Cap.2.-Forks
ALICE POV
Vaya. El día si que estaba… nublado…
Suspiré
"¿Decepcionada?" – la voz de Rose sonaba esperanzada
"No es eso… simplemente extrañare a mis amigos" – intenté de inventar una excusa
"Recuerda que mamá se pondría triste si decidiéramos quedarnos allá" - repuso Bella mientras seguíamos caminando por los pasillos del aeropuerto
"Aun me cuesta entender el porque habiendo tantos trabajos en otros lugares aceptó venirse a este pueblucho" – escupió Rose. Bella y yo intercambiamos miradas.
Realmente a ninguna de las tres nos hacia mucha gracia mudarnos a un pueblo el cual tuviera lluvia casi todo el año. Pero Rose, la mayor de mis hermanas, era la que menos dispuesta estaba a disimular su desacuerdo.
"Rose, mamá no se merece que vayas a estar de este humor" – intentó razonar, Bella. Rose no articuló palabra alguna ya que sabía que Bella tenía razón
"¿Cómo crees que será el tal Doctor Cullen?" – pregunté repentinamente emocionada en parte por que en realidad lo estaba, y en parte por que quería romper aquella atmosfera de tensión antes de encontrarnos con mamá
"Me imagino que es un buen hombre" – contestó Bella con una ligera sonrisa en su rostro.
"¿Será guapo?" – pregunté de nuevo, más a mi persona que a mis hermanas
"Seguramente es un doctor mediocre mantenido" – Bella y yo giramos el rostro para ver a Rose estupefactas por su comentario
"¡Rose!" – gritamos al unísono, frunciendo nuestro ceño ante la desaprobación de sus palabras
"¡¿Qué?!" – repuso desafiante.
"Rosalie, no te permito que hables así del novio de mamá, ni siquiera lo conoces" – la voz de Bella sonó autoritaria
"Te recuerdo que yo soy la mayor aquí"
"Pues compórtate como tal, deja de actuar como una chiquilla" – Rose no tuvo opción mas que aceptar que Bella tenia razón.
Estaba empezando a asustarme por la actitud de mis hermanas, a pesar de tener personalidades completamente diferentes, nunca discutíamos, al menos no de esta manera tan acalorada como lo estaba haciendo Bella y Rose, siempre habíamos logrado complementarnos unas a las otras.
Suponía que en alguna ocasión pararía esto, pero era extraño, debía ser por la tensión del momento.
"¡Ahí esta mamá!" – grité en cuanto la visualice y corrí hacia ella ya que me alegraba mucho el verla, era la más pequeña y por tanto, la que mas había extrañado su presencia en casa – "¡MAMÁ!"
"¡mi pequeña!" – articuló mi madre mientras me abrazaba fuertemente y me llenaba de besos – "¡Cuánto las he extrañado!"
"Hola mamá" – saludó Bella y Rose y suspiré de alivio al ver que, aparentemente, las cosas ya estaban bien. A nuestra madre se les escaparon unas lagrimas mientras estiraba sus brazos para abrazarnos a todas
"Mis niñas, cuantos las he extraño, me alegra tanto que al fin podamos estar juntas"
Un señor con uniforme, nos ayudó a llevar las maletas hacia el carro de mamá, mientras ella nos preguntaba qué nos parecía el lugar y nosotras, por supuesto, le mentíamos lo mejor que podíamos, al decir que era agradable. Ya en camino hacia nuestra nueva casa, le comentamos orgullosas sobre nuestras notas académicas. Estar con ella y tener su calida sonrisa de nuevo junto a nosotras hizo que, hasta Rose, se olvidara del lluvioso lugar por un momento. Ninguna de las tres se atrevió a sacar el tema sobre el dichoso Doctor Cullen, así que arribamos a la casa, que era grande como la que teníamos en Phoenix, acomodamos nuestras pertenencias en nuestras respectivas habitaciones y bajamos a cenar, sin decir una palabra alguna sobre el asunto.
