Dark Chat

martes, 20 de octubre de 2009

Terapia Familiar al Estilo Cullen

Holas mi chic@s hermosos!!!! :) espero esten muy bien! y que hayan tenido un grandioso comienzo de semana :)!, jejeje aqui les dejo un nuevo Fic que esta super divertidisimo y es una traduccion de nuestra querida amiga Giselita, el Fic se llama Terapia Familiar al estilo Cullen, declaro que la historia no nos pertenece como dije antes, es de Giselita. Tambien quiero aclarar que esta historia se actualizara los dias miercoles y domingos 2 capitulos. Espero lo disfruten tanto como yo, besos y abrazos al estilo Emmet. Att: AlejandritaSanchez

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Dejen de Pelear - Carlisle POV

Había sido un largo día en el hospital, no había visto el sol en todo el día.

Había comenzado a despuntar cuando me fui esa mañana y se había ocultado ni bien salí caminando del hospital. Con la oscuridad rodeándome, vi las luces de mi casa danzando en la distancia.

El auto se deslizó dentro del garaje y me apresuré hacia la casa, ansioso por ver a mi esposa. No había nada que me gustara más al final de un largo día que pasar un rato tranquilo con ella. Varias imágenes de su sonriente rostro llenaron mi cabeza cuando abrí la puerta de la casa.

-Esme…

No pude soltar otra palabra antes de ser atacado verbalmente por mi amada familia.

-¡Carlisle, mira lo que los chicos hicieron a mi pared, otra vez!- Esme apuntaba a una enorme abolladura con la forma de Emmett en la pared. Acababa de reparar la cocina del incidente de las freidoras voladoras de la noche anterior…

-Emmett es la persona más desconsiderada que jamás conocí.- Bufó Edward. Sin duda Emmett había hecho algún comentario fuera de lugar sobre Bella.

-¡Jasper sigue metiéndose con mis emociones! No es mi culpa.- Se quejó Emmett. Obviamente, Jasper se había aburrido y manipuló a Emmett para que dijera algo estúpido y Edward sobreactuó como siempre.

-¡Oh Edward, solo porque no puedas controlar tu temperamento no hace que la culpa sea de Jasper!- se entrometió Alice, protegiendo a su marido aunque, a decir verdad, sabía que tenía la culpa.

-Bueno, si tu esposo dejara de meter al mío en problemas, realmente lo apreciaría Alice. ¡Y tú y tu noviecita necesitan ser menos sensibles!- siseó Rosalie apuntando un dedo hacia Edward y Bella. Ella aun se rehusaba a aceptar a Bella como parte de la familia y obviamente era la única que se permitía manipular constantemente el frágil estado emocional de Emmett.

-Hola Carlisle. ¿Qué tal fue tu día?- preguntó Bella tímidamente desde el sofá. ¿Por qué siempre tiene que ser el humano el único sensible? Creerías que con tantos años de experiencia al menos seriamos capaces de comenzar a manejar la relación más importante de nuestras vidas.

-Hola Bella. Tuve un terrible día, gracias por preguntar. Y en cuanto al resto de ustedes, ¡quiero tener una reunión familiar ahora mismo! ¿Bella serias tan amable de unirte?- le sonreí a ella, pero me volví para mirar al resto de mi familia mientras caminaban silenciosamente hacia la mesa del comedor. Cuando todos estaban ubicados, tomé mi lugar en la cabeza de la mesa. Normalmente me sentaría, pero estaba tan irritado y entonces comencé a caminar detrás de las sillas mientras trataba de averiguar que teníamos que hacer para arreglar esta situación. Todos esperaban pacientemente y me dieron un momento con mis pensamientos.

Este tipo de bienvenida en mi casa se había vuelto una rutina. Atravesaba la puerta solo para ver a los chicos peleándose por el suelo, el destrozo de la casa de Esme, o las chicas estaban discutiendo por cosas sin importancia entre ellas. Cosas como estas suceden cuando las personas viven juntas por tantas décadas, en cierta forma era normal, pero el hecho de que continuasen peleando por las mismas ridiculeces comenzaban a hacerme perder la paciencia.

Tenían que detenerse y tomé una decisión de cómo proceder. Lo odiarían y no estaba seguro de que funcionara pero había ciertas cosas que necesitaban ser acomodadas por la familia y vi esto como una forma segura de actuar. Se veían forzados a comportarse de la mejor manera, y quien sabe, quizás mejore o a lo mejor moleste a los demás para comportarse mejor.

Sal de mi cabeza Edward, te enterarás cuando ellos lo hagan. Y no te va a gustar mi decisión, pero tú y Bella la seguirán sin quejas. Edward asintió a modo de disculpa, sabiendo que le había atrapado.

Ese chico odiaba tener que esperar como el resto. Entonces Alice gruñó, obviamente había visto mi decisión ahora que la había hecho. -Es suficiente, Alice.- Respondí ante sus enormes ojos y sus cejas levantadas. Castañeó su mandíbula y se tranquilizó.

-Gracias a todos por venir a esta reunión. Quería hablarle sobre unas cosas que han estado ocurriendo últimamente por aquí.- Comencé tranquilamente. Vi a Edward rodar sus ojos, Emmett señalo a Jasper y Rosalie lanzo una mirada en dirección a Bella. Un comienzo perfecto…mi predispuesta familia.

-Por las ultimas semanas, he notado que las discusiones por aquí han aumentado…las peleas suceden a diario y el ataque verbal entre ustedes, y a nuestros invitados,- Asentí hacia Bella -se han vuelto más frecuentes que nunca. No culpo a nadie en particular,- Emmett tosió el nombre de Jasper haciendo que Alice le golpeara. Crucé mis brazos y espere a tener nuevamente su atención. Cuando se dieron cuenta de que estaba mirándoles, bajaron su vista hacia la mesa.

-Esta es una de las cosas que pueden sucederle a nuestra especie cuando pasamos cada minuto del día juntos durante décadas. No quiero que nadie se valla, o vivan solos por un tiempo, no creo que sea la mejor solución para esta situación. Tengo otra sugerencia que me gustaría que la familia probara, y cuando digo familia, te incluyo en ella, Bella.- Sus ojos se agrandaron mientras una nerviosa sonrisa jugo en sus labios. Obviamente Rosalie rodó sus ojos cuando llame a Bella parte de la familia, pero lo era tanto como cualquiera de nosotros, aun si era humana. Aquí es donde las cosas se pondrían problemáticas…respiré profundamente y dije, -Como cabeza de esta casa estoy tomando la decisión de que todos vallamos a terapia familiar.

Edward lanzó su mano contra la mesa y comenzó a hablar rápidamente en voz baja, simplemente le ignoré. Rosalie continuó mirándose las uñas, ignorándome por completo. Emmett se retorció ante la sugerencia mientras podía sentir la confusión de Jasper desde la mesa. Alice aun tenía su mandíbula cerrada y se rehusaba a mirarme. Mis ojos inmediatamente fueron a los de Esme, ella seria la voz de la razón, ella sabría por que esto era necesario.

-¿Realmente piensas que es una buena idea, Carlisle?- preguntó mirando de tanto en tanto la reacción de los chicos. -¿En realidad hay terapeutas para familias de vampiros?

