Dark Chat

martes, 14 de junio de 2011

Vida : Dulce Inmortalidad

Capítulo Décimo Primero: Compromiso

Si le había dado la oportunidad a Tanya de explicarse debía hacer lo mismo con Edward era lo justo pero me estaba costando trabajo mantener la perspectiva sin que los celos volvieran nuevamente. Había decidido que hoy lo intentaría. Suspiré mirando a la puerta de entrada de la casa mientras subía los escalones que me separaban de aquella. Antes que pudiera golpearla, está se abrió de improviso, tenía frente a mí a un divertido y poco sorprendido Emmett sus ojos centelleaban ávidamente.

- ¿Esta controlada la homicida?

Me preguntó, puse mis ojos en blanco y le propine un pequeñísimo golpe en el hombro, el rompió a reír, me rodeo con sus brazos y me apretó mis hombros con todas sus fuerzas

– Sabes… estuve pensando que me gustaría jugar contigo a las fuerzas, tu sabes… el otro día parecías más fuerte que yo y tengo una reputación dentro de esta familia que mantener

Me hizo ver con tono burlón mientras caminábamos abrazados al interior de la casa, apenas cruce el umbral de la puerta, la música embargo mis oídos, era una música conocida para mi.

Edward estaba tocando mi nana en el piano, suspire mientras Emmett juntaba su cabeza contra la mía

– Hagas lo que hagas trata de mantenerte calmada, por favor

Suplico todavía divertido y ansioso por mi presencia. Llegamos hasta la sala principal, los dedos de Edward se detuvieron en el acto cuando me vio entrar junto a su hermano, haciendo que Esme y Rosalie se voltearan a mirar que había sucedido.

- Bella

Susurró mi nombre sorprendido con su voz aterciopelada mientras se paraba y se acercaba hasta nosotros, yo levante mi mano para hacerlo callar.

Era tiempo de las disculpas.

- Antes que nada…

Comencé a hablar, pero mi voz fallo por lo que tosí para hacerla mas ronca

– Quiero pedirles disculpas a todos, por haber reaccionado de esa forma el otro día… un poquito….

- Chiflada.

Aportillo Rosalie interrumpiéndome. Esme la miró con desaprobación al igual que Edward.

- Mmm… exagerada para ser exactos…

Rebatí tímidamente

– Pero lo cierto es que no pude controlar mis emociones

Confesé esta vez mirando a Carlisle quien había aparecido mientras yo hablaba, este se acerco y me abrazo como cuan padre abraza a su hija arrepentida, luego sentí las manos de Esme en mi mejilla.

- No te preocupes… no has sido ni la primera ni la única en reaccionar así… hay ciertas personas aquí presentes que tienen mala memoria.

Acotó ésta sonriéndome dulcemente

- ¡No es lo mismo… era mi boda!.

Chillo estrepitosamente Rosalie mirándonos impactada.

¿Qué, era una broma? Pensé la compuesta, hermosa y perfecta Rosalie también había tenido un rebato de celos, eso no me lo esperaba. Emmett me susurro al oido

– Fue mucho peor… casi le arranca la cabeza

A Rosalie le faltó poco para comérselo con la mirada que le propino

– Tema sensible – le sentí susurrar.

- ¿A Tanya? Pregunté contrariada.

- No tuvo tanta suerte. Gruño Rosalie pasando por encima de nosotros furiosa. Todos rieron al ver su comportamiento

Lo miré nerviosa, por un lado quería correr a sus brazos y besarlo, decirle que no me importaba ni Tanya ni nadie, que me perdonara la cachetada que le había propinado, que era un impulso, toda mujer tiene ciertos impulsos cuando le tocan lo que es de uno, como podía evitar ser territorial si ella iba a besarlo.

Baje mi vista y me concentre en unos lapiceros que habían en el gran escritorio de Carlisle, él se acerco y me sujeto las manos, puso su dedo bajo mi barbilla levantándola para hacer que lo mirara a la cara.

- Lo siento, jamás fue mi intensión herirte nuevamente, eso era justamente lo que quería evitar, por eso tenia que aclarar un par de cosas con…

No lo deje terminar puse mis dedos sobre sus labios y sacudí mi cabeza.

