Cap.3.-Presentaciones.
Esme POV
Faltaban cinco minutos para las seis. Carlisle llegaría en cualquier momento y me aterraba la idea de cómo se sentirían mis hijas al conocerlo; dudaba que no les agradara, ya que él era un hombre carismático y muy caballeroso pero…
La que más me preocupaba era Rosalie, aunque no había expresado su inconformidad, era mi hija, y la conocía bien, sabía que no estaba muy de acuerdo con vivir acá, y que de las tres, ella era la más difícil, y aun así estaba haciendo todo lo posible por darle una oportunidad a Carlisle antes de juzgarlo, acción que le agradecía en silencio, ya que seguramente le estaba costando trabajo controlar su temperamento.
"Mamá" – llamó Alice mientras descendía de las escaleras y era seguida por Bella y Rose – "¿Cómo nos vemos?" – preguntó con su resplandeciente sonrisa que casi nunca se le quitaba de su rostro
"Hermosas" – contesté orgullosa por que realmente lo eran. Ahora mismo, aunque la vestimenta de las tres variaba tan drásticamente como sus personalidades, no podría decidirme quien se veía mejor.
Alice llevaba puesto un pantalón negro de vestir que hacia juego con sus sandalias y blusa morada de tirantes con la cual resaltaba sus frágiles y finos hombros, su cabello negro y estéticamente cortado, como era costumbre, iba peinado con puntas rebeldes y lo había adornado con un fino prendedor. Rose, como siempre, se había esmerado por lucir sencilla, pero elegante, su conjunto color rojo vino, consistía en una falda que caída debajo de su rodilla y un top ombliguero, con el cual, su plano y ejercitado abdomen quedaba al descubierto; su rubia cabellera, lucia ahora un poco mas ondulada, y a diferencia de Alice, llevaba unas zapatillas tacón de aguja, las cuales no le impedían moverse con gracia. Y mi Bella, quien era la menos preocupada por la moda, pero no por eso menos hermosa, llevaba unos oscuros pantalones de mezclilla desgarrados en la parte de la pierna derecha y un poco mas de la izquierda, su blusa del mismo color se le pegaba a su cuerpo, haciendo notar sus sencillas pero finas curvas, su cabello color castaño oscuro le caía por debajo de los hombros enmarcado su pálido rostro
"Tu también te ves hermosa mamá" – dijo Alice abrazándome
"Eso dicen por ser mis hijas" – repuse riendo – "¿llevan algún suéter? Mas noche van a sentir frío" – advertí al ver que la única que llevaba colgando en su mano una chamarra era Bella. Rose y Alice subieron corriendo a sus recamaras por una. El timbre tocó y después de sonreírle nerviosamente a Bella, me encaminé hacia la puerta, sonreí en señal de bienvenida al hombre, alto y rubio, de ojos color cielo, vestido de traje y con una destellante sonrisa que provocaba hoyuelos en sus mejillas.
"Buenas noches" – saludó con su aterciopelada voz mientras sujetaba mi mano y depositaba un beso sobre ella – "¿Están listas?" – preguntó cordialmente
"Si. Pasa por favor" – guíe a mí prometido hacia el living en donde mis hijas ya estaba juntas. Ahogué una risa por la expresión de sus rostros al verlo, seguramente, la galantería de Carlisle no les había pasado desapercibida
"Rose, Alice, Bella, él es Carlisle"
"Mucho gusto" – dijo mientras le tendía su mano a cada una de mis hijas
"¡Guau!" – exclamó Alice – "con razón mamá no dudo en darte el si, estas pero si bi…"
"¡Alice!" – reprendió Bella, mientras Rose y yo tratábamos de no reír, y a Carlisle se le ensanchaba una enorme sonrisa en su rostro – "discúlpela, es un poco atrevida"
"No hay problema, Bella" – Carlisle aun seguía riendo
Después de la presentación, nos dirigió hacia el carro, comportándose con todas como el caballero que era. El camino hacia su casa no duro más de veinte minutos los cuales ocupamos para que mis hijas y mi prometido se conocieran un poco mejor, me alegró el darme cuenta que ellas se sentían cómodas.
