CAPÍTULO XVI.-
BELLA POV
Oh Dios estaba excitada, más que excitada, estaba en el puto cielo, Edward me llevaba al dormitorio en una carrera casi frenética, me llevaba como costal de papas en su hombro y yo simplemente reía extasiada por la anticipación, mi sexo palpitaba, se dilataba esperando devorarme toda su longitud, Dios ¿cuándo Isabella Swan pensaba de esa manera?, no lo se, pero así me sentía, lujuriosa, poderosa, anhelante, diosa del placer.
Al llegar a la habitación Edward sin ceremonias me lanzó hacia la cama, mi respiración era entrecortada, saboreaba la dulce excitación que emanaba del cuerpo de Edward, él estaba quieto mirándome, evaluándome, se veía tan tranquilo, pero era una fachada su miembro estaba a punto de reventar sus pantalones y sus ojos verdes expelían ondas de fuego que acariciaban mi piel dejándola caliente y necesitada.
Poco a poco como un felino se fue acercando a la cama mientras lentamente se desnudaba, oh, necesitaba un billete de cien dólares para poner en su ropa interior, era el más grandioso show, Edward Cullen desnudándose para la freaki.
- te deseo tanto Bella, tanto que duele
- entonces acaba con el dolor y tómame – la respiración de Edward acariciaba mi rostro, era tan hermoso y erótico verlo encima mío, sin esperar más me besó, oh, Dios, nunca me había besado de esa manera, tan brutal, tan territorial, tan apasionado.
- Te amo, te amo, te amo
- Yo también te amo Edward, te amo como nunca he amado a nadie, sólo tú, sólo tú amor
Sus manos viajaron por todo mi cuerpo, excitando, conquistando centímetro por centímetro, de a poco mi ropa fue desapareciendo entre caricias y mordiscos.
Cuando me penetró me sentí en casa y una felicidad enorme me invadió, nunca amaría a nadie como a Edward, era mi vida, mi felicidad, mi todo. Los minutos pasaban y nosotros seguíamos en nuestra burbuja de pasión, me tomó en forma salvaje y en distintas posiciones, yo estaba loca de lujuria, nunca pensé que pudiera sentirme de esta manera, nuestros gritos y jadeos los dejábamos fluir libremente creando la música más hermosa que había escuchado hasta ahora.
Alcanzamos el orgasmo y fue celestial al gritar nuestros nombres con fuerza, de no haber estado solos creo que todos en la casa nos hubieran escuchado. Abrazados y desnudos entrelazamos nuestras piernas y Edward recogió el cobertor que se había caído al suelo y nos cubrió y entre besos y caricias lentas caímos en los brazos de Morfeo. Había sido una noche especial, no0s habíamos reconciliado dejando atrás nuestra historia pasada y mirando hacia el futuro llenos de esperanzas.
Sentí un pequeño pinchazo en el cuello y traté de moverme para ver que me pasaba, el cuerpo empezó a adormecerse y me asusté, así que como pude me incorporé para despertar a Edward y lo que vi me dejó lívida, Edward estaba amarrado al pie de la cama y amordazado en el suelo, sus ojos revelaban un intenso terror, cuando traté de levantarme trastabillé y caí de rodillas, traté nuevamente de ponerme en pié y fue ahí cuando vi a una persona salir desde las sombras que aún cubría la habitación. Mi respiración se aceleró y empecé a sudar de puro pánico, era él, no podía ser posible, pero era él, mi peor pesadilla, él había vuelto no se cómo, pero nuevamente me haría daño y por su expresión furiosa creo que ahora no me escaparía tan fácilmente de él.
- hola muñequita, dije que te encontraría y aquí estoy
- ¿Cóm… cómo?
- Escapé, te prometí que estaríamos juntos y siempre cumplo lo que prometo, ahora nos iremos, nos divertiremos mucho mi muñequita, más que antes, ahora que ya he comprobado lo zorra que eres no tengo porque respetarte y cuidarte tanto ¿no crees?
- No, por favor, déjame en paz de una maldita vez
- NUNCA, eres mía, desde que te vi eres mía y yo de tonto no te tomé cuando tuve la oportunidad, siempre te respeté, quería que estuvieras preparada para ser mi mujer, pero fallé y ahora te entregaste a este niñito de mierda ¿cómo pudiste hacerme algo así?, te amo carajo y me lastimas revolcándote con este pendejo.