-Bueno, no, pero acaba de entrar al hospital un nuevo terapeuta familiar humano y creo que podrá ayudarnos. He almorzado unas pocas veces con él y he oído que es bastante bueno, creo que a todos les gustara el Dr. Dover, es joven y tiene nuevas ideas. Quizás pueda ayudarnos.

Bella miró a Edward, quien había asumido su postura de demasiado-estrés con sus dedos presionando el tabique nasal, antes de hablar. -Um, yo iré Carlisle si crees que podrá ayudar a todos.- Su voz era demasiado tímida, pero sabía que era una chica testaruda y cuando tomaba una decisión se quedaba con ella lo que significaba…que Edward ahora iría así lo quisiera o no. Nunca dejaría a Bella hacer esto sola. Sonreí.

Parece que te nos unirás hijo, estoy tan feliz.

Edward me miró, y rápidamente se puso a trabajar con Bella ya que se dio cuenta que eran combo en el tratado. -Bella, no tienes que ir a terapia con mi familia. Solo por que ellos tienen problemas mentales, no quiere decir que tengas que soportar este tipo de castigo.

-¡Y eso lo dice nuestro hermano suicida! ¡Edward, si alguien necesita estar allí eres tú! Todos hemos soportado tu odio por ti mismo, tus problemas de ira y tus nuevas tendencias acosadoras por más de medio siglo.- Le lanzó Rosalie. Edward se puso de pie, pero Bella se aferró de su brazo. Edward la miró y ella respondió simplemente -Por favor, siéntate Edward.- Y él le escuchó. Realmente ella era lo mejor que pudo haberle ocurrido.

-Rosalie tiene razón.- ¿Por qué tenemos que ir todos a terapia si es Edward el que tiene problemas? Hazle ir y cuando sea normal, todo estará bien.- Bramó Emmett.

Alcé mis manos para detenerles. -Escuchen, si quieren que vaya por la habitación diciendo porque creo que deben ir a terapia, bien. Edward…bueno, ya sabes porque, Rose acaba de decírtelo.- Edward gruñó en dirección a Rosalie. Bella apoyó una mano sobre su hombro.

-Jasper, con los poderes viene la responsabilidad. Sentir nuestras emociones es algo que no puedes controlar, pero manipularlas para tu entretenimiento es otra cosa y lo haces todo el tiempo, como si fuera algún tipo de enfermedad compulsiva. Sin mencionar el hecho que tu falta de control casi termina con la vida de Bella quizás deberías concentrarte más en tu estado emocional en lugar del de los demás.

-Alice, tu también manipulas y te metes en las cosas que no son tus asuntos. El futuro de Bella y Edward es su futuro. Deja que las personas cometan sus propios errores deja de tratar de controlar el poder del universo. La gente comete errores así es como aprenden. Tienes que admitir que tu adicción por ir de compras esta yéndose fuera de control. ¿Y por qué te importa tanto que es lo que se ponga Bella? Ella es una persona real, Alice, déjala ser quien es. No es tu muñeca personal.- Alice se mostró avergonzada y bajo su mirada al suelo.

-Rosalie, por alguna razón tienes un problema con Bella y no haces nada por ocultarlo ¿Cual es el gran secreto? ¿Estás celosa? ¿Necesitas tanto ser el centro de atención? He tratado de hablarlo contigo tal como con cualquier otro miembro de la familia y te rehusaste a escuchar. Bella será parte de la familia y tienes que hacerte a la idea. Edward la ama. Sé que ves eso, ahora acéptalo.- Rosalie me envió rayos con sus ojos.

-Emmett tienes que ser más considerado con todos. A nadie le gusta ser el constante centro de las bromas. Tú disfrutas haciendo a los demás sentirse incómodos. Se ha convertido en un juego avergonzar a Edward y a Bella a diario. Sabes que nunca termina bien, aun así continúas. ¿Por qué sientes la necesidad de ser siempre el ‘chico gracioso’? ¿Qué inseguridades ocultas tras la risa?- La cabeza de Emmett cayó en señal de derrota.

-Esme y yo hemos tratado de hacer todo lo que pudimos pero ahora creo que es hora de buscar ayuda profesional. No espero que ninguno de ustedes disfrute esto, pero espero que respeten mi opinión y participen. ¿Está claro?- pregunté.

Mientras mire alrededor de la sala, vi a Esme asintiendo. Alice y Jasper intercambiaron miradas y una pequeña sonrisa, Edward rodó sus ojos, pero Bella ya había aceptado ir así que iría quisiera o no. Rosalie murmuró un ‘bien’ en voz baja, y Emmett me alzó sus pulgares así que todos aceptaron, a regañadientes.

-¿Quieres que el Doctor Dover sepa que tus hijos conviven en parejas bajo tu propio techo, papa?- aguijoneó Emmett con una enorme sonrisa en su rostro.

-Si, Emmett, preferiría que eso quede entre nosotros. Si es posible…Conociendo a Emmett y el humor de Edward, asumía que a uno de ellos se le escaparía y si tenía que adivinar, seguramente Emmett sería el que tire las semillas para hablar.

-Haré unas llamadas y veré cuan pronto podemos ver al doctor.

Edward, se hace tarde, Bella necesita ir a su casa. El asintió y se llevo a Bella de la mano.

-Buenas noches Carlisle.- Bella dijo mientras paso por mi lado y me dio un abrazo de despedida.

-Hasta luego Bella, gracias por escuchar y ayudarme con Edward.- Reí, no tenía sentido susurrar, Edward me oiría de todos modos.

-Esto será interesante…- sonrió.

-¡No tienes idea!- No pude evitar reírme. ¿Acaso acabe de sugerir que siete vampiros y un humano fueran a terapia familiar? Esto sería una locura.
Holas mi chic@s hermosos!!!! :) espero esten muy bien! y que hayan tenido un grandioso comienzo de semana :)!, jejeje aqui les dejo un nuevo Fic que esta super divertidisimo y es una traduccion de nuestra querida amiga Giselita, el Fic se llama Terapia Familiar al estilo Cullen, declaro que la historia no nos pertenece como dije antes, es de Giselita. Tambien quiero aclarar que esta historia se actualizara los dias miercoles y domingos 2 capitulos. Espero lo disfruten tanto como yo, besos y abrazos al estilo Emmet. Att: AlejandritaSanchez

Terapia Familiar al Estilo Cullen

Bueno y aqui el segundo capitulo!, disfrutenlo muchisimo! :) y nos leemos el domingo! besos y abrazos al estilo Emmet. Att: AlejandritaSanchez
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¿Cómo se llama? - Carlisle POV

Habían pasado diez días desde que sugerí que todos fuéramos a terapia familiar y las cosas se habían calmado un poco entre los chicos, pero eso era porque la mayoría de ellos no se hablaban. Edward y Rosalie se rehusaban a estar en la misma habitación y Emmett y Alice se habían metido en una discusión sobre Jasper y termino mal, así que pasaban la mayor parte del día ignorándose.

Hoy era nuestra primera entrevista con el doctor. Esme y yo esperábamos pacientemente fuera de la oficina del doctor a que los chicos llegaran. Miré nuevamente al reloj y Esme apoyó su mano sobre mi pierna.

