Dark Chat

martes, 5 de febrero de 2013

Rebelde

Hello mis angeles hermosos , sigo viva y aqui les dejo vicio plis no me odien 
les mando mil besitos a todas
Angel of the dark
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CAPÍTULO XV SACRIFICIOS.-JUN POV

La guerra estalló en el momento menos pensado y esperado, siempre supimos que terminaríamos peleando, pero se suponía que sería dentro de unos meses, pero no fue así y el caos llenó nuestras tierras en pocos minutos. Los lobos entraron matando despiadadamente como siempre, no alcanzamos a dar la alerta a los humanos y a los más débiles que teníamos que proteger, muchos de ellos fueron las primeras víctimas.
Los hombres rápidamente se pusieron bajo mi mando y nos organizamos para defender y atacar. Mientras peleábamos veíamos esparcidos por todos lados los cuerpos destrozados de hombres, mujeres y niños.
Afortunadamente Alizze y Seth reaccionaron rápidamente y se llevaron a los sobrevivientes, ellos eran prioridad, los humanos debían vivir, asumo que fueron llevados al lugar secreto que sólo conocíamos muy pocos.
Los golpes de espadas contra los cuerpos de los chuchos llenaban el aire y los aullidos sofocados de éstos creaban una sinfonía de dolor y muerte. A medida que pasaban las horas y la lucha continuaba nosotros también fuimos perdiendo hombres, los lobos eran muy fuertes y estaban mermando nuestras fuerzas tanto como nosotros a ellos. Aún así todavía los superábamos en número.
Como un rayo vi llegar a mi madre a espaldas de Edward, no pude evitar sonreír por ello, siempre he sabido que ellos deberían terminar juntos, aún es algo difícil, pero ya no tan imposible como antes, él no es mal tipo y aún cuando hasta hace poco llegué a sentir un rencor imposible por él, lo he llegado a conocer algo y se que ama a mi madre y está muy arrepentido por lo que hizo, al fin y al cabo no todo es culpa de él, claro que él no lo sabe.
Mi madre a pesar de no amarlo creo que con un poco de esfuerzo y comprensión por parte de ambos pueden recobrar eso tan bonito que tuvieron, por parte de Edward se que se esforzaría y daría todo lo que tiene y lo que no por tener a mi madre nuevamente, pero el problema es ella, no es que simplemente ya no lo ame, es que ella cree que no puede amar a nadie más, dice sólo quererme a mi, a mi me pasa algo similar y es por nuestro entrenamiento, nos deja seco de sentimientos, pero más que nada es por nuestro sufrimiento por la traición hacia ella, esa herida sangrante estaba muy reciente cuando tuvimos que asumir nuestras responsabilidades y quedó grabado a fuego cada una de las torturas y lo que tuvimos que endurecernos para poder sobrevivir a aquello. La mayoría con el tiempo va recuperando lo que perdió en esa sala, pero a mi madre y a mi nos ha tomado mucho más, nuestro entrenamiento fue más brutal y nunca nos hemos repuesto del todo a ese horror.
La comprendo, la falta de sentimientos es una completa mierda y nos hemos refugiado el uno en el otro, pero ya es tiempo de separar un poco nuestros destinos, ella necesita un buen hombre y nadie mejor que Edward, en el fondo, muy en el fondo creo que mi madre se niega a amar porque siempre lo ha amado a él. Todas las cosas que él me contó y me mostró lo dejó más que claro, ellos nacieron para estar juntos.
Ella era tan distinta, tan pura, tan libre, tan feliz, ella vibraba como nunca lo he visto, el amor se notaba desde lejos, espero que tengan una nueva oportunidad, anhelo ver de nuevo a la Bella de las imágenes, a la Bella feliz, a la cantante, a la alocada, a la que se le iluminaban los ojos cuando veía a su vampiro.
Mykene como siempre destacaba en la lucha, podía ver como Edward miraba de reojo donde estaba ella luchando, un destello de orgullo, pasión, admiración y algo de temor por ella relucían en sus ojos, ella sólo se enfocaba en la lucha.
Poco a poco fueron llegando más y más lobos, estos condenados chuchos ya eran muchos y los últimos que llegaron eran más grandes y fuertes que los demás, Mykene luchaba con dos de ellos y Edward se estaba acercando a ella para ayudarla mientras él mismo atacaba a dos más.
