Dark Chat

domingo, 10 de abril de 2011

Conociendonos Otra Vez

Hello mis angeles hermosos!!
Aqui les traigo este nuevo fic, esta genial aqui veremos a un eddy totalmente diferente y que decir de nuestra dulce bella , esta historia le pertenecese a mi querida Sandra , chica  muchas gracias por compartir una vez tu trabajo y talento con estas viciosas de fics. te  mando mil besitos
asi que chicas a disfrutar y por fiss dejen muchos comentarios al final.
Mil besitos a todas
Angel of the dark
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CONOCIÉNDONOS OTRA VEZ



Rated M – Edward/Bella – universo alterno



SUMARY

Después de que Edward dejó a Bella en aquel bosque con la promesa de no volver nunca más, Isabella como ahora le gusta que la llamen cambió, ya no era la dulce e inocente adolescente que los Cullen conocieron, ahora era la humana que él quiso que fuera, vivía la vida como le placía con un amigo vio muy guapo, tocaba en una banda de música y corría en moto por dinero y diversión. ¿Qué pasará cuando Edward no soporte la separación y decida regresar a buscarla?





CAPÍTULO I.- LA NUEVA ISABELLA



BELLA POV



Han pasado casi tres jodidos años y aún puedo recordarlo, ¡maldición! Es que acaso esta maldita pesadilla no acabará nunca. Estaba jadeando, llorando y el hueco en mi pecho ardía como el primer día. Me levanto temblorosa de la cama y miro detenidamente al hombre que estaba a mi lado, él ya no se molestaba con mis pesadillas nocturnas, estaba acostumbrado, además que la borrachera que nos pegamos anoche fue colosal, así que estaba profundamente dormido. Me dirijo al baño y miro mi rostro en el espejo, estaba casi irreconocible, el maquillaje completamente corrido, ojos hinchados por mi reciente llanto, mis labios hinchados y rojos de tanto besar y mi cuello… ¡mierda! Mi cuello lleno de chupones. Jodido Benjamín me dejó toda marcada y mañana empiezan las clases. Una sonrisa boba se instala en mi rostro al evocar la noche anterior y la sesión de besos calientes que nos dimos con mi amigovio que ahora dormía placidamente en mi cama. Me dirijo nuevamente hacia la habitación y me acuesto al lado de Benjamín, lo observo detenidamente, era realmente guapo, alto, musculoso, pero no en exceso, su cabello dorado y desordenado caía sobre su frente, sus labios rojos e hinchados como los míos y su cuerpo mmmmm, sencillamente delicioso, hecho justamente para el pecado, era un hombre realmente bello y de buenos sentimientos, desde que nos conocemos siempre me ha cuidado, entonces ¡porque maldita sea no puedo enamorarme de él!, ah sí, porque un maldito vampiro me rompió el corazón y no ha vuelto a funcionar desde entonces, sí, dije un vampiro. Su nombre: Edward Cullen, lo conocí hace cuatro años cuando vivía y estudiaba en la preparatoria en Forks, él era y es el hombre más perfecto que se pueda concebir, perfectamente hermoso, tanto que dolía verlo, alto, delgado pero con los músculos bien definidos y bien puestos en su lugar, unos perfectos ojos dorados, cabello cobrizo y jodidamente rebelde que le daba un aire de haber tenido sexo recientemente, todo en él era perfecto y yo, yo simplemente siempre supe que él no era para mi, que jamás sería lo suficientemente buena para mi vampiro, aún así fuimos novios por varios meses, hasta que me dejó.