-Estarán aquí, Carlisle, te dieron su palabra. Edward seguramente dejó a Bella manejar para que les tomara más tiempo llegar hasta aquí.- Dijo con una sonrisa segura -Y conociendo a Emmett y a Jasper, habrán apostado a ver quién puede manejar más lento. Asegurémonos de mencionar su pequeña obsesión por las apuestas al doctor también…- No pude contener mi risa en ese punto y Esme tampoco.

Nuestro feliz momento fue interrumpido por un fuerte estruendo cuando las puertas dobles se abrieron de golpe, revelando a cinto vampiros enojados y una aterrorizada humana.

-Hola niños. ¿Están listos para la cita?- Traté de decirlo con falso entusiasmo. Recibí unos cuantos gruñidos del grupo.

-No le gruñan a su padre. Y recuerden, espero que todos se comporten cuando entremos por esa puerta. Su padre trabaja en este hospital, por favor no olviden eso.- Esme miró a cada uno de sus rostros antes de abrir la puerta de la oficina del doctor. Uno a uno llenó la habitación, con las cabezas gachas hacia el suelo. Yo esperé, hasta que todos estaban seguros, dentro de la oficina antes de entrar.

Aquí vamos. Me dije a mí mismo.

Fuimos acomodados en una larga sala de conferencias con una mesa ovalada en el medio, rodeada por doce sillas. La recepcionista nos pidió que nos pusiéramos cómodos y que el doctor estaría con nosotros en unos minutos.

-¿Qué…no hay sillones?- preguntó Alice decepcionada. -Pensé que íbamos a recostarnos y a soltar la lengua.

-Yo esperaba tomar una siesta…- resopló Rosalie.

Respiré profundamente y traté de tranquilizarme. Solo iba a empeorar las cosas...Emmett se puso de pie comenzó a leer los diplomas enmarcados que colgaban de la pared. Su rostro examinaba uno que a decir por el formato del mismo era la licencia del Dr. Dover cuando de repente comenzó a reírse a carcajadas. Unos segundos después, Edward rió histéricamente, aparentemente vio que le había causado tanta gracia a Emmett.

-¿Les molestaría compartir que es lo gracioso, o prefieren mantenerlo en una broma privada?- traté de sonar tan desinteresado como pude, esperando que se tranquilizaran antes de que el doctor llegara.

Edward inspiró antes de soltar unas cuantas palabras, -Su...nombre...Dr...Dover...Benjamin...en...ingles es...oh Dios...- A este punto Bella y Jasper explotaron en risas e hicieron que Emmett comenzara nuevamente.

Mire a Edward y pensé ¿Que es lo gracioso Edward? Actúan como niños de dos años.

Edward cerró sus ojos para controlarse, sabiendo que mi paciencia estaba pasando el límite y aun no habíamos visto al doctor. -Carlisle...su nombre es Benjamin Dover...prénsalo en ingles...- Alice y Rosalie comenzaron a sonreír, así que obviamente lo entendían. -Dr. Ben...Dover...es como si se llamara...Incli...Nate. Sus padres no deberían de quererle mucho que digamos...- Y con eso mi habitualmente tranquilo hijo, se cayó de su silla.

Miré a Esme, quien trataba con todas sus fuerzas de no reírse, en estos momentos. Sacudí mi cabeza diciendo -Quizás deberíamos irnos, esto nunca va a dar resultado.- Ni bien terminé de decir aquello, la puerta de la sala de conferencias se abrió y el Dr. Dover se quedó paralizado en la puerta, sorprendido ante la escena.

Edward estaba desparramado por el suelo, Emmett estaba reclinado contra la pared riéndose con tanta fuerza que los diplomas y las fotos se sacudían, las chicas tenían sus rostros escondidos entre sus brazos sobre la mesa y Jasper estaba sentado agarrándose su estomago sin poder hablar. Mortificado, me puse de pie y extendí mi mano al doctor -Dr. Dover muchas gracias por vernos. Esta es mi esposa Esme...y estos son nuestros niños...creo que están un poco nerviosos.- Murmuré esperando explicar su bizarro comportamiento.

Esme tomó control de la situación -Chicos, por favor contrólense para que podamos presentarles con el Dr. Dover.- Instantáneamente todos se tranquilizaron, Bella aun seguía respirando bocanadas de aire y su rostro estaba de un brillante color rosa. Los chicos se mordieron sus labios y Alice tapó su boca con sus manos para calmar sus risitas. -Gracias.- Dijo Esme volviéndose a sentar en la mesa.

Los chicos rodearon la mesa y se presentaron ante el doctor, y todos trataron de mantener la compostura cuándo lo hicieron, gracias a Dios.

-Entonces Carlisle ¿Puedes explicarme porque decidiste probar la terapia familiar?- preguntó el Dr. Dover mientras se inclinaba hacia la mesa, interesado.

-Bueno, tenemos una situación bastante inusual en nuestra casa. Habiendo adoptado tantos chicos de la misma edad, nos ha dado una gran variedad de problemas. Cinco adolescentes bajo un mismo techo por tantos años y todos en relaciones pueden hacer las cosas un poco estresantes a veces. También nos hemos mudado varias veces, para añadir más estrés seguramente.- Parecía como si hubiera estado hablando demasiado tiempo así que mire a Esme para que me ayudara.

-Creemos que los chicos podrían hablar un poco sobre las cosas que les molestan, limpiar el aire si puede, luego podríamos trabajar para arreglar nuestros problemas y seguir adelante. Creo que por eso estamos aquí doctor.- Dijo Esme con confianza. Los chicos se negaban a mirarse entre ellos o al doctor, probablemente temían volver a reírse.

El Dr. Dover se aclaró la garganta cuando termino de anotar las cosas en su cuadernillo. -Ok, déjenme ver si entendí la dinámica familiar… ¿Rosalie y Jasper son gemelos?- ambos asintieron con sus cabezas, -¿Y Emmett, Alice y Edward son hermanos?- Edward asintió por los tres. Entonces el Doctor se dirigió a Bella, -¿Y tu Bella, eres la novia de Edward?- Bella, obviamente, se ruborizó y respondió con un rápido ‘Si’. El doctor apuntó unas cosas más antes de volver a ver a Bella.

-Entonces,- comenzó el doctor Dover -¿Por dónde empezamos?- Una inocente pregunta, pero sin embargo creo que no espero ver cinco dedos señalando a la misma persona; Edward.

-Te dije que esto era una mala idea.- Gruñó Edward a Bella quien era la única persona que no le señalaba, cuando el doctor hizo su pregunta.

-¿Por qué crees que todos te señalaron cuando hice la pregunta, Edward?- preguntó el doctor con curiosidad. Su bolígrafo estaba sobre el anotador esperando escribir su respuesta.

-Por qué me odian.- Dijo simplemente, con su voz carente de expresión.

-Edward no te odiamos, es solo que tienes problemas, graves problemas, Edward.- Dijo Alice.

-¿Y Alice, cuales crees que sean los problemas de Edward?- preguntó el Dr. Dover.

-Bueno, veamos, no soy profesional, pero en el pasado ha tenido tendencias suicidas, suele sobreactuar, es sobre protector, es masoquista y constantemente se refiere a si mismo como un monstruo, solo por mencionar algunas…- Alice relato algunas cosas de Edward sin detenerse para respirar.

