Dark Chat

jueves, 2 de junio de 2011

Muñequita

CAPÍTULO III

BELLA POV

Iban pasando los días y cada vez me aburría más, las pesadillas seguían y las agresiones de las zorras y los putos seguían también, pero me daba igual, afortunadamente Cullen no trató de volver a conversar conmigo, de verdad no lo soportaba, cada vez sentía que lo odiaba más.

Joder, estaba tan aburrida así que salí de casa y me fui a la playa a dar una vuelta, por supuesto llevaba mi skate. Al llegar me senté en la arena y contemplé el mar, hacía tiempo que no iba a la playa y ahora me daba cuenta de cuanto la extrañaba, tenía el efecto de tranquilizarme, de darme cierta paz, la mis pies se hundían en la arena y mis manos jugueteaban con unas pequeñas conchitas de mar, el olor a sal llegaba a mis pulmones y el sonido de las olas que bramaban furiosas me tenían completamente embobada, antes cuando vivía en Chile iba a menudo a la playa con mis padres, con los padres de James y con el mismo James, a veces se nos unía su hermano, pero no era siempre, él era más reservado, era menor que James, pero un año mayor que yo, cuando tenía 12 años tomó la decisión de irse a estudiar al extranjero, no se muy bien dónde fue, pero supe por James que se había ido a una escuela militar, le gustaba esa onda y por lo que recuerdo de él le venía esa decisión.

Estaba metida en mis pensamientos que no me di cuenta de que algo duro venía directamente hacia mi cabeza, cuando sentí el impacto tenía ganas de llorar de dolor, mierda si que dolió, no me quería voltear a ver, tenía pavor de saber a ciencia cierta quien había sido ¿qué tal si era el idiota de Cullen y su ejército que querían seguir molestándome?, así que me quedé tranquila sin mirar hacia atrás.

- Oh, perdón chica, de verdad no fue mi intención, estaba con mis amigos y no nos dimos cuenta, por favor perdóname

- No te preocupes, no fue nada – dije pausadamente y sin mirarlo

- Mírame por favor, quiero saber si de verdad te encuentras bien –

Alcé la mirada y me encontré con un joven bastante apuesto, era moreno, cabello corto y a la moda, al menos eso creo, era alto, musculoso, pero no en exceso, ojos negros y una radiante y hermosa sonrisa, era de esas personas que de sólo mirarlo te apetecía sonreír de vuelta, al parecer era agradable, pero qué podía saber yo, todas las personas que ahora conocía eran crueles, egoístas y sin vergüenzas.

- ey, ¿de verdad te encuentras bien?, fue un golpe bastante duro – al terminar de hablar varios jóvenes se iban acercando a nuestro lado y me estaba empezando a poner nerviosa, era mucha gente alrededor y empecé a temblar, quizás se venían a burlar de mi, tenía que salir rápidamente de este embrollo, tenía que huir

- ehh, si, ya dije que no te preocuparas, estoy bien, yo… me tengo que ir, adiós – antes de darme la vuelta el joven me tomó de la muñeca para impedir que me fuera, ya estaba más que asustada, traté de quitar mi mano de manera brusca y el joven se dio cuenta

- lo siento, no te asustes, no te voy a lastimar, sólo quiero que un médico te revise, como dije anteriormente el golpe fue duro y si te vas sola te podrías desmayar, acá cerca hay un médico, por favor deja ayudarte

- no es necesario, tengo que irme – ya me estaba aburriendo esta ilógica conversación

- eres tan terca muchacha

- a quién le dices muchacha en ese tono despectivo, al parecer soy mayor que tú, así que no me molestes más – definitivamente me tenía cabreada, se que no debí desquitarme con él, pero era tan terco como una mula, porque simplemente no me ignoraba y me dejaba en paz, los otros chicos que ya habían llegado a nuestro lado estallaron en carcajadas

- oh, por fin alguien que te deja callado y es una chica jajajaja – reía estruendosamente uno de los muchachos

- oh cállate Paul, no me ha dejado callado

- hay por favor, todos vieron tu cara de terror cuando la chica te increpó jajaja

- cállate idiota, que no fue así – ellos estaban riéndose de lo que yo dije, pero no burlándose de mi, se burlaban del chico terco, no pude evitar sonreír, hace tanto tiempo que no lo hacía y me sentía bien

- oh lo que faltaba, ahora tú también te ríes de mi, por cierto me llamo Seth, mucho gusto

- mmm Annie – le dije nerviosamente

- hola Annie, hola Annie, Hola Annie – empezaron todos a saludarme con una sonrisa en los labios, al parecer todos eran agradables, eran cinco chicos y tres chicas, Paul, Seth, Jared, Embry y Quil, las chicas eran Claire, Rebecca y Leah.

