Dark Chat

miércoles, 2 de febrero de 2011

Conquistando tu Amor

CAPÍTULO IX

EDWARD POV

Llegó el lunes y las clases comenzarían en un par de horas, después de darme una larga ducha bajé a desayunar, los minutos pasaban y Bella aún no aparecía ja otra cosa negativa en ella IRRESPONSABLE, el primer día de clases y ya estaba atrasada, Sue me avisó que en cualquier momento aparecería su niña y así mismo fue, llegó corriendo y con el uniforme todo revuelto, el cabello mojado y desordenado, la mochila a medio cerrar, era divertido verla tan desordenada, parecía una niñita pequeña, al mirarla de reojo me fijo en el uniforme y mierda más mierda, esa niña era un pecado andante con ese maldito uniforme, falda cortísima tableada blusa blanca ajustada y se le transparentaba el sujetador, medias a la rodilla y una chaquetita que apenas cumplía su labor de resguardar la parte superior, parecía una perfecta copia de las chicas de los animé japoneses. Agarró rápidamente una manzana y una tostada, bebió jugo de naranja directamente del cartón a lo que Sue le reprochó, dio dos mascadas a la tostada y guardó la manzana en la mochila, se despidió de Sue y salió apresuradamente hacia el colegio, a mí ni siquiera me miró, perfecto ahora era invisible para la mocosa, me despedí de Sue y me fui, al llegar a la entrada de la casa quedé petrificado, Bella se estaba montando en una magnífica moto negra, sus piernas abrazaban la máquina casi con lujuria, la minúscula faldita se le iba subiendo cada vez más, pero ahí me di cuenta de que llegaba unos pequeños y ajustado shorts bajo la falda para que no se le viera las bragas, aún así vuelvo a repetir un pecado andante, recompuse mi cara y seguí caminando. Me había atrasado esperando ver a Bella antes de ir a clases y ahora iba a llegar atrasado, ya que aún no me había hecho de algún vehículo, por lo tanto me tendría que ir caminando, escuché la moto ronronear y cuando iba pasando por mi lado se detuvo.

- Ey profe ¿no crees que vas un poco tarde? Y más encima el primer día

- Ehhhh, si

- Sube te llevo, pero no te acostumbres profe
- No te preocupes, igual llegaré

- Ay hombre, en serio yo te llevo o acaso te incomodan las chicas que conducen, eso sería tan anticuado y machista ¿qué dices te subes o no? Mira que no tengo todo el día

- Si, gracias, le contesto un poco incómodo por la situación

- Vale tienes que sujetarte bien y toma ponte este casco y te advierto que me encanta la velocidad así que si te da miedo me avisas para que te puedas bajar

- Bella no soy un crío, no me asusta la maldita velocidad, vamos

- Ok

Echó a correr la moto y agarré firmemente su cintura, el espacio entre su cuerpo y el mío era minúsculo y podía sentir su trasero pegado a mi entrepierna, definitivamente mi día iba a ser muyyyy duro, a los pocos minutos llegamos al colegio, de verás que conducía rápido y la verdad estaba un poco mareado y excitado al mismo tiempo. En el estacionamiento nos bajamos, ya casi no habían alumnos y antes de entrar al recinto Bella me llamó

- Ehh, Edward te puedo pedir un favor
- Si, dime

- Es que ya es tarde y no alcanzo a ir al baño y me tengo que sacar este short, así que me puedes cubrir con tu cuerpo un momento

- Ehhhh, no puedes esperar al recreo, no creo que sea bueno, si alguien nos ve, yo soy tu profesor

- Cobarde, ¿sabes qué? no te preocupes yo espero que llegue algún muchacho para que me ayude
- ¿harías eso?, digo deberías cuidarte un poco más, yo ehhh, no creo poder ayudarte, lo siento

- Jajajaja deberías verte la cara pareces haber visto un fantasma, era una broma profe, no necesito que me cubras, lo puedo hacer perfectamente sola, no me da pudor
- No estarás hablando en serio, te pueden ver

- ¿y?, todos han visto alguna vez unas bragas ¿o no?

