CAPÍTULO VI.- ODIO, IRA Y ALGO
MÁS
BELLA POV
¡Oh no!, que no me viniera con
ese discursito de mierda, yo sabía lo que había visto, había pensado que
estaría feliz cuando le dijera que había encontrado la solución a su problema,
era una buena solución para ambos, él bebería y a mi no me marcaría más, el
lazo no se fortalecería más aún, era una buena idea.
Cuando Edward salió le pedí
ayuda a Jasper y a regañadientes me instruyó como sacarme sangre y la cantidad
exacta para que Edward quedara satisfecho y yo no me secara.
Del estudio de Carlisle sacamos
las cosas necesarias y nos pusimos manos a la obra, la cara que puso Jasper al
oler mi sangre me dio un poquito de miedo, pero luego se carcajeó diciendo que
no me preocupara, no deseaba mi sangre aunque admitía que era muy apetecible,
me explicó con calma que cuando se encuentra a tu cantante sólo deseas la
sangre de tu pareja, eso ya me lo habían dicho, pero me gustó la forma en que
me lo explicó, además ahondó en su historia de amor con Alice, era muy linda, a
pesar de que detesto la cursilería.
Una vez terminada la tarea,
Jasper me dijo el tiempo que la sangre duraba apetecible en la bolsa, así que
me dirigí hacia la discotheque donde había ido Edward, la verdad es que estaba
muy cabreada cuando me enteré de que Edward andaba de cacería, no lo quería ver
enrollado con ninguna guarra, esperaba llegar a tiempo, además no creo que él
hiciera algo así, decía que me amaba y la verdad es que le creía, así que
seguramente había salido para apretarme las tuercas y me rindiera a él y su
deseo.
Rabia, dolor, incredulidad,
odio, fueron algunos de los sentimientos que experimenté cuando vi a Edward
enrollándose con esa zorra, estaba bebiendo de ella mientras la fajaba ¿amor
por mi?, una putada, maldito vampiro le había descubierto el jueguito, mientras
me juraba amor eterno y deseo descarnado él se follaba a otras, claro, quería
hacerme lo mismo que le hizo a Tanya, pero conmigo no podía, no sabía aún quién
mierda era Bella Swan.
La discusión en casa fue
explosiva, dijimos muchas cosas, nos reprochamos otras cuantas, pero mi mente y
mi corazón estaban completamente enfurecidos, no entendía razones, no quería
entender nada, sólo quería golpear y golpear, la violencia corría a raudales en
mi interior y una furia ciega me consumía, había tratado de confiar en él y me
defraudó, nuevamente me defraudó.
Él hablaba y hablaba y sólo era
consciente de este hecho por que veía cómo su boca se movía, me cerré a
escuchar los últimos minutos, sólo golpeaba y golpeaba mi saco, los nudillos
ardían y las lágrimas apelotonadas en mis ojos pujaban por salir.
De un momento a otro Edward
atravesó la distancia que nos separaba, me empujó contra una pared y sin pedir
permiso y sin sentir el más mínimo respeto por mi me alzó hasta quedar a su
altura, se metió entre mis piernas acomodando su majestuosa erección contra mi
centro y sin cortarse un pelo hundió los colmillos en mi cuello.
- No – grité, no quería esto
así, no quería, de verdad que no, no estaba preparada, no así, con rabia y
dolor. Sin proponérmelo jadee al sentir la pasión, la sangre corría
revolucionada por mis venas dándole el mejor manjar al hombre que gemía como
animal mientras bebía de mi.
- No, así no, por favor - volví
a gritar mientras las lágrimas que trataba de contener se deslizaban por mis
mejillas.
- Si, eres mía y es hora de que
te des cuenta que conmigo no se juega niña, serás mía quieras o no – solté un
sollozo mientras una de sus manos se coló bajo mi falda y sin tapujos arrancó
mis bragas accediendo a mi centro, dos dedos me bombeaban mientras sentía poco
a poco el nudo en mi bajo vientre, éste crecía y crecía y sabía que mis gemidos
calientes acompañaban a los de Edward, mi resistencia claudicó y me entregué al
placer viniéndome en sus dedos, al ocurrir esto se apretó más a mi, pero no
paró de mover los dedos, nuevamente sentí mi orgasmo crecer, sus gemidos eran
cada vez más fuertes y sus dedos se movían con precisión en mi. Seguía llorando
ahora más fuerte que antes, es cierto que lo amaba, lo deseaba y ahora mismo me
estaba llevando al cielo, pero lo odiaba al mismo tiempo, no se detuvo cuando
le pedí que no lo hiciera, no le importó que estuviera llorando y asustada, a
pesar que a veces lo ponía duro a propósito sólo era una niña y no es no.