"Y bien, mamá" – articulé ya ansiosa por que nos contara – "¿no nos vas a contar sobre tu romance con el Doctorcito?" – mi madre sonrió ampliamente con las mejillas sonrojadas lo cual, a las tres, nos dejo sin habla: parecía una adolescente enamorada
"Bueno yo…" - se aclaró la garganta – "pues de eso quería hablarles en cuanto ya estuvieran mas cómodas… bueno yo… él nos ha invitado a cenar mañana a su casa para que lo conozcamos"
"¿A cenar?" – preguntamos asombradas. A mamá le brillaban los ojitos como vivos luceros y la sonrisa en su rostro de corazón era tan enorme que por un momento me dio miedo que le fuera a dar una parálisis facial
"Así es… hijas" – su rostro se torno serio de un momento a otro – "verán, estoy completamente enamorada de Carlisle y aunque hemos hablado de esto, me gustaría que me dieran su opinión, ahora que estamos frente a frente" –
Quedamos varios segundos en silencio y agradecí que Rose no se haya atrevido a referirse de la manera en que lo había hecho en el aeropuerto del desconocido Doctor, ya que mamá se veía realmente enamorada, y seguramente se iba a sentir herida
"Supongo que si ha sido capaz de tener a nuestra madre tan enamorada como una adolescente, se trata de un buen tipo" – dijo al fin Bella
"¡Exacto!" – la apoyé – "además me imagino que ha de ser guapo" – mamá rió
"¿Y tu Rose? no has dicho nada" – Bella y yo nos envaramos, asustadas por lo que Rose pudiera decir
"Para mí, ningún hombre será digno de ti… pero supongo que le puedo dar una oportunidad" – finalizó con una sonrisa. Comprendí que al final, Rose había visto, al igual que nosotras, que mamá irradiaba en un torrente de emociones, que en toda nuestra vida habíamos visto. Mamá jamás había tenido un novio, hasta ahora, y eso le daba buena carta de presentación al Doctorcito.
La cena transcurrió entre pláticas sobre Doctor Cullen, Carlisle era su nombre. Nos habíamos enterado que era director del hospital y, por lo que contaba mamá, era un hombre generoso, humilde y muy caballeroso. La sorpresa llego cuando nos enteramos que tenía tres hijos, detalle que desconocíamos, hasta ahora.
Como era de esperarse, la noticia fue aceptada de manera diferentes entre mis hermanas y yo: para mí, la idea me pareció extraordinaria, justamente mañana conocería a gente nueva, a chicos de mi edad, según nos había contado Esme y eso me hacia feliz; Rose, al contrario, no se vio muy de acuerdo con la situación, pero al igual que en la tarde, controló su desacuerdo para no herir a mamá; y Bella… bueno pues Bella, como siempre, aceptó la idea sin demostrar desacuerdo a acuerdo alguno… demostrando siempre que estaría contenta si mamá lo era.
En fin, mañana seria un gran día…
Edward POV
"¡Emmet!" – Grité desde la sala a mi hermano – "¡date prisa que todavía hay que pasar por Jasper a la academia de arte!"
"¡Por favor, Edward!" – rezongó mientras bajaba a brincos las escaleras – "a penas son las 2 de la tarde" – puse mis ojos en blanco, era la enésima vez que le repetía lo mismo
"Papá nos quiere listos antes de las seis"
"¡pero faltan cuatro horas!" – suspiré desperado
"Tenemos que pasar por Jasper, ir al súper a comprar refresco, hielo y alguna botana, después tenemos que venir a ayudar a Carlisle a poner la mesa y tener lista la cena y, por ultimo, alistarnos ¿Crees que cuatro horas son suficientes para todo lo que tenemos que hacer?" – Emmet me miró con los ojos abiertos
"Vaya brother, tú si que te tensas" – comentó divertido mientras depositaba un puñetazo juguetón en mi hombro, y nos encaminábamos hacia mi carro –"Estoy ansioso por conocer a Esme" – comentó mientras íbamos por la carretera
"Yo también" – mentí. Me alegraba ver al papá tan feliz y entusiasmado pero el recuerdo de mamá me hacia sentir cierta repulsión por la Doctora.
