Dark Chat

jueves, 15 de septiembre de 2011

Vida: Dulce Inmortalidad

Aqui les dejo el ultimo capitulo de esta lindaa historia esperoo lo hayan disfrutadoo muchoo, graciaas por seguir visitando el sitio, gracias a la autora por permitirnos publicarloo :) porfavor dejen sus comentarios que son muy importantes para nosotraas

las quieroo (k)

Anita Cullen!

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Capitulo Final : El Principio del Final: ¿Felices para siempre y por siempre?

...No alcance a percatarme de su presencia, ni siquiera logre sentir el ruido que hace el viento contra su cuerpo, así de sigilosa era, estaba ahí parada frente al vacío y ni aún en esa circunstancia, no podía terminar con mi vida, pero claro él ya lo había hecho. El dolor parecía no acabar, mi corazón se había roto en mil pedazos y no lograba encontrar una razón de vivir, aunque habían transcurrido exactamente siete meses de aquel día, todavía seguía sintiendo como sí hubiera sido ayer cuando él me había dejado en aquel bosque, sola, y se había ido lejos de mí

- "Edwards"

Susurre, mientras lagrimas afloraron de mis ojos y recorrieron mis mejillas, fue entonces cuando decidí rendirme a este maldito sentimiento que embargaba mi corazón, baje mis manos derrotada por el dolor y el sufrimiento, estaba rindiéndome a esta batalla que no podía, o más bien no quería ganar. No hasta hace mucho había constatado tres grandes verdades: Primero Edwards era un vampiro, Segundo una parte de él – y no sabia que tan poderosa era – quería mi sangre, y Tercero estaba incondicionalmente e irrevocablemente enamorada de él; hoy estaba segura de la Cuarta: No podía vivir sin él, y sí Edward no estaba dispuesto a estar conmigo entonces mi vida no tenía sentido.

Abrí los ojos y comencé a respirar irreflexivamente, mis manos comenzaron a temblar sin control, ya no sentía mis piernas, pero el único reflejo innato en ese momento era correr, así que lo hice, corrí como si mi vida dependiera de ello, ninguna enfermera se percato de mi huida, llegue corriendo al borde del parque a las afueras del Hospital donde mis padres me habían internado hace un par de semanas.

Fue entonces cuando, esperando una absolución miré al cielo y en ese preciso momento sentí un ardor mortalmente ya conocido para mí, los recuerdos del año pasado, en Phoenix se presentaron ante mis ojos como un déja vu, acto seguido mis piernas se doblaron, la vista comenzó a nublarse como la última vez, podía sentir sus labios fríos como la nieve succionar la poca vida que me quedaba.

Cuando finalizó caí de lado sobre mi cuerpo, mi vista aún estaba puesta en el horizonte, estaba amaneciendo, jamás había visto el sol como aquella madrugada, estaba absorta contemplándolo. Según Edwards y los Cullen, la conversión era algo doloroso, incluso yo cuando había sido mordida por James sentí el dolor de la ponzoña entre mis venas como un recordatorio que no quedaría nada al finalizar esa agonía, extrañamente ahora, no era así.

La sensación se parecía más a cuando el alma deja abandonado el cuerpo, mis ojos comenzaron a nublarse aún más, desenfocando mi mirada, sólo alcance a divisar el reflejo borroso de unos pies frente a mi observando satisfecha su hazaña, pero no tuve la suficiente fuerza para levantar la mirada, y ver de quien se trataba. Lo siguiente que escuche fue un murmullo en mi odio, eran palabras: "dile que estamos parejos" y mis ojos se cerraron apesadumbrados, estaba cansada, mi respiración fue más lenta, casi imperceptible, mi corazón no rugía como antes, era un débil latido que estaba apagándose con cada segundo que transcurría. No recuerdo exactamente que sucedió después, sólo que desperté…

- ¿Bella?... ¿Bella… cariño despierta?

Sentí decir y su voz era conocida para mí, demasiado familiar, era tan dulce y serena como mi madre… era la voz de mi madre constante. De pronto abrí mis ojos fieramente y examine la habitación desesperada, todo era distinto, no estaba Edward, no estaba Alice, no estaba mi hija… mi hija no estaba… me levante automáticamente haciendo que mi madre se inclinará lejos de mí tratando de evitar caerse por mi reacción. Me observo y yo la miré incrédula

– Bella que ocurre… gracias al cielo has despertado… espera voy a ir por una enfermera…

Dijo acariciando mi pelo, pero yo estaba demasiado aturdida para coordinar los sucesos… sólo alcance a tomarla por el brazo y detenerla.

- ¿Dónde esta mi hija?

Le pregunté atolondradamente y mi madre me miró estupefacta.

- ¿Quién?

Su voz era con duda y sorpresa.