Al alcanzar mi segundo orgasmo
selló la herida y me soltó, sus ojos relucían de un carmesí impresionante y su
pecho subía y bajaba con energía.
Me sentía cansada, era mucha la
sangre que me faltaba en el cuerpo, sin darme casi cuenta caí al suelo
desmadejada, mientras me hacía bolita y lloraba sin control. Edward parpadeó
rápidamente y sin dar ninguna explicación salió del dormitorio dejándome
enfadada y confundida.
Como pude llegué a mi cama y me
dormí llorando en silencio, no podía creer que me había tratado de esa manera,
como si fuera una puta, como si tuviera el derecho de tomar de mi cuanto
quisiera y sin remordimientos, me usaba como a una zorra y bebía de mi como si
fuera una maldita nevera.
Al día siguiente el ambiente
era tenso, bajé sólo para desayunar, no tenía ganas de nada y aún estaba muy
débil. Edward trató de hablar conmigo, pero esta vez sentí miedo y me refugié
en Emmett quien al mirar a Edward le dio una mirada me muerte, me sentía
avergonzada por la manera en que Edward me había tratado, sabía que todos se
habían enterado, Jasper se encontraba en la casa anoche y había escuchado todo,
nadie habló, después de tomar mi desayuno que fue abundante le dije a Carlisle
que no iría al colegio, que quería dormir solamente, él asintió con pena y
vergüenza.
Así fue mi rutina durante una
semana, no hablaba con nadie, el primer día bajé a tomar mis alimentos, pero
después de eso bajaba y ponía lo que comería en una bandeja y me iba nuevamente
a mi habitación, allí pasaba todo el día recostada divagando, nadie me decía
nada, ni siquiera me pasaban las llamadas y mi celular estaba apagado, pasaba
todo el día en pijama, estaba melancólica y a veces tocaba mi guitarra
canciones tristes y apagadas mientras lloraba.
Después de esa primera semana
de autocompasión decidí que ya era suficiente, no le daría el gusto al vampiro
de seguir así, de sentirme como la mierda, ya me habían pasado suficientes
cosas malas en mi corta vida y me levantaría de nuevo, no dejaría que la pena
me consumiera, dejé de llorar y después de una exhausta sesión con mi saco de
boxeo y de destrozar la guitarra y casi toda mi habitación salí.
Era de noche y necesitaba salir
urgentemente, me valía huevo a quién le molestara mi salida, nadie me
detendría, era mi puto derecho salir a reventar el mundo.
Antes de alcanzar la puerta de
salida me interceptó Edward, se veía fatal si un jodido Dios del olimpo pudiera
verse así. Sus ojos nuevamente se camuflaban bajo las lentillas dándole un
color marrón confuso. Me miró con tanta pena, pero ya no me conmovía, ya no me
inspiraba más que asco y odio, si antes lo deseaba como una enferma ahora sólo
sentía dolor al mirarlo, dolor y rabia.
Trató de decirme algo y
acercarse, pero no lo permití, estiré mi brazo con la palma de mi mano
extendida dejándole claro que no quería que se acercara y que no me hablara,
suspiró y se metió las manos en los bolsillos del pantalón. Pasé por su lado
sin mirarlo y salí como un torbellino de la casa.
No fui al bar, en cambio e fui
a una discotheque, no a la misma que fue Edward, pero igual de buena.
Quería….quería, no se qué
mierda quería hacer, pero quería descargar la rabia que llevaba, así que me
dirigí al bar, pedí una botella de tequila y poco a poco me la fui bebiendo.
Muchos chicos pasaban y me miraban con cara de estúpidos, pero no existían para
mi…..hasta…..que lo vi.