Me sentía fatal, ya que mis hermanos lo había aceptado muy bien y realmente la idea de que papá, después de cinco años, hubiera decidido rehacer su vida, les hacia feliz. Nos dirigimos en primer lugar a la academia de arte, en donde nuestro hermano menor, tomaba clases de dibujo.
"Aun no logro comprender como le pueden apasionar estas cosas a Jazz" – comentó Emmet en cuanto visualizo el edificio. Claro que no entendía, Emmet prefería las actividades que requerían un esfuerzo físico, a diferencia de mi hermano y yo, que preferíamos la pintura y la música respectivamente.
Nuestras personalidades eran diferentes pero eso no era motivo para que no nos lleváramos realmente bien. La personalidad de Emmet se podría bien comparar con un terremoto ó algún volcan, era tan imprevisto, natural, lleno de fuego y vida; a diferencia de Jasper que era reservado, más bien tímido y soñador.
"Hola chicos" – saludó Jasper en cuanto entro al carro
"¿Qué hay?" – preguntamos con una gran sonrisa al ver su rostro lleno de pintura
"Nada interesante, mi maestro me acaba de proponer el que ingrese a un concurso de pinturas, pero… aun no se si aceptare"
"¿Por qué?" – preguntó Emmet
"He tratado de pintar algo, pero ninguna figura me convence…"
"Mi hermano no tiene inspiración" – exclamó divertido el mayor de nosotros tres
"Supongo que tienes razón" - rió Jasper y momento después su rostro se torno serio – "… y eso me preocupa"
"Veras que dentro de poco encontraras esa motivación que necesitas" – lo alenté
"Eso espero…. ¿A dónde vamos ahora?"
"Al súper" – contesté con un suspiro – "hay que comprar algunas cosas para la cena"
En cuanto llegamos y acomodamos en el estacionamiento el carro, nos dirigimos a paso rápido al súper ya que el trafico nos había robado un poco mas de tiempo
"¡Vaya!" – exclamó Emmet mientras veía la lista que papá nos había dado – "¡La Doctora si que ha de comer!"
"¿No crees que exagero un poco al hacer cálculos con los refrescos y la comida?" – continúo Jasper mientras miraba junto con Emmet la lista
"Dejen ver" – pedí mientras tendía mi mano y me posesionaba del arrugado papel. Fruncí el ceño un poco contrariado, realmente era mucho lo que en ella pedía
"¿Tu crees que deberíamos llamarle? tal vez se equivocó" – ofreció mi hermano menor
"Supongo que no perdemos nada con asegurarnos" – saqué mi celular, marqué el numero correspondiente y aguardé por que contestara
"¿Si? Edward ¿Qué sucede?"
"Papá, te hablaba por que estamos un poco confusos con la lista de las cosas que nos encargaste… ¿no crees que es demasiado?"
"No. Todo esta bien, tendremos mas invitados" – rió
"Ah. Esta bien, entonces nos vemos en la casa dentro de unas horas"
"Gracias hijo, manejas con cuidado, nos vemos"
"Hasta luego" – colgué
"¿Y bien?" – preguntó Emmet
"Tendremos más invitados" – los tres nos miramos preguntándonos quienes más llegarían – "pues, supongo tendremos que esperar hasta la noche, vamos" – dije mientras empezaba a caminar hacia el súper
ROSALIE POV
"¿Se supone que esto es un súper mercado?" – pregunté indignada a mis hermanas
"Vamos Rose ¿Qué esperabas? Es un pueblo pequeño" – contesto Alice mientras jugaba y se divertía con el carrito de la despensa, recargando su diminuto y frágil cuerpo sobre él. Suspire irritada. ¿Cómo podía ser tan optimista?
"Supongo que ya compramos todo lo necesario para hacer la ensalada" – dijo Bella mientras se acercaba con unas bolsas de pastas y las depositaba en el carrito
"Pues ya vámonos, no soporto estar aquí" – repuse molesta, ganándome una mirada desaprobatoria de Bella. Nos dirigimos hacia las cajas para pagar cuando recordé que me faltaba comprar un cereal para dieta – "se me olvido traer un cereal, en un momento regreso"
- "¡Rose!" – gritó una aguda vocecilla de soprano
"¿Y ahora qué Alice?"
