Dark Chat

martes, 6 de septiembre de 2011

Vida: Dulce Inmortalidad

Capitulo Vigésimo Tercero: Malas decisiones, Malos Resultados

Bella (POV)

Habían pasado exactamente cuatro semanas desde nuestra huida, y permanecíamos moviéndonos constantemente, pero lo cierto es que con un abdomen tan abultado como el mío era difícil ir de lugar en lugar. La fiebre se había hecho más constante y los dolores también, a cada momento constataba que mi hija se hacía cada vez más grande y fuerte, estaba sentada sobre la cama mirando como Emmet veía la televisión cuando sentí el golpe, justo en mi pelvis, y sentí como esta se partía en dos.

Grite inclinándome sobre mi cuerpo, puse las manos sobre la cama y tan rápido como siempre, Emmet me enderezo mirándome, Alice y Rosalie nos habían dejado solos para ir por comida.

- ¿Qué… que sucede?

Me pregunto en pánico, poniéndome el cabello tras la oreja.

- Creo que es hora.

Le dije difícilmente, mi respiración cambio a jadeo al sentir las contracciones.

- ¿Ahora? No… no Bella concéntrate, no puedes hacerlo, no si no esta Alice o al menos Rosalie… yo no… yo no puedo ayudarte.

Chillo pensando que yo tenía control sobre la situación pero lo cierto era que no, no podía controlar lo que estaba pasando de manera automática. Sentí un tibio liquido escurrir de entre mis piernas, quede pasmada al igual que Emmet cuando vi la sangre. Este se alejo automáticamente de mí y sus ojos se tornaron negros.

– Demonios… porque no han vuelto

Grito dándose vuelta para perder el contacto visual conmigo.

- Tienes que ayudarme… no puedo sola.

Le dije mientras otro dolor y un sonido volvía a sentirse, tenía oficialmente rota completamente la pelvis.

- No puedo Bella, no soy tan fuerte.

Me dijo con voz estrangulada, yo seguía jadeando y trate de acostarme en la cama, pero no podía hacerlo sola.

- Por favor… no podrá nacer… tengo la pelvis rota.

Le dije tratando de mantener la calma y lo mire esperanzada que pudiera controlar sus instintos y ayudarme porque no había nadie más que pudiera hacerlo en ese momento mi hija y yo dependíamos de él.

Edward (POV)

- Tú eres el único responsable de esto.

Me dijo mientras yo lo miraba furibundo, como había sido capaz de ayudar a Alice a sacar a Bella de aquí, que no se daba cuenta que lo único que estaba logrando era sentenciarla a una muerte segura, alimentando la esperanza estupida que ella podría sobrevivir a un parto de esa naturaleza.

- Que es lo que quieres… que haya una guerra.

Le grite, iba a abalanzarme sobre él pero Cayo me contuvo.

- La paciencia, es una de las pocas virtudes que creo necesarias en momentos como esté.

Me dijo mientras miraba a su hermano y luego a Carlisle

– Desesperarnos no servirá de nada

Continuo diciendo ahora girado hacia Aro quien permanecía absorto, y muy satisfecho por lo ocurrido hace cuatro semanas atrás. Yo en cambio estaba volviéndome loco a cada día que pasaba sin noticias de ninguno, no saber nada de ella iba a lograr llevarme a la muerte, pensé que tal vez ya había sucedido y por ese motivo Alice temerosa de mi reacción no llamaba, pero no, Alice al menos me dejaría saberlo, al menos me dejaría verla por ultima vez, me lo debía.

- Creo que Cayo tiene razón, no sacamos nada con pelearnos unos a otros, tenemos que conseguir dar con su paradero y controlar lo incontrolable, al menos para salvarle la vida a Bella.

Dijo Carlisle sereno pero astuto. En estos últimos días había logrado oficiar de mediador entre los Volturi que luego de la intervención de Aro para ayudar a mi amada Bella, habían dividido posiciones peligrosamente según Carlisle, lo menos que queríamos era tener a nuestra realeza gobernante peleándose entre ellos.

