CAPÍTULO XIV
EDWARD POV
Ya no podía soportarlo, Bella cada día actuaba peor, además de restregarme a la cara de su noviazgo con el hijo de puta de James, había llegado borracha, vestida de una manera tan sensual, pero para lucírselo a ese imbécil, esto se estaba poniendo mal, en el colegio era peor, había bajado considerablemente las notas, era cada vez más insolente tanto conmigo como con el resto de los profesores, se escapaba a diario de clases, eso era cuando decidía asistir, porque a menudo no asistía, había dejado a sus amigos de lado y cuando platiqué con Quil él estaba igual de preocupado que yo, pero dice que la entiende, que se está rebelando a todos, está descargando la ira que ha contenido por dos años, pero no me quiso contar qué mierda fue lo que le paso a Bella en ese tiempo, estaba cada vez más frustrado, lleno de dolor, lleno de amor por esa chica que me odiaba con toda su alma, lo notaba en su mirada despectiva, en la mueca de asco que se formaba cada vez que me miraba, en su reproche silencioso, agónico, mi alma sufría y los sueños volvieron a atormentarme, ella siempre a la distancia, de espalda a mi, alejándose de mi lado en forma rauda, premeditada, la llamaba, le imploraba que no me dejara, pero era inútil ella siempre se alejaba de mi lado.
Cada desprecio, cada maldita mirada me volvía loco, me tenía en sus manos, cada día la amaba más y no podía repetírselo porque no me creía ¡y con justa razón! La había cagado en grande y la había perdido, pero no para siempre porque aunque ella me odiara yo iba a luchar por ella, una vez la conquisté y lo haría de nuevo, ella era mía y no iba a permitir que el hijo de puta de James le pusiera una mano encima ¡MÍA! Gritaba mi interior, la conquistaría como nunca lo había hecho antes, aunque fuera la maldita fiera sin corazón yo sabía que tenía sentimientos buenos, escondidos, pero están ahí, se que es así, esa mujer que tuve entre mis brazos hace tan poco días me lo había demostrado con su entrega, con sus caricias, con su infinita pasión, estaba decidido la recuperaría como que me llamaba Edward Cullen, esa fiera sería domada y no la volvería a perder por nada del mundo.
BELLA POV
Mi coraza estaba imperturbable, aunque había momentos en que quería flaquear, pero no, no podía darme el lujo de darle más poder para que me dañara, casi me había destruido, era el dolor más grande por el que estaba pasando, pero me recuperaría, siempre lo hacía, siempre.
Hoy había empezado como un día relativamente normal, estaba hastiada, mis padres habían regresado de su último viaje de negocios y enseguida Charlie me había notado rara, lo aplaqué como siempre mostrando mi lado despreocupado, pero se que no se lo tragó, en cambio Renne fue más fría y me amenazó con cerrarme las cuentas de las tarjetas ya que le habían informado desde el colegio de mi bajo rendimiento, de mis escapadas y mis faltas, así que ahí me estaba mamando el infructuoso intento de ser una madre preocupada conmigo, ¡ja! Esa no se la compraba, hace tiempo que había dejado de ser una madre para mi, desde ese maldito día en que no conté con su puto apoyo cuando más lo necesitaba
- mira niña, las cosas en esta vida se ganan y tú no estás haciendo el esfuerzo para ganarte nada de lo que te brindamos con tu padre, nos matamos trabajando para darte un futuro mejor y no lo aprecias y lo que es peor nos defraudas
- ja, mira quien habla de defraudar, ustedes me han defraudado a mi primero
- ¿de qué diablos hablas Bella?, desde que tu hermana murió has cambiado tanto, antes eras dulce ahora no eres ni la sombra de esa niña a la que tanto adorábamos todos los que te conocían
- Ese es el maldito punto, no soy una niña, he crecido, madurado y ustedes insisten en tratarme como si aún lo fuera, no me toman en consideración para nada, ni siquiera saben las cosas que me pasan, lo que siento ¿alguna vez me has preguntado cómo mierda me siento? ¡nunca lo has hecho! ¡nunca!
- Mi niña, las cosas no son así, lo que pasa es que trabajamos mucho y es para darte un futuro mejor
- Y crees que a mi me importa tu maldita plata, ni siquiera sabes en que la ocupo, ¿alguna vez has revisado los estados de cuenta de mis tarjetas? Para saber en qué gasto el dinero que me depositan
- No, amor, nunca reviso en qué gastas el dinero, sólo se que gastas bastante, incluso en varias ocasiones has sobrepasado el límite, así que no digas que no te importa el dinero
- A mi no me importa, lo que me importa es en lo que lo ocupo, pero como no te interesa saber mis actividades fuera del maldito colegio para que te voy a contar
- Bella, ¿por qué te has apartado tanto de nosotros?, antes no eras así mi vida, antes siempre eras accesible
- No ha sido por mi culpa, ¿jamás has pensado en qué me pudo alejar de ustedes? ¿jamás has pensado que cuando Vanessa murió y yo me recluí en casa de Quil también necesitaba apoyo? Todo ese tiempo que estuve en su casa ni un solo maldito día fueron a visitarme, no llamaron por teléfono para saber si estaba bien, si los necesitaba, ustedes perdieron una hija, pero yo perdí una hermana, mi mejor amiga, mi alma gemela, eso era Vanessa para mi y no recibí el apoyo, el amor, el consuelo de ustedes, nunca estuvieron para mi, es como si ustedes hubieran muerto con Vanessa y me dejaron más sola que nunca, cuando más los necesitaba no estuvieron presente, eso hace dos putos años y aún no saben lo que siento, lo que me pasó, nunca les ha interesado saber por qué mierda estoy tan jodida, por qué tengo tanta ira, por qué mierda no voy al cementerio, sólo reproches, sólo dinero en tarjetas para que pueda gastar a manos llenas y ustedes no tengan remordimientos de ningún tipo conmigo ¿no?
- Bella, hijita, no es así, por favor perdónanos, yo, yo no sabía, por favor déjame entender..
- No, ya es tarde, ahora no puedo, ahora estoy jodidamente perdida, ahora estoy realmente sola, ¡quiero estar sola!
- Hija
- No, ahora no, quizás alguna vez
Al salir del estudio me encontré de sopetón con mi mayor pesadilla, me miraba raro, seguramente había escuchado la discusión con mi madre, trató de volver a buscarme con la mirada ya que le esquivé los ojos, pero seguí mi camino y cuando iba llegando a la puerta para irme al colegio me tomó del brazo y me giró para que lo mirara de frente, quité presurosa mi brazo, su toque me quemaba, la electricidad recorría mi piel, el anhelo de sentir su cuerpo contra el mío se hizo presente, el deseo recorriendo mi cuerpo, mi interior se alborotó y mis Bellas se retorcían en una lucha encarnizada por lograr el control absoluto de mi cuerpo y mi mente, mi fiera interna luchaba con dientes y uñas para dominar, para esconder el deseo de mi cuerpo y mi corazón levantando barricadas cada vez más altas en torno mío, mi consciencia me decía que escuchara lo que Edward tenía que decir, que escuchara mi corazón, ante esto mi fiera mostraba sus dientes afilados y mi consciencia se escondió sollozando mi Julieta como siempre tan romántica suspiraba de amor por ese hombre y me decía dulcemente que le diera otra oportunidad que él me decía la verdad, que me amaba, ante esa declaración mi fiera y mi consciencia le dieron una paliza a Julieta y la relegaron en un rincón, mi cabeza daba vueltas con tanto acoso en mi interior, Edward seguía mirándome fijamente, traté de escabullirme, pero me tapó la salida con ese cuerpo de dios griego que tiene y que hace pocos días me había encargado me recorrer con manos y lengua en toda su extensión, ¡mierda! Ya estaba apareciendo la zorra que llevo dentro y ella se regodeaba con la vista y los recuerdos calientes con ese hombre que me dañaba.
