Dark Chat

domingo, 11 de marzo de 2012

La Traición

Hello mis angeles hermosos!!!
aqui les traigo un cap mas de este fic , durante la mañana estaré subiendo vicio , dejen sus comentarios al final por fiss , les mando mil besitos a todas .
Angel of the dark

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CAPÍTULO VI.-


Los días pasaban y cada vez amaba más a sus hijos, ellos eran realmente maravillosos, Sophie era pura energía y amor, en cambio Ethan todavía lo miraba ceñudo y se negaba a participar de las actividades que Edward proponía, joder, ese niño tiene más temperamento que yo mismo pensaba Edward. De todas maneras pasaba toda la tarde con ellos, jugaban, leían historietas, paseaban por los alrededores de la casa, etc.
Edward cada día era más feliz, jamás pensó en tener hijos, pero los tenía y los amaba con locura. Con Bella en cambio las cosas no marchaban, ella lo recibía en su casa para que él visitara a sus hijos, pero nada más, ella se internaba en el hogar, a veces tenía que ir a trabajar por lo que Edward tenía que cambiar las horas de visita, por que Bella no lo dejaba solo con sus hijos.
Por su parte Edward estaba delegando cada vez más trabajo a terceras personas en la empresa, ya que no quería que ésta se interpusiera entre él y sus hijos, ellos eran prioridad y el trabajo que se fuera a la mierda.
Esta mañana se había reunido con el abogado y le había explicado levemente el caso de Alice y lo referente a la herencia, no quería dejarla en la calle, pero debía aprender que con él no se jugaba, así que dispuso un dinero para entregarle, para cualquier persona era una fortuna, pero conociendo a su hermana ella se sentiría ofendida, pero al diablo, ella había destruido su vida y tendría que estar agradecida de recibir algo por parte de él.
Como era de esperar Alice lo encaró en la oficina gritándole que era un grandísimo egoísta.
- ¿ Y qué esperabas? ¿Qué te siguiera manteniendo toda la vida?
- El dinero que dispusiste para mi es una miseria, no sobreviviré con eso
- Me importa una mierda, agradece que te di algo, además puedes buscar trabajo en cualquier otra empresa, sólo tienes que empezar a vivir de acuerdo a tu nueva posición social
- Maldito bastardo, tienes dinero de sobra y me das una miseria, seguramente estás guardando todo tu maldito dinero para dárselo a esa zorra y sus bastardos – fue el peor error que pudo cometer Alice en ese momento porque la cachetada feroz que recibió por parte de Edward seguramente le dejaría un buen cardenal
- CÁLLATE MALDITA SEA, no vuelvas a hablar así ni de Bella ni de mis hijos, ellos son lo único que me importa en este puto mundo, tú estás muerta para mi, estás muerta, no quiero volver a verte en la vida y si te acercas nuevamente a mi empresa haré que te saquen a patadas maldita zorra envidiosa, tanto glamour, tanto dinero, tanto poder no te sirven de nada en este momento, estás sola y sola te quedarás si no aprendes que hay cosas más importantes en la vida que el puto dinero y todas las malditas cosas que te rodean, abre los ojos Alice has perdido años de tu vida odiando a la persona equivocada, si buscas a quien odiar mírate en un espejo y tendrás la persona idónea, estás vacía, muerta en vida, llena de odio, estás fea, acabada, opaca, no eres la niña que un día tanto quise, ahora lárgate de mi vista, me repugnas
Alice salió corriendo de la empresa de Edward llorando de rabia, de dolor, de pérdida, él, su hermano, un hermano que siempre fue un caballero, él que nunca jamás en la vida le había levantado la mano a una mujer, él acababa de golpearla, de humillarla, se sacarla de su vida para siempre con esa miseria de dinero y todo por ella, maldita mujer, maldita Bella Swan, todo era su culpa, siempre lo supo, siempre supo que esa mujer haría que su hermano perdiera la cordura, oh, la siempre inocente Bella Swan, la niñita linda de pueblo, la inocente virgencita que se atrevió a mirar al sol a la cara, ella y su alegría, ella y sus risas contagiosas, ella y su hermoso corazón expuesto a ser dañado, ella que contagiaba de calidez y ternura a quien la rodeara, maldita y mil veces maldita, todo eso era ella cuando era una paleta de pueblo, ahora era mucho más, ahora era rica, famosa, todos la adoraban, todos la idolatraban, ella tenía todo y ella nada, incluso perdió a Jasper por culpa de ella, oh Jasper, ¿por qué te alejaste cuando supiste la verdad? ¿por qué mierda corriste a socorrerla cuando la reventé?, eras mío y me dejaste por ella, ahora son amigos y la maldita zorra se ha de carcajear por quitarme lo que más amaba en la vida, mi familia y mi Jasper.