Suspiré resignado y marque por enésima vez el celular de Alice, mi corazón temía lo peor, que otra vez como en ocasiones anteriores me diera el buzón de voz, desde que se habían ido, ella ignoraba mis llamadas, las de Carlisle, o de cualquiera de nuestra familia. Incluso la había llamado de un teléfono público y aún así no contestaba, tan sólo quería escuchar la voz de mi amada Bella, al menos para saber que estaba bien. De pronto, iba a dar con el buzón de voz cuando alguien contesto.

Bella (POV)

Sentí vibrar el teléfono de Alice, y mi vista cambio al diminuto aparato que ella había dejado conmigo para llamarla en caso de emergencias, estaba vibrando frenético e insistentemente.

- No contestes.

Me pidió a lo lejos Emmett mientras aún decidía si acercarse a mí o no, sus ojos negros me mostraban que tal vez no era muy buena idea que él se acercará después de todo. Tome aire y trate de controlar mi respiración para ayudar a mantener el dolor a raya… Vamos Bella, solo respira, no es nada que una mujer no pueda hacer, estamos diseñadas para esto, me repetía una y otra vez pero lo cierto era que el dolor estaba ganándome. Aún seguía vibrando insistentemente el celular hasta que lo tome entre mis manos y sin mirar el número apreté el botón de contestar.

- Alice… ven rápido por favor… va a nacer.

Solté atolondradamente sin detenerme a ver de quien se trataba.

- ¿Bella mi amor?

Me contesto él, y quede paralizada sin poder decir nada. No me hubiera imaginado que Edward iba a llamar a Alice, cuando Emmet vio mi reacción se abalanzo y me quito el teléfono.

- ¿Qué quieres Edward?

Pregunto inquisitivo al ver el numero en el identificador

- No quiero ser grosero, pero tenemos una emergencia aquí de la cual me imagino no quieres enterarte, así que si no vas ayudar deja de estorbar

Le dijo e iba a cortar pero se detuvo.

Edward (POV)

Cuando me contesto su voz, no supe que decirle, simplemente me quede callado, estaba viva, al menos por ahora. Pero sus palabras desarmaron cualquier intento de persuasión. Cuando escuche de sus labios que estaba a punto de tener a nuestra hija quede pasmado y comencé a temblar, miré en pánico a Carlisle quien me arrebato el teléfono de la mano.

- No es Edward… Emmet, soy yo Carlisle.

Le dijo sereno mientras me miraba, yo aún permanecía en silencio pasmado por la información que había escuchado de los labios de mi esposa. Nuestra hija nacería ahora y yo no iba a estar a su lado. Carlisle continúo.

- Escucha, tienes que decirnos donde están, es la única manera de poder ayudarlos a todos, Emmett… Edward se equivoco y ya aprendió la lección créeme… no somos quién para juzgarlo tan duramente.

Le conminó tratando de hacerle ver el punto en cuestión todos queríamos de una forma u otra salvar a Bella

– Qué sucede… por qué se escuchan tantos gritos.. ¿qué esta sucediendo Emmett ?

Interrogo su voz era dura y mis facciones cambiaron a unas de terror puro cuando pensé que tal vez ella estaba muriendo en esos instantes y yo no podría hacer nada para ayudarla, trate de arrebatarle el teléfono a Carlisle pero este lo impidió y se alejo

– Escucha, tienes que ser fuerte y ayudarla, dónde esta Alice… y Rosalie… demonios, escúchame muy bien, tienes que asistirla, si tiene la pelvis rota tendrás que hacer una cesaría no podrá tener al bebe así

Le dijo haciendo que con cada palabra suya, yo fuera perdiendo la perspectiva, Bella tenia la pelvis rota, esa cosa iba a destrozarla como había dicho Cayo, por qué nadie me había escuchado

- Eso tendrían que haberlo pensando antes de llevársela de aquí

Le exclamo en reproche

– Mantén la calma, ahora dime donde están para poder tratar de llegar a tiempo y evitar un desenlace funesto … Emmet se acabo el tiempo, tienes que decidir, o lo haces tu mismo o me dices donde están, elige pero recuerda que una decisión equivocada traerá un resultado equivocado… ella puede morir

Hubo un tenso silencio y luego Carlisle se aproximo al escritorio donde había un cuaderno de notas, lo vi anotar algo y luego colgó

– Vamos se donde están

Sin pensarlo ambos salimos apresurados a tratar de detener lo inevitable.

