Capitulo 13: Amenazas
Abrí los ojos y me maraville con la vista, estaba en los brazos de Edward quien dormía placidamente. El recuerdo de la noche anterior vino a mi memoria y sentí mis mejillas sonrojarse, me vi envuelta en las cobijas sobre el pecho desnudo de Edward y comprobé que no había sido un sueño, en verdad había hecho el amor con el. Levante mi cabeza y vi a través de la ventana que continuaba lloviendo pero ya no tan fuerte. Me deshice de su abrazo y busque mi celular, eran las 4:30 de la mañana y tenia un nuevo mensaje, lo abrí y era Alice diciéndome que ya sabia donde estábamos y que no tardaba en llegar por nosotros.
Entonces llego la preocupación. ¿Qué le iba a decir a Emmett? Y lo peor ¿Qué le iba a decir a Charlie? sentí los nervios apoderarse de mi, no podía simplemente aparecerme por la casa y decir que había pasado la noche con mi profesor, estaba claro que Charlie saldría a buscar a Edward con pistola en mano, sino es que Emmett lo mataba primero y después me mandaban a un colegio para monjas.
Los brazos de Edward me rodearon, no me di cuenta en que momento se despertó, pero sus brazos casi me hacen olvidar todo… casi.
—Buenos días amor —susurro en mi oreja enviando corrientes eléctricas a todo mi cuerpo— ¿Qué hora es?
—Son las 4:30 y Alice viene para acá —susurre.
—Bella… anoche después de que fuiste mía —se movió para quedar inclinado sobre el sofá y yo me recosté en su pecho— te mire dormir y supe que así es como quiero dormir el resto de mis noches.
Alce los ojos para mirar los suyos y la forma en que me miraba me derritió por completo, sus ojos brillaban con una intensidad que jamás había visto y juro que me dieron ganas de llorar.
—Tome una decisión —me levante para verlo directamente a los ojos y el puso sus manos en mis mejillas— hoy mismo le pediré el divorcio a Tanya, no me importa si se lleva más tiempo o no, es que tu no te mereces esto, me has dado tu cariño, tu amor, tu primera vez y yo… yo te he pagado siendo la otra y no te lo mereces.
—Seria una mentira si te digo que no me alegra —sonríe y baje la mirada— aunque me siento mal por Tanya.
—No tienes por que hacerlo hoy esto se va a terminar, te amo.
—Yo también te amo —me incline y bese sus labios y el apretó más sus brazos a mi alrededor acercándome más a el, sentí si calida piel bajo la mía y sus labios bajar hacia mi cuello, suspire y aunque mi mente solo pensaba en Edward y en el deseo de que me hiciera suya de nuevo; Alice viniendo hacia acá me hizo separarme dolorosamente de el.
—Alice viene —sonríe.
—Y será mejor que levantemos todo esto.
Me levante envuelta en la cobija dejando desnudo a Edward y a pesar de ya haberlo visto así no pude evitar desviar la mirada hacia otro lado. Comencé a buscar mi ropa, la agarre y corrí al baño, entre a la regadera no más de cinco minutos y salí para encontrarme con Emmett y Alice sentados en la sala, no había rastro de Edward ni de las cobijas y cojines tirados en el suelo. Cuando se dieron cuenta de mi presencia Emmett se levanto y me abrazo fuertemente.
—Enana ¿estas bien? —pregunto una vez que me regreso al suelo.
—Si, bien ¿Qué haces aquí?
—Te estuve buscando desde ayer en la noche, no me respondías el teléfono y entonces aquel duende vidente me dijo que a Edward se le había descompuesto el auto camino a su casa y habían caminado hasta acá en medio de la lluvia, me preocupe, tu sabes eres muy torpe y con el suelo mojado y en medio del bosque tu vida corría peligro y…
—¡Emmett! Respira —puse mis manos en sus hombros y se relajo un poco— ¿Entonces todos saben que estamos aquí?
—No —Alice se levanto del sofá y danzo hasta mi— yo le dije a Emmett lo que había visto y salimos a buscarlos desde anoche, pasamos la noche en tu casa ya que Charlie estaba buscándote por todo Forks y hace unos minutos que la lluvia bajo de intensidad vinimos por ustedes.
