Dark Chat

lunes, 20 de septiembre de 2010

Te Presento A Mi Amante

Capitulo 5: La Push

Bella POV

Después de un día agotador con tres locas de compras mi cuerpo empezaba a cobrar factura. No estaba prestando atención a la película que se supone estábamos mirando. Un enorme bostezo salio de mi boca anunciando a mis tres amigas que ya no podía más.

—Creo que la Bella Durmiente quiere hacer acto de presencia —se burlo Alice.

—Bien, yo también estoy algo cansada —dijo Angela poniéndose de pie y estirándose.

— ¿Cómo dormiremos? —pregunto Rose a Alice.

—Acostadas —respondió Alice encogiendo los hombros, las tres pusimos los ojos en blanco.

—Eso lo sabemos —dijo Rosalie poniéndose de pie— pero ¿en que cuarto?

—En el tercer piso hay dos cuartos de huéspedes, pueden dormir dos en uno y la otra sola o en mi cuarto. Pero entonces ¿donde queda la noche de chicas? —hizo un puchero y le di la espalda para subir las escaleras, si seguía su juego terminaría en sesiones de faciales, manicura y otros tormentos.

— ¿Quién me sigue? —pregunte al ver que las tres seguían de pie en la sala.

—Yo las acompaño para que se acomoden —Alice pasó junto a mí tomando la delantera y guiándonos al tercer piso.

En total había cuatro puertas, dos habitaciones, supongo que las otras eran el cuarto de Edward y el baño. Entramos a una habitación enorme color azul cielo, con una cama blanca en el centro, estaba decorada con algunos cuadros al igual que la sala, era bastante acogedora, como toda la casa.

—Yo me quedo aquí —dijo Rose maravillada.

— ¡No! —grito Alice— es que tu Rose te quedaras conmigo en mi cuarto, tengo muchas cosas que mostrarte, además aun es temprano, deja que estas dos aburridas duerman aquí.

—Esta bien, no tengo sueño aun y tenemos que hablar de mi hermano.

—Oh eso… si claro de lo que quieras —contesto Alice sonrojándose ligeramente— bien chicas están en su casa, si quieren comer bajen a la cocina y tomen lo que quieran, si se quieren bañar háganlo, en ese pequeño closet hay toallas y…

Alice salio del cuarto y en menos de treinta segundos apareció en la puerta con dos bolsas.

—Tu Angela te pones esto —saco de la bolsa una pijama rosa, el pantalón era ajustado y la blusa de tirantes también ajustada —y tu Bella este— de otra bolsa saco una pijama azul, el short era azul muy corto y bastante ajustado y la blusa también de tirantes con un pequeño oso durmiendo sobre el busto izquierdo.

—Alice antes me gustaría darme un baño —tome la pijama que me ofrecía y me apresure a tomar mi ropa interior antes de que también la escogiera por mi.

—Claro el baño es… —juro que una sonrisa maligna cruzo por su rostro, luego se volvió serio— es la puerta que esta enfrente, las dejo para que descansen.

—Buenas noches chicas —se despidió Rose.

—Buenas noches —respondimos Angela y yo al mismo tiempo.

— ¿No quieres ducharte? —pregunte a Angela que se acomodaba en la cama.

—Si, lo haré después de ti —me sonrió y tome una toalla y mi ropa y salí de la habitación cruce el pasillo y abrí la puerta que Alice me había dicho, pero gran sorpresa me lleve al ver que no era el baño, era la habitación de Edward y el estaba junto a su cama completamente desnudo.

Me ruborice violentamente pero también me quede en shock, jamás había visto a un hombre desnudo, salvo una vez que Jessica insistió en ver una película de "esas" y en cuanto el hombre se quito la ropa yo salí corriendo. Aunque lo poco que vi aquella vez no le hacia justicia a lo que ahora tenia frente a mis ojos. Y esta vez no salí corriendo. Aunque Edward ya había tomado la toalla y la había envuelto debajo de su cintura un podía ver su marcado pecho el cual estaba cubierto de gotas de agua que escurrían desde su cuello hasta donde la toalla lo cubría, las largas piernas aun cubiertas por la negra toalla se dejaban ver fuertes y musculosas aunque no en exceso, pero si dignas de que cualquier jugador de fútbol se las envidiara. El cabello completamente despeinado y mojado

No sabia que decir, ni que hacer, solo estaba segura de que acababa de ver el ser más perfecto del mundo completamente desnudo y no podía moverme, quería salir corriendo y esconderme debajo de la cama y no salir nunca pero sentía que la sangre había abandonado completamente mi cuerpo para concentrarse en mis mejillas, las cuales sentía calientes. Mordí mi labio inferior, era para todo lo que mi cuerpo daba. Entonces un grito me saco de mi burbuja erótica.

