Epílogo
En su primer aniversario de bodas, Edward cortó rosas para Bella en los jardines del castillo, pero las espinas le hicieron sangrar y ella insistió en que pasará el día con ella en la cama para recuperarse.
En su segundo aniversario, Edward volvió a cortar rosas en los jardines, pero quitó las espinas con mucho cuidado antes de dejar el ramo sobre la cama, donde ella estaba cuidando de su pequeño bebé de solo un mes de edad.
Las mejillas de Ale son tan suaves como los pétalos de rosa –murmuró ella al pasarle a Edward el pequeño-. Es adorable, ¿verdad? Espero que tengamos muchos más como el.
¿Estás bromeando? Yo no soportaría otro parto como el de el –masculló Edward.
Se estremeció al recordar las dieciséis horas durante las cuales había observado a Bella sufrir antes de que Alexander Masen por fin llegara al mundo. Acarició la mejilla de Ale con sus labios y sintió como le daba un vuelco el corazón por tanto amor que sentía. Entonces miró y sonrió a Bella.
-Lo amaremos con toda nuestra alma, pero me temo que va a ser hijo único, mi vida.
Entonces puso al bebé en la cuna y se acercó a su esposa, que estaba esperándolo en la cama con los brazos abiertos.
Eso son tonterías. Por lo menos quiero dos más, y sabes que siempre me salgo con la mía –dijo Bella alegremente.
Dieciocho meses después fue precisamente eso lo que hizo… al dar a luz dos gemelas, Lizzie y Sofía. El castillo se llenó de risas de niños y el León de Masen nunca volvió a andar solo.
Fin
En su primer aniversario de bodas, Edward cortó rosas para Bella en los jardines del castillo, pero las espinas le hicieron sangrar y ella insistió en que pasará el día con ella en la cama para recuperarse.
En su segundo aniversario, Edward volvió a cortar rosas en los jardines, pero quitó las espinas con mucho cuidado antes de dejar el ramo sobre la cama, donde ella estaba cuidando de su pequeño bebé de solo un mes de edad.
Las mejillas de Ale son tan suaves como los pétalos de rosa –murmuró ella al pasarle a Edward el pequeño-. Es adorable, ¿verdad? Espero que tengamos muchos más como el.
¿Estás bromeando? Yo no soportaría otro parto como el de el –masculló Edward.
Se estremeció al recordar las dieciséis horas durante las cuales había observado a Bella sufrir antes de que Alexander Masen por fin llegara al mundo. Acarició la mejilla de Ale con sus labios y sintió como le daba un vuelco el corazón por tanto amor que sentía. Entonces miró y sonrió a Bella.
-Lo amaremos con toda nuestra alma, pero me temo que va a ser hijo único, mi vida.
Entonces puso al bebé en la cuna y se acercó a su esposa, que estaba esperándolo en la cama con los brazos abiertos.
Eso son tonterías. Por lo menos quiero dos más, y sabes que siempre me salgo con la mía –dijo Bella alegremente.
Dieciocho meses después fue precisamente eso lo que hizo… al dar a luz dos gemelas, Lizzie y Sofía. El castillo se llenó de risas de niños y el León de Masen nunca volvió a andar solo.
Fin
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Se acabó mis niñas, espero les haya gustadoo, las kieroo muchoo y graciaas por visitar el blog y leer los fics, gracias a la autoraa q nos permitió publicarlo
besitoss
Anita Cullen :)
2 comentarios:
Que bonito final para esta historia preciosa, yo también quiero ese león jajaja, felicidades y muchoa saludos.
joo m a sabido a poco kiero mas de esta maravillosa histoiaa
aunke el final ha sido muy bonitooo!!!
m encantaa!!
mis felicitaciones a la autora!
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