Era un muchacho bien guay,
estaba en la pista bailando con una rubia de bote y plástica, el tipo estaba
como camión, nunca antes lo había visto, era rubio, cuerpo bien formado, alto,
no tanto como….. bueno, era alto y lucía unos músculos de muerte, su ropa
estaba bien, un poco pijo para mi gusto, pero era lo mejorcito que había visto
hasta ahora.
Seguí bebiendo mientras lo
miraba moverse con gracia y sensualidad en la pista, de pronto me miró y sonrió
mientras me evaluaba, me sentí bien al leer su apreciación, si, era linda y
sexy y el chico lo apreciaba. Le sonreí y la rubia al darse cuenta me fulminó
con la mirada, bah, rubia tonta, no era competencia para mi, si quisiera ese
tipo ya sería mío, no estaba mal en pensar así, al fin y al cabo a parte de
James nunca había tenido otro tipo de relación cercana al noviazgo, James y
Jacob eran los únicos con los que me había besado a parte del vampiro.
Después que terminó la última
canción el chico se acercó a mi, sonreí internamente, hoy me quería sentir
linda, apreciada, quería borrar el sabor amargo de sentirme la zorra de un
vampiro.
La conversación con Seth fue
muy divertida, el chico era graciosísimo, tenía mi edad y era nuevo, así que
compartiríamos clases, además de vivir cerca, muy cerca.
Después de una breve
conversación me sacó a bailar y gustosa accedí, el baile se nos dio bien y
entre baile y baile terminamos besándonos, sus besos eran tranquilos, suaves,
pero me venían bien, no tenían esa pasión arrebatadora y desbocada de Edward,
Seth besaba con ternura, con delicadeza y me encantó, sus manos se quedaron
quietas en mi cintura y se anotó otro punto al no tratar de fajarme, Seth era
todo un caballero.
Salimos de la disco y nos
dedicamos a recorrer la ciudad caminando, entre risas y anécdotas nos conocimos
un poco más, cada tanto nos besábamos y paseamos tomados de la mano, eso jamás
lo había hecho, pero con él me sentía bien, me sentía normal y al mismo tiempo
me sentía distinta.
Quizás el hecho de estar con
alguien de mi edad por primera vez cambiaba todo, nunca antes permití que James
me tomara de la mano como noviecita de pre escolar, pero con Seth era distinto,
por el momento.
Me contó que venía desde
Chicago con sus padres y una prima que vivía con ellos ya que sus padres habían
muerto hace dos años, estaban aburridos de la vida en esa gran cuidad, así que
decidieron venirse a Forks buscando estabilidad y paz, llevaban una semana
viviendo acá y el próximo lunes se integraban a las clases. Su padre era
abogado y su madre dueña de casa.
Le hice un resumen corto de mi
vida en el internado y de los Cullen, claro que obvié su naturaleza y a Edward
no lo nombré para nada. Las horas fueron pasando y llegamos a un pub, entramos
y bebimos un poco más, la verdad es que ya estaba bastante pasadita de copas,
pero a la mierda me dije, la estaba pasando como nunca antes.
Entre copas Seth me pasó una
pastilla y le sonreí con agradecimiento, sabía perfectamente que tipo de
pastilla era, hace tiempo que no las tomaba y me venía bien, así que sin
reflexionar mucho la tomé.
Al poco raro nos reíamos solos
y escandalosamente, a puros botes llegamos a mi casa, no podíamos parar de reír
y es que Seth salía con unas cosas muy cómicas, él también había consumido, así
que estábamos en igualdad de condiciones, bueno, yo un poquito más, ya que
había bebido mucho más que él.
Me contaba de sus aventuras en
Chicago y de sus amigos. Cuando llegamos a la puerta de mi casa nos tropezamos
y caímos al suelo estrepitosamente quedando yo encima de él. Era tan lindo y
tenía la mente tan enturbiada que no me aguanté y lo besé como si la vida se me
fuera en ese beso, por supuesto él me correspondió abrazándome con fuerza.