— ¡Mañana estará soleado! —grito Alice llegando hasta mi lado dando saltitos, quite la mirada del perfecto cuerpo de Edward y me di cuenta que respiraba agitadamente— podemos ir a la Push, tomar el sol y nadar un poco. Oh Edward deja de exhibirte, vístete por Dios y ya duérmete que mañana salimos temprano hacia la Push y tú Bella mueve tu trasero y deja de ver a mi hermano, te dije que el baño era la última puerta del pasillo.

Cerró la puerta del cuarto y me empujo hasta la puerta del baño. Entonces reaccione.

— ¡Me dijiste que el baño estaba en frente de la habitación! Alice ¿sabes como acabo de ver a tu hermano? —grite completamente nerviosa y avergonzada.

—Bella, tranquila, solo era mi hermano semidesnudo, malo seria que lo hubieras visto sin la toalla —sentí mi cara arder mucho más y esa sonrisa diabólica en el rostro de Alice— ahora báñate y asegúrate de ponerle seguro a la puerta, no sea que Edward se quiera cobrar el show y venga a espiarte, mañana iremos a la Push, descansa.

Entre al baño y me asegure de poner el seguro, me desvestí rápidamente mientras la tina se llenaba, entre y deje que el agua caliente me relajara un poco. Trate de olvidarme de lo que acababa de pasar pero sabía que no podría. ¿Cómo vería ahora a los ojos a Edward? No solo era el hermano de Alice. Era el ser más perfecto sobre la tierra y ahora me constaba de sobremanera. Pero también era mi profesor. Aunque quisiera evitarlo, tendría que verlo al menos de lunes a viernes. Suspire y me hundí más en la tina, deseaba poder quedarme ahí y jamás salir, no quería toparme nunca más con esos ojos verdes, ni con ese cuerpo perfecto al cual de ahora en adelante le estorbaría esa estúpida ropa. ¡Ay! Malditas hormonas.

Me quede en al agua hasta que comenzó a bajar de temperatura, salí de la tina secándome y vistiéndome, con mi cabello no hubo mucho que hacer, no había cepillos en el baño así que lo seque y lo deje despeinado, eche la toalla el cesto de la ropa sucia y salí del baño.

Edward POV

Acababan de abrir mi puerta mientras yo no llevaba nada de ropa. Cuando voltee a ver la puerta estaba ahí de pie Bella, completamente roja y mirándome fijamente. Tome la toalla y la envolví en mi cintura lo más rápido que pude. Intente decir algo pero no encontré nada coherente. Los nervios estaban acabando conmigo. Entonces me quede ahí de pie esperando que ella dijera algo o que saliera corriendo, pero ninguna de las dos cosas paso. En sus manos llevaba algo de ropa y una toalla, supongo que buscaba el baño y se equivoco, pero para nuestra mala suerte se había equivocado en el momento menos oportuno.

En cualquier otro caso tal vez me hubiera regocijado con el hecho de que una mujer me viera desnudo y sobre todo que me mirara de la forma en que ella lo hacia. No soy vanidoso, pero estoy consiente de que mi cuerpo atrae a las mujeres. Pero esta vez era Bella, en vez de sentirme complacido, me sentí nervioso y excitado. Aun sonrojada y sin quitarme la vista de encima ni yo a ella, se mordió el labio. Apreté los puños a mis costados. ¿Acaso no se daba cuenta de cuanto deseaba besarla cuando hacia eso? Quise en ese momento ir hacia la puerta, hacerla entrar y hacerla mía. Siempre he sido un caballero, pero también era hombre y Bella parecía estar dispuesta a sacar mi lado más sexual. Entonces el grito de mi hermana desvaneció esos pensamientos.

— ¡Mañana estará soleado! —Alice apareció en la puerta junto a Bella, fue entonces cuando ella dejo de verme para ponerle atención a Alice— podemos ir a la Push, tomar el sol y nadar un poco. Oh Edward deja de exhibirte, vístete por Dios y ya duérmete que mañana salimos temprano hacia la Push y tú Bella mueve tu trasero y deja de ver a mi hermano, te dije que el baño era la última puerta del pasillo.