En cuanto llegamos, los nervios afloraron, al igual que Carlisle, era la primera vez que me presentaba ante sus hijos y temía que no tuviera el mismo carisma de Carlisle para agradarles.
Aguardé a que Carlisle abriera la puerta para que pudiera bajar del carro, después de cerrarla, me tendió su mano e indico a mis hijas, con un educado gesto en la mano, que nos siguieran.
EMMET POV
"Ya están afuera" – advirtió Jasper, después de alejarse de la ventana que daba directo hacia el patio
"¿Quiénes vienen?" – preguntó Edward
"No alcancé a ver bien, pero vienen varias personas"
"Creo que es momento de servir refresco en los vasos" – sugerí
"Solamente ten cuidado" – repuso con tono divertido Edward – "no se te vaya a caer la soda sobre ti" – Ambos hermanos rieron, les dirigí una mirada envenenada, aun no me pasaba el disgusto de la tarde, malditas mujeres arrogantes y amargadas
"Esta bien, ya no diré absolutamente nada, hagan todo ustedes" – mi gesto enfurruñado solo sirvió para causarles mas gracia
"Vamos Emm, ¿no vas a recibir con esa cara a la Doctora Swan o si?" – preguntó Jasper y al mismo tiempo la puerta principal se abría. No me tomó ningún esfuerzo el recuperar la sonrisa en mi rostro, ya que estaba ansioso por conocer a la novia de papá.
Mis mirada se posó primeramente en la guapa mujer a la cual mi padre sujetaba de la cintura, y sonreía tímidamente; después en dos muchachas, muy guapas por cierto… y de pronto, con un par de ojos abiertos como platos… deje de respirar, mientras mi enorme sonrisa se desvanecía poco a poco, visualizando a la muchacha rubia, repitiéndome mentalmente que aquello no era posible… pero lo era. Cuando sus pupilas reflejaron, al fin, ese brillo histérico, diabólico, casi de ultratumba, supe que era ella: la misma histérica del súper mercado, que me había agredido sin razón, ni causa alguna… La loca riega malteadas.
JASPER POV
Estaba preocupado por Emmet, ya que él era el mas entusiasmado por conocer a la novia de papá y ahora se había quedado paralizado, ido, con los ojos dilatados y la mandíbula floja, le propiné un codazo para que volviera en sí y acto seguido Carlisle comenzó a hablar
"Emmet, Jasper, Edward, les presento a Esme" – dijo mientras posaba ambas manos en los hombros de su compañera, realmente guapa – "y ellas" – señalo a tres chicas – "son sus hijas, Bella, Alice y Rose" – recorrí con la mirada amable a cada una de ellas, hasta que esta se entrelazó con un par de pequeños ojos negros, cubiertos por espesas pestañas. Giré el rostro rápidamente avergonzado y vi que Edward tenía empuñadas sus manos, me imaginé que la idea de las tres hijas no le había causado mucha gracia
"Bienvenida, Esme" – dije al notar que ninguno de mis hermanos tenia planeado hacerlo, Emmet tenia el rostro descompuesto por una mueca que no sabia interpretar y Edward parecía estar tratando de controlarse para poder hablar con un tono de voz que no resultara grosero
"Muchas gracias" – contestó con una calida sonrisa la novia de papá mientras nos tendía la mano a cada uno de nosotros. Emmet sonrió gentilmente, pero lo conocía demasiado bien para darme cuenta que algo le incomodaba. Agradecí que papá estuviera lo suficientemente concentrado en Esme como para no darse cuenta cuando Edward fulminó con la mirara a su prometida.
"¿Por qué no pasamos al jardín para que estemos más a gusto?" – sugirió Carlisle mientras llevaba de la mano a la Doctora.
"En seguida los alcanzamos" – dijo Edward tratando de que su voz sonara amable, pero sus ojos indicaban todo lo contrario – "aun no servimos las bebidas"
"Hijas ¿Por qué no ayudan a los muchachos?" – propuso Esme apenada por la actitud de mi hermano para con ella, Carlisle sonrío ante la idea.
BELLA POV
En cuanto desaparecieron Esme y Carlisle una atmosfera de tensión se creó entre los hermanos Cullen y nosotras. Caminamos en silencio hacia la pequeña pero lujosa cocina. Para ese entonces yo había advertido algo en los hermanos Cullen, uno de ellos, el mayor pensé yo, por su estatura y rasgos ligeramente más adultos que los otros dos, tenía la expresión completamente descompuesta en una mueca de incredibilidad y furia.
