Dark Chat

martes, 1 de diciembre de 2009

TE AMO AUN DESPUES DE LA MUERTE

buen dia mis angeles aqui les dejo otro cap mas de esta hermosa historia de amor!!!!!
mil besitos
Angel of the dark
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Cap.3 MI ANGEL GUARDIAN

Ahora podía estar segura que no estaba delirando con aquel chico tan parecido a Edward… ya que no era él, independientemente de que Edward no podía estar vivo, lo recordaba perfectamente y podía jurar: no tenía ese aspecto tan pálido… nuestras miradas seguían entrelazadas, parpadeé y cuando abrí mis ojos lo tenía frente a mí, me tragué el grito por la impresión, estaba colgado de la rendija de mi ventana, con su rostro tan cerca del mío…



Un nudo se hizo en mi garganta al verlo ya que realmente el parecido era grandioso, alcé mi mano para tocar su rostro, pero me detuve en el momento… ¿Qué hacia este muchacho aquí?


“¿Quién eres?” – pregunté en un susurro sin apartar los ojos de los suyos… la respiración se me corto cuando pude ver aquel brillo tan hipnotizante que solo Edward tenía… ese brillo con el que mi novio me miraba con sus ojos color esmeralda, tan idéntico, que si este joven no hubiera tenido los ojos color dorados, no me cabría duda de que era él… El chico no contestó tras un largo minuto en silencio


“No digas nada de esto a nadie, por favor…” – respingué al oír de nuevo esa voz, suave y aterciopelada. El notó mi sobresalto y vi como su mano se dirigía hacia mi rostro, pero la detuvo automáticamente – “… cuídate mucho” – esas palabras me sonaron a despedida, y sabía que era un locura, pero no quería que se fuera, la angustia se volvió a apoderar de mí


“¿te vas?” – mi voz sonó mas desconsolada de lo que me hubiera gustado


“Si…” - respondió – no pensé en mi acto: estiré mi mano para alcanzar su brazo, para sostenerlo, estaba tan duro, y se sentía fresco pese a que traía una camisa de manga larga


“No…” - le supliqué – “no te vayas… dime quien eres…” - sabía que esta angustia era patética y enfermiza… y mas enfermizo y preocupante era el que mi mente aun siguiera cavilando la posibilidad de que él fuera Edward– “por favor… me recuerdas mucho a una persona muy especial…” – los ojos del chico se abrieron como platos al oír eso, se quedo inmóvil unos cuantos segundos


“Me tengo que ir…esto no esta bien” – fue lo único que respondió antes de saltar por la ventana y desaparecer en aquel bosque.


Me llevé las manos al pecho, como siempre, había dolor; los ojos no pudieron contener las lagrimas, intente tranquilizarme, pero fue inútil… Edward esta muerto… Edward esta muerto… pensar abiertamente en ello me hacia mucho daño, pero necesitaba repetirlo para desterrar de mi mente la loca idea de que Edward estaba vivo y peor aun: que era él aquel chico de ojos color miel y piel extremadamente pálida y fría…


No era él, al menos que fuera un fantasma pero, lo había podido tocar, los fantasmas no tienen un cuerpo sólido ¿o si?, además… si en todo caso era él ¿Qué le había sucedido? ¿Por qué sus ojos ya no eran verdes? ¿Y de donde tan fuerte?, si bien Edward tenia un cuerpo ejercitado, la fuerza con la que había remitido este chico a los dos hombres en la tarde no era natural, ni posible… Pero… ¿Qué tenia que hacer un desconocido merodeando por mi casa? ¿Qué lo había impulsado por salvarme? ¿Cómo sabia mi nombre?...


De un momento a otro, la duda se convirtió en miedo, recordé exactamente como aquel chico había aparecido de la nada para salvarme, y había destrozado, él solo, a dos hombres de aspecto mas fornido y armados en cuestión de segundos…¿Qué era ese chico? ¿Qué era ese Edward encarnado?... alguien con tales características no podía ser un humano normal


Desde esa noche me inclinaba sobre mi ventana con la esperanza de volver a ver a ese chico tan pálido, ya que el verlo era como verlo a él: a mi Edward, aunque con algunas diferencias, pero la forma en que habló y me miró aquella noche hizo que, por un momento, sintiera que había tenido una pesadilla y que había despertado justo cuando él tocaba mi ventana para que le dejara entrar… Pasaron varios días y no volvió a aparecer…aun así, seguía viendo aquella sombra fugaz blanca a donde quiera que fuera, lo que me hizo pensar que tal vez no estaba tan lejos como yo pensaba… la sola idea de que ese chico extraño tuviera alguna relación con Edward me hizo pensar en varias ideas para volver atraerlo hacia mí… el había aparecido cuando estuve en peligro, tal vez si planeaba algo peligroso contra mí, aparecería de nuevo…


Era tanta mi necesidad por saber quien era, (y para ser sincera, lo que mas me movía a actuar de esa manera era la idea ilusa de que podría ser Edward) que el domingo, aproveché que Charlie se había ido a pescar con el viejo Billy para salir de la casa e internarme en el bosque… otro recuerdo…:


- “Bella, ¿Cuantas veces te he dicho que no tienes nada que hacer en el bosque? – la voz de Edward, aunque estuviera molesto siempre era suave.


A él le molestaba, más bien, le preocupaba, que yo me internara en el bosque ya que estaba muy conciente de mi poca habilidad para caminar sin tropezarme, y las enormes raíces y el suelo traicionero del bosque no lo consolaban mucho. Ese día, Charlie había llamado a su casa para preguntar por mí ya que no había llegado de la escuela, lo que no sabia era que, en mi afán por preparar una fogata para Edward, esa tarde me había encaminado hacia el bosque para recoger trocitos de ramas y me había fracturado el tobillo al tropezarme con una raíz… Edward se apresuro a buscarme como loco dentro del bosque, hallándome tirada y sollozando debajo de un enorme árbol…”


… Al igual que todos mis recuerdos, este dolió provocándome caer de rodillas a mitad del camino, enterrando mis uñas en la tierra mojada por las frecuentes lluvias… ¡Que tonta era!, de verdad que ya estaba sobrepasándome, ir en busca de un Edward ficticio, reí con ironía, quise levantarme pero de nuevo, el dolor me lo impedía, así que opté por arrastrarme hacia la orilla de aquel sendero para acurrucarme y esperar a que el dolor se hiciera soportable… no me había dado cuenta que estaba empapada debido a la lluvia que se había desatado, hasta que fui conciente de que estaba temblando de frío… mis dientes castañeaban y tenía todo el cuerpo entumido por lo helado que estaba… aun así, todo eso no se comparaba al dolor que sentí en el momento en el que la realidad me invadió con fuerza sin tenerme un poco de compasión: EDWARD ESTA MUERTO, cerré mis ojos cuando el dolor en mi pecho se sintió como si un tremendo martillazo hubiera caído directo en él, y las lagrimas no pararon de rodar… “Edward” volví a susurrar… cuanto me dolía el darme cuenta que todo había sido una fantasía… mantuve mis ojos cerrados y mi respiración se volvió ahogada…


Un contacto gélido sobre mi mejilla hizo que abriera los ojos, y al verlo el dolor desapareció instantáneamente haciendo que mis labios se curvaran en una sonrisa… ahí estaba: MI ANGEL GUARDIAN…

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