Dark Chat

lunes, 25 de abril de 2011

Conociéndonos Otra Vez

CAPÍTULO II
REGRESANDO A TI

EDWARD POV

Mierda casi tres años sin saber de mi Bella, este dolor no pasará jamás, siempre la amaré y ahora me doy cuenta de que fui un imbécil en dejarla, era por su bien lo se, pero simplemente ya no puedo vivir más sin ella ¡maldición! La extraño cada día más, todos tenían razón al decir que estaba equivocado al dejarla, pero ella merecía tener una vida feliz y plena como la humana que es y yo simplemente era demasiado egoísta por quererla sólo para mi, alejándola de su humanidad, pero siento nuevamente ese egoísmo que me corroe mis secas venas, la quiero devuelta en mi vida, la quiero nuevamente sólo para mí y si me perdona alguna vez y me pide nuevamente que la trasforme lo haré, juro que lo haré ya no soporto más esta horrible soledad ¿cómo estará mi dulce e inocente Bella? ¿aún me querrá? ¿tendrá a alguien en su vida?, por supuesto que si idiota ella es demasiado hermosa y buena para no tener a alguien a su lado, pero está decidido volveré a buscarla y la reconquistaré y lucharé contra quien sea para tenerla de nuevo a mi lado y por que me queda de alma, si es que la tengo juro que ella volverá a ser mía, ahora ya no tengo miedo, ahora no temo hacerle daño, la amo demasiado y quiero hacerla mi mujer como ella tantas veces me pidió y yo nunca por miedo a lastimarla lo hice, pero ahora nada te salvará Bella Swan te voy a conquistar y serás mía en cuerpo y alma.
- Edward, es cierto lo que acabo de ver
- Hola Alice, si vuelvo al país, ya no aguanto más sin mi Bella
- Siiiiiiiii, yo sabía, yo sabía que no podías ser tan cabezota, deja todo en mis manos, yo averiguaré donde se encuentra, ya verás, todo va a salir bien
- Mmmm, Alice la has visto en tus visiones
- No, la última vez que la vi fue cuando casi salta del acantilado ¿recuerdas?
- Si, sabes que recuerdo y ese recuerdo de ella me quema el alma
- Espero que así sea, porque realmente eres un IDIOTA por dejarla y alejarnos de ella
- Si, lo se, perdón
- Si, tienes mucho que pedir perdón por acá, la familia ya no es lo mismo sin Bella, todos la extrañamos demasiado, hasta Rosalie, aunque ella no lo admita, se que es así y que decir de Emmett, simplemente ya no es el mismo, nadie lo es, todos sufrimos.
- Lo se, pero eso va a cambiar, voy con todo Alice, la voy a conquistar, ella será eternamente mía ¿lo puedes ver?
- Mmmm, la verdad es que no, sabes que todo depende de Bella, de si ella es capaz de perdonarte y perdonarnos a todos. Al fin y al cabo todos la abandonamos sin mayores explicaciones, espero que aún sea tiempo y que ella de verdad te perdone, yo se cuanto sufres
- Alice, ahora voy a colgar, debo arreglar todo para regresar lo antes posible, ya no aguanto un segundo más sin ver a Bella.
- Ok, no vemos pronto, ya verás que todo va a resultar, es imposible que ella te haya olvidado, te amaba tanto, no puede haberse olvidado de ese amor que se tenían Edward
- Vale, hasta pronto.
Al cortar la comunicación me dirijo rápidamente hacia el aeropuerto a buscar un vuelo de regreso. Al llegar no tuve mucha suerte un avión salía en un par de días hasta Alaska donde se encontraba actualmente viviendo mi familia, yo me encontraba en Italia, desde que dejé a Bella me vine a sufrir solo acá, no soportaba las acusaciones mentales de mi familia, los reproches por haber tomado esta decisión, pero es que ellos simplemente tenían razón, me había comportado con un idiota al pensar que podía vivir eternamente sin mi amor, porque ella era todo para mi, era mi luz, sin ella mi mundo era sólo oscuridad y dolor, ya no podía ver sin la luz que proyectaba su ser. Estuve todo este tiempo encerrado tirado en el piso retorciéndome de dolor, en mi infinita miseria, pero ahora podía ver la esperanza nuevamente. Cuando la dejé pensé que moriría, cuando la escuché llamarme y buscarme en el bosque estuve a punto de flaquear y regresar y pedirle que me perdonara, que todo lo que le había dicho era mentira, que la amaba más que a nada en la vida, pero en ese tiempo mi resolución era firme, debía dejarla ser feliz, que equivocado estaba, sin ella no hay vida, no hay nada.

Al llegar a Alaska mi familia me esperaba ansiosa, Esme fue la primera en abrazarme.
- Hijo, por fin has vuelto, no sabes la falta que me has hecho, no vuelvas a irte nuevamente de nuestro lado
- Si mamá, lo siento, yo también los he extrañado mucho
- Hijo, Carlisle me abrazó y sonrió
- Padre
Uno a uno mis hermanos me saludaron y abrazaron, todos estaban felices y parece me habían perdonado, a excepción de…..¿Rosalie?. su mente gritaba improperios dirigidos a mi ¿Qué diablos le pasaba?
- ¿Qué diablos pasa Rose?
- ¿Cómo que qué pasa imbécil?, vuelves después de todo este tiempo y crees es muy fácil para nosotros perdonarte lo que le hiciste a tu tonta humana
- Rose, a ti nunca te agradó Bella, es más la odiabas…no entiendo….
- ¿Qué es lo que no entiendes?, acaso crees que no tengo sentimientos, claro que no me agradaba, pero con el tiempo la aprendí a apreciar, esa chiquilla tiene más coraje que tú, que todos nosotros, ella estaba dispuesta a dejar todo para estar contigo y con nosotros y le dimos la espalda, nos acobardamos, especialmente tú, tú no la mereces, ella es demasiado buena y valiente para ti.

Todos mirábamos boquiabiertos a Rose, la verdad es que nunca pensé que mi Bella hallaría en Rose una aliada y defensora, eso era simplemente alucinante, ver como Bella había calado cada una de nuestras vidas, ahora me daba cuenta que ella era la luz de toda mi familia, no solamente mía y yo había alejado esa luz.
- Alice que has averiguado sobre Bella
- Bueno como no tengo más visiones de ella, busqué en los registros académicos de Forks y descubrí que ella terminó la prepa en Phoenix donde vive su madre, así que Rose viajó hasta allá haciéndose pasar por una antigua amiga de Forks y Renne amablemente le dijo que ella se encontraba en Seattle estudiando, así que viajé personalmente a Seattle y en la universidad descubrí que pronto va a empezar su segundo año de literatura, le va bastante bien
- Alice qué más averiguaste, ¿por qué bloqueas tu mente?
- Edward, si se más sobre Bella, no la he visto personalmente, pero si tengo más información, pero creo pertinente que lo veamos por nosotros mismos, no es algo malo, sólo…..diferente
- ¿Cómo?
- Nada, nada Edward, ya pronto lo verás, a todo esto estamos todos inscritos en la universidad donde acude Bella, estamos todos en segundo año Edward, literatura obviamente, Jasper filosofía, Rose psicología, Emmett medicina y yo literatura también.
- Ok, ¿cuándo empiezan las clases?
- En dos días, así que familia manos a la obra, tenemos que irnos mañana para empezar con el plan “recuperar a Bella”

Nos trasladamos a Seattle al día siguiente, el domingo en la noche ya estábamos acomodados y yo no podía esperar a ver a mi Bella, en unas cuantas horas la vería después de casi tres años, por fin la vería. Salí a cazar ya que la ansiedad me estaba volviendo loco, además no tenía que olvidar como la sangre de Bella canta para mi y después de tanto tiempo sin olerla podría ser un grave problema. Como ansiaba tenerla otra vez en mis brazos suspirando por mi, sólo por mi, su suave piel caliente recorriendo mi pecho frío y duro como el mármol, su boca degustando la mía con su suave esencia a fresas, el dulce aroma de su excitación, si, podía oler su excitación y ella realmente no sabía lo que eso provocaba en mi, siempre tenía que huir de su lado porque me podía duro y no quería que ella me viera así, así que corría velozmente hacia el bosque para poder descargarme pensando en ella, porque consumar el acto podría significar la muerte de ella, yo soy demasiado fuerte y ella infinitamente frágil y no podía permitirme hacerle el más mínimo daño, pero ahora estaba seguro que podía hacerla mía ya no habían dudas oh, Bella sólo tu recuerdo me excita, el recordarte me pone duro amor, si supieras las veces que me he auto complacido con tu recuerdo.