Habían pasado algunos días desde que cumpliera 18 años y Edward y su familia me habían hecho una pequeña celebración, lamentablemente con lo patosa que era tenía que cortarme el maldito dedo al abrir un regalo y ese fue el principio del fin, sólo a mi se me ocurre cortarme el dedo en una casa llena de vampiros. Mis vampiros como a mi me gustaba llamarlos eran por decirlo de alguna manera vegetarianos, ya que no bebían sangre humana, sólo consumían sangre animal, aún así el deseo por sangre humana siempre estaría en ellos, especialmente en Jasper, el hermano de Edward, ya que él era el más reciente miembro vegetariano y era el más débil en ese sentido, así que cuando me corté él no dudó un segundo y se arrojó para atacarme, pero Edward me defendió al igual que el resto de la familia y pudieron controlarlo antes de que me dañara, lamentablemente me dañaron de la peor manera posible, me dejaron, si me dejaron días después del incidente Edward y yo fuimos a dar un paseo al bosque aledaño a la casa de mi padre Charlie y ahí fue que empezó mi pesadilla, me rompió el maldito corazón diciendo que no me quería, yo traté de replicar, pero cuando dijo que yo no era suficientemente buena para él no pude hacer o decir nada más, yo ya sabía eso, entonces me dejó sola en el bosque y desapareció. Lloré, corrí, me caí cientos de veces tratando de encontrarlo para suplicarle que no me dejara, pero fue inútil ya se había marchado. Los meses posteriores a este hecho fueron desastrosos estaba en un completo estado de zombi, casi no dormía, casi no comía, no quería hablar con nadie, sólo lloraba y sufría.



Al pasar los meses decidí que era tiempo de salir adelante, así que empecé a cultivar mi amistad con Jacob mi amigo de la Push, él me hacía sentir un poco mejor, el hueco en mi pecho no dolía tanto cuando estaba con él, la pasábamos realmente bien, con él descubrí mi afición a las motos y la velocidad, claro que lo que más me motivaba era la adrenalina que corría por mis venas, y aunque suene masoquista me encantaba esa sensación de subidón porque en esos momentos mi mente me jugaba una mala pasada y oía claramente la voz de Edward en mi mente enojado por mi actividad, como si me estuviera cuidando, ja y más ja, yo le importaba una mierda y yo aún pensando en él. Con el pasar de los meses mi situación no cambiaba mucho, seguía sufriendo por él cada día y sentía que me ahogaba en ese pueblo que sólo hacía que lo recordara cada vez más.



Una tarde Jacob me confesó que él era un licántropo y esa fue mi maldita señal para alejarme de todo, se que me comporté como una maldita perra con Jake, pero simplemente no podía con más seres mitológicos en mi vida, además Jacob me quería más que como amiga y yo simplemente no podría corresponderle nunca, yo estaba vacía, no tenía corazón, éste se lo llevó mi vampiro. Así que tomé la decisión de marcharme a vivir con mi madre Renne que se encontraba en Phoenix, ahí terminé mi último año de secundaria.



Ese año ocurrieron varios cambios en mí, el primero, decidí dejar el dolor a un lado y a preocuparme un poco más en mí, como estaba anémica por la poca ingesta de alimentos y la depresión, Renne me llevó al médico y tras varios exámenes y chequeos me recetaron vitaminas y creo que eso me ayudó a terminar de desarrollarme, ya que antes era delgada y casi plana, en cambio ahora era más bonita, mis pechos crecieron, mi cintura se acentuó, mi trasero también estaba más grande…uf…. En fin ahora era más bella y con eso mi baja autoestima subió enormemente. Cuando me aceptaron en Seattle University no dudé y me vine a estudiar acá. El primer año fue revelador para mi, descubrí que apenas entrar en el campus todos me miraban, pero ahora no me cohibiría como lo hacía en la prepa, ahora era más fuerte y estaba resuelta a ser más decidida y con mi nueva autoestima y nueva personalidad estaba dispuesta a arrasar con todo, y así fue como me convertí en lo que soy ahora, una mujer hermosa, la más popular en la universidad y con un amigovio estupendo. Ahora estoy a punto de entrar a mi segundo año de literatura y mi relación con Benjamín va a cumplir un año, es una relación buena él no me ama y yo no lo amo, pero igual estamos juntos, prácticamente vivimos juntos ya que casi todas las noches se queda conmigo, aún así todavía sigo siendo virgen, patético ¿no?, claro que eso no quita la diversión y con Benjamín la pasamos realmente genial, es un gran besador y nos metemos mano como desquiciados, hemos explorados nuestros cuerpos hasta el cansancio y los orgasmos son…. Woww y que decir del sexo oral eso es definitivamente el cielo, más cuando le agregas alcohol y drogas al cuerpo, no es que sea una borracha y una adicta sólo lo hacemos por diversión y la pasamos en grande. Benjamín estudia filosofía y además tiene una banda musical que toca todos los fines de semana en una disco de moda cerca del campus, él me enseñó a tocar guitarra y lo hago realmente bien, así que ahora también pertenezco a la banda, lo cual me hizo más popular aún, yo le enseñé a andar en moto, aunque a él no le gusta mucho que yo lo practique, igual me deja ser, además así me gano unos billetes extras ya que todos los fines de semana antes de ir a la disco se realizan carreras clandestinas en moto y adivinen quien es la invicta ¡Yo! Ja, nadie me ha podido ganar y las apuestas son cada vez más suculentas, por lo que me puedo dar mis buenos lujos.