-No te olvides de que es un reprimido sexual- se entrometió Emmett. Edward se levantó de la mesa y estuvo a punto de salir por la puerta.

-Si querido hermano, puede que sea un reprimido, pero tú, tú y tu compañera sin embargo ¡Son dos pervertidos sexuales!- Los ojos de Edward estaban negros como el carbón mientras hablaba. Bella corrió a su lado tratando de tranquilizarlo.

-Emmett ¿Por qué siempre tienes que hacerle eso? Sabes que le molesta y aun así no pierdes la oportunidad de meter tus garras...- Nunca antes había visto a Bella tan enfadada con Emmett. Esto no sería bueno...Rosalie se puso de pie.

-No te atrevas a hablarle así a mí…hermano…insignificante niñita.- Rosalie editó bien su oración, pero Bella le entendió. Volvía a ser insultada por ser humana. Ahí iba Edward…

-Discúlpate con ella, Rose.- Ordenó Edward. El, por supuesto, se paró delante de Bella, asumiendo una postura protectora. En todo este tiempo el doctor escribía furiosamente…

¡genial, ya había llegado a la segunda página!

-Vamos chicos, relájense.- dijo Jasper mientras sentía una extraña sensación en mi estomago. Edward se tranquilizó un poco pero entonces, Bella, se inclinó hacia él y le besó, tomándole desprevenido. Vi a Jasper reírse.

-¡Jasper Hale! Detente ahora mismo.- Le regañé. ¿Cómo pudo hacer eso? Nos calmó a todos pero hizo que Bella se sintiera lujuriosa frente al doctor.

¡Ahora Bella era la que parecía una pervertida! Bella se ruborizó en nuevos tonos de rosa antes de alejarse corriendo de Edward y esconder su rostro en la mesa. Edward, esperando confortarla, fue hacia ella y tomó su mano gentilmente, sin apartar sus ojos de Jasper. Escuché como el lápiz del doctor se detenía de a poco.

-Ok, eso fue un buen intercambio...Edward, ya que eres el centro del mismo ¿Te molestaría responderme unas cosas de las que tu hermana acaba de decir?- preguntó el Dr. Dover cuidadosamente. Se daba cuenta de que si presionaba demasiado a Edward se iría, y quizás nunca volvería. En eso tenía razón.

¿Por favor Edward? Solo inténtalo...por mí. Pensé. Escuché a Edward respirar profundamente.

-¿Que quiere saber?- Su voz sonaba más tranquila de lo que esperaba. Abrirse resultaría más difícil para Edward que para cualquiera de los demás.

-¿Es verdad que trataste de suicidarte?- la cabeza de Bella se alzó, con sus ojos llenos de lagrimas.

-Sí.

-¿Hace cuanto fue?

-Hace más o menos cuatro meses.

-¿Puedes decirme que te llevó a eso?- Presionó el doctor…los ojos de Bella estaban bien abiertos y rozaba la mano de Edward, mirándole de cerca. Edward miró a Rosalie y le lanzó una mirada, solo Dios sabe lo que acaba de pensar, y entonces vi las comisuras de sus labios curvándose sutilmente.

Edward... fue todo lo que pude pensar antes de que hablara.

-Todo fue un malentendido. Estoy bien y no tengo intenciones de morir, jamás.- ¿Ahora hacia bromas? Esto iba a ponerse feo, Edward nunca hacia bromas.

-Edward, me resulta difícil creer que estas perfectamente luego de sentir tanto despecho como para considerar quitarte la vida. ¿Qué fue lo que te llevo a querer matarte?- dijo el doctor, con una nueva página dedicada al suicidio de Edward, esperando ser usada.

Edward se detuvo unos instantes, y Rosalie y Alice se removieron incomodas en sus sillas. El doctor notó su comportamiento y anotó algo. Rosalie no pudo aguantar más la mirada de Edward y abrió su boca -¡Fue culpa de Bella! Por ella es que intento matarse.- Genial.

Bella se sorprendió, Edward sonrió, lo cual no era la reacción que esperaba de él, y Alice chilló, enterrando su rostro en el hombro de Jasper. Emmett solo sacudió su cabeza en dirección a Edward, en señal de advertencia.

-Lo siento, fue mi culpa. Por mi culpa trato de matarse y nunca me lo perdonare. Pero fui a salvarlo ¿Recuerdas Rosalie? Fui yo quien lo trajo en una pieza.- Dijo Bella entre sollozos.

-¿Edward?- el Dr. Dover le miró seriamente, tratando de leer las expresiones de su rostro. Edward era el que mejor controlaba sus expresiones, el doctor no podía obtener ninguna información útil a menos que Edward quisiera dársela.

-Fue todo un mal entendido como dije. Traté me matarme, pero solo fue porque creí que Bella había muerto y no iba a vivir sin ella.- Estaba siendo honesto, eso era bueno. Nuevamente las comisuras e sus labios se curvaron, probablemente estaba leyendo la mente del doctor y preparando su próxima respuesta.

-¿De qué va ese malentendido al que te refieres?- preguntó el doctor.

-Mis hermanas me mintieron y me dijeron que Bella estaba muerta, así que creo que es su culpa que haya tratado de matarme.- Dijo Edward, a decir verdad quería estrangularlo.

La reacción de Bella fue de sorpresa, Emmett, Jasper, Rosalie y Alice estaban de pie gritándole a Edward quien estaba sentado tranquilamente en la silla, sonriendo. Realmente estaba sonriendo. Las manos del doctor volaban por las hojas mientras trataba de grabar la escena que presenciaba. Paso rápidamente unas cuantas páginas de anotaciones, creo que iban unas siete…la mano de Esme fue hacia su boca cuando se volteo hacia mí, -Carlisle ¿En que estábamos pensando? Si no estuviera muerta, definitivamente me moriría de la vergüenza.- Susurró con una pequeña sonrisa en su rostro.

-Gracias a Dios por la confidencialidad doctor-paciente.- Bromeé. Miré a Alice quien estaba de pie sobre la silla sacudiendo su dedo hacia Edward.

-¿Te olvidas que fue tu culpa que Bella saltara de el acantilado en primer lugar? Tu eres el que la abandono, le partiste el corazón.- Las palabras de Alice golpearon duro a Bella y a Edward. Ambos se sintieron dolidos al recordar aquella oscura época en la cual ambos eran tan miserables.

De todas formas, Edward se recuperó rápidamente, -Bueno, no olvidemos la razón por la cual yo la deje en primer lugar, porque Jasper trato de matarla en su cumpleaños ¿Recuerdas eso? ¡Trataba de mantenerla a salvo!- Jasper se quedó estático al recordar su tropezón. Una ola de culpa nos invadió a todos haciendo que todos nos sentáramos en nuestras sillas. Bella se cruzó por la mesa para tomar la mano de Jasper.

-Sabes que te he perdonado ¿Verdad?- Realmente era una persona especial. Edward tenía suerte de tenerla. Jasper le dio una suave sonrisa y asintió con su cabeza. Ahora el alivio flotaba por la habitación mientras dábamos un suspiro colectivo y nos tranquilizábamos.