- ¿Me amas?

Le pregunte de improviso, mis ojos chispearon angustiados esperando su respuesta.

- Tú eres mi vida Bella.

Respondió él con los ojos más tiernos y llenos de pasión que jamás le había visto.

- Sólo eso me interesa saber, nada más…

Agregue acercándome a él, rodee su cuello con mis brazos mientras le sonreía. Sentí como sus labios se apretaron contra los míos y me beso de la manera más delicada posible, como si tratará de mostrándome su alma a través de aquel beso.

- ¿Entonces estoy perdonado?

Me pregunto alejándose, tenia un don innato para romper los momentos románticos, me miró pensativo e inseguro. Sacudí mi cabeza en señal de sí y me apretó contra su pecho, puse instantáneamente mi cabeza debajo de su barbilla, sentí como el beso mi cabello.

De pronto una muy emocionada y atolondrada Alice entro de sopetón al despacho interrumpiéndonos, Jasper trataba de detenerla pero era casi imposible aplacar al huracán en el que se había transformado, estaba tan alterada que apenas coordinaba las palabras.

- Tanto que hacer y tan poco tiempo… veamos flores, manteles, arreglos, invitaciones, iglesia… no probablemente no sea buena idea… tal vez un cura… o podemos pedirle a otra persona que la oficie… trajes

Hizo una pausa y luego grito

-¡OH mi dios! Tenemos que viajar a Italia, y debe ser pronto… sino no tendrás tu vestido listo… ¡Por cierto! lo olvidaba… acepto ser tu dama de honor.

Balbuceo sin sentido mirándome, mi mandíbula callo abierta y mis ojos la miraban desorientada, no podía articular palabra alguna porque sencillamente no estaba preparada para eso.

- ¿Acaso te lo iba a pedir?

Pregunte sorprendida. Edward tomo el brazo de su hermana haciendo que lo mirara.

- Sí es un hecho… lo acabo de ver… ¡Bella decidió decirte que sí!… ¿acaso no era de eso que estaban hablando?… ¿no te lo dijo?... ¡que emoción será su primera boda!

Chillo excitada mientras Edward se volteaba a mirarme confuso y sorprendido, lo había decidido hace unos segundos y ella ya tenía visiones de mi matrimonio, me había impresionado realmente era buena. Tome las manos de Edward y aclaré mi voz.

- Se que esto no es la forma tradicional y considerando que tu ya lo hiciste una vez… pues aquí va… Edward Cullen, ¿Quieres casarte conmigo?

Le pregunte, de pronto me faltó aire en los pulmones y no era que lo necesitará pero… mis piernas tambalearon y mis ojos brillaban expectantes. El incidente de Tanya me había hecho darme cuenta que no permitiría que nadie se volviera a interponer entre nosotros y que no soportaría volverlo a perder, incluso mis dudas acerca del matrimonio se habían disipado completamente, por lo que ahora me la jugaría el todo por el todo, ya no había impedimento para que no estuviéramos juntos, yo era inmortal como él.

Alice miraba ansiosa tenia sus manos entrelazadas puestas debajo de la barbilla sus labios dibujaban una amplia sonrisa en su rostro, estaba incluso más impaciente que yo puesto que interrumpió el momento perfecto que estábamos teniendo mientras nos mirábamos.

- Ya… respóndele… ¡dí algo!

Exclamo con un hilo de voz mientras Jasper sacudía su cabeza…

- Sí… quiero casarme contigo.

Respondió con su voz aterciopelada dandome una de sus sonrisas torcidas. Me tomo de la cintura acercándome a su cuerpo y deslizo su mano por mi mejilla para luego besarme. Alice salio chillando de la habitación gritando el nombre de todos desesperadamente.

- Gracias te estaré eternamente agradecido…. Ahora pasare horas en las tiendas comerciales organizando tu matrimonio… muy divertido Edward.

Espeto Jasper con abierto descontento dándole una palmadita en el hombro mientras salía de la habitación en busca de Alice.