Después que vi al médico y me diera unas pastillas para el dolor y determinara que sólo había sido un golpe salí de la consulta, los chicos me estaban esperando y Seth me llevó a recorrer la playa, era una reserva indígena y ellos pertenecían a la tribu, eran chicos realmente simpáticos, Seth me mostró su casa y mientras caminábamos me contó varias cosas entre ellas que estudiaba en el mismo colegio donde estudiaba yo. Se hizo el ofendido cuando le dije que no me había percatado de él en el colegio

- Oh por favor, no digas que no me habías visto nunca, soy bien popular con las chicas

- Que presumido eres, pero la verdad es que nunca te había visto, nunca veo a nadie – lo último lo dije más para mi misma, pero él me escuchó

- Hablando en serio, no me extraña que nunca notes nada, siempre estás mirando hacia el suelo o estás con la mirada perdida, nunca te he visto conversar con nadie, siempre estás sola Annie ¿por qué?

- Soy la freaki ¿recuerdas? , además me gusta estar sola

- Pero nadie puede vivir en soledad extrema ¿te gustaría ser mi amiga?

- No acepto caridad, no estoy necesitada

- No es caridad, me agradas de verdad, cuando prestas atención eres graciosa, apuesto a que ni tú te habías dado cuenta de que eres muy simpática

- Oh, por dios me quieres seducir para llevarme a la cama – dije con cara de horror, pero irónicamente

- ¿ves?, eres divertida e irónica al mismo tiempo, me caes bien Annie

- Mmm

- Eso ¿qué significa?, ¿seremos amigos?

- Tal vez chico, tal vez

- Ya verás que nos divertiremos, con los demás chicos la pasamos súper bien y las chicas son muy buenas personas y les has caído bien, seremos un grupo muy divertido

- Eso creo – no estaba muy convencida, se que nunca iba a encajar en la vida normal de adolescente, además mañana en clases seguramente me evitaría, a nadie le gustaría ser visto con la freaki, era ganarse problemas con los idiotas

- Ven, vamos, los demás están esperando, te quiero mostrar algo

Cuando fuimos donde estaban los demás chicos quedé impresionada, ya no estábamos a orilla de la playa, estábamos en una pista improvisada de skate y todos llevaban uno, wow, esto no me lo esperaba, ellos sentían la misma pasión que yo por la adrenalina, me quedé observándolos, eran muy buenos en lo que hacían, hasta las chicas hacían sus maniobras, cada vez me agradaban más estos muchachos.

Cuando por fin llegué a casa preparé algo para comer, estaba realmente hambrienta, no es que fuera una gran cocinera, la verdad es que se me daba fatal la cocina, pero no podía comprar todos los días comida preparada, así que me preparé unas hamburguesas y una ensalada, quedaron pasables para una persona hambrienta que no se fija mucho en lo que come.

Estaba caminando en el pasillo hacia la cafetería cuando escuchó que me llaman, desconcertada miro en dirección de esa voz conocida y me encuentro con Seth que corría apresuradamente hasta llegar a mi lado

- hola pequeña, vamos a comer algo

- Seth ¿qué haces? No te pueden ver conmigo

- ¿por qué?, eres mi amiga y dije que te buscaría para comer juntos

- Ya, yo pensé que era por cortesía, además no estás obligado a hablarme en público

- Bah, eres tonta, no me importa lo que digan los demás, eres mi nueva amiga y si a los demás no les gusta pues que se jodan – wow este chico está loco de verdad

- Vamos Annie muero de hambre – sin darme cuenta me arrastra hacia la cafetería, estaba nerviosa, aterrada, yo la freaki iba a sentarme y a conversar con alguien. Mientras avanzábamos todos se quedaban mirando perplejos, ya que Seth era bastante apuesto y popular, todas las chicas se daban vuelta a mirarlo, al parecer él notó mi incomodidad y me tomó de la mano entrelazando nuestros dedos.