El Dr. Dover se sentó aturdido y sacudió su mano, seguramente se le estaba acalambrando de tomar tantas notas. Estábamos sentados en silencio mientras él volvió a mirar sus notas, asegurándose de haber apuntado la información pertinente.

-Entonces, solo quiero asegurarme de que tengo bien las cosas. Hace cuatro meses, Edward trato de matarse porque pensó que Bella había muerto. Esto fue una malinterpretada información que sus hermanas le dieron, pero ellas creían que era correcta ¿Verdad?- Todos murmuraron un rápido ‘si’.

-De alguna forma Bella le salvo y ahora son felices. Y la razón por la cual Edward y Bella no fueron felices antes y Edward la dejo, para mantenerla a salvo, fue después de que Jasper tratara de matarla en su cumpleaños. Pero Bella le perdono por eso. ¿Eso es bastante acertado?- El doctor escaneó la sala esperando nuestra reacción.

Los ocho asentimos confirmando la información. El doctor respiró profundamente y tomó el teléfono. -Stephenie, cancele mis próximas tres citas, esto me tomara un tiempo.

lunes, 19 de octubre de 2009

Amanecer

ES OFICIAL: LA PRODUCCIÓN DE AMANECER tiene luz verdeSerá filmada en Portland, OregónLa filmación principal no comenzará hasta Septiembre del 2010El director todavía tiene que ser anunciado.La producción la llevará a cabo la compañía Sunswept Entertainment asociada con Summit Entertainment.Se buscarán talentos para interpretar a Renesmee Cullen, igual que se hizo con Seth y Leah en Eclipse.Noticia en inglés con todos los requisitos para las audiciones: AQUÍ

grax a Twilightmoon

THE HOST (la huesped)


Era de esperar. Se ha hecho oficial que ‘The Host’, el último best-seller de Stephenie Meyer (la escritora de la exitosa saga de ‘Crepúsculo’), será llevado al cine. El libro, cuya portada tenéis arriba, lleva tiempo editado en nuestro país, con el subtítulo de ‘La huésped’.




Los productores Nick Wechsler, Steve Schwartz y Paula Mae Schwartz han adquirido los derechos de la obra, en teoría, la primera novela de Meyer destinada al público adulto; ¿alguien puede confirmarlo?, porque suena a broma de mal gusto. Lo que no es ninguna broma, por más que lo parezca, es que el material ha acabado en manos de un tipo tan competente como Andrew Niccol, que ha confirmado que va a escribir el guión y dirigir la película. Niccol, como ya sabréis, es responsable de ‘Gattaca’, ‘Simone’ y ‘El señor de la guerra’, así como del guión de ‘El show de Truman’ (y, ejem, la historia de ‘La terminal’, una de las peores películas de Steven Spielberg).



Os dejo con la sinopsis del libro ‘The Host’: La Tierra ha sido invadida por criaturas que han tomado el control de las mentes de los humanos en los que se hospedan, dejando los cuerpos intactos, y la mayor parte de la humanidad ha sucumbido. Wanderer, el “alma” invasora que habita el cuerpo de Melanie, se enfrenta al reto de vivir dentro de un humano, pero además la anterior propietaria lucha por retener la posesión de su mente. Melanie inunda la mente de Wanderer con visiones del hombre que ama, hasta el punto de que, incapaz de controlar los deseos de su cuerpo, anhela a un hombre al que jamás ha visto. Una serie de circunstancias externas las convierte en aliadas y parten en busca del hombre que ambas aman a la vez.
PD: Declaraciones de Nick Wechsler: “Queremos implicar a Stephenie en la adaptación, tener su aprobación y que sea parte del proceso creativo. ‘Crepúsculo’ prueba que ella sabe lo que funciona, más que la mayoría“.

grax a Twilightmoon

GHOTIKA

Buen dia mis angeles hermosas
aqui les dejo su dosis diaria de vicio
las amo
mil besitos
Angel of the dark.


the sands of time for me are running low

Las arenas del reloj, para mí, pasan lentas
Cradle of Filth - Halloween bye the name (Iron Maiden Cover)


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Cap. 4 CRUDA INMORTALIDAD

Edward y Jasper llegaron a lo que sería su hogar por el tiempo indeterminado que estuvieran en Forks, debían admitir que, hasta el momento, todo, el lugar y la casa, les agradaba a ambos.



La gigantesca e imponente casa oculta a través del bosque era hermosa, parecía más bien un pequeño y antiguo castillo de la edad medieval, con gigantescas ventanas, sobre muros que parecían torres, cubiertas por espesas cortinas de terciopelo vino, que aportaban al interior, una completa y relajante oscuridad, la cual los jóvenes vampiros rompían con velas acomodadas en calderas de hierro dorado.


Jasper se sentó sobre el sillón de cuero negro, ubicado frente al fuego de la chimenea, observando las formas y colores que adquirían las llamas salvajes y candentes, pudiendo sentir el calor cerca de su fría piel. Acomodó su fuerte quijada sobre su mano, la cual se sostenía sobre su hombro recargado en el brazo del mueble, perdiéndose, pensando sin pensar…


Pudo escuchar las pisadas de su hermano aproximarse hacia él


“Edward” – identificó sin que el otro chico hubiera hablado antes – “¿Pasa algo?” – preguntó, sin girar la vista, al sentir la intranquilidad del chico que se dejaba caer en el sillón de al lado


“No dejo de pensar en las chiquillas que vimos hoy en la escuela” – dijo Edward que, al igual que Jasper, clavaba fijamente sus pupilas en el espectáculo de frente – “¿A qué se habrá referido con son ellos?” – preguntó más para si mismo que para su compañero


“Seguramente se sintieron identificadas con nuestra apariencia” – aventuró Jasper recordando las negras vestimentas de ambas mujeres – “no es la primera vez que nos pasa… y si me equivoco, no tardaremos en saberlo” – Edward se dejó tranquilizar por las palabras de su hermano y, sin decir más, recargó su espalda completamente sobre el sofá y comenzó a leer un grueso libro llevaba por título “Melmoth el Vagabundo” el cual terminó justamente esa misma noche.


Otra noche en la cual Edward se preguntaba el por qué de su existencia mientras veía la espesura del bosque desde la terraza iluminada por la luna llena. Sus dorados ojos se perdieron en la noche, tan inmensa y tan incierta, como su vida de inmortal.


La inmortalidad, bufó al repetir aquella palabra en su mente, le había tocado escuchar, más de alguna vez, que lo mejor que te podría pasar en la vida sería nunca morir ni envejecer, ¡Que ilusos eran los que podrían llegar a pensar eso! No sabían ni de lo que hablaban


Pensaban en la inmoralidad como un sinónimo claro de juventud eterna y magnifico poder, no se imaginaban que, con el paso de los años, de las décadas, de los siglos, ni el más bello de los rostros y ni el más grande de los privilegios, eran suficientes para contrarrestar la soledad, la tristeza y la melancolía de ver como el mundo sigue, corre, cambia, se transforma y tu sigues completamente igual: con el mismo rostro, con el mismo cuerpo, con la misma dura y fría piel incapaz de sentir dolor, con el corazón muerto, con las venas secas y con la garganta ardiendo día y noche con una sed irrefrenable, por la cual te conviertes en un asesino de inocentes.