Maldita sea Bella introdujo sus manos entre la falda y empezó a bajar lentamente el short por sus piernas, instintivamente la acorralé contra la moto y la abracé para que mi cuerpo la cubriera, pero fue un grandísimo error estábamos juntos, peligrosamente juntos, soltó un jadeo y abrió los ojos como platos y totalmente ruborizada terminó su labor sin dejar de mirarme a los ojos y con la boca entreabierta. Yo por mi parte olvidé el lugar, el momento, olvidé malditamente todo, esa niña tenía algo que me volvía cada vez más loco, sin proponérmelo embestí mi erección contra su centro, Bella volvió a jadear, y carajo no me pude aguantar las ganas y la besé furiosamente, nuestras bocas se comían entre si, agarré fuertemente sus caderas y seguí embistiendo, definitivamente en estos momentos odiaba el maldito lugar en el que estábamos y definitivamente odiaba la ropa que nos separaba, ansiaba tener su cuerpo desnudo y excitado entre el mío, acariciar cada pulgada de su hermoso y caliente cuerpo, mis manos involuntariamente empezaron a recorrer sus muslos y ¡diablos! Si que era suave su piel, sus manos recorrían mi pecho llegando y luego subió a enredarse en mi cabello, yo estaba en la gloria, lentamente bajamos la intensidad del beso a falta de oxígeno y Bella abrió lentamente los ojos y su cara era de total desconcierto, luego me empujó y salió corriendo hacia la entrada del colegio. ¡Mierda! Qué acababa de hacer, estábamos en el colegio y había acorralado a una alumna. Me obligué a calmarme y dirigirme hacia el colegio, más tarde me disculparía con Bella por mi comportamiento, debía ponerle fin a esta calentura que sentía por ella, no se cómo pero lo haría.

Las clases transcurrieron lentamente, en toda la mañana no divisé a Bella, lo que era un alivio, mejor es que conversáramos en casa así estaríamos más tranquilos

Me encontraba frente al dormitorio de Bella y no sabía realmente qué hacer, de igual manera golpee la puerta levemente

- Pase, contestó Bella

- Emmm, Bella tenemos que conversar

- Eh, aumm, s…si creo que si, ella estaba claramente nerviosa

- Bella, yo me quiero disculpar por todo lo que ha pasado entre nosotros, yo me he desubicado enormemente contigo, eres una niña y yo soy un bastardo, por favor quiero que me disculpes y por favor no vuelvas a hacer la escenita del estacionamiento delante de mí, no tientes mi autocontrol

- ¿Quéee?, o sea me echas la culpa a mí por tu descaro, eres un maldito pobre intento de hombre

- ¿Cómo me has llamado?, que se creía esa niña, llamarme de esa manera, me vengo a disculpar y ella me insulta

- Creo que escuchaste perfectamente bien, así que no hagas que lo repita, además la única vez que te he provocado fue en la disco y no sabía que eras el profe nuevo, las otras veces me has forzado, no me acuses por tu calentura

Carajo Bella tenía razón, no tenía que culparla, ella no tenía la culpa de encontrarla tan hot y que me calentara con sólo verla

- Ahora lárgate de mi cuarto, no quiero volver a verte y ¿sabes algo? Te voy a ayudar con la calentura que te traes : no quiero que me vuelvas a dirigir la palabra nunca más, no quiero que me mires, me da asco cuando lo haces y por último no quiero que te acerques a mí nunca más¡¡¡ME ESCUCHASTE!!!

- Si, disculpa otra vez todo lo que te he hecho pasar, pero esas reglas se aplican en la casa, en el colegio debemos llevar una buena relación profesor alumno

- Ja, yo no llevo relación alguna con los profes, ustedes no me interesan en lo más mínimo, y no pienso hacerte caso ¿Cómo ves?

