Dark Chat

jueves, 15 de septiembre de 2011

Muñequita

CAPÍTULO XIV

BELLA POV

El juicio tenía mis nervios destrozados y casi no podía pensar con claridad, ver el video de James me partió el alma, él sabía desde el principio que moriría por mi y eso me hizo sentirme más culpable aún, lo había amado tanto y lo había perdido por culpa de Alex, lo perdí a él, a mi familia, mi libertad, mi identidad, perdí todo por su culpa, pero la vida quita y da, ahora la vida me daba amigos como nunca antes los tuve, eran leales y me querían bien, estaban a mi lado apoyándome, en cierto sentido me daba una familia, ya que la familia de Carlisle también me estaba apoyando y por último la vida me daba a Edward, lo amaba, me estaba dando un apoyo increíble, estaba a mi lado demostrándome con hechos lo mucho que le importaba, pero a pesar de todo aún me dolía mucho lo que me hizo y ya no le tenía la confianza de antes, quizás con el tiempo, pero ni de eso estoy segura.

Ahora mi vida debía concentrarse en que el juicio saliera como debía salir, o sea con Alex tras las rejas pagando todo el daño y los asesinatos que cometió, después de eso debía ver exclusivamente por mi, por mejorar, por verme nuevamente bien, con confianza en las personas.

Hoy se dictaba la sentencia, quedaban sólo minutos para recibir el veredicto y los Cullen y mis amigos estaban a mi lado esperando. Los miré uno a uno y me llenó de calidez verlos a mi lado apoyándome, entregándome las herramientas para sanar, para confiar nuevamente, miré a Edward y no pude evitar sentirme rara, es cierto que ha estado conmigo en este proceso, lo he necesitado y él ha estado para mi, estoico, firme, demostrándome cariño, amor, pero a pesar de necesitarlo tanto y de sentirme algo egoísta por tenerlo a mi lado no dejo de sentir la desconfianza, a veces pienso que ya he olvidado lo que me hizo, pero otras veces todo vuelve y me hiere cada vez más, se que está arrepentido sería una tonta si no lo percibiera, pero es tan difícil olvidar la humillación, el dolor de sentirte nuevamente un juguete, un propósito, tan poca cosa que cualquiera se siente con el derecho de pasarte a llevar, de maltratar tus emociones y sentimientos. La confianza estaba perdida al igual que yo, a veces no sabía qué pensar, qué sentir, realmente estoy muy, muy confundida.

Dieron el veredicto y todos estaban muy contentos, lo condenaron en todas las instancias.

Secuestro : 7 años

Tortura : 10 años

Asesinato (a mi familia) : 15 años

Asesinato en primer grado (James y Victoria) : 20 años

Chantaje y soborno : 5 años

Pedofilia : 15 años

Con esa condena no saldría vivo de la cárcel, además se le negó el derecho a fianza o de acortar la condena por buen comportamiento. Estaba hecho, se había hecho justicia, se había cerrado un proceso doloroso de mi vida, pero me dejaba un regusto amargo, haber perdido a tantas personas importantes en mi vida por esa maldita obsesión, haber perdido años aterrorizada, menguada por ese hombre que ahora me miraba como si yo fuera la luz de sus ojos, era un maldito enfermo que me había arruinado la vida y ni siquiera era capaz de entender el enorme daño que me había causado. Antes de que lo sacaran de la sala se había atrevido a querer hablar conmigo, imposible, nunca más podría volver a verlo, nunca más querría volver a saber de él, que se pudriera en el infierno.

Cuando lo estaban sacando tuve el tupé de gritar que siempre me amaría y que volveríamos a estar juntos, que nadie nos separaría. Edward me abrazó, me besó y se acercó a él, no se qué le dijo, pero Alex empezó a gritar y a tratar de soltarse de la custodia, me llamaba, me suplicaba que no lo olvidara.

No soporté más y le pedí a Carlisle que me sacara de allí inmediatamente y así lo hizo.

Ahora iba de regreso a Forks, el juez dictaminó que tendría que vivir con los Cullen hasta que cumpliera la mayoría de edad. No me quedaba de otra y la verdad es que no me gustaba nada, llevaba demasiado tiempo sola, mucho tiempo independiente como para adaptarme a una familia, es cierto que ellos se habían portado fenomenal conmigo, pero vivir con ellos, vivir con Edward era más de lo que podría soportar.