Al llegar a casa me entero que la mayoría de los estudiantes no asistirían a clases ya que por la noche se inauguraba el año estudiantil, Alice aseguró que Bella tampoco asistiría a clases así que qué sentido había en ir, tendríamos que esperar a la noche ya que allí se encontraría mi amor. La noche llegó y partimos hacia la dirección que nos indicaron, ya que la inauguración empezaba con una carrera clandestina de motos o algo así, no presté mayor atención, nunca me han llamado la atención ese tipo de actividades, nada de eso me sorprendía, ya que como vampiro mi velocidad era mucho mayor que cualquier otra persona, animal o vehículos, pero Alice presionó para que fuéramos indicando que Bella estaría allí, me pareció raro, ya que ella nunca demostró interés por esas cosas, pero en fin, Alice nunca se equivocaba, lo que me extrañaba era que la duende estaba bloqueando firmemente su mente, algo pasaba, no quería que me enterara, pero no la quise presionar, pronto vería a Bella, eso es lo único que me importa. Al llegar a la pista donde ocurriría la carrera notamos enseguida con mis hermanos que estaba prácticamente lleno, los humanos estaban por todos lados bebiendo, fumando, drogándose, el ambiente era bastante animoso para ellos. Un grupo de humanos estaban a cargo de recibir las apuestas, por lo visto serían 5 corredores, pero había uno favorito, ya que la mayoría de las apuestas eran a favor de ese motociclista. Aún no lográbamos divisar a Bella entre la multitud y Alice estaba totalmente hermética con sus pensamientos, ya me estaba empezando a preocupar por la situación, entonces Jasper lanzó una oleada de tranquilidad y paz hacia mi, cosa que agradecí. Estaba mirando hacia todos lados buscando entre la muchedumbre a la dueña de mi muerto corazón cuando anunciaron que empezaría la carrera, después de ésta la fiesta se celebraría en una discotheque de moda cerca del campus de la universidad.

La carrera ya iba a empezar, los cinco competidores salieron a la pista improvisada con sus cascos puestos y manejando sus motos. Emmett estaba bastante divertido al comprobar que uno de los competidores era una chica, que según a su juicio se veía bastante sexy, yo por mi parte seguía buscando entre la gente a Bella.
- Auch, Rose, ¿por qué me golpeas?
- Ja, como si no te conociera Emmett, estás viendo a esa humana con cara de lujuria, ¿cómo te atreves?
- Bebé, sólo me llama la atención porque no todos los días ves a una chica humana en una competencia de motos, además es tan pequeña comparada a los oponentes que me da pena, la van a hacer puré, Rose es sólo eso, bebé
- Imbécil, como si no te conociera, estás como el imbécil de Edward mirando humanas.
Alice me dijo que mejor me concentrara en la carrera y decidí hacerle caso, Bella no estaba por ninguna parte, no se veía y no sentía su esencia, al mirar hacia la pista comprobé lo que había dicho Emmett, la chica que competiría se veía demasiado pequeña en comparación con los otros competidores, ¡humanos!

L a carrera comenzó, Emmett y Jasper estaban concentrados mirando, Alice estaba un poco rara mmmmm, definitivamente algo raro pasaba para que la enana estuviera tan misteriosa.

La carrera dio comienzo y lo divertido es que con Emmett estábamos equivocados con respecto a la humana que competía, ya que apenas la carrera empezó tomó la delantera raudamente, dejando atrás a los humanos, manejaba con gracia y poder, se veía realmente bien esa muchacha, aunque llevara casco, mmm, no se, era extraño mirarla, era una extraña para mi, pero no se….había algo, cuando las motos dieron la primera vuelta y pasaron por donde estábamos nosotros recibí de golpe la esencia de Bella y me envaré al igual que mis hermanos, y ahí me di cuenta de lo que pasaba, ella…..ella…..no podía ser….Bella era esa muchacha en la …..pista.

Los pensamientos de mis hermanos no llegaban, ni yo podía pensar claramente, estábamos como en estado de shock, seguíamos mirando atentamente la carrera sin poder creer que fuera mi Bella la que estuviera realizando semejante actividad. Perdido con mi vista en la carrera se empezaron a escuchar los vítores de los humanos gritando SWAN, SWAN, SWAN. Al cabo de cinco tortuosas vueltas Bella ganó por amplio margen, nos fuimos acercando para estar más cerca de ella sin que nos viera aún, cuando ella detuvo completamente su moto se dispuso a bajarse y wuauuu sorpresa y más sorpresa. Veía como si ella fuera en cámara lenta, ella simplemente se veía increíblemente sexy montada en la moto, cuando se bajó se quitó el casco y DIOS, si era ella, y estaba endemoniadamente hermosa, más que antes, ahora estaba más mujer, recorrí sin pudor sus curvas, estaba más desarrollada, su cuerpo era más hermoso y sensual, sus pechos más grandes, igual su trasero, cintura más estrecha, amplias caderas, su piel estaba tal como la recordaba, pálida, casi translúcida, sus ojos jodidamente tan hermosos como siempre, llevaba el cabello anudado en una coleta alta, dejando al descubierto su hermoso cuello de cisne y su aroma como siempre abrumador y delicioso, ella por supuesto no nos había visto, pero nosotros seguíamos mirándola fijamente sin saber qué hacer en este momento, ella estaba interactuando con los humanos que estaban a cargo de la apuesta, por lo visto no era la primera vez que corría, por lo que decían los humanos ella era invicta desde hace 8 meses, desde que ella empezó a correr, no podía ser, mi Bella había cambiado, ahora era osada y más sensual. Su ropa era ……carajo qué mierda de ropa estaba usando, ella no podía vestirse así, ella era dulce e inocente, no podía andar así. Pantalón de cuero negro ajustado y bajo la cadera, apenas le tapaba el trasero, chaqueta igualmente de cuero, pero de un color rojo, botas negras largas por encima del pantalón y con un taco impresionantemente alto y fino, su maquillaje era otra cosa que me abrumaba, ella estaba maquillada, antes no lo hacía, nunca lo necesitó, ella era hermosa naturalmente, pero ahora llevaba sombra negra en los ojos, además de tenerlos delineados y las pestañas con máscara, todo en negro, sus labios de un rojo brillante, este maquillaje contrastaba con su piel que era tan pálida y con …..¿profundas ojeras?, ella tenía ojeras, casi tan pronunciadas como las nuestras. Además llevaba base de maquillaje en la cara y por lo que veía también en su cuello.

Los chicos estaban igualmente en estado catatónico viéndola
- SANTA MIERDA esa es Bella, no lo puedo creer, ella está…..¿sexy?, ese era Emmett
- Oh Dios mio, ella, ella Ohhhhh, Rosalie no salía de su asombro
- Jasper por otro lado miraba a Bella con ¿apreciación? ¿Él apreciaba como se veía Bella?
- Alice estaba realmente entre contenta y consternada
Y yo, bueno yo estaba jodidamente caliente viéndola, era cierto que yo amaba como ella era, pero ahora viéndola así tan, tan mujer, no se, estaba terriblemente excitado y duro. Un cúmulo de sensaciones y sentimientos me abordaron, ella era mi amor, siempre lo sería, no importa lo cambiada que estuviera, siempre sería mi Bella ¿cierto?.


BELLA POV.

Ja, ganar esta carrera fue fácil, jodidamente fácil, aún así fue excitante ganarle a los cuatro imbéciles arrogantes que habían osado retarme y las ganancias serían enormes, ya que había uno de los corredores que era bastante popular, era un tipo de otra universidad y él había sido el que llegó en segundo lugar.

Después de las felicitaciones y de la entrega del dinero me pasaron el micrófono y anuncié que había que dirigirse a la discotheque para iniciar la celebración, así que todos empezaron de dirigirse hacia la disco en sus respectivos vehículos. El tipo de la otra universidad me llamó.
- Ey Swan, me llamo Ethan, se presentó dándome la mano
- Ey, ya me lo habías dicho, dije rodando mis ojos
- Ehhh, si, la verdad es que me preguntaba si te gustaría salir conmigo
- Jajaja, no lo creo, dije burlándome, se veía tan patético el pobre tipo
- Mmmm ¿por qué no?
- Estoy ocupada
- Ah, tienes novio
- No precisamente, pero igual estoy ocupada
- Yo podría ofrecerte noviazgo, me gustas mucho, desde la primera vez que te vi
- Ja, no eres el primero corazón, pero de nada te servirá, además no creo en el sentimentalismo y mucho menos en los noviazgos, que asco esa palabra puaj., nos vemos by.