- Yo lo amo a él, él es mi vida
- NOOOO, renuncia a él o lo mato en este mismo instante, déjalo y vente conmigo
- ¿me pides que vaya contigo de buena manera después que me has drogado? Dije con apenas un poco de aliento, la visión se me hacía cada vez más borrosa, miré a Edward nuevamente y le sonreí
- Te amo Edward, siempre lo haré, nunca amé a James como te amo a ti, nunca lo olvides, te amo, te amo y todo se volvió negro
ALEX POV
Jajajaja, había logrado escapar, se me hizo muy fácil sobornar para lograr ir a buscar a mi muñequita, sabía dónde estaba y faltaban pocas horas para reencontrarnos.
Al llegar a la casa donde vivía me escondí en una habitación vacía, había estudiado el perímetro y sabía que el doctor Cullen y su esposa no estaban, la hija de ellos había ido donde el hermano del desgraciado de James, oh, si, sabía todas esas cosas, era aplicado cuando me lo proponía y había escuchado a la niña Alice hablar por teléfono haciendo planes para pasar la noche con Jasper.
La casa estaba vacía así que salí a buscar algo para comer, la verdad es que llevaba casi dos días sin alimentarme y necesitaba todas mis fuerzas para cuando viera a mi pequeña, además debía cerciorarme que todo estuviera previsto cuando me la llevara. Después de comer por allí y lo más discretamente posible regresé a la casa, había esperado un tiempo prudencial para volver, al subir las escaleras sigilosamente para buscar a mi nena escuché algo que me volvió loco, era ella y gemía de placer, mierda, mierda, mierda, me había demorado mucho y ella ahora estaba con ese muchachito imbécil, entonces era verdad, ellos son novios, carajo, quería gritar, quería destruir el maldito mundo entero, no había querido creer que ella pudiera entregarse a otro que no fuera yo, pero ahí estaba encerrada en ese dormitorio entregada al placer que debería ser sólo mío.
Como un maldito masoquista abrí lentamente la puerta dejándola apenas abierta y me asomé y lo que vi me hizo llorar, ese desgraciado la estaba montando y ella estaba feliz, maldición, ella era mía, era mía, ¿por qué carajos no me amaba?, yo la amaba con todas mis fuerzas y ella siempre escogía a otro, no era justo, ella era tan preciosa, tan inocente que no la quise mancillar y ahora estaba pagando mi error, ella cogiendo como una puta con ese idiota, lo mataría, lo mataría lentamente por haberse atrevido a tocar lo que es mío y ella, ella pagaría por su traición, si se entregaba al placer como una zorra entonces cono una zorra la trataría, la doblegaría, me la cogería hasta que no pudiera pensar en nadie que no sea yo.
Decidí esperar, se que soy un enfermo por esperar a que la zorra terminara de follar, pero la amo tanto que no se, no se qué pensar, a esta altura nada me cuadra en la cabeza, volví a juntar la puerta, pero me quedé afuera como un puto esclavo de sus gemidos, ellos me tenían anclado añorando que ella gimiera así entre mis brazos. Seguí llorando por el daño que esa niña me ocasionaba con su actuar, mi cabeza era un revoltijo de emociones, por un lado quería dañarla por lastimarme, por no amarme, por no esperarme, pero por otro lado la seguía amando y le perdonaría todo si ella me decía que me amaba, si era así pasaría la vida mimándola, adorándola como la diosa que es, pero se que ella no me ama ¿oh si?, mierda, la confusión me carcomía, ella debía amarme, era mía, desde la primera vez que la vi lo supe, ella había nacido para mi, para ser adorada por mi, para ser cuidada y sumisa a mi.
HIJO DE PUTA, quería gritar, llevaban horas cogiendo y no se cansaban, malditos cabrones cogían como conejos y yo estaba desesperado, pero no podía actuar todavía, si entraba ahora tendría que matar al muchachito para poder dominar a mi muñequita y eso no quería, él iba a morir lentamente, se retorcería de dolor al saber perdida a esa maldita puta, no, no, ella no era una puta, ella era pura e inocente, él tenía la culpa, él la había pervertido, ella era un ángel hermoso y él la había seducido, si, eso era, pero yo haría que se olvidara de él, yo lograría que me amara como nunca ha querido a nadie, ella me pertenecía y cuando se rindiera a mi, a mi amor, le perdonaría el sufrimiento por el que me ha hecho pasar y seríamos felices, felices para siempre, siempre juntos, sólo para mi placer alejada de las miradas de todos, sólo mía.
