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miércoles, 21 de abril de 2010

Nuestra Nueva Familia

Hello mis angeles aqui les dejo estos cap a nombre a Anita , q la pobre anda muy atareada con los examenes finales de la uni , chicas dejen sus porras para ella q si se puede mil besitos siss hermosa.
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CAPITULO 28: REVANCHA


BELLA POV

"¿Qué… qué les pasa?" – pregunté a mis hermanas sin salir aun de mi asombro. Ninguna de las dos contestó.


Rose, se limitó a mirar, de manera furiosa, a través de la ventana que daba vista hacia el jardín, donde los Cullen platicaban amenamente con nuestras primas y Alice, por su parte, agachó su rostro con gesto triste y desolador, mientras se dejaba caer sobre un pequeño sofá cerca de ahí – "Nos están ignorando" – no era una pregunta. Era la más completa y verdadera de las afirmaciones.


Rose alejó, bruscamente, su mirada de los tres muchachos quienes, desde la mañana, se habían comportado de una manera extraña con nosotras. No es que frente a nuestros padres o frente a doña Choni o a don Pancho, nos trataran como reinas, ya que, aún seguíamos en aquella farsa de los hermanastros que no se soportan, pero… ¿Era necesaria toda esa amabilidad con nuestras primas?


Es más, en ese instante, no había por que mantener una farsa. Doña Choni y don Pancho, habían salido para hacer las compras de la casa y nuestros padres se encontraban trabajando en el hospital… ¿Por qué entonces no se habían acercado a nosotras ni un solo segundo?


Ni una sola mirada. Ni una sola sonrisa, ni el más mínimo saludo. Toda la atención estaba puesta en ellas… ¿Y nosotras qué? ¿Yo qué? Apreté la mandíbula cuando vi como Edward sonreía ampliamente al escuchar no sé que cosa pronunciada por las labios de Tanya… estaba a punto de soltar una maldición, acompañaba de un buen golpe sobre la pared, cuando un pequeño sollozo me interrumpió.


Bajé la mirada y vi como mi hermana pequeña se cubría, con ambas manitas, su rostro de duendecillo


"Alice" – murmuramos Rose y yo al unísono mientras nos poníamos a la altura de nuestra hermana – "¿Qué te pasa?" – pregunté aunque la respuesta estaba clara.


Alice, a diferencia mía o de Rose, era demasiado sensible y aquella actitud ausente de Jasper, le dolía tanto, como a mí, la actitud de Edward y a Rose la actitud de Emmett, solo que, a diferencia de nosotras (quienes preferíamos gruñir, maldecir, y/o golpear), la más pequeña recurría al llanto


"Ali, no llores" – pedí mientras pasaba brevemente una mano por su sedoso cabello negro – "¿Por qué lloras, Ali?" – volví a preguntar para que se desahogara. Ella dejó de cubrir su carita y nos miró fijamente con los ojos vidriosos


"Jazz… Jazz ¿Ya no me quiere?" – nos preguntó mientras controlaba los sollozos, la abracé fuertemente, la sentí tan inocente y tan desprotegida entre mis brazos y eso… aumento mi furia.


¿Cómo se atrevían? ¿Cómo se atrevía Jasper a hacerle eso a mi hermana, sabiendo perfectamente lo sensible que era y lo mucho que le quería? ¿Cómo se atrevían los otros dos idiotas a permitir eso? ¡¿Cómo?!


"Alice, deja de llorar" – ordenó Rose con voz firme mientras me jalaba para romper la unión de nuestros cuerpos – "y tu Bella, deja de consolarla"


"Rose…" – comencé a decir pero ella me interrumpió con una firme y seria mirada


"Estos imbeciles, no merecen que estemos lamentándonos por ellos" – dijo – "¿Qué les pasa? ¿piensan pasar todo el día viendo, a través de esta ventana, como se divierten con nuestras primas?" – al ver que ninguna de las dos contestó, prosiguió – "Si, de un día a otro, prefirieron la compañía de Tanya, Irina y Kate ¡Que lo disfruten! Nosotros también tenemos mejores opciones que ese trío"


"¿Las tenemos?" – pregunté más para mí que para ellas. No podía imaginarme a alguien mejor que Edward


"Claro que si" – confirmó Rose – "tengo un plan" – confesó con una sonrisa macabra – "y ya veremos si, después de todo esto, van a preferir a las Denali en lugar de nosotras"


"¿Qué te traes en manos, Rose?" – inquirí temerosa. Las ideas de mi hermana mayor, a veces, solían ser demasiado terroríficas, más si se trataba de algo con lo cual defender su orgullo


Rose miró, por ultima vez, la feliz escena de los Cullen con las Denali y, después, con mirada relampagueante, encabezó una marcha hacia su recamara.


EDWARD POV


Me la estaba pasando.... mal y estaba muy aburrido.


No es que las Denali fueran desagradables o cosas por el estilo, al contrario, parecían ser chicas demasiado alegres y simpáticas (un poco exageradas en el asunto, para mi gusto, pero, era respetable). Simplemente que, para mí, no había, ni habrá, compañía más hermosa e interesante que la de Bella y, el saber que en aquellos momentos podría estar con ella y no con Tanya, digamos que me irritaba un poco.


Comencé a creer que el plan de Emmett ya no era tan maravilloso en cuanto mis mejillas empezaron a sentirse adoloridas por estar estiradas todo el tiempo, emitiendo una falsa sonrisa.


Además, nuestras expectativas habían resultado falsas. En ningún momento, las Swan habían venido hacia nosotros y nos habían pedido disculpas por su antiguo comportamiento. No. Al contrario, parecía que nuestro plan solo había implicado a crear una profunda indiferencia en las tres, ya que, desde el desayuno, (en el cual, por consejo de Emmett, habíamos aparentado depositar toda nuestra atención el las Denali) se habían levantado de la mesa con gesto airado y nos habían dejado solos, con las tres chicas extranjeras.


Desde ese momento, no las habíamos visto tenía ya más de tres horas. Mis ojos, se dirigían a cada instante hacia la casa, buscando a aquella esbelta figura con cabello color caoba.


"¿Buscas algo?" – preguntó Tanya, llamando mi atención


"No" – mentí mientras sonreía lo más amablemente posible. Retomé el sentido de las palabras emitidas por la muchacha mientras luchaba por prestar toda la atención que me fuera posible.


Me extrañó mucho el ver un carro, seguido de otro y de otro más, acercarse a la casa.


"¿Esperan visitas?" – quiso saber Tanya mientras me ponía de pie, al igual que mis hermanos, para encarar a los automóviles que se habían estacionado frente al jardín.


Fruncí el ceño al ver a dos jóvenes, a quienes simplemente conocía de vista y sabía que uno se llamaba James y el otro, Peter, si no mal recordaba… mi expresión se volvió idéntica a la que habían optado los semblantes de mis hermanos al ver a aquel muchacho alto y de piel morena bajar por último.


"¡Jake!"


"¡James!"


"¡Peter!"


Exclamaron las Swan mientras se acercaban para saludar a los jóvenes. El estomago se me revolvió al notar que Bella pasaba a mi lado, con aire tan ausente que me sentí invisible, para saludar de manera entusiasta al estupido ese


"Me alegra el que hayas venido" – escuché que dijo (aunque en ese momento, hubiera preferido estar sordo)


"¡Que va!" – exclamó Jacob – "para ti, estoy disponible las veinticuatro horas del día" – Bella rió


"Todavía no estamos litas" – comentó Rose, principalmente para James, pero lo suficientemente alto como para que todos escucháramos – "¿Gustan esperarnos un momento?"


