Dark Chat

jueves, 29 de marzo de 2012

Rebelde

CAPÍTULO III CONOCIENDO AL DEMONIO

BELLA POV

Edward se fue de viaje y todo mejoró en casa, al no estar él y su mujer la armonía reinaba y poco a poco la familia Cullen se fue ganando mi corazón, ellos eran geniales y al pasar los meses nos compenetramos tan bien que empecé a vestirme más normalmente, las chicas casi dejaron de respirar (broma privada) cuando me vieron vestida con una faldita corta, un top y mis converse, me preguntaban extasiadas por cada uno de mis tatuajes y el por qué me había escondido de esa manera, les contesté con evasivas y entendieron que no les diría nada más, los chicos confesaron que ellos sabían de mi secreto y contaron cómo fue que me encontraron y cómo había golpeado y robado una moto a un tipo grande para después golpear e insultar a la directora del internado, todos reían por mis peripecias y por primera vez me sentí querida, aceptada y libre.


En el colegio también las cosas cambiaron, un día me cabree de que me molestaran y le partí la quijada a una chica que me jodía todo el día, por supuesto llamaron a Carlisle para solucionar el problema y él me defendió. La directora acató la palabra de Carlisle sino éste demandaría el colegio por bulling y todo quedó allí, ahora me temían y los pocos amigos que tenía se mantuvieron a mi lado y nos reíamos de que ahora todos querían ser amigos míos, como si yo fuera a hacerles caso.


Como casi siempre me aburría y mis "hermanos" como les gustaba que les dijera me tapaban todo, frecuentemente me escaqueaba de clases y me regodeaba usando el preciado volvo de Edward, si supiera las veces que he salido a quemar llantas en él, se cagaría en los pantalones, es un decir, su naturaleza les impide esos actos biológicos, además encontré su tesoro escondido, una Harley Davison, me encantaba esa moto y aún recuerdo cuando era niña y él me llevaba a dar vueltas en ella, así que la limpié y la usaba regularmente.


Con Rose compartía el amor por los vehículos veloces y siempre la ayudaba a revisarlos, con Alice comprábamos ropa, pero de la que me gusta a mi, o sea ropa andrajosa como ella la llamaba, ya que se había dado por vencida de que usara ropa de diseñador y a la moda. Con Emmett tonteábamos haciéndoles bromas a los demás y con Jasper discutíamos sobre filosofía y jugábamos ajedrez. Todos y sobre todo Jasper estaba encantado con la facilidad con que mi mente trazaba movimientos estratégicos y lograba ganarle. Con Carlisle conversábamos de medicina y sobre libros de la antigua Grecia, me fascinaba ese tema, quizás podría hacer de mi nueva afición una carrera universitaria y con Esme cocinábamos, me enseñó a hacer los pasteles y comidas preferidas de todos los miembros de la familia.


Los meses fueron pasando y a pesar de sentirme más en confianza y algo más feliz era innegable para mi dejar de pensar en él, Edward siempre estuvo en mis pensamientos y no negaría que lo extrañaba, ese era otro más de mis secretos, extrañaba su olor, su voz, su rostro, aunque él siempre me miraba con asco y desprecio, no importa, lo extrañaba.


Siempre pensé que podría salir librada de volver a sentir algo por él, pero vivía engañada, el sentimiento siempre estuvo. Ni siquiera James pudo hacerme sentir mejor en ese aspecto, él venía casi todos los fines de semana a visitarme y aunque a los Cullen les dolía que yo estuviera con él lo aceptaban, se que todavía guardaban esperanzas de que las cosas tomaran su cause natural con Edward, pero yo peleaba contra la naturaleza.


Cuando James me visitaba salíamos a recorrer por distintos lugares hasta que encontramos un bar muy parecido al que íbamos cuando vivía en el internado, la primera vez que fuimos fue tan cómico ya que para variar la gente se dejó llevar por mi apariencia y las bromas no se hicieron esperar, los chicos desconocidos para nosotros molestaban a James diciendo que se llevara a su hermanita pequeña a casa, que ese lugar no era para nenas y se llevaron la sorpresa de que esta nena de pequeña no tiene nada.


Llevábamos como dos horas bebiendo y haciéndonos arrumacos cuando ya cabreada por las burlas de los tipos, me paré y me dirigí hacia el escenario, los chicos de la banda me miraban con diversión y les dije que quería cantar, ellos rieron y negaron con la cabeza diciendo que no estaban en un karaoke, los miré de manera retadora y les hice una apuesta, "si a la gente les gusta lo que canto todos dejarán de molestarme a mi y a mi amigo, es más dejarán que de vez en cuando cante algo de mi elección". Ellos aceptaron pensando que cantaría alguna mierda pop o algo así, cuando subí al escenario James me miraba divertido, él sabía lo que yo valía como músico y deseaba que todos se callaran la boca.


Les pedí la guitarra eléctrica y les indiqué que canción quería cantar, se la sabían así que seguirían mi ritmo, empecé a cantar i love rock and roll de Joan Jett y con arrogancia vi como todos se tragaban sus malditas burlas, yo era fantástica con la guitarra, mi voz era privilegiada y mis movimientos dejaban a más de algunos con sueños calientes.