Ya era de madrugada cuando me volví a asomar por la puerta y ya estaban dormidos, miré a Bella, era tan hermosa, siempre lo ha sido, es una suerte que haya llegado a mi vida para iluminarla, pero ese jodido chico vino a arrebatarme lo que tanto amo y no se lo perdonaré nunca, él iba a llorar lágrimas de sangre cuando perdiera a mi muñequita.
Primero fui por el idiota ese, fue muy fácil ya que seguramente estaba muy cansado ya que ni siquiera despertó cuando lo inmovilicé, lo maniaté y luego lo amarré al pie de la cama para tenerlo quieto. Luego saqué la inyección y se la apliqué a mi muñequita, claro ella enseguida despertó y al darse cuenta de la situación trató de incorporarse, pero era demasiado tarde y la droga estaba haciendo efecto y calló de rodillas, yo estaba oculto en las sombras viendo el espectáculo, ella se veía confusa cuando vio a su noviecito todo amarrado, pero cuando me vio su cara se transformó en terror, carajo, quiero que me ame, no que me tema.
Cuando calló desmayada por el efecto de la droga el noviecito trataba de soltarse del amarre y gritaba, así que le di un buen golpe en la cara para que dejará de hacer tanto escándalo.
Vestí a mi niña, ya que la muy puta estaba desnuda y la tomé en brazos llevándola al vehículo que había arrendado bajo nombre falso por supuesto, una vez que la dejé en el asiento posterior fui por el niñato, él me dio problemas por lo que volví a golpearlo, vamos a ver si mi muñequita sigue queriéndolo cuando vea el lindo trabajito que le hice en la cara a su noviecito.
Al niñato lo metí en el maletero y me largué de ese pueblo de mierda, ya tenía listo el lugar donde tendría a mi nena.
Manejé horas hasta que llegué a destino, Dimitri, mi peón se había lucido adecuando el lugar tal como a mi me gusta, una vez que le pagué se marchó llevándose el vehículo que yo traía y me dejó el suyo.
Una vez instalada mi nena en su dormitorio llevé al niñato del infierno al otro lado del dormitorio de mi nena para que viera en primer plano cómo quebraba a mi muñequita a mi antojo, le saqué la mordaza y le di alimento y agua, no quería que muriera sin haber visto el tratamiento que le daría a mi niña. En un principio no aceptó, pero seguramente tampoco quería morir, así que consumió lo que le di. Ahora sólo faltaba que mi nena despertara, pero antes de que lo hiciera tenía que ponerle la ropa adecuada, oh si, su ropa de muñequita consentida, dejé al niñato frente al vidrio para que presenciara el show.
Estaba terminando de vestirla cuando empezó a despertar, suspiró el nombre del niñato y no aguanté y le di una bofetada, las reglas las ponía yo y ella tenía terminantemente prohibido pensar, nombrar o amar a ese niñato de mierda.
Al sentir la bofetada abrió los ojos de golpe y me enfocó, primero vi confusión, después incredulidad y al último ¿asco?, no miedo, asco, eso me sacó de las casillas y la volví a abofetear.
Al sentir el segundo impacto se levantó tambaleando, pero logró ponerse de pié y me miraba con cara de odio, oh no nena, no me mires así que me duele.
Paseó la vista por todo el lugar seguramente buscando al noviecito, al no encontrarlo sus ojos se llenaron de lágrimas y decidí empezar a educarla y lo primero que tenía que aprender era a estar sin ese mocoso.
- no busques lo que no volverás a ver nunca más en tu vida muñequita
- no, no, no, dime que no está muerto, dime que no lo mataste
- oh si nena, te dije que lo haría, te advertí tiempo atrás que eras solamente mía y no me hiciste caso, te metiste con ese niñato, pero no te preocupes, no sufrió mucho cuando le di un tiro en su linda cabecita jajajajaja ¿sabes que lloraba pidiendo clemencia, pidiendo que no lo matara?, ¡de ese niñato cobarde te enamoraste, con ese pedazo de mierda te revolcaste!.