Bella (POV)

- ¿Por qué? Le pregunte mientras él colgaba el celular.

- Necesitamos a Carlisle, tú misma dijiste que tenías la pelvis rota.

- El va a matar a mi bebe. Le reclame y las lagrimas inundaron mis ojos.

- Nadie va a matar a nadie… no son unos monstruos Bella, si no le decía donde estábamos… morirán ambas.

De pronto la puerta se abrió y Alice al verme se abalanzo sobre mí, cuando vio su celular en las manos de Emmet le dio una mirada fulminante, Rosalie cerro la puerta y se acerco a Emmet.

- Dime que no lo has hecho.

Le grito mientras veía la sangre que estaba derramando sin control producto del trabajo de parto.

- Era la única solución, ustedes no estaba aquí, y bueno Carlisle tenia un punto bastante bueno, no quiero tener sobre mi conciencia la muerte de Bella ni la de su hija.

Se apresuró a defenderse. Alice me miró y ayudo a que me recostará poniendo varios cojines en mi espalda. Tiro de las sabanas y luego evalúo la situación siguiendo mis instrucciones. Pero yo gemí del dolor cuando puso sus dedos sobre mi pelvis.

- Tengo la pelvis rota.

Le dije a duras penas mientras miraba al techo de la habitación.

- Bella… No podrá nacer… no de esta manera.

Me hizo ver mirando a Rosalie en busca de apoyo moral.

- Lo sé le conteste temiendo lo peor.

Edward (POV)

Carlisle iba conduciendo y me parecía que lo hacia a la velocidad de una tortuga, en más de una ocasión no pude evitar recriminarle.

- Cálmate Edward, lo que menos queremos en un accidente automovilístico en estos momentos.

Me dijo mirando por el espejo retrovisor, habíamos pasado un control policíaco.

- No vamos a llegar.

Le hice ver y él acelero.

Doblo por unos caminos locales hasta que llegamos a un Motel, ahí pude ver el coche donde se habían llevado a Bella hace cuatro semanas atrás, me sentí tan estupido al ver que no se habían movido ni 20 kilómetros y yo no había podido encontrarlos antes.

Nos bajamos del automóvil y miré a Carlisle quien me indico con el dedo que se trataba de una habitación en el segundo piso del complejo.

- ¿Cuál?

Le pregunte al borde de la histeria, pero los gritos de Bella evidenciaron que estábamos frente a la puerta, sentir sus gritos desgarrados me hicieron perder la perspectiva y casi tumbe la puerta de no ser porque Emmet la abrió amablemente, casi lo taladre con la mirada y sin pedir siquiera permiso entre, pero no estaba preparado para verla en esas condiciones, entera ensangrentada mi corazón se afligió y me desarme por completo, temí lo peor, mucho más cuando comprobé que su piel era tan blanca como antes, cuando era inmortal, estaba completamente pálida, al acercarme pude sentir que ardía en fiebre, trate de tomarle la mano pero ella se alejo de mi cuerpo. Y comprobé que jamás debí haber considerado siquiera hacerle daño, era un egoísta de los peores, como pude alejarla así de esa manera, cuando yo debí haberla protegido

– ¿Bella? Le dije dulcemente tratando de reparar en algo mi falta pero escuche su voz fría y distante.

- Aléjate de mi Edward.

Me contesto y mi espíritu se quebró, sentí como si un fuego me cruzara en todo el cuerpo, mis ojos se abrieron como platos y si no supiera que no puedo llorar, hubiera jurado que lagrimas se derramaban por mis mejillas, era un dolor macabro, estaba leyendo en sus ojos su odio, mi amada Bella me odiaba, pero me lo merecía, yo la había orillado a esto. Iba a hablarle, pero fue Carlisle quien lo hizo.

- Rosalie ve a una farmacia y trae esto

Escribió en un papel

– a cualquier costo.

Agrego luego miro a Alice quien estaba al otro lado de Bella sobre la cama junto a ella.

– Necesitaremos agua y toallas

Le indico y esta asintió me miro por un momento y me sonrió, yo le devolví la sonrisa.

- No Alice no te vayas.