—Aunque yo quería venir desde anoche, no me gustaba la idea de que tú y Edward estuvieran solos tanto tiempo.
—Ah… eh… siempre tan preocupado, pero estamos bien.
—La historia es esta… —dijo Alice y yo la mire con desconcierto— ¡Bella! No me veas así, no pensaras decirle a Charlie que pasaste la noche sola con Edward.
Comprendí y Edward apareció por el pasillo y Alice continuo.
—Anoche cuando Emmett y yo salimos los encontramos pero la lluvia nos impidió regresar ya que el auto de mi padre también se descompuso, no se preocupen ya que le saque un cable y después ya no quiso arrancar, entonces yo y mi brillante memoria recordamos esta cabaña…
—¿Tu y tu brillante memoria? —pregunto Edward alzando una ceja.
—Si, eso le dirás a todos, que fui yo quien tuvo la idea y dirás que gracias a mi estamos vivos.
—En resumen ¿los cuatro pasamos aquí la noche? —pregunte.
—Exacto, pero recuerda Bella quien tuvo la idea de la cabaña fui yo.
Rodé los ojos y asentí.
—Ahora vamonos por que tengo un examen que presentar.
—No hay clases —dijo mi hermano— así que tú y yo nos vamos a casa para que Charlie deje de preocuparse.
Emmett me tomo del brazo sacándome de la cabaña para ir directamente a mi casa, no me dio la oportunidad de despedirme ni de Alice y mucho menos de Edward, pero era mejor no provocar a mi hermano. Yo sabia que el tenia sus dudas respecto a lo que había pasado entre Edward y yo y la mejor opción era obedecerlo para que no hiciera preguntas que mi sonrojo pudiera delatar.
Tanya POV
Esta situación ya me tenía harta, había regresado hace unos meses y Edward me trataba como trapo viejo. Yo necesitaba por todos los medios acostarme con el. Aunque tenia la opción de abortar y la cual para mi era la mejor pero después de pensarlo bien sabia que si tenia este hijo haciéndole creer a Edward que era de el tendría mi futuro asegurado pero el muy idiota se negaba a pasar la noche conmigo.
Nunca debí acostarme con aquel hombre sin usar protección, pero es que al verlo me olvide de todo lo demás, lo peor de todo es que no tengo su numero, dirección, es más no recuerdo ni su maldito nombre.
—Tanya ¿estas ahí? —Esme toco la puerta, no eran ni las seis de la mañana y lo único que quería era dormir.
—Si, aquí estoy — ¿Dónde más? Me levante aventando las cobijas enojada por la molesta presencia de mi suegra y abrí la puerta— ¿Qué pasa Esme?
—Tienes visita —tenia el rostro más pálido de lo normal y unas ojeras marcadas, seguramente de haber pasado la noche en vela preocupada por su hijo.
—¿Quién demonios me visita a las seis de la mañana?
—Tu prima Lauren, dice que es importante.
—¿Podrías decirle que suba? —Esme asintió— ¿Ya apareció Edward?
—No, y lo peor es que ahora Alice también esta desaparecida —comenzó a sollozar y yo la abrace mientras rodaba los ojos y actuaba como la mujer que sufre por la desaparición de sus esposo. La verdad no me preocupaba, para mi mejor si jamás aparecía así todos creerían que este niño era de el y no habría quien me desmintiera. Y si de paso desaparecía la molesta de su hermana a los Cullen no les quedaría nadie más que su lindo nieto, y por ende su único heredero.
Deje que Esme le avisara a mi prima que subiera y me puse una ropa más presentable, se escucho otro golpe en mi puerta.
—Adelante.
La cabellera rubia de Lauren apareció, entro a la habitación y cerro la puerta con seguro.
—¿Quién te persigue? —me burle.
—No quiero que tus suegros me escuchen, por cierto ¿Qué les pasa? Parece que no han dormido en días.
—Mi marido esta desaparecido —mi tono de voz no era de preocupación, pero con Lauren no necesitaba disimular.
—Claro —rió como si entendiera algo que yo no sabia— desaparecido…
—¿Qué es tan gracioso? —pregunte con sarcasmo— ¿Qué no ves que mi esposo esta desaparecido y tal vez muerto?