- Bella por favor hablemos, no soporto tu indiferencia, háblame aunque sea para que me insultes por favor dime algo
No le di el maldito gusto y lo empujé para salir, Emmett ya debería estar esperando en la pista, así que saqué fuerza de flaqueza y me dirigí presurosa hasta la pista, no quería pensar en lo que acababa de pasar, era mucho, mucho en este momento para mí, diablos cómo deseaba al imbécil Cullen, de sólo verlo, sentirlo cerca mi cuerpo reaccionaba, las terminaciones nerviosas trabajaban a full y me dejaban excitada y anhelante de ese cuerpo perfecto poseyéndome de mil maneras distintas y en mil escenarios.
La pista Bella, enfócate en la pista, en el viento que recorre tu cara, la adrenalina que se dispara por tu cuerpo, la velocidad que alcanzas, casi vuelas Bella en la pista, déjate llevar, deja esos pensamientos a un lado y concéntrate en correr, corre como siempre lo has hecho, corre, corre, corre. Y así lo hice corrí con todo apenas Emmett indicó la partida y presionando el cronómetro para medir mi tiempo. Volé por la pista, eso lo hacía muy bien, corría como siempre alejándome de mis tormentos, dejando a mis despreocupados padres atrás, mi puto noviazgo con el asqueroso de James, mi alejamiento de mis amigos, dejando el dolor que me causó Edward a un lado por un pequeño momento de paz interior, pero todo se fue a la chingada cuando de reojo vi aparecer al maricón de Jacob acercarse a la pista, me detuve en seco, Emmett trataba de que se fuera, pero era tarde ya lo había visto y me acerqué lentamente, amenazadoramente, mi fiera interna estaba cargando el arma para destrozarlo y se reía a carcajadas mientras apuntaba con las dos manos las dos pistolas cargadas en dirección a mi antiguo amigo, ese que había traicionado mi confianza y había mancillado mi cuerpo con sus toqueteos forzados.
Mientras me acercaba vi acercarse corriendo a Edward en nuestra dirección, mi Julieta aplaudía contenta según ella por el acto de caballerosidad esperaba de parte de Edward, pero mi fiera dejó un arma apuntada a Jacob y dirigió la otra en dirección a Cullen, Julieta imploraba que no le hiciera más daño a Edward, pero mi fiera le mordió el trasero a Julieta dejándola callada.
- Bella, por favor escúchame – imploraba Jacob mientras me acercaba a paso lento
- Bella ese día estaba borracho, no se qué me pasó, yo nunca te hubiera lastimado
- ¡ja! Ahora quieres hablar, qué no vas a golpearme por la espalda para poder poner tus sucias garras en mi cuerpo
- Bella por favor, no quería, pero ¡ mierda! No aguanto más yo te quiero, te deseo como loco y tú nunca me has dado la oportunidad, como amigos siempre Quil es el primero, tu confidente, él único en quien confías y eso me duele mucho y como amante te buscaste a ese profesor, crees que no se que tienen una relación y que te le entregaste, te conozco mejor de lo que tú piensas, siempre te respeté por que eras intocable para todos, pero llegó Cullen y te dejaste llevar, ya no eres mi princesa intocable, ese te quitó lo más bello que tenías
- ¿y por eso me atacaste? Jajaja eres un cínico Jacob, no me quieres, eres como todos, sólo quieres tenerme, regodearte que tuviste a la fiera, la intocable, la inalcanzable, pero NUNCA, ESCUCHA BIEN NUNCA VAS A TENERME, NUNCA perdiste mi amistad y mi respeto y ahora te aconsejo que corras porque ya no estoy indefensa para defenderme, no quiero verte nunca más, jamás te acerques otra vez a mi, te desprecio, eres un asqueroso que trató de obtener a la fuerza algo que se le negaba, eres un cobarde hijo de puta
- Bella, por favor me volví loco de rabia cuando te vi fajándote con Cullen, cuando vi cómo se miraban con tanto amor, tus ojos lo miraban con amor y deseo, nunca miraste a nadie así y me enloquecí, yo quería ser el elegido de tu corazón…
- Corre perro que quiero darte cacería CORRE – el cobarde salió corriendo como el perro que era.
Emmett y Edward que había escuchado todo trataron de detenerme, pero los empujé y los miré con odio por tratar de detenerme, se que me dejaron, porque eras más grandes y más fuerte que yo, si me hubieran querido detener en forma seria lo habrían logrado, pero sabían en el fondo que Jacob lo merecía y que yo necesitaba el desquite, así que salí corriendo tras el perro y luego le di alcance, lo derribé al suelo y me perdí de rabia golpeándolo con puños y pies, la rabia recorría mi cuerpo sacando el veneno y el dolor que me causó su acción tan cobarde, sólo recuerdo el cansancio y las lágrimas de rabia que expulsaban mis ojos cuando unos fuertes brazos me rodearon para que me detuviera, el olor tan conocido y ansiado por mi cuerpo se coló por mi nariz dándome por un momento la paz que necesitaba en ese momento de arrebato, Edward me tomó en brazos y yo me aferré a su pecho llorando con más fuerza, llegué a mi dormitorio envuelta en sus brazos y me depositó con calma en la cama aún abrazados mientra depositaba besos por todo mi rostro y murmuraba una y otra vez que lo sentía mucho, que me amaba con todo su corazón, que lo perdonara. Estaba indefensa, mis muros estaban cayendo estrepitosamente ese hombre se había grabado a fuego en mi piel y en mi corazón, lo amaba, lo amaba con toda mi alma, pero me había utilizado él mismo lo dijo, sólo había servido para calentarle la cama, mi fiera estaba despertando y aún le quedaban balas en la pistola para defenderse y ahora estaban apuntando directamente al corazón de Edward
- déjame de una puta vez Edward, no vuelvas a tocarme nunca más – nooooooo gritaba mi Julieta y mi fiera rugía, mi consciencia brillaba por su ausencia
- bella no, no me alejes de tu vida, no puedo vivir sin ti amor, te necesito, te amo, te deseo con toda mi alma, sólo a ti, tú eres la única para mi
- ¡noooo!, no entiendes que no te creo nada, lo dejaste muy claro esa noche, no signifiqué nada para ti, pero no te preocupes porque no te quiero, sólo me saqué el gusto con el profe nuevo y medianamente atractivo, así que no tienes por que fingir para sentirte mejor los dos nos utilizamos y jamás te he querido o amado, nunca, nunca te podré querer, no significas nada para mi, eres como los demás, eres otro perro que sólo quería mi cuerpo, ahora lárgate
- No digas esas cosas, yo se que sientes algo por mi, deja demostrarte lo mucho que te quiero
Lo dejé hablando solo y me fui directo a la ducha, un baño relajante me calmaría, estaba con los nervios a flor de piel, me miré las manos y mis nudillos estaban rotos y llenos de sangre ¡mierda si que dolía! Pero había hecho bien Jacob no se atrevería a ponerme un puto dedo encima nuevamente y Edward….oh Edward espero que deje sus mentiras de lado o el próximo golpeado será él, seré pequeña pero tengo una fuerza que cuando me domina la rabia la dejo salir y no me para nadie.
Cuando salí de la tina me curé los nudillos y me vendé las manos, no era para tanto pero no quería andar luciendo mis marcas de guerra, al llegar a mi dormitorio Sue se encontraba ordenando y tenía una mueca de disgusto en la cara, al parecer se había enterado de la refriega que armé en la pista, claro que siendo tía de Jacob no le agradaba lo que había pasado, aunque cuando conversamos me dejó bien claro que no aprobaba para nada la actitud de Jacob y que le diría a sus padres lo que me había hecho, mi dulce nana me quería tanto como yo a ella, además me informó que me había llamado James y que ahora estaba por llegar, a mi nana tampoco le gustaba James, decía que tenía algo raro en la mirada, yo sabía lo que era, pero no le dije nada por el momento.
Cuando James llegó lo hice pasar directo a mi dormitorio, Edward se encontraba en la sala así que presenció cuando lo invité a mi cuarto, sus ojos denotaban ¿dolor?, cínico que dolor va a sentir si sólo calenté su maldita cama donde después de folló a esa puta de la disco.