Me llamo Isabella Swan, tengo 20 años y esta es mi historia.



- Benjamín, anda levántate

- Amor deja….un ratito más

- No pendejo, levántate ya, es tarde y tenemos que salir y no me digas amor

- Mmmm, no me digas pendejo Swan

- Pero si eres un pendejo, mira como me dejaste maricón, estoy toda llena de chupones y mañana empiezan las clases.

- Jajajaja, cuando te han preocupado esas cosas jajajaja, además creo que también me dejaste bien marcado con tus uñas gatita

- Grrrr, pero a ti no se te ven a simple vista y además te encanta que te marque como mío.

- Mmmm, me conoces bien Swan, me encantan tus uñas en mi cuerpo.

- Ya vamos, que los chicos deben estar esperando en la disco, hay que dejar todo listo para mañana, ya sabes que es la inauguración del año y además tengo una carrera que ganar

- Isabella sabes que no me gusta que corras, aunque debo decirte que me encanta la ropita que usas para las carreras, especialmente esas de cuero que me ponen duro de sólo verte.

- ¿sólo con verme mmmm?

- Mmmm, y con ver como todos los malditos desgraciados te desean y babean por un poco de tu atención

- ¿Y eso te gusta?

- Joder Isabella, sabes que eso me pone más caliente aún, que todos te deseen y sólo yo tenga el privilegio de tenerte todas las noches

- ¿Sólo las noches?, porque mmmm acá abajo ya está caliente y húmedo

- Santa mierda, ven acá gatita a dejarme más marcas, sabes que no me puedo resistir a ti.

Después de la caliente sesión de casi sexo, desayunamos y nos fuimos a la disco, todo debía quedar listo para la inauguración del nuevo año en la universidad, al llegar a la disco los chicos de la banda ya estaban practicando.

- Ey tortolitos, se les enredaron las sábanas jajajaja. Ese era Anton, el baterista, me encantaba su buen humor, era tan parecido a….. Emmett, el hermano de Edward ¡ mierda y más mierda! ¿por qué diablos estoy pensando en ellos?.

- Uyyy, y por lo visto se les pegaron también las lenguas jajajaja, te vez realmente más sexy con esos chupones, y tú, amigo cuantos rasguños nuevos te hizo la gatita jajajajaja

- Ya cállate imbécil y no mires más de la cuenta a mi mujer, mira que este culo es sólo mío - dijo Benjamín agarrándome firmemente el culo

- Joder bro, no hagas eso delante de nosotros mira que nos ponemos duros, ese era el caliente Marco, el bajista

- Ya, ya, chicos empecemos a practicar - les digo para que se dejen de pendejadas

- Benjamín al piano ahora y trae mi guitarra y el micrófono, sabes que tengo otras cosas que hacer.