"¡Claro!" – contestaron los tres al unísono e, ignorándonos otra vez, se dirigieron hacia la sala, en compañía de nuestras novias. Escuché un fuerte gruñido, que fue coreado por otro más débil. Comprendí que se trataba de Emmett y Jasper, quienes no estaban menos furiosos que yo.


"¡¿A poco nuestras primas tienen novio?!" – preguntó Irina, de manera entusiasta.


Jasper, Emmett y yo, intercambiamos sendas miradas y ninguno contestó, debido a que los tres teníamos nuestras mandíbulas fuertemente apretadas a causa de la furia que nos invadía


"En seguida vuelvo" – anuncié. Esto no se podía quedar así. Necesitaba una explicación de lo que estaba pasando, y Bella me la iba a proporcionar – "tengo unas cosas que hacer" – y salí dando grandes zancadas hacia la casa.


Mis hermanos no tardaron en imitarme y, al entrar, vimos a los tres imbeciles sentados en nuestra sala


"Hola, chicos" – saludaron de manera despreocupada con una estupida sonrisa recorriendo sus doblemente estupidos rostros


Estoy seguro que no fui el único que quiso iniciar una masacre en ese momento. Ninguno de los tres respondió. Pasamos de largo, somatando fuertemente los talones mientras subíamos las escaleras y, al llegar a nuestras respectivas puertas, ninguno se molestó en tocar. Giramos la perilla y entramos…


"¡Edward!" – exclamó mi novia al verme – "¿Acaso no te han enseñado a tocar la puerta? ¡Siempre haces lo mismo!" – ignoré sus palabras y caminé hacia ella, hasta quedar a una distancia menor a un metro


"¿Se puede saber qué significa lo que acabo de ver?" – pregunté con voz ronca. Tenía la garganta cerrada de pura rabia. Bella me miró de forma inquisitiva (y podría jurar que un poco burlona), mientras enarcaba una de sus cejas – "¡¿Qué hace Jacob Black en la sala, Bella?!" – quise saber ante su silencio


"Me esta esperando" – contestó con voz relajada, lo cual me molestó aún más


"Te esta esperando" – repetí mientras me apretaba el puente de la nariz y cerraba fuertemente mis ojos, para calmarme un poco – "¿Para qué?"


"Voy a salir con él, le llamé para ver si quería ir al cine" – volvió a contestar como si la noticia no fuera, para mí, motivo suficiente como para querer enterrarme vivo.


La miré fijamente, su semblante estaba sereno, no mostraba ninguna perturbación, acorté la poca distancia que nos separaba y tome sus brazos entre mis manos


"Bella, no puedes ir con él" – dije, tal vez de manera un poco posesiva, pero los celos me estaban carcomiendo – "¿Por qué justamente Jacob y no yo? ¿Por qué no me dijiste que querías ir al cine? ¡Hubiéramos podido ir los dos, sin necesidad de que tuvieras que invitar a ese idiota!" – al fin, pude ver un indicio de emoción en sus pupilas, y no fue otra, que el más puro de los reproches.


"Lo siento" – comenzó a decir con voz ácida – "créeme: al verte tan entretenido con Tanya, no quise molestarte, así que, para no privarte de la divertida tarde que estabas pasando, decidí…"


"¡¿Haces todo esto por celos?!" – interrumpí y su fría mirada se poso fijamente en mí


"No" – respondió – "Hago todo esto, por que yo también quiero divertirme"


"¡Con Jacob Black!" – exclamé


"¡Si!" – confirmó también alterada – "¡Con Jacob!" – ambos nos asesinamos con la mirada por varios segundos, y después, Bella prosiguió – "así que, por favor, no molestes. Dame mi espacio, así como yo te doy el tuyo" – comenzó a caminar, pero rápidamente me puse frente a ella, bloqueándole el paso.


"No irás con él a ningún lado" - anticipé, provocando con mi reacción, el que una sonrisa sarcástica e irónica se dibujara en los labios de mi novia


"¿Y qué te hace pensar que no?" – retó – "¿Me vas a encerrar en la recamara o…?"


"Si es necesario, si" – interrumpí y ella bufó fuertemente al momento en que ponía los ojos en blanco y ponía sus manos sobre mi pecho para empujarme hacia un lado


"Edward, ¡Ya!" – exclamó ante mi resistencia – "¡Déjame ir, Jacob esta esperando allá abajo con los demás!"


"¡Que espere toda una vida si quiere!" – dije – "tú no saldrás de esta recamara, Bella. No hasta que él se haya ido"


"¿Y qué piensas hacer para evitar que yo salga?" – volvió a retar y, sin contestarle, tomé entre mis manos su rostro y la comencé a besar con desesperación.


Las manos de mi novia me empujaron tras pasar varios segundos


"¡Ni creas que con un beso lograras que me quede!" – dijo – "Iré con Jacob al cine, te guste o no. No eres mi padre para impedírmelo" – la frialdad y sequedad de sus palabras me hirieron profundamente… plantando mis pies en el suelo, impidiéndome el movimiento para evitar el que Bella se fuera.


EMMETT POV


"¡Feminista!" – acusé fuertemente, mientras señalaba a la rubia y hermosa muchacha que tenía en frente – "¡Eso es lo que eres, una feminista explotadora y abusadora de hombres!"


"¿Yo soy feminista?" – preguntó con gran y ofendida incredibilidad – "¿Y tú que eres Emmett Cullen? ¿Cómo se le llama a la persona que incita a sus hermanos para que éstos sigan su ejemplo de darle celos a sus novias para "ponerlas en su lugar"?" – me había arrepentido de haberle contado la verdad del por qué de nuestra actitud durante todo el día a Rose.


"No es justo que no confíen en nosotros" – discutí – "al menos, no en nuestro caso, Rose. Sabes que yo te amo, ¿Qué tengo que hacer para demostrarlo?"


"¡No, Emmett! ¡No hay necesidad que lo demuestres!" – exclamó con sarcasmo – "Me queda muy claro que me amas, ¿Qué dudas puedo albergar si te la pasas con mi prima todo el maldito día?"


"Ya te di mis razones" –


"¡Que originales son!"


"Entonces, ¿es por eso que has invitado a James a salir?" – pregunté y ella desvió su mirada de la mía, dándome una afirmación implícita – "Eso tampoco es muy convincente a la hora de querer dejar claro tus sentimientos por mí… ¿Qué se yo si no buscas solamente pretextos para verlo?" - agregué


"Es tu problema si me quieres creer o no" – dijo firmemente – "al fin de cuentas, ¿Qué tanto te puede importar si tienes de consuelo a Irina?"


"Rose, yo no…"


"Se me hace tarde, Emmett" – interrumpió mientras cogía una bolsa de mano color negra – "que te la pases muy bien" – deseó antes de dejarme solo ahí en su recamara.


JASPER POV


"Alice, por favor" – imploré, por enésima vez, a punto de hincarme, con tal de que mi novia me perdonara.


