Hello mis angeles hermosos!!!
Aquí les traigo el primer estreno del año , es un fic de nuestra querida Sandra , que como siempre nos consciente con el vicio , mi querida sandra mil gracias y como siempre sabes que es todo un honor para mi publicar tu trabajo en el sitio , te mando mil besitos y chicas a leer y dejen muchos comentarios que esta buenísimo.
Angel of the dark
PRÓLOGO
No podía ser, ella no podía volver a su vida, él la había sacado hace años de ésta, no podía volver a cometer la misma estupidez, ya no era un muchacho hormonal de veinte años, ella no podía tener el mismo magnetismo que lo llevó a relacionarse con una muchachita de trece putos años, si, ella tenía trece años cuando estuvo en su cama, en su vida y en su corazón, tenía trece años cuando ella lo traicionó, tenía trece años cuando él despechado la alejó de su vida de la peor manera posible, trece años tenía aquella hechicera cuando le dijo la peor de las mentiras, “estoy embarazada de ti, seremos padres”. Él sabía que eso no podía ser, ella lo había engañado, pero esa arpía se las pagó hace seis años, la humilló, la despreció y seis años después todavía la odia, entonces ¿Por qué se siente caer en picada nuevamente por ella?.
Aléjate de mi gritó Isabella cuando lo vio acercarse a ella, no tenemos nada que hablar, aléjate de una vez por todas, suficiente daño me hiciste en el pasado, ahora soy feliz y voy a casarme.
Sobre mi cadáver gritó Edward, ni él entendía por qué no la dejaba en paz, por qué diablos la espiaba, la seguía ¿era sólo deseo? ¿o aún la amaba?, no, seguramente era deseo, deseo de tenerla nuevamente en su cama, deseo de hacerle tanto daño como ella se lo hizo a él, deseo de que ningún hombre la tocara nuevamente, ella había sido de él y la tendría nuevamente, aunque después la dejaría peor que a un perro, porque ella era eso, una perra, una zorra sin corazón, sin moral.
CAPÍTULO I.-
¡¡¡¡MALDICIÓN!!!!, maldita mujer de mierda ¿por qué tenías que aparecer nuevamente?. Edward Cullen gritaba y arrojaba todo lo que tenía delante al piso, paredes y puerta, estaba completamente fuera de control y su respiración era cada vez más agitada. Lo único que aún reposaba sobre su escritorio era una revista de esas de chismes que tanto les gustaba a las mujeres y en la portada figuraba la mujer que en estos momentos tenía vuelto loco a Edward.
Él no comprendía cómo carajos esa revista había llegado a su escritorio, pero lo averiguaría en este mismo instante.
- ¡¡¡Jane!!! – gritó colérico a su secretaria, ella tenía que darle respuestas inmediatamente
- ¿señor? – preguntó temblorosa la secretaria que ya había escuchado los gritos y los estampidos de objetos producidos por su jefe
- ¿Qué mierda significa esa revista en mi escritorio?
- Oh señor lo siento, lo siento tanto, esa revista es mía, no me di cuenta y seguramente la dejé allí cuando traje los documentos que debe revisar
- Sabes perfectamente que no tolero los errores y esta maldita revista es un grandísimo error
- Lo siento, no volverá a ocurrir nuevamente, me la llevo en este momento
- ¿he dicho acaso que te la lleves? – Jane miraba aterrorizada a Edward, era cierto que era un jefe exigente y algo despiadado, pero a ella jamás la había tratado de esa manera y por algo tan trivial como haber olvidado una revista de chismes y farándula en su escritorio.
- Lárgate y no quiero verte ni la nariz lo que queda del día
- Pero señor…
- LARGO
Después que su secretaria salió al borde de las lágrimas Edward se paseaba por la oficina como animal enjaulado, de vez en cuando miraba de reojo la revista que parecía ofenderlo de tal manera que preferiría estar muerto y enterrado a haberla visto alguna vez.
Cuando el teléfono empezó a sonar y sonar y nadie respondía se acordó que había echado a la secretaria, carajo, pensó, nadie sirve para nada. Al contestar prefirió haberlo dejado sonar todo el maldito día, era su hermana Alice y justamente ahora no quería hablar ni ver a nadie.
- Alice
- ¿Qué carajos te pasa Edward? – Jane salió de la empresa llorando diciendo que tú la echaste por el resto del día y ….