Alice había tenido muchos, muchos amantes, desde niña fue precoz y supo disfrutar del buen sexo, pero cuando Jasper apareció en su vida ella trató de cambiar, trató de ser mejor persona y lo estaba logrando, pero apareció ella a quitarle a su hermano y todo se fue a la mierda, enloqueció de rabia, de odio y se refugió en lo que mejor sabía hacer, dañar a las personas, revolcarse con cualquier hombre que se le pusiera por delante, dañó a Jasper y hasta que lo perdió supo que él era el hombre de su vida, pero él la despreció, la humilló, la llamó zorra, puta, cualquiera, cuando la encontró con otro hombre en la cama y en ese momento lo odió, pero lo amaba, carajo lo amaba y los hombres que pasaron después por su vida no llenaban el vacío que dejó su amor de juventud y ahora él se iba a casar, amaba a otra mujer y ella simplemente odiaba a todo el mundo.
Esme Cullen se paseaba nerviosa por la casa, había llamado a su hijo para conversar, necesitaba verlo, reconfortarlo como nunca lo hizo, necesitaba que él la perdonara, fue una gran tonta, una estúpida que no estuvo a la altura de un Cullen, pero su vida nunca fue fácil, ella la niña pobre que se enamoró de un hombre poderoso y rico, ella una chica de pueblo que se ganó el corazón de ese apuesto Cullen, se casaron y fueron felices, pero no, no todo había sido color de rosas, Carlisle se movía en terrenos fuera de este mundo, un mundo lleno de arpías que cada tanto le hacían recordar su origen humilde, que trataban de quitarle a su esposo por el sólo hecho de querer engrosar sus cuentas corrientes, malditas mujeres y maldito Carlisle que cayó en el juego de esas mujeres frívolas, maldito que la engañó una y otra vez, una y otra vez. A ella sólo le quedaba el consuelo de que su esposo la amaba, las otras sólo eran diversión, una extravagancia que en ese mundo de hombres poderosos y ricos era normal, era aceptado, era vanagloriado, pero su esposo siempre volvía a ella, ninguna mujer lo apartaba de su lado, él nunca dormía en otro lugar, su cama era sagrada y ella hacía la vista gorda y nunca, nunca le reprochó nada.
Hasta que apareció ella Katherine Adler y su Carlisle se volvió loco por ella desde el primer instante en que la conoció, esa mujer le quitó a Esme Cullen el amor de su esposo. Carlisle cada vez llegaba más tarde a casa, cada vez tenía menos atenciones con ella, empezó a dormir fuera cada vez con mayor frecuencia, pero cuando esa mujer fue a su casa y le dijo que le quitaría a su marido definitivamente fue cuando Esme Cullen quedó devastada, esa mujer decía estar embarazada de Carlisle y con ese embarazo se lo llevó de su lado y de sus hijos, él ni siquiera le dio la cara, simplemente un día no llegó más y se fue a vivir con esa arpía, ella se refugió en sus hijos y así trató de aplacar su dolor y la humillación que sentía.
A los cinco meses Carlisle volvió a su vida, más delgado, más empobrecido y con el corazón roto, esa mujer no lo amaba y casi lo dejó en la ruina, el embarazo ja, ese hijo no era de su marido y él lo descubrió, esa mujer tenía muchos amantes, pero en su vientre no llevaba un Cullen.
Esme lo recibió nuevamente, pero las cosas nunca fueron lo mismo, ella cerró su corazón y la puerta de su dormitorio, vivían juntos pero eran dos extraños, él se desvivía por que ella lo perdonara y ella le prometió que trataría, pero ahora no era tonta, ahora sus hijos eran más importantes que cualquier cosa y así fue como Carlisle en vida le traspasó todo su imperio a su hijo Edward, Carlisle seguía al frente de la empresa ya que en ese momento Edward contaba con 10 años, pero desde ese momento ella juró que nadie destruiría a sus hijos, especialmente a Edward, ya que al ser tan joven, hermoso y rico iba a ser blanco fácil para las arpías, siempre lo protegió y lo educó para que conociera la naturaleza traicionera de las mujeres. Cuando Carlisle falleció ella lloró, lloró por el hombre que había sido, lloró por el padre de sus hijos, pero nada más, ella estaba vacía por dentro, nunca pudo perdonarlo y nunca dejaría que a su hijo lo atraparan con el cuentito del embarazo, no, nadie merecía a su hijo y fue así como desde pequeño le dijo que las mujeres eran malas, eran fáciles, que siempre iban a tratar de quererlo por su dinero, que no se confiara de ellas y finalmente que nunca creyera cuando algunas de sus amantes le saliera con el cuento del embarazo porque él no podía engendrar debido a una enfermedad que lo afectó cuando era más pequeño.
Ahora sabía lo equivocada que estaba, lo equivocada que estuvo por años, ella había destruido desde pequeño a su hijito, lo llenó de rencor, de cinismo, de desprecio y cuando vio la luz, cuando apareció su destino y fue capaz de reconocerlo, de amarlo, de tenerlo todo, ella y sus mentiras lo destruyeron, se confió en su hija, era su hija y no tenía motivos para mentirle, ella le creyó hasta la última de sus palabras, supuestamente la chica Swan era como Katherine Adler, mala, calculadora, zorra y sacó pronto el embarazo, Dios, ella sin conocer a la chica la crucificó y con ese acto a sus nietos y a su propio hijo.