"Ya es hora de irnos, Ali" – dijo Rose entrando por la recamara sin previo aviso – "¿Tu también le estas reclamando a mi hermana por que va a salir con otro chico?" – me preguntó fríamente la muchacha


"Rose" – reprendió mi novia – "no le hables así a Jazz"


"¡Por favor, Alice!" – exclamó la muchacha furiosa – "¡¿Cómo no le voy hablar así, cuando estuviste llorando por él?!" – sentí mis mejillas coloradas por la vergüenza. Me había prometido no lastimar más a mi pequeña y lo había hecho otra vez…


"Rose, déjame hablar con Alice un momento, por favor" – pedí y la chica no se movió


"Rose, en seguida bajo" – anunció mi novia y la chica suspiró pesadamente mientras se daba media vuelta para irse. Pasaron unos cuantos segundos, los cuales se me hicieron eternos, al no encontrar las palabras con las cuales dirigirme hacia la niña que tenía enfrente


"Perdóname" – dije otra vez con mucha sinceridad, mientras tomaba sus manos entre las mías – "volviste a llorar por mí… perdóname"


"Bella tiene razón" – comentó mientras separaba nuestra unión – "una disculpa no es suficiente, Jazz… eso no me asegura que no lo volverás a hacer"


"No fue mi intención… Emmett dijo que eso funcionaría para que ustedes dejaran de desconfiar de nosotros… yo no quería…"


"Pero lo hiciste" – interrumpió y su voz se escuchó triste – "tal yo te deba una disculpa por descargar mi coraje contigo ayer pero… pienso que eso no te da, ni les da a tus hermanos, el derecho de jugar con nosotras, ni con nuestras primas"


"Ali, pero no por eso tienes que salir con Peter" – expuse – "no me gusta… no… no quiero que vayas con él" – se encogió levemente de ojos mientras sonreía tristemente


"A mi tampoco me gustó que el verte todo el día pegada a Kate…"


"Ali" – volví a repetir su nombre con suplica – "por favor" – llevé mis manos hacia sus mejillas y fijé mi mirada en sus lindos ojos negros – "quédate conmigo" –llevó una de sus pequeñas manos hacia mi mejilla y la rozó levemente, después, cerró sus ojos, exiliándome de la profundidad de su mirada y suspiró pesadamente antes de hablar


"No puedo, Jazz" – dijo con pesar – "sería de mala educación el dejar a Peter plantado…"


"No es eso" – interrumpí conteniendo la furia – "ese no es el motivo"


"Tal vez no" – acordó mientras se ponía de pie – "pero sea la razón que sea, iré con él, y con mis hermanas, a dar un paseo… nos vemos, Jazz"


Me dejé caer en su cama mientras me repetía una y otra vez, lo imbecil que era…


¿Y si Alice se había cansado de mí? ¿Cuántas veces más la lastimaría? ¿Cuántas veces más no valoraría lo suficiente su sincero y tierno amor?


A pesar de lo mucho que la quería, sabía que sería justo el que ella se fijara en otro que no la hiciera sufrir tanto como yo…


La sola idea me hizo estremecer.


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CAPITULO 29 . ARTE


ALICE POV


Miré por la ventana mientras veía a Jasper dirigirse hacia el carro donde ya lo esperaba Carlisle. Había llegado el día en que daban los premios del concurso de pintura en la academia de arte y, aunque todos iban a estar presentes para la ceremonia, él debía estar allí antes, así que su padre se ofreció a acompañarle.


Me volví a preguntar sobre qué habría pintado. Jasper había mantenido ese secreto desde hacía ya varias semanas. No habíamos vuelto a estar solos desde aquel día en que mis hermanas y yo habíamos decidió salir con Jacob, James y Peter, respectivamente… en todo caso, se podría decir que, al igual que nuestros demás hermanos, nuestra relación no estaba en su mejor momento y eso… me entristecía.


Jasper me dedicó una mirada fugaz antes de entrar en el coche, me sorprendió el hecho de que se percatara de mi presencia, estando a varios metros arriba de su altura. En mi interior estaba creciendo otra vez el miedo. Miedo a que él se "acostumbrara" a estar sin mí (que se cansara de mis infantilazas) y que, al final del partido, dejara de necesitarme como yo lo necesitaba a él.


No habíamos tenido ninguna otra ocasión para hablar debidamente. Nuestras primas, aún seguían con nosotros y eso dificultaba un poco la libertad de movimiento entre mis hermanas y los Cullen. Quería pedirle disculpas por lo sucedido aquella tarde, después de todo, ¿Quién era yo para juzgarle? ¿Acaso no había hecho lo mismo que él con mis primas? ¿No había implicado jugar con los celos de mi novio al aceptar salir con Peter?


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Cuando llegamos a la exposición, Carlisle ya nos esperaba en la entrada. En cuanto vio a mi mamá, se dirigió hacia ella y le tomó de la mano y pocos segundos después, empezamos el recorrido a lo que serían las salas de exhibición. Todos estábamos impacientes. Jasper, con su secreto, había intrigado a toda la familia.


La sala azul se encontraba al fondo de la galería. Conforme íbamos recorriendo el resto de los salones, íbamos contemplando los cuadros del resto de alumnos, algunos para la opinión de todos, muy buenos. Me empezó a embargar la preocupación. Sabía que Jasper era un gran artista, había visto sus cuadros y, a pesar de no ser una entendida en la materia, sabía que eran muy buenos por todo lo que era capaz de transmitir con sus pinceladas. Sin embargo, Jasper se mostraba muy entusiasmado con su nueva obra, y, no dudaba de que sería tan buena como el resto de sus cuadros, pero me daba miedo que, ante tanto entusiasmo, la posibilidad de no quedar en buen lugar lo desilusionara y perdiera otra vez los ánimos de volver a pintar como le había sucedido no hacía tanto tiempo.


Llegamos, por fin, a la sala azul y enseguida vi a Jasper hablando con el profesor Jones. Suspiré en mis adentros, mientras contemplé lo guapo que se veía mi novio aquella noche. Jasper se apresuró a dar presentación a hermanas, a nuestras primas y a nuestros padres. Me acerqué, sintiendo su mirada posada sobre en mí.


- "Buenas noches" – saludé con timidez y pude leer cierta expresión de entusiasmo en el rostro del anciano maestro mientras me miraba fijamente con un brillo expectante en los ojos


- "Alice, que gusto me da el verte" – sonreí un poco extrañada ante el timbre de su voz, el cual parecía luchar por contener cierta emoción eufórica


- "Jasper, querido" - dijo mi madre mientras se acercaba con una gran sonrisa, con nuestros hermanos pisándole los talones. – "muero de curiosidad por ver tu cuadro ¿Dónde esta?"


-"¡Vamos, Jazz, no nos pongas en suspenso! ¡Nos tienes en ascuas a todos!"- exclamó Kate, siendo coreada por sus otras dos hermanas. También los Cullen, Bella y Rose estaban ansiosos, pero los ánimos tras nuestras recientes discusiones no ayudaban mucho par poder expresarlo tan abiertamente.


Noté que la mirada de Jasper se posaba de nuevo sobre mí de una manera un tanto extraña, era como si intentara buscar una aprobación de mi parte, lo cual me confundió. Me dedicó una sonrisa nerviosa y tímida y, después se hizo a un lado lentamente para mostrar el cuadro que había justo detrás de él, a unos cuantos pasos.


"Aquí lo tienen" - añadió mientras lo señalaba tímidamente.