- Y nada, no deseo ver ni hablar con nadie en este momento, así que has el favor de dejarme en paz y guarda tus malditos sermones para quien quiera escucharlos
- A mi no me hables de esa manera, además tenemos junta de directivos en una hora, así que calma tu mal genio y trae tu trasero inmediatamente antes de que te vaya a buscar
- Encárgate tú de la junta, yo me largo, en este momento no me encuentro bien
- ¿Qué pasa hermano? Tú jamás has dejado una junta y nunca te has ido de la empresa de esta manera
- Ahora no Alice, ahora no tengo cabeza para pensar en nada, sólo deseo estar solo
- Pero…
- Pero nada Alice, si no puedes hacerte cargo de la junta que se suspenda hasta nuevo aviso, de algo debe servir ser el maldito dueño de todo esto.
Trancó el teléfono y agarró la revista y salió como alma que lleva el diablo hacia el aparcamiento.
Al ir pasando por los corredores de la empresa varias mujeres lo quedaban mirando, la verdad es que Edward Cullen era un espécimen de hombre, 1,90 de altura, delgado, pero con músculos bien trabajados, cabello castaño con un tono poco corriente de cobrizo, ojos verdes esmeraldas, tez clara, cejas espesas, pestañas abundantes y largas casi femeninas, boca rellena, pero que en ese momento era una línea fina y apretada, pómulos altos, barbilla fuerte, nariz recta, en fin, se podría decir que Edward Cullen era obscenamente atractivo y varonil con un toque de Dios del olimpo y un sex-appeal un tanto animal, además de ser un hombre de 26 años extremadamente rico y presidente de la empresa familiar, recibiendo las mejores críticas de los entendidos en finanzas, todo eso hacía de este hombre un trofeo que cualquier mujer quisiera tener. Pero él ni siquiera se dio cuenta de las miradas descaradas de las féminas que lo miraban con deseo y ambición.
No, Edward Cullen aborrecía a las mujeres, él sólo las utilizaba cuando y cómo él quería, aventuras de una noche, eso se le daba bien, nunca una amante le duraba más de una semana, no le apetecía formar ningún tipo de lazos afectivos con el sexo opuesto, sólo eran unas cuantas citas para desfogarse y la mayoría de las mujeres con las que se citaba ni siquiera pasaban de la primera cita, él era un hombre exigente y le gustaban las mujeres sofisticadas y discretas.
Manejó como loco hasta su departamento y una vez allí apagó su celular y descolgó el teléfono de red fija, no quería interrupciones de ningún tipo, lo había dejado claro, pero conociendo a su hermana y mamá sabía perfectamente que en pocas horas estarían llamándolo e incordiándolo. Le había pedido al portero del edificio que dijera que no se encontraba y no dejara subir a absolutamente a nadie.
Después de tomarse el tercer whisky decidió que leería la maldita revista, así quedaba tranquilo y seguía con su vida como siempre, total qué más le podía afectar lo que allí decía, ella era pasado, un maldito pasado que había intentado borrar día a día a través de los años, seis años que no sabía nada de esa mujer y justamente ahora que su vida estaba tal y como le gustaba tenía que volver a aparecer y descontrolarlo, pero no, esa maldita chiquilla no lo descontrolaría nuevamente, no volvería a perder la cabeza como años atrás, nunca más Isabella Swan tendría la más mínima oportunidad de romperle nuevamente el corazón, antes se lo arrancaba con sus propias manos.
Se sentó en el cómodo sofá blanco invierno y tomó la revista como si tuviera sarna, la miró y nuevamente el rostro de la portada parecía burlarse de él, simplemente era hermosa, más que hermosa era una diosa y ahora tenía la edad que hubiera deseado que tuviera cuando se conocieron, había cambiado lógicamente, ahora se veía más mujer, sofisticada, pero juvenil, claro, ahora tendría 19 años, casi 20, si no se equivocaba en unos meses más los cumpliría, Dios 20 años y la sonrisa que le mostraba era la misma que él había disfrutado tanto, esa sonrisa que le regalaba cada vez que se encontraban, cada vez que la besaba después de hacerle el amor, mierda, con sólo evocar esos recuerdos sentía su miembro endurecerse, ella siempre había tenido esa cualidad, bastaba con verla y ya quería llevarla a la cama, la tocaba y ya deseaba tenerla todo el día y toda la noche sólo para él, no dejarla partir nunca de su lado y es que esa chiquilla de tan sólo trece años lo tenía comiendo de la palma de su mano, cosa rara en un joven de veinte años y con una reputación de casanova, pero al conocerla perdió el norte y no importó nada, ni las clases sociales, ni sus obligaciones familiares y universitarias, sólo pensaba en ella, en hacerla feliz y tenerla en su cama desnuda y entregada al placer que él había despertado en ella.