Cerré los ojos y traté de dormir y relajarme, pero me resultaba tan difícil, además Edward iba a mi lado y ya pasado todo el juicio me estaba incomodando su cercanía, cada vez estábamos más cerca del pueblo donde Edward me destrozó y a cada minuto que pasaba me costaba más dejar de lado lo que nos pasó y recordaba con total nitidez las burlas, las risas, lo que me hacían, después recordé a Edward cortejándome, siendo amigos, después novios y finalmente descubrir la verdad, me había utilizado, las burlas de Rosalie, la lástima de las personas pensaba eran mis amigos y me habían traicionado, mierda, ¿alguna vez podría olvidar lo que me hizo?, abrí un ojo y lo miré, estaba dormido a mi lado, con nuestras manos entrelazadas y no pude evitar sentir rabia, de ser tan débil y aceptarlo nuevamente en mi vida como ni nada hubiera pasado, me solté de su mano, era tan hermoso, pecadoramente hermoso, pero como el pecado debía huir de él, ese hombre no era para mi, no le tenía confianza y sin eso nada era real, lo amaba, pero no confiaba en él y apenas lleguemos tendría que poner distancia entre los dos, iba a ser muy difícil, ya que tendríamos que vivir juntos, pero de alguna manera lo alejaría de mi lado, lo haría por mi, necesitaba estar bien, reconstruirme y tratar de ser lo más normal que pudiera y Edward no sería más una fuente de dolor en mi vida.

A pesar de todo lo que estaba en mi cabeza dándome vuelta me quedé dormida y en ese estado me dejé llevar por los sueños y en ellos aparecía James tal y como lo recordaba, tal leal, tan fuerte, tan hermoso, tan….tan…lejos ¿por qué estaba tan lejos?. Caminaba por un bosque, pero siempre a la distancia, no lo podía alcanzar, lo llamaba, lo trataba de tocar y no podía, llegamos a un acantilado y allí lo pude alcanzar.

- James – dije con la respiración entrecortada

- mi niña, por fin puedo descansar

- ¿qué?, no, no puedes dejarme ahora que te encontré

- preciosa estás soñando, mi tiempo ya se acabó, sólo vine a despedirme y a decirte que siempre te cuidaré, siempre te amaré

- no James, no me dejes, te necesito, te necesito tanto, tú eres el único que no me hace daño, el único que me entiende, por favor no me dejes de nuevo

- mi niña no puedo, mi destino es este y el tuyo es vivir, ser feliz, brillar, reír

- No quiero, no quiero nada de eso, te quiero a ti James

- Bella debes olvidarme, debes ser feliz, darle una oportunidad al amor

- pero nadie me quiere, nadie me querrá como tú lo hiciste, ya ni se quién soy, estoy perdida, necesito tu ayuda, te necesito, te quiero tanto, no me pidas que te olvide porque eso nunca lo haré siempre serás importante en mi vida.

- te amo Bella, siempre te amé y siempre lo haré

- también te amo James, siempre lo haré

- se que siempre me amaste como amigo y siempre lo harás, pero ahora por fin sabes lo que es el verdadero amor, por fin descubriste ese sentimiento hermoso, lucha por él, lucha por salir adelante, siempre fuiste fuerte y saldrás victoriosa en todo lo que te propongas, ahora debo irme amor, se feliz, perdona y serás feliz

- No me dejes James, no estoy lista para dejarte, no me dejes. JAMES…JAMES, NO, NO ME DEJES

- Bella, despierta, por favor despierta – sentí a ¿Edward?, si Edward me abrazaba, había sido un sueño, lo había visto en sueños y no pude evitar seguir llorando abrazada a Edward, extrañaba tanto a James, siempre lo extrañaría, siempre lo querría.

- No sufras más Bella, por favor no llores más

- es que lo extraño tanto Edward, extraño tanto a James, después de mis padres era todo lo que tenía y ahora y ahora…

- ahora me tienes a mi, tienes a los chicos de la Push, tienes a mi familia, todos te queremos, todos te protegeremos de lo que sea necesario

- no es lo mismo, James murió por mi culpa, él debería estar vivo, ser feliz, yo debería estar muerta no él, no él

- shhhh, calla Bella, su destino era ese. El tuyo debe ser todavía escrito, por favor no sufras y recuerda a James como el hombre importante que fue en tu vida, el hombre al que amaste y al que amas más que a nada.