Una vez sentados, aún estaba nerviosa, además estábamos bastante cerca de la mesa de mis torturadores, ellos no me habían visto y esperaba que no me vieran, especialmente él. Seth miró en dirección a mi mirada y se dio cuenta de que los miraba a ellos

- ¿ellos te molestan bastante cierto? Los he visto

- Si, pero no les hago caso, lo que me preocupa es que te vean conmigo y la agarren en tu contra, de verdad no tienes que hablarme acá

- No seas tonta, además lo que ellos opinen me vale mierda

- ¿en serio no te importa?

- No, ellos peden besar mi peludo culo – dijo y no aguanté las ganas y me largué a reír

- ¿dijiste lo que creo que dijiste?

- Si, pueden besar mi peludo culo, y por las dudas es una expresión, no es que lo tenga peludo – dijo un poco avergonzado y reí con más ganas

- No te puedes retractar, ya lo dijiste tienes el culo peludo jajajaja – Seth se largó a reír también.

Era tan chistoso y no paraba de reír cuando sentí un escalofrío en mi espalda y miré en dirección a esa persona que sabía me estaba mirando, era él, me miraba de manera tan extraña ¿qué diablos le pasaba?, dejé de reírme cuando nuestras miradas se cruzaron, nos quedamos prendados, pero agarré algo de valor y desvié mi mirada, no me gustaba la forma en que nos habíamos perdido en los ojos del otro, raro, peligroso. Me volví a concentrar en Seth y en las estupideces que decía.

Hoy supuestamente llegaba un alumno nuevo al colegio y todas las chicas estaban como locas, al parecer el chico nuevo era un modelo de ropa interior o algo así. Después del altercado con Rosalie y los idiotas no me habían molestado en estos días, estaban tan drogados que casi me dan pena, especialmente Cullen, eran tan brillante y hermoso como el pecado y que se estuviera drogando era una lástima, bueno en todo caso a mi qué mierda me puede importar él, bah, seguramente me va a llegar el periodo por eso ando pensando en pendejadas.

Mierda, como todos los días los idiotas estaban en la entrada y tendría que pasar delante de ellos, además estaban con un joven que no conocía, seguramente era el chico nuevo, era bastante apuesto y grande, bastante musculoso y la zorra de Rosalie se le pegaba al cuerpo, pobre tipo, lo malo es que al parecer tendría un nuevo torturador, carajo, mi vida apesta.

Bajé la vista y traté de pasar apresuradamente por su lado, pero cómo no, la zorra de Rosalie me empujó y caí al suelo y todas mis cosas se desparramaron por todos lados, las estaba recogiendo rápidamente cuando una mano grande me entregó mis cosas y me tendió la mano para levantarme, cuando lo vi de cerca me estaba sonriendo y era realmente bien parecido, a pesar de ser tan grande su sonrisa le relajaba el rostro y dos hoyuelos se instalaban en sus mejillas, parecía un niño en el cuerpo de un adulto, con desconfianza y temor tomé su mano y me levantó, susurré un gracias y me fui apresuradamente

Qué mierda estaba pasando ¿por qué de pronto la gente se estaba portando amable conmigo?, ahora lo único que faltaba es que Cullen viniera a ofrecerme casamiento jajajaja ¡si claro, como no! Antes de recibir un gesto amable de ese idiota se congela el puto infierno.

Estaba tan cansada de llorar y de gritar por una explicación ¿dónde estaba? ¿por qué me hacía esto?, quería salir de este lugar, quería estar en mi casa, no encerrada con ese loco, me dolían las manos de tanto golpear los espejos para tratar de romperlos, nunca cedían, nunca se rompían y caí al suelo rendida, no se cuanto tiempo pasó, pero ese hombre volvió a entrar al cuarto y traía una bandeja con comida, no iba a ingerir nada proveniente de él, no lo haría, prefería morir que estar acá.

- muñequita debes alimentarte, ven niña a comer

- no me diga muñequita y no voy a comer nada, quiero irme a mi casa, por favor deje que me vaya.

