Dark Chat

miércoles, 6 de octubre de 2010

Te Presento A Mi Amante

Capitulo 7: ¡Feliz Cumpleaños!

Edward POV

—Puedes quedarte quieta dos segundos —la desesperación comenzaba a terminar conmigo. Mi hermana llevaba toda la tarde subiendo y bajando las escaleras, hablando por teléfono y pidiendo infinidad de bebidas.

Alice me ignoro y siguió con sus llamadas, desde aquella vez que le pedí que no se metiera en mi vida no me hablaba.

— ¿Cuándo me vas a hablar de nuevo? —Alice se sentó en el sofá con la agenda de mi padre ignorándome— ¡Alice!

—Hasta que tu le hables de nuevo a Bella.

Marco un número y pregunto por algunas bebidas.

—No… solo cerveza… ¿edad legal para beber? Si tengo 18… ¿21? No sabia —levanto la vista y me miro— espere un segundo… haga el pedido a nombre de Edward Cullen… bien... si… gracias.

—Ni lo pienses, no me hablas, no ayudare.

—Edward por favor, mañana es el cumpleaños de Bella y le haré una fiesta, ¿no se la vas a arruinar también verdad?

— ¿Bella cumple años mañana? —pregunte, Alice rodó los ojos.

— ¿Qué parte de 'mañana es el cumpleaños de Bella' no entendiste? Deberías levantar tu trasero de ahí y comprarle un regalo, oh no muy caro no le gustan, deja de portarte como un estúpido, lo que paso tarde o temprano iba a suceder, ustedes están hechos el uno para el otro, solo lo veo, no preguntes por que pero lo se.

Alice se levanto y me dio un beso en la mejilla.

—Estas perdonado —me sonrió— mañana antes de que vayas a la escuela vendrán a dejar la cerveza, la recibes tu.

Le devolví la sonrisa, adoraba a ese duende que hacia llamarse mi hermana, pero sonreía también por que mañana hablaría con Bella de una vez por todas.

Bella POV

Me despertó la luz del sol, los rayos luminosos entraban por mi ventana dando de lleno en mi rostro. Me levante algo animada, muy pocas veces salía el sol en Forks y había que disfrutarlo. La ultima vez, un mes atrás, había sido el mejor día soleado de mi vida. Suspire intentado, en vano, alejar ese pensamiento de mi cabeza. Me concentre en el día de hoy, era mi cumpleaños y eso era malo. No me gustaba festejar mis cumpleaños, no me gustaban las fiestas, ni las sorpresas, mucho menos que alguien gastara dinero en comprarme un regalo.

Me levante de la cama y mire por la ventana, el cielo estaba completamente despejado, no había una sola nube y la temperatura era agradable. Baje la mirada del cielo y me quede sin aire al ver el Volvo de Edward estacionado frente a mi casa, tuvo que llegar en el momento en que mi vista estaba puesta en el cielo azul, entonces mi corazón volvió a latir con normalidad cuando vi a Alice bajar del auto sola. Mire el reloj y vi que aun quedaba una hora para la escuela.

—Buenos días Emmett —escuche la musical voz de Alice— ¿esta Bella?

Obvio. ¿Donde estaría yo a las 7 de la mañana en viernes?

—Si, esta en su cuarto, subiendo la ter…

—Lo se, gracias.

Escuche tres golpes en mi puerta, quería esconderme de la pequeña Alice pero no tenia otra opción más que saltar por la ventana con muchas posibilidades de terminar con un brazo y una pierna rora y por que no… una contusión cerebral.

—Adelante —dije con un suspiro de resignación.

— ¡Feliz cumpleaños! —Alice salto dentro de mi habitación abrazándome con una fuerza increíble para su tamaño— hoy será un gran día. Oh Bella, una no cumple 19 años todos los días.

—Gracias Alice, pero hoy será un día como cualquier otro, por cierto… ¿Qué haces aquí?

—Vine por ti, y además quise ayudarte con tu ropa.

— ¿Ayudarme a que?

Alice se acerco a mi closet y saco uno de los pantalones que habíamos comprado aquella vez y una blusa azul sin mangas y con un escote discreto.

—Ponte eso —me aventó la ropa— no pierdas tiempo, aun tengo que trabajar con tu cabello

— Alice no le harás nada a mi cabello, ya te lo dije es un día como cual…

—Bella —sus ojos parecían de un color verde oscuro— podemos hacerlo por las buenas o por las malas y yo te recomiendo la primera opción.