Al terminar la canción recibí infinidad de aplausos y me miraban con otros ojos. Antes de retirarnos el dueño me preguntó si estaba interesada en cantar asiduamente en el bar y le respondí que si.


Eso es ya desde hace tres meses.


Cuando Edward volvió de su largo viaje, todos los sentimientos se arremolinaban en mi interior, pero él como siempre me despreciaba.


Al llegar mi cumpleaños James llamó diciendo que se había retrasado y que después que saliera del restaurant donde los Cullen me habían invitado me esperaba en el bar, que me tenía una sorpresa, yo iba como siempre me vestía y llevaba una mochila con ropa para cambiarme cuando llegara al bar.


La cena empezó de manera tranquila, hasta que Erik un muchacho que cantaba en el restaurant y que siempre me invitaba a salir me dedicó una canción, no pude evitar sentirme linda y sexy y le dediqué una sonrisa, le guiñé el ojo mientras me mordía el labio, ahí todo cambió, sin dar a entender que sabía lo que pasaba sentí el cambio en Edward, me miraba como nunca lo hizo antes, me miraba con deseo y estupefacción, juro que no era mi intención que él se sintiera así, lo hice sin pensarlo, pero me hice la tonta y los ignoré a todos.


Edward se había ido y pedí ir al baño, una vez ahí Tanya me acorraló y tomándome del cuello fuertemente dijo que me alejara de su hombre, que yo nunca lo tendría, que Edward sólo sentía desprecio y asco hacia mi, ya estaba perdiendo la capacidad para respirar y estaba asustada, ya que al tomarme del cuello rompió mi collar y éste calló al suelo, necesitaba recuperarlo, eso me mantenía a salvo.


Afortunadamente llegaron refuerzos y los Cullen me llevaron a casa, una vez allí Tanya siguió con los insultos y no aguanté más, le dije todo lo que pensaba de ella y su hombrecito, me tenían harta y por fin estaba sacando los sentimientos que tenía guardado por tanto tiempo, pero de un momento a otro llegó Edward y apretó fuertemente mi brazo y me arrojó a la pared después de decirme nuevamente cosas muy ofensivas, el impacto del golpe lo sentí por todo el cuerpo y el brazo creo que lo fracturó, después de decirle lo mucho que lo odiaba y de dejar caer la verdad que sabía me largué, ya no quería volver a verlo, me dañaba y aunque me doliera tanto dejar a los demás Cullen lo haría, ahora era libre, me largaría con James.


Toda adolorida y llorando agarré la moto de Edward y salí pitando hacia el bar, necesitaba que James me consolara, necesitaba calmarme, beber hasta caerme y necesitaba que el maldito dolor en el brazo se calmara.


EDWARD POV


Cuando llegamos al bar ella aún no llegaba, claro nosotros corrimos y en eso éramos más rápido que cualquier vehículo.


Buscamos una mesa en un rincón y mi familia me explicó que si quería saber cómo era realmente Bella tendría que aguantar lo que vería.


En eso la puerta se abrió y ella entró temblorosa, pero no tan afectada como cuando salió de casa minutos antes, ella buscaba a alguien con la mirada hasta que lo encontró, era un hombre que al verla corrió a su lado con desesperación, le preguntó con apremio qué le había pasado y ella le dijo que se había caído en la ¿moto?, él la abrazó tiernamente, le limpió la sangre de la boca con los dedos y la besó, no se por qué mierda eso me dolió, pero carajo dolió como nada me dolió antes, cuando dejó de besarla la llevó al baño para que se limpiara bien.


Rose me dijo que ese era el novio imaginario de Bella, el tal James y una furia ciega llenó mi cuerpo, deseaba matarlo, él se había atrevido a tocarla por años, ella, ella tenía dueño.


Pasaron unos minutos y salieron del baño, ella ya se encontraba bien y me lastimó ver su brazo dañado vendado con un trozo de tela, ella lo sobaba y hacía una mueca.


Se fueron a una mesa desocupada e inmediatamente les llevaron una botella de tequila, limón, sal y varias cervezas, la primera en beber y para mi asombro fue Bella, se tomó el corto de tequila seguida por un buen sorbo de cerveza, y brindó por la libertad, James le preguntó a qué se debía ese comentario, pero ella no le contestó, tomó otro trago y luego prendió un cigarrillo.


- ¿Ella siempre hace eso?, es decir tiene 16, no es sano que tenga esas actividades y que ustedes sabiendo lo permitan – les reproché a mi familia.


- Ella lo hace desde antes de estar con nosotros, es su vida, ella es una adulta, es madura para su edad, además es muy terca y nunca ha corrido peligro siempre hay alguien de nosotros cuidándola, además James a su manera también la cuida. – James de nuevo, maldito humano, al verla me doy cuenta de que ella se comporta de manera distinta en este entorno.


Unos chicos pasaron delante de su mesa y la saludaron, ella les correspondió el saludo y así siguió bebiendo


- ¿Me vas a decir qué mierda te pasó en verdad? – escuché atento su conversación


- Me caí, ya te dije


- No jodas, te conozco, nunca te has caído de una moto y si fuera así no tendrías dedos marcados en tu cuello y en tu brazo, alguien te maltrató ¿volviste a pelear?