Al menos, tenía una cosa que agradecer a los Vulturis, y eso era el tener entre ellos a Carlisle, el más noble de los cuatro líderes, su maestro, su padre, su amigo, el que ofrecía una posibilidad de llevar una vida más humana al enseñarte que no es necesario matar a lo que alguna vez fuiste…


… si podías alimentarte de animales


Eso, de algún modo, hacía para Jasper y para Edward, la vida como inmortal más llevadera, aunque el régimen vegetariano, como ellos solían llamarle, además de ser duramente juzgado por la mayoría en ese aquelarre, no era nada fácil. Solamente seis (incluyendo a ambos) de los veintisiete vampiros que conformaban aquella familia, habían sido capaces de soportar la abstinencia de la dulce y cálida sangre humana.


Al principio, para ambos jóvenes fue realmente difícil lograr soportar el torturante fuego quemando sus gargantas, Jasper solía llamarlo como la representación del infierno que les esperaba tras estar condenados, y Edward apoyaba completamente aquella interpretación…


Almas condenadas sin descanso alguno, eso es lo único que habitaba en los cuerpos de ellos y los de su clase...


********************


Bella caminó hacia su salón sin la compañía de Alice, quien había sido solicitada en la dirección de la escuela para arreglo de unos papeles que su madre había mandado a pedir. Toda la noche se la había pasado pensando en los jóvenes tan parecidos al dibujo de su amiga y, tras pasar horas y horas concentrada en el mismo tema, solo pudo estar segura de algo: que no tenía ni la más mínima idea de quienes eran, ni de lo que significarían para Alice en un futuro (ya que, si por algo los había dibujado y los había soñado, significaba que eran parte de las extrañas e inciertas premoniciones que solía tener la pequeña)


Se convenció mentalmente a ella misma que, mientras la situación no representara algún peligro para su amiga, ella se mantendría al margen de todo ese asunto. Bella se consideraba alguien discreta y no quería presionar o poner más nerviosa a Alice de lo que seguramente ya lo estaba, así que, se prometió que no tocaría el tema al menos que su amiga lo hiciera y, que si eso pasaba, solo escucharía y daría su opinión si, y solo si, se la pedían.


Siguió caminando hacia el salón, tranquila de saber que había tomado la mejor elección, pero no pudo reprimir la curiosidad de buscar a los misteriosos jóvenes en cuanto traspasó la puerta. Sus pupilas solo se encontraron con el chico pálido de cabellos cobrizos y despeinados, quien, a la vez, también había levantado la vista para mirarla, desviándola casi al instante. El gesto incomodó (sorprendentemente) a Bella, provocando que sus botas se sintieran más pesadas de lo normal y sus pasos se volvieran torpes.


El joven ya no le miraba, pero al encontrarse a su lado, Bella se fijó como sus manos se crispaban en puños que resaltaban sus nudillos y las venas que se dibujaban debajo de éstos hasta llegar a sus muñecas, las cuales estaban adornadas por unas gruesas pulseras de cuero negro y picos plateados


Bella sintió un miedo que le resultó ridículo.


“Ni que me fuera a morder o algo por el estilo”, pensó con humor negro, reprimiendo una sonrisa de sus negros labios.


Lo que la chica gótica ignoraba era que sus suposiciones estaban demasiado cerca de la realidad, Edward prácticamente había dejado de respirar en cuanto había vuelto a sentir el perfume que emitía su cuerpo, un perfume jamás antes conocido y deliciosamente devastador para sus instintos de vampiro, que exigían comprobar si el dulce de su aroma era fiel prometedor de una exquisita sangre la cual correría por su garganta y se esparciría por su cuerpo hasta calentar sus venas.


Jasper se encontraba exactamente en el mismo dilema: completamente envarado y sin moverse, luchando ante el deseo de matar a la muchacha que se encontraba justamente al lado, en aquella pequeña sala de espera, emitiendo el olor más dulce y calido que hubiera podido antes imaginar. Pero, había algo más, lo cual, pese al ardor que se había formado en su garganta, le causaba interés: se trataba que, por segunda vez, no había sido capaz de dar nombre a los sentimientos que la chica emanaba, solo podía escuchar los latidos de su corazón, a veces rápidos, muy rápidos y a veces lentos, tan lentos, que parecían extinguirse…


“Alice Brandon” – llamó la señora desde la recepción y la jovencita se paró del asiento de un salto inconciente, como quien despierta de pronto de una terrible y vivida pesadilla, tirando en el acto su bolso de terciopelo y encaje negro al suelo.


Movimiento reflejo, Jasper se inclinó para ayudarle, sin dejar de contener la respiración.


“Te ayudo” – murmuró con el poco aire que quedaba en su pecho para que Alice se alejara de él. Agradeció el hecho de que la muchacha no se opusiera y, sin decir palabra alguna, se incorporara y caminara hacia donde la señora le esperaba con un fólder lleno de papeles


Alice caminó sin estar conciente de sus pasos, jamás había, ni pensaba, escuchar una voz tan hermosa y varonil que, prácticamente, la había hipnotizado. Sin embargo, sabía ella que había algo más que la voz de ese joven que le había atrapado… un detalle que sabía, estaba pasando por desapercibido…


Los ojos del rubio vampiro se dilataron en cuanto vieron, sobre el suelo, un amplio cuaderno abierto de par en par, dejando al descubierto sus hojas completamente blancas y, sobre una de ellas, el retrato suyo y de Edward hecho a lápiz y en matices grisáceos. Miró la firma, escrita con finas letras cursivas, ubicada en la esquina izquierda inferior de la página, la cual decía: Alice Withlock, 23 de Agosto del 2009


Aquel conjunto de siete palabras, había bastado para dejarlo estático en su lugar…


Estaba seguro que la señora de la recepción la había llamado Alice Brandon, no Alice Withlock… ¿Por qué tenía entonces aquel apellido, el cual justamente correspondía al que Jasper había portado en su vida humana?


Además, estaba el detalle de la fecha inscrita, la cual correspondía a tres días antes de su llegada… si no les conocía en ese entonces, ¿De dónde habían salido esos esquemas completamente idénticos a ellos? No había nada en ese dibujo que no concordara con el rostro de su hermano y el suyo…


Jasper cerró el cuaderno en cuanto escuchó a Alice emitir un “gracias” para la señora que la había atendido, levantó la mirada hacia la muchacha, que caminaba con la cabeza inclinada hacia abajo, en su dirección, y volvió a dejar de respirar


“Gracias” – le dijo Alice mientras él le tendía el cuaderno y su bolso, y se limitaba a asentir ya que, si hablaba, tendría que respirar y sabía que eso era un error que no se debía permitir


Alice se sintió incomoda por el silencio y la rigidez del muchacho, más no fue capaz de moverse, se quedó parada frente a él, incapaz si quiera de verle, sus ojos se clavaron en el suelo que pisaban las botas de ambos y apretó su cuaderno de dibujo fuertemente contra su pecho.