Un cúmulo de sensaciones que jamás seré capaz de explicar se apoderó de mí. No creía que existieran palabras en el mundo que me pudieran ayudar a expresar lo que mis ojos estaban viendo. Era lo más bello que había visto nunca: El escenario era un bosque sacado directamente de un cuento, irreal y mágico, iluminado únicamente por la luz de la luna llena, pero de tal forma que parecía que cobraba vida ante su caricia azulada. En mitad de lienzo había un claro en el que se veía a una muchacha sonriente, parecía un hada, de cuerpo delicado y cabello largo y negro, cayendo en larga cascada. Su vestido, negro también, contrastaba con la nívea palidez de su piel, aterciopelada y perfecta a la luz de esa luna. Su figura adoptaba una postura grácil, como si danzara ante la luna como único testigo. Su mirada de ojos dorados, enigmática, profunda e irreal, eran como el cántico de una sirena, cuanto uno más los miraba, más deseos se tenían de seguirla y adentrarse en su mundo…


Sentí un escalofrío que me recorrió todo el cuerpo. Estaba olvidando el detalle más importante, lo que explicaba la reacción del Profesor Jones, el mutismo de Jasper de esos días e incluso la búsqueda de aprobación de su mirada momentos antes: el hada tenía mis facciones. No me atrevía a decir que era mi propio rostro porque jamás había visto que mi reflejo en el espejo fuera tan bello, pero no podía negar que si había cierto parecido entre esa figura y yo…


- "¡Alice, eres tú!" – señaló Irina con entusiasmo


- "Yo no..." - Alice empecé a balbucear incapaz de levantar la mirada.


¿Cómo iba Jasper a explicar esto a Esme y Carlisle?… ¿Y mis primas? ¿Nuestros hermanos? Ellos también estaban implicados en todo esto ¿No se suponía que no nos soportábamos? ¿Qué teníamos que esperar el momento indicado para dar a conocer la noticia?


-"¡Hermano!"- la exclamación de Emmett me sacó de mi ensoñación – "¿de verdad has pintado tu ese cuadro?" - bromeó mientras lo agarraba por los hombros.


- "La duda ofende, Em" - rió Jasper, dedicándome otra mirada fugaz


- "Jasper, es precioso" - dijo Esme emocionada mientras se acercaba a él y, por un momento, miró en mi dirección, logrando que me tensara. ¿Habría sospechado mi madre lo verdadero?


- "Así que inspiración" - bromeó Edward con una sonrisa pícara mirando a Emmett y éste le siguió la broma – "¿no se supone que no la soportas?"-


No sabía si sentirme aliviada o asustada ante la reacción de los Cullen que, fuera de parecer alarmados o molestos por semejante atrevimiento de su hermano, parecían, en cierto modo, aliviados y contentos.


- "Que no la soporte no significa que no la pueda ver con ojos de artista" - replicó Jasper sonriendo levemente, mientras veía a Carlisle y Esme con un leve rasgo de preocupación en sus ojos color miel.


- "¿Ojos de artista?... ¡De cordero degollado diría yo!" - le susurraba Emmett a Edward mientras ambos reían.


Puse los ojos en blanco, en un intento de calmar mis nervios ¿Acaso se habían olvidado que se suponía nuestra relación era un secreto? ¡Es más! ¿Se habían olvidado de que mis hermanas estaban aún furiosas con ellos por lo de su bromita pesada? Hasta donde sabía, aún esas diferencias no estaban nada aclaradas.


- "Señoras y señores" - la voz en los altavoces del Profesor Jones hizo que por fin dejara de tener los ojos de mi familia sobre mi. –"vamos a proceder a la entrega del premio de este año"- el profesor prosiguió. Con disimulo Jasper se colocó a mi lado y sentí como me ruborizada cuando me tomó la mano, apretándola ligeramente, no permití que me soltara, pude notar su nerviosismo y sabía que me necesitaba – "Como habrán podido comprobar por ustedes mismos, están ante una exposición de gran calidad, y estamos plenamente satisfechos del esfuerzo y sacrificio de todos nuestros alumnos. Sin embargo, como es tradición, tarea por otro lado bastante ardua para nosotros, nos vemos obligados a elegir una obra entre todas. Queremos que sepan que reconocemos todos sus trabajos, sin desmerecer ninguno, pero creo que ha sido la primera vez en mucho tiempo en que el jurado ha estado de acuerdo en unanimidad… Sin más preámbulos, tengo en honor de anunciarles que el premio de este año es para el señor Jasper Cullen"


-¡Siiii!!- resonó el grito de júbilo de toda nuestra familia al escuchar al ganador.


Por mi parte, no pude ver sus expresiones ya que, inconcientemente, Jasper y yo nos habíamos fundido en un fuerte abrazo, suplantando aquellas discusiones (que se me hicieron absurdas en ese momento) por un sentimiento lleno de felicidad, amor y orgullo.


Tras recibir Jasper numerosas felicitaciones y dar unas cuantas palabras de agradecimiento, Carlisle nos invitó a todos a cenar. Agradecí (por primera vez en toda la semana) la presencia de mis primas, ya que, gracias a sus eufóricas personalidades, la cena transcurrió muy animada y pareció que todos habían olvidado por completo la conversación del hecho de que el objeto de inspiración de Jasper había sido yo


Durante el viaje de regreso a casa, supe que necesitaba hablar con mi novio, pero sabía que esa noche ya no se podría. Así que preferí ir a mi cuarto y evitar algún comentario por parte de las Denali, de mis padres o, incluso, de alguna de mis hermanas. Antes de traspasar la puerta de mi recamara, vi a lo lejos como Jasper se dirigía hacia el estudio de Carlisle con el cuadro y giró un momento para verme. Me pareció ver una sombra de decepción en sus ojos.


Ya acostada en mi cama, me puse a pensar otra vez en el cuadro que Jasper había pintado. ¿Seré tan parecida a ella como había dicho Rose? Me pregunté. De repente, sentí una gran curiosidad por ver de nuevo la pintura. Total, ya hacía un buen rato que todos se habían acostado y el estudio estaba en la otra punta del pasillo. Además, doña Choni había arreglado un cuarto aparte para que nuestras invitadas durmieran más cómodamente, así que esa noche, Kate ya no estaba a mi lado.


Me levanté y, de puntillas, me dirigí hacia el estudio. Por suerte, no me hizo falta encender la luz, la luna llena estaba a todo su esplendor e iluminaba la habitación de manera asombrosa. Me dirigí hacia el cuadro lentamente, para poder disfrutar mejor de la visión. Me concentré más en el rostro de la chica, intentado buscar mi imagen en el. Claramente no tenía mi cabello, ni el color de mis ojos, pero su expresión me era familiar. Empecé a acariciar levemente la pintura, recorriendo todas las líneas de su rostro, la frente, la nariz, su boca... un ligero suspiro se escapó de mis labios


- "Te aseguro que el original es mucho más hermoso..." – giré sobresaltada para ver como Jasper me observaba apoyado en la puerta –"y esa luz te hace parecer mucho más irreal que a ella, parece que en cualquier momento te vas a desvanecer" - susurró cálidamente mientras se acercaba.


Me quedé pasmada, sin poder articular palabra alguna.


- "Lo siento, no quise asustarte"- murmuró ya frente a mí, esperó por una respuesta, que no llegó, así que, prefirió continuar - "Te echaba de menos y tenía dos opciones: irte a ver a tu cuarto o venir a ver tu retrato" - dijo con voz aterciopelada. Por fin Jasper me confirmaba, de sus propios labios, que era yo la muchacha del cuadro. Una emoción extraña me embargó, tanto que incluso Jasper se dio cuenta.