- No, no he peleado, por favor James no quiero preguntas, sólo quiero emborracharme y olvidarme de todo este tiempo que he vivido lejos del internado


- Pensé que eras feliz con los Cullen ¿te hicieron algo?, si fue así te juro que los mato, nadie lastima a mi novia


- Por Dios, nadie me ha lastimado y deja de decir que soy tu jodida novia, lo que tenemos no da para eso, sólo somos amigos


- Más que amigos nena


- Ok, más que amigos, pero mucho menos que novios, no se te olvide James, yo no tengo la capacidad para amar a nadie, sólo confórmate con lo que te doy, sino ya sabes lo que puedes hacer


- Si, irme a la mierda, entiendo


Estaba cada vez más sorprendido hasta la voz de ella era diferente, se notaba que el tipo estaba colado por ella, pero ella era tan fría e indiferente con él, pero tenían algo, aunque no fueran novios se notaba que tenían un rollo.


Siguieron bebiendo, Bella se paró y se sentó a horcajadas en su regazo y la sesión de besos calientes empezó, cada vez eran más apasionados y sus manos recorrían el cuerpo del otro.


Apreté mis puños fuertemente, yo quería ser él, yo debería estar así con ella, ella era mía, ella, ella me gustaba, más que gustarme la deseaba y mucho, mis hermanos y mis padres me miraban y traté de pararme, esto no me podía estar pasando nuevamente, no debería sentirme así, tan herido, tan solo, tan necesitado.


Mis hermanos me obligaron a sentarme mientras Bella y el idiota afortunado iban a bailar, ese fue otro suplicio, ella se movía tan sensual, nunca pensé que ella podría hacer algo así o hacerme sentir de esa manera, estaba embobado mirándola, pero la ira desgarraba mis entrañas, ellos prácticamente estaban follando con ropa.


Un grupo de chicos y chicas llegó y se pararon detrás de Bella.


- Por favor váyanse a un motel – dijo un chico alto y moreno con la risa pintada en la cara


- Púdrete… ¿Jake?, oh Dios mío Jake – gritó Bella arrojándose a los brazos del moreno, todos reían.


De a poco ella fue saludando uno a uno a sus amigos y allí me enteré que eran amigos del internado y que san James los había invitado a todos por ser el cumpleaños de Bella, ella estaba feliz, pero no pasó para nadie desapercibido los golpes que ya se estaban notando con mayor intensidad, ella les dio la excusa de la caída en moto y dejaron el tema.


Se fueron a la misma mesa que estaban ocupando anteriormente y siguieron bebiendo


- Hasta cuándo vamos a esperar para llevarnos a Bella a la casa, ¿cuándo le de un coma etílico? - refunfuñé


- ya falta poco – dijo Emmett sonriendo


A los pocos minutos varios de los chicos se pararon y llamaron a Bella con los dedos, ella sonrió y se les acercó, en cambio James estaba molesto, podía leer su mente y al parecer no encontraba prudente lo que Bella quería hacer y eso era subirse al escenario a cantar ¿ella también cantaba?.


- Bella no estás en condiciones de hacerlo


- Vete a la mierda James, lo he hecho en peores condiciones ¿te acuerdas cuándo lo hice con los nudillos destrozados después de romperle la cara a Ethan por agarrarme el culo? – replicó Bella, por lo que leí en la mentes de los chicos ella además de cantar tocaba guitarra y lo hacía bien y ¿peleaba?


- Nena, por favor, hazme caso por una vez, además estás muy bebida


- Te estás comportando como un viejo y no me gusta, además tú trajiste a los chicos para eso


- Si, pero no sabía en qué condiciones ibas a estar


- Es mi cumpleaños, es mi vida y hago lo que quiero, no te metas James, no tienes derecho a opinar nada y ahora deja que me ponga linda ¿vale?


- Para mi siempre estás hermosa y sexy – dijo mientras le toqueteaba el culo


- Pero no para los demás, sólo tú me ves así – susurró ella con pesar, me volví a sentir como la mierda, no era mi culpa que ella no fuera agraciada, la deseaba como el demonio, pero ella no era linda.


Dicho eso tomó la mochila que llevaba y se fue al baño. James se jalaba el pelo de impotencia, la niña había herido su orgullo, el jodido podía tener acceso a su cuerpo, pero a su corazón y a su mente no.


Al cabo de unos diez minutos y con los chicos ya instalados en el escenario mi visión se llenó de lo más hermoso y sexy que han visto mis ojos, la sangre bombeaba caliente en mis venas, mi polla endurecida, mis ojos negros de lujuria, esa jodida niña era una diosa en toda palabra ¿por qué antes nunca se mostró así? ¿por qué mierda se escondía en esas feas ropas?, se escondía de todos, ¡de mi!.


El deseo ardía en mis venas y quería correr y hacerla mía en este mismo instante, lo iba a hacer, pero cuatro fuertes brazos me apresaron y me obligaron a sentarme, me traté de calmar, pero el deseo era más fuerte que antes.