—Desaparecido si, muerto no creo ¿sabias que hay una chica del pueblo que también esta desaparecida?
—No, y no me importa.
—Debería, Isabella Swan es hija del jefe de policía Charlie Swan, estudiante de la universidad de Forks en la especialidad de literatura, tiene veinte años y es… es… bueno los chicos como Mike, Tayler y Eric dicen que es linda, yo opino lo contrario.
—Lauren —interrumpí— ¿a que se debe que me narres la biografía de esa chica?
—Dicen que todo lo que se hace en este vida se paga tarde o temprano y parece que tu infidelidad a Edward ya se esta cobrando.
—Habla claro, tus estúpidos rodeos me están cansando.
—Bien, ayer fui a casa de mi amiga Jessica, su mamá es la bibliotecaria de la universidad, cuando llegue Jess y yo fuimos a la cocina a preparar algo de comer cuando escuchamos a su mamá hablando con alguien por teléfono, le dijo que ayer en la biblioteca Isabella estaba haciendo un trabajo el cual Edward le dijo que no era necesario, y no se que más paso la situación es que Edward le dijo a Isabella que en ese momento solo eran alumna y profesor.
—Eso no significa nada, si no me equivoco esa niña es hermana de Emmett y por lo tanto amiga de Edward desde hace tiempo, ellos se conocen desde la universidad.
—Bueno pues Edward e Isabella se fueron juntos, el llevando su mochila ¿Qué profesor hace eso?
—¿Estas intentando decir que esa niña y Edward tienen una relación?
—Es un rumor, igual dicen que el profesor Emmett tiene una relación con la idiota de Rosalie.
—Eso no me importa, pero la tal Bella es… es todo lo contrario a su nombre —dije alzando la voz.
—Eso mismo opino yo, pero parece que los hombres de Forks creen lo contrario —rodó los ojos.
Entonces todo encajo como en un rompecabezas. Antes de irme Edward casi me rogaba por que me quedara y a mi regreso era frió y poco lo importo mi regreso. Después de la universidad se la pasaba en casa de Emmett, donde esa niña vivía. El muy idiota me había estado viendo la cara de tonta desde que había regresado y se estaba viendo con Bella. Escuche algunos murmullos y la clara voz de Edward, desgraciadamente ya había regresado.
—Necesito pruebas —mire a mi prima quien sonreía con malicia— fotos, videos o alguna grabación, Isabella Swan se arrepentirá de haberse metido con mi marido o de siquiera haberlo intentado.
—Cuenta conmigo, Isabella me debe muchas y me las va a pagar.
—Mientras tanto no vas a decir ni una palabra.
—Pero…
—Shh… tengo que usar algunas cartas a mi favor, si no funciona yo misma te ayudare a terminar con esa mujer, ahora vete.
Suspiro pesadamente y salio de la habitación. Me concentre muy bien en lo que le iba a decir a Edward cuando subiera pero no fue necesario, el solito cavó su tumba. Apareció unos minutos después y me lance a sus brazos intentando aparentar que me importaba, pero como siempre me aparto disimuladamente.
—¿Cómo estas mi amor?
—Bien —fue todo lo que contesto antes de tomar algo de ropa y entrar al baño, escuche la regadera abrirse y después de unos minutos salio completamente limpio.
—Tanya necesitamos hablar.
—Te escucho —me senté en la cama y el permaneció de pie.
—Tanya, este matrimonio no es como yo lo soñé, desde que nos casamos hemos pasado solo una noche juntos, me refiero a íntimamente, te has ido de viaje sin mi y… y dudo mucho que de verdad me ames como decías hacerlo.
Una chispa de intuición me hizo saber a donde iba todo esto, pero Edward estaba muy equivocado si creía que se lo iba a poner fácil.
Edward POV
—Yo te quiero —contesto Tanya— pero no entiendo a donde quieres llegar.
—A que yo ya no estoy a gusto con este matrimonio, yo no soy feliz, nunca lo he sido, desde que nos casamos no has estado conmigo y ahora que regresaste… —hice una pausa antes de decirle que Bella ocupaba mis pensamientos y mi corazón— ahora que volviste me di cuenta que este matrimonio no va a ningún lado.