Ojeó la revista hasta que encontró el artículo que hablaba de ella, era una extensa entrevista y por supuesto muchísimas fotos más, cada una de ellas más hermosa y sexy, el titular de la entrevista lo dejó atónito, era obvio que algo debía tener que ver con la farándula para aparecer en ese tipo de revista, pero la verdad es que no se había puesto a pensar en eso.
DE SÚPER MODELO A CHICA VAMPIRO Y AHORA HEROÍNA DE ACCIÓN
“La muy conocida modelo Bella Hale nuevamente ha dado un salto en su corta pero exitosa carrera al dejarse seducir por el género de acción. Después de haber interpretado a la humana enamorada de un vampiro de la famosa saga literaria y éxito rotundo en las carteleras ahora vuelve en un rol totalmente diferente y atractivo interpretando a una mujer de armas tomar en la película de acción llamada “Sobreviviente” , donde su co estrella será también su novio y actor Antonio Vulturi, quien fue el chico vampiro, wow, se nota que ellos no pueden estar separados y será interesante verlos en un papel totalmente diferente a las anteriores cinco películas, especialmente porque Bella llevará casi todo el peso de acción y además de mucha, pero mucha sensualidad, mostrando escenas bastantes subidas de tono que le darán el toque sexual a la cinta.
- ¿Bella Hale? Repitió confundido, ella se llamaba Isabella Swan, pero seguramente se había cambiado el apellido para darle más glamour o algo así.
Al seguir leyendo se enteró estaba filmando una película que prontamente se estrenaría, y que ya era una de las más esperadas del año ¿por qué?, simplemente por que era protagonizada por los dos actores jóvenes más cotizados, mejor pagados y además eran la pareja dorada de Hollywood.
Al pasar la página se encontró con la entrevista de Isabella
Bella ¿cómo fue que se te presentó la oportunidad de estar en el reparto?
r.- Bueno, la verdad es que acababa de terminar unas fotografías en brasil para una campaña publicitaria cuando se presentó el director en persona y me habló del proyecto de la película, en un principio no le tomé mucha atención, ya que es algo que nunca me plantee, pero cuando dijo que era perfecta para el papel y que no probaría más actrices hasta que le diera una respuesta definitiva fue que lo estuve pensando y dije ¿por qué no? Lo del modelaje salió casi de la misma manera de improviso y sin tener el conocimiento para realizarlo en un principio.
¿ y tú familia? ¿cómo se lo toma?
r.- Bueno, mi hermana está muy feliz, mi hermano, uf, está que revienta de contento y mis padres muy orgullosos, en fin toda mi familia me apoya y es lo único que me importa. Aunque se preocupan un poco ya que saben los riesgos que tomo cuando me hago cargo de algún proyecto, pero trataré de tomar los menos riesgos posibles.
¿Qué carajos hablaba Isabella?, ella no tiene esa familia que está pintando, sus padres son un asco, y su hermana un arpía envidiosa, hermano no tiene y Edward estaba más que seguro que no se veían desde que ella se fue huyendo del pueblo donde vivía. Edward no se explicaba esa mentira, pero en fin ella era Isabella Swan, la mentirosa más grande del universo, siempre fue así desde que la conoció, primero le mintió en el asunto de la edad, ya que cuando la conoció su apariencia era la de una chica de unos 17 o 18 años y no de una niña de 13, pero ella le mintió descaradamente y sin saber de su real edad iniciaron una relación, después le mintió sobre el supuesto…., no vale la pena mencionarlo. Pero había mencionado que su hermana se llamaba Rosalie Hale y trabajaban juntas, bueno después revisaría esa información.
¿ Cómo va la relación con Antonio, y con su familia?
r.- Hasta el momento vamos muy bien, comprenderás que nunca me ha gustado hablar de mi vida personal, así que eso es todo lo que diré.