Me fui directamente hacia mi moto, estaba con la hora justa para llegar a la disco, los chicos me estaban esperando, además tenía que tocar. A los pocos minutos entraba en el recinto abarrotado de estudiantes, al llegar a la pista divisé a Benjamín en el escenario tocando supermassive Black hole de muse, la canción recién había empezado, el público estaba encendido y la pista llena de bailarines calientes envueltos por la suave, ronca y sensual voz de Benjamín, me fui acercando lentamente a la pista clavando mi mirada en Benjamín, él al verme me dedicó una sonrisa y yo me empecé a contornear lentamente mientras seguía avanzando sin dejar de mirarlo, me saqué lentamente la chaqueta y la arrojé a la mismísima mierda quedando con mi provocador corsé negro con detalles en rojo que me quedaba estupendo y resaltaba aún más mis pechos, me detuve unos dos metros antes de llegar al borde del escenario y comencé a bailar sensualmente recorriendo mi cuerpo con mis manos, Benjamín me miraba atentamente, sus ojos demostraban lujuria pura, así que decidí que lo volvería loco en este mismo instante, me agaché al estilo Betty Boop y al levantarme lo miré descaradamente mordiendo mi labio inferior, de pronto se escuchó el sonido del micrófono caer estrepitosamente en el suelo y Benjamín salto del escenario dejando la canción a la mitad, se acercó pausadamente con movimientos felinos acechándome, su respiración errática y lamiendo sensualmente sus labios, al llegar frente a mi me tomó rudamente con una mano la nuca y nos fundimos en un beso apasionado, nuestras lenguas luchaban por controlar al otro, un beso rudo y carajo que bien se sentía, parecíamos que nos comíamos al otro, con la otra mano agarró fuertemente mi cadera y la estrechó contra su cuerpo, podía sentir su miembro excitado restregándose descaradamente contra mi cuerpo, en un movimiento casi imperceptible me soltó la coleta dejando mi larga cabellera suelta, bajó la mano de mi cabeza y agarrándome del culo me alzó y yo abracé su cadera con mis piernas a su alrededor, la escena era simplemente caliente, muy caliente, que estuviera lleno de gente no nos importaba, total todos sabían lo jodidamente calientes que éramos y que nos fajábamos en cualquier lugar cuando nos bajaba la calentura. No se en que momento fue que fuimos a parar al baño de mujeres, aún estábamos enroscados y nos besábamos con hambre, en el baño estaba el grupo de zorras que siempre espantaba, nos echaban miraditas poco disimuladas
- ¡Carajo, fuera zorras! Les grité y las muy cobardes salieron corriendo, nadie se enfrentaba a mi
- Joder gatita mira como me tienes ¿ganaste?
- Como si no supieras, siempre gano semental
- Mmmmm, gemía mi hombre succionado salvajemente mi cuello y frotando su miembro en mi centro. Estaba tan húmeda y caliente que me faltaba poco para correrme
- Me encanta tu ropa, pero más me encanta verte sin ella
- Y ¿qué esperas? Baby
- Grrrr me vuelves loco gatita. Me subió con rudeza al borde del mueble de los lavamanos y me bajó los pantalones dejándome en mi minúscula tanga y lamiendo y mordisqueando mi centro
- Vente para mi gatita, córrete en mi boca nena
- Oh baby, así, más dame más gritaba totalmente fuera de este mundo, oh Ben….ja…mín ahhhhhhhh, me corrí entre espasmos violentos
- Oh gatita sabes tan rico, me encantas oh mi Isabella, mía sólo mía
- mi turno baby, déjame darte lo que tanto te gusta. Y así intercambiamos lugares y lamí la cabeza de su miembro erecto para después tragarlo con mi boca
- Oh gatita me encanta ver tu boca alrededor de mi polla ohhhh, así nena, así. Arrastraba lentamente mis dientes por toda su longitud, eso lo volvía loco de placer
- ¡carajo nena! Me vuelves loco me voy a correr….
- Córrete baby anda lléname la boca amor. Se corrió en mi boca y mmmm era delicioso, me tragué todo su semen
- Mierda nena me enloqueces, nos besamos y acomodamos nuestras ropas y salimos al bar a buscar unos tragos.

Llegamos a la barra del bar y pedimos una botella de tequila, mi favorita y empezamos a tomar mientras reíamos y nos rozábamos el cuerpo, en eso llegan los chicos de la banda reclamándome por tener tan loco a Benjamín que dejó botado el escenario para irse a fajar conmigo, pero no estaban realmente molestos ya que no era la primera vez que Benjamín dejaba el escenario para satisfacerme teniendo que terminar tocando la canción sin cantante.

Mientras seguíamos tomando y compartiendo el Dj ponía música mientras esperábamos el turno de nosotros de salir al escenario. El Dj pone la canción since i dont have you de guns n roses, ya que sabe que me encanta, además quería que cantara una canción de Avril Lavigne, maldito me estaba sobornando. Agarro la mano de Benjamín y nos dirigimos a la pista a bailar esa sensual y triste canción, nuestros cuerpos pegados, sudados, excitados empezaron los movimientos calientes, más que roces era prácticamente tener sexo con ropa y mierda que los estábamos disfrutando, Benjamín acariciaba mi culo descaradamente y yo recorría su pecho bajando por su musculoso abdomen y llegando finalmente a su entrepierna que ya estaba dura, lo empiezo a acariciar y él gemía como loco, me gira y mi espalda queda pegada a su pecho, empiezo a restregar mi culo en su dureza al ritmo de la canción y él me acaricia los pechos, el vientre, las caderas y finalmente llega a mi centro y mierda ya me faltaba poco para correrme y por los jadeos de Benjamín supe que él estaba en la misma condición, me vuelve a girar y nuestros pechos estaban nuevamente pegados, enrosco mis piernas en su cadera y nuestros sexos empiezan el vaivén lento pero excitante alcanzando así el orgasmo. Seguimos bailando un rato más, Benjamín ya tenía que irse al escenario, pero yo quería beber un poco más, ya que hoy era mi noche, oh si mi gran noche en el escenario, Benjamín dijo que fuera a relajarme un rato más, ellos empezarían sin mi, así que lo volví a besar y me dirigí a la barra por una botella de tequila y quizás un par de porros, estaba nerviosa y la hierba me relajaba enormemente, así que ahí me encontraba fumando y bebiendo mientras miraba a los chicos tocar, Benjamín me miraba intensamente mientras cantaba y tocaba la guitarra reemplazándome con ésta hasta que fuera mi turno, estaba por prender el segundo porro cuando mi mundo se vino abajo, otra vez, no podía ser, eran ellos, los malditos Cullen estaban parados frente a mi, mirándome detenidamente, no, no podía ser, seguramente se trataba de otra alucinación como las que sufría cuando aún vivía en Forks y el maldito Cullen me abandonó.

viernes, 22 de abril de 2011

Conquistando tu Amor

CAPÍTULO XVIII


BELLA POV



Después de la enorme confesión que hice las cosas cambiaron radicalmente, mis padres intentaban por todos los medios llegar a mí, pero algo había cambiado, algo que quizás me negaba a creer por completo en esos dos años que pasé en mi infierno personal, no los sentía como mis padres, me habían defraudado completamente, así que me fui distanciando de ellos, mientras ellos querían acercarse yo me quería alejar, estaba tan confundida con mis sentimientos, lo único que tenía claro eran mis sentimientos por Edward, esos no cambiarían jamás, siempre lo amaría, pero mis padres nuevamente hacían lo todo lo posible para que me alejara más de ellos, especialmente Renne que se negó rotundamente a apoyarme en mi relación con mi profe, Charlie era más comprensivo y en cierto sentido me dio su aprobación, claro que con condiciones que en ese momento no me gustaron para nada, por lo que tuve mi ataque de rebeldía al no dejar que estuviéramos juntos como nosotros queríamos, así que como ya había cumplido mis 18 años y ya era mayor de edad me fui de casa y Quil me pasó su departamento, ahí pretendía vivir en paz con mi Edward, pero él tenía otros planes y definitivamente me dejó en estado de shock, creo que aún no lo he perdonado del todo y ese es el motivo por el cual nos separamos, él no quería arrancarme de mi casa, él quería que solucionara mis problemas con mis padres, según decía yo estaba muy lastimada y debía curarme para estar realmente bien y enfocarme en una relación seria con él.