Estaba arrepentida, muy arrepentida, sabía que su odio y rencor por lo que le hizo su esposo había arruinado a su niño, a su sol, ahora de daba cuenta, claro, cuando él llamaba desde Forks hace seis años atrás se escuchaba tan contento, tan lleno de vida y después de eso se fue a Italia y se veía tan destrozado, pero ella pensaba que ese dolor por la traición de esa furcia pasaría, su hijo era fuerte, era hermoso, tendría que haber una mujer adecuada para él, una mujer buena y ella estaría pendiente hasta el más mínimo detalle de esa mujer para ver si era digna de su hijo, pero jamás pensó que esa mujer ya había pasado por su vida, que esa mujer no era como la habían hecho creer, Dios ella si había estado embarazada de su hijo, tuvo dos niños preciosos y nunca lo hizo público, ella era una chica a la que despreciaron, golpearon y sacaron de su pueblo, sola, herida y embarazada y ella pudo gritar que Edward Cullen el joven heredero rico era el padre de sus criaturas, pudo haber sacado un enorme provecho, dinero, publicidad, pero no, ella desapareció con sus retoños y cuando volvió a aparecer lo hizo por sus medios, ahora ella no quería nada de su familia y eran ahora ellos lo que querían algo de ella, Dios ten piedad de mi hijo y dale las fuerzas para que recupere lo que perdió y tanto ama, pensaba Esme Cullen mientras recordaba todo lo que había investigado acerca de la chica Swan, pobre chica había sufrido tanto, pero por sus hijos había salido adelante y era tan valiente, hermosa, una dama, con 19 años y toda una señora, una persona mejor que ella, mejor que su hija, mejor que Edward, mejor que cualquier persona que haya conocido.
Cuando Edward llegó le costó entablar conversación con él, pero tuvo que hacerlo, tuvo que revivir todo ese dolor que llevaba guardado por tantos años, le contó todo, era hora de que la familia ideal Cullen quedara al descubierto, tomó su tiempo pero cuando terminó de contarle todo Edward entendía un poco más a su madre, no la perdonaba, pero la entendía.
Ella no se atrevía a preguntar por sus nietos, temía que Edward la mandara al carajo, pero Edward conocía a su madre y sabía que quería preguntar, así que le contó todo lo que había pasado, la conversación con Rosalie Hale y Esme lloró al conocer algo más sobre madre de sus nietos, pobre niña, tanto dolor, tanto desamparo, tanto amor contenía aquella criatura que a pesar de todo el daño que le habían causado ella seguía llena de amor, llena de luz, así se la describió su hijo, como una mujer admirable, única, excelente madre, excelente profesional, única, hermosa, combativa, fuerte y lejana, él la amaba y ella ya no lo quería a él, ya no, ya no. Acunó a su hijo cuando éste lloró como un niño pequeño en sus brazos por el amor de esa niña mujer que ya no amaba a su hijito. Le mostró más fotos que durante la semana le había sacado a sus hijos, le mostró un video que él filmó cuando se encontraban jugando el en jardín, le entristecía ver a su pequeño nieto mirando con rencor a su hijo, pero entendía que no todos los niños toman las cosas de igual manera, y ese niño era idéntico a su padre tanto físicamente como emocionalmente, oh si, ella reconocía en el pequeño a su propio hijo, la nena, la nena era puro amor y luz, se notaba que adoraba a Edward, lo miraba con tanto amor, con tanto cariño que volvió a llorar mientras miraba el video y la niña le tiraba besitos a su padre a través de la cámara.
- Ella es Sofhie mami, y ella es una cosita llena de energía y amor, es como…. Es como ella, como Bella, llena de amor, llena de luz, porque Bella a pesar de todo no me odia, no lo hace, lo veo en sus ojos, ella es tan transparente mami y antes me enceguecí y no lo vi, no lo vi y ahora ella ya no me ama, se va a casar mami, se va a casar y yo la amo tanto, tanto, nunca dejé de amarla, siempre estuvo en mi corazón, disfrazada de odio, pero siempre estuvo allí y yo la quiero para mi mami, la quiero para mi, algo de ella para mi, algo de ella para mi, algo de ella para mi.
- Shhh, nene, ten paciencia, no llores más mi niño, que ella no te odie es un gran paso, que te deje ver a los niños es maravilloso, nadie hace eso ahora así por así, si tanto la quieres compite nene, tú siempre fuiste el mejor en todo, conquístala, enamórala de nuevo, ya lo hiciste una vez
- No es tan fácil mami, ella realmente lo ama, la conozco y nunca lo traicionará, nunca, ella nunca se ha regido por el dinero, nunca la ha seducido el poder, ella es diferente, ella ama con el corazón y con su alma, así como una vez me amó ahora lo ama a él.
- Todo a su tiempo amor, todo a su tiempo.
Cuando Edward se fue ella estaba más tranquila, pobre hijo sufriendo por amor, su hija desterrada del corazón de su hermano y llena de odio y ella sola, más sola que nunca viendo a sus hijos sufrir, pero ese era su castigo, pero ella los sacaría adelante, tenía que empezar a ser una buena madre, su pobre hija enferma de odio, corrupta por el dinero.