- Ya nena no te molestes, ¿sabes que me calienta verte tan mandona? - dice susurrándome al oído y agarrándome el culo y mierda ya me estaba calentando nuevamente, este hombre definitivamente me ponía a full las hormonas.



Luego de tres horas ensayando, me despido de los chicos, agarro mi moto y me largo de ahí a toda velocidad hacia la pista que usaremos mañana para la carrera, doy unas cuantas vueltas para despejar la mente.



¿Qué estará haciendo Edward?, esa pregunta siempre rondaba mi cabeza, casi no me permitía pensar en él, pero cuando lo hacía era de una manera retorcida, era escalofriante darme cuenta de lo mucho que aún lo amaba, su recuerdo seguía fresco en mi memoria, su rostro jamás lo olvidaría, su aterciopelada voz, sus ojos dorados que me hacían perder el hilo de mis pensamientos y su cuerpo duro y pecaminoso mmmm, delicioso, ¡mierda! Cuántas veces voy a pasar por esto, me voy rápidamente al departamento y me meto a la ducha con agua fría, joder con sólo su recuerdo ya estaba húmeda, cuantas veces me voy a masturbar con su recuerdo, y pensar que nunca pasamos de besos y unos cuantos roces, ya que según él no quería hacerme daño porque era un vampiro con una fuerza extraordinaria y bla bla bla, maldito vampiro maricón, si supiera que mi cuerpo ahora lo goza otro hombre, un cuerpo que por miedo no se atrevió a tocar. Mmmm, Edward, mis dedos estaba ya perdidos en mi centro y con el pulgar acariciaba y pellizcaba mi clítoris mmmmm, ¿cómo se sentirían sus dedos finos, largos y fríos dentro de mi? Y su lengua acariciando todo mi cuerpo y mis pliegues Oh Edwarddddddd, ohhhhhhh, mierda este orgasmo fue fenomenal, al salir de la ducha Benjamín ya se encontraba cocinando

- Mmmmm, que bien huele

- Ok, ya está listo gatita ven a almorzar

- Ok, esta lasaña está realmente deliciosa, tenía tanta hambre, gracias baby

- De nada gatita, todo por ti y para ti

- ¿qué harás ahora nena?

- Mmmm, voy a leer un rato y después a dormir hasta mañana, estoy realmente cansada ¿ y tú?

- Absolutamente nada, igual quiero descansar

- Ok.

- Pero a la noche no te salvas mi caliente gatita, ya quiero dejarte nuevos chupones para que mañana todos sepan a quien le perteneces

- No seas pendejo, todos saben que estamos juntos

- Si, pero los nuevos no y esos son los más babosos

- Jajaja, no me digas que estás celoso, sabes perfectamente que los sentimientos amorosos no entran en lo que tenemos

- No es eso, es que simplemente la pasamos bien juntos y no quiero que esto termine aún, sólo es eso gatita

- Menos mal, sabes que estoy impedida de amar nuevamente

- Mmmm, si lo se, te oí en la ducha corazón jadeando por el pendejo ese que te rompió el corazón, además aún lo llamas en sueños, pendejo de mierda tremendo pedazo de mujer que se perdió ¿segura que no era maricón?

- Jajaja, no, no lo era, sólo que él era demasiado bueno para mi

- Ey, ey para, quién mierda dijo que no eres suficiente para un hombre, eres la mujer más increíblemente sexy, amorosa, buena amiga, hermosa y de buen corazón que he conocido jamás

- Mmmmm, eso lo dices porque somos amigos y además nos fajamos

- No, lo digo porque es así, eres increíble y cualquier hombre quisiera estar contigo

- Si, pero no antes, antes yo no era así tú lo sabes bien

- Si, recuerdo cuando te conocí en esas vacaciones en Forks, cuando estabas en estado zombi, cuando te vi la primera vez ¿sabes que pensé?