De pronto la puerta se abrió de
golpe y con Seth alzamos la vista, Edward nos miraba con cara de odio y
apretaba los puños con fuerza, mierda, nos estábamos besando en la puerta de la
casa del vampiro que me reclamaba como suya, mierda, mierda, mierda, pero de
nuevo mi mente se perdió y me puse a reír como histérica. Me paré como pude y
ayudé a Seth a que hiciera lo mismo, Edward no decía nada, sólo nos miraba de
hito en hito.
Ignorando al personaje de
cuentos de terror me giré hacia Seth para despedirme, le di mi número de
celular y del teléfono fijo, nos dimos otro beso, pero cortito y Seth se
despidió guiñándome un ojo y gritando a todo pulmón que había conocido a la
chica más hermosa del mundo.
Riéndome de la tontería que
acababa de pasar entré a la casa todavía ignorando a Edward que apretaba el
borde de la puerta con rabia.
Al entrar a la sala sentí los
pasos del vampiro tras de mi y me apresuré a mi dormitorio, no alcancé a llegar
cuando Edward me tomó de la muñeca y me acercó a él, como pude traté de
alejarlo, pero fue en vano, me acercó más a él y me olió sin dejar de mirarme
con rabia mezclada con pena, ja, que se metiera la pena en el culo.
- Suéltame idiota – le grité,
me tenía cabreada
- Por lo menos me hablas,
además ¿qué mierda consumiste?, estás evidentemente borracha y drogada y ese
tipo ¿quién mierda es?
- No te importa quién sea, a la
única que debe importarle es a mi, déjame de una maldita vez en paz
- No, no entiendes, debemos
hablar de lo que pasó
- No, no tenemos nada de que
hablar, no quiero que me hables, no quiero que me mires, no quiero tenerte
cerca.
- Eres mi cantante – gritó
enojado
- Y me tratas como a una puta
nevera – sus ojos se entristecieron y abría y cerraba la boca en busca de
palabras que yo no quería escuchar – nunca te perdonaré que me trataras como a
una zorra, me das asco, te odio, te odio – grité mientras le golpeaba el pecho
llorando de rabia y cayendo al suelo arrodillada
- Lo siento tanto Bella, ese
día no estaba en mis cabales y lament…
- Nooooo – grité – no quiero
escucharte, me dañaste, me utilizaste, me ultrajaste.
En seguida llegaron los Cullen
en masa y me rodearon, las chicas me abrazaron y los chicos miraban desafiantes
a Edward.
- te odio Edward, así que no
intentes tratarme nuevamente como tu zorra personal, para eso anda y búscate a
otra – dije entrando al dormitorio seguida de Alice y Rose. Pude escuchar
claramente que Carlisle reprendía duramente a Edward y le decían que ya estaba
advertido.
Apenas puse la cabeza en la
almohada caí rendida en un sueño que empezó lindo, pero de a poco la cara que
me miraba con amor y devoción se transformó en la de un demonio aterrador que
me mataba inflingiendo un dolor tremendo, yo sólo gritaba que dejara de hacerme
sufrir, que me matara de una vez, pero el demonio se regocijaba de mi dolor y
seguía torturándome, estaba al borde de la muerte, sentía como mi fuerza se
perdía en la bruma de la inconsciencia y con un último grito caí en un abismo
negro.
Desperté gritando y
completamente sudada, mi respiración era tan agitada que apenas podía hacer
entrar aire a mis pulmones, mis mejillas estaban mojadas producto del llanto.
No alcancé a pararme para ir al
baño cuando mi puerta se abrió y entró Jasper. Me abrazó fuertemente a su
cuerpo mientras yo sólo temblaba de miedo, así nos quedamos un buen tiempo,
pero a medida que me calmaba emocionalmente la parte física se sentía como la
mierda, las nauseas se apoderaron de mi sistema y a trompicones me deshice del
abrazo de Jasper para correr al baño.
Mi cuerpo no daba más, me
sentía cansada y la garganta me ardía de lo mucho que había vomitado, la
espalda me dolía horrorosamente por contorsionarse, el sudor bañaba todo mi
cuerpo, el que sentía muy caliente.
Jasper delicadamente me sobaba
la espalda y me ayudó a levantarme, a lavarme para llevarme nuevamente a la
cama, una vez acostada llamó a Carlisle, al parecer estaba con mucha fiebre.
