Dark Chat

jueves, 19 de mayo de 2011

Conociendonos Otra Vez

Hello mis angeles hermosos!!!creo que hice el oso, y subi mal este fic aqui esta ya el cap , q toca , digamos q fue un pequeño malentendido , asi chicas a disfrutar
Mil besitos a todas y ata querida gracias por tu insistencia , aveces solo aveces se me va el avion ya es la edad . 150 años (jajajaja)

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CAPÍTULO VIII

EDWARD POV

Joder, ella me estaba provocando deliberadamente, creo que el plan de Alice y Rose de invitar a Tanya para darle celos a Bella fue estupendo, mi Bella estaba tan enojada por la visita y posterior cita con Tanya que tuve que aguantarme las ganas de reír, se veía tan sexy cuando estaba enojada que estuve en varias ocasiones a punto de dejar sola a Tanya y llevarme a mi diosa a otra parte, pero tenía que ser firme, la reconquista de su amor debía ser definitivo, tenía que estar seguro de ganar, no quería por ningún motivo que Bella se arrepintiera de elegirme si ese era el caso, pero joder de sólo verla en ese piano, la manera en que se mueve invitándome a poseerla, mierda me tiene todo caliente cuando debería estar enojado por lo que dijo del puto de Benjamín, ella es cruel, me lastima, pero supongo que me lo merezco, pero aún así no me agrada que esté pensando en alguien más que no sea yo, ella es mía, mía y no creo poder contenerme y reclamarla en cuerpo y alma esta noche, oh mi Bella serás mía, ese cuerpo divino temblará bajo el mío, joder, parezco un jodido humano con las hormonas revolucionadas.

No podía dejar de mirarla, pero algo captó mi atención, ¡puto chucho! ¿qué mierda está haciendo acá?, no lo podía creer Jacob acababa de entrar y miraba con cara de caliente a mi Bella, carajo, ella es mía, nadie debería mirarla de esa manera, menos él un apestoso perro. Cuando iba a bajar y posicionarme cerca del escenario Tanya me detuvo y trató de besarme, ok, ese no era el trato, ella sabía perfectamente que la estaba utilizando para darle celos a Bella, ella estuvo de acuerdo en ayudar a un amigo, pero la muy zorra se estaba extralimitando, ese no era el trato, como pude la alejé, pero ya era tarde Bella que me miraba detenidamente desde el escenario se dio cuenta y seguramente por la posición en que estoy tiene que haber pensado lo peor, de seguro piensa que nos besamos aunque ese no haya sido el caso, nunca he besado a nadie que no sea Bella, ella lo es todo para mi, la primera en todo, lo mejor de mi puta vida, carajo ¿qué explicación le voy a dar ahora?, ha de querer matarme en este mismo instante. De un empujón bien poco caballeroso alejé a Tanya de mi lado y bajé rápidamente las escaleras que me separaban del primer piso, el olor del perro era insoportable y lo era más sus putos pensamientos, mierda, ella lo había llamado, le había dejado un mensaje para que viniera a verla, de verdad me estaba encabronando, Bella me estaba sacando de quicio con su actitud, es que no le bastó con el humano que ahora quiere provocar al perro, mierda esa mujer va a ser mi perdición y por mi maldita alma me quiero perder eternamente con ella, no puedo evitarlo, me vuelve loco, la amo, la deseo y será mía aunque tenga que matar al perro ese ahora mismo, no aceptaré un no por respuesta de Bella, es todo o nada, la moneda se ha lanzado y en ella está decidir nuestro futuro, ahora y ya.

BELLA POV

Mierda, ¿qué se cree esa maldita zorra?, ese vampiro es mío y nadie puede besarlo más que yo y él que no se niega a nada, seguramente cuantas veces se la ha tirado y yo haciendo el ridículo para atraerlo, pero esto no se queda así, ese maldito es mío y lo voy a gozar entero, ella no me lo va a quitar, si ella tiene la ventaja de ser vampira yo tengo lo mío y eso es el deseo que siente Edward por mi, además si tengo que recurrir a juegos sucios lo haré, él no se puede resistir ni a mi cuerpo ni a mi sangre, si, eso es mi sangre me ayudará.