- "¿Te molesta que te haya pintado? ¿No te gusta? ¿Estás enfadada?" - preguntó él con preocupación.


- "¡No!"- me apresuré a decir, al fin– "No es eso, es hermoso… es sólo que..." - No sabía como continuar, como explicarle...


- "¿Qué es?" - preguntó casi impaciente


- "Es así como…" - balbuceé avergonzada. Jasper me tomó por la barbilla y la miró a los ojos, incitándome a que continuara – "¿Es así como tú me ves?" – dije al fin. Jasper sonrió aliviado


- "La verdad es que no" – contestó, sumiéndome en la confusión


- "¿Entonces?" –


Jasper se puso serio mientras soltaba mi barbilla para posar su mano en mi mejilla y finalmente habló


- "Así es como te ve mi corazón" - susurró – "por eso no he necesitado que fueras mi modelo. No quería pintar lo que todo el mundo puede ver, quería que lo que siento por ti, lo que tú me haces sentir, guiara mi mano y mi pincel. Nadie puede negar que lo que siento por ti es hermoso, Alice" – añadió y sentí que la emoción llenaba mi interior. No pude más que abrir mis brazos y rodearlo, intentando abrazarlo con toda la fuerza con la que podía. Jasper me estrechó contra su pecho y, segundos después, tomó mi rostro entre las manos y me hizo mirarle


- "Te amo, Alice"- dijo en un susurro – "perdóname por lo tonto que he sido, te juro que no ha sido mi intención hacerte daño" – no pude contestar, tenía mi garganta cerrada por el llanto de felicidad que se aproximaba a mis ojos, me limité a mirarle y expresar con mis pupilas, todo el amor que también sentía por él.


Jasper se acercó lentamente. La había extrañado tanto. Hacía días que deseaba besarle de nuevo. Cerré mis ojos en una sutil invitación. Y, al fin, sentí sus labios posarse sobre los míos. Sus manos resbalaron por mi espalda, hacia mi cintura. Enrollé mis brazos alrededor de su cuello, nunca antes lo había abrazado así, nunca lo había sentido tan cerca. Nunca nos habíamos besado de esa manera.


Dejé escapar un leve suspiro de mi garganta, y, con placer, sentí como los labios de mi novio se entreabrían para profundizar más el beso. Alcé mis manos para enredar mis dedos entre los mechones de su pelo, mientras mi boca bailaba al mismo son que la suya. Me estremecí al sentir las firmes manos de Jasper apretarme fuertemente contra su pecho. Una oleada de calor surgió desde el centro de mi cuerpo. Temblé bajo la caricia de sus dedos, dejando escapar otro suspiro, mientras me aferraba más a sus labios en manifestación al creciente deseo que en mí había nacido.


Me desconcertó un poco cuando mi novio tomó mi rostro con ambas manos y lentamente se separó, mientras intentaba recuperar el aliento.


- "Lo siento" - dijo mientras besaba mi frente. – "Alice, no me malinterpretes" - continuó, seguramente al ver la decepción en mis ojos – "no quiero parecer un grosero contigo"


Permanecí en silencio mientras sentía que el fuego de mis mejillas era visible aún en aquella oscuridad.


- "Mi pequeña Alice, te quiero tanto" – me abrazó con ternura - "Creo que será mejor que nos vayamos a dormir" - decidió por fin y yo asentí. Lo mejor era irnos despacio.


Jasper me acompañó en silencio hacia mi cuarto y finalmente nos despedimos con un breve beso en los labios.


BELLA POV


Había pasado varias horas dando vueltas y vueltas en mi cama, sin poder conciliar el sueño… no podía dejar de pensar en Edward, en lo distanciados que habíamos estado todos estos días a causa de nuestra estupidez.


Me burlé de mi persona al darme cuenta que, todo este tiempo, me habían llamado una persona "madura" cuando en realidad no lo era.


¿Desde cuándo la madurez era manifestada con las acciones que yo hacía?... estaba segura que jamás en toda una eternidad. Pero… ¿Apoco tampoco él no había tenido culpa ante todo eso? Si. También… Pero, ¿Acaso no una relación está formada por dos?


Me llevé mis manos hacia mi cabello mientras trataba de poner en orden mis ideas. Me pregunté vagamente, si mis hermanas habían arreglado al fin el mal entendido con sus novios… ¿Y si así era? ¿Yo era la única orgullosa e infantil incapaz de tener un poco de humildad para darle y pedirle una disculpa a Edward?


Suspiré.


¿Y si todo este carácter engreído y absurdo me salía caro?... en realidad, y pensando bien, le había hecho muchas cosas feas a Edward desde que nos habíamos conocido. Prácticamente, en todo este tiempo, no habíamos tenido un momento real de paz. Si no eran las peleas, eran los celos, si no los nervios por que nos descubrieran, si no, otra vez, los celos, y, si no, más peleas…


… ¿Le correspondía a él todo el tiempo ser el primero en querer arreglar las cosas?


Me levanté de mi cama y me dirigí hacia su recamara, a la cual entré sin dar previo aviso. Estaba durmiendo y un ángel no podría hacerle justicia a su rostro. Sus ojos cerrados, dejando al descubierto sus espesas pestañas negras y sus cejas pobladas y castañas, su boca estaba un poco entre abierta y un ligero ronquido era expulsado de su pecho, sonreí mientras pasaba mi mano por un mechón de cabello que le caía por la frente de manera rebelde. Probablemente, mi mano estaba un poco fría para la temperatura de su piel, ya que se levantó con un sobresalto en cuanto roce su frente.


"¡Bella!" – exclamó en cuanto me reconoció


"Hola" – saludé con vacilación ¿Qué le podía decir? ¿Cómo empezar? ¿Y si él ya se había cansado de mí y de mi actitud ególatra?... me acobardé y decidí mejor huir cuanto antes – "disculpa, no quería molestarte… hasta mañana" – dije mientras me ponía de pie para salir corriendo hacia mi recamara. Su mano me lo impidió


"No te vayas" – suplicó mientras se incorporaba de su cama y se ponía de pie, frente a mí. Sus ojos me miraron fijamente, brillosos aún en aquella oscuridad. Su mano sujetando mi mejilla logró que mi atención, distraída por la camiseta delgada que se le pegaba a su pecho y dejaba al descubierto sus marcados brazos, se concentrara en aquel par de verdes gemas


"Discúlpame" – pedí – "he sido una tonta… desde que nos conocimos no he hecho nada más que guiarme por el orgullo" – esperé por su respuesta, que no fue manifestada en palabras, si no en acciones. Sus labios se juntaron con los míos de una manera violenta pero amorosa al mismo tiempo.


"¿Disculparte?" – musitó contra mis labios – "De lo único que eres culpable es de haber aparecido en mi vida, Bella. Tú única culpa es hacerme amarte de esta manera… aquí el que tiene que pedir disculpas son yo, por imbecil" – sonreí sin desprender mi boca de la suya y atrapé su cuello con mis brazos.


Un fuego lento y delicioso recorrió mi cuerpo cuando sentí el deslizar de sus manos por mi espalda, hasta llegar a mi cintura, en donde sus dedos se aferraron firmemente. El deseo se tornó casi insoportable en aquel momento y la conciencia del exterior me abandonó. Solo quería que Edward me acariciara y que no parara nunca de besarme. Él pareció poder leer mi mente, ya que sus labios se movieron intensamente, casi con desesperación, sobre mi boca y su cuerpo fue empujando el mío hasta que sentí el suave colchón de su cama en mi espalda y su peso sobre mí.