- NUNCA, escucha bien nunca te dejaré ir, eres mía ahora y siempre lo serás, eres mi muñequita hermosa y esta es tu nueva casa, tu nueva vida junto a mi, donde perteneces

- ¿cómo? ¿no va a pedir rescate?, porque esto es secuestro y mi padre pagará cualquier suma de dinero que pida, por favor pida rescate

- Shii, tranquila muñeca, no me interesa el dinero de tu padre, estás acá porque eres mía, yo te voy a cuidar como lo que eres, una muñequita hermosa y frágil y vamos a ser muy felices juntos

- No, no, no, por favor no me haga daño, por favor déjeme ir y no soy una jodida muñequita, no soy frágil, quiero irme ahora maldito pedófilo - ya no aguantaba más y empecé a gritarle y a arrojarle todo lo que pillaba en camino, no quería estar ahí, no quería ser una de esas chicas a las que violaban, no quería pertenecer a la maldita estadística de violaciones y vejaciones.

- No digas tonterías niña, no soy un violador, es sólo que desde la primera vez que te vi me deslumbraste, eres tan hermosa, tan pura y te estás perdiendo con esas amistades que tienes, con esa vida que decidiste llevar

- No, no entiendo

- Esa puta vida que estás llevando, eres una niña brillante e inteligente y te la pasas en conciertos, discotecas y pub, bebiendo y rodeándote de ese mundo que no es apropiado para ti, eres muy inocente para ese ambiente.

- Maldito enfermo, mi padre me encontrará y te matará, además James…

- No nombres a ese maldito hombre, nunca, me entiendes, nunca vuelvas a pronunciar su nombre, ese idiota que te acompaña para todos lados debes olvidarlo, nunca más lo verás

- No, él junto a mi padre me rescatarán, James vendrá a salvarme, es mi mejor amigo y me cuida

- ¿amigo? Jajaja, ese puto cabrón está enamorado de ti, puedo verlo en la forma que te mira, a pesar de tener una novia hermosa y apropiadamente de su edad él te ama, todos los que te rodean lo saben, se le nota demasiado y nunca serás de él, nunca cantarás o tocarás ningún instrumento si no es para mi, sólo yo tengo el derecho de escucharte cantar

- Estás enfermo

- TÚ ME TIENES ENFERMO, DESDE QUE TE VI ENTRASTE A MI VIDA PARA ATORMENTARME, NO DEJAS MIS PENSAMIENTOS, ATORMENTAS MIS SUEÑOS Y POR ESO TE TRAJE CONMIGO, ERES MÍA, SÓLO MÍA.

Desperté como todos los días, sudada y temblorosa, malditos recuerdos, maldito enfermo nunca me deja en paz, nunca deja de torturarme.

Hoy no vería a Seth porque tenía que ayudarle a su madre que se encontraba enferma y tenía que cuidar a sus hermanos, estaría nuevamente sola, ya que los amigos de Seth asistían a clases en la reserva de la Push, Seth era el único que asistía al colegio conmigo. Con los días nuestra amistad se había afianzado, con los otros chicos también me llevaba de maravilla, nos juntábamos todos los días en la Push, practicábamos en Skate, hacíamos asados y fogatas, la pasábamos tan bien que a veces me olvidaba por un momento de mis miedos y cada día que pasaba me sentía un poco más en paz, un poco más como yo misma antes de que me secuestraran.

La banda de idiotas no me molestaban tanto, pero Rosalie me miraba cada vez más con cara de odio. Entré al baño, quería refrescarme un poco antes de irme a casa, al entrar supe que había cometido un error garrafal, ahí se encontraba el puto Edward y se estaba cogiendo a una chica, no se como se llamaba y no me interesaba, pero cómo podían ser tan descarados ni siquiera habían echado cerrojo a la puerta y Edward embestía con fuerza a la chica que gemía y jadeaba como loca, mierda era tan vergonzoso que no atiné a hacer nada y me quedé como pegada al piso. Edward fue el primero en darse cuenta de mi presencia y me miró con cara de horror y empujó a la chica a un lado que rápidamente recogió su ropa y se vestía apresuradamente, en cambio Edward me miraba directamente sin hacer nada para cubrirse, me sonrojé y él bajó la vista como si estuviera avergonzado y en ese momento me despabilé y salí corriendo de ahí, no me detuve hasta que estuve bastante lejos y apoyándome en una pared descansé, estaba tan asustada, si Edward me encontraba seguramente me haría daño por haberlo interrumpido, mierda, respiraba agitadamente por el bochorno, el cansancio que me dejó la carrera y principalmente por el susto de lo que me haría Edward cuando me encontrara.