Con James conversamos y se mostró preocupado por mis vendas, así que le dije la verdad, omitiendo claro a Edward y mi romance con él, estaba furioso, se paseaba como león enjaulado por mi habitación profiriendo amenazas e insultos contra Jacob y todos los que me quisieran hacer daño, trataba de besarme pero lo alejé diciendo que estaba cansada y enfadada por lo que había pasado, así que me dejó tranquila, pusimos música y conversamos del colegio, de mis amigos, sus amigos y un montón de tonterías más, si no supiera como es en realidad diría que es una persona agradable y con la que podría entablar una amistad, la verdad es que se estaba comportando como un verdadero novio preocupado y consciente, pero yo sabía que no era así, a mi hermana no la trató así, la destruyó y yo haría lo mismo con él, lástima que mi hermana se hubiera fijado en él y él le hiciera tanto daño, ahora las cartas estaban echadas y James no se salvaría de mi juicio y condena.
Nos fuimos a dar un paseo por el jardín, ya que me estaba aburriendo en el dormitorio, además no quería ese tipo de intimidad con mi víctima, así que paseamos tranquilamente por el jardín, hasta que mi inoportuna madre hizo acto de presencia y no me quedó de otra que presentarlo como mi novio, ella estaba encantada, ya que el padre de James era dueño de una importante fábrica automotriz y Renne esas cosas las valoraba ¡madres frívolas!, lo invitó a almorzar y James aceptó encantado la invitación.
El almuerzo fue bastante incómodo Edward me lanzaba miradas cargadas de dolor y a James de celos y odio, gesto que no pasó inadvertido para nadie, mis padres me miraban de reojo y casi podía oír en la cabeza de mi madre el click que le daba a entender que algo pasaba ahí entre los tres, mi padre miraba desconfiado a James, ya había olvidado lo perceptivo que era, siempre decía que yo había sacado la intuición de él. Sue por otro lado me miraba y después miraba a Edward y luego nuevamente a mi, si mi nana ya sabía que ahí había pasado algo y ella estaba tan contenta por esa cortísima relación, decía que éramos el uno para el otro, que ella sabía que entre nosotros existía amor y cuando supo el motivo de quiebre se enfureció, pero le dio la duda razonable a Edward y me decía que los celos los cargaba el demonio, pero que ella sabía que Edward me quería, ¡bah! Pura mierda.
EDWARD POV
Cuando llegó el idiota de James me quise morir, Bella lo llevó a su dormitorio, los celos que comían el alma de a poquito, pero ya conocía a mi niña, ella no era así, no caería nuevamente en mis celos, ella no lo quería a él, lo veía en la forma en que ella lo miraba, algo se cocinaba ahí, ella tenía sus motivos para andar con él y no era precisamente amor o deseo, ahora conocía la forma de mirar de Bella y cuando ella me miraba yo notaba que si me quería y sus ojos relucían el deseo que sentía por mi, eso me daba las fuerzas para hacer lo que estaba a punto de iniciar para conquistarla y que se diera cuenta de que si me quería y me perdonara.
Cuando James trataba de conquistarla en el colegio le mandaba ramos de flores, las más caras, pero yo había descubierto una foto de ella cuando era pequeña y estaba en un jardín rodeada de margaritas y se veía tan feliz y hermosa, espero le sigan gustando, ahora conocerás al Edward que has despertado mi niña, no te daré tregua, serás mía nuevamente de a poquito te conquistaré y derribaré tus murallas.
Me levanté temprano para ir al colegio, pero antes le dejé un pequeño ramo de margaritas que ayer había comprado, lo dejé enganchado el la perilla de la puerta de su dormitorio y me fui antes de que despertara, ya faltaba pocos minutos para que lo hiciera, así que me escondí en la sala de música, de allí podía ver claramente cuando abriera la puerta y se encontrara con mi sorpresa.
A los pocos minutos salió y ¡bongo! Vió las flores y miro hacia todos lados antes de cogerlas entre sus dedos, las olió y una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios, mi corazón estaba que explotaba de felicidad ¡había acertado, les gustaban las margaritas!, disimuladamente sacó una flor del ramo, el resto la tiró al piso y las pisó, pero la que sacó la llevó a su dormitorio, creo que para guardarla, cerré la puerta para que no me viera al pasar, cuando se fue al colegio me metí a su cuarto y ahí en el velador se encontraba la flor que había guardado ¡si! Lo conseguí, le gustó, primer paso listo.
Me fui más que contento al colegio, hoy tendría clases en su curso así que la vería, ella sabía que había sido yo, y quería ver como reaccionaba cuando me viera de frente en la sala de clases. Cuando me tocó impartirle clases ella estaba seria como siempre y escuchando música recostada en la mesa y con los ojos cerrados, como siempre me estaba ignorando, Quil estaba a su lado y la codeó para que prestara atención, así que se sacó los audífonos y miró al frente, cuando nuestras miradas se encontraron no estaba tan fría como siempre, había lago distinto en su mirada, pero esquivó rápidamente sus ojos y los posó en la pizarra, no pude evitar que una sonrisa se dibujara en mis labios, ella era tan testaruda y pretendía ser tan fría, pero ya la estaba conociendo y su mirada no me engañaba, ella era mía, todavía era mía.
La clase avanzaba y decidí ponerles una prueba sorpresa, ya que estaban muy revoltosos, se escucharon reclamos, pero impuse mi autoridad firmemente y les dicté las preguntas, si habían prestado atención a las últimas clases no les sería difícil de contestar, pero ahí había un problema, Bella nunca ponía atención a mis clases y además había faltado a varias estos últimos días, ya veremos mi fierecita si eres tan lista ahora que no has prestado atención.
La miraba atentamente, ella estaba concentrada escribiendo sin parar en su hoja, a ratos alzaba la vista y me quedaba mirando de una forma desafiante ¿qué tramaba mi niña rebelde? Esta tan intrigado de sus respuestas, casi todos los alumnos habían entregado las hojas con las respuestas, pero ella seguía escribiendo sin parar. Fue la última en terminar y se acercó lentamente a mi mesa con la mirada clavada en mis ojos ¡carajo! Esa mirada me estaba derritiendo por dentro y ya estaba deseando ponerla en mi mesa y meterle mano debajo de esa minúscula y sexy faldita, recorrer sus largas y torneadas piernas, saborear su sexo húmedo y caliente listo para mi, mi respiración se estaba haciendo más rápida, mi pecho subía y bajaba a una velocidad desgarradora, su exquisito olor se coló por mi nariz transportándome a esos días en que la tenía a mi merced bajo y encima de mi cuerpo sudado y anhelante de su calor, de sus gemidos, de sus gritos cuando la hacía tocar el cielo en este mismo escritorio, mi erección no podía ser mayor, hasta dolía y sólo con una mirada suya ¿sabría lo que me provocaba?, llegó a mi escritorio y bajó su vista hasta mis labios y se mordió su labio inferior, ella me desea, quiere besarme y yo no daba más del deseo, si seguía jugando se iba a quemar, la tomaría acá mismo como tantas veces, mis manos picaban por acariciarla, mi erección palpitaba por enterrarse completamente en su apretado sexo. Me dirigió una sonrisa traviesa y coqueta, me incorporé y vió claramente mi erección, sonrió y me entregó su hoja y se retiró hacia la puerta sonriendo triunfal por lo que me había provocado ¡maldita arpía! Estaba jugando conmigo, pero me encantaba, esa sexualidad la saqué yo de su interior, yo la hice mujer, mi mujer, y pronto lo sería otra vez, sería mía para siempre, no podía vivir sin ella y me costara lo que me costara sería mía completamente, esa niña mujer me tenía en sus manos, me había conquistado y me estaba matando de amor y deseo, ya no habían dudas la amaba como enfermo.