Indudablemente discutimos, no aceptaba que él me dejara de esa manera, lo necesitaba y él decía que yo necesitaba tiempo y espacio para pensar bien mis sentimientos hacia él, quién mierda se creía para decirme que yo no estaba segura de lo que sentía hacia él, yo mejor que nadie sabía que lo amaba y pensaba que él también lo tenía claro, pero nuevamente me equivocaba y ahora definitivamente pensaba que eran puras excusas de él, quizás fue él el que se dio cuenta de que no me amaba lo suficiente como me hacía pensar, quizás ya se había cansado de cargar con una chica con tantos problemas, estaba claramente decepcionada de su comportamiento, nuevamente estaba sola, él me había dejado cuando más lo necesitaba y jamás lo perdonaría, qué mierda me importa que me haya ofrecido su puta amistad mientras pasaba la tormenta que era mi vida, que se joda y se lo hice saber al estilo fiera

- Maldito hijo de puta, me cagaste la vida cabrón, pensé que me amabas – grité dándole un puñetazo en la cara, mierda su perfecta cara


- Bella, por favor escucha lo que tengo que decir, te amo, pero quiero que arregles tus cosas tranquila con tus padres, no estás bien, pienso que deberían ir al sicólogo y sanar bien sus heridas y reproches, si quieres te seguiré apoyando, pero como amigo, no quiero que el día de mañana despiertes y te des cuenta de que en verdad no me amabas y sólo sentías cariño y aprecio por mi, que en realidad nunca me amaste y confundiste tus sentimientos porque estabas mal en ese tiempo

- Crees que voy a creerte esa mierda, me conozco lo suficientemente bien para saber que te amo, nunca, escucha bien nunca te hubiera contado mis cosas si no te amara, a mis amigos jamás les dije, sólo a ti te lo dije, pero ahora me doy cuenta de que todo fue un error, nunca me quisiste, sólo me tenías lástima, eres un cabrón y puedes meterte tu puta amistad por donde te quepa, no te necesito, esto se terminó en este instante, no me vuelvas a hablar, no me vuelvas a mirar, no quiero saber nada más de ti, nunca, nunca, no sabes el daño que me estás causando, pero te juro que nunca más te voy a molestar, adiós profesor


- Bella no, tienes que entender mi postura, yo te amo mi ángel, pero quiero que estés segura, que no tengas dudas

- Me ves acaso con cara de dudas, me ves insegura, no, no respondas, ya no vale la pena

Y me largué, si me fui, él había dejado las cosas claras, siempre sería la niñita mimada para él, la pendejita con problemas y traumas. Estaba destrozada, me fui al departamento de Quil y no paré de llorar en horas, estaba realmente exhausta de tanto sufrir, siempre al límite de mis fuerzas, ya no tenía fuerzas para nada, no quería sentir nada, quería dejar de amarlo como lo hacía, mierda el dolor en el pecho era cada vez mayor, ese vacío que me dejó en el corazón era lo único que me indicaba que seguía viva.

Los días pasaron, las semanas y seguía vacía, seguía sufriendo su ausencia, las noches eran igualmente largas, casi no dormía y todas las jodidas noches soñaba con él, con su olor, su sonrisa, su cuerpo amoldándose perfectamente al mío. En el colegio las cosas iban de mal en peor, seguía siendo la primera en todo, pero cuando tenía que asistir a sus clases me bloqueaba, me dolía verlo tan imperturbable, tan majestuoso, casi parecía que lo que habíamos vivido era tan sólo un sueño producto de mi imaginación ya que nunca dio muestras de sufrir, de sentir la misma soledad que yo estaba sintiendo y lo odiaba por eso, me había mentido, me había engañado, pero en algo tenía razón, debía mejorar, debía sanarme, me costó admitir esto, pero con el pasar de las semanas y con mi amistad afianzada con Tone logré entender o más bien dicho Tone me convenció de que era lo correcto, debía volverme a conocer, conectarme nuevamente a algo, sentirme viva nuevamente y salir victoriosa de mi nuevo descubrimiento. Con Tone las cosas eran sencillas, ya le había contado todo lo que me había pasado y nunca me miró con lástima y eso lo agradecí enormemente, nunca me trató como loca o como si estuviera rota, siempre fue él mismo, me hacía reír de tantas tonteras que hablaba, pasábamos mucho tiempo juntos, me visitaba a diario y mis padres lo adoraban, por cierto había vuelto a vivir con ellos, había decidido mejorar las relaciones con ellos, además asistiríamos juntos a las terapias, lo malo de volver a casa es que mis padres le habían pedido o casi rogado a Edward de que no abandonara la casa, él no estaba muy de acuerdo, se que era por mi, así que lo más cínicamente posible le dije que a mi no me importaba, que hiciera lo que quisiera, yo no iba a interferir con su vida, en ese mismo momento en que lo dije pude ver un rastro de dolor cruzar por sus hermosos ojos mezclado con anhelo, deseo y amor, pero me hice la desentendida y me largué a mi dormitorio.


Ya quedaba poco para la finalización del año escolar y con Tone habíamos descubierto algo en que ocupar nuestro tiempo, un día de ocio íbamos caminando cuando nos encontramos con un panfleto de una casa de acogida para niños huérfanos de escasos recursos y pedían voluntarios y socios para los niños, así que nos presentamos y el escenario era desolador, habían muchos niños y las instalaciones eran mediocres, así que nos ofrecimos como voluntarios para lo que se necesitara y además ofrecimos un dinero mensual para el albergue, el director estaba maravillado con nuestro entusiasmo y en pocas horas los niños me robaron el corazón, eran tan tiernos e inocentes y al pasar los días iban llenando ese vacío con su amor, ellos me amaban y yo a ellos, eran tan maravillosos que sólo podía sonreír como idiota todo el día, apenas terminaban las clases Tone me iba a buscar y nos íbamos todo el resto del día a jugar con los niños, los quería a todos, pero interiormente tenía mi favorito, se llamaba Benjamín, era un niñito muy lindo de mejillas rosaditas y ojitos verdes, a pesar de ser un niño de 4 añitos tenía muy mal genio, pero a mi me hacía reír mucho, era muy posesivo conmigo y no le gustaba que otros niños me abrazaran y simplemente me encantaba ese niño, se había robado mi corazón.

En casa las cosas cada vez iban un poco mejor, pero me empezaron a fastidiar por llegar tarde y tan exhausta, pero a mi no me importaba, los niños valían la pena, no les había dicho a nadie en casa de mi nueva labor, era algo mío, tan personal, algo muy íntimo y no quería compartirlo, no ahora. Mi madre se quejaba de mis manos raspadas o de algunos de los moretones que presentaban mis piernas, la verdad es que en el hogar habían muchas cosas que hacer aparte de jugar con los niños, así que prestaba mi ayuda en lo que se necesitase y eso incluía hacer aseo, arreglar algunas instalaciones, pintar, bañar a los niños incluso a veces ayudar en la cocina, con tantas cosas y el poco tiempo que a veces tenía para realizarlas casi pasaba en el suelo, siempre me estaba cayendo, claro que los niños estaban encantados con mi recién estrenada torpeza y reían hasta cansarse o hasta que Benjamín se enojaba y los miraba con cara de querer matarlos por reírse de mi, joder ese niño cuando crezca sería tan buena persona, tan protector, tan caballero, tan….mierda tan Edward para sus cosas, joder de nuevo pensando en él, la verdad es que cada día que pasaba lo amaba más, si, lo se, soy una tonta, pero contra el amor se puede luchar, pero no ganar. En varias ocasiones cuando llegaba a casa tarde en la noche lo veía sentado en el living viendo televisión o en el comedor revisando pruebas para el colegio, siempre me miraba con cara de sospecha y como queriendo preguntarme algo, pero desistía y no abría la boca.


Cuando Quil me preguntó a que se debía mi notable felicidad no me quedó de otra que contarle, a él no lo podía engañar, además necesitábamos más manos y mi amigo era perfecto para desempeñarse en el hogar, cada día que pasaba más jóvenes se iban uniendo al voluntariado y el hogar estaba mejor que nunca, habían llegado también aportes de varias empresas y personas anónimas y ahora se estaba mudando a unas instalaciones más grandes y más adecuadas para los niños.