Sentí el rubor adornar mis mejillas cuando sentí el calor de sus manos pasearse por mis piernas desnudas e, instantáneamente, mis manos también comenzaron a explorar su cuerpo, sumergiéndose en cada línea de su espalda y su pecho, aferrando mis dedos a sus cabellos y estremeciéndome ante cada pequeña descarga eléctrica que sus labios provocaban al hacer contacto con mi piel.


No sabía decir si estaba temblando del pudor o de placer cuando me encontré completamente desnuda frente a sus ojos que contemplaban mi figura con una lava verde y llameante. Con un leve gemido, volvió a buscar mis labios y me volví a tumbar sobre la cama con delicadeza. Sentí mi piel arder por todas partes y jamás creí posible sentir tanta necesidad, tanto placer y tanto deseo en un mismo instante. Me aferré a Edward con pasión, sintiendo cada movimiento que éste daba entre mis piernas, hasta que ambos ya no pudimos más y nos dejamos desbordar completamente…


En ese momento, cuando su cuerpo cayó vencido sobre el mío y sentí su respiración entrecortada sobre la piel de mi hombro, estuve conciente de que la única realidad existente entre nosotros: Edward y yo, los dos, nos pertenecíamos plenamente y para siempre…




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CAPITULO 30: ¿EMBARAZADA?


BELLA POV


"Bella… se te ve muy feliz hoy" – comentó Rose mientras untaba mermelada en su pan tostado.


Seguramente mi actitud positiva le extrañaba ya que, a diferencia de ella, a mí ya no me había afectado la idea de que Edward, junto con Emmett, se hubiera ofrecido en llevar a nuestras primas a comprar sus boletos para regresar a Alaska.


Me sentí mal por un instante. Desconocía si mis hermanas aún seguían molestas con sus novios, aunque la actitud de Rose, aquella mañana, no me dejaba duda alguna de que seguía peleada con el mayor de los Cullen.


Me sentí egoísta al pensar que yo era la única feliz… pero, ¿cómo no estarlo?


"Lo estoy" – aseguré sonriendo tímidamente. La sangre se acumuló en mis mejillas al recordar lo que tenía pocas horas había pasado con Edward


"¿Se puede saber por qué?" –


"Hola, Alice" – saludé a mi pequeña hermana que, para mi salvación, había aparecido en la cocina justo en ese instante


"Buenos días" – respondió


"¿Vas a desayunar algo? Doña Choni fue por unas compras" – anuncié. Alice miró fijamente a la mesa y pude leer un raro sentimiento en su expresión… podría jurar que era asco.


No sabía por qué, siempre pasaba lo mismo cuando los más pequeños de la familia tenían que sentarse a desayunar… Era algo… extraño


"¿Pasa algo?" – preguntó Rose. Así que no era la única. El raro comportamiento de Alice al estar en la cocina no era producto de mi imaginación


"No pasa nada" – dijo mi hermana


"Entonces… ¿por qué no tomas asiento?" – ofrecí y ella no se movió. Parecía que sus piecitos se habían quedado completamente pegados sobre el suelo y su espalda se había adherido a la pared – "Alice" – llamé al no obtener respuesta


"No tengo hambre" – informó mi hermana con voz temblorosa


"Alice, te has puesto pálida" – señaló Rose con preocupación. Nuestra hermana se mantuvo en silencio por largo rato.


"Lo siento" – soltó y subió corriendo por las escaleras, a dónde la seguimos y, para asombro mío y de Rose, nos encontramos frente la puerta de un baño, en donde escuchamos como Alice devolvía violentamente.


Mi hermana y yo nos miramos mutuamente con preocupación


"Alice, ¿Estas bien?" – pregunté alzando un poco la voz. En ese momento, Jasper salió de su habitación, preocupado al escuchar todo el escándalo que estábamos haciendo.


"¿Pasa algo con Alice?" – quiso saber


"Estaba en la cocina y... de un momento a otro vino corriendo hacia el baño para vomitar" – informé


"Ya veo" – murmuró el muchacho


"¿Qué ves?" – inquirió Rose


"Eh… nada, no tiene importancia" – fue la única respuesta que obtuvimos – "Ali, ¿cómo te sientes?"


"Mal" – respondió una vocecilla entrecortada al otro lado de la puerta


"¿Podrías abrir la puerta, por favor?" – pidió Jasper con voz dulce y, a los dos segundos, Alice ya estaba frente a él. Se miraron fijamente y la mano del muchacho acarició lentamente la mejilla de mi hermana. Fue una escena tan inocente y a la vez tan intensa, que ni Rose ni yo nos atrevimos a seguir mirando.


"¿No quieres que llamemos a mamá o Carlisle para que te hagan unos estudios?" – preguntó mi rubia hermana – "llevas días así… no es normal"


"Estoy bien" – aseguró Alice – "no es nada grave, luego se me pasa" – su cuerpecito se vio envuelto por los brazos de Jasper. Tal parecía, no era la única que había arreglado los problemas con su novio y me sentí contenta al verlos juntos y felices


"Si te sigues sintiendo mal, nos avisas" – le pedí mientras jalaba a Rose de la mano, para bajar hacia la sala – "estaremos abajo, creo que tal vez quieren estar solos"


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"¿En qué piensas?" – pregunté al ver a Rose tan concentrada, sentada sobre el sofá


"En Alice" – respondió seriamente – "Según mis cálculos, esa actitud tan extraña la tiene desde que inició una relación formal con Jasper"


"¿Y eso que tiene que ver con las nauseas…?" – su inteligente mirada me interrumpió antes de que pudiera terminar con mi pregunta. Abrí mis labios en forma de "O", conforme mis pensamientos adquirieron la misma forma que los de ella – "no puede ser" – articulé sin aliento


"Es muy probable" – dijo – "¿Acaso le hayas otra explicación? Siempre tiene nauseas, justamente a la hora de comer, le dan esos ataques…"


"Pero es… tan pequeña" – discutí – "además Jasper… ¡Rose! ¿Cómo puedes pensar eso?" – mi hermana se encogió de hombros


"¿Qué tiene de malo, Bella? Son novios…"


"¡Pero Alice no puede estar embarazada! ¡A mamá le daría un paro cardiaco si así fuera!" – exclamé


"Bella, tranquila" – calmó mi hermana – "es sólo una hipótesis…. Aunque no me vas a negar que es muy probable"


"¡No!" – objeté – "¡Claro que es improbable! ¡Es una locura…!" – no sabía que decir. Estaba completamente histérica ¿qué le íbamos a decir a Esme a y Carlisle? mamá, ¿qué crees? ¡Durante tu luna de miel todos nosotros nos hemos enamorado y tu hija menor esta embarazada! Literalmente, prefería pegarme un tiro en la cabeza.


"Vamos con Alice en este mismo instante" – resolví mientras me paraba enérgicamente del asiento


"Bella, está con Jasper" – recordó mi hermana


"¡Mejor aún!" – exclamé – "Si lo que dices es verdad… Jasper tendrá que darnos algunas explicaciones" – caminé de vuelta hacia las escaleras y Rose me siguió, tratando vanamente de tranquilizarme. Encontré a mi hermana abrazada con el menor de los Cullen, en el mismo lugar en el que los habíamos dejado.