Al revisar sus respuestas de la hoja me quedé estupefacto ¡qué mierda significaba esto!, no entendía una sola palabra de lo que decía ahí si se le podían decir palabras, había rellenado las preguntas con un lenguaje que no conocía, parecían puros disparates, pero conociéndola no lo eran, ¿qué diablos decía?, por eso me miraba de forma retadora cuando estaba escribiendo, esto era un reto, mi sonrisa se ensanchó sólo ella podía hacer esto, me tenía completamente maravillado y para que negarlo un poco cabreado ¿cómo mierda voy a saber ahora lo que la bruja escribió?, tendría que consultarle a alguien si sabía de este idioma de la fiera ¿alguien debía saber? ¿cierto?. En recreo busqué a Quil para tratar de sonsacarle la información, él se largó a reír al ver las respuestas, pero no soltó prenda diciendo que no traicionaría a su amiga y se fue carcajeando y diciendo que hace años no usaban esa escritura que habían inventado cuando eran pequeños.
Cuando Quil se fue una chica llamada Sofía se acercó y me preguntó de manera muy sospechosa si Bella estaba metida en un problema, había escuchado mi conversación con Quil y sorprendentemente ella había sido amiga de Bella cuando pequeñas y sabía lo que significaba ese código como lo llamó ella, pero yo no quería que ella supiera lo que Bella había escrito por si ahí decía algo comprometedor para los dos, así que decliné so ofrecimiento de traducirme la hoja, así que me escribió el abecedario y debajo de cada letra puso la traducción en código, así que tendría bastante trabajo descifrando letra por letra para saber lo que había escrito, menuda tramposa me haría trabajar como chino para saber sus respuestas, además sus respuestas eran muchos más largas que la de sus compañeros, así que lo que restó del recreo y parte de la siguiente clase donde también impartí una prueba lo dediqué a traducir la famosa prueba de mi dulce y bella fiera.
Al llegar al término de jornada estaba el estacionamiento cuando llegó el maldito de James a buscar a MI MUJER y ella mirándome de reojo y sonriendo se largó con ese puto, estaba más que cabreado, ella se larga con su noviecito y yo tengo que quemarme las pestañas para traducir su prueba, tenía unas ganas locas de arrancarla de su lado, llevármela y follarla como se merece por ser tan mierda conmigo y después de que la lleve al cielo tirarle su puta prueba y reprobarla, si, claro Cullen, lo que harías en realidad es hacerle el amor y después rogarle perdón y besarla mucho y acariciarla como una flor, como es ella, como una diosa.
Confundido en mis pensamientos amorosos y perversamente sexuales con mi alumna preferida me fui a la casa a seguir descubriendo lo que decía la hoja.
Por la tarde llegó Bella muy campante justo a la hora del té, Sue estaba enfadada porque no vino a almorzar y ella dijo que la madre de James la había invitado a almorzar, los celos empezaron a hacer ebullición dentro de mi, así que ya tenía una relación más formal con James, hasta había conocido a sus padres, esto no me pintaba nada bien, esa relación estaba avanzando a pasos agigantados y no me gustaba nada, tendría que avanzar ya mismo en mi plan de conquista sino quería perder completamente a mi niña en manos de ese gusano.
Como a las tres de la madrugada terminé de traducir la hoja de Bella ¡mierda esta niña si que escribe! No me defraudó, sus respuestas eran correctas y extensas, se había tomado su tiempo y había realizado el mejor examen que había dictado, ella tenía pasta de escritora, se notaba en la forma de transmitir una idea, como definía sus respuestas y la manera en que defendía su propio punto de vista con respecto a la obra literaria que habíamos estado estudiando las últimas semanas, ella era simplemente impresionante y maravillosa en todo lo que se proponía.
La semana pasó lentamente y Bella seguía en su plan de escaparse de clases, no se dónde mierda se metía, pero ya tenía claro que no se iba con James, ya que había averiguado y él a esa hora tenía clases en la universidad, estaba más que intrigado. Cuando le había entregado los resultados de la prueba quedó sorprendida porque había descifrado su famoso código, por supuesto había sacado la nota máxima, ella dirigió rápidamente su mirada hacia Quil que estaba a su lado, él negó con su cabeza y alzándose de hombros para negar que hubiera sido él, así que miró hacia atrás y vio directamente a Sofía, ella le dio una sonrisa irónica pensando que había logrado que Bella se metiera en problemas, entonces mi niña se paró de su asiento con la prueba en la mano y algo le dijo al oído y se devolvió a su asiento riendo a carcajadas, la chica Sofía estaba pálida y temblorosa en su asiento.
El día viernes había llegado, el último día de clases de la semana y me estaba dirigiendo a la casa cuando divisé la moto de Bella estacionada cerca de la playa, estacioné mi volvo lejos de la moto y me bajé a ver qué era lo que estaba haciendo Bella, cuando la divisé de lejos estaba sentada en una roca mirando el mar, se veía tan linda y tan serena, me acerqué lentamente sin que se diera cuenta, cuando estuve cerca me dejé ver para tantear su reacción, ella me miró pero no huyó de mi cercanía, así que llegué hasta su lado y me senté junto a ella.
- hola
- hola – recibí como respuesta
- Bella ¿qué haces acá? Deberías estar en casa almorzando
- no tengo hambre, además lo que haga no te importa
- claro que me importa, eres tú y todo lo que hagas me importa
- para por favor, no me hagas esto
- ¿Qué no te haga qué Bella?
- Esto, siendo amable conmigo, dejándome todos los días ramos de margaritas, tratando de convencerme de que me quieres, me cabrea y me confunde y no quiero creerte nada, no quiero volver a estar contigo
- Si te confundo es por que algo sientes por mi, no pudiste haberte entregado a mí sin sentir nada más que pasión, te conozco y se no te entregarías sino sintieras amor por mi, el mismo que siento yo por ti mi niña
- Ese es el problema Edward, no me conoces, no sabes quién soy, lo que soy capaz de hacer, soy una persona horrible y manipuladora que juega con las personas, aunque se lo merezcan ¿quién me da el derecho a jugar con las personas?
- ¿qué ha pasado Bella? Dime qué te tiene así
- Es James, él….quiere comprometerse conmigo y compró las ilusiones y yo, yo….
- ¿queeeé? Bella no puedes aceptar yo te amo, por favor dime que no lo amas a él, por favor, respóndeme, por favor nena, mi muñeca te amo tanto, no quiero perderte.
- Yo,yo..
- Ey, ángel durmiente – Bella giró su cabeza a donde provenía esa voz varonil, yo seguí su mirada y un chico se acercaba a donde nos encontrábamos ¿quién era ese chico? ¿conocía a Bella? Y ¿por qué le decía ángel durmiente?
- ¿anthony?
- Hola Bella ¿cómo estás? – mierda si lo conocía y ¿de dónde? Cuando el chico llegó a nuestro lado miraba a Bella embobado, era joven uno o quizás dos años mayores que Bella, su ropa era extraña, una mezcla de Dark y Grunge, sonreía abiertamente a mi niña.
- Mmm, bien, estoy bien ¿qué quieres? – Bella estaba nerviosa, se notaba en la entonación de su voz, quería salir corriendo ¿le había hecho algo malo este chico para que Bella estuviera tan nerviosa?
- Ey, no seas gruñona, sólo estaba paseando y te vi de lejos y quería saber si habías vuelto al …….
- Eh, yo me tengo que ir, lo siento no me puedo quedar por más tiempo, tengo muchas cosas que hacer – algo iba a decir Anthony y Bella lo interrumpió ¿qué se traía mi niña? ¿cuál era el secreto?
- Vamos Bella, en casa nos esperan, está haciendo frío y Sue se enojará si no llegamos a almorzar
- ¿es tu hermano? Mucho gusto soy Anthony
- Mmm, mucho gusto Edward y no soy su hermano, pero si vivimos juntos y nos tenemos que ir
- Ok, adiós
- Adiós Anthony
- Adiós Bella, adiós Edward
Nos estábamos alejando cuando el chico grita
- Ey Bella, mañana voy con Mary al cementerio ¿vas a estar como el otro día? - ¿qué? ¿Bella había ido al cementerio? ¿ahí lo había conocido?