Lo que pasa es que siempre se ha comentado que ustedes tienen como un mundo aparte, y que no se mezclan mucho con los demás actores, dicen que son un poco antisociales
r.- no es eso, lo que pasa es que no se nos da eso de ir a muchas fiestas y con respecto a los amigos, bueno somos muy selectivos en ese campo, no por ser antisociales, es que yo prefiero a los amigos de siempre, esos que han estado contigo en las buenas y en las malas, es por eso que nuestro grupo de amigos son los mismos amigos que he tenido desde niña, desde antes de ser conocida, fueron ellos los que siempre me han apoyado en los momentos más tristes y en los más felices, además ellos son muy recelosos de su privacidad y con Antonio se llevan de maravilla, así que cuando nos juntamos lo hacemos en privado y lo pasamos de maravilla.
¿ Y cómo se han tomado el hecho de grabar escenas eróticas siendo pareja?
r.- la verdad es que en un principio nos costó bastante, cuando hicimos la saga solamente en la última parte tuvimos escenas candentes por decirlo de alguna manera, pero nunca al extremo de mostrar mucha piel, ahora fue totalmente distinto, porque las escenas son bastantes hot, pero lo sobrellevamos bien y espero gusten.
¿Por qué decidieron seguir trabajando juntos?
r.- bueno lo que pasa es que el director nos quería a nosotros en concreto y no aceptó una negativa, es muy persuasivo y el guión nos encantó, lo discutimos y decidimos hacerlo, más que nada para dejar de lado un poco el rol de adolescentes románticos.
Pero no se puede negar que el papel de vampiro de Antonio fue demasiado sexy y romántico.
r.- Oh por supuesto, sigo afirmando que Antonio es el vampiro más sexy que se ha visto, pero les aseguro que en este nuevo proyecto se van a quedar con la boca abierta, más que antes jajajaja.
Edward leía letra a letra la entrevista y se comía con los ojos las fotografías de Bella, es que simplemente era hermosa y misteriosa, mostraban también algunas fotografías modelando, otras de la película y otras en un café o restaurant junto al chico vampiro del momento, el tal Antonio, la verdad es que se veían bastante cómodos juntos, comiendo, bebiendo una cerveza, fumando un cigarrillo, llegando en moto juntos al estudio y se veían muy felices.
A pesar de que la periodista trató de ahondar en el tema familiar Isabella no soltó mucha prenda, sólo se refirió a su familia de acogida como personas maravillosas que le enseñaron el significado de familia, respeto y amor incondicional. Ah, ahí cuadraba todo, ella había tenido una familia de acogida, ya le parecía raro a Edward que se refiera en términos de amor y admiración por su real familia, ellos eran personas despreciables que a pesar de ser Isabella una niña caprichosa, mentirosa y promiscua no merecía el trato que su familia le dio en esos años, por lo menos parecía que había encontrado felicidad y estabilidad después de todo, pero árbol que crece torcido…..en fin, esa ya no era problema de él, pobres tontos los que estaban al lado de esa zorra problemática y traidora.
Al terminar de leer la entrevista se enteró de otros datos que ella no contestó, pero que la periodista volvió a remarcar de entrevistas anteriores, como por ejemplo que antes de dedicarse a ser modelo ella había trabajado como mesera en un restaurant y anterior a ese trabajo había tenido varios parecidos, como cajera en supermercado, vendiendo productos por catálogos y otros más, según parece a pesar de tener su familia de acogida con excelente situación económica ella nunca había querido ser una mantenida y desde que la habían acogido había trabajado duro por contribuir en algo lo que le daban, la maldita cría ahora era esforzada, quizás había aprendido la lección y ya no quería aprovecharse de hombres adinerados para arreglar su penosa situación económica.
A pesar de todo el odio que Edward le profesaba por su pasado en cierta forma se alegraba que le estuviera yendo bien, al fin y al cabo las personas pueden redimirse, pero de ella dudaba aún, en fin, ya había leído lo que quería saber y ya no debería ser un problema para él, ese problema lo dejó atrás cuando ella lo engañó y él se tuvo que ir del país para curar sus heridas, le había tomado seis malditos años llegar donde estaba y eso gracias a su gran esfuerzo y trabajo que realizó esos seis años en Italia, ahora llevaba apenas dos meses de vuelta en el país y lo que menos pensaba era recibir ese tipo de noticia.