- Noooo, te odio, maldito enfermo, ahora te odio más por arrebatarme a Edward, te odio, te odio y te juro que te veré caer muerto – mi pobre nena lloraba la supuesta muerte de ese hijo de puta
- No llores nena, ahora estás conmigo y todo va a estar mejor, te lo dije una vez, tú naciste para ser mía
- Nunca, prefiero morir antes de que me toques, me das asco, por eso la vez pasada preferí suicidarme a que me tocaras, maldito loco
- No digas esas cosas muñequita, calla por favor
- No callaré, eres un enfermo, un pedófilo, un loco – no aguanté más insultos y le golpee el rostro con furia, ella calló al piso escupiendo sangre por la boca, pierda, le había partido el labio
- Mira lo que me haces hacer, no quiero maltratarte, pero me retas, me encabronas, deja de una maldita vez la rebeldía y asume que me perteneces
- Jamás, podrás golpearme las veces que quieras pero nunca sentiré otra cosa que asco por ti
Me empecé a pasear de un lado a otro, ella definitivamente me sacaba de las casillas, quería que yo perdiera el control, pero no lo lograría, no lo lograría nuevamente.
La tomé de un brazo y la levanté del suelo, le acaricié su rostro ahora enrojecido y la giré para que se viera en el espejo, ella estaba hermosa con el vestido nuevo que le había comprado.
- maldito enfermo, este vestido es horrible, prefiero ponerme un saco de papas
- estás hermosa como siempre que te visto muñequita, ahora estás perfectase que tras el vidrio el niñato estaba viendo a mi hermosa muñequita sin poder hacer nada para arrebatármela, él podía verla y escucharla, pero ella no a él.
- Ahora muñequita quiero que toques el violín, añoro escucharte tocar – le pasé el violín que había comprado especialmente para ella
- Púdrete – gritó arrojando el violín contra el vidrio, oh no niña, con la música no se juega.
Le di un golpe en las costillas, pero la muy perra me lo devolvió y carajo me dolió, traté de acercarme nuevamente y me volvió a golpear, mierda, ahora sabía defenderse y lo hacía muy bien
- No te acerques, soy capaz de matarte con mis propias manos
- Muñequita linda deja de jugar, sabes que debo educarte para que seas mi muñequita perfecta
- Nunca
- ¡Ya basta!, no te quería dañar mucho, pero no me dejas remedio, no acepto esta rebeldía, no la soporto y dicho esto me acerqué a ella y la inmovilicé, por supuesto no fue fácil, pero lo logré, yo era más grande y fuerte y le di con mi puño en su cara arrojándola al piso.
- Ríndete a mi niña, no puedes luchar conmigo
- Nunca, ya no te temo, nunca me doblegaré
La ira nubló mi mente y no pude parar de golpearla, por supuesto también recibí mis buenos golpes por parte de ella, ahora era más fuerte de lo que fue alguna vez y eso por un lado me gustaba, ella siempre fue guerrera pero siempre pude dominarla a través de golpes, a través del amor que sintió por los suyos, ahora se jugaba todo o nada porque pensaba que el niñato estaba muerto, pero no me quería jugar esa última carta todavía. Golpe, golpe, golpe.
- Basta, no quiero matarte, quiero que admitas que eres mía, admite que me amas, admite que no te queda nadie más que yo en este mundo
- Jódete maldito enfermo, aunque hayas matado a Edward nunca te amaré ¿por qué mierda no comprendes que estás loco?, nunca te querré, eres un enfermo de mierda y ya no te tengo miedo, me has arrebatado todo menos el asco que siento por ti, maldito hijo de puta
- Zorra – le grité y le asesté un tremendo golpe que la dejó inconsciente en el suelo- Carajo, carajo, carajo, mira lo que me haces hacer, no quería dañarte, pero me obligas, me obligas – empecé a gritar cuando me di cuenta del daño que le había causado, estaba irreconocible por tantos golpes, la sangre emanaba de ella como un manantial, su rostro hinchado y sangrante, su respiración era tan leve que temí que muriera, la levanté del suelo, estaba desmadejada, rota y yo era el culpable
.Una vez que la dejé en la cama curé sus heridas y vendé su torso para que sus costillas no se lastimaran más, nunca antes la había golpeado de esa manera, pero ella tenía la culpa, de todas maneras no pude evitar llorar por el daño que le había causado, ella me perturbaba, me dañaba, me hería y todo por ese maldito hijo de puta, ese maldito niñato que había presenciado todo, él debería estar con el rostro y el cuerpo destrozado no ella, mierda, mierda, mierda.
Salí hecho una furia, él me las pagaría por su maldita culpa había dañado a mi muñequita, él pagaría.
BELLA POV
Oh Dios estaba excitada, más que excitada, estaba en el puto cielo, Edward me llevaba al dormitorio en una carrera casi frenética, me llevaba como costal de papas en su hombro y yo simplemente reía extasiada por la anticipación, mi sexo palpitaba, se dilataba esperando devorarme toda su longitud, Dios ¿cuándo Isabella Swan pensaba de esa manera?, no lo se, pero así me sentía, lujuriosa, poderosa, anhelante, diosa del placer.