Otro, un chico de rostro y mirada amable, que aparentaba tener más o menos entre mi edad o la de Alice, observaba incomodo con sus ojos color miel, a sus otros dos hermanos y de vez en cuando nos dirigía una tímida sonrisa. Y el tercero, el más guapo a mi opinión, era el que mas había captado mi atención ya que sus ojos color esmeralda eran fríos y su rostro, pálido y angulado estaba serio y distante…
"¡TU!" – el grito de Rose me hizo girar alarmada ¿y ahora que le pasaba?
"¿QUE DIABLOS HACES AQUÍ?" – Si el grito de Rose me había alarmado, el tono del muchacho que respondía al nombre de Emmet, el mayor, me pasmó. Miré a Alice y después a los otros dos jóvenes, y sus rostros denotaban que, al igual que yo, no entendían que pasaba
"OYEME GRANDISIMO IMBECIL, FIJATE COMO ME HABLAS"
"¿Qué pasa aquí?" – preguntó uno de los hermanos, el más amable hasta el momento, no recordaba si se llamaba Jasper ó Edward
"¡ESTA FUE LA LOCA QUE ME AGREDIO CON LA MALTEADA HOY EN LA TARDE!" – exclamo Emmet. Mi mandíbula se aflojo al escuchar la acusación ya que, le había dicho "loca" a Rose y eso no era buen augurio
"¿COMO?!..." – estaba a punto de explotar, su rostro se había tornado color rojo a causa del disgusto – "¿…COMO ME DIJISTE?!... ¡¿COMO ME DIJO?!" – giro su indignado, pero aun así, bello rostro hacia donde estábamos Alice y yo, quienes no respondimos a su pregunta, ya que sabíamos las consecuencias que habrían si sus oídos volvían a confirmar lo que el muchacho le había dicho
"¡LOOOO-CAAAA! ¡ESO FUE LO QUE TE DIJE!"– Alice y yo miramos alarmadas a Emmet, realmente no sabía en el peligro que estaba, Rose enojada no era ningún juego
"Agarra a Rose" – susurro Alice y medio segundo después vi como mi hermana mayor se lanzaba sobre su agresor, alcance a jalarla del brazo con un rápido movimiento
"Rose tranquila" – dije tratándola de controlar
"¡SUELTAME BELLA!"
"Emmet pídele una disculpa" – pidió el chico de cabello y ojos color miel. Rece por que le hiciera caso, por su bien. Alice ya me estaba ayudando a controlar a Rose
"¿QUE? ¿POR QUE DEBERIA YO PEDIRLE UNA DISCULPA?" ¡FUE ELLA QUIEN ME VACIO LA BEBIDA ENCIMA ASI POR QUE SI!"
"¡TE LO MERECIAS!" – protestó Rose que se debatía entre nuestros brazos intentando liberarse de ellos
"¿Podrían calmarse los dos?" – pidió la otra voz, seria, tranquila y serena – "Carlisle y… la Doctora Swam los van a oír. No creo que la escena les agrade" – ¿me imaginé el tono de apatía con el que se había referido a mi madre?, lo deje pasar ya que, seguramente, había sido la tensión del momento. Agradecí que, con aquel comentario, Rose y Emmet se habían controlado, aunque en sus ojos aun chispeaban de furia.
Un escalofrío me recorrió al pensar que en cualquier momento, Rose atacaría a Emmet. Otro silencio nos invadió mientras nuestras miradas iban y venían de rostro en rostro
"Pues… supongo que nuestros padres han de estar esperándonos" – comentó Alice con el tono mas despreocupado que pudo para iniciar alguna platica – "¿en que podemos ayudarlos?"
"En nada" – otra vez, la voz aterciopelada del chico sonó tajante – "pueden irse al jardín si gustan"
"Eso haré" – gruñó Rose mientras salía a zancadas de la pequeña cocina.
"Discúlpenla tiene un poco de mal carácter" – dijo Alice regalando a los tres jóvenes una de sus radiantes sonrisas.