"¿Me puedes traer una malteada de chocolate congelada?" – preguntó con aquella sonrisa, de oreja a oreja, en su rostro de duendecillo, que, por muy molesta que estuviera, jamás podía evitar sonreírle de regreso
"Esta bien" – sonreí derrotada
Caminé hacia el pasillo de cereales, y tras buscar dos veces, no encontré el cereal que quería, suspiré tratando de controlar el enojo que amenazaba por regresar ¿Cómo era posible que ni siquiera estuviera bien surtido este changarro? Derrotada, me dirigí hacia el pasillo contiguo en donde estaba un letrero de lácteos, igual que en el pasillo anterior, busqué dos veces en los congeladores sin encontrar la malteada de Alice, volví a buscar, una vez mas, y tras unas cajas de leche estaba tan solo un envase, sonreí aliviada de que, al menos, había alcanzado el ultimo producto de esa marca, estiré mi mano para cogerlo cuando otra mano, grande y tosca, lo hizo primero. Giré mi rostro para ver quien se había adueñado de mi malteada y me topé con un muchacho, el cual, estaba ya tomando el contenido del frasco mientras se alejaba. La mandíbula me tembló por el coraje ¿Qué se creía? ¿Acaso no se había dado cuenta que estaba yo ahí, y que esa malteada era mi objetivo?
"¡Ey tu!" – grité mientras caminaba en dirección hacia el joven, quien parecía no haberme oído – "¡Bestia!" – le dije mientras le proporcionaba un manotazo en su espaldota, la cual estaba muy bien ejercitada, pero eso no debía de importarme en aquellos momentos
"¿Oiga qué le pasa?" – se giro frunciendo sus espesas cejas
"¡¿Qué que me pasa?!" – estaba completamente furiosa –"¡¿Acaso no miras, estas ciego?!"
"¿Quién se supone que eres?" – preguntó confundido – "creo que me estas confundiendo…" – no me pude controlar, le arranqué el bote de las manos y sin pensarlo, le vacíe el contenido que quedaba sobre su cara – "¡¿Pero… pero qué te pasa, loca?!" – exclamó con el rostro chorreando un liquido color café oscuro
"¡Eso es para que aprendas a preguntar antes "sí puedes" agarrar una mercancía!" – le grite, y gire mi cuerpo para retirarme no sin antes aventarle el frasco vacío. Contuve una sonrisa al ver la expresión de aquel joven
"¡O… oye!..." – apresure mas el paso.
"¿Y dónde están las cosas que habías olvidado? ¿Y mi malteada?" – preguntó Alice cuando me vio llegar con las manos vacías
"No hay del cereal que quería y una mitad de tu malteada se encuentra en el estomago de un estupido, y la otra en su cara y camisa"
"Rose, ¿Qué hiciste?" – preguntó Bella alarmada, mientras empezaba a sacar las cosas del carro y las depositaba en la banda para que se les tomara el precio
"Nada…" – contesté – "…simplemente que un tipo tuvo la mala suerte de encontrarse conmigo y mi humor un poco irritado… y cometió el error de tomar y beberse la ultima malteada que yo quería, así que no pude controlarme y descargué mi enojo con él" – sonreí angelicalmente, ahora que ya había desquitado un poco mi coraje, me sentía mejor. Alice se carcajeo y Bella me miro divertida
"¡Oh, Rose! ¡Eres genial!" – los delgados y finos brazos de mi hermana se enrollaron en mi cuello
"Pobre hombre" – repuso Bella con una sonrisa en sus labios
Después de pagar lo que habíamos comprado nos dirigimos a la casa para alistarnos…
Dentro de unas pocas horas tendría el gusto de conocer al Doctor Cullen y a sus hijos. Genial (nótese el sarcasmo, por favor)
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