No podía decirle que a él lo amaba mucho más de lo que amé a James, la pena me embargaba, era verdad que extrañaba mucho a James, siempre sería mi mejor amigo, mi protector, mi amor, fue poco tiempo, pero si lo llegué a amar, no como amo a Edward pero si me enamoré de él.

No se cuanto tiempo estuve sollozando en los brazos de Edward y me lastimaba causarle dolor, por que lo estaba haciendo, se que Edward estaba sufriendo viéndome llorar por James, pero no lo podía evitar.

EDWARD POV

Me estaba muriendo, de verdad me estaba muriendo por dentro, escuchar a Bella llamar a James en sueños diciéndole que no la dejara, que lo extrañaba, que lo necesitaba, que lo amaba, fue como una puñalada en el corazón, yo sabía que ella aún lo amaba, pero escucharlo de sus labios era terriblemente doloroso. Cuando la desperté la abracé y la consolé y cada sollozo suyo me rompía más por dentro, nunca sería digno de la mujer en mis brazos, nunca sería lo suficientemente bueno como James para mi Bella.

Nuevamente se había quedado dormida y traté de pensar con claridad, ahora Bella viviría en mi casa, iba a ser difícil, Carlisle había hablado largo y tendido conmigo al respecto y me había dejado bien claro que tenía que darle espacio a Bella, él decía que Bella estaba muy vulnerable en estos momentos y por eso había aceptado mi cercanía, pero que seguramente cuando pasara el shock del juicio me alejaría y yo debía respetar su decisión, la había hecho sufrir y ella debía sanar las heridas, pero era tan difícil tratar de alejarme de ella, lo único que quería era besarla y que pudiera olvidar lo maldito que fui con ella, quizás era lo mejor para los dos, darnos tiempo, espacio, volver a conocernos y de a poco ganarme nuevamente su confianza y su amor, quizás nunca lo logre, quizás nunca me ame como lo hizo, pero yo nunca dejaría de amarla, nunca dejaría de esforzarme por ganarla nuevamente, nunca me daría por vencido, ella era mi felicidad, ella era mi todo.

Al llegar a casa Alice le mostró a Bella la que sería su habitación, habitación que estaría frente a la mía, la tentación tan cerca y tan lejos, por que a penas bajamos del avión Bella se alejó de mi lado y ahora ni me miraba, me dolía como un demonio, pero Carlisle ya me había advertido que eso podría pasar y a pesar de todo me hacía daño.

Bella se encerró en su habitación y yo fui a la mía, me recosté en la cama y recordé el juicio, lo enfermo que estaba ese hombre, lo obsesionado que estaba con Bella y lo salvaje que se volvió cuando antes de que se lo llevaran le dije que Bella viviría conmigo, que era mi mujer, que yo obtenía de ella lo que él tanto ambicionaba y nunca tendría, por supuesto no es cierto, pero me volví loco cuando el desgraciado empezó a gritar que la amaba, que estarían nuevamente juntos y nadie los separaría, maldito enfermo, ella era mía o lo sería cuando me perdonara y si lo hacía nunca más le haría daño, nunca cometería el mismo error, ella era mi luz y hasta que me perdonara estaría a ciegas esperando por ella.

Se había hecho de noche cuando sentí que suavemente golpeaba a la puerta y posteriormente abrieron. Era ella, mi Bella

- Edward debemos hablar

- Pasa Bella

- Edward lo que pasó en el juicio no cambia nada, me engañaste, me utilizaste y no te puedo perdonar, por lo menos no por el momento y me siento muy mal por necesitarte tanto mientras duró el juicio, pero…

- Lo se Bella y no te sientas mal, yo estuve a tu lado y siempre lo estaré cuando me necesites, no te sientas egoísta por eso, eres maravillosa y yo arruiné todo lo que teníamos, te amo, pero te entiendo, se que necesitas tiempo y espacio y yo no te molestaré, seré para ti lo que tú quieras, un amigo, un confidente, un completo extraño, lo que quieras

- Gracias Edward, no te odio y no te trataré como a un extraño, pero no somos amigos, nunca lo fuimos, así que cada uno por su lado como siempre debió ser

Bella me dio una leve sonrisa y salió de la habitación dejándome hundido en la miseria.