Traté de seguir caminando, pero temblaba como una hoja mientras salía hacia el estacionamiento. Antes de llegar a salir suena mi celular y al ver la pantalla veo que me llamaba Paul, le contestó y me dice que me está esperando en el estacionamiento porque pasaríamos el día en la Push y no quería que me fuera sola, así que me apresuré, pero mi suerte era pésima ya que al cortar la llamada me toman del brazo y me giran, era Edward, carajo estaba perdida, mi cara seguramente era de puro miedo

- yo, yo, Edward, de verdad no era mi intención interrumpirte, disculpa yo…

- Annie, no te disculpes, la verdad es que yo…..mierda yo….- se veía tan furioso que me dio tanto miedo

- Por favor Edward yo no he visto nada, yo, me tengo que ir

- No, espera, deja que yo explique lo…

- Princesa ¿Por qué demoras tanto? – uff, Paul llegó en el mejor momento

- Ehh, lo siento me demoré un poco, vamos

- ¿un poco? Princesa llevo rato esperándote, vamos me muero de hambre y mira lo que te traje – me mostró un casco

- ¿y eso Paul?

- Un casco, pero no es cualquier casco, es tu casco princesa, me compré una moto y te compré un casco especialmente para ti y vas la primera en subirte conmigo, oh, pero que descortés, estabas conversando con un amigo – mierda me había olvidado de Edward que aún sujetaba mi brazo, lo miré y estaba mirando fijamente desde Paul hacia mi repetidamene

- Ehhh, si pero ya iba a buscarte, me tengo que ir Edward

- Ah, ya veo, ah perdón – dijo al darse cuenta de que aún sostenía mi brazo, lo soltó y el gesto no pasó desapercibido para Paul a quien no le gustó para nada la actitud de Edward y lo miraba con desconfianza, mis amigos sabían muy bien que yo no tenía más amigos que ellos

- ¿te estaba haciendo daño princesa?

- Oh, no, no, él me estaba pidiendo unos apuntes de biología ¿cierto Edward? – por favor di que si idiota, porque Paul era muy malas pulgas y si se daba cuenta de la verdadera situación molía a golpes a Edward y no quería que hubieran problemas por mi culpa

- Si, Annie me iba a prestar unos apuntes, pero los paso a buscar más tarde a tu casa – qué mierda está hablando Edward, cómo que va a ir a mi casa, carajo me quiere ver a solas seguramente para gritarme o golpearme, mierda, mierda, mierda - ¿a qué hora pasó por tu casa Annie?

- No va a poder ser, la princesa se va conmigo todo el día y la llevaré tarde en la noche, si es que la llevo a su casa, vamos nena, los chicos nos están esperando – Edward abrió los ojos como plato y la verdad es que yo misma estaba un tanto shokeada por lo que dijo Paul

- Oh, comprendo ve Annie tu novio está impaciente – carajo, lo que temía ahora Edward piensa que Paul es mi novio, lo miro y se veía tan raro, como triste o algo así, raro, Edward definitivamente es raro

- Ok, adiós

- Adiós Annie

Nos fuimos apurados a ver la moto, me encantaban y estaba ansiosa por verla, así que me olvidé del episodio que acababa de vivir. Al llegar al estacionamiento vi la moto, carajo era hermosa, negra y brillante, se me caía la baba por subirme y sentir el golpe de adrenalina recorrer mi cuerpo

- ¿te gusta princesa?