Carlisle me inyectó y me dejó
descansar diciendo que no iría al colegio hasta que me recuperara, creo que no
alcancé a contestarle porque ya estaba dormida.
EDWARD POV
Maldición, estaba total y
completamente jodido, lo que le había echo a Bella no tenía nombre, bueno más
bien si, la había violentado sexualmente, la forcé mientras bebía de ella. No
se qué mierda fue lo que pasó, sólo que mi mente se nubló y no puede
racionalizar de lo que estaba haciendo, fui un maldito animal, merecía morir
por lo que le hice, ahora si la había perdido para siempre, es más deseaba que
nunca me perdonara, no la merecía.
A pesar de todo la amaba, la
amaba tanto y me dolía ver como día a día sus ojos se apagaban cada vez más, ya
no sonreía y cuando lo hacía eran sonrisas falsas que no le llegaban a los
ojos, estaba más delgada y pasaba todo el día en su habitación llorando.
Cada lágrima que derramaba era
como una cuchillada en mi muerto corazón, lloraba sin lágrimas con ella, quería
acercarme y tratar de pedirle disculpas, pero cada vez que intentaba acercarme
ella se ponía tensa y en sus ojos reflejaba el miedo que sentía hacia mi, me
dolía como la mierda esas reacciones suyas, pero me lo tenía bien merecido,
nada de lo que hiciera me haría sentir mejor, yo mismo jamás me podría
perdonar.
Con mi familia las relaciones
eran más que tensas e incluso Emmet y Jasper me habían golpeado por tratar a
Bella de esa manera, por supuesto no me defendí, las chicas no me hablaban y
mis padres dijeron que estaban muy decepcionados con mi proceder, que nunca
pensaron que fuera a actuar de esa manera, menos con Bella. Me dolieron cada
una de sus palabras y sollocé como niño pequeño cuando Carlisle me dijo que
dejara en paz a Bella o la mandaría lejos donde nunca la podría encontrar.
Le prometí que la dejaría en
paz, cualquier cosa con tal de tenerla cerca, aunque me odie me conformaba con
verla de lejos.
Cuando la vi con intención de
salir después de haber escuchado como destrozaba su habitación la intercepté,
no tenía ningún derecho de hacerlo, pero me preocupaba que saliera en ese
estado, pero no dejó que dijera nada y salió, iba a seguirla para asegurarme
que estuviera bien, pero mi familia, especialmente Rose me insultó diciendo que
no tenía ningún derecho de estar cerca de ella, que la dejara en paz.
A regañadientes y con la culpa
que cargaba me quedé en casa destrozando mi cabeza pensando en ella y en que
estuviera bien.
Lo que nunca imaginé fue verla
llegar en ese estado y con ese idiota de mierda, venía borracha y drogada, más
encima se estaban besando cuando abrí la puerta, quería desesperadamente
destrozar al chico que se atrevía a tocarla y besarla de esa manera, pero me
contuve, yo había ocasionado todo este embrollo, me lo merecía, el dolor era
tanto que pensé que me partiría en dos.
Cuando la alcancé y traté de
hablar con ella me dejó estupefacto con las palabras que me dirigía, me las
merecía todas y más, pero eso no dejaba de doler como la mierda, sus ojos
relampagueaban con tanto odio hacia mi que me quedé quieto mientras ella se
descargaba contra mi pecho, quería besarla y consolarla, pero yo era el
causante de esa pena y rabia que cargaba.
Cuando entró en su habitación
nuevamente Carlisle que amenazó con llevarse lejos a Bella.
Esa noche fue terrible, la
escucha llorar en sueños y cuando empezaron los gritos y el llanto pensé que
moriría, quería correr y acunarla en mis brazos, pero sabía que esa pesadilla
yo la había ocasionado, cuando gritó que la matara, que no aguantaba el dolor
jalé mi cabello y sollocé sin control.
No pude aguantar más y corrí al
bosque como un demonio, a gritar mi frustración y mi pena, ella sufría y sentía
ese sufrimiento en cada partícula de mi ser.
Las horas pasaron y cuando
llegué a casa me encontré con que Bella estaba enferma, tenía fiebre muy alta y
Carlisle la había inyectado, ahora dormía.