- si vas espero no encontrarte dormida otra vez ángel durmiente, está haciendo mucho frío, no quiero que te enfermes
- mierda – masculló Bella y se dirigió rápidamente hacia la moto
EDWARD POV
Ya no podía soportarlo, Bella cada día actuaba peor, además de restregarme a la cara de su noviazgo con el hijo de puta de James, había llegado borracha, vestida de una manera tan sensual, pero para lucírselo a ese imbécil, esto se estaba poniendo mal, en el colegio era peor, había bajado considerablemente las notas, era cada vez más insolente tanto conmigo como con el resto de los profesores, se escapaba a diario de clases, eso era cuando decidía asistir, porque a menudo no asistía, había dejado a sus amigos de lado y cuando platiqué con Quil él estaba igual de preocupado que yo, pero dice que la entiende, que se está rebelando a todos, está descargando la ira que ha contenido por dos años, pero no me quiso contar qué mierda fue lo que le paso a Bella en ese tiempo, estaba cada vez más frustrado, lleno de dolor, lleno de amor por esa chica que me odiaba con toda su alma, lo notaba en su mirada despectiva, en la mueca de asco que se formaba cada vez que me miraba, en su reproche silencioso, agónico, mi alma sufría y los sueños volvieron a atormentarme, ella siempre a la distancia, de espalda a mi, alejándose de mi lado en forma rauda, premeditada, la llamaba, le imploraba que no me dejara, pero era inútil ella siempre se alejaba de mi lado.
Cada desprecio, cada maldita mirada me volvía loco, me tenía en sus manos, cada día la amaba más y no podía repetírselo porque no me creía ¡y con justa razón! La había cagado en grande y la había perdido, pero no para siempre porque aunque ella me odiara yo iba a luchar por ella, una vez la conquisté y lo haría de nuevo, ella era mía y no iba a permitir que el hijo de puta de James le pusiera una mano encima ¡MÍA! Gritaba mi interior, la conquistaría como nunca lo había hecho antes, aunque fuera la maldita fiera sin corazón yo sabía que tenía sentimientos buenos, escondidos, pero están ahí, se que es así, esa mujer que tuve entre mis brazos hace tan poco días me lo había demostrado con su entrega, con sus caricias, con su infinita pasión, estaba decidido la recuperaría como que me llamaba Edward Cullen, esa fiera sería domada y no la volvería a perder por nada del mundo.
BELLA POV
Mi coraza estaba imperturbable, aunque había momentos en que quería flaquear, pero no, no podía darme el lujo de darle más poder para que me dañara, casi me había destruido, era el dolor más grande por el que estaba pasando, pero me recuperaría, siempre lo hacía, siempre.
Hoy había empezado como un día relativamente normal, estaba hastiada, mis padres habían regresado de su último viaje de negocios y enseguida Charlie me había notado rara, lo aplaqué como siempre mostrando mi lado despreocupado, pero se que no se lo tragó, en cambio Renne fue más fría y me amenazó con cerrarme las cuentas de las tarjetas ya que le habían informado desde el colegio de mi bajo rendimiento, de mis escapadas y mis faltas, así que ahí me estaba mamando el infructuoso intento de ser una madre preocupada conmigo, ¡ja! Esa no se la compraba, hace tiempo que había dejado de ser una madre para mi, desde ese maldito día en que no conté con su puto apoyo cuando más lo necesitaba
- mira niña, las cosas en esta vida se ganan y tú no estás haciendo el esfuerzo para ganarte nada de lo que te brindamos con tu padre, nos matamos trabajando para darte un futuro mejor y no lo aprecias y lo que es peor nos defraudas
- ja, mira quien habla de defraudar, ustedes me han defraudado a mi primero
- ¿de qué diablos hablas Bella?, desde que tu hermana murió has cambiado tanto, antes eras dulce ahora no eres ni la sombra de esa niña a la que tanto adorábamos todos los que te conocían
- Ese es el maldito punto, no soy una niña, he crecido, madurado y ustedes insisten en tratarme como si aún lo fuera, no me toman en consideración para nada, ni siquiera saben las cosas que me pasan, lo que siento ¿alguna vez me has preguntado cómo mierda me siento? ¡nunca lo has hecho! ¡nunca!
- Mi niña, las cosas no son así, lo que pasa es que trabajamos mucho y es para darte un futuro mejor
- Y crees que a mi me importa tu maldita plata, ni siquiera sabes en que la ocupo, ¿alguna vez has revisado los estados de cuenta de mis tarjetas? Para saber en qué gasto el dinero que me depositan
- No, amor, nunca reviso en qué gastas el dinero, sólo se que gastas bastante, incluso en varias ocasiones has sobrepasado el límite, así que no digas que no te importa el dinero
- A mi no me importa, lo que me importa es en lo que lo ocupo, pero como no te interesa saber mis actividades fuera del maldito colegio para que te voy a contar
- Bella, ¿por qué te has apartado tanto de nosotros?, antes no eras así mi vida, antes siempre eras accesible
- No ha sido por mi culpa, ¿jamás has pensado en qué me pudo alejar de ustedes? ¿jamás has pensado que cuando Vanessa murió y yo me recluí en casa de Quil también necesitaba apoyo? Todo ese tiempo que estuve en su casa ni un solo maldito día fueron a visitarme, no llamaron por teléfono para saber si estaba bien, si los necesitaba, ustedes perdieron una hija, pero yo perdí una hermana, mi mejor amiga, mi alma gemela, eso era Vanessa para mi y no recibí el apoyo, el amor, el consuelo de ustedes, nunca estuvieron para mi, es como si ustedes hubieran muerto con Vanessa y me dejaron más sola que nunca, cuando más los necesitaba no estuvieron presente, eso hace dos putos años y aún no saben lo que siento, lo que me pasó, nunca les ha interesado saber por qué mierda estoy tan jodida, por qué tengo tanta ira, por qué mierda no voy al cementerio, sólo reproches, sólo dinero en tarjetas para que pueda gastar a manos llenas y ustedes no tengan remordimientos de ningún tipo conmigo ¿no?
- Bella, hijita, no es así, por favor perdónanos, yo, yo no sabía, por favor déjame entender..
- No, ya es tarde, ahora no puedo, ahora estoy jodidamente perdida, ahora estoy realmente sola, ¡quiero estar sola!
- Hija
- No, ahora no, quizás alguna vez
Al salir del estudio me encontré de sopetón con mi mayor pesadilla, me miraba raro, seguramente había escuchado la discusión con mi madre, trató de volver a buscarme con la mirada ya que le esquivé los ojos, pero seguí mi camino y cuando iba llegando a la puerta para irme al colegio me tomó del brazo y me giró para que lo mirara de frente, quité presurosa mi brazo, su toque me quemaba, la electricidad recorría mi piel, el anhelo de sentir su cuerpo contra el mío se hizo presente, el deseo recorriendo mi cuerpo, mi interior se alborotó y mis Bellas se retorcían en una lucha encarnizada por lograr el control absoluto de mi cuerpo y mi mente, mi fiera interna luchaba con dientes y uñas para dominar, para esconder el deseo de mi cuerpo y mi corazón levantando barricadas cada vez más altas en torno mío, mi consciencia me decía que escuchara lo que Edward tenía que decir, que escuchara mi corazón, ante esto mi fiera mostraba sus dientes afilados y mi consciencia se escondió sollozando mi Julieta como siempre tan romántica suspiraba de amor por ese hombre y me decía dulcemente que le diera otra oportunidad que él me decía la verdad, que me amaba, ante esa declaración mi fiera y mi consciencia le dieron una paliza a Julieta y la relegaron en un rincón, mi cabeza daba vueltas con tanto acoso en mi interior, Edward seguía mirándome fijamente, traté de escabullirme, pero me tapó la salida con ese cuerpo de dios griego que tiene y que hace pocos días me había encargado me recorrer con manos y lengua en toda su extensión, ¡mierda! Ya estaba apareciendo la zorra que llevo dentro y ella se regodeaba con la vista y los recuerdos calientes con ese hombre que me dañaba.