Como si fuera yo un robot obedeciendo órdenes, me levante de la cama y entre al baño para cambiarme. Al salir Alice me esperaba con un cepillo y una plancha para el cabello, lo alacio más de lo que ya era, me puso un poco de maquillaje, rimel natural en las pestañas y un poco de brillo labial. Una vez lista bajamos a la cocina, donde Emmett se encontraba desayunando.

—Hermosa —dijo mi hermano al verme, podía decir que esta vez su voz no llevaba ninguna nota de burla— feliz cumpleaños.

—Gracias.

—Em, yo llevare a Bella a la escuela, también la traeré a casa de regreso, y por la noche iremos a cenar.

Yo la mire con una ceja levantada. Esta chica tenía todo el día planeado y yo no sabia nada.

—Perfecto —dijo Emmett dándole un trago a su jugo.

—Pero Alice… es que pensaba pasarlo con mi hermano y mi papá, tu sabes es mi cumpleaños y…

—Bella no te entiendo, dijiste que no te gustaba celebrar —dijo Alice mirándome como si tuviera tres ojos— así que Rosalie, tu y yo nos iremos esta noche a cenar, adiós Em.

Suspire resignada, mi vida parecía estar planeada por Alice y yo no podía hacer nada, más que decirle que si a todo. Salimos de la casa y subimos al volvo, no quise preguntar por que lo manejaba ella y no su hermano, no quise parecer interesada en Edward. El interior del auto tenia impregnado el aroma de el, así que camino a la universidad me dedique a inhalar esa esencia embriagadora.

Llegamos a la escuela en menos de diez minutos, fuimos juntas a clase de español, donde Jasper me felicito discretamente, el sabia que no me gustaban las felicitaciones muy ostentosas. La hora de la comida llego y Rosalie intento convencerme de nuevo de ser porrista, le prometí ir el lunes a su clase de deportes con mi hermano para ver si me animaba, algo que yo sabia jamás haría.

Mi última clase del día era literatura, quería saltarme la clase e ir a mi casa, pero también quería verlo antes de pasar dos días sin ver su maravilloso rostro. Entre al salón y me quede sin aliento, el corazón empezó a latirme desenfrenadamente. Sobre el escritorio había un oso de peluche pequeño color blanco con un globo rojo que decía 'Feliz cumpleaños' amarrado a una de sus patas. También había confeti sobre el escritorio y varias flores. Además todo el salón estaba decorado con globos

Entonces mis ilusiones se rompieron cuando Mike Newton apareció frente a mí.

— ¿Te gusto? —su sonrisa lucia esperanzadora.

—Si, es muy lindo —confesé. Y es que si me había gustado, pero pensé que era obra de otra persona, no de Mike.

—Espero que te gusten los peluches, no sabia que más regalarte.

Que tal la colección de libros de Beethoven, pensé.

—Si, gracias Mike.

Sentí unos pasos detrás de mi, que aun estaba de pie en el marco de la puerta, entonces la seductora voz aterciopelada confirmo mis sospechas.

—Con permiso señorita Swan —camine unos pasos hacia el frente, el paso a mi lado y arqueo una ceja el llegar a su escritorio— señor Newton ¿podría retirar su decoración de mi escritorio y tomar asiento?

Mike lo miro con cara de pocos amigos y quito el oso, dándomelo junto con el globo, sentí mi cara arder al caminar hasta mi asiento con semejante globo que parecía decir 'mírame'. Al pasar junto al escritorio, también pase junto a Edward quien esperaba que Mike terminara de quitar el confeti.

—Por cierto Swan —temblé de felicidad al escuchar que después de muchos días por fin me hablar de nuevo— felicidades.

Me decido esa sonrisa torcida que tanto me gustaba y me quede viéndolo a los ojos, solo asentí y seguí mi camino hasta mi lugar. Una vez que Mike termino, Edward se paro frente al salón con ese porte que solo el podía tener.

—Saquen una hoja y un lápiz, bajen todo lo demás —sonrió con malicia, y aun así se miraba hermoso— tenemos examen sorpresa.

Escuche quejarse a todos mis compañeros, yo obedientemente hice lo que pidió, a estas alturas esta de más decir que aunque me había ignorado por casi un mes, yo haría lo que el quisiera. Oh Dios, eso sonó muy atrevido. Me sonroje ante mi pensamiento y gire para ver a Mike cuando escuche que me nombraba.

—Pero profesor, es el cumpleaños de Bella —dijo, supongo queriendo retrasar el examen con motivo de mi nacimiento hace 19 años, como si fuera tan importante.