Veía a compañeros y buenos hombres caer uno tras otros y por la cara de Mykene esto no estaba pintando nada bien, la conocía y se estaba desesperando y para que eso pasara es que era inevitable la caída, eso que tanto temíamos estaba llegando, nooooo, quise gritar con todas mis fuerzas porque se perfectamente qué es lo que buscaban y no permitiríamos que lo obtuvieran, tantos años protegiendo el secreto, tantos años entrenando para que estos malditos vinieran a llevársela, nunca lo permitiríamos, moriríamos por ello, no iba a permitir que llegaran a ella, eso jamás.
Lancé mi escudo a los Cullen que se encontraban en aprietos, pero eso me debilitaba enormemente y mi madre se dio cuenta de ello, así que se lanzó hacia los lobos que los atacaban para que dejara de usar mi protección. Así lo hice una vez que ella los mató, pero no fue fácil verla herida, uno de los lobos le alcanzó el brazo casi desgarrándoselo, Edward gruñó de rabia por este hecho, pero él debía aprender que ella no era la chica humana que pensaba necesitaba de su ayuda, ella levantó una ceja interrogatoriamente hacia él para animarlo a decirle algo, pero él sabiamente sacudió la cabeza y siguió luchando. Lo entendía, no era fácil que un ser querido estuviera herido, aún a pesar de los años de lucha y entrenamiento me atormentaba verla herida, era mi madre por Dios santo, ella era intocable, o debería serlo en un mundo normal donde las madres eran cálidas, suaves, mimosas y amorosas, pero en este puto mundo ella era Mykene.
Yo también estaba herido y cansado, el dolor entraba poco a poco en el cuerpo y el cansancio hacia mella en todo mi ser. Llevábamos muchas horas luchando, menos mal que Seth y Alizze estaban lejos con los humanos. Y más lejos aún estaba lo que protegíamos con nuestra vida.
Otra banda de lobos entraron en el claro en el que estábamos luchando y ellos traían esas malditas cadenas, muchas cadenas y con ellas fueron apresando a sus contrincantes, frente a ellas no había nada que hacer, por lo que había que evitarlas a toda costa.
Eso fue algo infructuoso y ya por el tercer día de lucha sin parar caímos presos de los lobos y encadenados sin poder hacer nada por liberarnos. La última en caer fue mi madre y sólo se rindió cuando amenazaron con matarme.
Una vez que estuvimos reducidos nos juntaron en el centro del claro, estábamos cansados, hambrientos y sedientos según la condición de cada raza. Mykene estaba furiosa y prometía muerte y torturas.
Yo por mi parte estaba muy débil y no pude hacer funcionar mi escudo a tiempo para salvar a mi madre, a Edward o a los Cullen, todos estábamos cansados, desgarrados y hambrientos.
Miré de reojo a mi madre, ella aún luchaba contra las cadenas, pero éstas jamás cederían, veía el cansancio en sus rasgos, pero ella era una luchadora y no se rendía, seguía tironeando más y más. Sus muñecas estaban en carne viva y en cualquier momento se le desgarrarían.
Edward trataba de calmarla, pero ella lo mandaba a callar no de la mejor manera, su pecho subía y bajaba ya con dificultad y lanzaba improperios a diestra y siniestra. Los Cullens la miraban embobados, se que ella era agresiva y dura antes del cambio, pero lo era aún más y ellos estaban sorprendidos, no llevaban el suficiente tiempo a nuestro lado para llegar a conocer a mi madre verdaderamente. Yo si la conozco y se que tenía algo planeado, se que tenía ideas dando vueltas en esa cabecita. La miré y ella sonrió levemente y me guiñó el ojo.
Los gritos y la furia de Mykene atrajeron a los lobos a nuestro lado, quines una vez encadenados nos habían dejado de lado y buscaban en todas las casas.
Jajajaja, eran tan estúpidos que pensaban que tendríamos lo que buscan a mano.
Se acercó un lobo y se hizo humano, era muy joven, alto y de tez morena, llegó junto a mi madre y le pedía que le dijera donde estaba lo que buscaba, ella levantó la cabeza y cuadró la mandíbula, mirándolo fijamente le arrojó un escupe en la cara y le sonrió con suficiencia.
El hombre perdió los estribos y la golpeó fuertemente en el rostro, ella nuevamente se levantó y lo volvió a escupir riendo a carcajadas haciendo que los hombres a su cargo la imitaran.