Al llegar a la habitación Edward sin ceremonias me lanzó hacia la cama, mi respiración era entrecortada, saboreaba la dulce excitación que emanaba del cuerpo de Edward, él estaba quieto mirándome, evaluándome, se veía tan tranquilo, pero era una fachada su miembro estaba a punto de reventar sus pantalones y sus ojos verdes expelían ondas de fuego que acariciaban mi piel dejándola caliente y necesitada.
Poco a poco como un felino se fue acercando a la cama mientras lentamente se desnudaba, oh, necesitaba un billete de cien dólares para poner en su ropa interior, era el más grandioso show, Edward Cullen desnudándose para la freaki.
- te deseo tanto Bella, tanto que duele
- entonces acaba con el dolor y tómame – la respiración de Edward acariciaba mi rostro, era tan hermoso y erótico verlo encima mío, sin esperar más me besó, oh, Dios, nunca me había besado de esa manera, tan brutal, tan territorial, tan apasionado.
- Te amo, te amo, te amo
- Yo también te amo Edward, te amo como nunca he amado a nadie, sólo tú, sólo tú amor
Sus manos viajaron por todo mi cuerpo, excitando, conquistando centímetro por centímetro, de a poco mi ropa fue desapareciendo entre caricias y mordiscos.
Cuando me penetró me sentí en casa y una felicidad enorme me invadió, nunca amaría a nadie como a Edward, era mi vida, mi felicidad, mi todo. Los minutos pasaban y nosotros seguíamos en nuestra burbuja de pasión, me tomó en forma salvaje y en distintas posiciones, yo estaba loca de lujuria, nunca pensé que pudiera sentirme de esta manera, nuestros gritos y jadeos los dejábamos fluir libremente creando la música más hermosa que había escuchado hasta ahora.
Alcanzamos el orgasmo y fue celestial al gritar nuestros nombres con fuerza, de no haber estado solos creo que todos en la casa nos hubieran escuchado. Abrazados y desnudos entrelazamos nuestras piernas y Edward recogió el cobertor que se había caído al suelo y nos cubrió y entre besos y caricias lentas caímos en los brazos de Morfeo. Había sido una noche especial, no0s habíamos reconciliado dejando atrás nuestra historia pasada y mirando hacia el futuro llenos de esperanzas.
Sentí un pequeño pinchazo en el cuello y traté de moverme para ver que me pasaba, el cuerpo empezó a adormecerse y me asusté, así que como pude me incorporé para despertar a Edward y lo que vi me dejó lívida, Edward estaba amarrado al pie de la cama y amordazado en el suelo, sus ojos revelaban un intenso terror, cuando traté de levantarme trastabillé y caí de rodillas, traté nuevamente de ponerme en pié y fue ahí cuando vi a una persona salir desde las sombras que aún cubría la habitación. Mi respiración se aceleró y empecé a sudar de puro pánico, era él, no podía ser posible, pero era él, mi peor pesadilla, él había vuelto no se cómo, pero nuevamente me haría daño y por su expresión furiosa creo que ahora no me escaparía tan fácilmente de él.
- hola muñequita, dije que te encontraría y aquí estoy
- ¿Cóm… cómo?
- Escapé, te prometí que estaríamos juntos y siempre cumplo lo que prometo, ahora nos iremos, nos divertiremos mucho mi muñequita, más que antes, ahora que ya he comprobado lo zorra que eres no tengo porque respetarte y cuidarte tanto ¿no crees?
- No, por favor, déjame en paz de una maldita vez
- NUNCA, eres mía, desde que te vi eres mía y yo de tonto no te tomé cuando tuve la oportunidad, siempre te respeté, quería que estuvieras preparada para ser mi mujer, pero fallé y ahora te entregaste a este niñito de mierda ¿cómo pudiste hacerme algo así?, te amo carajo y me lastimas revolcándote con este pendejo.
- Yo lo amo a él, él es mi vida
- NOOOO, renuncia a él o lo mato en este mismo instante, déjalo y vente conmigo
- ¿me pides que vaya contigo de buena manera después que me has drogado? Dije con apenas un poco de aliento, la visión se me hacía cada vez más borrosa, miré a Edward nuevamente y le sonreí
- Te amo Edward, siempre lo haré, nunca amé a James como te amo a ti, nunca lo olvides, te amo, te amo y todo se volvió negro
ALEX POV
Jajajaja, había logrado escapar, se me hizo muy fácil sobornar para lograr ir a buscar a mi muñequita, sabía dónde estaba y faltaban pocas horas para reencontrarnos.