Esme Cullen sabía que tendría que luchar como nunca antes lo hizo, pero lo haría por sus hijos, ellos tenían que volver a ser felices como lo fueron cuando eran pequeños y sus nietos, ella los conocería y conocería a esa increíble mujer, ella tenía que pedirle perdón, tenía que conocerla.
La semana siguiente explotó la bomba mediática y todas las revistas y programas de farándula estaban extasiados
¿Era Edward Cullen el padre de los hijos de la modelo y actriz Isabella Hale?
Se ha descubierto que el empresario y playboy Edward Cullen visita a diario la mansión de Bella Hale, según nuestras investigaciones desde hace dos semanas el empresario visita la casa, pero eso no es todo se les ha tomado varias fotos en donde se ve claramente Edward Cullen jugando con los niños en el jardín.
Hoy temprano hemos tratado de conversar con los afectados, pero ninguno de los dos ha tomado las llamadas, pero está claro que el padre de los chicos Hale es Edward Cullen y por nuestras investigaciones él estuvo por varios meses viviendo en Forks pueblo donde sabrán nació y se crió Isabella Hale, en el mismo tiempo en que ella quedó embarazada, ahora habrá que esperar que dicen ellos con respecto a la noticia, pero viendo las fotos está claro el parentesco, es increíble que nunca antes pudiéramos tener acceso o fotos de los niños y ahora pum, los vemos y nada más que con su padre biológico ¿qué guardado lo tenías Bella wow Edward Cullen? ¿Qué opinará de todo esto Antonio? ¿Habrán roto la relación ahora que apareció Cullen? ¿retomaron el romance que dio origen a los pequeños?
Carajo, carajo, carajo, repetían simultáneamente Edward y Bella ese día en la mañana cuando le avisaron que la noticia ya era un hecho, no les avisaron antes y el maldito guardia de seguridad había filtrado la noticia y había dejado pasar al periodista que sacó las fotos.
Maldita sea, ella sabía que debía estar preparada para algo así, pero no lo estaba, ella amaba su intimidad, la intimidad de sus hijos, pero no podía hacer nada, no podía negarlo porque el juicio estaba pronto a realizarse, faltaban a penas días y eso sería otro motivo más para estar en el ojo del huracán, ella sabía a lo que se exponían al reconocer la paternidad de Edward sobre sus hijos, era un hecho que no se podía negar. Miró a Edward que estaba inquieto, claro estar en boca de todos no era fácil y menos por una noticia así, a él lo crucificarían por no haber reconocido a sus hijos, por haber tardado años en hacerlo, su imagen, su empresa saldrían dañadas.
- lo siento tanto Edward, el guardia siempre había sido tal leal
- no Bella, no, no te culpes cariño, no tienes culpa en esto, además ya sabíamos que esto tarde o temprano pasaría
- pero tu imagen…..
- no te preocupes por eso, a mi no me importa ¿crees que me importa lo que digan de mi? ¿Qué soy un puto bastardo que no reconocí ni ayudé a mis hijos?, no cariño, lo que me importa son los niños, se que hemos hablado con ellos, pero esto va a ser muy duro para ellos, querrán hacerles preguntas, sonsacarlos y no quiero verlos expuesto a eso más de lo necesario
- por supuesto, ya hemos conversado, ellos son fuertes Edward, no dirán nada, nada, además ellos casi nunca salen y yo me quedaré unos días acá en casa capeando la tormenta
- yo lo siento tanto Bella, todo es mi culpa, mi maldita culpa, vengo yo y desmorono su mundo feliz, pero yo los quiero tanto, tanto
- lo se Edward, te he visto con los niños, ellos también te quieren mucho
- no Ethan, él todavía me odia
- no, no te odia, pero te tiene miedo, él cree que si te quiere tú te puedes ir y no quiero eso, no quiere sufrir, él es muy especial, Sophie tiene ese toque como de brujita y desde que empezó a hablar decía que su papi la visitaba en sueños, incluso hizo dibujos de ti, me daba terror, esa niña de verdad soñaba contigo, pero Ethan, él es más receptivo, es como si tuviera 35 años y no cinco, él siempre siente lo que pasa alrededor, él me mira un segundo y sabe perfectamente cómo me encuentro, es un niño increíble y ha sufrido más que nadie tu ausencia, lo siento, no lo digo para que te sientas mal, sólo para que lo conozcas un poquito, él es mi defensor número uno, el presidente de mi fans, el hombre de la casa como él dice y le duele mucho lo que me pasó, aunque nunca le he contado a veces pienso que él me lee la mente y sabe todo lo que pasó.
- Gracias Bella, se que nunca voy a cansarme de repetir lo agradecido y apenado que estoy contigo y con mis hijos, lo que hice no tiene perdón de Dios.