Le pidió Bella sujetándola por el brazo, era evidente que no quería quedarse sola conmigo, ella me tenía miedo comprobé al ver su aprehensión por qué mi hermana no la dejará sola.

- Esta bien Bella… ellos van a ayudarnos.

Le dijo dulcemente mientras acariciaba su brazo para darle fuerzas…

- Estaré justo a tu lado, solo deja ir a buscar lo que Carlisle necesita… todo estará bien te lo prometo

Le agrego con voz suave mirando a Carlisle que se acerco.

- Bien Bella, ha llegado la hora… no hay muchas alternativas, no puedo ponerte anestesia porque no estamos en un hospital… así que tendremos que hacerlo con morfina, te inyectaré morfina para que no sientas dolor.

Agrego tocándole el vientre a Bella, esta ante el contacto gimió y ese gemido desgarro mi interior. Me sentí inútil al verla en dolor y no poder ayudarla. Ella no quito su vista de mis ojos, estaba tratando de leer mi mente, y decidí dejarla hacerlo. Le susurre en mi mente que la amaba con todo mi corazón, y que si había considerado tan macabra solución era justamente para evitar lo que estaba pasando, prefería que me odiara eternamente antes que verla pasar por lo que estábamos presenciando.

Y que aunque todos creyeran que para mí había sido una decisión fácil, no lo era, decidir entre tu hija o la mujer que amas no era una alternativa, pero yo no viviría sin ella. Se quedo mirándome unos momentos y luego vi como lagrimas rodaban por sus mejillas, me acerque y las trate de secar todas con mis labios, compensar en algo el dolor que estaba sintiendo. Sentí como sus manos me acariciaron mi rostro.

- Perdóname amor mío… por favor.

Le suplique mirándola pero ella iba a contestarme cuando fue silenciada por un gemido que emitió y vimos como más sangre se escabullía de su cuerpo.

Carlisle miro a Alice que se acerco con las toallas y el agua, y Rosalie que había llegado recién le entrego lo que el había pedido. Este saco de la bolsa un par de ampollas, jeringa y un bisturí.

- Será mejor que ustedes tres salgan de aquí… habrá mucha sangre.

Les dijo a Alice, Emmet y Rosalie. Emmet fue el único que reconoció su debilidad y salio de la habitación pero Rosalie y Alice permanecieron donde estaban

– Lo digo en serio Alice –

Insistió Carlisle pero ella negó con su cabeza y tomo la mano de Bella

– Yo advertí, no quiero tener que controlarlas a ambas

Reprocho Carlisle llenado la jeringa con morfina e inyectándose a Bella a la vena. Esta pareció relajarse un poco, su cuerpo ya no estaba tan tenso y sus ojos se achicaron un poco, parecían soñolientos. Carlisle suspiró y tomo el bisturí entre sus manos, apreté mis ojos al verlo rasgar el cuerpo de mi amada Bella, y tuve que contenerme pensando que estaba haciendo un bien.

Bella (POV)

Ya no sentía casi nada, todo mi cuerpo estaba entumecido, y la sensación era bastante extraña, veía a Edward junto a mí pero me era difícil mantener la concentración en su rostro, las imágenes se distorsionaban y escuchaba la voz de todos como en segundo plano, incluso sus pensamientos parecían confusos, estaba mareada pero no era una sensación desagradable del todo, al contrario, el dolor profundo se había ido, con lo que me había inyectado Carlisle, así que no solo sentí una presión cuando el corto mi cuerpo con el bisturí.

Sentí levemente un calor escurrir por mi vientre y trate de enfocarme en Carlisle para ver a mi hija nacer pero me era difícil. Apoye mi cabeza en la almohada por un momento tomando un poco de aire para no ahogarme, fue ahí cuando sentí como Carlisle le decía a Edward que no podía romper el útero para sacar a mi hija, y me embargo el miedo, el miedo a que ella no pudiera nacer y que finalmente mi esfuerzo fuera en vano, íbamos a morir las dos y mi amado Edward se quedaría solo, mi cuento de hadas otra vez estaba en peligro.

- Tienes que sacarla.

Dije con la voz débil y un poco ininteligible a causa de los medicamentos. Sentía mi corazón latir con más premura que antes y de forma más fuerte.