Diciembre ya había llegado y quedaban pocos días de clases y la pronta inauguración del nuevo hogar también estaba llegando. La relación con Edward estaba algo mejor, por lo menos ahora hablábamos, no mucho pero algo es algo, me preguntaba como estaba y yo le decía : feliz porque así me sentía. En el hogar habían pedido a los voluntarios que para navidad si cada uno podía llevar un niño a nuestro hogar para darles una navidad en familia y me pareció una idea maravillosa, así que yo llevaría a Benjamín a mi casa, así que cuando terminaron oficialmente las clases y se llevó a cabo la graduación estaba expectante, Tone fue a verme graduada y me llevó una enorme sorpresa, había pedido permiso en el hogar y llevó a Benjamín a mi graduación. Como era la mejor alumna de la promoción me tocó hacer el discurso de apertura y cuando lo estaba dando vi entrar a Tone con Benjamín en los brazos y no pude evitar emocionarme y las lágrimas cayeron en forma automática, mi pequeño Benjamín llevaba un ramo de margaritas en su regazo y se veía tan hermoso mi niño. Cuando entregaron los diplomas no podía despegar los ojos de mi niño y mis padres que estaban en primera fila al igual que Edward desviaron la mirada para poder enfocarse en lo que yo tanto miraba, a primera vista vieron a Tone, y los ojos de Edward se entristecieron, en cambio mis padres sabían que con Tone éramos solamente amigos y se veían intrigados por la presencia del pequeño niño que no conocían, cuando el acto acabó Tone puso en el suelo a mi pequeño que no dudó un segundo y corrió a mis brazos que lo esperaban ansiosos, me besó sonoramente en la mejilla y me regaló las flores que me llevaba, fue un momento maravilloso y con él en brazos me puse a dar vueltas y vueltas, mi pequeño reía extasiado, nunca lo había visto tan contento, cuando mis padres se acercaron se los presenté como mi pequeño amigo y mi sol, ellos se miraron de reojo por mi actitud y Edward estaba ¿raro?, nunca le había visto esa mirada y también se acercó a saludarnos, Benjamín lo miraba con desconfianza, ¿ya les había dicho que mi pequeño era territorial? Pues ahí demostró su poderío, cada vez que Edward trataba de decirme algo Benjamín se interponía y llamaba mi atención, pero me dejó en total shock fue cuando me susurró que ese señor de ojos verdes me miraba con amor y que a él no le agradaba, sólo atiné a besarlo en la mejilla, no quería cavilar nuevamente en esa posibilidad, eso era tema muerto, él no me amaba, lo había dejado bien claro.


EDWARD POV

Me estaba muriendo lentamente en la agonía, mi Bella me detestaba nuevamente y esta vez la culpa era exclusivamente mía, tenía que reconocer que la había cagado nuevamente, pero ella estaba tan mal y tenía un miedo enorme que pasara el tiempo y ella se diera cuenta de que no me amaba, que se había confundido por los problemas que tenía en este momento, cobarde, maricón, poco hombre, eran algunos de los apelativos que merecía que ella me gritara cada hora del día, pero ella se cerró nuevamente, cada día la veía más apagada y distante y yo era un maldito muerto viviente, sufría cada segundo del día, la extrañaba horrores, casi todas las noches lloraba la pérdida de la única mujer que me robó el corazón.


Cuando las semanas empezaron a pasar quería hablar con Bella y decirle que olvidara todo lo que había dicho, estaba arrepentido de mis mierdas de palabras, pero algo cambió, era ella, de un día para otro ella cambió, se veía feliz, radiante, cada vez más hermosa, una sonrisa siempre acompañaba su hermosa cara y ¡joder! Yo no era el causante de esa alegría, mierda, mierda, mierda, seguramente era ese Anthony con el cual salía a diario, lo sabía muy bien porque había aceptado quedarme en casa de Bella solamente para estar cerca de ella, pero me hacía cada vez más daño, se juntaban todos los días y empezó a llegar tarde y cansada en las noches, lo se porque siempre la esperaba con la excusa de ver televisión o de corregir exámenes, pero cuando iba a su dormitorio ella en cosa de segundos ya estaba profundamente dormida encima del cobertor y con la misma ropa con la que llegaba y yo sólo me podía preguntar ¿en qué mierda anda metida con ese pendejo?

Me torturaba con esa pregunta, quizás ya me olvidó y se refugió con ese idiota, claro, eran tan parecidos, sus gustos musicales, sus ropas, hasta sus jodidas edades eran más cercanas que la mía con ella, joder, ese pendejo me la estaba ganando y lo peor es que no estaba haciendo nada para recuperarla.


Cuando llegó la graduación ella tenía que dar el discurso y se veía jodidamente sexy, mierda cada día que pasaba la veía más mujer, estaba tan diferente, no se más madura, sólo podía verla e imaginármela encima mío montándome y jadeando por más placer, mierda, ahora estaba caliente y en público. Mientras daba su discurso algo en la lejanía la emocionó y sus lágrimas empezaron a bañar su rostro, qué mierda la emocionaría, no podía ver que enfocaba su mirada, cuando estaban recibiendo sus diplomas vi el motivo de su anhelo : Anthony, quien llevaba un niño en sus brazos ¿quién sería? Yo tenía entendido que él tenía una hermanita y lo más extraño es que ese niñito miraba a mi Bella con tanto amor y orgullo. Luego el niño se arrojó a los brazos de mi amor y dieron vueltas y vueltas, ella se veía tan jodidamente hermosa, con un toque maternal, porque era evidente que ella adoraba al niño y el sentimiento era mutuo y no pude evitar pensar cómo se vería ella cargando nuestro hijo o hija, mierda si hasta para casarme la quería, la necesitaba como una droga. Trataba de hablar con mi amor pero el niño llamado Benjamín siempre se interponía y llamaba su atención, si, lo se, es tremendamente malo que me sienta celoso de un niño, pero no lo podía evitar, yo quería hablar con ella para solucionar las cosas, quería tenerla nuevamente, que me quisiera como antes, que suspirara por mi, pero no pude decir nada, el niño no me dejaba ¡genial!

Navidad había llegado y Bella estaba más feliz que nunca, había comprado montones de regalos y se había dedicado exclusivamente a adornar el árbol y decorar toda la casa, también había ayudado a preparar la cena y había preparado los postres y las galletas, andaba por toda la casa cantando y saltando de felicidad, había dicho que esa noche tendría un invitado especial y yo me estaba muriendo de los celos, quizás iba a presentar a ese pendejo Anthony como su novio y juro que si eso pasaba lo mataba ahí mismo por arrebatarme a mi Bella.


Llegó la noche y todos estábamos esperando que llegara Bella con su invitado, así que cuando se abrió la puerta todos nos quedamos con la boca abierta, ella venía de la mano con Benjamín, el niño de la graduación y para ser sinceros se veía bien mono con su trajecito formal con corbata y todo, él miraba hacia todos lados impresionado y tomaba de la mano a Bella con nerviosismo

- familia, les presento a mi acompañante para esta noche, como saben se llama Benjamín y es alguien muy especial para mi


- bella, hija ¿de dónde conoces a este niño tan hermoso? La vez pasada no quisiste decir nada, pero es navidad debería estar con su familia – le dijo Charlie

- mmm, la verdad es que de eso quería hablarles yo…

- yo no tengo familia, soy huérfano y vivo en un hogar – aclaró Benjamín y todos quedamos conmocionados por la revelación, ese niño no tenía a nadie de su familia y era tan valiente al decir las cosas claramente – pero Bella aclaró lo que todos nos preguntábamos ¿por qué lo conoce?

- Bueno familia, a mi pequeño lo conocí porque desde hace tiempo que soy voluntaria en la casa hogar donde está Benjamín y ahí es donde paso casi todo el tiempo – mierda ¿podría ser más perfecta?


- Si, además ella ayuda en todo, hace aseo, a veces cocina y también nos cuida a todos los niños, pero más a mi, porque soy el regalón ¿cierto Bells?

- Si mi vida, pero eso es un secreto, no queremos que los demás niños se sientan mal ¿cierto?


- Cierto, pero todos saben que me quieres más a mi – dijo el pequeño con orgullo y ella lo miraba con adoración

- Hija estamos tan orgullosos de ti, jamás pensamos que tendrías vocación para el servicio social


- Gracias mamá, la verdad es que yo tampoco y ha sido maravilloso, Tone y Quil también son voluntarios y al igual que todos los jóvenes que ayudamos nos hemos llevado un niño para que compartan una navidad en familia y he aquí mi tesoro

Después de la cena Bella llevó al niño a una habitación que había preparado especialmente para él, estaba gratamente asombrado, ella la había acondicionado para un niño de su edad y por lo que veía no sería la primera visita del niño, ya que se adoraban mutuamente y la pieza tenía un cartel en la puerta con el nombre del pequeño.