"Vaya que si" – la sonrisa de Emmet era igual de agradable que la de Alice, tal parecía que, a diferencia de Rose, no le costaba trabajo alguno dejar de estar molesto
"Pueden ir con su hermana si gustan" - ¡Otra vez ese maldito tono! Gire mi rostro para encarar al chico de ojos verdes
"¿Te molesta que estemos aquí?" – pregunté sin censura, ya que no me gustaba andar con rodeos
"Mejor me guardo mis comentarios" – el filo de su voz fue realmente hiriente
"¡Ey, ey!" – exclamo Emmet – "ya fue mucho teatro por hoy, creo que la rubia y yo nos llevamos toda la función. No vayan a empezar ustedes"
"Mejor apurémonos a llevar las bebidas" – apoyó Alice mientras se acercaba a donde estaba el tercer hermano sirviendo refresco en varios vasos de cristal – "¿te puedo ayudar en algo…?" – su pregunta quedo inconclusa ya que era pésima para recordar nombres – "… Disculpa… ¿Cómo te llamas?" – preguntó divertida
"Ja… Jasper…" - respondió el muchacho acomodando los vasos en dos charolas sin mirar a mi hermana. Fue ahí donde me aseguré que el chico de la voz aterciopelada y tajante era Edward.
En cuanto las bebidas y las botanas estuvieron listas nos dirigimos hacia el jardín en donde estaba Esme y Carlisle platicando con sus manos entrelazadas mientras Rose estaba sentada en una apartada silla.
"¿Siempre es así de amargada?" – la pregunta de Emmet en voz baja, para que nuestros padres no la escucharan, me hizo reír
"Bueno… amargada no es la palabra correcta… difícil la describe mejor"
"Además te tomaste mi malteada" – terció Alice sonriente – "compréndela, solo defendió la integridad de su hermana menor"
"¿Entonces me agredió solo por que yo le gane la última malteada?" – preguntó sorprendido mientras nosotras asentíamos con una sonrisa. Sabíamos que, realmente, la actitud de Rosalie había sido exagerada – "¿Y así dicen que no es amargada?"
"Controla tus palabras animal" – no nos habíamos dado cuenta que Rose se había acercado hacia nosotros
"Amargada" – murmuró Emmet mientras Alice y yo reíamos. El grandulon y apuesto hermano mayor, realmente era muy divertido. Estuvimos ahí durante mas de una hora, platicando amenamente entre todos (con la excepción de Emmet, Rose y Edward) este ultimo mantuvo su actitud fría igual con todos.
La cena estuvo deliciosa y transcurrió sin algún acontecimiento relevante, después de cenar, nos dirigimos hacia la sala para continuar con la charla. Realmente me sentía feliz al ver que el Doctor Cullen realmente era un buen hombre, y lo más importante, que mamá estaba más que feliz a su lado.
Alice me apoyaba, ya que se la pasó haciendo bromas con Carlisle y Emmet, como si fueran viejos conocidos, lo cual decía que se sentía mas que a gusto con ellos. Mientras tanto, Rose, se había comportado amable con el prometido de mamá, pero no podía decir lo mismo de la actitud para con su hijo mayor.
El menor, Jasper estaba sentado a mi lado, resultaba fácil saber que era tímido, pero amable, casi no había dicho comentario alguno, pero reía con las ocurrencias de nuestros hermanos, a diferencia de Edward que, aunque intenté ignorarlo, su actitud seria y distante no era fácil de pasar desapercibida.
En un intento de romper el hielo con aquel joven de ojos verdes y cabello cobrizo, sonreí amablemente cuando nuestras miradas se encontraron, ganándome un gesto de indiferencia…empuñé mis manos por el enojo ¿Qué se creía?
"Rose, Bella, Alice, hijos" – llamó Carlisle nuestra atención mientras abrazaba tiernamente a mamá – "Esme y yo, tenemos algo que comunicarles" – todos esperamos en silencio unos segundos
"¿Qué pasa papá?" – preguntó el joven que se encontraba a mi lado
"Bueno…" – continuó mientras miraba tiernamente a mi madre por un instante, y después se dirigía hacia nosotros con una amable y radiante sonrisa – "queríamos informarles que Esme y yo nos vamos a casar…"