- No, nunca me has dicho

- La primera vez que te vi pensé que eras la mujer más hermosa que había visto nunca, pero que tenía una pena enorme en el corazón que se reflejaba en esos ojitos chocolate que tienes

- Nunca me lo habías dicho

- No, en ese tiempo me enamoré como loco de ti, pero al ver que nunca me corresponderías, me conformé con sólo observarte de lejos, siempre pendiente de ti, sin que tú lo supieras

- Cuando te vi al borde del risco dispuesta a saltar, me acerqué a ti y me presenté y te convencí de que no valía la pena que hicieras algo así ¿te acuerdas?

- Claro que me acuerdo, dijiste que si yo saltaba tu también lo harías, y ni siquiera me conocías, no podía dejar que un desconocido hiciera una estupidez por mi falta de cordura.

- Si, y en ese tiempo fuimos muy buenos amigos y nada más y realmente te conocí y descubrí que aparte de ser hermosa por fuera lo eras por dentro, lastimada y herida pero hermosa, cuando mis vacaciones terminaron no quería marcharme de tu lado, pero tuve que hacerlo y después de un año nos volvimos a encontrar

- Sip, y el año pasado cuando nos vimos fue wauuu, yo estaba tan cambiada y tú eras el mismo de siempre, con la sonrisa a flor de piel y dispuesto como siempre a ayudarme

- Sip, además ahora eras más hermosa y sexy y estabas dispuesta a tratar de olvidar a ese pendejo y a darme una oportunidad y por supuesto no demoré en reclamarte mía jajaja, sólo mía gatita hasta que te canses de mi

- No sigamos con este tema por favor Benjamín, sabes que no me gusta el romanticismo y todas esas mierdas

- Si, lo se perfectamente, pero quiero que sepas que te quiero mucho y aunque ya no te amo como lo hice tiempo atrás, si te quiero mucho y me encanta lo que tenemos

- Opino lo mismo y si te cansas porque no puedo entregarme a ti, sólo me avisas y todo bien entre nosotros, sabes que no me molestaré si te buscas otra que te complazca mejor que yo

- Isabella, sabes que me encanta estar contigo y no cambiaría lo que tenemos por penetrar a alguna zorra cualquiera, prefiero estar contigo mi virgen caliente

- Jajaja esa es nueva virgen caliente

- Pendejo, te quiero mucho

- Ey a quien llamas pendejo soy dos años mayor que tú

- Jajaja, pero definitivamente yo soy más madura

- Mmmm, eso es verdad.

- ya vamos a descansar, mañana es un largo día y aún nos falta el ejercicio nocturno

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Hola chicas, acá les dejo el primer capítulo de este nuevo fic, espero les guste y dejen sus comentarios, les adelanto Edward viene con todo y conocerán el lado oscuro, romántico y sobretodo sexual de nuestro querido vampiro.

Saludos

Sandra.





Vida : Dulce Inmortalidad

Capítulo Sexto: Permanece Conmigo

Me imaginaba, a juzgar por lo ocurrido con mis padres, que reconstruir una relación no era fácil, en nuestro caso me imaginaba que tendríamos un largo camino que recorrer antes que todo volviera a ser como antes. Las cosas habían cambiado dramáticamente, yo no era humana por ende mi fragilidad había acabado y con ella su necesidad de protegerme y su deseo por mi sangre. Era difícil estar en la misma habitación con él sin quedarnos mirándonos fijo sin emitir palabras y aunque Alice veía nuestro futuro bastante promisorio, aún me parecía un poco prematuro para correr a sus brazos, supongo que era una reacción normal después de lo que había vivido.

Hoy había aceptado ir a cenar con él, supongo que era una escusa para verme, pero iba a seguirle el juego tanto como fuera posible, y la curiosidad por saber que íbamos a cenar me estaba matando, así que decidí ir. Carlisle ante la llegada del clan Cullen había comprado una mansión en las colinas, afuera de la ciudad, por lo que esperé pacientemente en la plaza cerca de la biblioteca mientras Edwards pasaba a buscarme. Estaba distraída mirando como unos pájaros se peleaban la comida, cuando vi de reojo al ya conocido Volvo que manejaba. Detuvo el auto cerca de donde yo estaba y abrió la puerta del copiloto cuando me vio cerca, yo me subí sin mirarlo siquiera.