Alice cerró la puerta y me senté en la cama y respire profundamente. Trate de olvidar el incidente y termine de vestirme solo con un pantalón. Fui al baño a limpiar todo y poner la ropa sucia en su lugar. Apague la música, la cual en ese momento no me relajo y me metí bajo las cobijas intentando dormir. Pero el cerrar los ojos lo único que veía era esos ojos achocolatados mirándome. Di mil vueltas en la cama y considere el ir a tomar otra ducha de agua helada. En vez de eso salí de la cama para bajar a la cocina y tomar algo de leche para que me ayudara a dormir.

Cuando cerré la puerta de mi cuarto, escuche al final del pasillo la puerta del baño abriéndose, entonces salio Bella con un ajustada pijama azul que resaltaba la palidez de su piel, la cual se veía suave y tersa, el short dejaba ver sus largas piernas, su cabello castaño estaba completamente despeinado y húmedo, caía sobre su espalda y sobre sus hombros dibujado el contorno de sus senos, esta de más decir que se veía malditamente sexy.

Levante la mirada hacia sus ojos, los cuales estaban avergonzados y su rostro completamente rojo de nuevo. Abrió la boca intentando decir algo pero la cerro inmediatamente. Entonces decidí ayudarla.

—Bella, lo que paso hace un momento fue…

— ¡Perdón! —grito bajando la mirada y acercándose un poco— Alice me dijo que el baño era la puerta de enfrente y entre sin pensar, yo jamás hubiera querido verte…

—Bella, fue un accidente —termine con la distancia y tome su barbilla para obligarla a levantar la mirada— hagamos de cuenta que jamás paso, y no se quizás en algunos años podemos contárselo como anécdota chistosa a nuestros nietos.

Sus ojos se abrieron sorpresivamente y los míos también al comprender lo que había dicho.

—Quiero decir, yo a los míos y tu a los tuyos.

—Si, claro —bajo la mirada de nuevo— solo te pido que Emmett no se entere, me mata y seguro a ti también aunque no hayas tenido la culpa.

—Ya te dije haré de cuenta que no paso, tu solo encárgate de mi hermana, puede llegar a ser muy indiscreta.

Asintió. —Me voy a… dormir… buenas noches Edward.

—Buenas noches Bella.

Sin saber que me impulso a hacerlo, me incline y la bese en la mejilla, no quise ver su reacción la cual seguramente era un sonrojo, así que seguí mi camino hasta la cocina.

Bella POV

Estúpido profesor perfecto. Debería aprender a dormir con camisa, no puede por la vida vistiendo solo unos pantalones y dejando al descubierto su perfecto y marcado torso. Además me había besado. En la mejilla claro, pero ese simple contacto se sintió como una corriente eléctrica que hasta este momento, unas horas después y acostada en la cama, no había dejado de sentir. No podía dormir, cerraba los ojos y veía a Edward desnudo. Esta bien lo admito, era una imagen que no podía –ni quería- borrar de mi cabeza, pero sabia que si me dormía empezaría a soñar con esa imagen y a hablar dormida. No quería que Angela quien ya dormía, se despertara y me escuchara teniendo sueños eróticos con Edward. Cerré mis ojos una vez más y me perdí en la oscuridad sin saber nada más.

Desperté con un pequeño duende saltando sobre la cama, era imposible que tuviera tanta energía a estas horas de la mañana.

—Arriba chicas, miren que maravilloso día —Alice corrió las cortinas y un sol cegador entro por la ventana. Era de esos pocos días en que el sol se dejaba ver en Forks, tal como Alice lo había predicho, ahora me parecía más aterradora.

— ¿Qué hora es? —pregunto Angela adormilada.

—Las 7, y apúrense, salimos a las 7:30.

— ¿A dónde? —pregunte.

—A la Push, Bella te lo dije anoche, ¿recuerdas? Cuando estabas viendo a…

— ¡Ya! Ya me acorde.

—Que bueno —ahí estaba de nuevo esa sonrisa malvada— aquí esta su ropa, Angela necesito que te apures, Rose y yo te dejaremos lista para cuando Ben llegue.

—Ben llegue… ¿A dónde?