Al llegar a la casa donde vivía me escondí en una habitación vacía, había estudiado el perímetro y sabía que el doctor Cullen y su esposa no estaban, la hija de ellos había ido donde el hermano del desgraciado de James, oh, si, sabía todas esas cosas, era aplicado cuando me lo proponía y había escuchado a la niña Alice hablar por teléfono haciendo planes para pasar la noche con Jasper.
La casa estaba vacía así que salí a buscar algo para comer, la verdad es que llevaba casi dos días sin alimentarme y necesitaba todas mis fuerzas para cuando viera a mi pequeña, además debía cerciorarme que todo estuviera previsto cuando me la llevara. Después de comer por allí y lo más discretamente posible regresé a la casa, había esperado un tiempo prudencial para volver, al subir las escaleras sigilosamente para buscar a mi nena escuché algo que me volvió loco, era ella y gemía de placer, mierda, mierda, mierda, me había demorado mucho y ella ahora estaba con ese muchachito imbécil, entonces era verdad, ellos son novios, carajo, quería gritar, quería destruir el maldito mundo entero, no había querido creer que ella pudiera entregarse a otro que no fuera yo, pero ahí estaba encerrada en ese dormitorio entregada al placer que debería ser sólo mío.
Como un maldito masoquista abrí lentamente la puerta dejándola apenas abierta y me asomé y lo que vi me hizo llorar, ese desgraciado la estaba montando y ella estaba feliz, maldición, ella era mía, era mía, ¿por qué carajos no me amaba?, yo la amaba con todas mis fuerzas y ella siempre escogía a otro, no era justo, ella era tan preciosa, tan inocente que no la quise mancillar y ahora estaba pagando mi error, ella cogiendo como una puta con ese idiota, lo mataría, lo mataría lentamente por haberse atrevido a tocar lo que es mío y ella, ella pagaría por su traición, si se entregaba al placer como una zorra entonces cono una zorra la trataría, la doblegaría, me la cogería hasta que no pudiera pensar en nadie que no sea yo.
Decidí esperar, se que soy un enfermo por esperar a que la zorra terminara de follar, pero la amo tanto que no se, no se qué pensar, a esta altura nada me cuadra en la cabeza, volví a juntar la puerta, pero me quedé afuera como un puto esclavo de sus gemidos, ellos me tenían anclado añorando que ella gimiera así entre mis brazos. Seguí llorando por el daño que esa niña me ocasionaba con su actuar, mi cabeza era un revoltijo de emociones, por un lado quería dañarla por lastimarme, por no amarme, por no esperarme, pero por otro lado la seguía amando y le perdonaría todo si ella me decía que me amaba, si era así pasaría la vida mimándola, adorándola como la diosa que es, pero se que ella no me ama ¿oh si?, mierda, la confusión me carcomía, ella debía amarme, era mía, desde la primera vez que la vi lo supe, ella había nacido para mi, para ser adorada por mi, para ser cuidada y sumisa a mi.
HIJO DE PUTA, quería gritar, llevaban horas cogiendo y no se cansaban, malditos cabrones cogían como conejos y yo estaba desesperado, pero no podía actuar todavía, si entraba ahora tendría que matar al muchachito para poder dominar a mi muñequita y eso no quería, él iba a morir lentamente, se retorcería de dolor al saber perdida a esa maldita puta, no, no, ella no era una puta, ella era pura e inocente, él tenía la culpa, él la había pervertido, ella era un ángel hermoso y él la había seducido, si, eso era, pero yo haría que se olvidara de él, yo lograría que me amara como nunca ha querido a nadie, ella me pertenecía y cuando se rindiera a mi, a mi amor, le perdonaría el sufrimiento por el que me ha hecho pasar y seríamos felices, felices para siempre, siempre juntos, sólo para mi placer alejada de las miradas de todos, sólo mía.
Ya era de madrugada cuando me volví a asomar por la puerta y ya estaban dormidos, miré a Bella, era tan hermosa, siempre lo ha sido, es una suerte que haya llegado a mi vida para iluminarla, pero ese jodido chico vino a arrebatarme lo que tanto amo y no se lo perdonaré nunca, él iba a llorar lágrimas de sangre cuando perdiera a mi muñequita.