La música empezó a sonar, era ella con su guitarra, todos aplaudían, todos la admiraban, leía sus mentes, los hombres la deseaban como enfermos, las chicas que no eran sus amigas la envidiaban, ella siempre acaparaba toda la atención masculina con su cuerpo y su talento, pero el deseo de esos hombres y sus fantasías con ella me encabronaban cada vez más, quería matarlos a todos, arrancarles los ojos para que nunca la volvieran a mirar.


Cantó una canción de the runnaways cherry bomb


No puedo estar en casa, no puedo estar en la escuelaEl viejo dice " ya pobre tontita"Bajando la calle soy la chica de a ladoSoy la zorra que estabas esperandoHola papi, hola máSoy tu ch ch ch ch ch Cherry bombHola mundo soy tu chica salvajeSoy tu ch ch ch ch ch Cherry bomb


Y me quedé mirando como el idiota en el que me había convertido en tan poco tiempo, la chica era una gatita sexy, se movía con desenfado en el escenario, tocaba la guitarra como poseída, lo hacía maravillosamente y esa voz sensual que nunca le había oído antes, la letra de la canción era fuerte e insinuante, como ella, se notaba que el brazo le dolía, pero aún así tocaba con maestría.


Su cuerpo se revelaba como el más hermoso que había tenido la fortuna de ver en todos mis malditos años, era delgada y pequeña, pero con curvas precisas para volver loco a cualquiera que la mirara, y todos esos tatuajes adornando su piel, era jodidamente perfecta, antes pensaba que su tatuaje en la nuca era horrible, pero ahora, al ver los otros lo único que quería era lamer cada uno de ellos, su ropa increíblemente era sexy y provocadora, llevaba una falda que le llegaba a mitad de muslo y era negra con harto falso por debajo y de distintos colores, le llegaba a la cadera que movía sinuosamente enloqueciéndome cada vez más, una polerita manga corta ajustada de color verde con el dibujo de un niño de piel amarilla bien extraño , estaba de lado, se le veía el inicio del trasero mientras orinaba(N/A si no han adivinado es Bart Simpson, que por cierto me encanta), esos deliciosos pechos y su plano abdomen al descubierto, demasiado sexy, seguí bajando mi mirada por sus largas y torneadas piernas hasta detenerme en sus converse negras que llevaba sin medias, una jodida diosa no me cansaré de decirlo. La perfecta combinación entre niña y mujer.


Mis hermanos me miraban absortos, es que nunca me habían visto así, nunca nadie me había afectado de esa manera, ardía por tenerla en mis brazos y penetrarla hasta que el puto sol explotara, la tomaría en todas las posiciones que existían, es más, inventaría nuevas poses para tirármela.


La segunda canción había empezado y no puedo describir lo que me hizo sentir, esa niña cantaba con rabia, con emoción, otra canción de Joan Jett bad reputation, si, su personalidad recién descubierta por mi se reflejaba en esa canción ¿cómo mierda no me di cuenta antes de lo especial que era, de lo anárquica que era esa pequeña a la que parecía importarle una mierda lo que los demás opináramos, lo que yo opinara.


me importa un carajo mi reputación


estas viviendo en el pasado es una nueva generación.


una chica puede hacer lo que quiera hacer


y eso es lo que voy a hacer.


y me importa un carajo mi mala reputación


oh no, yo no


y me importa un carajo mi


reputación.


nunca dije que quería mejorar mi condición


y solo hago el bien


cuando me estoy divirtiendo


y no tengo que complacer a nadie


y me importa un carajo mi mala reputación


oh no, yo no


oh no, yo no


Otra canción más y el público estaba eufórico cuando empezó a tocar la guitarra dando paso a la canción Ball and Chain de Janis Joplin, carajo, el tono bajo de su voz envolvía mis sentidos, la manera más roca de cantar, los movimientos cadenciosos de sus caderas, cuando no tocaba la guitarra la dejaba colgando y sus manos paseaban por el micrófono de pedestal como si acariciara la polla de un amante, cada vez me volvía más loco.


S-sentado junto a mi ventana,


Oh, mirando la lluvia.


S-sentado por mi ventana ahora,


En todo lo sentí,


Todo lo que podía ver era la lluvia.


Algo agarró una bodega de mí, la miel,


Me sentía como la miel, Señor, una bola y una cadena.


ĄSí! Hey! Sabes a qué me refiero,


Pero es demasiado pesado para usted,


No se puede sostener mañana.


Por ejemplo, espera, espera, la miel, no puede ser


El hecho de que tengo que quiero tu amor


Por favor por favor por favor por favor, espera por favor, por favor.


Whoa, la miel no puede ser


El hecho de que llegué a lo que necesita papá.


Por favor, no me deja bajar, no, por favor, Señor!


Aquí ido hoy, pero quería que el amor,


Quería celebrar, sí, hasta el día que me muera,


Hasta el día, hasta el día,


ASí! Hey! Hey! Ą Muy bien!