—Le pedí que viniera a recogerte, así que vamos ¡arriba! —jalo a Angela fuera de la cama— tenemos solo treinta minutos y eso me estresa ¡Rose!

Rose entro al cuarto vistiendo un short blanco, bastante corto y ajustado, con una blusa rosita de tirantes. Traía en la mano una bolsa la cual me extendió.

—Esta es tu ropa para hoy, asegúrate de ponerte el traje de baño abajo.

—Pero yo no tengo traje de baño aquí —proteste al ver el diminuto short negro y el top azul— además esto es muy… muy tuyo Rose, no mío.

—El traje de baño esta en la bolsa, es mío, esta nuevo, te lo regalo —dijo Alice con una sonrisa— y vístete rápido, Emmett y Jasper no tardan en llegar.

—Es que esta ropa esa muy…

— ¡Shh! —me chisto Alice— más te vale que metas tu cuerpo en esa ropa o lo haré yo misma… Rose encárgate de Angela.

— ¡No! Esta bien, yo lo hago.

Tome la ropa mientras Angela, Alice y Rose se reían, salí del cuarto directo al baño cuando escuche a Alice gritar.

— ¡Asegúrate de entrar a la habitación correcta!

No había dudas, ella me había mandado a la habitación de su hermano con toda la intención, tal vez no sabia que lo vería desnudo, pero si sabia que me estaba mandando ahí. Me cambie rápidamente y peine mi cabello dejándolo suelto con un listón azul que combinaba con la blusa. Definitivamente Alice pensaba en todo.

Cuarenta y cinco minutos después estábamos los cuatro en el porche de la casa. Ben había venido por Angela los cuales no nos acompañarían y Emmett se encontraba en la casa por ciertas necesidades humanas. Al frente de la casa solo estaba en Jeep de Emmett y el Volvo de Edward. Yo camine hacia el Jeep pero Alice llego con Rosalie corriendo antes que yo.

—Jasper ¿puedes ayudar a Rose a subirse en la parte de enfrente? Tú y yo nos iremos en la parte de atrás —le dijo Alice.

— ¿Y yo donde iré? —pregunte sabiendo que no cabían más de cuatro personas en el Jeep— ¿en el techo?

—Ah no, en el Volvo de Edward —se encogió de hombros y Jasper la ayudo a subirse al Jeep y después desapareció el en el interior.

Escuche la estruendosa risa de Emmett quien venia acompañado de Edward. Vestía unas bermudas azules y una camisa blanca cerrada con un solo botón, lo cual dejaba ver su blanco pecho al descubierto. Su cabello estaba despeinado y traía unos lentes oscuros.

—Mantén tus manos en la palanca de velocidades —sentencio mi hermano a Edward para después reírse y subirse al Jeep. Arranco el auto y los vi alejarse.

—Prometo que manejare a la velocidad establecida —dijo Edward mientras me abría la puerta del copiloto.

No dije nada solo subí al auto. Todo el camino hacia la Push estuve mirando por la ventana. No me atrevía a mirar a mi izquierda para encontrarme con Edward. Aun me sentía incomoda por lo que había pasado la noche anterior. Mantuvo su promesa de no exceder la velocidad establecida, aunque pude notar su molestia con eso una vez que llegamos a la playa.

El sol se reflejaba en el mar, dándole un color azul con destellos blancos. Una vez que llegamos mis tres amigos y mi hermano estaban sobre unas toallas tomando el sol.

—Por fin llegaron ¿Por qué tardaron tanto? —pregunto Rose alzando una ceja.

—Traía conmigo a la señorita que se resiste a ir más de 20 k/h —se burlo Edward.

—Vamos a nadar —Alice se puso de pie, se quito la blusa y el short quedando en un traja de baño negro, Rose la siguió, el de ella era rosa y solo de ver a ambas mi autoestima perdió 20 puntos. 10 por cada una.

—Vamos Bella —Rose me tomo de la mano y me arrastro hacia el mar.

—No, no —protesto Alice— que se quite la blusa y el short, son muy delicados y con el agua la tela se puede maltratar.

—No —me negué. Había visto como me quedo el traje de baño de Alice, ella era mucho más delgada que yo, por lo que la parte de abajo me había quedado algo ajustada y aunque yo no tenía un busto muy grande si era algo más que el de Alice por lo que el top se ajustaba bastante.

— ¿Quieres que lo hagamos nosotras? —Alice tomo el botón del short y lo abrió para después bajar el cierre.