En la mañana los gritos de júbilo y movimiento en mi cama me despertaron, al abrir mis ojos estaba Benjamín y Bella saltando en mi cama riendo y gritando para que me levantara a abrir los regalos, no me cabía más dicha, ellos me incluían en su mundo, ella me consideraba nuevamente, así que me levanté rápidamente para bajar hasta el árbol, cuando íbamos bajando la escalera el niño tomó mi mano y me detuvo, Bella se dirigió a la cocina así que no se dio cuenta que nosotros nos habíamos detenido.

- oye, tú eres el príncipe de Bells
- ¿por qué me preguntas eso?
- Bueno, es que ella en el hogar nos contó un cuento, de esos de princesas, pero era extraño, porque no habían princesas

- ¿cómo?


- Si, no habían princesas, había una chica que era un ángel y estaba enamorada de un príncipe llamado Edward, pero el ángel lloraba porque los príncipes no amaban a los ángeles, sino a las princesas, no entendí mucho, pero Bells dijo que a veces las historias no tienen que ser como en los cuentos de hadas, todos felices y contentos sino que habían distintos tipos de amor y felicidad, por ejemplo ella dijo que había tenido una hermanita que se había ido al cielo al igual que mis papás, pero que el destino nos había llevado a conocernos y ahora seríamos felices, que formaríamos una nueva familia que no era como la primera, pero sería igualmente querido – mierda el niño me había desarmado y que decir de mi Bella, cada día más hermosa, su corazón estaba completamente descubierto y era maravillosa

- Ella tiene razón, pero hay algo en lo que se equivoca, el príncipe siempre ha querido al ángel, sólo que fue un tonto y ahora quiere pedirle perdón

- Entonces ¿por qué no te apuras? ¿crees que te va a esperar por siempre? Puaj, los adultos son tan complicados, si ella fuera más chica ya sería mi novia y ya no lloraría por ti, pero te advierto si la haces tu novia no quiero verla llorar más por tu culpa, y aunque soy pequeño igual te puedo dar una golpiza, total Bells me enseñó


- Jajajaja, tienes razón pequeño, ella golpea fuerte, a mi me ha golpeado y duele bastante, pero la recuperaré y no la haré llorar nunca más

- Más te vale, ahora vamos – joder ese niño tenía una personalidad asombrosa, me puso en mi lugar y más encima me amenazó jajaja, ese niño sería el hijo ideal de mi fiera y mío.

Después de la entrega de los regalos, que casi todos eran para Benjamín el día pasó entre risas y anécdotas, pero yo no estaba muy tranquilo, el regalo para Bella lo llevaba aún en mi bolsillo, se que era presumido y arrogante esperar que ella lo aceptara después de todo lo que le hice, pero debía arriesgarme por ella, luchar por su perdón y su amor, ya había hablado con sus padres y tenía el consentimiento pleno, además era el momento preciso para pedírselo


BELLA POV

El día era maravilloso, todo estaba perfecto, bueno no tanto, pero había decidido a hablar nuevamente con Edward y ver si algo podía rescatar de su amor, si no me amaba, bueno, tendría que salir adelante, pero por lo menos tendría la certeza de sus sentimientos, ya que desde hace varios días me miraba de una manera tan…, no se, tan especial y eso me puso a pensar que siempre veía amor en sus ojos cuando me miraba, aunque a veces trataba de esconderlo no lo lograba del todo, así que quería salir de dudas porque yo lo amaba ahora más que antes, me sentía más libre, madura y con fuerzas renovadas para luchar por nuestro amor, si es que aún él me amaba.

- Bella, yo quería decirte que me arrepiento enormemente haberte herido y gustoso me pasaría la vida entera corrigiendo ese error, se que no soy el príncipe de tus sueños y tú tampoco eres mi princesa, porque eres el ángel que alumbra mis días y un ángel es más hermoso y más importante que una tonta princesa – no, no, no, él se está declarando delante de toda la familia, mierda me está poniendo nerviosa, miro a mis padres y ellos están felices, al igual que Sue y Billy, miro a mi pequeño Benjamín y joder, también está feliz y aplaudiendo vigorosamente


- Se que nuestra relación no empezó de la manera convencional y agradezco cada día por ello, antes mi vida no tenía significado y era monótona, por eso es que acepté venir al otro lado del mundo, porque nada me llenaba, siempre había sentido un vacío en mi alma que nada llenaba, pero cuando te conocí sentí por primera vez la felicidad, entre peleas, besos y más peleas descubrí a la mujer maravillosa que eres, esa que estaba hecha a la medida para mi, esa que me llenaba de luz y felicidad, esa que luchaba encarecidamente para alejarme de su lado por miedo a enamorarse y yo luchaba cada día para poder acercarme un poquito más a su corazón, esa niña mujer que me enseñó a amar, a llorar, a luchar por lo que se quiere, a vencer los obstáculos y superar lo malo que tiene la vida y rescatar lo hermoso que esta misma entrega. Bella eres mi ángel, mi vida y mi futuro y nada me haría más feliz en esta vida que aceptaras a este hombre que se muere de amor por ti, éste que está hecho sólo para ti, que tiene ojos sólo para una mujer, mi mujer, mi niña, mi diosa, mi todo, me aceptas Bella nuevamente en tu vida, pero como mi mujer, mi compañera, mi amiga, mi amante, MI ESPOSA – carajo veía todo nublado por mis lágrimas, no se en que parte de su declaración se había arrodillado y ponía frente a mi la cajita con el anillo

- S..si, Edward Acepto todo, todo – y no pude hablar más porque la emoción me embargaba y me arrojé a sus brazos como una loca y caímos juntos abrazados en el pasto del jardín en donde nos hallábamos, entre besos y abrazos me puso el anillo, era realmente hermoso y según dijo ese anillo era de su madre y había pasado de generación en generación por las mujeres de los Cullen y ahora era mi turno.

Hello mis angeles hermosos
ya se me quieren matar por no subir vicio , pero mi compu esta muerta ,tratare de subir todos los fics mañana . les pido una disculpa y no voy a abandonar el sitio ,solo que a mi me pasa de todo.
les mando mil besitos
Angel of the dark

jueves, 14 de abril de 2011

Pecados Carnales

Hello  mis angeles hermosos!!
Chicas aqui les dejo el final de esta maravilloza historia , MUCHAS GRACIAS A MI QUERIDA LIZ19FOREVER , POR COMPARTIR ESTA HISTORIA CON NOSOTRAS.
Asi que chicas disfruten de este hermoso final y no olviden dejar sus comentarios al final
Mil besitos a todas
Angel of the dark
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Capítulo Final: Familia

Bella

— ¿Aquí y ahora? —preguntó

— Así es —confirmé tomando aire

— ¡No! —exclamó asustado — no puede ser, esto no es un hospital —advirtió

— No puedo detenerlo, es algo automático

Confesé y sentí un ruido, igual a cuando se rompe un globo, fue un ruido seco pero fuerte, un líquido tibio escurrió entre mis piernas, le miré.

— ¿Qué fue eso?

— Rompí fuente

— Ven, te subiré al auto

No se como pero me sujeto entre sus brazos, caminó conmigo el corto trayecto que nos separaba y me depositó gentilmente en el suelo, abrió la puerta y justo cuando iba a entrar me di cuenta que no había posibilidad alguna que pudiera llegar.

— No —discrepé y exhale todo el aire que contenían mis pulmones.

Me llevé las manos a mi vientre, sentía como si este estuviera a punto de caer. Este dolor era insoportablemente necesario, lo sabía pero aún así era difícil resignarse. Su mirada expectante estaba clavada en mí. Apreté su mano extendida en el aire, a través de la cual, creía darme consuelo.

— ¿De que hablas amor? —preguntó temeroso de mi respuesta, la adivinaba, lo noté por la forma tensa en que me miraba

— No alcanzaré a llegar —confesé en un murmullo ahogado.

— Bella, yo no soy médico, nuestro hijo no puede nacer aquí —susurró.

— Son más de dos horas de viaje, es imposible que yo pueda realizarlas nacería en medio de la nada, es mejor aquí —expliqué.

— Tendrás que ayudarla —decretó una voz detrás de nosotros y no sólo él sino ambos miramos hacía el origen de aquella observación.

Tanya

¿Cómo era posible que tuviera tanto miedo?

— ¡Tanya espera! —susurró Alice sujetándome por el brazo, me voltee a mirarla.

Nuestros ojos se enfrentaron, verdes contra verdes. Su entrecejo se distendió solo un segundo, miró al pequeño en mi regazo y luego sonrió divertida hacía el horizonte.

