enana lo hiciera tan bien, de refilón vi a mi vampiro, me miraba atentamente y a ratos miraba con cara de asesino serial a algunos hombres del público.
Mi actuación continuó, al final canté I love rock and roll, love is paint de Joan Jett, Smell like teen spirit, where did you sleep last night y lithium de nirvana y rematé con kosmic blues de Janis Joplin.
Cuando me estaba bajando del escenario un tipo trató de agarrarme el culo, pero no alcanzó, ya que el vampiro celópata llegó antes y le quebró la mano antes de ponerme un dedo encima, lo miré con incredulidad, yo podía defenderme sola, nadie le pidió ayuda, menos mal que nadie se dio cuenta de lo que había pasado, al menos la parte en que el tipo terminó con la mano destruida.
Edward me miró con rabia, él no aprobaba que estuviera en este lugar, pero me importaba mierda, él no era nadie para prohibirme algo.
Seguí caminando hacia donde estaban mis amigos, las chicas miraban a lo lejos a Edward con cara de tontas, claro, el vampiro era espectacular.
- Bella dime que conoces a ese bombón – dijo Melissa, ella no conocía a mucha gente del pueblo, así que no conocía a "mi familia"
- Meli, ese bombón vive con Bella – le contestó Jessica – ¿no es genial?, el tipo está que se cae de bueno, además supe que está soltero, dejó a la odiosa de su novia ¿sabes por qué fue Bella? – Dios, esa chica era muy simpática, pero era una cotilla de primera
- Sólo se que se largó, esa zorra me caía muy mal, menos mal que se fue – dije con desprecio
- ¿lo has visto desnudo o en ropa interior?, describe ese momento, debe ser alucinante verlo así, con ese cuerpo que se gasta – a lo lejos escuché la carcajada de Edward, estaba pendiente de la conversación, yo me estaba poniendo de muy mal humor con las preguntas impertinentes de Jess.
- No quiero hablar de Edward Jess
- Por favor Bella, contesta lo que te pregunté, después te dejo tranquila, por favor, por favor.
- Segura que no preguntarás nunca nada más de Edward si respondo
- Si, si
- Ok, si lo he visto con ropa interior y desnudo también, tiene un cuerpo glorioso, pero lo mejor es que besa como los dioses, sus dedos son mágicos cuando se introducen en tu coño y su lengua te da los mejores orgasmos del mundo ¿contenta? – dije como si hablara del tiempo, todos me miraban con cara de estupefacción, incluso Edward se giró y me quedó mirando como idiota, sonreí tiernamente, Jessica quería saber más, pero la paré.
- Eres mi ídola - dijeron las chicas al unísono y los chicos bufaron, Edward en cambio tenía una sonrisa de oreja a oreja.
- ¿Son novios o algo así? – carajo, Jessica no entendía que no quería hablar más del tema.
- ¿Me ves con cara de tener novio?, no, no somos novios ni nada por el estilo, nunca lo he tenido y nunca lo tendré.
Me di cuenta en qué momento Edward se iba acercando, ya que las chicas miraban en su dirección con cara de estúpidas, quería partirles la cara de bobas que tenían.
Edward llegó a la mesa y lentamente inclinó la cabeza y pasó la lengua desde mi cuello hasta mi mejilla de manera muy, muy caliente y sin despegar los ojos de las chicas que ya babeaban e híper ventilaban. Me quedé estática, no pensé que Edward fuera a hacer algo así en público, mi respiración se agitó y la humedad en mi centro se hizo presente mientras Edward se incorporaba mientras acariciaba mis brazos muy lentamente. Me sonrió como niño pillado en travesura.
- Mmmmm, deliciosa, siempre deliciosa y mía. Adiós chicas – les dijo sonriendo torcidamente, me miró con picardía – Bella nos vemos en casa cariño – me guiñó y se fue riéndose a carcajadas.
Maldito cabrón, me tomó desprevenida, además dejó claro que lo que había dicho de que no éramos nada era una mentira, joder, ahora no me dejarán tranquila con el asuntito. Miré a las chicas y suspiraban en dirección por donde se había ido Edward.
- ¿Segura que no son nada? – preguntó Jessica sonriendo
- No, ese maldito cabrón me va a escuchar en casa
- Bella, por Dios, tienes al chico más caliente en tus manos y no lo quieres aprovechar, espabila, ese hombre es un verdadero bombón, aprovecha
- No – les di mi mirada de púdrete para que pararan con el temita.