Pero como siempre práctico Edward arrojó la revista a la basura, se duchó, prendió el reproductor de música y se acostó a descansar, si, esa vida le gustaba y ya mañana la retomaría como siempre, llenándose de trabajo para no pensar en el pasado.
Pero sus esfuerzos por mantenerse alejado del pasado y ahora presente flaquearon a las pocas horas y se encontró frente a su portátil buscando información de esa perra.
Al googlear el nombre aparecieron millones de entradas donde se hablaba de ella. Hizo click en la primera entrada y allí se hablaba de los comienzos de Isabella como modelo, rescatando el enorme esfuerzo y tesón que ella había puesto para ganarse un espacio entre las modelos más famosas y destacadas del momento, tomando las clases respectivas para poder dominar la pasarela y conquistar el mundo. Desde el primer desfile oficial que hizo no pasó desapercibida para los grandes diseñadores ni para el público, ya que su figura llamó enormemente la atención, ya que no se caracterizaba por ser la modelo esquelética que dominaban el rubro, ella era fina y esbelta, pero con curvas prominentes y con su cara de ángel había conquistado el mercado.
Le llovían ofertas de las mejores casas de diseñadores, pero decían que se destacaba también por ser muy hábil en los negocios y manejaba su carrera muy bien, no se le conocía por ser fiestera o andar metida en chismes, decían que antes del noviazgo con Antonio Vulturi, ni siquiera se le conocía pareja y nunca había sido vista envuelta en ningún tipo de comentarios malos.
Destacaban también que era su tesón por sacar adelante a sus pequeños hijos siendo madre soltera a tan temprana edad, ya que había dado a luz a mellizos cuando tenía 14 años.
Los ojos de Edward casi salieron de sus órbitas al leer esa noticia, ella si había estado embarazada, no había sido mentira, mierda, mierda, mierda, esa pendeja era madre y de mellizos.
Edward se empezó a pasear de un lado a otro y me mecía el cabello desesperado, la noticia le había caído como balde de agua fría, sabía que ese embarazo había sido una posibilidad, pero nunca pensó que su traición llegara tan lejos.
Cuando ella le contó años atrás que estaba embarazada, no lo había querido creer y pensó que era otra mentira de ella para amarrarlo a su vida y sacarle más dinero, pero de verdad había quedado embarazada, entonces era verdad lo que su hermana le había dicho, que Isabella era una zorra y se había cansado de engañarlo con cuanto tipo se le ponía por delante, seguramente alguno de esos amantes la había preñado y la muy maldita había querido hacerle creer que esos bastardos eran hijos suyos, menos mal que Alice y Tanya, la hermana de Isabella le habían prevenido de sus planes con anticipación y cuando ella fue a darle la noticia de su supuesta paternidad él la había mandado a la mierda, mocosa infernal le había roto el puto corazón con esa noticia, él se había negado a creer lo que le habían contado de ella, tenía la esperanza de que todo fuera un maldito error, pero cuando le dijo que estaba embarazada todo calzó a la perfección, ella era una zorra y lo había engañado, a pesar de todo él aún creía que lo de su supuesto embarazo fuera mentira y que ella sólo lo quería atrapar en un matrimonio, pero ahora estaba la confirmación de que si lo había engañado, quizás con cuantos tipos se había metido para quedarse preñada mientras ellos mantenían una relación, carajo. Incluso se había acostado con Jasper quien en ese entonces era novio de su hermana Alice y su mejor amigo, ja, amigo, el muy bastardo le rompió el corazón a su querida hermana metiéndose con Isabella.
Edward sentía nuevamente que se le rompía el corazón y todo por culpa de esa zorra.
No quiso seguir leyendo y mandó contra la pared el portátil. Necesitaba calmarse y sacar la rabia que tenía en el cuerpo, prendió el móvil y llamó a una de sus amiguitas, necesitaba sexo urgente para desquitar el odio que lo estaba carcomiendo por dentro, al tercer timbre la mujer del otro lado le contestó.
- Edward querido te he extrañado tanto
- No soy tu querido, me he cansado de repetírtelo, es mejor dejarlo para otra ocasión, no estoy para aguantar niñerías
- No, no, no cuelgues, perdóname de verdad Edward no se volverá a repetir
- Eso espero, en media hora estoy por allá
Colgó el teléfono sin esperar confirmación o respuesta, él era así, sabía que Nadia estaría dispuesta, como siempre lo estaban las mujeres que frecuentaba.