- Mi hija… donde esta Edward, Alice, Carlisle…

Comencé a balbucear y sin darme cuenta estaba levantada de la cama, me lleve mis manos a mi vientre pero no había nada ahí, ni un rasguño, nada. Y sentí un hielo recorrer mi cuerpo, mi madre aún seguía mirándome pasmada e incrédula, sus ojos me examinaban y podría jurar que estaba pensando que yo había perdido la razón finalmente. Se acerco lentamente y me sujeto por los brazos, obligándome a sentarme en el borde de la cama.

- OH Bella… nos has tenido tan preocupados… debe ser la fiebre… te ha vuelto a subir la temperatura ¿verdad?… todo esta bien… fue un sueño un mal sueño producto de la fiebre, pero ya paso.

Comenzó a decir mientras hacia que yo me acostará.

- Espera… ¿sueño?

Pregunte confusa mirando a todos lados.

- Has estado muy enferma… con hipotermia… has tenido mucha fiebre… si no te hubiera encontrado a tiempo… tal vez no estarías aquí.

Agrego apesadumbrada, su voz era lejana como si hubiera recordado una pesadilla.

- ¿Sí no me hubiera encontrado quién?

Le pregunte ilusionada, necesitaba saber si él estaba aquí. Mi madre dudo unos minutos en contestarme acaricio mi pelo y la mejilla, su mirada era de duda, y pena.

- Edward… él te ha encontrado y te ha traído conmigo.

Apenas oí su nombre cerré mis ojos y trate de coordinar las ideas, entonces todo había sido un sueño, todo había sido producto de mi imaginación… No había hija, matrimonio, conversión, seguía siendo humana. Trague saliva y mire a mi madre, necesitaba una repuesta un poquito más completa que eso considerando todo lo que supuestamente yo había inventado en mi subconsciente.

- Entonces estuve… inconciente… ¿por cuanto?

Pregunte con un hilo de voz, me lleve mis manos a la cabeza que comenzó a doler salvajemente.

- Tres semanas… bueno en principio estuviste inconciente del todo, solo la primera semana, y luego las otras dos estabas en periodos relativos de conciencia y sueño inducido por los medicamentos, hasta hoy que has despertado. Supongo que es porque la fiebre al fin cedió

Me dijo poniendo su mano en mi rostro, yo la miré anonadada

– OH Bella, casi nos matas del susto, cuando la enfermera llamo diciendo que no te encontraban pensamos lo peor… y luego apareció Edward contigo casi congelada, tu padre por poco lo mata… si no hubiera sido por el Dr. Cullen, a quien tanto aprecia tu padre, ese muchacho no estaría vivo para contarlo, aunque se que él fue el causante de todo esto… tengo una deuda con él y estaré eternamente agradecida reparó su error al traerte con vida.

Las palabras de mi madre hacían eco en mi mente, Edward me había salvado, pero de qué y en minuto, de pronto sentí la urgencia de verlo, de hablar con él, de que me explicará este embrollo que según y a juzgar por lo contado por Rene solo había estado en mi mente. Suspire frustrada y considere mis opciones, no podía salir en su búsqueda, porque me lo impedirían, necesitaba una distracción.

- Mamá… podrías ir por la enfermera creo que no me siento tan bien.

Le dije haciendo como si me fuera a desmayar, mi madre me sujeto y me ayudo a recostar en la cama, y yo cerré mis ojos.

- Voy por ella, pero quédate quieta, por favor.

Me dijo mientras salía desesperada en busca de la profesional. Me levante a penas ella salio de la habitación, fui directo hacía el armario y estaba en eso cuando sentí su voz aterciopelada, era dulce pero severa.

- ¿Qué estas haciendo... has perdido la razón?

Me pregunto mientras yo me quede helada en la posición en la que estaba con la ropa entre mis manos. Dude medio segundo en darme vuelta, de pronto las imágenes de mi hija, aquellos ojos verdes intensos me desgarraron el corazón.

- ¿Por qué?

Le pregunte sin mucho sentido girándome para encontrarme con sus ojos, él supo de inmediato a lo que me refería.

- Estabas en la mitad del bosque, que querías que hiciera, dejarte morir congelada.

Magullo entre dientes, estaba a la defensiva. No se supone que yo estuviera a la defensiva no él, considerando las perspectivas.

- ¿Por qué no dejaste que Victoria me convirtiera?

Le dije tratando de coordinar lo que había sucedido, como de pronto había aparecido en la mitad de un bosque pero todo lo siguiente había sido muy diferente a mi experiencia anterior.

- Esto no es un juego Bella… aún no entiendo tu fascinación por querer convertirte en un monstruo.

Me refutó con un tono de cólera en la voz, yo quise contestarle algo, pero la verdad no sabia que decirle, estaba ahí frente a mí, pero mi corazón reclamaba otra cosa, mi hija, nuestra hija, como había sido todo un maldito delirio, miré al suelo y el continuo

– No puedo permitir que tu vida llegue a un final como este, no te equivoques te amo más que a nadie en este mundo, que no lo entiendes, esto no es una opción para ti.