- Ya calla Cullen, tenemos cosas mejor que estar pidiendo perdón por cosas que pasaron hace tanto tiempo
- Si, pero ahora revientan las consecuencias de mis actos deplorables
- No hablemos más del tema, mejor concentrémonos en lo que va a pasar cuando salgamos al mundo y nos caiga la lluvia de periodistas
Así fue como acordaron no decir nada, total ya todos sabían que era verdad, de sus bocas no saldría una sola palabra, ya confirmarían la noticia con el fallo en el juicio. Las relaciones entre ellos era un poco más cordial, pero igualmente fría por parte de ella y ni decir de Antonio que se lo llevaban el demonio, casi estalla en furia cuando se insinuó una relación Cullen Hale, quería gritar que no era así, que esa era su mujer, que el maldito Cullen era un maldito aparecido y que no era más que un donador de esperma, pero no podía decir nada, no caería en el juego de la farándula, él estaba acostumbrado a sobrellevar el tema del estrellato y callar en pos de la intimidad, pero carajo, estaba tan furioso, ese hombre estaba entrando en sus vidas de manera meteórica y ya le estaba quitando el afecto de los niños, Sophie nunca lo quiso, pero en cambio adoraba a su padre y Ethan a pesar de que trataba de resistirse al cariño de su padre él había notado que sus muros estaban cayendo estrepitosamente, sabía que el chico se sentía dividido entre los dos hombres y sus afectos, pero no podía negar que en el fondo de su corazón el padre es el padre y la sangre tira, él veía a Ethan mirar de reojo a Edward y veía el anhelo de sentirse libre de abrazar a su padre y perdonarlo, le dolía, le dolía como un demonio porque él amaba a los niños tanto como a su madre, pero veía a padre e hijo sufriendo por la indiferencia del chico y él no podía quedarse de brazos cruzados.
Así fue como después que Edward se fuera el día anterior a saltar la noticia él hablo con Ethan.
- dime chico ¿por qué no le das una oportunidad a tu padre?
- Por que no quiero, lo odio – el niño estaba con el ceño fruncido y los bracitos cruzados en su pecho en pose combatiente
- A mi no puedes mentirme, se que deseas perdonarlo, se que deseas conocerlo y reírte con él, hazlo, no te arrepentirás
- Pero, pero, yo te quiero, yo quería que tú fueras mi papá
- Querías, pero ya no, yo siempre te querré chico, siempre serás mi campeón, siempre te querré como a un hijo, pero creo que debes darle una oportunidad a tu verdadero padre, no es mal tipo, sólo cometió un error tremendo, pero se ve que está arrepentido y deseoso de que le des una oportunidad, además ahora puedes tener dos papás ¿ o a caso tú crees que por querer a tu padre yo te voy a dejar de querer a ti?
- ¿no?
- Por supuesto que no, ustedes son mi familia, los amo, pero creo que es hora de que conozcas a tu papá, a mi me cae gordo, pero se que es un buen tipo, al menos como padre lo intenta, anda campeón se feliz, disfruta a tu papá.
- Gracias Antonio, siempre te voy a querer
- Y ustedes siempre serán mis hijos del corazón
Fue lo más difícil que tuvo que hacer Antonio en sus cortos años, pero amaba a esos niños y no podía dejar que Ethan siguiera sufriendo por el compromiso que sentía hacia él.
Fue así que cuando Bella y Edward estaban esa mañana discutiendo no decir nada a la prensa los niños bajaron y se encontraron a su papá en la sala, Sophie enseguida se lanzó a los brazos de Edward llenándolo de besos y caricias, Edward reía feliz del recibimiento de su preciosa hija.
- Sophie déjalo – Edward tragó saliva, nunca se acostumbraría al odio que le tenía su propio hijo, así que lo miró con tristeza en los ojos y bajó a Sophie de su regazo, pero ella no o quería soltar
- Que lo sueltes te dije, lo tienes todo babeado ¿cómo quieres que lo salude como corresponde si tiene babas tuyas por toda la cara?
Dicho esto todos se quedaron estáticos cuando Ethan corrió y se lanzó con ímpetu a los brazos de un Edward casi en estado de shock, Bella no podía creer lo que veían sus ojos, su hijito, su hijito besando por toda la cara a un padre al que hasta ayer juraba que odiaba, su ojos se llenaron de lágrimas de felicidad, su hijo por fin se estaba comportando como el niño inocente que es, un niño lleno de amor. Edward estaba feliz, más que feliz, dichoso, lleno de energía, lleno de amor, au hijo por fin lo perdonaba, por fin le daba una oportunidad para conocerlo, para ser parte de la vida de él, Dios, era maravilloso sentir el cuerpecito de su hijo entre sus brazos, sentir sus besitos picoteados en su cara, Dios era grande y misericordioso.
- yo… yo te quiero papi, te quiero mucho – dijo Ethan bajito pero todos lo escucharon y Edward sonrió tan ampliamente que por un segundo Bella reconoció en él al muchacho de seis años atrás, ese muchacho hermoso que cuando le sonreía ella sentía que el mundo dejaba de girar.
- Yo también hijo, yo también te amo, te amo mucho, mucho – dijo Edward con las lágrimas recorriendo sus mejillas.
En ese ambiente familiar y emocional tomaron desayuno en la cocina, Bella preparó zumo de naranja para Ethan, zumo de piña para Sophie y si no se equivocaba de fresas para Edward, café, tostadas con mermelada, huevos con jamón y panqueques con manjar.