Después del sexo rudo y desenfrenado con la sexy Nadia llegó a su departamento y con un vaso de whiskey en mano se fue al dormitorio a descansar, ya nada le atormentaría, esa mujer ya no era nada para él, Bella Swan se podía pudrir en el infierno y a él no le importaría.
Con ese pensamiento sombrío Edward se quedó dormido, pero sus sueños se revelaron en su contra mostrándole lo que tantos años había tratado de borrar.
Estaba de vacaciones en Forks, un pueblito donde a su familia le gustaba ir en esas fechas, a él no le gustaba, él prefería ir a Italia o a cualquier otra parte de vacaciones, por ese motivo era primera vez que iba, años anteriores viajaba de vacaciones donde sus primos o tíos que tenía en varias parte del mundo, pero este año Esme, su madre le había exigido que las pasaran juntos, ya que lo extrañaba mucho, ya que él estaba en la universidad y se había alejado del nido.
Así que se encontraba en un pueblo perdido en el mapa para darle gusto a su madre y hermana, pero estaba terriblemente aburrido y no conocía a nadie y extrañaba tener la libertad que tenía la estar lejos de su familia, ellas eran muy celosas y lo absorbían mucho, él en cambio era muy fiestero y era conocido en la universidad por tener muchas aventuras con cuanta mujer le interesaba.
Había invitado a su primo Marcos para que lo acompañara en sus vacaciones, pero aún no llegaba, así que salió a dar una vuelta para conocer los alrededores. Su vuelta fue fructífera, conoció a varias jovencitas que no se habían cortado a la hora de coquetearle y él ni tonto ni perezoso les había coqueteado también, por fin empezaba sus vacaciones, las chicas del pueblo eran lindas y se veían ligeras de cascos, era absolutamente perfecto.
Al llegar a casa descubrió que su primo había llegado y en compañía de su hermana Jane, los tres hacían se hacían buena compañía y era excelentes para fiestear al igual que él.
Esa noche salieron los tres a un concurrido Pub, estaban haciendo la fila para entrar cuando escuchó una conversación de los chicos que estaba detrás de él en la fila.
- No hay peros que valgan, perdiste en el juego y debes pagar el reto ¿o tienes miedo pequeña? – decía un joven
- Miedo te va a dar de la patada en el culo que te voy a dar si no dejas de decirme pequeña y voy a pagar el reto, siempre cumplo y no le tengo miedo a nada – Edward sin mirar hacia atrás quedó maravillado con la voz de la muchacha y con el coraje que mostraba en pagar esa apuesta o reto.
- Jajajaja, no se porque sigues jugando con nosotros, siempre pierdes jajajaja, además no olvides que debes lograr que algún tipo de regale un trago, pero sin hablar con él, no debes pedirlo
- Si, si, si, eso está claro, ahora deja de dar instrucciones, que yo se como pagar el reto y te tragarás las palabras.
- Ok, no te enojes fierecita, vamos, la fila está avanzando, párate erguida o se darán cuenta que eres menor de edad y no te dejarán entrar
- De eso nada, ya verás que no tendré problemas para entrar.
Al llegar a la entrada Edward quedó rezagado esperando a ver si la muchacha del reto lograba pasar, pero no logró ver nada, al parecer ya había entrado y él se aventuró al interior del pub donde lo esperaban sus primos. Al sentarse pidieron cervezas y entre conversaciones había pasado una hora. La música era suave y buena y el ambiente relajado, estaba a punto de invitar a una chica que le coqueteaba desde la barra a sentarse en la mesa cuando la música se apagó, pero no prestó atención, seguía en la faena de conquista y de pronto una voz no muy bonita empezó a cantar, la verdad es que no se escuchaba nada bien, pero el jadeo que soltó su primo hizo que girara la cabeza hacia el escenario y casi se le salieron los ojos de las órbitas la chica que estaba cantando era realmente hermosa y al prestarle atención reconoció la voz, era la chica de la fila, la de la apuesta.