- Veo que eres una niñita malcriada y frívola

- Y tú un viejo verde que se pone duro con las menores de edad, eres asqueroso

Carajo, no pude rebatirla, ella tenía razón, salí rápidamente hacia el jardín, estaba realmente molesto y necesitaba calmarme.


BELLA POV

Qué mierda se creía, echarme la culpa por su debilidad, todos los malditos hombres eran iguales y Edward Cullen no era la excepción, yo quería solamente hacerle una broma con lo del short, no era nada del otro mundo, estaba acostumbrada a hacerlo, pero talvez había sido inapropiado con las cosas que habían vivido recientemente, tal parece que me comporté como una ¡mierda, como una zorra!, no estaba acostumbrada a este comportamiento con desconocidos, siempre que tonteaba lo hacía con Quil o Jake, él tenía razón lo había provocado y lo que es peor me había gustado tentarlo, ahora me daba cuenta, pero las cosas ya estaban hechas y las palabras dichas, no me retractaría y lo mejor era poner la mayor distancia posible entre los dos, me comportaría como una mierda con él, pero era lo mejor, ya que tan tonta no era y ese hombre podría fácilmente sacar la parte de mi que no estaba dispuesta a experimentar y mucho menos vivir, mañana empezaba a sacar la fiera en mí, y dios te salve Cullen eres mi primera víctima por ser tan endemoniadamente sexy y calentarme con sólo una mirada.

El martes llegó y mi primera clase era con Edward-sexy-Cullen y me encontraba nerviosa, pero al diablo esta clase la manejaba a mi antojo, literatura era mi mejor clase junto a inglés, pero el ambiente iba a ser tenso, eso lo sabía bien.

Cuando sexy-Cullen entró a clases no me pasó inadvertida las miradas depravadas de mis compañeras, lo miraban con la boca abierta, les faltaba poco para babear, malditas perras cachondas. Quil era mi compañero de asiento y se reía de las zorras, yo por mi parte estaba irritada. La clase empezó y casi no me podía concentrar, así que saqué mi mp4 y me puse los audífonos y recosté mi cara en la mesa relajándome con la música, pasaron unos minutos, creo cuando Quil me golpea suavemente con el codo y levanto mi mirada, Edward me miraba con ira en su rostro y con un dedo me indicó que me acercara a su escritorio, me iba a sacar los audífonos, pero él negó con la cabeza indicando que quería que los llevara conmigo, mierda, me los iba a confiscar, pero al recordar en la forma en que acostumbraba a poner el cable de los audífonos para que no se vieran me reí internamente, esto iba a ser interesante, prepárate Cullen si quieres quitarme mi aparatito vas a sufrir un poquito, al llegar al escritorio alzo una ceja para darle a entender que no me interesaba lo que iba a hacer.
- Señorita Swan, como parece que no le interesa mi clase y le gusta más la música le dejo dos opciones o me entrega el aparato o se retira de mi clase inmediatamente.
- Mmm, tiene razón, usted es terriblemente aburrido para dictar las clases, así que no lo siento y sí la música está mejor que estar escuchándolo, escucho algunas risitas de mis compañeros y un fuerte “mierda, la fiera ha vuelto con todo”
- Señorita entregue el mp4 inmediatamente dijo el Sexy-profe estirando la mano para que se lo entregara, que iluso
- Si lo quieres sácalo tú mismo profe, dije acercándome más cerca de su cuerpo, lo vi mirándome fijamente, parece que no se creía lo que le había dicho, bajó su mirada buscando el aparato para arrebatármelo y su boca se abrió ligeramente, sí, lo tenía donde quería, si el bastardo quería quitarme mi música tendría que tocarme, ya que el mp4 lo tenía firmemente agarrado a mi cadera entre la pretina de la falda y mi piel, el cable recorría mi vientre enredándose en mis pechos hasta llegar a mis oídos todo esto bajo mi blusa, por lo que tendría mucha piel que tocar y el maldito no se atrevería, nadie lo hacía Ja Cullen para que sepas quien manda acá.