—Bien, señorita Swan, gracias el joven Newton, usted esta exenta, agréguelo como un regalo más de su parte —esta ultima frase me pareció llevaba un toque de enojo, pero no podía darme el lujo de pensar esas cosas.

Todos se quejaron y lanzaron bolas de papel hacia el asiento de Mike.

—No, gracias, con el oso es suficiente, prefiero hacerlo —respondí.

—Como usted guste.

Dicto un total de diez preguntas, las cuales, conteste de inmediato. Y salí de la clase antes que nadie para llevar mi vergüenza hasta el estacionamiento donde le saque el helio al globo y lo doble, quería tirarlo, pero si Mike se daba cuenta, me sentiría mal por eso, ya lo haría cuando llegara a mi casa.

Pero estaba en un gran error si pensé que iría a mi casa. Alice me llevo a la suya donde me dio un sencillo vestido azul, para mi gusto algo corto, también unos zapatos con poco tacón y cargo un poco más mi maquillaje, dio una nueva pasada con la plancha a mi cabello y lo acomodo en una media cola con algunos mechones sueltos.

—Alice si solo iremos a cenar no necesito ir así.

—No vayas a salir —me dijo Alice ignorando mi comentario— me voy a bañar, Rose no tarda en llegar.

— ¿Hablaban de mi? —la cabellera rubia de mi amiga apareció por la puerta vistiendo un sexy vestido rojo y zapatos a juego, con el cabello totalmente suelto y un poco rizado.

—Wow ¿A dónde iremos? —pregunte al ver que yo no era la única que iba demasiado arreglada a una cena.

No obtuve respuesta, Alice se baño y se arreglo con un vestido rosa que le llegaba a la mitad del muslo y unas zapatillas, peino cu cabello, pero al parecer era igual de rebelde que el de su hermano por que quedo igual con las puntas viendo en diferentes direcciones.

—Alice todo esta listo —dijo Rosalie una vez que regreso al cuarto.

—Bien —comenzó a dar saltitos— Bella, por favor, no te enojes, te quiero y por eso lo hice.

— ¿Qué hiciste Alice? —creo que ya tenia la respuesta.

Alice abrió la puerta de su cuarto donde me había tenido cautiva las ultimas horas, Rosalie salio tras ella y yo al final, al llegar a las escaleras confirme mis sospechas. La sala completa había desaparecido, convirtiéndose en una pista de baile. Globos en diferentes colores adornaban las paredes y el piso, al final había dos mesas, una tenia regalos y un pastel en tonos azules, y la otra estaba llena de bebidas. Cuando comencé a bajar las escaleras todos los presentes gritaron 'Felicidades' yo, obviamente me sonroje y sonreí tímidamente.

Al llegar al final de las escaleras reconocí a varios de mis amigos y compañeros que se acercaron a darme un abrazo, incluidos Angela y Ben que ya lo habían hecho por la mañana.

—Alice, te dije que no quería nada.

—Si, lo dijiste, pero no me importo —se encogió de hombros— además estoy segura que luego me lo agradecerás.

Me guiño un ojo y salio disparada por Jasper para luego irse a bailar. Vi a Rosalie bailando con un chico, al parecer era el capitán del equipo de fútbol. También vi a Mike, Jessica, Tyler y Lauren. Esta ultima no sabia que hacia aquí, desde que había llegado a Forks jamás me había dirigido la palabra, solo miradas de desprecio. Seguí buscando con la mirada lo que tanto me tenia nerviosa. Edward. No sabia si iba a aparecer por aquí, era su casa, pero si me había estado evitando tanto tiempo bien podía irse esta noche o llegar hasta que la fiesta terminara. Tampoco estaba Emmett.

—Ya llego —grito Alice en mi oído— corrió hasta la puerta y ahí en el marco apareció Jacob. Camine hasta ellos y recibí un gran abrazo.

—Jacob, ¡bájame! —grite sonriendo.

—Perdón, ¿Cómo te la estas pasando? —pregunto con esa sonrisa que tanto me gustaba.

—Mentiría si dijera que bien, tu sabes que esto de las fiestas y ser el centro de atención no es lo mío —suspire— pero no se lo digas a Alice, me torturara, pero pasa.

—Te traje un regalo.

—Jake ¿Por qué lo hiciste? Sabes que…

—No me interesa, lo vi e inmediatamente pensé en ti —me miro fijamente y un gruñido vino de atrás de mi, gire un poco y vi a Edward llegando con Emmett, supuse que el gruñido había venido de mi hermano, nunca le había gustado Jacob para mi.