Jasper reunió todas sus fuerzas para dar media vuelta e irse lejos de aquella muchachita que tanta consternación le causaba (empezando por su apetitoso olor y terminando por la intriga de sus dibujos y la firma en ellos). Decidió dar inmediato aviso a Edward, quien sería el único capaz de saber lo que en realidad pasaba con la misteriosa Alice.


Al entrar al salón, pudo sentir la tensión de su hermano, aunque para eso, estaba seguro que no era necesario poseer un don como el suyo. Mientras se acercaba, se preguntó mentalmente si sus ojos estarían tan negros como los de Edward, a causa de la terrible sed.


Edward escuchó con atención las palabras de Jasper, que fluían para los oídos humanos, como un murmullo imperceptible del viento


“Debes encargarte de ella” – pidió el rubio vampiro y Edward asintió, completamente de acuerdo


“En cuanto salgamos” – acordó, mirando, por menos de un segundo, a la pequeña muchacha de cabello negro y puntiagudo que entraba por la puerta en ese instante.


*************************


“Te alcanzo en la salida” – murmuró Alice con voz neutra, la voz que Bella sabía, usaba cuando se perdía en una de sus visiones.


Bella estuvo a punto de negarse, pero recordó la promesa tenía poco se había hecho a si misma, así que accedió, con un asentimiento de cabeza, y se dirigió hacia el estacionamiento de la escuela, en donde una fuerte llovizna mojaba el pavimento desprotegido.


Se sentó en el suelo, con las piernas cruzadas y recargó su cabeza sobre la pared que tenía detrás de ella… suspiró al momento en que cerraba sus castaños ojos y trató de calmar la repentina angustia que le había invadido tras dejar a su amiga sola. Llevó sus manos hacia el interior de su mochila, en donde las movió hasta encontrar su celular y los audífonos, tentó el libro que estaba leyendo, pero no lo abrió, no tenía ánimos ni cabeza para concentrarse en ninguna lectura.


Presionó el botón de play, ubicado en el centro de su teléfono, y buscó especialmente las pistas de Craddle of Filth, ya que, en momentos como esos, solamente los constantes cambios que la voz de Dany obtenía al recitar aquellos poemas de muerte, lograban relajarla.


Alice se estremeció en cuanto sus visiones la abandonaron y regresó a la realidad, se sintió repentinamente agitada y no lograba entender el por qué le había pedido a Bella que se adelantara sin ella. Viajó su mirada por todo el salón, no había nadie más que el profesor, poniendo sus cosas en orden dentro de su maletín, y aquellos misteriosos jóvenes de vestimenta oscura que le veían fijamente.


La forma en que aquellas negras pupilas se clavaban en ella, era estremecedora.


La piel se le erizó al comprender el por qué aquellas sombrías miradas le hacían temblar: eran las mismas que se reflejaban en cuanto ella cerraba sus ojos…


Desvió el rostro violentamente en un vano intento de controlar el miedo, la confusión, el asombro y, aunque le pareciera absurdo, el júbilo, que sintió al convencerse por completo que había predicho la llegada de aquellos jóvenes, los cuales, estaba segura, serían algo crucial en la vida de su amiga y en la suya.


“Alice” – llamó una suave y aterciopelada voz que parecía hablarle al oído, la cual le hizo girar hacia la derecha, en donde se encontró con el par de ojos negros del chico de cabello cobrizo, el cual le miraba fijamente, provocándole casi al instante, un extraño cansancio


Jasper permanecía callado mientras veía como su hermano usaba su poder para hipnotizar a Alice y así poder leer sus pensamientos. No se podía explicar por qué, repentinamente, la idea no le había parecido tan buena. Aunque confiaba en Edward y sabía que no le haría daño, no podía dejar de tener la sensación de que estaban abusando de la muchacha de una manera vil y sintió un instinto de protegerla (sin saber bien de qué, puesto que se repetía una y otra vez que su hermano no le estaba causando ni el más mínimo daño)


Mientras tanto, Edward ya había logrado entrar en la mente de Alice, los pensamientos de la chica llegaron a él como una cascada de agua cristalina, dándole al vampiro la libertad de poder cerrar sus ojos al momento en que movía sus manos hacia los delicados brazos de su victima (gesto inconciente que tenía Edward siempre que leía la mente de los demás)…


“Duérmela” – le ordenó a Jasper e, inmediatamente, éste se acercó para posar sus manos sobre los hombros de la muchacha, mandándole a través de ellas, grandes olas de somnolencia que fueron debilitándola más


Ambos estaban tan concentrados en sus tareas que no se fijaron en que Bella, tras no soportar más la espera por su amiga, había decidido ir a buscarla al salón y se había quedado petrificada en la entrada de éste, viendo como la pequeña yacía inconciente, entre las cuatro manos de aquellos misteriosos jóvenes


“Alice” –


El murmullo entrecortado de aquella voz, logró que ambos vampiros voltearan a ver a la humana que los había sorprendido

GHOTIKA

- ¿Piensas que la muerte es hermosa?

- Es lo más sublime que puede pasarte en la vida”
  Gótica, Clara Tahoces.


CAPITULO 5: Marcadas


Ambos vampiros se movieron rápidamente, tanto que, para los ojos de Bella, fue imposible contemplar tales desplazamientos (los cuales dejaron caer el cuerpo de Alice sobre el asiento, lejos de sus manos), haciéndole creer a la muchacha que lo que había visto por un breve - casi nulo - instante, había sido producto de su imaginación.



“Se desmayó” – se apresuró a decir Edward, con un timbre de voz tan firme que era imposible llegar a pensar que de sus labios había salido una calumnia.


“¿Esta bien?” – Bella caminó hacia su amiga, (aún ligeramente embelezada por la gravedad y suavidad de aquella voz), sin imaginarse que, lo único que Edward pedía a gritos en ese instante, era que no diera un solo paso más hacia su dirección.


La ponzoña se acumuló en la boca del muchacho de una manera, la cual, él no creía posible, provocándole un fuerte dolor en la garganta por la terrible resequedad que sentía en ella. Bella inclinó su cuerpo para ver la expresión de su amiga, la cual tenía los ojos cerrados y respiraba con profunda calma.


“Alice” – llamó Bella con preocupación, mientras pasaba una mano por la mejilla de la chica y la miraba fijamente, con gran preocupación.


“No debemos arriesgarnos, borra sus recuerdos, Edward” – dijo Jasper de manera tan rápida que era imposible para el oído humano escucharle.


Edward se sintió sorprendido por lo difícil que le fue tomar aquella decisión, algo le había hecho vacilar unos instantes, más bien sabía él, que era necesario. No podían exponerse de tal manera, la existencia de su especie debía de permanecer oculta para los humanos…


Empuñó las manos (un movimiento, el cual, ni él mismo supo por qué) y con un leve asentimiento de cabeza, se dispuso a hipnotizar a la muchacha que a pocos metros se encontraba, para así, poder borrar de su mente lo que tenía pocos minutos había visto…


No pasaría nada más. No le haría daño. Sería algo simple, con lo cual, su farsa como humanos seguiría de manera inmaculada… se repitió esas palabras miles de veces, más le tomó un esfuerzo invisible el pronunciar las primeras palabras con las cuales dar comienzo


“Isabella” – murmuró suavemente y al instante, la muchacha que respondía a tal nombre giró la cabeza obedientemente, como los marinos acudían al canto de las sirenas.