—Si no fuera mi hermana, esta seria una escena muy excitante —dijo Emmett quien recibió un golpe de parte de Edward.

Puse los ojos en blanco, era imposible discutir con Alice y me quite el short y el top, y amarre mi cabello con el listón. Sin voltear hacia donde estaban los chicos camine junto a mis amigas hacia el mar.

—Mi hermano no te quita la mirada de encima.

—Estas equivocada, seguro mira a Rosalie.

—No, a ella la mira Emmett, y a mi Jasper —comenzó a dar saltitos y lo saludo con la mano en alto.

—Y si sigues saltando así harás que le de un paro y no precisamente cardiaco —se burlo Rosalie y ambas estallamos en risas. Alice se ruborizo y detuvo los saltitos.

Entramos al agua y estuvimos jugando y platicando un rato hasta que nuestros estómagos nos avisaron que no habíamos desayunado. Salimos del agua y fuimos hasta donde se encontraban los chicos platicando. Tome mi toalla y empecé a secarme, me solté el cabello y olvide volver a ponerme la blusa y el short así que me quede solo con el traje de baño.

Comimos unos sándwiches que Alice y Rose habían preparado junto con unos refrescos. Después Alice me alejo un poco.

— ¿Qué pasa Alice?

— ¿Has notado como se ven tu hermano y Rose?

—Si

—Se me ocurrió algo, voy a pedirle a Jasper que vayamos a pasear por la orilla por aquel lado, y tú le pides a mi hermano que te acompañe también pero por este lado, así los dejamos solos.

—Alice no creo que…

—Por favor, por favor, por favor, ¿no te gustaría ver juntos a Rose y a Emmett? —había dado en el punto, además de ponerme esa carita de perrito moribundo a la cual no me pude resistir.

—Esta bien, vamos a dar un paseo.

Regresamos con los chicos y Alice le dijo algo al oído a Jasper y se levanto.

— ¿A dónde van? —pregunto Edward

—A caminar —contesto Jasper— regresamos al rato.

—Jasper…

—Edward no empieces —Alice lo interrumpió— volvemos más tarde.

—Ya vimos quien lleva los pantalones en casa —se burlo Emmett cuando vio que Edward no le respondió a Alice.

—Oh vamos Emmett, ¿de que te ríes? —le dijo Rosalie— tú haces lo que Bella quiere.

—No es cierto —se defendió Emmett.

— ¿Ah no? ¿Recuerdas el cumpleaños numero ocho de Bella? —Rose sonrió maliciosamente, sabia a lo que se refería.

—No digas nada Rosalie —amenazo Emmett.

—Yo quiero saber —dijo Edward— dime Rosalie, ¿que hizo Emmett?

—Bella quería a Winnie Pooh en su fiesta, pero el show que Reneé contrato tenia un compromiso ese día y no pudo ir. Bella le pidió a Emmett que se vistiera como Pooh y su hermano lo hizo. Salio con pintura amarilla en todo el cuerpo, con unos boxers amarillos y una blusa de Reneé roja.

A estas alturas Edward y yo estábamos riéndonos a carcajadas, mientras Emmett asesinaba con la mirada a Rose.

—Me hubiera gustado verlo —dijo Edward aun muerto de la risa.

—Tenemos fotos y video —le dije— cuando quieras puedes verlas.

— ¡Bella! —grito mi hermano y me reí más fuerte, Emmett se levanto y empezó a caminar hacia el lado contrario por donde Alice y Jasper se habían ido.

—Creo que se molesto —dijo Rosalie apenada

—Será mejor que vaya con el —dije intentando levantarme

—No, yo voy, yo conté su penosa historia, ahorita regresamos.

Rosalie se levanto y camino detrás de Emmett dejándonos a Edward y a mí ya un poco más tranquilos y en un silencio incomodo, sentía su mirada sobre mí pero no quería voltear a verlo. Sentí unos pasos detrás de nosotros y me gire cuando escuche mi nombre.

— ¿Bella?

Ahí estaba Jacob, mi mejor amigo al cual no había visto desde que me había confesado sentir por mi algo más que un cariño de amigos. Abrí los ojos de sorpresa y alegría. Me levante rápidamente y lo abrasé sin pensar.

— ¡Jacob! Que gusto verte de nuevo, ¿Qué haces aquí? —pregunte sin pensar en la obvia respuesta.