BELLA POV

Me sentía mal, muy mal, pero era necesario aclarar la situación con Edward y me mataba ser tan franca con él, podía ver el dolor en sus ojos al decirle que pondría distancia entre los dos, pero era necesario, era lo justo, debía cobrar fuerzas para todo lo que se me venía encima, ahora los medios de comunicación sabían mi ubicación y Carlisle ya me había avisado que varios periodistas estaban afuera de la casa esperando a entrevistarme con respecto al fallo del juicio, ya que al salir del juicio no di ninguna declaración, ahora tendría que quedarme encerrada en la casa hasta que se aburrieran y se marcharan, además la próxima semana debía viajar a encontrarme con el albacea de la fortuna que me heredó mi padre, además debía encontrarse con el director de la empresa, ya que él se estaba haciendo cargo de la empresa de su padre hasta que ella tuviera la mayoría de edad, pero de todas maneras debía rendirle cuentas ya que ella llevaba bastante tiempo sin verle, muchas cosas debía hacer y la verdad es que gustosa dejaba todo como estaba, todo en manos de otras personas, total el dinero no le faltaba y sabía que la empresa estaba bien dirigida, pero no podía zafarse de esa responsabilidad, por que cuando llegara a la mayoría de edad era ella la que debía manejar el negocio y para eso debía también empezar a prepararse.

Habían pasado tres días desde que llegó de nuevo a Forks y la relación con Edward era casi nula, se veían a diario en la casa y el colegio, se saludaban cordialmente, pero de ahí no pasaban aunque cada vez que lo veía no podía evitar desear besarlo hasta cansarse, pero no podía, ya no podía.

En el colegio las cosas fueron un poco más difíciles, ahora todos sabían quien era ella y ahora todos querían ser sus amigos, manada de superficiales, sus amigos seguían siendo los mismos, los periodistas por otro lado aún rondaban por la ciudad y cada vez que se acercaban ella les daba esquinazos, era realmente agotador ser ella en este momento, pero era el precio a pagar por ser ella.

Acababa de llegar a casa y estaban todos en el comedor cuando sonó el teléfono celular y me disculpé para contestar, no conocía el número.

- hola

- ¿Quién habla?

-¿ya te olvidaste de mi?

- Benjamín…

Vida: Dulce Inmortalidad

Aqui les dejo el ultimo capitulo de esta lindaa historia esperoo lo hayan disfrutadoo muchoo, graciaas por seguir visitando el sitio, gracias a la autora por permitirnos publicarloo :) porfavor dejen sus comentarios que son muy importantes para nosotraas

las quieroo (k)

Anita Cullen!

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Capitulo Final : El Principio del Final: ¿Felices para siempre y por siempre?

...No alcance a percatarme de su presencia, ni siquiera logre sentir el ruido que hace el viento contra su cuerpo, así de sigilosa era, estaba ahí parada frente al vacío y ni aún en esa circunstancia, no podía terminar con mi vida, pero claro él ya lo había hecho. El dolor parecía no acabar, mi corazón se había roto en mil pedazos y no lograba encontrar una razón de vivir, aunque habían transcurrido exactamente siete meses de aquel día, todavía seguía sintiendo como sí hubiera sido ayer cuando él me había dejado en aquel bosque, sola, y se había ido lejos de mí

- "Edwards"

Susurre, mientras lagrimas afloraron de mis ojos y recorrieron mis mejillas, fue entonces cuando decidí rendirme a este maldito sentimiento que embargaba mi corazón, baje mis manos derrotada por el dolor y el sufrimiento, estaba rindiéndome a esta batalla que no podía, o más bien no quería ganar. No hasta hace mucho había constatado tres grandes verdades: Primero Edwards era un vampiro, Segundo una parte de él – y no sabia que tan poderosa era – quería mi sangre, y Tercero estaba incondicionalmente e irrevocablemente enamorada de él; hoy estaba segura de la Cuarta: No podía vivir sin él, y sí Edward no estaba dispuesto a estar conmigo entonces mi vida no tenía sentido.