Primero fui por el idiota ese, fue muy fácil ya que seguramente estaba muy cansado ya que ni siquiera despertó cuando lo inmovilicé, lo maniaté y luego lo amarré al pie de la cama para tenerlo quieto. Luego saqué la inyección y se la apliqué a mi muñequita, claro ella enseguida despertó y al darse cuenta de la situación trató de incorporarse, pero era demasiado tarde y la droga estaba haciendo efecto y calló de rodillas, yo estaba oculto en las sombras viendo el espectáculo, ella se veía confusa cuando vio a su noviecito todo amarrado, pero cuando me vio su cara se transformó en terror, carajo, quiero que me ame, no que me tema.
Cuando calló desmayada por el efecto de la droga el noviecito trataba de soltarse del amarre y gritaba, así que le di un buen golpe en la cara para que dejará de hacer tanto escándalo.
Vestí a mi niña, ya que la muy puta estaba desnuda y la tomé en brazos llevándola al vehículo que había arrendado bajo nombre falso por supuesto, una vez que la dejé en el asiento posterior fui por el niñato, él me dio problemas por lo que volví a golpearlo, vamos a ver si mi muñequita sigue queriéndolo cuando vea el lindo trabajito que le hice en la cara a su noviecito.
Al niñato lo metí en el maletero y me largué de ese pueblo de mierda, ya tenía listo el lugar donde tendría a mi nena.
Manejé horas hasta que llegué a destino, Dimitri, mi peón se había lucido adecuando el lugar tal como a mi me gusta, una vez que le pagué se marchó llevándose el vehículo que yo traía y me dejó el suyo.
Una vez instalada mi nena en su dormitorio llevé al niñato del infierno al otro lado del dormitorio de mi nena para que viera en primer plano cómo quebraba a mi muñequita a mi antojo, le saqué la mordaza y le di alimento y agua, no quería que muriera sin haber visto el tratamiento que le daría a mi niña. En un principio no aceptó, pero seguramente tampoco quería morir, así que consumió lo que le di. Ahora sólo faltaba que mi nena despertara, pero antes de que lo hiciera tenía que ponerle la ropa adecuada, oh si, su ropa de muñequita consentida, dejé al niñato frente al vidrio para que presenciara el show.
Estaba terminando de vestirla cuando empezó a despertar, suspiró el nombre del niñato y no aguanté y le di una bofetada, las reglas las ponía yo y ella tenía terminantemente prohibido pensar, nombrar o amar a ese niñato de mierda.
Al sentir la bofetada abrió los ojos de golpe y me enfocó, primero vi confusión, después incredulidad y al último ¿asco?, no miedo, asco, eso me sacó de las casillas y la volví a abofetear.
Al sentir el segundo impacto se levantó tambaleando, pero logró ponerse de pié y me miraba con cara de odio, oh no nena, no me mires así que me duele.
Paseó la vista por todo el lugar seguramente buscando al noviecito, al no encontrarlo sus ojos se llenaron de lágrimas y decidí empezar a educarla y lo primero que tenía que aprender era a estar sin ese mocoso.
- no busques lo que no volverás a ver nunca más en tu vida muñequita
- no, no, no, dime que no está muerto, dime que no lo mataste
- oh si nena, te dije que lo haría, te advertí tiempo atrás que eras solamente mía y no me hiciste caso, te metiste con ese niñato, pero no te preocupes, no sufrió mucho cuando le di un tiro en su linda cabecita jajajajaja ¿sabes que lloraba pidiendo clemencia, pidiendo que no lo matara?, ¡de ese niñato cobarde te enamoraste, con ese pedazo de mierda te revolcaste!.
- Noooo, te odio, maldito enfermo, ahora te odio más por arrebatarme a Edward, te odio, te odio y te juro que te veré caer muerto – mi pobre nena lloraba la supuesta muerte de ese hijo de puta
- No llores nena, ahora estás conmigo y todo va a estar mejor, te lo dije una vez, tú naciste para ser mía
- Nunca, prefiero morir antes de que me toques, me das asco, por eso la vez pasada preferí suicidarme a que me tocaras, maldito loco
- No digas esas cosas muñequita, calla por favor
- No callaré, eres un enfermo, un pedófilo, un loco – no aguanté más insultos y le golpee el rostro con furia, ella calló al piso escupiendo sangre por la boca, pierda, le había partido el labio
- Mira lo que me haces hacer, no quiero maltratarte, pero me retas, me encabronas, deja de una maldita vez la rebeldía y asume que me perteneces
- Jamás, podrás golpearme las veces que quieras pero nunca sentiré otra cosa que asco por ti
Me empecé a pasear de un lado a otro, ella definitivamente me sacaba de las casillas, quería que yo perdiera el control, pero no lo lograría, no lo lograría nuevamente.