- Bella por favor hablemos, no soporto tu indiferencia, háblame aunque sea para que me insultes por favor dime algo
No le di el maldito gusto y lo empujé para salir, Emmett ya debería estar esperando en la pista, así que saqué fuerza de flaqueza y me dirigí presurosa hasta la pista, no quería pensar en lo que acababa de pasar, era mucho, mucho en este momento para mí, diablos cómo deseaba al imbécil Cullen, de sólo verlo, sentirlo cerca mi cuerpo reaccionaba, las terminaciones nerviosas trabajaban a full y me dejaban excitada y anhelante de ese cuerpo perfecto poseyéndome de mil maneras distintas y en mil escenarios.
La pista Bella, enfócate en la pista, en el viento que recorre tu cara, la adrenalina que se dispara por tu cuerpo, la velocidad que alcanzas, casi vuelas Bella en la pista, déjate llevar, deja esos pensamientos a un lado y concéntrate en correr, corre como siempre lo has hecho, corre, corre, corre. Y así lo hice corrí con todo apenas Emmett indicó la partida y presionando el cronómetro para medir mi tiempo. Volé por la pista, eso lo hacía muy bien, corría como siempre alejándome de mis tormentos, dejando a mis despreocupados padres atrás, mi puto noviazgo con el asqueroso de James, mi alejamiento de mis amigos, dejando el dolor que me causó Edward a un lado por un pequeño momento de paz interior, pero todo se fue a la chingada cuando de reojo vi aparecer al maricón de Jacob acercarse a la pista, me detuve en seco, Emmett trataba de que se fuera, pero era tarde ya lo había visto y me acerqué lentamente, amenazadoramente, mi fiera interna estaba cargando el arma para destrozarlo y se reía a carcajadas mientras apuntaba con las dos manos las dos pistolas cargadas en dirección a mi antiguo amigo, ese que había traicionado mi confianza y había mancillado mi cuerpo con sus toqueteos forzados.
Mientras me acercaba vi acercarse corriendo a Edward en nuestra dirección, mi Julieta aplaudía contenta según ella por el acto de caballerosidad esperaba de parte de Edward, pero mi fiera dejó un arma apuntada a Jacob y dirigió la otra en dirección a Cullen, Julieta imploraba que no le hiciera más daño a Edward, pero mi fiera le mordió el trasero a Julieta dejándola callada.
- Bella, por favor escúchame – imploraba Jacob mientras me acercaba a paso lento
- Bella ese día estaba borracho, no se qué me pasó, yo nunca te hubiera lastimado
- ¡ja! Ahora quieres hablar, qué no vas a golpearme por la espalda para poder poner tus sucias garras en mi cuerpo
- Bella por favor, no quería, pero ¡ mierda! No aguanto más yo te quiero, te deseo como loco y tú nunca me has dado la oportunidad, como amigos siempre Quil es el primero, tu confidente, él único en quien confías y eso me duele mucho y como amante te buscaste a ese profesor, crees que no se que tienen una relación y que te le entregaste, te conozco mejor de lo que tú piensas, siempre te respeté por que eras intocable para todos, pero llegó Cullen y te dejaste llevar, ya no eres mi princesa intocable, ese te quitó lo más bello que tenías
- ¿y por eso me atacaste? Jajaja eres un cínico Jacob, no me quieres, eres como todos, sólo quieres tenerme, regodearte que tuviste a la fiera, la intocable, la inalcanzable, pero NUNCA, ESCUCHA BIEN NUNCA VAS A TENERME, NUNCA perdiste mi amistad y mi respeto y ahora te aconsejo que corras porque ya no estoy indefensa para defenderme, no quiero verte nunca más, jamás te acerques otra vez a mi, te desprecio, eres un asqueroso que trató de obtener a la fuerza algo que se le negaba, eres un cobarde hijo de puta
- Bella, por favor me volví loco de rabia cuando te vi fajándote con Cullen, cuando vi cómo se miraban con tanto amor, tus ojos lo miraban con amor y deseo, nunca miraste a nadie así y me enloquecí, yo quería ser el elegido de tu corazón…
- Corre perro que quiero darte cacería CORRE – el cobarde salió corriendo como el perro que era.
Emmett y Edward que había escuchado todo trataron de detenerme, pero los empujé y los miré con odio por tratar de detenerme, se que me dejaron, porque eras más grandes y más fuerte que yo, si me hubieran querido detener en forma seria lo habrían logrado, pero sabían en el fondo que Jacob lo merecía y que yo necesitaba el desquite, así que salí corriendo tras el perro y luego le di alcance, lo derribé al suelo y me perdí de rabia golpeándolo con puños y pies, la rabia recorría mi cuerpo sacando el veneno y el dolor que me causó su acción tan cobarde, sólo recuerdo el cansancio y las lágrimas de rabia que expulsaban mis ojos cuando unos fuertes brazos me rodearon para que me detuviera, el olor tan conocido y ansiado por mi cuerpo se coló por mi nariz dándome por un momento la paz que necesitaba en ese momento de arrebato, Edward me tomó en brazos y yo me aferré a su pecho llorando con más fuerza, llegué a mi dormitorio envuelta en sus brazos y me depositó con calma en la cama aún abrazados mientra depositaba besos por todo mi rostro y murmuraba una y otra vez que lo sentía mucho, que me amaba con todo su corazón, que lo perdonara. Estaba indefensa, mis muros estaban cayendo estrepitosamente ese hombre se había grabado a fuego en mi piel y en mi corazón, lo amaba, lo amaba con toda mi alma, pero me había utilizado él mismo lo dijo, sólo había servido para calentarle la cama, mi fiera estaba despertando y aún le quedaban balas en la pistola para defenderse y ahora estaban apuntando directamente al corazón de Edward
- déjame de una puta vez Edward, no vuelvas a tocarme nunca más – nooooooo gritaba mi Julieta y mi fiera rugía, mi consciencia brillaba por su ausencia
- bella no, no me alejes de tu vida, no puedo vivir sin ti amor, te necesito, te amo, te deseo con toda mi alma, sólo a ti, tú eres la única para mi
- ¡noooo!, no entiendes que no te creo nada, lo dejaste muy claro esa noche, no signifiqué nada para ti, pero no te preocupes porque no te quiero, sólo me saqué el gusto con el profe nuevo y medianamente atractivo, así que no tienes por que fingir para sentirte mejor los dos nos utilizamos y jamás te he querido o amado, nunca, nunca te podré querer, no significas nada para mi, eres como los demás, eres otro perro que sólo quería mi cuerpo, ahora lárgate
- No digas esas cosas, yo se que sientes algo por mi, deja demostrarte lo mucho que te quiero
Lo dejé hablando solo y me fui directo a la ducha, un baño relajante me calmaría, estaba con los nervios a flor de piel, me miré las manos y mis nudillos estaban rotos y llenos de sangre ¡mierda si que dolía! Pero había hecho bien Jacob no se atrevería a ponerme un puto dedo encima nuevamente y Edward….oh Edward espero que deje sus mentiras de lado o el próximo golpeado será él, seré pequeña pero tengo una fuerza que cuando me domina la rabia la dejo salir y no me para nadie.
Cuando salí de la tina me curé los nudillos y me vendé las manos, no era para tanto pero no quería andar luciendo mis marcas de guerra, al llegar a mi dormitorio Sue se encontraba ordenando y tenía una mueca de disgusto en la cara, al parecer se había enterado de la refriega que armé en la pista, claro que siendo tía de Jacob no le agradaba lo que había pasado, aunque cuando conversamos me dejó bien claro que no aprobaba para nada la actitud de Jacob y que le diría a sus padres lo que me había hecho, mi dulce nana me quería tanto como yo a ella, además me informó que me había llamado James y que ahora estaba por llegar, a mi nana tampoco le gustaba James, decía que tenía algo raro en la mirada, yo sabía lo que era, pero no le dije nada por el momento.
Cuando James llegó lo hice pasar directo a mi dormitorio, Edward se encontraba en la sala así que presenció cuando lo invité a mi cuarto, sus ojos denotaban ¿dolor?, cínico que dolor va a sentir si sólo calenté su maldita cama donde después de folló a esa puta de la disco.