Abrí los ojos y comencé a respirar irreflexivamente, mis manos comenzaron a temblar sin control, ya no sentía mis piernas, pero el único reflejo innato en ese momento era correr, así que lo hice, corrí como si mi vida dependiera de ello, ninguna enfermera se percato de mi huida, llegue corriendo al borde del parque a las afueras del Hospital donde mis padres me habían internado hace un par de semanas.

Fue entonces cuando, esperando una absolución miré al cielo y en ese preciso momento sentí un ardor mortalmente ya conocido para mí, los recuerdos del año pasado, en Phoenix se presentaron ante mis ojos como un déja vu, acto seguido mis piernas se doblaron, la vista comenzó a nublarse como la última vez, podía sentir sus labios fríos como la nieve succionar la poca vida que me quedaba.

Cuando finalizó caí de lado sobre mi cuerpo, mi vista aún estaba puesta en el horizonte, estaba amaneciendo, jamás había visto el sol como aquella madrugada, estaba absorta contemplándolo. Según Edwards y los Cullen, la conversión era algo doloroso, incluso yo cuando había sido mordida por James sentí el dolor de la ponzoña entre mis venas como un recordatorio que no quedaría nada al finalizar esa agonía, extrañamente ahora, no era así.

La sensación se parecía más a cuando el alma deja abandonado el cuerpo, mis ojos comenzaron a nublarse aún más, desenfocando mi mirada, sólo alcance a divisar el reflejo borroso de unos pies frente a mi observando satisfecha su hazaña, pero no tuve la suficiente fuerza para levantar la mirada, y ver de quien se trataba. Lo siguiente que escuche fue un murmullo en mi odio, eran palabras: "dile que estamos parejos" y mis ojos se cerraron apesadumbrados, estaba cansada, mi respiración fue más lenta, casi imperceptible, mi corazón no rugía como antes, era un débil latido que estaba apagándose con cada segundo que transcurría. No recuerdo exactamente que sucedió después, sólo que desperté…

- ¿Bella?... ¿Bella… cariño despierta?

Sentí decir y su voz era conocida para mí, demasiado familiar, era tan dulce y serena como mi madre… era la voz de mi madre constante. De pronto abrí mis ojos fieramente y examine la habitación desesperada, todo era distinto, no estaba Edward, no estaba Alice, no estaba mi hija… mi hija no estaba… me levante automáticamente haciendo que mi madre se inclinará lejos de mí tratando de evitar caerse por mi reacción. Me observo y yo la miré incrédula

– Bella que ocurre… gracias al cielo has despertado… espera voy a ir por una enfermera…

Dijo acariciando mi pelo, pero yo estaba demasiado aturdida para coordinar los sucesos… sólo alcance a tomarla por el brazo y detenerla.

- ¿Dónde esta mi hija?

Le pregunté atolondradamente y mi madre me miró estupefacta.

- ¿Quién?

Su voz era con duda y sorpresa.

- Mi hija… donde esta Edward, Alice, Carlisle…

Comencé a balbucear y sin darme cuenta estaba levantada de la cama, me lleve mis manos a mi vientre pero no había nada ahí, ni un rasguño, nada. Y sentí un hielo recorrer mi cuerpo, mi madre aún seguía mirándome pasmada e incrédula, sus ojos me examinaban y podría jurar que estaba pensando que yo había perdido la razón finalmente. Se acerco lentamente y me sujeto por los brazos, obligándome a sentarme en el borde de la cama.

- OH Bella… nos has tenido tan preocupados… debe ser la fiebre… te ha vuelto a subir la temperatura ¿verdad?… todo esta bien… fue un sueño un mal sueño producto de la fiebre, pero ya paso.

Comenzó a decir mientras hacia que yo me acostará.

- Espera… ¿sueño?

Pregunte confusa mirando a todos lados.

- Has estado muy enferma… con hipotermia… has tenido mucha fiebre… si no te hubiera encontrado a tiempo… tal vez no estarías aquí.

Agrego apesadumbrada, su voz era lejana como si hubiera recordado una pesadilla.

- ¿Sí no me hubiera encontrado quién?