Con esta canción estuvo casi ocho minutos cantando, lo hacía fenomenal y cuando cerraba los ojos, Dios, definitivamente nunca en mi puta vida había visto a nadie igual, parecía la diosa de la lujuria, una sirena llamando con su canto embrujado a los marineros.


Estaba perdido en un mar de lujuria cuando una brisa de aire me llegó de golpe y enloquecí más de lo que ya estaba, ese aroma delicioso, el mejor que he olido en toda mi vida, la ponzoña inundó mi boca y las aletas de mi nariz se dilataron y era ella, Bella emanaba ese delicioso elixir que necesitaba probar, me empecé a revolver en los brazos de mis hermanos que me sujetaban, pero estaba loco, la tenía que tener ahora mismo, mi cantante, ella era mi cantante, y ahí comprendí todo, el por que su presencia me hacía sentir incómodo, el por que la evitaba y le hacía daño, nunca fue indiferente para mi, aunque la molestaba ella siempre ocupaba una gran parte de mi mente, la amaba, no se cuándo sucedió, pero la amaba, mi nariz empezó a sangrar, mi erección se hizo aún más grande y sin ser eyaculador precoz sentía que en cualquier momento explotaría en un orgasmo, es más ya tenía la verga mojada con líquido pre seminal, gruñía, jadeaba, me debatía para que me dejaran libre, no escuchaba razones, las palabras que me brindaban mi familia no las escuchaba, no quería nada más que poseer a aquella niña a la que por tanto tiempo desprecié y ridiculizé.


Los minutos pasaban, pero para mi eran como años, necesitaba tenerla ahora mismo, me dañaba no sentir su piel, sentía que me dolía todo el cuerpo de necesidad, menos mal que no había nadie cerca, porque estaba convertido en un animal en celo.


- MÍA, ELLA ES MÍA, LA NECESITO


Gruñí enloquecido y ahí fue cuando ella desde el escenario me vio, sus ojos se agrandaron con temor y enseguida soltó la guitarra, dejó de cantar y se llevó una mano a su cuello buscando algo, estaba aterrorizada, pero al mismo tiempo no podíamos cortar la conexión de nuestras miradas, mi pecho subía y bajaba, todos me rodearon, pero no veía a nadie más que ella, era mi centro, mi amor, mi locura.


Ella pudo reaccionar, temblorosa y llorando se bajó del escenario, pude adivinar sus movimientos, se iba a ir, quería escapar de mi, pero no lo iba a permitir, ella tenía que estar conmigo, necesitaba sentir su piel, beber su sangre.


Mientras ella corría hacia la salida el puto noviecito que desde ahora era cadáver corrió tras ella. Alice y Rose fueron en su busca y entre mis hermanos y mis padres me sacaron del lugar y me llevaron por el bosque hacia la casa, yo gritaba que la necesitaba, que era mía, que me dejaran buscarla, pero no me hicieron caso.


A los minutos llegaron las chicas con Bella a cuestas que gritaba y lloraba que la dejaran en paz, que no quería ese destino, que no quería ser comida de vampiro, que me odiaba con toda su alma.


No, no, no, ella no debería odiarme, ella tenía que amarme, sentía el lazo entre los dos y cuando estuvo en mi campo de visión dentro de la casa el aroma nuevamente me golpeo como una bola de demolición y con un gruñido animal me lancé por ella.


Nadie pudo evitar lo que pasó a continuación y se que nadie quería hacerlo, eso era lo correcto, todos lo sabían y lo aceptaban, todos menos Bella, ella seguía llorando y gritando que la dejara en paz.


Cuando mis dientes debido a la excitación quedaron expuestos y se hundieron en la carne de su cuello el frenesí me volvía cada vez más loco, ella pataleaba, pero no podía hacer nada, al sentir su sangre deslizarse por mi garganta vi los flashes que mi mente tenía escondidos, pude ver la primera vez que la vi cuando era una niña, esa conexión que se formó inmediatamente al verla a sus hermosos ojos, la cercanía que compartíamos, nos buscábamos, no éramos felices si no estábamos juntos, las veces que la llevé en mi moto a dar vueltas, me veía y me sentía tan feliz como nunca lo he sido, ella era una nena pequeña pero me complementaba, vi cuando ella sangró y comprendí que era mi cantante, la manera en que la besé sintiendo lujuria por ella, la manera en que la marqué como mía bebiendo su sangre, todo estaba allí, después me había olvidado de todo y había sido inmensamente infeliz, siempre buscando algo perdido, algo que anhelaba y no sabía qué era, pero ahora la había encontrado, era ella, la amaba, Dios la amaba desde la primera vez que la vi, desde que era una niña, ahora ella sería mi mujer.


Recorría todo su cuerpo mientras bebía de ella, mi polla pulsaba por querer enterrarse en ella, así que para calmar un poco el dolor la acerqué más a mi para que sintiera toda mi longitud en alerta sólo por ella y cuando gimió de placer y pude oler la excitación de su centro rugí fuerte.


Me separé con dificultad de su cuello y pasé mi lengua para sellar su herida, nuestras respiraciones eran erráticas y el deseo zumbaba a nuestro alrededor.