—Aquí vivo ¿recuerdas? —contesto sin quitar su mano de mi cintura— Bella te ves… hermosa.

—Gracias —baje la mirada un poco incomoda, escuche a Edward aclararse la garganta detrás de mi, voltee y lo presente.

—Oh, Edward el es Jacob Black mi mejor amigo —remarque la palabra amigo— y Jake el es Edward Cullen un amigo y también mi profesor.

Edward le estiro la mano con una sonrisa de burla en su rostro que no comprendí, Jacob lo dejo con la mano estirada.

— ¿Cuál es el chiste Cullen? —pregunto Jacob molesto.

—No es nada importante —Edward bajo la mano sin dejar de sonreír.

—Edward ¿de que te ríes? —pregunte un tanto molesta y curiosa.

—Bueno si tanto insistes, ¿recuerdas ese perro que mencione al cual Alice lo asesino con su comida? —asentí— era un perro café, grande y con el pelo desordenado. Se llamaba Jacob y de cariño le decíamos Jake.

Su hermosa sonrisa se extendió por su rostro intentando esconderla un poco, yo no me aguante y me reí bastante fuerte, era curioso que su antiguo perro se llamara como mi amigo y que verlo se lo haya recordado. Entonces me di cuenta que Jake había formado puños con sus manos y estaba respirando agitadamente.

—Que bueno que te resulte gracioso Bella —me dijo en un tono frió y cortante— quizás yo compre una araña y le ponga tu nombre.

Mi boca formo una O sorprendida y dolida por sus palabras, es cierto yo me había reído, pero jamás fue mi intención compararlo con un perro.

—Cuidado en como le hablas —sentencio Edward.

—Déjalo Edward —me puse entre los dos ya que se acercaban y los puños de Jacob se veían cada más vez más tensos— si quiere compararse una víbora y ponerle Bella me da igual, como todo lo que el hace.

No supe por que le conteste de esa manera. Sabía que le dolería. Vi que dejo de empuñar sus manos pero no me arrepentí de lo que dije.

—Bella no quise decir que…

—Déjalo así Jacob, nos vemos luego, vamonos Edward —lo tome del brazo pero no lo moví ni un centímetro, aun veía fijamente a Jake, entonces entrelacé mis dedos con los suyos y reacciono, camino junto a mi hasta alejarnos de Jacob.

Llevarlo así de la mano me hizo olvidar el incidente con mi amigo. No me molestaba, pero si me entristecía, yo sabia que Jacob a veces decía cosas que no quería, como aquella vez que dijo "prefería verme muerta" ya no recuerdo ni por que fue, pero si sus palabras. Pero hoy, aquí, junto a Edward eso parecía tener menos importancia, iba de su mano caminando por la playa. Seguimos en silencio hasta llegar a unas rocas donde el se recargo y me abrazo cuando vio mis ojos un poco humedecidos.

—Lo siento, no fue mi intención insultarlo —sus brazos se tensaron a mi alrededor— y el no debió tomarla contra ti.

No tenia cabeza para pensar, estaba en sus brazos y nada más importaba, cerré los ojos e inspire su aroma, era embriagador y sin lugar a dudas, jamás lo encontraría en una loción, era su aroma natural, tan dulce y varonil. Recordé como respirar y conteste.

—Se molesto conmigo por que… el me ve como algo más que una amiga, por eso lo molesto que yo me burlara, además es su culpa ser tan amargado —sonreí al recordar la sonrisa en el rostro de Edward.

—No lo culpo —dijo Edward aprentandome más contra el con un brazo y con la otra mano alzo mi rostro para mirarlo— sentir algo por ti y saber que no le correspondes debe ser muy… frustrante.

No quise pensar en lo que quiso decir en ese momento. Tampoco podía, me estaba viendo con esos ojos verdes que tanto me gustaban, y me abrazaba como si no quisiera dejarme ir nunca. Esto estaba mal, el era mi profesor, aunque el punto de mayor gravedad era que estaba casado. Puse mis manos en su pecho con la intención de alejarme un poco, pero el no lo permitió y acerco su rostro al mío.

Sentí su aliento chocar contra mis labios, era igual de enloquecedor como su aroma y entonces me deje llevar, deje que me embriagara con su aroma y su aliento, deje que me apretara más contra su cuerpo. Si me iba a besar… que así fuera.