Siguió mirándola embelesado, no cantaba bien, pero se movía como una diosa por el pequeño escenario, de pronto empezó a sacarse la chaqueta de cuero que llevaba y quedó con un sexy top dejando el plano y apetecible vientre al aire, sus pantalones eran jeans azules a la cadera y estaban rotos en las rodillas, llevaba unas converse rojas y el cabello suelto y largo, después de esa inspección regresó su atención al rostro y descubrió que la muchacha lo estaba mirando fijamente con una ceja alzada, mierda, lo había descubierto mirándola como si fuera un pedazo de carne en exhibición, a la mierda, la chica era linda y esa noche sería suya, así que le sonrió como lo hacía para seducir, pero el seducido fue él, la chica le sonrió ampliamente y le guiñó un ojo mientras seguía cantando y contorneando las caderas al ritmo de la música, carajo, se veía tan sensual y su pantalón se había achicado bastante en la entrepierna, nunca le había pasado algo así, siempre necesitaba contacto para esa reacción, pero esa muchacha sin contacto previo ya lo tenía encendido y deseoso de tenerla entre sus brazos. El nunca era demasiado exigente con las chicas que pasaban por su cama, pero esa en especial era muy hermosa, tenía carita de muñeca y era muy delgada, pero sus leves curvas lo estaban volviendo loco, no llevaba maquillaje y la verdad es que no lo necesitaba, se veía una chica sencilla, no como las que él acostumbraba frecuentar, no era de su círculo social, pero estaba tan caliente que no le importaba nada, no es que fuera clasista, pero las chicas de su círculo social eran tan pervertidas como él y nunca reclamaban nada, sabían como eran las cosas, eran tan cínicas como él, así que no habían problemas con escenitas de celos y toda esa mierda que Edward odiaba tanto.
Cuando la chica terminó de cantar se bajó del escenario y Edward recordó que alguien debía invitarle un trago para ganar el reto, era muy divertido la forma de entretenerse de la chica, hace años que él no jugaba a ese tipo de juegos, en fin.
Se paró de la mesa olvidándose por completo de sus primos y se dirigió a la barra que era donde se encontraba la chica, pidió un trago delicioso esperando que le gustara a su presa y se lo ofreció, ella le sonrió tímidamente y lo aceptó, pero no lo bebió.
- Gracias
- De nada preciosa – ella frunció el ceño al escuchar tal halago, pero no dijo nada
- ¿cómo te llamas?
- Mmm, Isabella, pero me gusta que me digan Bella
- Lindo nombre, como la dueña – ella se ruborizó y Edward quedó más fascinado todavía, de cerca era más linda aún y al acercarse para darle un beso en la mejilla como saludo le embriagó el aroma de Bella, era delicioso y natural
- Mi nombre es Edward, mucho gusto Bella
- El gusto es mío, muchas gracias por el trago – apenas le dio una probadita y lo dejó en la barra – lo siento, pero debo irme
- No te vayas aún, es temprano, quédate un poco más – dijo Edward dándole su mejor sonrisa y ella quedó como paralizada por un momento
- Lo siento de verdad, pero debo irme, gracias de nuevo, adiós Edward
- Espera, dame tú número
- No
- ¿Por qué no? – él estaba confundido, nunca ninguna chica lo había rechazado
- Porque no te conozco
- Ya te dije que me llamaba Edward y para eso quiero que me des el número, para llamarte y conocerte
- Oh – ella se veía indecisa, pero le dio el número anotado en un papelito, cuando ella se iba él la tomó del brazo para darla vuelta para despedirse, pero no la besó en la mejilla, le dio un beso en la boca, un beso suave que no fue respondido, pero a Edward no le importó, ella sabía de maravilla y cuando la soltó ella estaba tan ruborizada y tan avergonzada que salió corriendo.
- Te llamaré preciosa – le gritó Edward
Cuando llegó a la mesa estaba como en las nubes, esa chica era maravillosa y luego sería de él, ella le había interesado como nunca nadie lo había hecho, pero tonto no era y no pensaba enamorarse, pero si se la llevaría a la cama, ese cuerpo delicioso sería suyo.
Despertó sobresaltado por los recuerdos que le había mostrado su sueño, maldita sea, ni dormido se podía sacar a esa mujercita de la cabeza. Miró la hora, eran las 5 de la madrugada.
Frustrado se fue a duchar y se preparó para ir a la oficina, ya era imposible seguir durmiendo.