Le pregunte ilusionada, necesitaba saber si él estaba aquí. Mi madre dudo unos minutos en contestarme acaricio mi pelo y la mejilla, su mirada era de duda, y pena.

- Edward… él te ha encontrado y te ha traído conmigo.

Apenas oí su nombre cerré mis ojos y trate de coordinar las ideas, entonces todo había sido un sueño, todo había sido producto de mi imaginación… No había hija, matrimonio, conversión, seguía siendo humana. Trague saliva y mire a mi madre, necesitaba una repuesta un poquito más completa que eso considerando todo lo que supuestamente yo había inventado en mi subconsciente.

- Entonces estuve… inconciente… ¿por cuanto?

Pregunte con un hilo de voz, me lleve mis manos a la cabeza que comenzó a doler salvajemente.

- Tres semanas… bueno en principio estuviste inconciente del todo, solo la primera semana, y luego las otras dos estabas en periodos relativos de conciencia y sueño inducido por los medicamentos, hasta hoy que has despertado. Supongo que es porque la fiebre al fin cedió

Me dijo poniendo su mano en mi rostro, yo la miré anonadada

– OH Bella, casi nos matas del susto, cuando la enfermera llamo diciendo que no te encontraban pensamos lo peor… y luego apareció Edward contigo casi congelada, tu padre por poco lo mata… si no hubiera sido por el Dr. Cullen, a quien tanto aprecia tu padre, ese muchacho no estaría vivo para contarlo, aunque se que él fue el causante de todo esto… tengo una deuda con él y estaré eternamente agradecida reparó su error al traerte con vida.

Las palabras de mi madre hacían eco en mi mente, Edward me había salvado, pero de qué y en minuto, de pronto sentí la urgencia de verlo, de hablar con él, de que me explicará este embrollo que según y a juzgar por lo contado por Rene solo había estado en mi mente. Suspire frustrada y considere mis opciones, no podía salir en su búsqueda, porque me lo impedirían, necesitaba una distracción.

- Mamá… podrías ir por la enfermera creo que no me siento tan bien.

Le dije haciendo como si me fuera a desmayar, mi madre me sujeto y me ayudo a recostar en la cama, y yo cerré mis ojos.

- Voy por ella, pero quédate quieta, por favor.

Me dijo mientras salía desesperada en busca de la profesional. Me levante a penas ella salio de la habitación, fui directo hacía el armario y estaba en eso cuando sentí su voz aterciopelada, era dulce pero severa.

- ¿Qué estas haciendo... has perdido la razón?

Me pregunto mientras yo me quede helada en la posición en la que estaba con la ropa entre mis manos. Dude medio segundo en darme vuelta, de pronto las imágenes de mi hija, aquellos ojos verdes intensos me desgarraron el corazón.

- ¿Por qué?

Le pregunte sin mucho sentido girándome para encontrarme con sus ojos, él supo de inmediato a lo que me refería.

- Estabas en la mitad del bosque, que querías que hiciera, dejarte morir congelada.

Magullo entre dientes, estaba a la defensiva. No se supone que yo estuviera a la defensiva no él, considerando las perspectivas.

- ¿Por qué no dejaste que Victoria me convirtiera?

Le dije tratando de coordinar lo que había sucedido, como de pronto había aparecido en la mitad de un bosque pero todo lo siguiente había sido muy diferente a mi experiencia anterior.

- Esto no es un juego Bella… aún no entiendo tu fascinación por querer convertirte en un monstruo.

Me refutó con un tono de cólera en la voz, yo quise contestarle algo, pero la verdad no sabia que decirle, estaba ahí frente a mí, pero mi corazón reclamaba otra cosa, mi hija, nuestra hija, como había sido todo un maldito delirio, miré al suelo y el continuo

– No puedo permitir que tu vida llegue a un final como este, no te equivoques te amo más que a nadie en este mundo, que no lo entiendes, esto no es una opción para ti.

- tú no sabes eso, tal vez no todo sería tan malo.

Le argüí pensando en los recuerdos que tenía en mi mente como una película demasiado vivida para que no hubiera sido verdad.