Con James conversamos y se mostró preocupado por mis vendas, así que le dije la verdad, omitiendo claro a Edward y mi romance con él, estaba furioso, se paseaba como león enjaulado por mi habitación profiriendo amenazas e insultos contra Jacob y todos los que me quisieran hacer daño, trataba de besarme pero lo alejé diciendo que estaba cansada y enfadada por lo que había pasado, así que me dejó tranquila, pusimos música y conversamos del colegio, de mis amigos, sus amigos y un montón de tonterías más, si no supiera como es en realidad diría que es una persona agradable y con la que podría entablar una amistad, la verdad es que se estaba comportando como un verdadero novio preocupado y consciente, pero yo sabía que no era así, a mi hermana no la trató así, la destruyó y yo haría lo mismo con él, lástima que mi hermana se hubiera fijado en él y él le hiciera tanto daño, ahora las cartas estaban echadas y James no se salvaría de mi juicio y condena.
Nos fuimos a dar un paseo por el jardín, ya que me estaba aburriendo en el dormitorio, además no quería ese tipo de intimidad con mi víctima, así que paseamos tranquilamente por el jardín, hasta que mi inoportuna madre hizo acto de presencia y no me quedó de otra que presentarlo como mi novio, ella estaba encantada, ya que el padre de James era dueño de una importante fábrica automotriz y Renne esas cosas las valoraba ¡madres frívolas!, lo invitó a almorzar y James aceptó encantado la invitación.
El almuerzo fue bastante incómodo Edward me lanzaba miradas cargadas de dolor y a James de celos y odio, gesto que no pasó inadvertido para nadie, mis padres me miraban de reojo y casi podía oír en la cabeza de mi madre el click que le daba a entender que algo pasaba ahí entre los tres, mi padre miraba desconfiado a James, ya había olvidado lo perceptivo que era, siempre decía que yo había sacado la intuición de él. Sue por otro lado me miraba y después miraba a Edward y luego nuevamente a mi, si mi nana ya sabía que ahí había pasado algo y ella estaba tan contenta por esa cortísima relación, decía que éramos el uno para el otro, que ella sabía que entre nosotros existía amor y cuando supo el motivo de quiebre se enfureció, pero le dio la duda razonable a Edward y me decía que los celos los cargaba el demonio, pero que ella sabía que Edward me quería, ¡bah! Pura mierda.
EDWARD POV
Cuando llegó el idiota de James me quise morir, Bella lo llevó a su dormitorio, los celos que comían el alma de a poquito, pero ya conocía a mi niña, ella no era así, no caería nuevamente en mis celos, ella no lo quería a él, lo veía en la forma en que ella lo miraba, algo se cocinaba ahí, ella tenía sus motivos para andar con él y no era precisamente amor o deseo, ahora conocía la forma de mirar de Bella y cuando ella me miraba yo notaba que si me quería y sus ojos relucían el deseo que sentía por mi, eso me daba las fuerzas para hacer lo que estaba a punto de iniciar para conquistarla y que se diera cuenta de que si me quería y me perdonara.
Cuando James trataba de conquistarla en el colegio le mandaba ramos de flores, las más caras, pero yo había descubierto una foto de ella cuando era pequeña y estaba en un jardín rodeada de margaritas y se veía tan feliz y hermosa, espero le sigan gustando, ahora conocerás al Edward que has despertado mi niña, no te daré tregua, serás mía nuevamente de a poquito te conquistaré y derribaré tus murallas.
Me levanté temprano para ir al colegio, pero antes le dejé un pequeño ramo de margaritas que ayer había comprado, lo dejé enganchado el la perilla de la puerta de su dormitorio y me fui antes de que despertara, ya faltaba pocos minutos para que lo hiciera, así que me escondí en la sala de música, de allí podía ver claramente cuando abriera la puerta y se encontrara con mi sorpresa.
A los pocos minutos salió y ¡bongo! Vió las flores y miro hacia todos lados antes de cogerlas entre sus dedos, las olió y una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios, mi corazón estaba que explotaba de felicidad ¡había acertado, les gustaban las margaritas!, disimuladamente sacó una flor del ramo, el resto la tiró al piso y las pisó, pero la que sacó la llevó a su dormitorio, creo que para guardarla, cerré la puerta para que no me viera al pasar, cuando se fue al colegio me metí a su cuarto y ahí en el velador se encontraba la flor que había guardado ¡si! Lo conseguí, le gustó, primer paso listo.
Me fui más que contento al colegio, hoy tendría clases en su curso así que la vería, ella sabía que había sido yo, y quería ver como reaccionaba cuando me viera de frente en la sala de clases. Cuando me tocó impartirle clases ella estaba seria como siempre y escuchando música recostada en la mesa y con los ojos cerrados, como siempre me estaba ignorando, Quil estaba a su lado y la codeó para que prestara atención, así que se sacó los audífonos y miró al frente, cuando nuestras miradas se encontraron no estaba tan fría como siempre, había lago distinto en su mirada, pero esquivó rápidamente sus ojos y los posó en la pizarra, no pude evitar que una sonrisa se dibujara en mis labios, ella era tan testaruda y pretendía ser tan fría, pero ya la estaba conociendo y su mirada no me engañaba, ella era mía, todavía era mía.
La clase avanzaba y decidí ponerles una prueba sorpresa, ya que estaban muy revoltosos, se escucharon reclamos, pero impuse mi autoridad firmemente y les dicté las preguntas, si habían prestado atención a las últimas clases no les sería difícil de contestar, pero ahí había un problema, Bella nunca ponía atención a mis clases y además había faltado a varias estos últimos días, ya veremos mi fierecita si eres tan lista ahora que no has prestado atención.
La miraba atentamente, ella estaba concentrada escribiendo sin parar en su hoja, a ratos alzaba la vista y me quedaba mirando de una forma desafiante ¿qué tramaba mi niña rebelde? Esta tan intrigado de sus respuestas, casi todos los alumnos habían entregado las hojas con las respuestas, pero ella seguía escribiendo sin parar. Fue la última en terminar y se acercó lentamente a mi mesa con la mirada clavada en mis ojos ¡carajo! Esa mirada me estaba derritiendo por dentro y ya estaba deseando ponerla en mi mesa y meterle mano debajo de esa minúscula y sexy faldita, recorrer sus largas y torneadas piernas, saborear su sexo húmedo y caliente listo para mi, mi respiración se estaba haciendo más rápida, mi pecho subía y bajaba a una velocidad desgarradora, su exquisito olor se coló por mi nariz transportándome a esos días en que la tenía a mi merced bajo y encima de mi cuerpo sudado y anhelante de su calor, de sus gemidos, de sus gritos cuando la hacía tocar el cielo en este mismo escritorio, mi erección no podía ser mayor, hasta dolía y sólo con una mirada suya ¿sabría lo que me provocaba?, llegó a mi escritorio y bajó su vista hasta mis labios y se mordió su labio inferior, ella me desea, quiere besarme y yo no daba más del deseo, si seguía jugando se iba a quemar, la tomaría acá mismo como tantas veces, mis manos picaban por acariciarla, mi erección palpitaba por enterrarse completamente en su apretado sexo. Me dirigió una sonrisa traviesa y coqueta, me incorporé y vió claramente mi erección, sonrió y me entregó su hoja y se retiró hacia la puerta sonriendo triunfal por lo que me había provocado ¡maldita arpía! Estaba jugando conmigo, pero me encantaba, esa sexualidad la saqué yo de su interior, yo la hice mujer, mi mujer, y pronto lo sería otra vez, sería mía para siempre, no podía vivir sin ella y me costara lo que me costara sería mía completamente, esa niña mujer me tenía en sus manos, me había conquistado y me estaba matando de amor y deseo, ya no habían dudas la amaba como enfermo.