Edward quedó perplejo al ver a Bella preparar el desayuno, el pensaba que tendría cocinera, además todo lo que preparó estaba delicioso y se notaba que estaba acostumbrada a hacer esa labor, conocía los gustos de sus hijos a la perfección y además se acordaba que a él le encantaba el zumo de fresas, claro que a él le gustaba si ella olía así a las ricas fresas, hacía años que no permitía pensar en ese olor, en ese sabor y ahora ella se lo preparaba y compartía el desayuno con ella, con sus hijos, Dios por favor, deja que me quede en sus vidas para siempre así, deja que ella me pueda amar otra vez aunque sea un poquito, quiero compartir todos los días de mi vida con ellos, no quiero irme, no me saques de acá, me muero, me muero por probarte nena, me muero por besarte, por estrecharte en mis brazos, por hacerte el amor hasta necesitar oxígeno, Dios, cálmate Edward, estás desayunando con tus hijos, carajo, tenía una erección tan incómoda y estaba al lado de sus hijos, cálmate Cullen, no es momento, no es momento para tener fantasías con esa bella mujer. Bella se sentó al otro extremo de la mesa y desayunaron entre risotadas y anécdotas, los niños charlaban felices y contaban cosas de su tío oso Emmett.
- Él es tan gracioso papi, es como un niño chiquito y tía Rose siempre le pega en la cabeza cuando el oso molesta a mami – decía Sophie
- Si, además es tan fuerte y come como un regimiento entero, tío Jasper dice que por eso casi nunca lo invita a almorzar, si no sería pobre – Ethan estaba feliz compartiendo con su padre por primera vez
- Tío Jacob también es bueno, él dice que cuando yo sea grande me va a enseñar a andar en moto y que todos los niños se enamorarán de mi – Sophie adoraba a Jacob
- Nena esas máquinas son peligrosas, te puedes hacer daño – Edward no le había gustado nada el asuntito de las motos
- Pero tío Jacob dice que él tendrá cuidado, además él le enseñó a mamá cuando era niña y nunca se hizo daño – Edward se guardó el gruñido que tenía en la garganta, él se acordaba exactamente lo imprudente que era Bella de niña y de las veces que discutieron porque ella montaba en esa maldita moto, se acordaba de la vez que la tuvo que ir a sacar de una maldita carrera en la que ella había participado a escondidas de él.
- Nena a papi no le gustan las motos, cuando yo era su novia él siempre se enojaba cuando me montaba en moto…..- Bella se calló lo que había dicho era imprudente, no debería estar hablando del tiempo en que fueron novios, era incómodo e idiota de su parte recordar el pasado
- ¿volverán a ser novios? ¿se casarán ahora? – preguntó Sophie contenta por el tema
- Ahora terminen su desayuno, es tarde
- Pero mami….
- No ahora cielo, después conversamos
Bella se disculpó y se fue de la cocina para cambiarse de ropa, estaba incómoda, tonta, tonta Bella, no pienses en el pasado se repetía continuamente, pero una estupidez no pensar en el pasado, ya que el pasado estaba sentado en su cocina, comiendo lo que ella le preparó, su pasado se estaba instalando en su vida, en la de sus hijos, su pasado había salido a la palestra pública, un pasado que ella ya no quería, pero que inevitablemente tenía que aceptar por el bien de sus hijos.
El día para Edward Cullen desde que salió de la casa de Bella fue un infierno, afuera de su casa estaba llena de periodistas, en las afueras de su empresa el mismo espectáculo. Al bajarse del auto todos esos seres hambrientos de noticias y cotilleos se abalanzaron hacia él como aves de rapiña.
- Señor Cullen ¿qué dice sobre su paternidad?
- ¿por qué nunca ha reconocido sus hijos?
- ¿Qué dice del hecho que Bella Hale se vaya a casar?
- ¿se va a casar ella todavía o retomó el romance con usted?
- ¿Qué dice su familia?
- ¿Qué opinan sus hijos?
- ¿Desde cuándo sabe que usted es el padre de los niños Hale o siempre lo supo?
- ¿Qué dice el hecho de que cuando embarazó a Bella Hale ella era menor de edad?
- ¿Fue una relación de mutuo acuerdo?
- ¿Se aprovechó de ella siendo una niña de trece años?
- ¿Qué opina el novio de la señorita Hale?
De Edward Cullen no obtuvieron una sola palabra y se adentró en la empresa, allí todos lo miraban de reojo y murmuraban por lo bajo, él suspiró, se esperaba esto y no le molestaba tanto, por fin todos sabían que los hijos de Bella eran sus hijos, no era la manera más idónea de que se enteraran, pero de alguna manera se alegraba que sus hijos fueran a recibir su apellido y su reconocimiento, ellos no eran unos bastardos, ellos eran unos niños magníficos y a él podrían crucificarlo públicamente y él estaría feliz de que a sus hijos nunca más los llamaran bastardos.