Las miradas de mis hermanos y
padres se clavaron en mi cuerpo como filosas cuchilladas, podía leer sus mentes
y me regalaban insultos del más alto calibre.
Bella estaba profundamente
dormida, pero a los pocos minutos empezó a delirar mientras con cada susurro
suyo yo me hundía más en el dolor, en la desesperación.
Ella rogaba que la dejara en
paz, lloraba pidiendo que no la lastimara, que ahora era una puta, una zorra
más. No, ella no era así, nunca quise tratarla de esa manera, me equivoqué,
perdí mi norte y las consecuencias de mis actos las estábamos pagando todos.
Los días pasaron lentamente y
Bella por fin estaba mejor, ahora ya salía nuevamente de la habitación, pero
pasaba casi todo el día fuera. Se que se estaba relacionando cada vez más con
ese chico, podía olerlo en su ropa y los celos me roían poco a poco cada vez de
manera más fuerte. No podía reprocharle nada, ella estaba en todo su derecho,
yo la había defraudado, traicioné lo que pudo ser el amor más bonito del mundo.
Pero no me daba por vencido,
poco a poco empecé a tratar de ganarme nuevamente su atención, en un principio
no me daba bola, pero de a poco al parecer notó que no trataba de controlarla,
aunque ganas no me faltaban, mi especie era dominante y egoísta por naturaleza,
sobretodo si se trataba de tu cantante, pero controlando mi furia y deseo me
fui acercando de a poquito nuevamente.
En un principio me miraba con
terror, después con desconfianza y ahora me miraba como se mira a un pariente
que le es indiferente totalmente, pero algo es algo ¿no?, por lo menos ya no me
mira con odio, aunque el odio es un sentimiento apasionado y la indiferencia no
es nada, ¡mierda!.
Empecé a espiarla otra vez,
cada día llegaba con alcohol y drogas en el cuerpo, no en exceso, pero era
alarmante su estado, ese maldito chico le proporcionaba una vía de escape, pero
era la vía equivocada.
Mi familia estaba loca de
remate, se que me porté como la mierda y no me dejaban interferir, pero ellos
tampoco lo hacían, y tenía un miedo atroz que un día se le pasara la mano y
muriera por sobredosis.
Ante tanta preocupación casi no
sentía sed de su sangre, me conformaba con la de los animales, pero se que
pronto tendría que consumir de algún humano y Bella estaba totalmente fuera de
mi dieta.
BELLA POV
Las cosas estaban un poco
mejor, si bien es cierto en casa las relaciones ya no estaban tan tensas, no
era lo mismo de antes y en cierta medida me sentía culpable, antes ellos eran
tan felices y llegué a cagar todo.
Seth, era un chico estupendo,
aunque se que no era el mejor amigo por el momento era lo que necesitaba,
pasábamos casi todo el día juntos, en el colegio y después en su casa, su prima
Alizze era una chica un tanto rara, pero muy simpática, a veces salía con unas
cosas que hacían que el vello de mi nuca se erizara. Seth decía que no le
hiciera caso, que era una bruja frustrada y después reía, pero si existían los
vampiros, no era de extrañarse que lo hicieran las brujas.
A veces salía con comentarios
como: "Bella, tu destino es incierto, pero será muy doloroso",
"dentro de poco te rendirás al amor y empezará tu infierno", "tu
carne se desprenderá de tu cuerpo, tus lágrimas inundarán los cielos y tu
sangre derramada bañará la antigua tierra", "todo por traición, el
amor te traicionará, te matará cuando menos lo esperes".
Esas frases se arremolinaban en
mi mente, pero decidí que la chica estaba medio loca y no le prestaba atención.
Al menos por el momento.
De todas maneras los tres
hicimos un equipo genial, con Seth decidimos que nada de romance ni besos, pero
cuando teníamos la mente embotada igual nos dábamos unos que otros besos, pero
no nos enrollábamos demasiado, además él se había dado cuenta y había escuchado
los rumores de mi extraña relación con Edward, así que le conté lo que había
pasado, claro que dejando el vampirismo de lado.