La tomé de un brazo y la levanté del suelo, le acaricié su rostro ahora enrojecido y la giré para que se viera en el espejo, ella estaba hermosa con el vestido nuevo que le había comprado.
- maldito enfermo, este vestido es horrible, prefiero ponerme un saco de papas
- estás hermosa como siempre que te visto muñequita, ahora estás perfectase que tras el vidrio el niñato estaba viendo a mi hermosa muñequita sin poder hacer nada para arrebatármela, él podía verla y escucharla, pero ella no a él.
- Ahora muñequita quiero que toques el violín, añoro escucharte tocar – le pasé el violín que había comprado especialmente para ella
- Púdrete – gritó arrojando el violín contra el vidrio, oh no niña, con la música no se juega.
Le di un golpe en las costillas, pero la muy perra me lo devolvió y carajo me dolió, traté de acercarme nuevamente y me volvió a golpear, mierda, ahora sabía defenderse y lo hacía muy bien
- No te acerques, soy capaz de matarte con mis propias manos
- Muñequita linda deja de jugar, sabes que debo educarte para que seas mi muñequita perfecta
- Nunca
- ¡Ya basta!, no te quería dañar mucho, pero no me dejas remedio, no acepto esta rebeldía, no la soporto y dicho esto me acerqué a ella y la inmovilicé, por supuesto no fue fácil, pero lo logré, yo era más grande y fuerte y le di con mi puño en su cara arrojándola al piso.
- Ríndete a mi niña, no puedes luchar conmigo
- Nunca, ya no te temo, nunca me doblegaré
La ira nubló mi mente y no pude parar de golpearla, por supuesto también recibí mis buenos golpes por parte de ella, ahora era más fuerte de lo que fue alguna vez y eso por un lado me gustaba, ella siempre fue guerrera pero siempre pude dominarla a través de golpes, a través del amor que sintió por los suyos, ahora se jugaba todo o nada porque pensaba que el niñato estaba muerto, pero no me quería jugar esa última carta todavía. Golpe, golpe, golpe.
- Basta, no quiero matarte, quiero que admitas que eres mía, admite que me amas, admite que no te queda nadie más que yo en este mundo
- Jódete maldito enfermo, aunque hayas matado a Edward nunca te amaré ¿por qué mierda no comprendes que estás loco?, nunca te querré, eres un enfermo de mierda y ya no te tengo miedo, me has arrebatado todo menos el asco que siento por ti, maldito hijo de puta
- Zorra – le grité y le asesté un tremendo golpe que la dejó inconsciente en el suelo- Carajo, carajo, carajo, mira lo que me haces hacer, no quería dañarte, pero me obligas, me obligas – empecé a gritar cuando me di cuenta del daño que le había causado, estaba irreconocible por tantos golpes, la sangre emanaba de ella como un manantial, su rostro hinchado y sangrante, su respiración era tan leve que temí que muriera, la levanté del suelo, estaba desmadejada, rota y yo era el culpable
.Una vez que la dejé en la cama curé sus heridas y vendé su torso para que sus costillas no se lastimaran más, nunca antes la había golpeado de esa manera, pero ella tenía la culpa, de todas maneras no pude evitar llorar por el daño que le había causado, ella me perturbaba, me dañaba, me hería y todo por ese maldito hijo de puta, ese maldito niñato que había presenciado todo, él debería estar con el rostro y el cuerpo destrozado no ella, mierda, mierda, mierda.
Salí hecho una furia, él me las pagaría por su maldita culpa había dañado a mi muñequita, él pagaría.
2 comentarios:
denso! que genial al capitulo pero ya me como las uñas jaja mas mas mas-1!!! por dios que tenas que esta todo bella quedo hecho nada que hp que es el osea quiero que lo maten asi con dolor jajajasoy mala o justiciera nose jaja me encanto felicitaciones por el capi
es un bastardo asqueroso, no lo soporto se que es una historia pero aun asi se me viene a la mente como puede existir un ser tan despreciable y asqueroso.
este degenerado y loco no me cae bien pero debo decir el cap estuvo emocionante muy bueno.
ps: Angel estas muy perdida no sabes la falta que haces por el blog
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