"Alice, Jasper, tenemos que hablar con ustedes" – informé


"¿Pasa algo?" – preguntó el rubio muchacho un poco extrañado por la mirada asesina que le había dedicado


"Si, pasa algo" – aseguré y respiré para poder tranquilizar mi voz… sabía que para ese tipo de casos tan difíciles, era mejor conservar la calma, pero el solo imaginar el rostro de mi madre, hacía de ese sentimiento, algo muy difícil de alcanzar…


ALICE POV


Miré a Jasper, con el ceño fruncido, manifestando mi confusión ¿Qué le pasaba a Bella? Parecía… furiosa.


Talvez estaba molesta por lo que anoche había pasado...


Tal vez había decidido reclamarnos del atrevimiento de Jasper al haberme pintado…


"Alice, dinos por qué, de un tiempo acá, te dan nauseas cada vez que vamos a comer" – pidió Bella


No supe que contestar. ¿Qué decirles? Se me hacía algo demasiado grosero el confesar que Jasper y yo habíamos presenciado una pasional escena entre nuestra nana y don Pancho en la cocina, justamente en la mesa donde solíamos comer… No. Simplemente, el divulgar la vida privada de los demás no se me hacía algo correcto…


"Alice, contesta" – exigió mi hermana. No pude evitar el mirar a Jasper, buscando un poco de ayuda, pero, por su semblante, tal parecía que a él tampoco se le ocurría una buena excusa.


Ante la impotencia de decir algo a mi favor, permanecimos en un largo silencio, el cual fue rotó por la fuerte y exasperada exclamación de Bella


"¡Rose, tenías razon!" – ¿Razón? ¿Acaso a mi hermana le habría pasado algo similar al estar con Emmett?...


"¿Tu también Rose?" – le pregunté a mi hermana con un cierto timbre de lastima en mi voz. Aquel trauma no se lo deseaba ni a la peor de mis enemigas y mucho menos a alguien de mi familia


"¡¿Cómo pudiste, Jasper?!" – preguntó Bella. ¿Jasper? ¿Y qué culpa tenía mi novio en todo esto? Él también se la había pasado muy mal… - "¡¿Cómo?!"


"Bella… ¿a qué te refieres? ¿qué hice?" – quiso saber mi novio, quien se encontraba muy extrañado, al igual que yo


"¡¿Qué que hiciste?!" – repitió Rose, ahora también ella se veía alterada – "¡Al menos pudieron ser más responsables!"


"Fue un accidente" – dije a nuestro favor – "nosotros no lo planeamos… ni si quiera imaginábamos que algo así fuera a pasar…"


"¡Me va a dar algo…! ¡Me va a dar algo…! –


"Bella, tranquilízate" – pidió Rose mientras la sostenía por los hombros y me alegré, ya que podía jurar que faltaban pocos segundos para que mi hermana se desmayara


No entendía por qué tanto drama. ¡Ya ni nosotros que habíamos presenciado a vivo y a todo color la escena!...


"En realidad, no fue algo del otro mundo" – dijo Jasper, tratando de ayudar a controlar el ataque que parecía estar a punto de darle a Bella, quien, al escucharlo, se irguió completamente frente a él y le miró de una manera completamente aterradora.


"¡¿Embarazas a mi hermana y dices que no es algo del otro mundo?!" – escupió y aquellas palabras me helaron completamente.


¿Había escuchado bien? ¿Había dicho mi hermana que yo estaba embarazada?.... ¿De dónde se la había ocurrido semejante idea?... miré a mi novio, que estaba frente a la histérica de mi hermana con los ojos casi salidos de su orbita y su boca ligeramente abierta. Pobrecito, seguramente él todavía no acababa de asimilar lo que le habían dicho.


"¡Di algo!" – le exigió Bella con lagrimas en los ojos a causa de la rabia. Jasper comenzó a tartamudear, al momento en que parpadeaba repetidas veces en un intento de despejar su mente. Ya no lo pude resistir más y rompí en carcajadas


"Alice, esto no es gracioso" – reprendió Rose – "es un tema delicado, ¡Piensan en mamá y en Carlisle!"


"Lo siento" – dije entre mi incontrolable risa – "pero… ¡¿Qué quieren que haga?!... ¡esto es… esto es… lo más absurdo que he escuchado decirles!"


"¿Qué quieres decir con eso?" – preguntó Bella, liberando a Jasper del poder su mirada asesina


"¡Que no tengo ni la más mínima idea de dónde han sacado semejante conclusión!" – solté


"¿Acaso no… no estas embarazada?" – la esperanza inundaba las palabras pronunciadas por mi hermana de ojos castaños


"¡Por supuesto que no!" – afirmé ya con la voz un poco más firme – "¿Qué locura es esa?..."


"¿Segura que no nos estas mintiendo, Alice?" – inquirió Rose – "no tengas miedo y dinos la verdad, nosotras te apoyaremos…"


"¡Ya dije que no estoy embarazada!" – repetí – "Con decirles que yo…" – me arrepentí en ese mismo instante de lo que iba a decir pero, ¿qué otra manera había de convencerlas de que sus ridículas suposiciones eran falsas? Decidí continuar, aún con mis mejillas completamente coloradas – "yo… Jasper y yo no… no hemos hecho eso, aún"


Nos tomó alrededor de sesenta minutos explicarles a mis hermanas el por qué de mis nauseas. Era demasiado cómico el ver los gestos relajados de Rose y Bella al saber el verdadero motivo en los primeros minutos pero, cuando la sensación de tranquilidad se disipó por completo, el sentimiento de repulsión llegó a ellas…


Aunque claro, se lo tomaron mucho mejor que Jasper y yo…


La noche había llegado…


Me percaté que la presencia de Kate ya no se me resultaba incomoda, al contrario, me estaba divirtiendo con los ocurrentes comentarios que hacía en compañía de sus otras dos hermanas. Tal vez se debía a que, finalmente, había conseguido sentirme plenamente segura del amor que Jasper me tenía. Fuera lo que fuera, era realmente acogedor el no tener inseguridades.


Bella igual se veía radiante y me percaté que, en varias ocasiones, le dedicaba amorosas miradas y sonrisas a Edward…


Pero mi felicidad no podía estar completa, no cuando veía a Rose completamente distanciada de Emmett. Solo esperaba que, cuando nuestras primas se fueran, lograran aclarar sus diferencias.


EDWARD POV


"¡Llegas tarde!" – acusé entre murmullos en medio de la inmensa oscuridad


"Lo siento" – dijo Jasper viendo hacia todos lados – "¿Está todo listo?" –


"Si" – respondió Emmett – "oigan, chicos" – llamó – "muchas gracias por su ayuda"


"¡Que va!" – exclamé – "para eso somos hermanos y, además, nosotros también salimos ganando en todo esto"


"Aún así, dudo mucho que me haya atrevido a hacer esto yo solo… solo espero que funcione" – agregó con voz preocupada. Caminé dos pasos hacia él y puse mi mano sobre su hombro


"Veras que si" – animé – "Rose te quiere"


"Pero es orgullosa" – recordó mi hermano – "y lo peor de todo es que sé que merezco su desprecio. Fui un idiota al pensar que dándoles celos lograríamos calmar su desconfianza… Les debo una disculpa, ustedes también se vieron en problemas con Bella y Alice por mis ocurrencias"


"No te preocupes" – tranquilizó Jasper – "son cosas que tiene que ocurrir para que nuestras relaciones maduren"


"Jasper tiene razón" – acordé – "deja de preocuparte por esas trivialidades, ahora solo hay que esforzarnos por que todo esto salga bien"


"¿Y si pasa todo lo contrario?" – discutió Emmett – "¿Están seguros? Con esto, prácticamente les estaremos diciendo a papá y a Esme toda la verdad"


"Es algo que tiene que pasar tarde o temprano" – dije


"Pero… ¿y si a ellas no les parece?"