Edward fue otra sorpresa, se
que se moría por reclamarme la relación que mantenía con Seth, además de las
drogas y todo el descontrol que tenía ahora en mi vida, pero se controlaba y se
mordía la lengua, se que trataba de ganarse mi confianza nuevamente y aunque
las cosas nunca fueran a ser como el deseaba estaba empezando a respetar un
poquito su control.
Salía casi todas las noches de
fiesta y si bien es cierto que estaba un poco mejor la relación con Edward, a
veces sentía que no había expresado toda mi rabia, a veces quería destruir todo
a mi alrededor, sentía una ira que sabía no era normal, una fuerza en mi
interior que me pedía violencia, destrucción y me asustaba de muerte.
Hoy era uno de esos días, desde
que desperté temprano en la mañana sentía esa violencia interna a punto de
explotar de la peor manera, tomé dos pastillas, pero no me calmaron, pasé dos
horas dándole al saco y nada, la ira y un sentimiento de excitación unido a
esta ira me tenían en el límite.
Necesitaba salir, necesitaba
hacer algo, el saco no era suficiente, las drogas no me calmaban, sentía mi
respiración agitada y deseaba pelear…..deseaba sangre, deseaba violencia.
Salí a quemar llantas en la
moto de Edward, no me importó que trataran de hacerme desistir, los Cullen al
parecer sabían de mi estado desequilibrado, pero les dije que volvía pronto.
Por horas corrí como loca en la
moto, pero no me podía calmar, necesitaba más, algo más duro, necesitaba
adrenalina de verdad.
Me fui al bar después de llamar
a Seth y Alizze. Cuando llegaron ya llevaba varias copas encima, faltaban dos
horas para abrir al público y los chicos de la banda ya estaban preparando los
instrumentos.
Me subí al escenario, probé la
guitarra y dejamos todo listo para la actuación.
Al abrir las puertas ya habían
muchas personas esperando a entrar, así que en poco tiempo las mesas estaban
llenas.
Una vez en el escenario hice mi
magia, la música fluía y la gente coreaba las canciones, pero no estaba
satisfecha, por el rabillo del ojo vi a Edward apostado en un rincón, me miraba
con tanto amor y remordimientos, pero no iba a ceder, no, no, no.
Seguí cantando y tocando la
guitarra, canción tras canción. Ya estaba por terminar y dejé la guitarra colgando,
ahora sólo cantaría, necesitaba mis manos libres para la canción con la que iba
a cerrar.
La canción comenzó y la gente
se volvió loca, fuck authority, era mi cierre y mientras cantaba levantaba mis
dedos medios mientras saltaba cantando con toda mi alma y mi furia, los ojos de
Edward estaban como platos abiertos y mis dos amigos no estaban en mejor
situación, mi cuerpo se movía con fluidez y mi voz sonaba fuerte, con desprecio
y asco.
Cuando terminé de cantar estaba
cansada y mi respiración era dificultosa. Estaba bajándome del escenario cuando
unos tipos que estaban entre las primeras mesas me quedaron mirando de arriba
abajo, uno de ellos dijo bien alto "ahora veo porque Cullen anda como
perrito faldero vuelto loco, la chiquilla debe ser excelente montándolo" y
soltaron las carcajadas.
Ese fue mi punto de quiebre,
era lo que necesitaba para desahogarme, casi sin darme cuenta me arrojé encima
del tipo, la adrenalina corría por mis venas, no se cuanto tiempo estuve
golpeando, pero creo que fue mucho, los amigos del tipo no se inmiscuyeron, no
se el motivo, fácilmente me hubieran reducido, eran seis, pero golpe tras golpe
iba descargando mi furia, me sentía exultante, poderosa.
Cuando dejé al tipo tirado en
un charco de sangre reí mientras veía mis manos manchada de sangre, inhalé aire
fuertemente y miré alrededor, el local estaba casi vacío, digo casi, porque
Edward estaba al lado mío y me miraba de manera rara, veía asombro y ¿temor?,
se empezó a acercar lentamente con las manos en alto, tratando de calmarme,
miré hacia donde estaban mis amigos, ellos se veían bien, relajados, como si lo
que acababa de hacer fuera normal, no habían más personas que ellos.