- Hola - me dijo sin acercarse.

Yo solo asentí en respuesta. Apreté mis labios y mire por la ventana. Encendió el motor y puso el auto en movimiento, el camino fue tenso, ninguno dijo nada, me mordía los labios a cada instante.

- No tienes porque estar nerviosa - Dijo sin quitar la vista del camino.

- Ya lo sé - Respondí seca.

- ¿Médico eh? - pregunto vacilante.

- Fue cuestión de conveniencia.

Hubo un silencio incomodo por una fracción de segundos. Decidí que debía ser yo la que pusiera de mi parte esta vez.

- ¿Dónde estabas?

Edwards me miro confundido

- Me refiero, ¿a qué lugar era donde estaban tú y Jasper?

- Denali

- ¿A quién visitaban?

- A nadie en particular. Respondió incomodo, ahora era él quien trataba de ocultarme algo, podía verlo en su mirada.

- ¿Qué vamos a comer? Pregunté tratando de cambiar el tema. Me dio una sonrisa torcida suya, de esas que eran mis favoritas, luego miro al frente.

- ¿Qué es lo que quieres comer?

- Edwards, yo – hice una pausa y decidí seguir su juego - Ravioles. Contesté. El sonrió.

Estuvimos en silencio un par de millas, yo observaba el paisaje por la ventana cuando de pronto.

- Cásate conmigo.

Dijo abruptamente, al mismo tiempo que apartaba el auto de la carretera y lo estacionaba fuera del camino, se giro a mirarme. Estaba pidiéndome que me casará con él, acaso había perdido la razón. Lo miré en descrédito, sin duda había escuchado mal.

El permanecía expectante observando mi reacción, esperaba una respuesta pero yo no podía dársela, me había pillado con la guardia baja – matrimonio, te pidió matrimonio - me repetía una y otra vez en mi cabeza, de pronto un terror inundo mi mente. Examine su expresión, y no pude evitar negar con la cabeza aturdida.

Sus ojos se volvieron fríos y oscuros, de pronto noté su expresión sombría, ahora era yo la que lo había herido con mi rechazo, miré como encendía nuevamente el motor sin decir palabra alguna.

- Y que vamos a hacer hoy. Me preguntó Alice mientras miraba por la ventana como anochecía.

Habían pasado semanas de la petición de matrimonio de Edwards, yo le había explicado que no era una cuestión de no querer, sino que su petición me había parecido un poco apresurada considerando los últimos acontecimientos, lo que había complicado un poco nuestra relación. Cerré mi libro de Bioquímica y la miré.

- No tengo la menor idea.

Señale mientras me encogía de hombros.

- Bueno, considerando que hoy es sábado por la noche, creo que tengo un par de ideas para superar el trago amargo de la proposición

Me señalo mientras abría mi armario.

- ¡Pero qué desastre! - Bramo mirándome su voz era tan aguda que hizo que mis pelos se pusieran de punta – Tú y yo definitivamente saldremos de compras – juró mientras comenzaba a hurgar entre mis pertenencias.

Que le hacía pensar que mi idea de matar la noche, iba a ser en un lugar como aquel me dije mientras miraba aterrada las luces fluorescentes alumbrando el cielo y los faroles en la entrada, entre en pánico ante su mirada traviesa.

- ¡Oh no! Dije abriendo mis ojos con pavor.

- ¡Oh sí!.

Me dijo Alice tironeando de mi mano para que caminará, ni cuando era humana me había gustado bailar, que le hacía pensar que me gustaría ahora que era inmortal. Estaba parada pasmada fuera de aquel bar, mirando horrorizada como la gente de apiñaba en la larga fila que debían hacer para poder entrar, desvié mi mirada un momento de la gente y la posé en Alice que parecía demasiado entusiasmada ante la idea de encerrarse con más de 200 personas en un lugar con escasa ventilación.