- Será mejor que me vaya…

Dijo sacudiendo su cabeza pero yo lo detuve y lo bese como nunca antes pensé hacerlo, de pronto deseaba con todas mis fuerzas que él pudiera leerme la mente, que pudiera ver todo lo que yo había vivido en mis sueños, para que se diera cuenta que tal vez no era del todo malo que yo me convirtiera en inmortal.

El respondió al beso pero luego me separo bruscamente y sin darme cuenta estaba de vuelta en la cama y él había desaparecido. Vi como entró mi madre con la enfermera y las miré con cara de pocos amigos.

- Ya me siento mejor, podrías dejarme sola unos momentos, creo que tanta gente me tiene un poco mareada.

Le dije mirándola furibunda y buscando a Edward con la mirada, cuando vi la ventana abierta de la habitación pude imaginarme donde estaba.

- Pero Bella

Protesto mi madre y yo encargue una ceja mirándola.

- Estaré a fuera por si me necesitas, descansa por favor.

Me dijo no muy conforme pero ambas se fueron cerrando la puerta tras ellas, a penas esta se cerro lo tuve a mi lado, frente a mis narices. Él iba a hablar pero yo le puse mi mano sobre su boca.

- Escúchame muy bien Edward Cullen, no voy a renunciar a ti, y de una forma u otra estaremos juntos por siempre, no me importa si es viva o semimuerta, no importa lo que digan todos, yo te amo y no voy a renunciar te queda claro.

El no había dicho nada en esa ocasión solo me había sonreído y luego de besarme en los labios se había ido. En los días que estuve hospitalizada no volvió a visitarme, y eso me inquieto en un principio pero cuando comprobé por Charlie, que el Dr. Cullen y toda su familia habían vuelto a Forks me tranquilice.

Me dieron de alta dos semanas después de aquella visita y me costo varias sesiones con los psiquiatras convencerlos que ya había superado mi etapa depresiva y que quería vivir con todas mis fuerzas. Apenas llegue a casa, no había bajado aún del coche de mi padre cuando ya estaba corriendo escaleras arriba ansiosa por entrar a mi cuarto, al principio no sabía bien porque pero a penas entré y vi las fotografías en mi la mesa de noche, y el CD más los regalos de mi cumpleaños que él me había quitado en mi cama, supe que tal vez después de todo si tendríamos un final feliz, solo era cuestión de paciencia, y un poco de mala suerte, conociéndome, volvería a atraer a Victoria, y sería cuestión de tiempo que mi condición de mortal cambiará para toda la eternidad, pero de momento me conformaría con vivir mi vida y esperar mi dulce eternidad junto a mi amado Edward.

Edward (POV)

Cuándo Alice me había llamado histérica porque había tenido una visión a pesar que le había prohibido expresamente verla, estuve a punto de colgarle el teléfono, pero cuando sentí la palabra Victoria emanar de sus labios, supe que había cometido el más grande error de todos al dejarla, Victoria arrebataría a mi amada Bella su vida, y con ello acarrearía nefastas consecuencias, debía reconocer que unas serían un tanto alentadoras y muy esperanzadoras pero una sería mortal, una de la cual no estaría dispuesto a sobrevivir.

Amaba a Bella con toda mi alma, y por primera vez podía estar de acuerdo con Carlisle, en que teníamos una, porque sin duda ella me la había quitado desde el primer momento que la tuve enfrente. Saber que algún día ella sería mi esposa y que podría tener una hija mía, me hacia ilusión, pero cuando también había constatado que eso sería su sentencia de muerte, vi las cosas con retrospectiva.

Ver los hechos a través de los ojos de mi querida Alice me hicieron darme cuenta que si mi intensión era mantenerla viva, debía estar junto a ella, para evitar que sucediera ese futuro tan alterno pero latente que Alice estaba viendo, tan solo se necesitaban un par de decisiones para hacerlo realidad y hace un par de semanas había estado muy cerca de ello.

Al encontrarla en ese bosque, con la mordida en su cuello, me hizo ver las cosas claramente, cualquier decisión que consistiera en alejarme de ella para protegerla era justamente lo que estaba empujándola directo a lo que yo más temía. Entonces mi plan debía cambiar, en aras de mantenerla viva, debía permanecer a su lado, y evitar a toda costa y a cualquier precio que ella muriera por causas no naturales, aunque eso significará que yo me quedará sin mi dulce inmortalidad junto a ella.

FIN