- Bella, princesa todo va a
estar bien, no te haré daño, deja que me acerque – Edward hablaba pausadamente,
como si yo fuera el enemigo, un peligro para él.
- Nena, escúchame por favor ven
conmigo, vamos a casa, todo va a estar bien – seguía hablando
- ¿por qué me hablas como si yo
fuera retardada?, te entendí la primera vez y no estoy sorda para que repitas
como loro.
Pero no quería estar con él, no
quería su compañía, estaba confundida, no se que había pasado, pero era como si
otra persona me poseyera, como otra yo.
Empecé a temblar y las lágrimas
se desbordaron, me abracé y caí al piso sollozando. Inmediatamente sentí los
brazos de Edward rodearme mientras me levantaba en vilo y salía del bar.
Mis amigos se quedaron a un
costado, me sonrieron y se fueron sin decir nada. Al llegar a casa subimos
inmediatamente a mi dormitorio, los Cullen nos miraron, pero Edward negó con la
cabeza y nadie interfirió.
Me aferraba a él con fuerza,
estaba mal, pero lo necesitaba, estaba confundida, pero me sentía confortada en
sus brazos, él me contenía mientras me susurraba palabras cariñosas, nadie
nunca me había dicho cosas bonitas, ya no sentía que fueran palabras cursis,
eran hermosas.
Se sentó en la cama y me abrazó
con fuerza mientras besaba mi pelo, mis mejillas, mi frente y finalmente mis
labios, el beso fue tierno, delicado, Edward nunca me había besado así y supe
que ya no podía negar más el amor que nos unía, el lazo era indestructible y
con mi renuencia sólo nos estaba dañando a los dos, a todos.
Me rendí en sus brazos y
lentamente nos acostamos disfrutando de más besos dulces, casi castos.
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En el bosque bajo un árbol dos
jóvenes hablaban nerviosos, lo que habían presenciado confirmaban lo que era
casi seguro, la chica era a la que buscaban, Renne había fallado en protegerla
y ahora ellos habían fallado también, el lazo con el vampiro era demasiado fuerte,
lo habían comprobado, sus destinos estaban ahora más que nunca trazados y
marcados por el dolor, por el sufrimiento. Nunca habían tenido oportunidad,
pero no querían perder las esperanzas hasta encontrarla y protegerla, pero ya
era tarde, fuerzas antiguas, violencia, fortaleza, determinación, ira corrían
por las venas de la pequeña Bella.
Esa noche habían visto con
fascinación y con temor al mismo tiempo la verdadera naturaleza de Bella,
porque cuando desató la furia de su interior la marca imperceptible para los
demás ojos tanto humanos como los demás seres inmortales fue clara para ellos,
la marca duró aproximadamente dos segundos en su piel antes de desaparecer,
pero fue suficiente para poner una carta más de la baraja en el intrincado
destino de la pobre muchacha.
Ahora sólo debían esperar a que
el caos llegara, el mundo sobrenatural empezaba a desmoronarse, la muchacha
había aceptado al vampiro en su vida, se iba a entregar a él, sería su mujer y
por ello sufriría lo indecible arrastrando a todos los clanes por su decisión.
Ellos no debían juzgarla, su
deber era protegerla lo que más pudieran, pero sin intervenir en su futuro, lo
que era una completa mierda, ya que si por ellos fuera se la llevarían lejos,
donde no le hicieran daño.
Seth y Alizze tomaron sus
medallones de luz y comunicaron las noticias recibiendo al mismo tiempo las
instrucciones a seguir.
2 comentarios:
bueno algo bueno resulto deshecho en alguna parte de la historia llegue a pensar que ese par no tenían solución es que casi se acaban entre ellos (toda la culpa fue de Edward), ahora con los seres de la luz estoy como mas enredada que antes pero bueno de todas maneras bella y Edward están juntos eso es bueno creo sino fuera por lo ultimo que se dice en el cap no suena nada alentador.
LA VERDAD ME MATO EL CAPITULO NOSE QUE ESPERAR ME SENTI MAL NO PENSABA QUE LA HISTORIA IBA A SEGUIR ESTE CAMINO ESPERO LEER MAS Y NO PORFAVOR NO ACTUALIZEN CADA 10 DIAS JAJAJA ES MATADOR
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