Dark Chat

domingo, 6 de marzo de 2011

Vida : Dulce Inmortalidad

Capítulo Tercero: Verdades

Estábamos sentados a unos metros, paradójicamente en un Parque, era irónico si lo miraba de ese modo, podía sentir la tensión y ansiedad de mi casi familia, suspire y comencé a contar mi historia. Los ojos de Alice se abrieron como platos, Carlisle observaba sin emitir juicio, no podía decir si era pena o dolor, pero su rostro era confuso, era como si no pudiera transmitir sentimientos para lo que yo estaba contando.

- Habían pasado semanas y me rehusaba a comer, Charlie no sabia que hacer así que me interno en un hospital, simplemente me estaba dejando morir, al menos eso era lo que el médico le comento en varias ocasiones, pero la verdad era que incluso comer para mi en ese momento era lo más doloroso que podía hacer, mi mente no reaccionaba estaba como catatónica, escuchando en mi mente una y otra vez las palabras de Edward… no había comprendido hasta ese minuto de que forma le amaba

Suspire como si mi vida dependiera de ello y continúe

- Esa noche en particular, había decidido acabar con mi agonía, subí hasta el último piso del hospital, a la azotea no fue difícil, las enfermeras estaban viendo televisión no notaron mi desaparición, pero cuando estuve arriba, mirando hacia el precipicio, entendí que no era capaz de hacerlo, que no tenia la voluntad ni la fuerza de arrebatar mi propia vida, como maldije ese sentimiento que ahora yo estaba sintiendo, así que corrí sin rumbo fijo, me detuve en una pequeña plaza como ésta, llena de arboles, estaba ahí mirando al horizonte, dejándome morir cuando fue justamente eso lo que paso… en realidad no la sentí venir.

- Victoria. murmuro entre dientes Alice.

- Solo sentí la ponzoña entrar por mis venas, y hacer que mi corazón se detuviera, lo siguiente que recuerdo es cuando desperté en el bosque un par de días después.

- Te lo dije, yo lo vi - interrumpió Alice mirando a Carlisle, este entrecerró sus ojos, pero no expreso nada, Alice se volvió a mi contestando mi pregunta evidente.

- Él me prohibió hurgar en tu futuro, y te juro que no lo hacía, pero aquel día en particular, simplemente lo vi.

Confesó me dio un vistazo y luego continuo

- Edwards te busco desesperadamente cuando supo que habías desaparecido, lo hizo hasta que…. - Su voz se apago recordando el pasado antes que pudiera seguir yo continúe mi relato.

- Al principio estaba errática, no sabia que hacer, de hecho mi primera victima.

- ¿Bella? Interrumpió esta vez Carlisle.

- Fue un Alce - confesé como si hubiera sido la peor victima de todas - bueno luego mi dieta no fue muy sútil que digamos - recordé a los ratones a los que había engullido, Alice hizo una mueca de asco. - Pero con el tiempo logre llevarlo, hasta que supe que se podía comprar sangre, al principio lo hacia como un tráfico, hasta que una noche alguien por ahí comento que a los estudiantes de medicina le era más fácil, y decidí que era tiempo de seguir con mi vida como había querido Edwards, y heme aquí, estudiando esto - dije mientras agitaba mis brazos en señal de resignación.

- Entonces tu tomas sangre humana. dijo Alice, su expresión era de desaprobación y cautela.

- No sabia que más hacer, la verdad, a pesar que han pasado cinco años, bueno yo no soy – hice una pausa, dude en continuar realmente me avergonzaba admitirlo, pero lo hice - creo que la caza no se me da del todo bien.

Carlisle sonrío por un breve momento, y luego me miro fijamente, no necesitaba leerle la mente para saber lo que él estaba pensando.

- ¡No! ¡Por ningún motivo! Respondí agitada mientras me levantaba desde el tronco que había servido como asiento por todo este tiempo, Alice se levanto conmigo.

- Bella… él también ha sufrido, no es fácil, no fue fácil para él, escucha… cuando se fue, lo hizo porque quería que tu no salieras lastimada, encontró que nosotros éramos un peligro para ti, nuestra sólo existencia lo era, pero en realidad el jamás dejo de amarte.