- Mía – dije y la besé con desesperación, estaba follando su boca con mi lengua y era absoputamente delicioso, ella en un principio no correspondió y apreté mi agarre profundizando el beso, después de manera tímida y lenta me devolvió el beso, nuestras lenguas bailaban extasiadas, volvió a gemir y bajé mis manos hasta su culo y la presioné más a mi, Dios, sentía el calor de su cuerpo y de su coño traspasarme, ella empezó a devorarme la boca con la misma hambre que yo y supe que jamás podría estar lejos de ella.


Dejé su boca para que respirara y nos miramos a los ojos reconociéndonos como dueños del otro.


- Mía – volví a repetir


Pero ella se soltó de mi agarre y miró alrededor, la imité y vi que estábamos solos, mi familia nos habían dado privacidad, pero en segundos estaban todos nuevamente a nuestro alrededor, Bella instintivamente se llevó otra vez la mano al cuello y gimió, pero ya no era de placer, era de lamento, traté de tomarla de la mano, pero ella retrocedió, no me gustó su actitud, pero lo dejé pasar por el momento, debíamos conversar, todos debíamos hacerlo y aclarar lo que había pasado, mi deseo por ella aún era fuerte, enloquecedor, pero al beber su sangre estaba algo más saciado.


- Necesito encontrar mi collar, oh Dios, ¿cómo pude perderlo? y ponerme en peligro, años cuidándome, años no deseando esto y sucedió – Bella farfullaba como en trance, creo que ni cuenta se daba que estábamos todos allí mirándola y escuchándola.


Y ahí llegó mi comprensión, el maldito collar que siempre llevaba puesto, eso era de alguna manera lo que no permitía que sintiera su verdadero aroma, ella se escondía de mi, no me quería, no, eso no era posible, porque si no me amara el lazo nunca se hubiera producido y el lazo se había creado la primera vez que la mordí, pero me temía, no quería este destino, no iba a permitir eso, era mi complemento, era perfecta para mi, la amaba y nunca la dejaría partir de mi lado, ella tenía que comprender eso.


- Creo que todos debemos hablar y aclarar todo este asunto – dijo Carlisle, Bella se paralizó y lo miró.


- No deseo hablar de nada si no tengo mi collar, no quiero que él vuelva a atacarme – dijo apuntando en mi dirección


- Eres mía – dije nuevamente


- No, no soy de nadie, no soy una posesión, no quiero ser la bebida de ningún vampiro y menos de ti.


- Te amo y te necesito – rebatí con convicción


- No, nunca lo has hecho ¿crees que porque descubriste que tengo un par de buenas tetas y un culo apetecible voy a olvidar todo lo que me has hecho? – gritó y mi cara se contorsionó de dolor


- Yo no recordaba nada, no podía saber que eras tú lo que tanto me hacía falta


- Aún así, te encantaba humillarme, decirme cosas hirientes, si esta noche no me hubieras visto como soy realmente esto no hubiera pasado nunca, si no hubiera perdido mi collar nunca hubieras percibido mi aroma, fue un error, un desastroso error.


- No digas eso, es lo mejor que me ha pasado en la vida, eres mi mujer, siempre lo serás- dije enojado, ella osaba rechazarme ¿a mi?


- ¿Y Tanya?, ella es tu mujer, a ella la elegiste, es perfecta para ti, es igual de mala que tú y supongo que la amas


- Ella ya no es nada mío, no volverá jamás, sólo soy tuyo, desde este momento sólo tuyo y nunca la he amado


- Jódete Edward, aún cuando estabas con ella la engañabas, casi todos los días la engañabas, te escuché, todas las jodidas noches te escuché con ella y con las otras, te detesto, jamás me entregaría a un hombre así, jamás he querido este destino para mi. Además quizás hace años amaste a la niña que era, pero a mi no me conoces, no puedes amarme, no sabes nada de mi.


Sus palabras me dolían como si me estuvieran clavando puñales cuando era humano, el dolor era insoportable, ella me despreciaba y en cierta forma no la podía culpar por ello, ahora todos mis errores me estaban pasando la cuenta y la única mujer a la que he amado me odiaba.


- Yo cambiaré por ti, el lazo es tan fuerte que no veo a nadie más que a ti, te amo sólo a ti


- Si digo que te metas ese amor por el culo ¿qué vas a hacer? ¿me golpearás de nuevo? ¿me matarás así como mataron a mi madre?


- Tu madre nunca pudo formar el lazo con el vampiro que la mató, ella amaba a tu padre y a ti, fue por eso que el vampiro, celoso mató a tu padre y posteriormente la mató – dijo Carlisle, mientras Bella lloraba a la mención de la muerte de sus padres.


Yo me sentía como la mierda por las palabras que me dedicó, especialmente las últimas, yo le había hecho tanto daño, tanto sicológico como físico, ahora sus golpes estaban tomando el color violáceo y me odiaba por ello.


Carlisle pidió que antes de hablar más debía revisar a Bella los golpes y darle algo para el dolor.


Fue así como se la llevó, yo fui con ellos, aunque Bella trató de que no la acompañara me fue imposible separarme de ella.