"Lo dudo" – objeté – "de todos modos, el que no arriesga, no gana"


"¡¿Qué paso con nuestro extrovertido hermano?!" – preguntó Jasper a son de broma – "¡¿Qué le has hecho al Emmett que conocemos?!"


"Vamos, Emett, todo saldrá bien, ya lo verás" – volví animar – "¡Es la mejor idea que se te pudo ocurrir! ¿Acaso te vas a acobardar justamente ahora?" – reté. Sabía que los retos era algo a lo que mi hermano no podía negarse y tuve razón


"¡Por supuesto que no!" – exclamó – "¡Vamos!"


ROSE POV


No podía dormir. Estaba luchando arduamente por no llorar. No quería llorar por él, pero… lo extrañaba. Suspiré profundamente y el pecho me dolió.


Eso te ganas por enamorarte, me dije mientras cerraba fuertemente mis ojos.


No podía sacarme su blanca sonrisa y sus brillantes ojos negros de mi cabeza. Lo amaba tanto…


Emmett Cullen, musité y tragué saliva con dificultad, tenía la garganta cerrada por el llanto reprimido. Pero no iba a llorar, no lo iba a hacer…


Maldita orgullosa. Acusó una vocecilla en mi mente. Y cuánta razón tenía, lo sabía. Estaba mal al tomar aquella actitud tan obstinada con él. ¡Como si fuera yo el único ser perfecto sobre la faz de la tierra! ¡Como si yo nunca fuera a cometer errores!...


¡Ve y búscalo! ¡Dile que lo amas! ¡Tus hermanas ya los han disculpado! ¿Por qué tu no?...


Moví mi cabeza, de derecha a izquierda, enérgicamente. Negándome a obedecer lo que mi corazón mandaba. Rasgué la almohada con mis uñas a causa de la ira y la impotencia. Detesté fuertemente a la tenacidad que tanto me caracterizaba, ella era la culpable de que no pudiera poner en movimiento mis pies para ir en su busca. Hundí mi rostro en la almohada.


"Rose" – llamó la voz de Irina a mi puerta y, de mala gana, me levanté para ver qué se le ofrecía


"¿Qué pasa?" – pregunté


"No puedo dormir, ¿podrías acompañarme al jardín un momento?" – quise negarme, pero no pude. Después de todo, la muchacha no me había hecho nada grave y ¿Qué perdía? Tal vez era lo que necesitaba para distraerme un poco, así que accedí.


Frené mi marcha al ver a mis hermanas, en compañía de Kate y Tanya, bajando las escaleras


"Bella, Alice" – llamé – "¿Qué hacen aquí?"


"Nos acompañan" – respondieron las Denali en su lugar – "no podíamos dormir"


No sabía si fue había sido mi imaginación pero me pareció ver en las pupilas de nuestras primas cierta complicidad


"¿Salimos?" – ofreció Tanya mientras caminaba hacia la puerta. Mis hermanas y yo nos miramos por un momento, un tanto confundidas, sin embargo, preferimos callar y seguir a las otras tres muchachas.


En cuanto Bella, Alice y yo pisamos el piso exterior, una suave música comenzó a sonar, desde un aparato de música, extendiéndose por todo el jardín. Mis pupilas contemplaron de manera asombrada a los tres Cullen frente a nosotras, y después, se centraron solamente en él: en mi único amor, en el hombre más maravilloso que pudiera haber conocido, en Emmett.


Mi novio se encontraba al lado de sus hermanos y no despegó su mirada de mí. Pocos segundos después, la música de un melancólico piano y una guitarra, fue acompañada por una suave voz, la cual supe provenía de los labios de Edward quien, a su vez, parecía solo tener noción de la existencia de Bella ya que sus verdes ojos solo la contemplaban a ella y a nadie más…


La canción comenzó…


¿Sabes, vida mía, que cuando cae el sol y se apaga el día


La luna brilla pura y limpia?


Pues tú la iluminas con tu amor


Con tu belleza y con tu olor


Con tu cariño, tu alegría y con tu voz


El corazón me saltó, al escuchar el cambio de voz… y tuve frente a mí a Emmett, cantando para mí y sosteniéndome las manos


Pero si no estas, si tú te vas


La luna mengua y desaparece


Y las estrellas la encontraran


Y descubrirán que mis lagrimas


Mecen en algún lugar


Sin más amparo que mi propia soledad


Y ahora morirme no sería más desgracia


Que pederte para siempre


Ay, mi vida, no te vayas


Por que yo sé que esto es amor del verdadero


Sin dudarlo ni un momento, te confieso que te quiero


Sin dudarlo ni un momento...


Con nuestras manos entrelazadas, giramos para ver como Jasper le cantaba a Alice, quien se encontraba completamente sonrojada


Llora mi guitarra cuando tu no estas se me parte el alma


Me haces jugar malas pasadas


Levantas mi ánimo cuando me hace falta


Sabes hacerme reír a carcajadas


Emmett continuó, elevándome al cielo, diciéndome todo en aquellas letras, que mucho significado adquirían para todos nosotros.


Puede que mañana veas en mi rostro la luz del alba


O puede que ya no sientas nada


Pero te aseguro que si hay algo de lo que no dudo


Es que mi amor no encuentra fronteras en este mundo


Y, por último, las tres suaves voces varoniles, se juntaron en una sola y única composición. Estaba segura que no era la única que se había perdido completamente…


Y ahora morirme no sería más desgracia que perderte para siempre


Ay, mi vida, no te vayas


Por que yo se que esto es amor del verdadero


Sin dudarlo ni un momento, te confieso que te quiero…


Y ahora morirme no sería más desgracia que perderte para siempre


Ay, mi vida, no te vayas


Por que yo se que esto es amor del verdadero


Sin dudarlo ni un momento, te confieso que te quiero…


En cuanto las voces de nuestros novios se perdieron en el viento y el silencio invadió el jardín, me olvidé de que había gente alrededor, me olvidé de que, probablemente, mamá y Carlisle nos estarían viendo o estarían a punto de hacerlo. Me importo poco y a mis hermanas pareció pasarles lo mismo ya que, las tres, nos aventamos a los brazos de los tres chicos que se encontraban frente a nosotras.


No supe que hicieron Alice y Bella. Yo me limité a cerrar mis ojos y unir mis labios con los de Emmett de forma intensa, enrollé mis brazos en su cuello y, muy dentro de mí, supe que estaba llorando, pero el orgullo había pasado al olvido. Lloraría todo un mar por ese chico… ahora estaba segura de ello.


Un fuerte carraspeo llamó nuestra atención y, al estar separados y mirar alrededor, recordé que teníamos espectadores… y entre ellos ya se encontraban Carlisle y Esme, (al igual que doña Choni y don Pancho) al lado de nuestras primas, que se veían preocupadas por la situación. Nuestros hermanos, Emmett y yo nos miramos unos a los otros, la verdad era obvia pero…


… Ninguno era capaz de decir algo.