Después de ese incidente empezó a hacer más público su atención hacia mi, me iba a buscar al colegio y llevaba flores, chocolates y todas esas mierdas de noviecitos de pre escolar, todos en el colegio me miraban, ya que Edward era considerado algo así como un Dios, si antes las chicas me odiaban, ahora lo hacían más, yo por mi parte no le daba ni la hora a Cullen, odiaba todas esas mierdas románticas y un buen día se lo dije bien clarito. Él me miró sonriendo alegando que las odiaba porque nadie me había tratado de conquistar como correspondía, que yo era una princesa y a las princesas se les conquistaba con amor y dedicación, uf, aparte de vampiro me salió poeta el maldito cursi, no pude aguantar y me reí en su cara de tarado, si pensaba que me derretiría con su discursito, por la cara que puso tengo que reconocer que fui un poquito cruel, pero que se joda, él sabía que no me iban esas mierdas.
De todas maneras no se dio por vencido y todos los putos días me esperaba a la salida, nunca le hacía caso, no me iba con él, mis amigas me decían de todo menos que era bonita y todo por ignorar al Dios griego.
Por petición de Jasper Esme había remodelado una habitación bastante grande en la parte posterior de la casa y había montado un magnífico gimnasio, pobre Jasper no daba más con la lujuria y el estrés que recibía tanto de mi como de Edward y eso le traía problemas con Alice que aunque no se quejaba a veces le daba un poco de pudor que Jasper motivado por nuestra calentura la tomara en cualquier parte de la casa. Ella me había dicho que estaba fascinada por el hecho de que Jasper ahora era más creativo a la hora de amarla, mucho más que antes, pero en un par de ocasiones había sido muy incómodo cuando al correrse había gritado mi nombre ya que en ese momento captaba toda la lujuria de Edward.
Ese día me había levantado temprano y estaba limpiando la moto y por supuesto mi atuendo no dejaba nada a la imaginación, un short de jeans bastante corto y deshilachado, una polera negra estampada con la familia Adams y como era larga la había anudado dejando libre mi cintura. Todo había comenzado muy inocente.
Mientras limpiaba la moto conecté mi ipod y escuchaba a muse, Dios, el vocalista me ponía caliente, esa voz rasgada y erótica hicieron efecto en mi cuerpo y empecé a mover las caderas mientras mi cabeza fantaseaba con follar con Edward con la música de muse de fondo, Dios, eso sería magistral.
De reojo vi a Edward como siempre observándome a escondidas, lo ignoré como siempre, pero casi me corro cuando vi lo que estaba haciendo, él pensaba que no lo había visto y se masajeaba su polla dura por encima del pantalón, esa visión y la música me volvieron loca, acentué mis movimientos, me agachaba levantando el culo, movía las caderas y al igual que en las películas de adolescentes calientes mojé la polera y aunque por el color no se transparentaba si marcada mis duros pezones al no llevar sujetador, además que con su visión para él era más que claro la forma en que se marcaban mis senos, miré de reojo y por primera vez vi una polla, Dios, él se había abierto la bragueta del pantalón y su polla erecta la frotada rápidamente en una de sus manos, era tan grande, gruesa, deliciosa y podía apostar a que estaba húmeda, se me secó la garganta y las bragas las tenía más mojada que mi polera, en un arrebato de lujuria metí la mano en mi short y acaricié mi clítoris húmedo e hinchado gimiendo de satisfacción y ahí fue cuando oí el gruñido de Edward, se había corrido mirándome.
En ese momento me di cuenta de la mierda que había hecho y traté de entrar a la casa, pero justo cuando estaba por entrar vi a los Cullen salir pitando de allí, Emmett me lanzó una mirada divertida mientras me guiñaba el ojo.
- ¡Joder Bella!, entre tú y Edward van a dejar a la pobre Alice postrada en cama para la eternidad, no te aconsejo entrar si no quieres presenciar sexo vampírico desenfrenado jajajajaja.
Me morí de vergüenza y me iba a marchar hacia el bosque que lindaba con la casa, pero Rose me gritó que no fuera por allí, que Edward se encontraba cerca y no era recomendable que estuviéramos a poca distancia, a no ser que quisiera quitarle la calentura que aún tenía su hermano.