Pude ver claramente como Edward empujaba a la zorra para que lo dejara tranquilo, bien, al parecer no le gusto ese acercamiento con la vampirita frígida, ahora va a saber lo que los humanos llamamos calor corporal y no le gustará saber como Edward se quema con el fuego de mi cuerpo.

Oh, se me venía un problema grande, en la pista se encontraba Jake y Edward se estaba acercando rápidamente, mierda, se me había olvidado que había citado a Jake en un arranque de celos, ahora debía lidiar con tener dos seres mitológicos que se odian cerca de mí. Aunque… esto me puede ayudar.

Cuando terminé mi actuación bajé del escenario tuve que acercarme a Jake, yo lo había llamado y aunque soy egoísta no podía hacerme la desentendida del asunto, Edward estaba más que furioso y por el rabillo del ojo pude ver como la zorra vampira se acercaba a Edward mirándome de forma desafiante, oh no, maldita vampira, a mi nadie me mira así, ya no soy la nenita que se podía sentir menos delante de una mujer de tal belleza, ahora era fuerte y segura de mi misma y ese hombre era mío, no se lo dejaría tan fácil, si quería guerra, guerra tendría y yo tenía el mejor arsenal a utilizar.

- Bella ¿te pasó algo cariño?

- No Jake, la verdad es que…

- Oh, comprendo – dijo al fijarse en Edward y después en Tanya que ya estaba al lado de mi vampiro

- ¿todo fue por él? ¿estabas celosa y me llamaste?

- No Jake, no es así, yo, mierda si, eso pasó, pero de verdad quería saber como estabas, hace días que no se nada de ti y me tenías preocupada

- Estoy bien Bells, sólo que no esperaba que me llamaras y pensé…

- Lo siento Jake, no quise, mierda, soy una maldita egoísta Jake, no debí llamarte

- No te preocupes, lo que aún no entiendo es que si tanto se aman como dicen qué mierda hace él con una maldita zorra vampira mientras tú estás conmigo

- ¿Jake? – no entendía nada de lo que había dicho

- Lo estoy tratando de entender Bells, no lo acepto, pero estoy tratando de entenderte, si lo quieres no lo alejes más de tu vida, no se lo dejes a esa sanguijuela, tú eres única y al parecer el bastardo te ama, lucha por él, pero no para vengarte, lucha para quedarte con él

- ¿en serio piensas eso?

- Si, maldita sea si, siempre lo has amado, sólo a él y se que nunca serás feliz lejos de él, así que ¿paz?

– oh por dios, Jake era fenomenal, no podía creer que me estaba incitando a que sedujera a un vampiro, mi amigo era único, el mejor de todos y por dios lo había extrañado tanto

- Te quiero Jake, siempre va a ser así, eres un lobito tan tierno

- ¿lobito tierno?, mierda Bells, no puedes decirme esa mierda, soy fiero no tierno, ahora Bells me tengo que ir

- Ok, nos estamos viendo Jake, te quiero en mi vida, eres mi amigo y pronto querré ver al lobo fiero que dices ser jajajaja

- Oh, ¿en serio?, no te repugno

- Tonto, nunca causarías eso en mi y si quiero verte convertido en lobo, así no podrás hablar

- Jajajaja, eres mala chica, pero te quiero

- Yo también, yo también

Nos despedimos, y giré para buscar la mirada de Edward, lo encontré a unos metros de distancia y la zorra le estaba sujetando el brazo, él se veía como shokeado, seguramente había cada una de las palabras cruzadas con Jake y no podía creer que Jake me alentara para estar con él.

Me fui acercando sensualmente a su lado y sus ojos se abrieron de sorpresa, las aletas de su nariz se dilataron y sus ojos cada vez estaban más oscuros.

Era mi turno de luchar por él y esa zorra me las iba a pagar, no debería haber osado a tocar a mi hombre y ahora sabría quién era Isabella Swan. Edward soltó el agarre de la mano de esa mujer y ella estaba furiosa, se notaba por la manera en que me miraba, algo le decía y él negaba con la cabeza, pero nunca perdió de vista mi cara, le sonreí coquetamente y trató de acercarse a mi, pero la muy puta se interpuso y quedó ella frente a mi.