- tú no sabes eso, tal vez no todo sería tan malo.

Le argüí pensando en los recuerdos que tenía en mi mente como una película demasiado vivida para que no hubiera sido verdad.

- Será mejor que me vaya…

Dijo sacudiendo su cabeza pero yo lo detuve y lo bese como nunca antes pensé hacerlo, de pronto deseaba con todas mis fuerzas que él pudiera leerme la mente, que pudiera ver todo lo que yo había vivido en mis sueños, para que se diera cuenta que tal vez no era del todo malo que yo me convirtiera en inmortal.

El respondió al beso pero luego me separo bruscamente y sin darme cuenta estaba de vuelta en la cama y él había desaparecido. Vi como entró mi madre con la enfermera y las miré con cara de pocos amigos.

- Ya me siento mejor, podrías dejarme sola unos momentos, creo que tanta gente me tiene un poco mareada.

Le dije mirándola furibunda y buscando a Edward con la mirada, cuando vi la ventana abierta de la habitación pude imaginarme donde estaba.

- Pero Bella

Protesto mi madre y yo encargue una ceja mirándola.

- Estaré a fuera por si me necesitas, descansa por favor.

Me dijo no muy conforme pero ambas se fueron cerrando la puerta tras ellas, a penas esta se cerro lo tuve a mi lado, frente a mis narices. Él iba a hablar pero yo le puse mi mano sobre su boca.

- Escúchame muy bien Edward Cullen, no voy a renunciar a ti, y de una forma u otra estaremos juntos por siempre, no me importa si es viva o semimuerta, no importa lo que digan todos, yo te amo y no voy a renunciar te queda claro.

El no había dicho nada en esa ocasión solo me había sonreído y luego de besarme en los labios se había ido. En los días que estuve hospitalizada no volvió a visitarme, y eso me inquieto en un principio pero cuando comprobé por Charlie, que el Dr. Cullen y toda su familia habían vuelto a Forks me tranquilice.

Me dieron de alta dos semanas después de aquella visita y me costo varias sesiones con los psiquiatras convencerlos que ya había superado mi etapa depresiva y que quería vivir con todas mis fuerzas. Apenas llegue a casa, no había bajado aún del coche de mi padre cuando ya estaba corriendo escaleras arriba ansiosa por entrar a mi cuarto, al principio no sabía bien porque pero a penas entré y vi las fotografías en mi la mesa de noche, y el CD más los regalos de mi cumpleaños que él me había quitado en mi cama, supe que tal vez después de todo si tendríamos un final feliz, solo era cuestión de paciencia, y un poco de mala suerte, conociéndome, volvería a atraer a Victoria, y sería cuestión de tiempo que mi condición de mortal cambiará para toda la eternidad, pero de momento me conformaría con vivir mi vida y esperar mi dulce eternidad junto a mi amado Edward.

Edward (POV)

Cuándo Alice me había llamado histérica porque había tenido una visión a pesar que le había prohibido expresamente verla, estuve a punto de colgarle el teléfono, pero cuando sentí la palabra Victoria emanar de sus labios, supe que había cometido el más grande error de todos al dejarla, Victoria arrebataría a mi amada Bella su vida, y con ello acarrearía nefastas consecuencias, debía reconocer que unas serían un tanto alentadoras y muy esperanzadoras pero una sería mortal, una de la cual no estaría dispuesto a sobrevivir.

Amaba a Bella con toda mi alma, y por primera vez podía estar de acuerdo con Carlisle, en que teníamos una, porque sin duda ella me la había quitado desde el primer momento que la tuve enfrente. Saber que algún día ella sería mi esposa y que podría tener una hija mía, me hacia ilusión, pero cuando también había constatado que eso sería su sentencia de muerte, vi las cosas con retrospectiva.

Ver los hechos a través de los ojos de mi querida Alice me hicieron darme cuenta que si mi intensión era mantenerla viva, debía estar junto a ella, para evitar que sucediera ese futuro tan alterno pero latente que Alice estaba viendo, tan solo se necesitaban un par de decisiones para hacerlo realidad y hace un par de semanas había estado muy cerca de ello.

Al encontrarla en ese bosque, con la mordida en su cuello, me hizo ver las cosas claramente, cualquier decisión que consistiera en alejarme de ella para protegerla era justamente lo que estaba empujándola directo a lo que yo más temía. Entonces mi plan debía cambiar, en aras de mantenerla viva, debía permanecer a su lado, y evitar a toda costa y a cualquier precio que ella muriera por causas no naturales, aunque eso significará que yo me quedará sin mi dulce inmortalidad junto a ella.

FIN

1 comentarios:

And dijo...

oh que cambio es decir son 360 grados nunca me imagine un final así pero me gusta es algo paradójico.