- No te preocupes, fui de caza. Me dijo mientras miraba al hombre que custodiaba la entrada.

Media Noche, así se llamaba el bar al que me había forzado venir Alice, la entrada estaba atestada de gente, habíamos estado contemplado sólo algunos segundos y pude ver que el acceso era restringido, el sujeto que custodiaba la puerta, un hombre corpulento, moreno, de aproximadamente unos cuarenta años, con una expresión indescifrable en el rostro, era él que señalaba con su dedo quien era digno y quien no.

Mire a Alice esta me sonrió – compláceme - me pidió mientras tomaba mi mano y se enfilaba al comienzo de aquella larga columna de personas. Ni siquiera habíamos llegado al inicio cuando el hombre se percato de nuestra presencia, hasta ahora no había sido conciente de mi recién adquirida despampanante belleza, pero cuando vi como el tipo nos quedo mirando embobado por nuestro particular atractivo, sin siquiera pedirlo ya había quitado el cordón que separaba la entrada del lugar con el mar de gente, y nos hacía pasar como si fuéramos dos personas de la realeza.

Una vez dentro, al echar un vistazo al lugar pensé que fascinación podían tener los Cullen con las fiestas, recordé aquel día del baile, cuando Edward me obligó a realizar uno de los ritos más importantes en la vida de un humano, acaso este era un rito importante para los inmortales, Alice parecía divertida, estaba literalmente bailando en las nubes a penas logramos entrar, abrió sus ojos fieramente mientras me arrastraba a la pista de baile.

- ¿Qué opina Jasper de que estés aquí sin él?– pregunte mordazmente.

- Bueno Bells, creo que puedes satisfacer tu curiosidad por ti misma.

Me dijo ladeando su cabeza y arqueando sus cejas, sus ojos brillaron por un instante, me volteé y lo vi. Jasper estaba parado frente a mí con una expresión que evidenciaba resignación.

- Que bonito, Alice. Me haces venir y ahora me tendré que ir sola.

Reclame dirigiéndome hacia la salida pero fue Jasper quien me detuvo.

- Oh no…. Tú sufrirás conmigo.

Dijo mientras me sujetaba para empujarme al medio de la pista. Alice rió mientras nos seguía.

Era realmente vergonzoso estar frente a ellos, ambos bailaban como salidos de un musical, por qué ellos sí podían bailar perfectamente y yo no, acaso no venia incluido en el paquete pensé, mientras trataba pusilánimemente de coordinar alguno que otro paso para no verme tan ridícula sentí el aliento de Alice cerca de mi oído

- Tienes que relajarte.

Me susurró mientras hacia aquellos movimientos escandalosamente perfectos para mí escasa coordinación motriz. Los ojos de Jasper estaban embelesados en el cuerpo de su compañera, incluso parecía como si estuviera haciendo un rito de adoración. Tomé aire involuntariamente y me acerque a ellos

- Necesito descansar.

Dije y Alice puso sus ojos en blanco

– No me iré lo prometo, pero creo que es tiempo que verifique si llueve cerca de la barra

Dije un poco incomoda ante tanto derroche de lujuria, Alice asintió, la música cambio a un tema lento, y fue mi señal para salir de la pista de baile. Camine entre la gente haciéndome paso, hasta que llegue a la barra, donde me senté, de pronto el barman se acerco.

- Le sirvo algo señorita. Me pregunto.

Me quede pensando por unos instantes, me mordí el labio inferior y mire detrás de él, hacia todas aquellas perfectas y atractivas botellas que adornaban el mostrador, dudé, de pronto la oferta del hombre estaba resultándome un tanto atractiva, jamás en mi vida de mortal había probado el alcohol - que podría pasarme… acaso no soy inmortal – pensé mientras el tipo seguía esperando mi decisión.

- ¿Qué es lo más fuerte que tiene? Le pregunte divertida ante la suposición de que me pasaría