- aléjate zorra, ese vampiro es mío – le dije con todo el odio y firmeza en mis palabras

- no lo tendrás, eres una simple humana, no eres competencia para mi, puedo matarte sin que te des cuenta

- inténtalo vampirita y verás que te doy la pelea – ok, eso fue pura fanfarronería, se que no tenía posibilidad de vencerla, pero Edward no dejaría que nada me pasara

- oh, la humanita se cree valiente ¿qué tienes tú para vencerme?

- Jajaja, eres más tonta de lo que pensaba, tengo el amor de ese hombre al que quieres para ti, pero nunca lo tendrás, él me pertenece, es mío, me desea, me ama, a ti nunca te verá como lo hace conmigo – Edward la quitó del medio de un empujón

- Nunca, Tanya, nunca amenaces a Bella, ella lo dijo, le pertenezco, es la única para mi y si tengo que matarte lo haré, ella es mi mujer y no quiero otra más que ella, así que aléjate, no te pongas más en ridículo, nunca tendrás nada de mi

- Pero Eddy, ella es insignificante, la romperás, no puedes poseerla sin matarla, en cambio a mi…..

- Aléjate zorra, ya te lo dijo, él es mío y ya hemos compartido situaciones sexuales y no me ha dañado y esta noche, en este momento será más mío que nunca y yo de él – la cara que puso la zorra cuando le solté la conducta sexual entre nosotros no tenía precio

- No, no es verdad, ella no puede excitarte hasta ese punto, estás obsesionado solamente con ella Edward, ella no puede provocar nada en ti

- Cállate de una maldita vez Tanya ¿no te das cuenta que sobras?, ella tiene razón, ella me vuelve loco, me excita como nadie lo ha logrado, al amo, la deseo – cada vez que Edward hablaba sentía que me mojaba cada vez más, así que decidí demostrarle lo mucho que Edward me deseaba.

Lo tomé de la mano y lo acerqué a mi cuerpo, no abrazamos y perdimos la noción del espacio y del tiempo, Edward enseguida se apoderó de mi boca y gruñó de satisfacción, no se que música estaban tocando en ese momento, pero no nos importó porque nuestros cuerpos se movían a su propio ritmo, las manos no se hicieron esperar y empezaron a recorrer el cuerpo del otro con pasión, con pura lujuria, Edward estaba más que duro y lo sentía en mi abdomen mientras nos besábamos y nos tocábamos.

Cuando nos dejamos de besar para que yo pudiera tomar aire miré sobre el hombro de Edward y Tanya nos miraba boquiabierta, seguramente el espectáculo que estábamos dando no era común de ver para ella, las manos de Edward recorrían mi trasero y con las mías rocé deliberadamente su verga, wow, estaba más que listo y yo también, Edward inspiró aire y volvió a gruñir, oh si, olía mi excitación, sabía que me tenía jodidamente caliente.

Tanya desapareció, no se en que momento y la verdad es que no me interesaba.

- Edward – susurré en su oído

- Mmmmm, decía mientras lamía mi cuello, ahí donde el pulso era más notorio

- Vamos amor, sácame de aquí ahora

No esperó a dirigirnos a nuestros vehículos, cuando salimos de la disco verificó que no se veía nadie cerca y me montó en su espalda y echo a correr, como en los viejos tiempos corrimos a velocidad vampírica llegando en pocos minutos a mi departamento, ese sería el lugar donde le entregaría mi virginidad a Edward, donde sería suya en cuerpo y alma.

Depositada en la cama y con Edward encima mío mientras me besaba y me tocaba indecorosamente no podía estar más segura de mi decisión, él era mío y yo de él, nunca fue de otra manera, esto era lo correcto, siempre fue así, a pesar del tiempo y del rencor siempre fue así, yo le pertenecía y él a mi.

- ¿estás segura Bella? ¿no te arrepentirás después?