Volvió a recibir más y más golpes mientras la interrogaba, pero ella no aflojaba la información, nunca lo haría.
Edward estaba desesperado, gritaba que la dejarán en paz, pero el lobo no se detuvo hasta que jadeaba cansado. Aún así Mykene logró ponerse de pie y lo miró desafiante.
- ¿terminaste? ¿eso es todo lo que puedes hacerme sin matarme?, pedazo de idiota, mejor tráeme al líder, quizás él si tenga los huevos bien puestos y me de una buena paliza, tú no me haces ni cosquillas chiquillo, en vez de lobo eres un perrito faldero e inútil
- Cállate perra, pronto recibirás tu merecido y nadie te salvará, te retorcerás en el puto suelo y todos te verán morir como la escoria que eres
- Oh, dulces palabras cachorrito ¿quién me va a matar? ¿el cobarde de tu líder que es incapaz de luchar y dar la cara?, porque en esta lucha sólo he visto lacayos, nadie digno en una buena lucha, sólo los salvaron las cadenas, malditos cobardes
- Pronto Mykene, pronto rogarás clemencia, antes de morir verás como destrozamos a tu querido hijito, al parecer es tu talón de Aquiles ¿quizás si nos entretenemos con él nos digas dónde está lo que buscamos? ¿mmm, qué te parece?
- Tócalo y estarás muerto antes de parpadear
- Jajajajajaja, eres increíble, estás jodida y aún quieres luchar
- Eso no lo dudes y cuando me libere de las cadenas serás el primero en morir maldito hijo de puta
El hombre se rió a carcajadas y se alejó un momento de ella. Mykene me miró y comprendí lo que quería, ella quería conversar conmigo, así que lancé mi escudo, pero estaba muy débil y me costó tres intentos conseguirlo, pero lo logré y conectamos mentalmente.
Nooooo, grité mentalmente a lo que ella me pedía, no podía hacerlo, eso la mataría, no, no, ella no podía sacrificarse de esa manera, el escudo lo usaría para protegerla a ella, a nadie más.
- Hazlo, carajo, eres mi hijo y no dejaré que mueras, aún puedo protegerte a ti y a ella, ustedes son lo realmente importante, algo grande pasará ahora Jun y no será agradable y no quiero que uses los pocos poderes que te quedan en salvarme, guarda fuerzas para protegerla, para protegerte, hazme caso
- No, aún no estamos tan jodidos, todavía falta que vengan a ayudarnos los soldados de Ares – dije con inseguridad
- ¿no lo comprendes aún?, ellos no vendrán, nadie nos ayudará, si no han venido hasta ahora ya no lo harán
- Pero él y tú…..
- Nada, siempre lo he sabido, estaba con él porque necesitaba entender y saber a cabalidad lo que planeaban, su traición no me es nueva, siempre lo he sabido
- Maldito, no se cómo lo pudiste aguantar
- Gajes del oficio niño, te falta mucho por saber aún, ahora no me contradigas y no intervengas y no dejes que el vampiro lo haga, esto es algo que he esperado por años y no me voy a perder la diversión por miedos tontos
- Puedes morir
- Lo se, y no será la primera vez, además desde que parí que estoy preparada para este momento, siempre supe que la muerte me reclamaría
- Aún no, debes vivir mamá
- Sabes que no me rendiré, puede que aún viva
- Espero que si, porque si no te iré a buscar al mismísimo infierno y golpearé a las putas parcas si te cortan los hilos de la vida, sabes que lo haré
- Lo se, pero debes protegerla, ellos no pueden llegar a ella, no les podemos dar ese regalo, ese poder
- Quizás todo por lo que luchamos no valga tu muerte
- No digas eso, los lobos no pueden tenerla, sería la destrucción final de todo
- Quizás no sea así, quizás….
- Noooo, no la quiero junto a los chuchos, ella no. Júralo Jun, ahora
- Lo juro
- Bien
El escudo se perdió y Edward nos miraba interrogante, bajé la mirada porque lo que había jurado hacer o no hacer era muy doloroso y Edward me odiaría lo que nos quedara de vida.
Desde siempre hemos sabido que moriríamos, pero nunca quise asociar el hecho de que mi madre muriera primero, es algo que siempre saqué de mi cabeza, ella había sufrido mucho para que ahora me hiciera jurar que no la ayudaría, que no la salvaría.
No se cuantas horas pasaron, pero el ambiente cambió, la tensión se notaba en el aire y el olor a muerte y traición se colaba por las fosas nasales.