—¿Y entonces? —pregunto alzando una ceja.
—Quiero el divorcio —mi voz sonó firme mientras la miraba a los ojos, Tanya sonrió.
—Esta bien —contesto y se puso de pie, me quede sorprendido de su reacción, yo esperaba gritos, llanto y negativas— pero bajo unas condiciones.
—¿Cuáles condiciones?
—Empecemos por el principio, yo no te amo —declaro con una comodidad que ya no me sorprendió— amo tu dinero, tu eres guapo, que digo guapo… bastante atractivo pero no te amo y si cuando nos casamos saque las uñas y empecé a disfrutar de lo tuyo, adoro sobregirar tus tarjetas de crédito con zapatos, joyas, ropa y viajes y es algo que no voy a perder cuando nos divorciemos.
—Así que todo esto es por el dinero —sonreí al darme cuenta de la razón que mi hermana tenia— tu pon la cifra.
—No, eso no es así de fácil, te he de confesar que estoy embarazada y obvio no es tuyo —sonrió ante su confesión y yo me quede helado, no supe que decir o que hacer pero ahora estaba seguro que su embarazo ponía las cosas más fáciles— mi condición es que nos divorciaremos hasta que este niño nazca, tu lo vas a registrar como tuyo y entonces firmo los papeles de divorcio por una gran cantidad de dólares, además de la que mes con mes me darás para mantener a tu hijo.
Procese la información poco a poco, era imposible que Tanya me pidiera registrar y mantener al hijo de otro hombre para poder divorciarme de ella, bastaba una prueba de ADN que confirmara que el hijo no era mío y la demanda por adulterio me daría la separación más pronto.
—No lo haré —sonreí.
—Oh si lo harás o el pueblo entero sabrá que Isabella Swan la hija del jefe de policía es una zorra.
Abrí los ojos en confusión. Me molesto que llamara a Bella de esa forma, pero era más mi sorpresa, ¿Acaso ella sabia que Bella y yo habíamos pasado la noche juntos?
—Imagínate nada más —continuo ya que yo no tenia palabras— que el pueblo se entera que la hija del respetable Charlie Swan mantiene una relación con un hombre casado, pobre jefe de policía, sufrirá al saber que crió a una zorra y ¿Qué dirán los directivos de la universidad al saber que un profesor se acuesta con una alumna?. Puedo encargarme de que te corran junto con ella y mi papá puede conseguir que de maestro no vuelvas a trabajar, claro eso si sobrevives luego de que el padre de la pequeña ramera quiera asesinarte.
—No hables así de ella —siseé lleno de coraje.
—De acuerdo no hablare mal de Santa Isabella —el sarcasmo que utilizo para referirse a ella me hizo enojar mas— pero ese es el trato, unos cuantos millones y la manutención del niño a cambio de la limpia reputación de Isabella así de cómo de tu trabajo.
—No lo haré —trague pesadamente y mis manos se formaron en puños.
—Entonces en este momento la conversación que tuviste ayer con Bella en la biblioteca llegara a manos de los directivos de la universidad y del jefe de policía, oh y también tengo unas fotos que Forks no tardara en conocer, hasta en el hospital de tu padre las verán. Piénsalo, piensa en Isabella si en verdad la quieres, piensa en como un pueblo pequeño la juzgara y como sufrirá ella por ser la ramera del pueblo.
Me quede callado, no encontraba las palabras para decirle todo lo que sus palabras me provocaban. Definitivamente era un estúpido al haberme casado con Tanya. ¿Cómo era posible que me confesara que estaba embarazada de otro?, era verdad, yo también había tenido relaciones con Bella pero en el principio no la engañe, yo la quería y ella solo estaba conmigo por el maldito dinero.
—Piénsalo —hablo nuevamente Tanya— tienes hasta esta noche.
—No voy a pensar nada —la voz ronca por el enojo retumbo en la habitación— tendrás lo que quieres.
No tenia nada que pensar, si Tanya quería todo mi dinero con la condición de que Bella no saliera lastimada, entonces se lo daría todo.
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