Finalizo Alice dándome una mirada, de esas que sólo la Familia Cullen podría dar, su expresión era tan clara, tan nítida, tan autentica como si quisiera que yo viera la verdad en sus palabras a través de sus ojos, Carlisle interrumpió.

- ¿Crees que podrás ocultárselo para siempre? Me preguntó mientras me sujetaba por un brazo.

- Lo hubiera logrado de no ser por ti. respondí

Pero lo cierto es que no estaba segura si podría ocultarme para siempre, en un planeta tan pequeño como este.

- ¿Para qué? agregué de mala gana, mis recuerdos de Edwards eran cada vez más patentes, como si hubiera sido ayer, de pronto todos mis recuerdos humanos afloraron en mi mente junto con el dolor.

- Él tiene derecho a saberlo, y… - comenzó a decir Carlisle, pero yo termine la frase por él precipitadamente, pidiéndole una explicación

- ¿Y qué? ¿decidir? ¿Qué tendría que decidir Edward?, grité,

- ¡No! fin de la discusión. concluí

Alice intervino.

- Cuando te vi mi visión no era del todo clara, y de pronto no pude verte más, fue cuando te busco por todos lados, estaba como ido, tardo meses en comprender que no era su culpa, además todo empeoró cuando leímos en el diario aquella noticia que había aparecido un cuerpo, y que era el… - hizo una pausa - tuyo, creímos que perderíamos a Edward, jamás en años lo habíamos visto así, estaba como loco, trastornado, incluso trato de… bueno… acabar con su existencia, esto último casi lo logró.

Confidenció en un susurro, sus ojos no estaban con nosotros, parecía que hubiera vuelto al pasado recordando, la expresión de Alice era sombría, compungida y apagada. Por un momento yo también estaba compungida y sombría al pensar el dolor que él había sentido pero de pronto ese sentimiento cambio a la ira, y grite sin quererlo.

- ¡Bueno, creo que Edward, tiene una visión bastante real de cómo me sentí yo cuando él me dejo aquel día en el bosque!. alegué, mientras me apartaba de ellos.

- Solo piénsalo, las cosas han cambiado, esta inmortalidad te hace como él, no veo porque no podrían estar juntos.

Carlisle trato de persuadirme, pero yo no dije nada.

Los días parecían interminables, tener a Alice de compañera no era exactamente mi idea de continuar con mi vida, desde que me habían encontrado ella no quería apartarse de mí, se había mudado a vivir conmigo en el dormitorio de la universidad – Alumna de intercambio – pregunte incrédula mientras miraba su carné de identificación.

- Qué querías, vampira nueva en la ciudad. aportillo dándome una mirada.

- Ja! Muy graciosa. Segura que no le has dicho nada, ¿no querrá visitarte? Pregunte temerosa.

- No, He mantenido mis pensamientos lo más lejos de tu imagen, pero supongo que existe la posibilidad que él lo lea en mi mente.

Concluyó pensativa, la mire estupefacta, tenía un extraño sentimiento de angustia, no estaba preparada para verlo nuevamente. Alice sacudió la cabeza y sonrío

– Bella no te preocupes, no vendrá te lo prometo, a decir verdad no terminamos muy bien la última vez que conversamos, y para tu tranquilidad, él esta muy lejos de aquí junto con Jasper. agregó.

- ¿Jasper esta con él? Pregunte curiosa.

- Sí – exclamó - es una larga historia.

- ¿Por eso no terminaron bien la última vez? ¿no? Adiviné. Alicie asintió con un movimiento corto, sus pensamientos estaban lejos.

Decidí que era tiempo de cambiar de tema, y preocuparme por otras cosas, como por ejemplo Susan, no la había llamado desde que Alice estaba aquí y mi ausencia a clases había empeorado la situación.

- ¿Dónde vas? Me pregunto saliendo de su reflexión.

- A ver a Susan, no demoraré mucho, puedes… bueno siéntete como en casa. Le dije dándole una sonrisa de confianza. Después me arrepentiría de aquello.