EDWARD POV
Bella estaba seriamente dañada, me dolía mi muerto corazón al verla así, pero ella seguía luchando contra las cadenas, aunque ella mejor que nadie sabía que era imposible romperlas.
Cuando Jun lanzó su escudo hacia Bella se que conversaron, pero después ninguno dijo nada y eso era malo, muy malo. Seguramente Bella tenía un plan, pero no nos hacía partícipe de ello, como siempre estaban bloqueando sus pensamientos y cuando estaban conversando vi un atisbo de miedo y rebelión por parte de Jun, eso me asustó como la mierda, para que mi hijo estuviera asustado tenía que haber conversado algo muy malo con Bella. Cuando les pregunté de qué iba la conversación sólo me miraron y no pronunciaron palabra alguna, pero la mirada escurridiza de Jun me tenía aterrado.
Pasaron algunas horas más cuando de pronto sentí una presencia mala, de verdad maligna y al parecer todos la sintieron pues todas las miradas se dirigieron hacia un rincón solitario por el cual de a poco se atisbaron personas que venían en nuestra dirección.
Bella puso su espalda rígida como una tabla y apretó la mandíbula tan fuerte que fácilmente pudieron partírsele los dientes, Jun miraba con ojos entrecerrados hacia las nuevas personas o seres que cada vez se acercaban más. Sus ropajes con capuchas hacían imposible ver sus rostros, pero por la mirada de profundo odio de Bella se que ella sabía quienes eran.
Se acercaron a nosotros y pasaron sin hablarnos para detenerse frente a Bella que no bajaba la mirada ni aflojaba las mandíbulas.
- Qué agrado volver a vernos Mykene, he esperado este momento por muchos años – esa voz me parecía conocida, una voz que se esforzaba por parecer sensual sin lograrlo
- Samantha, la ahora puta de los lobos, lamento no decir lo mismo - ¿Samantha?, ¿esa perra por la cual engañé a Bella? ¿qué mierda pintaba ella en todo este cuento?
- Siempre creyéndote superior, nacida para ser la primera en todo, la más adorada, la más fuerte, la portadora de la paz, de la tan anhelada mezcla de las razas, la más valiente, la más hermosa – decía esa zorra cada vez en voz más alta sin ocultar el veneno y el odio que sentía por Bella.
- La misma ¿y tú?, jajajaja, sigues siendo la escoria que se predijo que serías, una maldita don nadie que se tiene que rebajar a ofrecer su puto cuerpo para obtener algo de poder y fuerzas
- ¡Cállate!, has perdido, debes entender que por esta vez le torcí la mano al destino y te terminaré de arrebatar todo, ya te quité a tu puto marido hace años, logré que te matara, que te destruyera y ahora vengo a cobrar el resto que debió ser mío
- Jajajajajaja ¿te crees capaz de arrebatarme algo?, eres muy ingenua si crees que me quitaste algo en el pasado
- Me follé a tu marido, hice que te matara
- Puede ser, pero unas folladas no eran tu propósito, lo que querías conseguir de él nunca lo lograste, por el contrario me llevaste a la posición en la que estoy hoy, me llevaste a descubrir mi destino y mi verdadera naturaleza ¿no te avergüenza ser tan poca cosa que todo lo que haces lo haces mal?
- Zorra, es la última vez que me desprecias, la última vez que osas ser mejor que yo, mejor que mi familia – no estaba entendiendo nada, pero este intercambio me involucraba, involucraba el pasado que trunqué tan odiosamente.
- Dame lo que busco y dejo a tu hijo y a tu vampiro vivir
- Nunca
- Piénsalo, una vida por dos
- Nunca obtendrás de mi lo que buscas
- Siempre pensaste que eras superior, que manejabas todo en tu mano, pero no es así, se te escapó que los hombres son tu cruz y tienden a traicionarte. Sólo quise darte la oportunidad de que confesarás dónde la escondes, pero la verdad es que ya la fueron a buscar al refugio, te han traicionado
- Jajajajajaja ¿crees que me has vencido? ¿Qué no aprendí la lección de no confiar en hombres?, por los Dioses, eres más estúpida de lo que imaginaba
- ¿de qué hablas? – pude ver el desconcierto en la mirada de la zorra
- Que la tropa de Ares en estos momentos debe estar muerta bajo las espadas de los guerreros de la casa de Poseidón
- Le mentiste, lo llevaste directo a una trampa
- Mmmm, me hubiera gustado ver la cara del estúpido Ares cuando vea a su gente morir, a esos guerreros los entrené muy bien y el tonto de Ares pensaba que éramos enemigos, pero la verdad es que son los mejores aliados que he tenido y pelearán sin misericordia y en este mismo momento Ares debe estar enfrentando la ira de Zeus junto a tu adorable familia
- Nooooo, eso no puede ser cierto, mi madre es muy querida por Zeus
- Eso nunca ha sido cierto, la puta de Afrodita nunca ha tenido el favor de Zeus, menos ahora que sabe que es una traidora junto a tu padrastro ¿qué crees que le estarán haciendo ahora? ¿qué castigo estará recibiendo esa puta?