— El orgullo no es un buen consejero — ladeó su rostro angelical hasta que otra vez nuestras miradas se encontraron

— Lo sé —confirmé apretando entre mis brazos a mi pequeño ángel

— Se parece tanto a él, es como si su espíritu se hubiera colado entre sus genes y hoy estuviera aquí presente —comentó acariciando el rostro del pequeño en mi regazo.

Ante sus caricias su reacción fue un gran bostezo mezclado con un suspiro embriagador. Sin entendernos, ni a su tía ni a mí se llevo sus pequeñas y torpes manos hasta la comisura de sus hermosos ojos y dio un brinco impaciente. Su cuerpo se revolvió angustiado y molesto. Mi pequeño gran gigante tenía sueño.

— Podríamos hacerlo dormir en mi casa —propuso desordenando ese pelo delgado como la pluma que era idéntico al de su padre.

— No lo sé —dudé mirando hacía atrás.

— ¿Qué te dijo? —me preguntó

— lo siente

— ¿Tú le crees?

— Nunca he dejado de creerle pero ese no es el problema ahora

— Lo sé, Edward es demasiado terco a veces, solo espero que las cosas se compongan

— ¡¿Mami, los tíos se contentarán! —su voz nos interrumpió, tanto Alice como yo desviamos nuestra mirada hacía el dueño de aquella voz.

Era pequeño pero no tanto, había heredado el porte de su tío, la sonrisa de su padre y la percepción de Alice.

— ¿Lo harán? —me preguntó suspicaz uniéndose a la interrogante planteada por su pequeño.

El hijo de Alice se acercó hasta el cuerpo de su madre y se enterró en sus piernas, un gesto demasiado arraigado en la familia. Me sonreí.

Entonces ante aquel gesto tan cómplice, tan hermoso, ante aquella sonrisa sincera y serena que estaba profiriéndome Alice volví al pasado. Volví a un día hacía seis años atrás.

— ¿Le amas? —había sido su pregunta.

Guardé silencio sepulcral. No sabía ni entendía el transfondo de esa pregunta, no entendía tampoco su generosidad ni la simpleza propuesta.

— Porque yo sí —confesó en una verdad indestructible.

— ¿No entiendo? —fue lo único que pude articular ante aquello.

— Es muy simple Tanya, yo le amo ¿Le amas tú? —me preguntó de nuevo y entonces suspiré.

— No de la manera en que tu estas pensando —aclaré

— ¿De que manera pienso? —inquirió otra vez con la misma calma y sutileza que había empleado en un comienzo.

Esa calidad me desconcertó. Ella estaba allí, el día de su boda para preguntarme ¿si amaba a quien sería su esposo en cuestión de horas?

— Yo no… yo… ¿qué es lo que quieres de mí? —le pregunté mirándola directo a los ojos

— Aprender —respondió

— ¿Disculpa? —y ahora sí creí que ella había enloquecido.

¿Acaso me estaba pidiendo algo?

— Edward contigo es feliz —hizo notar — Solo quiero aprender de aquello —concluyó

— ¿Feliz? ¿Conmigo? —exclame —él te eligió a ti —agregue contrariada —No tienes idea de lo que estas hablando —refuté enseguida.

— Tanya tan solo quiero evitar que hoy se convierta en otro error. Quiero que la decisión que se ha tomado sea la correcta.

— ¿Quieres algo así como mi consejo? —pregunté indecisa

— Sí —asintió.

Frente a mi tenía la oportunidad perfecta de poder separarlos, solo debía hablar y entonces Edward sería mío, yo era mejor que ella, yo era mucho mejor para él que ella.

Tal vez no volvería a mí de manera inmediata pero con el tiempo estaba convencida de aquello. Lo había hecho ya una vez ¿Por qué ahora sería diferente?

Bella tenía razón, conmigo Edward era feliz. Durante ese lapso de tiempo, en que ella no estuvo habíamos sido felices, juntos los tres, habíamos sido una familia hasta aquel día…

Me estremecí, me odie a mi misma. Mi lado egoísta salio a flote con solo una palabra, con una sola silaba. Opacó a mi lado más honesto y leal de manera aberrante. Tal vez después de todo no eran buena ni para el ni para mi misma, tal vez no era mejor que ella. Suspiré.

— Para estar juntos no necesitan estar casados, no necesitan unirse en un vinculo de papel… para ser felices deben estar juntos, no unidos… no se mi me entiendes —le expliqué y me sentí estúpida.

Tal y como me sentía ahora, la mirada de Alice se distrajo de la mía y sus ojos parecieron perderse en el infinito como si ante ellos estuviera pasando una película invisible.

— Sucederá ahora —articuló expectante y dio un paso hacía mí.

— ¿Qué? ¿Qué cosa? —pregunté y entonces me giré.

Edward

Caminé vacilante. Era primera vez que yo era el culpable de algo y no tenía excusa posible. Era culpable completamente y me arrepentía de haberlo ocultado pero ¿Si se lo decía ella lo entendería?

Entonces cuando iba a darle la explicación, aquella que había fraguado en mi mente por toda la noche, por esa larga y pesadumbrosa noche que no paso junto a mí. Ella se abalanzó a mis brazos y me dejó sin habla.

— Creo que tu hijo nacerá ahora —balbuceó sin voz y su rostro se contrajo.

— ¿Aquí? ¿Ahora? Pero sí Emmett había dicho que aún faltaba un mes completo.

— ¿Aquí y ahora? —pregunte asustado.

Era increíble, esté era la tercera vez y yo aún no podía acostumbrarme. Todo me volvía a parecer tan caótico como lo fue la primera.

— Así es —confirmó mi amada Bella respirando

— ¡No! —fue lo único que atine a gritar, estaba asustado.

¿En la mitad de una playa? ¿Lejos de un hospital? ¿Lejos de Emmett?

—…esto no es un hospital —advertí como si ella en realidad pudiera hacer algo, como si Bella pudiera evitar y controlar a la naturaleza.

Entonces me di cuenta que el causante de aquello había sido yo, al mirar esos ojos hinchados producto del llanto, que seguramente había largado en los brazos de mi hermano la noche anterior me hizo encontrar la calma suficiente que ameritaba la situación.

—No puedo detenerlo, es algo automático —confesó en un balbuceo exiguo

Y lo siguiente que paso fue algo inevitable, la cargue hasta el automóvil. En la puerta ya todo cambio, su rostro se desfiguró producto del dolor.

—…No soy médico nuestro hijo no puede nacer aquí —advertí ante aquella mirada tan fiera que me estaba dando.

Bella estaba realmente considerando tener a nuestro hijo en la mitad de la nada. ¿Había perdido el juicio? ¡No! ¡no podía pasar!, me desesperé y miré a lo lejos entonces la voz de Tanya se sintió.

—Tendrás que ayudarla —decretó sonriendo.

— ¿Yo? ¿Estás loca? —exclamé pero no conté con que ellas eran tres y yo solo era uno.

Creí que dejaría una zanja en aquel pasillo, la casa de Alice era enorme, llena de pasadizos, llena de habitaciones, extrañamente ahora aquel pasillo, de dos veces el porte del mío, me pareció estrecho. Fue como si no pudiera caber allí, tomé entre mis manos el celular y marque por última vez. Estaba en eso, concentrado cuando sentí el jadeo de Bella desde el interior y el grito de Alice.

— ¡Edward ven aquí! ¡Tu esposa te necesita! —ordenó y sentí el corazón en mi garganta.

Me desesperé al escuchar el buzón de voz.

— ¡Maldición Emmett no puedes hacerme esto! —bufé desesperado.

— No puede nacer aquí –concluí como si dios o alguien pudiera hacerme caso.

— ¡Edward! —gritó otra vez Alice pero esta vez desde el umbral de su habitación, me miró y enarcó una ceja — No puedes ser tan cobarde —exclamó.

— No es cobardía ¿Qué soy el único con sentido común? —pregunté

— Debió haber sido cesárea —pensé recordando las palabras de mi cuñado y mejor amigo: "Calma no nacerá ahora, le falta mucho" había dicho recién hace dos días y en que estábamos ahora — ¡Si como no! —pensé enojado por la falta de predicción marcando el número otra vez.

El teléfono se encuentra fuera de la red de servicio

¡Maldito mensaje!

Entonces me resigné, caminé despacio hasta la alcoba de mi hermana y allí estaba, en la mitad de la enorme cama estaba ella. Mi Bella retorciéndose por el dolor de las contracciones. A pesar de aquello me regaló la más preciosa de las sonrisas cuando me miró ¡¿Cómo lo hacía?