- Estoy segura amor, antes estaba indecisa, pero verte con esa zorra me di cuenta que nunca he dejado de amarte y seguir luchando contra este sentimiento sólo nos dañaba cada vez más, no estoy diciendo que me he olvidado tu abandono, pero estoy tratando de forjar un futuro junto a ti, te amo Edward, siempre ha sido así, quizás mi cuerpo no ha regresado a ti inmaculado, pero mi corazón siempre ha sido tuyo, mi amor siempre te ha pertenecido

- Oh, te amo mi pequeña, te amo tanto y me arrepiento enormemente haber sentido tanto miedo de destruirte, de dañarte, pero ahora se que voy a se capaz de poseerte sin dañarte, quizás lo que nos ocurrió sirvió para darnos cuenta de que si nos pertenecemos, de que debemos estar juntos siempre y cuando quieras, cuando estés preparada beberé tu sangre y tomaré tu alma y estarás siempre a mi lado, como mi esposa, mi amante, mi compañera, mi mujer – no podía hablar, estaba tan emocionada de las palabras dichas por Edward, ahora más que nunca estaba preparada para entregarme y alojar su masculinidad en mi cuerpo y así se lo hice saber cuando con mis manos rocé su erguida y majestuosa verga, oh dios era tan grande, tan malditamente exquisito que no quería esperar más, me quemaba de necesidad.

- Tómame ya Edward, me quemo, te necesito – no se necesitó decir nada más, arrancó de un tirón mi ropa rompiéndola en el acto y me dejó desnuda ante él, sus ojos recorrían mi cuerpo de arriba abajo con deliberado descaro, se relamió los labios y por dios, se veía tan putamente sexy.

Sus dedos recorrían mi cuerpo como si fuera lo más sagrado, pero yo necesitaba más, lo quería rudo, que sacara el animal que llevaba dentro, no quería que se restringiera, lo quería sentir por entero, se que era peligroso, pero me encantaba el peligro. Su lengua recorría libremente por mi cuerpo tembloroso y se apoderó de un pezón que estaba más que erecto, con una mano se encargó del otro pezón retorciéndolo y tironeando, el placer era indescriptible, mis dos pechos siendo torturados de placer, mientras una mano se dirigía a mi centro palpitante y caliente, adentró tres dedos retorciéndolos y llevándome a la gloria, cuando alcanzó mi punto G llegué a mi primer orgasmo de la noche mientras él me gritaba que me corriera para él.

Cuando mi cuerpo dejó de temblar por los espasmos de mi liberación invertí los papeles a ahora era yo quien me deleitaba con su cuerpo de dios griego, pasé mi lengua caliente y lujuriosa por todo su torso, no se en que momento se había desvestido, pero estaba completamente desnudo y no lo podía querer de otra manera, ese maravilloso ser era mío y pronto gritaríamos de tanto placer cuando nuestros centros se unieran en la danza más antigua de los tiempos.

- Nena no juegues más, ya no aguanto, te necesito

- Mmmm, falta mucho amor, déjame probarte

- Oh, dios, me estás matando – gritó cuando tomé su verga en mi boca, era la cosa más deliciosa que hubiera probado, ya lo había dicho pero era verdad, su sabor, su olor me llamaban a seguir degustando ese manjar hecho sólo para mi, tomó mi pelo en su puño y empezó a embestir mi boca cada vez más fuerte, sus caderas se movían al compás y esa V deliciosa entre sus caderas me tenían trastornada, cuando estaba a punto de venirse lo solté de golpe y escuché su rugido de frustración, pero ahora lo quería dentro de mi.

- Bella, no juegues más

- No amor, no más juegos, quiero tenerte ahora, fóllame Edward, fóllame ya, hazme el amor y tómame para siempre

- Ahora conocerás cómo ama un vampiro amor, verás el animal que hay en mi

- Eso estoy esperando – y no dije nada más, me situé encima suyo y tomando su erección con la mano lo dirigí hacia mi mojado centro, descendí lentamente y gemimos al unísono cuando lo tuve dentro mío. Era maravilloso sentirlo y un tanto molesto, era muy grande y no pude evitar el dolor que me atravesó cuando traspasó la barrera de mi virginidad, nos quedamos un momento sin movernos, pero podía sentir el esfuerzo que estaba haciendo Edward por mantenerse quieto, de a poco el dolor fue pasando dejando solamente placer y reanudé el movimiento primero en forma circular hasta adaptarme y luego el sube y baja por toda su longitud, me hice hacia delante y apoyé mis manos a los costados de la cabeza de Edward, así el podía darse un festín con mis pechos y entre gruñidos y jadeos de placer por parte de los dos si que lo hizo

- Oh Bella, que rico amor, sigue, sigue, así, así – lograba apenas articular palabras mi vampiro mientras tomaba mis caderas entre sus manos y me ayudaba a marcar el ritmo cada vez más rápido

- Te amo, te amo Bella, no sabes cuanto, ahhhh – nos hizo girar y ahora él estaba encima mío, tomó mis piernas y las puso alrededor de su cadera y empujó hacia mi centro, sus manos se apoyaron en la cabecera de mi cama quien crujía cada vez más y golpeaba la pared con cada embestida que daba Edward.