Lo primero fue su brazo, ella trató de aguantar el dolor, pero estaba hinchado y con una pequeña fractura, Carlisle le puso yeso, le dio pastillas para el dolor y para que durmiera hasta recuperarse un poco más, sus morados en el cuerpo los revisó y sentía la rabia y la envidia corroer mi cuerpo donde él tocaba, yo quería hacer eso, pero no podía tocarla, ella estaba así por mi culpa.


Bella subió a su dormitorio dejándome afuera, apenas escuché que estaba dormida entré por primera vez a su habitación.


Era, mmmmm, distinta, como ella, había quitado todas esas cosas de princesas y había pintado las paredes de color negro, había montones discos los cuales revisé, todos eran buenos, en el centro de la habitación colgando desde el techo había un saco de boxeo, al parecer ella practicaba, ¡claro!, ese era el sonido que escuchaba por las noches cuando yo estaba….., carajo, así se descargaba de la rabia. En una esquina había una guitarra eléctrica, mi niña rockera. Las paredes y el techo estaban tapizados de posters de músicos, tenía a muse, varios de Kurt Cobain, de Jim Morrison, Janis Joplin, Lenny Kravitz y otros más osados de algunos actores: Jonny Deep, varios de Robert Pattinson, un actor de moda, eso me molestó, había muchos de él, era apuesto y en muchas el tipo salía ¿cómo dirían las chicas? Ah si, extremadamente sexy, maldito chico, apuesto a que mi Bella fantasea con él. Había otros posters de hombres, también actores, pero no los conocía.


Quise reírme de mi mismo, celoso de un actor. En una repisa encontré varias fotografías, era ella con mi familia, se veía divina, pero me molestó en una en que salía en un pequeño bikini y sentada en los hombros de Emmett, en otra se veía corriendo con Jasper, con Alice probándose ropa, con Rose acostadas en el capó del jeep de Emmett, en otra salía sola parada en el capó de mi auto, mi preciado volvo, carajo, y ella levantaba los dos dedos medios a la cámara y reía, en otra limpiando mi moto, mierda, ella manejaba mi moto, claro, ella la usaba cuando no estaba, habían tantas fotografías y desee haber estado en cada uno de esos momentos, habían otras de ella con Esme, con Carlisle. Cuando llegué a una foto en particular la rompí de pura rabia, en ella salía mi mujer con el maldito humano de James, se estaban besando y abrazando, la ira se arremolinó en mi interior, ese maldito humano nunca más pondría un solo dedo encima a mi mujer, era capaz de matarlo, no lo quería cerca de ella nunca más, no quería que ni siquiera la mirara.


Después de revisar cada una de las cosas que allí habían me dediqué a mirarla dormir, ella estaba inquieta y se quejaba levemente de dolor y desee haberme matado yo mismo antes de causarle todo eso, mi pobre niña toda golpeada por mi culpa, por mi propia mano.


En la primera planta por lo que escuché había llegado James y el séquito de los amigos de Bella, puse especial atención. Él preguntaba desesperado por el bienestar de ella, por qué había salido así del bar tan alterada, que estaba muy preocupado y si la podían ver para estar más tranquilos. NO sisee y mi familia escuchó la ira filtrarse en mi voz, le dijeron que no era posible, que Bella estaba muy cansada y ahora estaba durmiendo, que los golpes que recibió al caerse de la moto le estaban pasando factura y que lo más probable es que durmiera toda la noche y todo el día siguiente, porque le habían administrado calmantes muy fuertes, eso no era verdad, apenas pastillas para el dolor, pero nadie quería la presencia de ese inmundo humano, bueno, las chicas si, ellas estaban furiosas conmigo y no era para menos, pero igual entendían la urgencia de una larga conversación.


Los humanos por fin se fueron y volví mi atención a la chica que dormía tan cerca y a la vez tan lejos de mi.


Las horas empezaron a pasar y me acerqué a la cama, el deseo zumbaba en mi cuerpo y cómo deseaba que ella me aceptara para poder unirnos físicamente, volvernos uno, la deseaba tanto que en todo este tiempo la erección se mantuvo constante y dolorosa, el ardor en mi garganta también ha estado presente, su aroma bailaba a mi alrededor.


Ya deseaba que despertara para poder saber cómo es que pasaron las cosas ¿cómo fue que yo pude olvidarla?.


Tantas interrogantes y la dueña de las respuestas estaba profundamente dormida.


- Edward – susurró en sueños y una sonrisa estúpida se dibujó en mi cara, ella soñaba conmigo y por su cara no era una pesadilla – Edward….que te den – Mierda hasta en sueños me odiaba.


Salí de la habitación, no quería que al despertar me viera allí, se podría asustar.


A las dos horas y después del desayuno, nos sentamos todos en la sala con Bella más repuesta, las respuestas se obtendrían ahora mismo.


BELLA POV


Se suponía que me debería estar divirtiendo como nunca, mis amigos estaban conmigo, debería sentirme enormemente feliz, sin embargo ni mis amigos, el alcohol ingerido ni la presencia de James lograban sacar la amargura que sentí en mi interior, Edward me había golpeado, me despreciaba y yo, yo lo amaba tanto, mierda, mierda, mierda, lo amaba y le temía mucho a ese sentimiento, no quería convertirme en otra Tanya en su vida, no, eso no, no quería presenciar cómo me destruía día a día por el hecho de que me engañara de esa forma, no lo soportaría.