Al revisar sus respuestas de la hoja me quedé estupefacto ¡qué mierda significaba esto!, no entendía una sola palabra de lo que decía ahí si se le podían decir palabras, había rellenado las preguntas con un lenguaje que no conocía, parecían puros disparates, pero conociéndola no lo eran, ¿qué diablos decía?, por eso me miraba de forma retadora cuando estaba escribiendo, esto era un reto, mi sonrisa se ensanchó sólo ella podía hacer esto, me tenía completamente maravillado y para que negarlo un poco cabreado ¿cómo mierda voy a saber ahora lo que la bruja escribió?, tendría que consultarle a alguien si sabía de este idioma de la fiera ¿alguien debía saber? ¿cierto?. En recreo busqué a Quil para tratar de sonsacarle la información, él se largó a reír al ver las respuestas, pero no soltó prenda diciendo que no traicionaría a su amiga y se fue carcajeando y diciendo que hace años no usaban esa escritura que habían inventado cuando eran pequeños.
Cuando Quil se fue una chica llamada Sofía se acercó y me preguntó de manera muy sospechosa si Bella estaba metida en un problema, había escuchado mi conversación con Quil y sorprendentemente ella había sido amiga de Bella cuando pequeñas y sabía lo que significaba ese código como lo llamó ella, pero yo no quería que ella supiera lo que Bella había escrito por si ahí decía algo comprometedor para los dos, así que decliné so ofrecimiento de traducirme la hoja, así que me escribió el abecedario y debajo de cada letra puso la traducción en código, así que tendría bastante trabajo descifrando letra por letra para saber lo que había escrito, menuda tramposa me haría trabajar como chino para saber sus respuestas, además sus respuestas eran muchos más largas que la de sus compañeros, así que lo que restó del recreo y parte de la siguiente clase donde también impartí una prueba lo dediqué a traducir la famosa prueba de mi dulce y bella fiera.
Al llegar al término de jornada estaba el estacionamiento cuando llegó el maldito de James a buscar a MI MUJER y ella mirándome de reojo y sonriendo se largó con ese puto, estaba más que cabreado, ella se larga con su noviecito y yo tengo que quemarme las pestañas para traducir su prueba, tenía unas ganas locas de arrancarla de su lado, llevármela y follarla como se merece por ser tan mierda conmigo y después de que la lleve al cielo tirarle su puta prueba y reprobarla, si, claro Cullen, lo que harías en realidad es hacerle el amor y después rogarle perdón y besarla mucho y acariciarla como una flor, como es ella, como una diosa.
Confundido en mis pensamientos amorosos y perversamente sexuales con mi alumna preferida me fui a la casa a seguir descubriendo lo que decía la hoja.
Por la tarde llegó Bella muy campante justo a la hora del té, Sue estaba enfadada porque no vino a almorzar y ella dijo que la madre de James la había invitado a almorzar, los celos empezaron a hacer ebullición dentro de mi, así que ya tenía una relación más formal con James, hasta había conocido a sus padres, esto no me pintaba nada bien, esa relación estaba avanzando a pasos agigantados y no me gustaba nada, tendría que avanzar ya mismo en mi plan de conquista sino quería perder completamente a mi niña en manos de ese gusano.
Como a las tres de la madrugada terminé de traducir la hoja de Bella ¡mierda esta niña si que escribe! No me defraudó, sus respuestas eran correctas y extensas, se había tomado su tiempo y había realizado el mejor examen que había dictado, ella tenía pasta de escritora, se notaba en la forma de transmitir una idea, como definía sus respuestas y la manera en que defendía su propio punto de vista con respecto a la obra literaria que habíamos estado estudiando las últimas semanas, ella era simplemente impresionante y maravillosa en todo lo que se proponía.
La semana pasó lentamente y Bella seguía en su plan de escaparse de clases, no se dónde mierda se metía, pero ya tenía claro que no se iba con James, ya que había averiguado y él a esa hora tenía clases en la universidad, estaba más que intrigado. Cuando le había entregado los resultados de la prueba quedó sorprendida porque había descifrado su famoso código, por supuesto había sacado la nota máxima, ella dirigió rápidamente su mirada hacia Quil que estaba a su lado, él negó con su cabeza y alzándose de hombros para negar que hubiera sido él, así que miró hacia atrás y vio directamente a Sofía, ella le dio una sonrisa irónica pensando que había logrado que Bella se metiera en problemas, entonces mi niña se paró de su asiento con la prueba en la mano y algo le dijo al oído y se devolvió a su asiento riendo a carcajadas, la chica Sofía estaba pálida y temblorosa en su asiento.
El día viernes había llegado, el último día de clases de la semana y me estaba dirigiendo a la casa cuando divisé la moto de Bella estacionada cerca de la playa, estacioné mi volvo lejos de la moto y me bajé a ver qué era lo que estaba haciendo Bella, cuando la divisé de lejos estaba sentada en una roca mirando el mar, se veía tan linda y tan serena, me acerqué lentamente sin que se diera cuenta, cuando estuve cerca me dejé ver para tantear su reacción, ella me miró pero no huyó de mi cercanía, así que llegué hasta su lado y me senté junto a ella.
- hola
- hola – recibí como respuesta
- Bella ¿qué haces acá? Deberías estar en casa almorzando
- no tengo hambre, además lo que haga no te importa
- claro que me importa, eres tú y todo lo que hagas me importa
- para por favor, no me hagas esto
- ¿Qué no te haga qué Bella?
- Esto, siendo amable conmigo, dejándome todos los días ramos de margaritas, tratando de convencerme de que me quieres, me cabrea y me confunde y no quiero creerte nada, no quiero volver a estar contigo
- Si te confundo es por que algo sientes por mi, no pudiste haberte entregado a mí sin sentir nada más que pasión, te conozco y se no te entregarías sino sintieras amor por mi, el mismo que siento yo por ti mi niña
- Ese es el problema Edward, no me conoces, no sabes quién soy, lo que soy capaz de hacer, soy una persona horrible y manipuladora que juega con las personas, aunque se lo merezcan ¿quién me da el derecho a jugar con las personas?
- ¿qué ha pasado Bella? Dime qué te tiene así
- Es James, él….quiere comprometerse conmigo y compró las ilusiones y yo, yo….
- ¿queeeé? Bella no puedes aceptar yo te amo, por favor dime que no lo amas a él, por favor, respóndeme, por favor nena, mi muñeca te amo tanto, no quiero perderte.
- Yo,yo..
- Ey, ángel durmiente – Bella giró su cabeza a donde provenía esa voz varonil, yo seguí su mirada y un chico se acercaba a donde nos encontrábamos ¿quién era ese chico? ¿conocía a Bella? Y ¿por qué le decía ángel durmiente?
- ¿anthony?
- Hola Bella ¿cómo estás? – mierda si lo conocía y ¿de dónde? Cuando el chico llegó a nuestro lado miraba a Bella embobado, era joven uno o quizás dos años mayores que Bella, su ropa era extraña, una mezcla de Dark y Grunge, sonreía abiertamente a mi niña.
- Mmm, bien, estoy bien ¿qué quieres? – Bella estaba nerviosa, se notaba en la entonación de su voz, quería salir corriendo ¿le había hecho algo malo este chico para que Bella estuviera tan nerviosa?
- Ey, no seas gruñona, sólo estaba paseando y te vi de lejos y quería saber si habías vuelto al …….
- Eh, yo me tengo que ir, lo siento no me puedo quedar por más tiempo, tengo muchas cosas que hacer – algo iba a decir Anthony y Bella lo interrumpió ¿qué se traía mi niña? ¿cuál era el secreto?
- Vamos Bella, en casa nos esperan, está haciendo frío y Sue se enojará si no llegamos a almorzar
- ¿es tu hermano? Mucho gusto soy Anthony
- Mmm, mucho gusto Edward y no soy su hermano, pero si vivimos juntos y nos tenemos que ir
- Ok, adiós
- Adiós Anthony
- Adiós Bella, adiós Edward
Nos estábamos alejando cuando el chico grita
- Ey Bella, mañana voy con Mary al cementerio ¿vas a estar como el otro día? - ¿qué? ¿Bella había ido al cementerio? ¿ahí lo había conocido?
- si vas espero no encontrarte dormida otra vez ángel durmiente, está haciendo mucho frío, no quiero que te enfermes
- mierda – masculló Bella y se dirigió rápidamente hacia la moto