Por la noche después de hablar por teléfono con sus hijos y con Bella se fue a la cama, Dios había sido un día tan contradictorio, la bomba noticiosa explotando, la conversación con Bella, su hijita recibiéndolo amorosamente, Dios, su hijo aceptando que lo quería, eso fue lo mejor, lo mejor que le pudo pasar en el día, Bella preparando el desayuno, todos ellos compartiendo, riendo, contando anécdotas, Bella recordando el pasado, mierda, casi quería bailar el baile de la victoria cuando Bella recordó por un momento su pasado juntos.
Mmmm, Bella, Dios cada día más hermosa, cada día la deseo más, cada día como un sediento en el desierto anhelo sus besos, sus caricias, respirar su aire, respirar su aroma, lamer su piel caliente, oh si nena, aún recuerdo el sabor de tu piel en mi lengua, piel caliente, sedosa, aromáticamente dulce, deliciosa.
Flashbacks
Hace pocos minutos le había entregado el anillo y dado mi compromiso de matrimonio, había sido el mejor momento de mi vida hasta el momento, ella dijo si, maldita sea ella dijo si y estaba tan feliz, la amaba, la amaba hasta la locura, nunca pensé amar a nadie como amo a mi muchachita hermosa, todo pasó tan rápido, no me lo vi venir, pero es que ella era tan hermosa, tan cándida llenaba de luz mi vida, me sentía en el puto cielo cada vez que la besaba y estaba ansiosa de más, mucho más, hace semanas que no pensaba en otra cosa de cogerla como un loco, crucificarla en la cama toda la maldita noche, todo el maldito día, la amaba, pero la deseaba de una manera enfermiza, me volvía loco.
- Te amo Edward, te amo, tanto, tanto que me duele por todo el cuerpo
- Te amo mi niña, te amo y siempre estaremos juntos, serás mi esposa, mi amante, mi todo, mi todo – y estrellé mis labios en los suyos, oh joder, dulce placer sus labios, el beso se fue volviendo cada vez más hambriento, cada vez más apasionado, necesitado.
- Te deseo tanto Bella, tanto que creo que voy a explotar, pero si no estás preparada lo entiendo, lo entiendo – dije suspirando, anhelando
- Yo, yo Edward yo también te deseo, siento calor en todo el cuerpo y me estremezco y me duele, ardo, pero me siento tan tonta, tan poca cosa
- Cielo, no ¿por qué?
- Edward tú estás acostumbrado a otra clase de chica y yo tengo miedo, no ser suficiente, yo soy virgen Edward – quería gritar, quería bailar, el troglodita en mi interior estaba eufórico, virgen, Dios mío, sólo mía, sólo mía – Di algo Edward por favor
- Te amo, te amo, te amo, cielos virgen, oh Dios Bella mi preciosa niña ¿me darás ese regalo?
- Si Edward, no imagino a nadie más así conmigo, a nadie, sólo tú, sólo tuya
Estábamos internados en el bosque, cerca de un acantilado, era precioso, era como estar cerca del cielo.
Nos besamos cada vez con más pasión y de a poco nuestra ropa fue desapareciendo, cuando la tuve desnuda entre mis brazos la quedé mirando embobado, Dios, era tan hermosa, más de lo que imaginaba, la más hermosa de todas, la más perfecta y eras mía, mía, mía.
Acaricié sus pechos y era como tocar la gloria, sus pezones se erizaron bajo mis dedos y me los lleve a la boca, eran deliciosos, sublimes, primero uno, después el otro, Bella jadeaba y suspiraba mi nombre y era lo más putamente erótico que había escuchado en mi vida.
Llevé una mano a su entrepierna y separé sus muslos, quería tocarla, quería reclamarla, mía, mía, jodidamente mía, su piel estaba caliente y suave como seda, llegué a su centro y carajo, estaba húmeda, y quería poseerla ya, enterrarme en ella como un desquiciado, como un enfermo, pero mi nena era pura y necesitaba controlarme, necesitaba que estuviera relajada.
La acariciaba cada vez más rápido, quería ser un caballero, juro que quería, pero….
- Oh nena me encanta tu coñito húmedo y caliente, es tan estrecho, siento como tu corazón late en mis dedos
- Oh Dios mío, oh Dios, oh Dios
- No es Dios nena, soy Edward, tu dueño tu puto dueño, el que te llevara al cielo amor, el que dará los orgasmos más ricos del mundo ¿te gustan mis dedos?, espera ver lo que hace mi boca nena, mi lengua enterrada en tu coño dulce y caliente recibiendo tus jugos cielo, he soñado con esto tantas veces, me he masturbado hasta el cansancio pensando en tenerte justamente así, en estar enterrado en ti, sobre ti, alrededor de ti – Bella jadeaba cada vez más y sus caderas se movían a encontrarse con mis dedos mientras le susurraba palabras indecentes, parecía gustarle
- ¿te gusta que te hable sucio Bella?