- Oh Paul es maravillosa, vamos apúrate, quiero sentir ese bebé en movimiento

- Jajaja, princesa no sabía que te gustaban tanto las motos, si estás que babeas jajajaja

- Tonto, no estoy babeando – dije golpeándolo ligeramente en el brazo

- Vamos nena ponte tu casco y toma esta cazadora

- Pero Paul me voy a ver horrible y gorda

- Para nada Annie, pero si quieres puedes sacarte esa suéter que traes

- No, no es necesario

- Oh vamos Annie, ven, hazme caso –

y casi sin darme cuenta me sacó el suéter de un tirón, un tirón tan fuerte que levantó la sudadera que llevaba debajo y dejó mi vientre al aire, sus ojos se abrieron como platos al descubrir mi secreto, mierda ahora qué voy a decir al respecto

- Annie ¿qué mierda? ¿por qué estás toda fajada?

- Yo, yo…

- En casa princesa, en casa me contarás, ahora ponte la cazadora – le hice caso

- Wow, princesa, te vez…..

- Fea, ya lo se, pero no se puede hacer nada, yo soy así de fea jajaja

- Oh cállate, te vez tan sexy

- Oh, cállate tonto si no quieres que le cuente a tu novia

- Jajajaja, vamos princesa, no me gusta el público indeseado – no se a que se refería pero me subí a la moto y arrancamos velozmente, tenía ganas de gritar de emoción y al parecer Paul lo notó porque gritó

- Dilo princesa, grítalo fuerte

- OH, POR DIOS TE AMO PAUL, ERES MARAVILLOSO – no es que lo ame como hombre, lo amo como amigo y además me encantan las motos y le golpe de adrenalina fue maravilloso, hace tanto tiempo que no montaba una moto que estaba extasiada

EDWARD POV

¡Carajo!, me sentía como la mierda, Annie me acababa de ver follando en el baño, sentía tanta vergüenza, pero estaba tan angustiado y caliente que hice lo que mejor hago, follarme a alguna zorra, pero joder, que me viera la freaki no estaban en mis planes. Cuando salió corriendo toda sonrojada no pensé en nada más que salir a buscarla y darle alguna explicación ¿por qué? No tengo la más puta idea. Cuando la encontré iba apresurada hacia el estacionamiento, traté, juro que traté de explicarme y pedirle perdón, se veía tan inocente que quise explicarle no se que mierda, pero no alcancé, cuando la toqué su cara era de miedo, joder, todavía me teme, seguramente cree que voy a golpearla o algo así, nuevamente traté de disculparme, cuando llegar un tipo enorme y la llama ¿princesa?, le dice princesa ¿quién carajo es para decirle así?, se ve mayor, seguramente tiene 20 o 22 años. Todo el rato que duró la conversación estaba como muriéndome por dentro, ella se había vuelto una obsesión para mi, siempre la miraba, siempre pendiente de sus gestos, de sus sonrisas con Seth, pero este tipo me ponía furioso, esa familiaridad con ella me molestaba y cuando dijo que se iba con ella y que probablemente no llegaría a casa me quedó todo claro, él era su novio, me dolió el pecho y casi pude sentir como se rompía mi corazón pedazo a pedazo, nuevamente sentía ganas de llorar y de tomar a la freaki y llevármela conmigo, que dejara a ese imbécil. Cuando salieron al estacionamiento los seguí y carajo lo que vi me dejó más triste y desconcertado, el tipo le sacó el suéter a Annie y le levantó la sudadera y mierda ella estaba toda fajada ¿por qué? ¿qué mierda significaba eso?, a pesar del desconcierto no puede evitar fijarme en su cuerpo, debajo de toda esa ropa horrible y extremadamente grande que usaba ella era delgada, fina y delicada ¿por qué ocultaba su cuerpo de esa manera? ¿qué quería esconder? ¿solamente su cuerpo o algo más?. Ahora me tenía más intrigado que antes, ella de a poco se estaba volviendo cada vez más en una obsesión para mi, quería descubrir todos sus secretos, todos sus misterios.

Cuando se puso la cazadora de cuero y el casco, joder, era verdaderamente la mujer más caliente y sexy que había visto en mi vida. Cuando arrancaron alcancé a escuchar a Annie gritar a todo pulmón OH, POR DIOS TE AMO PAUL, ERES MARAVILLOSO. En ese momento supe que estaba perdido, me gustaba la freaki, me gustaba mucho y ella tenía novio y sin darme cuenta las lágrimas corrían por mis mejillas.