Iba caminando por los pasillos en busca de Susan, cuando de pronto vi un montón de chicos sonriendo y alardeando, seguro era con una chica a juzgar por sus actitudes, la miraban de pies a cabeza e incluso algunos trataban de hacerse los caballeros con ella - Otra persona a mitad de semestre pensé

En realidad no podía ver de quien se trataba puesto que la tenían rodeada, todos en un circulo y ella al medio. Tampoco era que me interesara tanto, así que continúe en busca de Susan, estaba justo fuera de su habitación, iba a tocar, pero de pronto suspendí mi mano a escasos centímetros de la madera.

– Que iba a decir - en mi mente comencé a buscar excusas, buenas excusas para justificar mi comportamiento las últimas semanas, pero no encontré ninguna - esto de mentir no es lo mío - pensé inquieta, de pronto pensé que decirle la verdad no era tan malo, claro si ocultaba todo el tema de vampiros podría decirle que Alice, era una vieja amiga que había pedido su traslado a esta universidad y yo amablemente estaba ayudándola a ambientarse, lo que no era mentira del todo.

Retome fuerzas e iba a golpear cuando Susan abrió la puerta de imprevisto, era como si estuviera esperando a alguien. La mire nerviosa, sólo fruncí mis labios y esboce una sonrisa avergonzada.

- Bella, ¿Qué haces aquí? Pregunto desconcertada.

- Vine a verte. Respondi timidamente.

- OH, bueno, no es buen momento ahora. Me explico mientras miraba de un lado a otro por el corredor donde estaba parada, parecía como si buscará algo o a alguien.

- ¿Por qué, esperas a alguien? Pregunte confundida.

- Algo así, pasa… supongo que tendremos un par de minutos, antes que llegue

- ¿Llegar, quién? Volví a preguntar mientras cruzaba el umbral de la puerta.

Cuando entre pude ver que la cama donde dormía Eileen, la compañera de cuarto de Susan y su mejor amiga de la infancia, estaba vacía, de hecho todo el lado que le pertenecía en aquella habitación estaba vacío. Eileen se había mudado pensé, pero ¿dónde?, desde que conocía a Susan, Eileen era su eterna amiga, si no fuera porque conocía uno que otro detalle poco decoroso de Susan, incluso podría haber aventurado que ellas dos eran más que amigas.

- Eileen tuvo que suspender un semestre. Sus padres tuvieron un accidente y bueno ella tuvo que volver a su casa, a cuidar de sus hermanos menores

Me dijo sin que yo preguntara siquiera.

- OH, ya veo, ¿entonces estas esperando una nueva compañera?

- Sí, me notificaron hoy, creo que viene trasferida de Dartmouth.

- OH, no es raro… digo esa Universidad es cara, y prestigiosa, porque habría alguien ya inscrito ahí querer cambiarse a ésta Universidad. Comenté no sin mucho sentido.

Susan sólo sonrío nerviosa y sacudió su cabeza.

- No tengo la menor idea. Me respondió.

Susan la verdad yo venia a... no alcance a finalizar cuando sentimos el ruido de la puerta, me distraje y Susan se levanto ansiosa para abrir la puerta a su nueva compañera. Su olor me dejo paralizada en mi sitio, era inconfundible, incluso sin sentirla hablar sabia perfectamente de quién se trataba, pero era imposible, acaso mi pesadilla iba a empeorar.

-Bella – sentí decir a Susan nerviosa - te presento a mi nueva compañera de cuarto, su nombre es Rosalie Hale.

- Demonios. Resollé. Mi cuerpo no me respondía, quería pararme pero era casi imposible siquiera coordinar los movimientos. Estaba comenzando lentamente a levantarme de la cama, y torciendo mi cuerpo para dar la cara a Rosalie, cuando sentí la voz de Alice en la puerta.

- ¿Qué haces tú aquí? Inquirió con urgencia a su hermana, quien sonreía maliciosamente satisfecha con la escena.



1 comentarios:

AND dijo...

mis felicitaciones, a la autora ha conseguido tenerme en ascuas durante todo el cap. ¿aunque y también me pregunto que hace rosalie ahi? me muero por seguir leyendo.
gracias por publicar.