- Oh si, si, así, así, no pares, no pares
- Oh mi nena es sucia, le gusta mi boca de sátiro
- Edward oh si – saqué mis dedos de su interior y los saboree, carajo, era deliciosa, su aroma me enloquecía y ella me miraba con la boca abierta y los ojos entornados de pasión, sus mejillas sonrojadas y retorciéndose en la hierba, una diosa, una ninfa del bosque, descendí por su cuerpo besando cada trazo de su piel hasta llegar a sus muslos, mordisquee su cadera y abrí sus piernas, me perdí en su centro, era alucinante, deliciosa, el mejor manjar que había probado, me declaraba adicto a su coño, adicto a su cuerpo, chupe, mordí, lamí su coñito, la jodí con mi lengua de fuego y recibí su primer orgasmo, bebí todo, no quería perder nada de ese suculento manjar, todo mío, todo para mí.
- Oh nena, te ves divina cuando te vienes, la mejor imagen que mis ojos han visto – abrí más sus piernas y tomé mi verga dura y caliente en una mano y golpee su clítoris haciéndola gemir, mis propios jugos pre -seminal los pasé por su coño y de a poco me fui adentrando en ese espacio virgen, pulgada a pulgada, carajo, era tan estrecha que dolía, ella suspiraba, pero se que le dolía, pero joder, ya no podía parar, estaba jodidamente perdido en este placer indómito. Llegué a su barrera y de un solo empuje entré, ella gritó y la acuné, con mis dedos limpié sus lágrimas, estaba haciendo un esfuerzo enorme por no moverme, no quería dañarla, pero mierda, quería moverme como un loco, cogerla hasta dejarla sin oxígeno, clavarla tan profundo que se quedara sin voz de tanto gritar mi nombre. Pasaron unos minutos y ella movió su cadera para dar a entender que estaba lista y no perdí tiempo, primero lento y cuidadoso y después duro, caliente, lujurioso, me enterraba hasta la empuñadura, carne con carne creando la mejor melodía, nuestros cuerpos cantaban, susurraban gritaban, a medida que entraba ella se expandía y se ajustaba a mi como un guante, era delicioso, y me perdí, cerré mis ojos y dejé que mi cuerpo actuara por si solo, los embistes cada vez más fuerte, más rápido, más duro, mas salvaje, tiré mi cabeza hacia atrás, el disfrute era alucinante, ella estaba anclada a mi cadera con sus piernas rodeándome, Dios estaba por correrme y ella también, la sentía más estrecha, me ordeñaba de manera deliciosa, sentía su corazón latiendo en mi polla, carajo, carajo, carajo, nunca había sentido algo como esto, ella era fuego, ella era pasión.
- Edward, cielo ya, ya voy a correrme, Dios, no pares, no pares amor, me encanta, me encanta sentirte dentro de mi, te siento amor, te siento, duro grande, caliente, más fuerte Edward, más rápido
- Oh nena, nena mala, te amo, cielo, te amo, amo jodidamente cogerte, clavarte, eres mía Bella, mía
- Tuya Edward, tuya
- Córrete ahora nena, ya no aguanto más, córrete para mi, sólo para mi – ella se vino de manera exquisita y tres embistes más me corrí como nunca lo había hecho antes, jadeábamos, estábamos sudados, cansados, pero felices y nos carcajeamos mientras nos abrazábamos y nos besábamos por todos lados, era la experiencia más hermosa que había vivido y era con ella, con mi amor, con mi novia, con mi futura esposa, mi mujer, mi mujer.
Fin del flashbacks
Bella afortunadamente no había tenido que trabajar en esos días, todo era un caos, periodistas por todos lados, llamadas telefónicas peguntando si era verdad lo que se decía. Sus amigos y familia la visitaron y le dieron su apoyo, Rosalie le dijo que ella le había dicho la verdad a Edward y estaba arrepentida, pero Bella la consoló diciéndole que ella no tenía la culpa, Bella nunca le había contado a nadie lo que en verdad había ocurrido y allí con su familia y sus amigos de toda la vida Jacob y Jasper abrió su corazón y por primera vez contó su pasado, su dolor, todo, ellos la miraban desconcertados, aunque se habían imaginado lo que había pasado el saberlo con detalles lo hizo más real, más doloroso, más humano y amaron más a la chica que fue capaz de desafiar su propio destino y ganarle la partida.
Había pasado una semana desde el bombazo y todavía la locura mediática seguía y ahora iba a ser peor, el día del juicio había llegado y por supuesto se filtró la información, el juzgado estaba lleno de periodistas pero tanto Bella como Edward llegaron con guardaespaldas y sin decir una palabra entraron, con las pruebas de ADN en mano todo resultó rápido, custodia compartida, una pensión para los niños exorbitante y aunque Bella adujo no necesitar compensación económica para sus hijos, el juez fue categórico, era derecho de los niños que su padre respondiera económicamente, después de firmar varios documentos ya era un hecho, sus niños eran Cullen, ahora tenían padre y eran odiosamente más ricos, el patrimonio de Edward era gigantesco y sus hijos los herederos del imperio.

1 comentarios:

Andy dijo...

QUE CAPITULO!!!!! SUPER TIENE DE TODO UN POCO ME ENCANTA GRACIAS POR ESTAR PENDIENTE DE BRINDARNOS NUESTRO VICIO.
Y BUENO GRACIAS A LA AUTORA POR SU TALENTO Y PERMITIR QUE PUBLIQUES