- Eres una maldita molestia, siempre lo fuiste, pero ni Zeus puede intervenir en esta lucha, así que de todos modos tendré que sacarte la información que busco
- Tú y yo solas ¿quién puede más?
- No, ese placer ya lo tengo reservado para alguien más, alguien que se muere por ponerte las manos encima
- Siempre fuiste una maldita cobarde, sin tus mediocres hechizos de puta no eres nada – miraba a Bella sin pestañear siquiera, la información que estaba recibiendo me tenía desconcertado y se que había mucho que me estaba perdiendo
Samantha tronó sus dedos y un hombre se sacó la capucha revelando a ese tipo que llegué a apreciar en algún momento por ser amigo de Bella, ahora era un lobo y miraba a Bella de manera desquiciada.
- ¿te gusta mi sorpresita Mykene?, como dije, los hombres tienden a traicionarte y tu mejor amigo no es la excepción
- Bella – simplemente dijo
- Jacob, tanto tiempo chucho – dijo Bella con la mirada perdida de odio, pero también de dolor, yo la conocía y sabía que le había dolido en el alma que su mejor amigo fuera el enemigo
- Bueno, bueno, no dilatemos más el saludo y ponte a trabajar Jacob, sabes lo que tienes que hacer y lo que tienes que obtener – él simplemente asintió con la cabeza y agarró fuertemente la cadena de Bella y la arrastró no sin un hercúleo esfuerzo hasta el centro donde enganchó las cadenas en unos postes.
De un jalón le sacó la ropa a Bella dejando su espalda desnuda, me empecé a revolver de rabia, sabía lo que le iba a hacer, no lo permitiría, no dejaría que un solo latigazo tocara su piel.
Pero nuevamente fue inútil soltarme y los latigazos empezaron a desgarrar la carne de mi Bella. Samantha miraba con asco el espectáculo de la carne desgarrada y de la sangre escurrida en distintas direcciones.
Bella no profirió ningún sonido, sólo su cuerpo de arqueaba cuando el látigo con puntas descargaba en su piel. Quería cerrar los ojos a semejante espectáculo, pero si Bella quien recibía semejante atrocidad aguantaba sin gritar, sin pedir clemencia yo no sería tan cobarde y cerrar los ojos a su dolor.
Con furia me concentré en mirar y contar los latigazos, para no olvidar nada cuando tuviera a Jacob en mis manos, porque aunque se me fuera la vida en ello vengaría lo que le estaban haciendo a Bella.
Jacob gritaba que dijera donde estaba escondida, aún no sabía a quién se referían, pero al parecer buscaban a una mujer, una mujer que era todo el propósito de la casi extinción de las razas, pero Bella seguía con la boca cerrada y sus ojos fijos en los míos, oh si, para mayor tortura la pusieron de costado a mi, pero ella ladeó la cabeza y me miraba muy fijamente. Cada latigazo que recibía era como si me lo dieran a mi, además de esa tortura su sangre desperdigada me hacía agua la boca, deseaba beber esa sangre, la sangre de mi cantante y se que todos los vampiros estaba casi como yo por la sed que traíamos, no habíamos bebido nada desde que empezó la guerra hace varios días.
Jun también miraba a su madre y no entendía por qué mierda no le lanzaba el escudo para protegerla, sólo la miraba con dolor y culpa. Si me pudiera soltar la rescataría, mataría a todos los estúpidos lobos y a esa mujer y después zurraría a mi hijo por no ayudar a su madre pudiendo hacerlo. Le grité que lo hiciera, él me miró y negó con la cabeza, Dios, todo era tan bizarro mientras los latigazos continuaban.