Mientras cantaba me sentí un poco mejor, las canciones fueron pasando hasta que escuché un rugido como de un animal gritando ella es mía, levanté la vista de donde había provenido ese grito y allí lo vi, era él, Edward estaba como un animal enfurecido, Emmett y Jasper lo sujetaban con fuerza impidiendo soltarse, su pecho subía y bajaba de una manera que si fuera humano sería más que alarmante. Nuestros ojos se conectaron y no pude salirme de esa conexión, era como estar pegada a su mirada, mi cuerpo empezó a arder, sentía la necesidad de apagar este fuego de mis venas y sentía que eso sólo podía lograrlo Edward, quería que lo soltaran y viniera por mi, que me tomara como nadie lo ha hecho, quería deshacerme en sus brazos, en sus caricias, en sus besos, quería…..maldita sea, quería que me follara. Se que él sentía lo mismo por mi, me lo demostraban sus ojos ardientes, notaba su necesidad rayando en lo animal, estaba muy, pero muy sexy. Nunca había visto un espécimen masculino tan hermoso y jodidamente sensual, más que sensual ese hombre era caliente, prometía hacerte tocar el cielo con las manos, hacerte hablar seis idiomas mientras te follaba con lujuria arrancando gritos de más, más de tu garganta.


No se cómo fue que pude pestañear y reaccioné, miedo, mucho miedo sentí al darme cuenta de lo que estaba pasando, me llevé mi mano al cuello y ahí caí en cuenta que al momento de Edward lanzarme contra la pared yo tenía el collar en la mano, lo había recogido después que Tanya lo rompiera, al parecer con el golpe y el dolor en el brazo lo dejé caer y al mirar a Edward me daba cuenta de que él había percibido mi aroma, su cuerpo totalmente tenso, su nariz sangraba y si no me equivoco aunque no puede ver más desde mi posición podría jurar que estaba tan duro por desearme.


Sin más dejé de cantar, solté la guitarra y salí corriendo, tenía que huir, no podía dejar que me engañara, que me envolviera en sus garras. James me alcanzó y preguntaba una y otra vez qué me pasaba, pero no podía decirle nada. Lo único que le pedí es que no me siguiera, que estaba mal y me iba a casa, me subí a la moto y salí disparada, pero en pocos segundos sentí que fui arrancada de la moto en movimiento, era Rose y Alice quienes me llevaban contra mi voluntad a la casa de la que estaba huyendo, el pánico se hizo mella en mi y les imploré que me dejaran, pero ellas decían que Edward no me lastimaría, era su cantante y él nunca podría hacerme daño nuevamente, que resolviéramos las cosas, que aclaráramos todo el embrollo.


Nada más entrar Edward se lanzó contra mi y no pude evitar que sus dientes se hundieran en mi carne, bebió y bebió mi sangre mientras sus manos recorrían mi cuerpo con desesperación, y no podía aguantar más, estaba excitada, muy excitada. Su boca se unió a la mía y aunque en un principio no correspondí su beso las sensaciones deliciosas que sentía hizo que me rindiera y lo devoré con la misma pasión que él lo hacía conmigo, sus labios eran pecaminosamente deliciosos, volví a gemir y estaba cada vez más húmeda y sentir su erección frotándose con mi centro no ayudaba a recuperar la cabeza.


Pero recobré el sentido y empezamos a discutir, bueno más bien yo, yo no quería ser una posesión, no quería ser plato de segunda mesa de nadie. Él refutaba todo lo que yo argumentaba, no puedo negar que me dio un placer inmenso cuando dijo que Tanya ya no existía para él, que de ahora en adelante sólo existía yo, que no tenía ojos para nadie más.


Pero todo estaba pasando muy rápido y necesitaba dormir, además el cuerpo me dolía bastante y no pude evitar sacarle en cara a Edward mis golpes, ahora él decía amarme, pero siempre he recibido de él desprecio.


Me quedé dormida casi enseguida con la pastilla que me dio Carlisle, quería pensar que esto era una pesadilla, no me podía estar pasando a mi, tanto tiempo cuidando mis espaldas y ahora todo se estaba desmoronando a pedazos y lo que es peor que una parte inmensa de mi quería que las cosas fueran justamente como estaban marchando.


Al despertar bajé a desayunar, ya había amanecido y lo que me esperaba no era nada bueno.


Nos sentamos todos a conversar y a tratar de aclarar todo, se que la que más tendría que hablar sería yo, pero ellos también me tenían que sacar de muchas dudas, es verdad que mi madre antes de morir me había dejado una extensa carta explicándome todo por lo que ella había pasado y por lo que también tendría que pasar.


Pero habían muchas interrogantes, además quería dejar claro nuevamente que no quería ser la mujer de Edward, quería una vida normal, no la mujer "de".




Lo prometido es deuda , aqui les dejo vicio mas tarde subire , muy salvaje , les mando mil besitos y comenten chicas
Angel of the dark