Después de eso no dejan de molestarnos en casa, especialmente Emmett que sacaba a colación el acto de Edward dejándonos a los dos avergonzados y a Alice cabreada por la culminación del acto entre ella y Jasper gritando mi nombre, claro él lo hizo porque sentía la necesidad de Edward y absorbía los sentimientos de mi vampiro caliente, ¡mierda, olviden que lo nombre mi vampiro!.
Pasaron dos meses y la verdad es que cada día me costaba más no caer en la tentativa de Edward, seguía acosándome, seguía mis pasos, sentía su mirada penetrante día y noche.
Casi nunca decía nada, pero con sólo verlo a los ojos se exactamente qué sentía, me deseaba, me quería, me amaba, lo se, lo siento en cada partícula de mi cuerpo, porque yo sentía lo mismo, ya no podía negar por más tiempo el lazo que nos unía, cada vez era más difícil no arrojarme a sus brazos y suplicarle que me tomara, que me hiciera suya, que me transformara.
Mis sueños estaban poblados de escenas sexuales entre Edward y yo, distintos escenarios, distintas poses. Despertaba a media noche jadeando y a punto de alcanzar un orgasmo, estaba viviendo un infierno.
Edward parecía que estaba peor que yo, su semblante no era bueno, estaba demacrado y muy ojeroso, al parecer al no beber sangre humana lo estaba debilitando.
Casi sentí lástima de él, casi me desmorono a sus pies y le ruego que beba de mi cuando oí la conversación que tuvo con Carlisle, su padre le reprochaba que no se estuviera alimentando como correspondía, Edward respondía que ya no podía, que toda sangre le asqueaba, que las humanas no eran apetecibles, que sólo deseaba la mía, que no tomaría una sola gota de sangre humana nunca más si no era la mía.
La sangre animal no era suficiente para mantenerlo con fuerzas, ahora me enteraba de eso, siempre pensé que beber sangre humana era más como capricho, como rendirse a los deseos más básicos, pero Edward enfermaría y hasta podría morir si no bebía de mi sangre, eso me molestó, porque echaba abajo mis planes, no quería que él bebiera nunca más de mi, pero tampoco quería que muriera, pero si le daba mi sangre se que lo lamentaría, era una lujuria animal que me consumía cuando bebía de mi, se que culminaríamos follando y no estaba preparada para eso, creo que nunca lo estaría, aunque no puedo negar que sólo imaginar el acto, con el único que me lo he imaginado es con Edward, sólo a él lo deseo.
EDWARD POV
Maldita sea, ya no aguantaba más, necesitaba follar a Bella, lo necesitaba tanto, su sangre, su cuerpo, maldita niña que me desquicia a cada momento, su rebeldía me saca de las casillas, a veces deseo tomarla por la fuerza y hacerle entender de una buena vez que ella me pertenece, que es mía, pero la voz de la razón me pudre la mente diciendo que no es la manera, que tengo que esperar, pero el tiempo se estaba agotando, necesitaba sangre humana, pero no quería consumir cualquier sangre, quería la sangre de mi cantante, antes no era ningún problema beber de cualquier humana, pero una vez probada la sangre de tu cantante la cosa se ponía difícil, ya que no se deseaba ninguna más, pero no quería presionar a Bella, pero Dios, cómo necesitaba de esa muchachita caprichosa.
Había acordado con mi padre que haría el intento de beber de alguna otra mujer, aunque los dos sabíamos que eso no mejoraría nada.
De todas maneras esta noche saldría de cacería humana, Bella no tendría que enterarse de mis planes, no quería hacerle daño, porque aunque ella negara del lazo que nos unía se que ella sentía lo mismo por mi, le haría daño saber que voy a intentar beber de otra persona, aunque mi intención es sólo beber, no pienso follar a ninguna que no sea ella, pero con lo testaruda que es capaz que utilice eso para seguir negando nuestro amor, nuestra unión.
Mi familia salió, sólo quedaba Jasper quien era el encargado de cuidar a Bella en nuestra ausencia. Mi familia había ido a cazar al bosque y yo lo haría a la ciudad. Jasper por supuesto no estaba de acuerdo con mis planes, pero traté de decirle que intentaría fortalecerme y aunque no le gustaba la idea de que traicionara en cierta medida a Bella terminó por comprenderme.