- No te preocupes todo estará bien… las dos van a estar bien.

Me susurró Edward dándome un beso en la frente, pero su tono de voz evidenciaba que no sería así, estaba comenzando a peder la calma cuando de pronto se sintió un llanto y abrí mis ojos expectantes hacia la fuente de aquel llanto.

Jamás desde que me había enamorado de Edward había sentido en mi corazón este tipo de cariño, este sentimiento que estaba embargándome en estos precisos minutos superaba cualquier cosa, no podía contarlo o medirlo, pero sabía en mi conciencia que era enorme, ver su cuerpecito perfecto, rosado, lleno de sangre, me sobrecogió de una manera inimaginable.

Me quede helada, absorta en aquella diminuta persona, cuando Carlisle la puso en mi pecho, me quede pasmada contemplando aquellos ojitos que permanecían cerrados, su boquita estaba abierta y pude ver que instantáneamente ella se pego a mi cuerpo, como si me hubiera reconocido sin siquiera presentarme, sentí su piel suave y calida contra mi cuerpo y estaba extasiada mirándola, cuando abrió sus ojos quede cautivada por aquellos ojuelos grandes y expresivamente profundos, cuando constante que eran de un verde profundo miré a Edward quien estaba tan o más pasmado que yo contemplando a su hija.

Y por primera vez mi cuento de hadas estaba completo, feliz, estábamos los tres en aquella habitación como dos padres normales viendo el nacimiento de su retoño.

- Es humana.

Susurré incrédula mirando a Carlisle pero este estaba preocupado por otra cosa.

Baje mi vista a mi hermosa pequeñita, y tome entre mis manos sus deditos, tan blancos como la piel de Edward. Y me quede ahí, mirándola incansablemente, si hubiera podido mirarla por una eternidad lo hubiera hecho. Pero no pude contemplarla por mucho tiempo más, un dolor en mi pecho me trajo de vuelta a la realidad, pero yo estaba tan extasiada mirando a mi pequeña obra de arte, que deje que el dolor siguiera sin siquiera percatarme o tomarle el peso.

Fue ahí cuando todo comenzó a alejarse más, la figura de mi hija comenzó a desvanecerse, a volverse borrosa, a lo lejos sentí la voz de Edward, pero no podía comprenderla, también estaba la de Alice que era estrepitosa y ansiosa. Mis brazos comenzaron a ponerse lacios y de pronto ya no podían sostener a mi princesita de la manera que yo hubiera querido y fue ahí cuando miré a Edward, y me quede mirándolo por un instante tratando de entender sus palabras.

- Bella… mírame quédate conmigo.

Me dijo mirándome y yo le devolví la mirada extrañada, no me estaba yendo a ningún lado, estaba junto a él, junto a mi hija, y baje mi vista pero la niña ya no estaba entre mis brazos, instantáneamente la busque por la habitación y pude ver que Alice la cargaba, trate de luchar, extendí mis manos pero estas parecían no reaccionar, volví mi vista a Edward y este me miro en pánico, y miró a Carlisle.

- Mantenla despierta.

Le dijo mientras el sacaba de una caja una jeringa, pero yo tenia tanto sueño, de pronto el sueño estaba venciéndome, el latido de mi corazón comenzó a ser menos profundo, casi no podía escucharse, y mi respiración también decayó.

- Por favor mi amor no te mueras…

Chillo él desesperado pero era imposible para mí no cerrar mis ojos, mis parpados estaban pesados, y apenas podía coordinar palabras.

- Cuida de ella prométemelo.

Le dije con un hilo de voz, y el asintió sus ojos estaban desesperados, podía jurar que estaba evitando llorar, su mirada era desolada, y aquellos hermosos ojos dorados se perdieron para siempre.

Alice (POV)

Yo sostenía a la hija de Bella y Edward entre mis manos, y pude oír que su corazón se detuvo, de pronto una imagen se vino a mi mente.

- Lo siento Edward es demasiado tarde.

Susurró Carlisle mirando a Edward quien no podía creer lo que estaba presenciando. De pronto ya no pude verla más, nisiquiera podía ver a Edward, sólo me veía a mí y a la pequeña criatura que estaba en mis brazos.

Continuará...