— ¿Y que esperas para dármelo? —sonreí. Jake me extendió un paquete, lo abrí con cuidado de no amputarme un dedo con el papel y vi la última edición especial de Romeo y Julieta. Salte a sus brazos de nuevo—. ¡Me encanta! Gracias Jake.

Escuche otro gruñido y baje de los brazos de Jake, al voltear solo vi a Edward parado detrás de mi, Emmett ya no estaba, pero… era imposible que se hubiera molestado. Si el me iba a ignorar, yo también podía.

—Vamos a tomar algo Jake —tome de la mano a mi amigo y lo lleve a la mesa de bebidas.

Me pase casi toda la fiesta con el. Platicando de todo lo que no habíamos hablado en los últimos meses.

— ¿Y quien te invito?

—La niña de cabello oscuro, ¿es tu primita?

—No —reí— es una amiga.

—No pensé que tuvieras amigas tan pequeñas —sonrió— es muy agradable, me dijo que si venia le ayudaría bastante, pero no se que se refiere por que no me ha pedido nada.

— ¡Alice! —Escuche esa aterciopelada voz a mi lado— ya no tomes.

Vi pasar un borrón color rosa frente a mí y después la vi en los brazos de Jasper riendo tontamente. Edward suspiro frustrado. Si Alice sobria era hiperactiva, borracha no quería imaginármelo. Entonces sucedió lo que nunca me espere.

—Felicidades de nuevo Bella —me sonrió de la misma forma que esta mañana y sentí que mi corazón se detenía por un breve segundo.

—Gracias —respondí.

—Jacob —Edward hablo y mi amigo se puso serio— siento mucho lo que paso cuando nos conocimos, nunca fue mi intención faltarte al respeto.

—Disculpas aceptadas —Jake tardo más de dos minutos en responder, pero Edward sonaba tan sincero que se trajo su orgullo.

—Los dejo para que sigan platicando, por cierto… la cumpleañera me debe un baile —me guiño un ojo y se dio la media vuelta, me puse de mil colores y muy nerviosa.

Pasada la media noche los invitados comenzaron a irse, entre ellos Jacob, cerca de la una de la mañana estábamos solo nosotros seis.

— ¿Y tus papás Alice? —pregunto Rosalie.

—Se fueron a su noche de pasión mensual —Alice rió fuertemente— cada mes se van y nos dejan solos.

—Uy, entonces los años no pasan por Carlisle —mi hermano empezó a reírse por su comentario.

—Emmett cállate —lo regañe— oye ¿y mi papá?

—Me dijo que te dijera que la pasaras bien, que no te preocuparas por dejarlo solo, que seguro te hubieras aburrido con el, lo invite pero dijo que no estaba para estas cosas, yo le dije que no importaba que aquí estaría Edward que es igual o más serio y sin chiste que el pero no quiso.

—Gracias por todo tu discurso Em —rodé los ojos.

—Vamos a bailar —Alice se puso de pie y cambio la música poniendo Flightless Bird, American Mouth de Iron & Wine, tomo a Jasper y empezaron a bailar.

—Emmett ¿me ayudas a sacar otra caja de cerveza? —pregunto Rosalie.

—Claro —mi hermano camino hasta a cocina y Rosalie me guiño un ojo antes de hacer lo mismo.

— ¿Bailamos? —Edward me extendió una mano.

—Si quieres ahorrarte unos cuantos pisotones, seria mejor que no… yo no bailo.

—Uhmm… todo depende de quien te lleve al bailar —Edward tomo mis manos y las puso detrás de su cuello, me tomo por la cintura y me acerco a el, justo como aquella vez que me beso.

Empezó a moverse por la 'pista' improvisada con una elegancia que yo jamás lograría igualar. Nos movimos al compás de la música y lo sorprendente es que nunca lo pise. La música seguía sonando y nosotros moviéndonos cuando me di cuenta de que Alice y Jasper ya no estaban bailando, de hecho ya no estaban a la vista.

—Bella… —empezó Edward titubeando— quiero pedirte disculpas.

— ¿Por qué? —pregunte alzando una ceja.

—Por muchas cosas… primero por no haberte dicho que esta noche estas extremadamente hermosa —mi corazón empezó a latir fuertemente al escuchar esas palabras— segundo por haberte ignorado estos últimos días, lo hice por que pensé que seria una manera más fácil de mantenerme alejado de ti, pero ya no puedo, creo que ni yéndome del planeta lograría dejar de desear estar junto a ti.