Esa noche fui a la discotheque que estaba a la salida de la cuidad, era muy popular e iban las mujeres más bellas, no hace mucho tiempo iba con mucha frecuencia y era muy popular entre las mujeres.
Hoy iba por necesidad, me molestaba tener que recurrir a viejas tácticas para beber sangre cuando la única sangre que quería o necesitaba estaba tan cerca y a la vez tan lejos, Bella no me daba tregua, pero había jurado respetarla, había jurado esperarla hasta que estuviera completamente decidida a entregarse a mi.
Apenas llegué ojos lujuriosos me seguían, sonrisas coquetas, movimientos sensuales, las mujeres me enviaban un mensaje claro, todas ellas querían ser las elegidas para follármelas, pero eso no ocurriría, el único coño que quería estaba en casa durmiendo.
Me senté en la barra y después de dos tragos la primera humana se acercó, no me apetecía en nada su sangre, es más me molestaba, ella no causaba nada en mi, a pesar de ser jodidamente hermosa no me calentaba como mi rebelde.
Se llamaba Allison y era una morena escultural, era divertida, creo, si le hubiera prestado más atención, pero mi mente como siempre vagaba pensando en la niña que había volteado mi mundo por completo.
La llevé a la pista de baile, lo más cercano que estaría de tocarla sexualmente sería con un baile y unos cuantos toqueteos, la pista estaba a oscuras y la música era cadenciosa, nuestros cuerpos se movían sensualmente, ella trataba de apretarse más a mi, provocarme, estaba excitada, podía olerla, pero su sangre no me llamaba, no me cantaba, no me producía ese picor en la nariz, ese sabor adictivo en mi paladar y definitivamente no me provocaba ni una mierda de placer, mi verga estaba muerta.
Con algo de rabia por sentirme tan inútil la apegué a mi cuerpo mientras sus manos vagaban por mi cuerpo, me acerqué lentamente a su cuello pasando mi nariz por éste, rozándola, excitándola, no sentía nada, así que sin perder más tiempo hundí mis dientes en su cuello, ella gimió de placer mientras mis manos acariciaban su culo.
La sangre corría por mi garganta dejándome un sinsabor tremendo, era otra sangre la que me apetecía, era otro cuerpo el que deseaba tocar, era otro aroma el que me volvía loco.
De pronto sentí el aroma que tanto deseaba, mi cuerpo se tensó y rápidamente sellé la herida de la chica para después borrarle la memoria. Me voltee en busca de Bella y la encontré parada a pocos metros de mi, me miraba de una manera que sentí como se rompía mi corazón o lo que queda de él, una lágrima se deslizó por su mejilla y la limpió con furia mientras salía corriendo hacia el exterior, ¡mierda!, la había vuelto a cagar, ahora jamás me perdonaría.
Salí a buscarla, pero ya no estaba, me subí al auto y fui rápidamente hacia la casa, evocaba una y otra vez su cara de tristeza, me quería patear yo mismo el culo, pero a la vez la rabia iba posicionándose en mi interior, ella era la que no quería nada conmigo, ella fue la que dijo que nunca tendría su sangre, ella me despreciaba cada vez que se le daba la puta gana, yo necesitaba sangre para sobrevivir, no me podía reclamar nada, no tenía un puto derecho de enfadarse.
Al llegar a casa Jasper me miraba con rabia, él adoraba a Bella y sabía perfectamente lo que había pasado, subí rápidamente al dormitorio de ella, a pesar de la rabia que sentía debía explicarle lo que había pasado, a pesar de que dije que no podía reclamarme nada esa niña hacía lo que quería con mi voluntad.
El aroma de Bella llegaba a raudales a mis fosas nasales y la ponzoña inundaba mi boca, para qué hablar de la erección que se apretaba en mis pantalones.
Su puerta estaba con llave y me importó una mierda romper la cerradura, así que entré como un vendaval. Ella se encontraba dándole fuertemente al saco de boxeo sin protección en sus manos, éstas estaban enrojecidas por la fuerza con que golpeaba, su respiración era agitada y lágrimas se agolpaban en sus ojos sin que cayeran por sus mejillas.
- Bella lo que viste no es lo que estás pensando, yo sólo estaba bebiendo, no me la iba a follar
- No me des explicaciones vampiro, lo que hagas con tu puta vida me tiene sin cuidado – gritó sin dejar de golpear el saco.