Grita, le gritaba Jacob, pero Bella le escupió, recibió un golpe de puño en la cara, ella levantó nuevamente la cabeza y le escupió sangre al chucho quien encolerizado volvió a los latigazos.
- ¿Sabes?, te quise mucho, pero por tu culpa, por mi maldita amistad hacia ti fue que me enteré que tenía que volverme lobo, tu cercanía aceleró el proceso, estábamos destinados a ser enemigos y en un principio no lo acepté, por ti, por tu amistad me negué, pero fue un error, mataron a mi familia, a la chica que amaba, perdí todo por tu culpa y te odié, te odié porque mientras tú te revolcabas con tu marido yo estaba sufriendo por la pérdida y po0r el doloroso proceso de convertirme en lobo.
- ¿Quién te ha dicho que me interesan los lloriqueos de un perro? – le contestó Bella y Jacob se enfureció más
- Ya me tocará acariciar de la misma manera a tu retoño, vamos a ver si eres tan valiente cuando mi látigo lo acaricie
- Atrévete y el dolor que sentiste por la muerte de tus parientes y de la puta de tu novia no serán nada en comparación con lo que te haré apestoso perro
- ¡Puta!, jamás hables de mi familia, nunca los nombres, por tu maldita culpa están muertos
- No por mi culpa, por la tuya, que no supiste elegir entre tu familia y una amiga, yo te habría entregado sin pensármelo dos veces – a pesar de todo no pensaba que Bella lo hubiera hecho, ella era feroz, pero tenía un honor en la lucha, que no la creía capaz de entregar a nadir para salvarse o salvar a quien ella quisiera ¿o estaba muy equivocado?
Jacob estaba cansado de propinar latigazos y no pudo doblegar a Bella, Samantha estaba molesta por este hecho y miró coquetamente a Jun y le tronó los dedos a Jacob, quien dejó en paz a Bella y vino por mi hijo, les grité que lo dejaran en paz, les rogué que no lo tocaran, pero Samantha me miró y dijo que pronto tendría lo mío, que me preparara, que ojalá yo supiera lo que ella buscaba, pero de todas formas correría la misma suerte.
Otro esbirro fue a soltar a bella para poner a Jun en el centro, pero vi un movimiento rápido que hizo Bella, nadie más lo notó, pero ella una vez liberada hurtó la llave de las cadenas. Fue llevada nuevamente a mi lado y discretamente se soltó mientras ponían a Jun en posición. Una vez liberada me pasó la llave y me pude soltar silenciosamente y esperé las órdenes de Bella mientras pasaba la llave a mi padre para que fuera liberando a los demás.
Bella hizo una señal y antes de que Jun recibiera el primer latigazo yo tenía a Jacob en mis manos y Bella a Samantha, a quien le propinaba una golpiza de aquellas, la muy zorra gritaba y lloriqueaba, y aunque era fuerte por su naturaleza de semi diosa no tenía la preparación ni la fuerza de Bella.
- Jamás debiste tocar a mi mujer maldito chucho – le grité a Jacob mientras lo mataba con gran placer.
Samantha estaba a punto de ser encadenada por Bella cuando apareció Ares con una chica hermosa, muy hermosa quien venía maniatada.
Samantha rió a carcajadas y Bella se tensó cuando miró a la chica. Ares miraba a Bella con triunfo
- Ríndete Mykene, tengo lo que tanto te empeñaste en ocultar –
Bella soltó las cadenas y Samantha aprovechando esa ventaja tomó la espada y apuntó hacia Bella, en medio segundo estaba al lado de Bella y la empujé hacia un lado recibiendo la estocada en pleno centro de mi pecho, la maldita espada me atravesó y no alcancé a caer al suelo porque los brazos de Bella me sostuvieron, me abrazó justo cuando comencé a sentir un ardor muy parecido al que sentí tantos años atrás cuando fui convertido, me estaba muriendo, a pesar de ser inmortal esa espada era especial y me estaba matando.
- Te amo Bella, siempre, para siempre – dije en mis últimos balbuceos mientras sentía una lágrima de Bella mojar mi mejilla, ella se inclinó y me besó con pasión, cerré mis ojos al sentir nuevamente su beso, su sabor delicioso, pero abrí los ojos al sentir la boca de Bella despegarse abruptamente de la mía y al escuchar el grito agónico que abandonó la garganta de Bella justo antes de cerrar mis ojos para siempre


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