Edward se posicionó frente a ella (siempre, conteniendo la respiración) y la miró fijamente a los ojos…


Bella no tardó en perderse en aquel par de lúgubres pupilas negras que fijamente miraban a las suyas, se percató también, de un extraño rubor asomándose a sus pálidas mejillas y, un fuego lento recorrer su estomago al mismo tiempo que su corazón comenzaba a acelerarse.


Edward se sintió extraño al notar que, fuera de hipnotizar a la muchacha, era él quien se comenzaba a perder en un mar cristalino de color marrón, en el cual, no podía sumergirse. Lo intentó otra vez y, de nueva cuenta, el resultado fue nulo. El vampiro se rindió al cabo de unos segundos, irguiéndose frente a Jasper, el cual tenía los ojos dilatados a causa de la sorpresa, ya que la muchacha no había mostrado ni el menor signo de rendimiento ante el poder de su hermano.


“Vamos a casa” – ordenó Edward intentando evitar la frustración que en él había nacido. Jasper no discutió y, ambos, salieron de aquel salón sin hacer el menor ruido.


Bella se quedó estática, contemplando, idiotizadamente, como ambos muchachos dejaban el aula con garbos, elegantes y fluidos movimientos. Le tomó más de dos segundos el recuperarse de las impresiones recibidas y, cuando lo logró, se giró para auxiliar a su desfallecida amiga.


Alice fue abriendo lentamente sus ojos y, al hacerlo, se sintió muy confundida. Había podido jurar que fueron aquellos dos jóvenes misteriosos los que había visto por última vez y ahora, su mejor amiga se encontraba suplantado sus lugares. No es que el cambio le molestara, al contrario, se sintió, en cierto modo, aliviada de tener frente a ella a ese par de ojos color chocolate, en lugar de aquellas tenebrosas pupilas negras que le habían puesto los pelos de punta.


“Alice, ¿Qué te paso?” – quiso saber Bella, trayendo a la muchacha a la realidad


“Me desmayé” – contestó, aún tratando de recordar el orden cronológico de unas situaciones que se tornaban borrosas en su memoria – “Los dos muchachos… Estaban aquí, ¿no?” – Bella asintió


“Se acaban de ir” – informó – “ellos estaba a tu lado cuando te desmayaste” – Alice guardó silencio, esforzándose por recordar, y no consiguió más que una mente en blanco, incapaz de recordar las cosas que había hecho tenía media hora. – “¿Te sientes bien?” – preguntó Bella ante su silencio


“Si” – aseguró la pequeña mientras se ponía de pie – “Disculpa por preocuparte. ¿Nos vamos?” – Bella asintió y le tendió la mano para ofrecerle ayuda a su amiga, la cual aceptó con una amable sonrisa en los labios.


“No sabía que sufrías de desmayos” – comentó Bella mientras caminaban ya en la salida de la escuela


“Es la primera vez que me pasa” – confesó Alice – “como tú ya sabes, mis problemas son los dolores de cabeza, más sin embargo, nunca han sido lo suficientemente fuertes como para desvanecerme”


“¿Te dolía la cabeza cuando me pediste que me adelantara?” – Alice frunció el ceño, realmente confundida. No recordaba haberle pedido a Bella aquello… y mucho menos recordaba si había tenido o no dolor de cabeza



“No lo sé” – contestó sinceramente – “no logro recordar”


Bella, al ver la expresión tan abatida de su amiga, prefirió no insistir sobre el asunto


“¿Puedo ir a tu casa?” – preguntó Alice y Bella asintió rápidamente. Y tras eso, ninguna de las dos habló en todo el camino.


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“¿Qué fue lo que paso, Edward?” – cuestionó Jasper con voz serena en cuanto cruzaron la enorme puerta que les permitía el acceso a aquella vieja residencia.


“No pude adentrarme en su mente” – contestó el muchacho sin dejar de caminar – “lo intenté… pero me fue imposible”


“¿Y qué paso con la otra muchacha?” – Edward frenó su marcha al recordar los pensamientos de la pequeña chica


“Nos vio llegar, como tu me contaste, días antes de que nosotros apareciéramos por aquí” – Jasper esperó por más información (la información que más le importaba) con paciencia. Caminaron hacia la sala y ambos se dejaron caer sobre los sillones de cuero, para continuar con la platica – “también apareces tu. De manera indirecta e inconciente, pero apareces.… Es como si, desde que tuviera uso de razón, sabe de tu existencia, pero su mente no lo quiere aceptar”


“¿Significa todo eso algo?” – Edward observo fijamente el movimiento de las rebeldes llamas


“Si” – contestó – “parece que la chica tiene vagas nociones de las cosas que sucederán en el futuro de los demás”


“Premonición” – decidió Jasper llamarle y Edward asintió levemente


“Un don el cual los Vulturi verían como un preciado tesoro” – murmuró Edward y Jasper volvió a sentir aquel instinto protector por la pequeña humana de cabello negro


“¿Y su amiga?” – preguntó el rubio vampiro a manera de distracción – “¿Qué teoría barajas con ella? ¿Por qué no puedes leerle la mente?”


“Un don” – respondió Edward con voz neutra, carente de sentimientos – “Aunque no sé que nombre darle, aún”


“Entonces… las hemos encontrado” – concluyó Jasper, esperó varios segundos para seguir hablando – “debemos darnos prisa y llevarlas cuanto antes a Volterra… sus aromas son demasiado tentadores, el más mínimo accidente frente a nosotros y no lo contarían”


“Debemos esperar” – dijo el otro vampiro - “Bella aún no cumple los dieciocho años, su poder aún no esta del todo desarrollado”


“Nos sometemos a un enorme riesgo si esperamos” – discutió Jasper, manteniendo el timbre tranquilo de su voz – “además, sabes que eso no es fundamental… Jane y Alec no tenían esa edad cuando Aro los transformó y sus poderes son letales”


“Ellos ya no tenían opción” – recordó Edward – “se estaban muriendo y Aro ya no podía esperar… esta situación es distinta, ellas gozan de perfecta salud, solo hay que esperar un poco más”


“¿Cuánto?”


“Tres meses” – informó el muchacho


“Tres meses es demasiado” – replicó Jasper – “en otra situación no discutiría pero he visto, y puedo sentir, que tu también estas tentado por la sangre de la otra muchacha”


“Debemos ser fuertes”


“Es muy riesgoso” – volvió a repetir el rubio vampiro – “un día de estos no podremos controlarnos y morirán en nuestras manos, sin que nosotros nos demos cuenta”


“Buscaremos a otras personas, entonces” – resolvió Edward – “pero lucharemos por no cometer ese error… seremos lo más precavidos posible”


“¿Cómo prever la muerte?”


“Siendo más astutos que ella” – las voces de ambos jóvenes apenas y era un suave murmullo - “no temas, Jasper. Después de todo, el verdadero destino de ellas es morir”

sábado, 17 de octubre de 2009

robert de peque

chance y algunas ya vieron sta imagen......pero la pongo x si acassoo vemos a nuestroo querido rob en boxer jajaj enseñando la pierna el hombre x dios.......que lindooo spero que les gustee =D