Mi cabeza giraba, apenas podía respirar y el nudo en mi estómago cada vez era más grande y tenso, sentía que en cualquier momento reventaría en el más maravilloso de los orgasmos. Sus movimientos se hicieron cada vez más rudos y salvajes

- Mierda Bella, eres tan jodidamente estrecha y caliente, cielo dime si te daño, dime….

- Sigue Edward, me encanta amor, me encanta sentirte dentro de mi cuerpo, no pares, más, quiero más, más rápido Edward – y así lo hizo cada vez embestía con mayor fuerza, me importaba una mierda si maña estaba llena de moretones, el placer que sentía en estos momentos valía cualquier magulladura que me podría dejar, no sentía dolor, sólo placer, un placer irrefrenable.

- Ahhhh, Edward eres tan putamente bueno, eres un jodido dios del sexo, yo…yo… - mierda no podía decir nada coherente

- Ahhh, Bella, eres deliciosa amor, te necesitaba tanto amor, tanto, eres una jodida zorra cielo y me encanta, eres mi zorra, mía sólo mía

- Mmmm, sólo tuya Edward, tu zorra –me encantaba que hablara sucio y fuera tan posesivo.

Sus manos rompieron el cabecero de madera de mi cama, se que se estaba restringiendo y ahora que habían caído algunas astillas de madera iba a conocer a mi hombre vampiro, tomé un trozo de madera roto y puntiagudo entre mis dedos y rasgué mi piel superficialmente a la altura de mi muñeca izquierda brotando un hilo de sangre.

Edward rugió y trató de alejarse, pero apreté el agarre de mis piernas y no lo solté, se que si realmente hubiera querido lo habría logrado, pero se quedó y sus ojos estaban salvajes, desquiciados y trataba de no respirar, de no sentir mi sangre, pero yo quería lo contrario y levanté nuevamente mi mano y rasgué nuevamente mi piel, pero a la altura de mi garganta, nuevamente el hilo de sangre se escurrió y Edward apretaba cada vez más la mandíbula, sus embestidas habían cesado y sus ojos recorrían el camino de sangre que surcaba mi piel. Moví mis caderas, no quería que me dejara a la mitad del orgasmo

- Es para ti amor, bebe de mi sangre, es tuya cielo, confío en ti – Edward respiraba cada vez más agitadamente, estaba dividido entre el placer y la necesidad y mi seguridad

- Mierda, Bella, eres mi perdición – y con un gruñido se rindió al placer de la sangre, lamiéndola y regodeándose de lujuria

siguió embistiendo cada vez más fuerte, su lengua sorbiendo mi sangre y sus embistes salvajes me llevaron nuevamente a la locura, era mío, ahora más que nunca era mío, era dueño de mi corazón, de mi cuerpo y de mi sangre

- Oh, Edward, ya casi…

- Vente amor, córrete para mi cielo, mi zorra, baña mi polla con tus jugos – dos embistes y su sucio lenguaje en medio de un gruñido me corrí, grité y grité su nombre una y otra vez, mientras mis fluidos salían como cascadas mojando su gloriosa polla

- Ohhhh, Bella, me encanta como aprietas mi polla ahhhhh – tres empujes y se corrió fuertemente, temblaba y maldecía mientras seguía embistiendo para alargar el placer.

- Joder Bella, es lo más maravilloso que me ha pasado en mi jodida vida, te amo, te amo, decía todavía con la voz entrecortada mientras su respiración se hacía más acompasada, todavía estaba dentro mío y me besó largamente, volví a sentir como su polla crecía dentro de mi cuerpo, oh, mi vampirito era insaciable, ya estaba listo para la acción otra vez, carajo, estaba realmente cansada, pero la calentura era mayor y de sólo sentirlo erguido ya estaba completamente excitada.

- Mmmm, cielo, lista para más sexo salvaje

- Siempre Edward, contigo siempre.