Le sonreí de vuelta, y Alice me empujó hacía la cama.

— No muerde —exclamó divertida.

— No es gracioso duende —murmuré entre dientes tratando de mantener la sonrisa serena y calmada para ella.

La sola idea de que mi hijo naciera en aquel lugar era absurda.

Esto no debería estar pasando, para eso están los hospitales pensé frenético mientras me adentraba en aquella habitación.

— Tanya esto no es buena idea, ninguno de nosotros es medico —exclamé llamando a su sensatez.

— ¿Qué quieres hacer? —me preguntó y la observé

¿En realidad podría decidir? Me ilusioné.

— ¿Esperar? Al menos hasta que llegue Emmett —sugerí

— No creo que tu hijo quiera esperar —interrumpió Bella.

Sus palabras se dilataban y se hacían dificultosas producto de los jadeos que estaba dando.

— Lo sé, lo sé pero yo… no puedo… —admití

— ¡Emmett! Gracias al cielo —gritó mi hermana Alice con su teléfono en la oreja, se me iluminó el rostro, el alma volvió al cuerpo. — te dejo con él —anunció y me entregó el aparato. Casi se me cayó, mis manos transpiraban.

— ¿Emmett, dime que estas en camino, por favor? —le supliqué.

Se sintió un jadeo profundo de Bella y entonces miré en pánico a Tanya que se acercó hasta ella, le ayudo a enderezarse al igual que Alice que se puso entre sus piernas, yo estaba a un costado absortó y aterrado.

¡No, no, no, no yo no podía traer al mundo a mi hijo en la mitad de la nada!

¿Por qué habíamos tenido que discutir en la cena de navidad? ¿Por qué había tenido que ser tan terco? ¿Por qué?

— Edward —magulló entre dientes — No puedo hacerlo sola, por favor —suplicó ahora mi adorada esposa

— Cuelga —me pidió Tanya.

El cuerpo de Bella se contrajo con potencia, su cabeza rodó hacía atrás y luego hacía adelante haciendo fuerza.

— Te perderás lo más hermoso por insensible y tonto —exclamó Alice que se las estaba dando de ¿Partera?

— ¿Emmett? —dije ya sin voz

— Estoy en eso pero estoy mas lejos de lo que piensas, tal vez no alcance a llegar, tendrás que hacerlo tú —anunció

— ¡No soy médico! ¡Podrían salir lastimados! —grité y él se rió.

— ¡Ay casi me sacaste el oido! ¡Exagerado como siempre! ¡Cálmate quieres no es nada del otro mundo!

— Emmett es en serio —discutí furioso

— Todo el trabajo lo hará tu mujer, tu solo tienes que ayudarla a pujar y luego a cortar el cordón umbilical, dos trabajos muy simples, estoy seguro que Alice ya tiene todo listo y dispuesto tu asegúrate que las tijeras estén esterilízala, tres simples trabajos —me indicó como si yo supiera hacerlo.

¿Cómo se suponía iba a esterilizar las tijeras?, guardé silencio.

— Edward estas ahí —preguntó

— Sí —contesté

— ¿No te acuerdas de las clases del Señor Lennon? —preguntó casi como si no saber esterilizar fuera un conocimiento usual.

— ¡Eso fue hace más de diez años! – le reclamé y como iba a recordar todo

— Dame a Alice, eres increíble —me pidió rezongando.

— Emmett, escucha, de verdad tienes que llegar, yo no puedo hacer esto, ninguno de los tres puede hacerlo ¿En que mundo vives? —solté desesperado.

— En el mismo que el tuyo, la diferencia, me hago responsable de mis acciones, sobrevivirás y será la experiencia más linda que podría alguien vivir jamás te lo aseguro, me agradecerás no haber estado allí —aseveró

Alice me arrebató el teléfono y yo concentré mi vista en ella. Temía acercarme, incluso me sentía demasiado torpe al ver que Alice y Tanya parecían tener todo tan controlado, incluso Bella. Mi adora Bella parecía tan confiada. Quería tener esa confianza.

No seré capaz de hacer esto

Pensé al segundo en que Alice con su gracilidad habitual me entregaba un par de tijeras, eran pequeñas, parecidas a las de costura. ¿Servirían?

— Ya las esterilicé —anunció ¿En que minuto había hecho todo aquello?

Miré a mi alrededor y tenía todo, según lo que ella creía y yo mismo, para dárselas de matrona. Pidió como toda una experta que ayudará a Tanya a lograr que Bella se pusiera más abajo en la cama, la idea era que sus piernas quedaran lo más cercanas al borde.

— ¿Alice esto? —pregunté

— Ayuda a no estorbar ¿Quieres? —me pidió pasándome unos almohadones gigantes.

Los acomodé donde me dijeron. Y entonces reparé en algo que no había reparado antes, hoy era 25 de diciembre. Mi corazón se contrajo y entonces miré mi reloj, faltaban veinte para las diez de la mañana. De pronto sus ojos marrones, ahora contraídos producto del dolor, me miraron expectantes. La observé, sus mejillas estaban teñidas de un sutil rosa, tenía su frente sudorosa.

— Duele demasiado, ya no puedo dilatarlo más… lo siento pero nacerá a ahora —se excusó ante mí como si estuviera cometiendo una falta.

— Todos contamos con eso —murmuró Tanya y me cedió su lugar detrás de mi esposa, el lugar donde debía estar. Me puse allí sin entender muy bien que hacer en un principio.

Sino hasta que recordé aquella primera vez, recordé a Anthony. Entonces la ayude a pujar y pensar en que ella era capaz de dar vida de esa manera era realmente maravilloso. Le daba sentido a todo lo que habíamos vivido. Incluso le daba sentido a su muerte.

— Bella, una vez más, ya casi esta afuera —y Alice estaba más emocionada que yo. Sus ojos brillaban. Incluso creo que más emocionada que la propia parturienta.

En ese minuto sentí los pasos de alguien, alce mi mirada y era Ángela que entro sigilosa a la recamará, seguida de cerca por quien hubiera deseado tener allí antes Emmett. Este traía una sonrisa demasiado culpable y traicionera en sus labios. Ambos entraron justo en el momento en que mi pequeño pedazo de cielo hizo su entrada a este mundo.

— ¡Es una niña! —exclamó Alice y la alzó en el aire.

¿Niña? ¿No se supone era varón?, mis ojos se clavaron en Emmett

— La medicina no es una ciencia exacta —se justificó riendo nervioso mientras se aproximaba.

Entonces ese llanto tan familiar y característico hoy se escuchaba nuevamente, me distrajo. Mis ojos se posaron en "la" causante y sonreí quedando absortó y casi al borde del llanto. Mi hija, nuestra hija era preciosa como su madre, me miró curiosa cuando Alice me la entregó envuelta en una toalla blanca, tan blanca como su piel. Que ahora y producto de la fricción aun conservaba un rosa sutil.

— Déjame verla —me pidió Bella con la voz extenuada y la puse sobre su pecho.

— Es hermosa, felicidades Edward —me dijo Tanya poniendo su mano en mi hombro.

— No lo hiciste tan mal, sobreviviste y sin desmayo, felicidades Edward me has sorprendido —exclamó mi amigo tomando control de la situación.

Ocupo el lugar de Alice y corroboró que todo estuviera bien con Bella. Luego examinó a la nueva integrante de la familia.

— ¿Cómo se llamará? —preguntó una muy emocionada Alice — ¿Puedo? —preguntó y noté como Bella se la entregaba.

— Tanya —respondió esta apenas separo aquel pequeño cuerpecito del suyo.

Mis ojos y los de la aludida la observaron

— Bella… —exclamó

— eso si eso no te molesta —le dijo sonriendo aun extenuada.

— No… no me molesta… es solo que… —balbuceo emocionada y sus ojos verdes se llenaron de lágrimas.

— Esta familia es tanto tuya como nuestra —le aclaró Bella.

Y mis ojos se encontraron con los de mi adorada esposa, después de mucho finalmente éramos una familia feliz. No obstante que mi corazón estaba lleno de gozo y de una alegría inmensurable no podía evitar recordar todo el camino que habíamos recorrido para llegar a esto. Incluso recordar toda la tristeza era menos doloroso al ver a la pequeña criatura que yo y ella habíamos creado. Y no podía haber pedido que fuera distinto, todo tenía su recompensa. Entrega y sacrificio. Ahora tenía a mi hija junto a mí, a la mujer que amaba y un mundo lleno por delante de nuevas experiencias, aventuras y de mucho amor.

THE END