Dejamos de movernos con la música, pero a mi me parecía que todo alrededor volaba, sus manos nunca abandonaron mi cintura, mi estomago se lleno de mariposas, el continuo…

—Tercero… por aquel beso, por haber dicho que fue un error cuando es lo más hermoso que me ha pasado, pero Bella… no puedo sentir esto —sentí que me desmayaba, me estaba confesando sus sentimientos— si te lo estoy diciendo no es por que espere nada a cambio de ti, yo se que no tengo derecho, yo no soy libre, y me arrepiento de haberme casado con Tanya sin antes conocerte a ti.

—Edward yo… soy muy egoísta y quizás también deseo que no te hubieras casado sin antes conocerte —las lagrimas empezaron a llenar mis ojos— pero… ¿Qué hago con esto? Yo también siento algo por ti y… esta mal.

—No esta mal… al contrario es maravilloso solo que…

—Prohibido —complete yo.

—Si, además imposible, mi condición no me permite ponerte a ti en esta situación y…

— ¿Y por que no me dejas decidir a mi? —no se de donde saque la fuerza para decir eso, y sobre todo para alzarme sobre la punta de mis pies para alcanzar sus labios, el simple roce me mando una descarga eléctrica por todo mi cuerpo. El me acerco más a el y se inclino un poco para que sin esfuerzo alguno alcanzara mejor sus labios. Fue un beso tierno, sus labios de movían perfectamente con los míos, rozo su lengua como aquella primera vez para entrar a mi boca y se lo permití. Me deje llevar por el delicioso sabor de su boca, su lengua jugaba con la mía y en esta ocasión me permití hacer lo mismo olvidándome de todo. Nada más existía además de el y yo. Me transporte a una burbuja donde no había nadie, ni mi hermano, ni Tanya.

El corazón estaba a punto de salir volando de mi cuerpo, y sentí lo mismo con el de Edward al poner una mano sobre su pecho. Nos separamos para tomar aire, puso su frente contra la mi, traspasándome con esos ojos verdes, podía leer en ellos la sinceridad de sus palabras, me miraba como si no quisiera dejarme ir nunca y yo lo veía igual, si el aceptaba a mi no me importaría nada con tal de estar con el.

Quito sus manos de mi cintura y extrañe el contacto, saco de su chamarra una cajita negra y me la extendió.

—Oficialmente ya no es tu cumpleaños, pero más vale tarde que nunca —me sonrió y tome la cajita, la abrí y me encontré con un brazalete plateado con un corazón rosa colgando, brillaba demasiado y era hermoso.

—Oh —susurre— es… precioso —Edward tomo la cajita y lo puso en mi muñeca izquierda— ¿Cuánto gastaste? Si fue mucho, miénteme.

Se rió de una manera tan musical que la guarde en mi memoria con seguro. —No gaste nada, era de mi abuela, tengo muchas cosas que ella nos dejo a Alice y a mi cuando falleció, lo vi y pensé en ti, sobre todo por que por ahí me dijeron que no te gustan los regalos y menos si son caros.

—Al menos tu si me hiciste caso, gracias…

—Y Bella sobre nosotros…

La risa de Alice quien bajaba corriendo las escaleras nos impidió continuar, el pequeño borrón rosa tropezó y Edward la tomo en sus brazos para que no cayera, detrás de Alice venia Jasper también corriendo.

—Para la próxima tenemos que asegurarnos que lo más fuerte que tome sea agua de limón —dijo Edward y deposito a su hermana en brazos de Jasper.

—Me acosas Rosalie —Emmett apareció por el pasillo que daba a la cocina— me siento violado.

—No exageres, solo dije que me gustan tus ojos —Rosalie se detuvo y puso una mano en su cintura— ni en tus más locos sueños me veras a mi intentando algo contigo.

Con la otra mano hecho su cabello hacia atrás y camino hacia la puerta que daba el baño.

—Cierra la boca Em —se burlo Edward.

Entonces un ruido provino de la puerta y todos volteamos.

—No sabia que hoy festejáramos algo —una chica rubia estaba de pie en la puerta con una maleta a su lado— oh, amor ¿acaso esto es para recibirme?

La chica se acerco a Edward y le dio un beso en los labios que el no rechazo. Las lágrimas regresaron a mis ojos y comprendí todo. Lo único que hice fue salir corriendo de la casa.

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1 comentarios:

Anónimo dijo...

oo nonono!!, porq tuvo q llegar esa maldita.... pobre de bella se la estaban pasando tan bien!!yo hubiera echo lo mismo que bella...ahaha edward me encanta. les mando besos , nos vemos en el proximo... mil gracias por consentirnos.
anna.