- ISABELLA, dice casi en un susurro no hagas esto, por favor coopera dice con los dientes apretados. Me inclino hacia su oído lentamente y le susurró

- Nadie puede conmigo Cullen, te metiste con la mujer equivocada, no me fastidies más y nos llevaremos mejor, me enderezo para dirigirme a mi asiento con cara triunfal cuando la puerta se abre y entra un alumno que no conocía con un gran ramo de rosas rojas y le pide permiso a Edward para entregarla, Cullen acepta y el chico se aclara la garganta y empieza a leer un papel

- Señorita Bella Swan, este es un pequeño presente para la mujer más hermosa que he conocido en mi vida y estaría feliz de que aceptaras salir conmigo, por favor acepta sólo tú puedes hacer feliz a este hombre que sólo piensa en ti día y noche desde que te vio por primera vez. El chico me entrega el ramo de flores y sacó la tarjeta que llevaba para saber quien se atrevió a mandarme este adefesio, claro la tarjeta estaba firmada por James y decía que me asomara por la ventana que él se encontraba abajo, sin prestarle atención a nadie me dirigí a la ventana y si, el imbécil estaba abajo y me hacía señas, tomé las flores y abrí la ventana y se las arrojé violentamente y le grité

- Odio las rosas, y no acepto nada de ti, cuando las rosas llegaron a él estaban todas desordenadas, ya que mi salón de clases estaba en la tercera planta y el se encontraba en la calle. Estúpido pensaba que con unas cursi rosas yo, la fiera iba a aceptar salir con él, de verdad odio la rosas, ahora mucho más. Las chicas del salón me miraban con odio en sus ojos y los chicos divertidos, si, la perra estaba de regreso con todo. Fijé mi mirada en Edward y él estaba perplejo y con la boca abierta mirándome fijamente, apuesto que jamás pensó que pudiera ser capaz de hacer algo así, tenía unas ganas de gritarle si Edward esta soy yo, una maldita perra que disfruta humillando a los tarados que se atreven a cortejarme. Me volví a sentar y Quil me sonríe y le devuelvo la sonrisa porque esto significa una sola cosa el juego comienza, y le digo a Quil: “James te tengo donde quiero y te voy a reventar”.

La clase terminó y Edward me llamó e hizo que lo esperara hasta que salieran todos los alumnos del salón

- Bella lo que hiciste con el mp4 no lo toleraré más, eres francamente insoportable y repito no toleraré tu comportamiento altanero en mi clase ¿está claro?

- Púdrete Cullen le digo y le alzo mi dedo medio y me largo de la sala mientras me carcajeo.

Los días siguientes pasaron rápidamente y el contacto con Edward era nulo, yo lo ignoraba y él me ignoraba tanto en clases como en la casa. Ramos de flores siguieron llegando al colegio y a la casa, todos los días eran distintos ramos : crisantemos, gladiolos, violetas, tulipanes, etc, todos ellos iban directamente a la basura o los arrojaba por la ventana directamente hacia James, ya que él seguía esperando fuera del colegio a que aceptara una cita con él. Yo me sentía realmente bien, feliz todo estaba ocurriendo como lo tenía planeado James se veía cada día más desesperado por un poco de mi atención, su estado era bastante comentado tanto en el colegio como en la universidad donde él estudiaba, todos sabían que lo traía loquito, dejó sus otras chicas, tenía varias, pero las dejó por mí, ya no salía de juerga como antes, un par de ocasiones me trajo serenata a la casa y fue de lo más ridículo, ni siquiera me asomé a la ventana a verlo y me estaba muriendo de la risa en la cocina cuando apareció mister correcto y después de varios días me dirigió la palabra y dijo escuetamente “maldita frívola” y se fue por donde vino y yo me carcajee más aún aunque sus palabras me dolieron un poco, yo no era frívola, pero él no sabía mis motivos para actuar así con James y nunca lo sabría.