- Eso es mentira, si no te importara no hubieras ido a buscarme, no te hubieras sacado el puto collar para que te oliera
- Eso fue una estupidez, un maldito error, todo contigo es un maldito error
- Tú lías todo maldita sea, no quieres nada de mi y me prohíbes que me alimente, estoy perdiendo las fuerzas, necesito sangre y tú no me quieres ayudar, ponte en mi lugar, te he dicho hasta el cansancio que te amo, que te necesito y no me das ni la hora y cuando trato de retomar mi vida en algo que sea te enfureces conmigo, no es justo
- ¿Y tú crees que es justo sentirme cómo me siento?, me tientas, socavas mi control, me calientas me conquistas y después te largas con la primera zorra que te encuentras cuando había decidido darte mi sangre para que te recuperaras, ¡tonta de mi!, sentirme como la mierda por ti y tú divirtiéndote de lo lindo con esa guarra, nunca cambiarás, siempre serás el ser despreciable que conocí cuando llegué
- Ya basta, eres tú la del problema, no me quieres aceptar, me siento como un maldito enfermo tras una niña que cada vez que se le antoja me lastima y me desprecia, yo no soy como el pendejo de James al que te cansaste de basurear por años, todo tiene un límite – se que no debería estar enojado con ella, pero me sacaba de las casillas – y por un demonio deja de golpear ese maldito saco, te lastimarás las manos ¿qué mierda pretendías al ir a buscarme?
- Ya te dije, había decidido darte mi sangre, que no te quiera aceptar como pareja no quiere decir que te quiera ver muerto, no quiero que me muerdas, pero había encontrado la solución para que bebieras mi sangre – dijo mientras se levantaba la maga de la chaqueta que llevaba, el vendaje alrededor de su brazo me volvía loco, la sangre estaba fresca bajo éste.
- ¿Qué mierda? – ella fue hacia su mochila y sacó una bolsa con sangre, mi garganta ardía como el demonio y mis fosas nasales se agrandaban olisqueando la bolsa, era su aroma, era su sangre,¡mierda!, ella se había sacado sangre para dármela sin que la mordiera, no sabía si besarla o mandarla a la mierda, por un lado me daba su sangre y le agradecía por eso, pero por otro lado prefirió dármela de esa manera para no tener contacto conmigo, para no dejar que el lazo nos uniera más.
- Tómala, aunque no creo que ya la necesites, por lo que vi deberías estar satisfecho en ese aspecto, aunque con lo otro no puedo ayudarte y tendrás que ir a buscar a la guarra y terminar lo que empezaste
- ¿mmmm?
- No te hagas el idiota conmigo, bebiste de ella, pero te interrumpí y no alcanzaste a follarla, te doy mi sangre en esta oportunidad, pero para bajarte el calentón y la erección ve a buscar a tu amiguita y ahora lárgate de mi habitación
- Con un carajo, te dije que no me la quería tirar, sólo necesitaba sangre, a la única que me quiero follar toda la puta eternidad es a ti.
- Lástima que con lo que vi hoy o confíe en ti
- Nunca has confiado en mi Bella, desde antes de llegar te pusiste la coraza y me aborreciste, nunca me diste la más mínima oportunidad y creo que nunca me la darás
- No te equivocas, eres un monstruo y nunca me rendiré
- Puta madre y dices que yo soy un monstruo, eres cruel, se que no me comporté como era debido, se que te lastimé y no me lo perdonaré nunca, pero tú también me lastimas, andas todo el puto día escupiendo tu asco hacia mi, hacia la mayoría de las cosas, me detestas porque sabes que me amas, me lastimas, pero al mismo tiempo te lastimas a ti misma, me deseas tanto que en las noches me tengo que masturbar por los sueños calientes que tienes conmigo, puedo oler tu maldita excitación ahora mismo, me vuelves loco, ¿tienes puta idea de lo que me haces?, de todo lo que trastornas, de lo mucho que deseo poseerte, de lo malditamente caliente que me tienes y de mi puta consciencia de que me dice que tengo que esperar por ti, que tengo que respetarte, que debo controlarme.
No aguanté más y me abalancé contra ella, lo aceptara o no esta noche iba a obtener lo que tanto anhelaba, a la mierda la falsa moral por la que me estaba rigiendo, ella era mi cantante e iba a ser mía, aunque fuera a la fuerza, ya no aguantaba más.