Dark Chat

domingo, 8 de noviembre de 2009

Terapia Familiar al Estilo Cullen

YUMMY!

Carlisle POV

Mis oídos no podían creer lo que acababa de escuchar. Miré a Esme cuyos ojos estaban dilatados del miedo. Escuché a Bella quedarse sin aire mientras que Rosalie y Alice se rieron por lo bajo.

Sabia que debía revisar las referencias de este tipo…espero que esos diplomas que tiene en la pared sean verdaderos y no hechos por computadora…me molesté. Esto va a terminar mal, nada bueno va a resultar.

“Dr. Dover...no hay otra forma...” rogué, tratando de salvar a mis hijos, e hijas dado el caso, de esta humillación.

“Carlisle, si no van a dejar a un lado este tema, entonces creo que necesitamos hacerlo por su bien.”

Idiota. Pensé. Edward, obviamente comenzó a reírse. Sal de mi cabeza Edward...o te dejaré marcado de por vida con uno o dos pensamientos.

Inmediatamente Edward se incorporó y ahogó su risa. El Dr. Dover mantuvo su mano alzada hacia la pared y los tres chicos se levantaron de las sillas y se pararon contra la pared como se les pidió.

Emmett sonería de oreja a oreja. Edward permanecía con una dura expresión, con una postura testaruda y su mandíbula apretada. Jasper seguía mirando a Alice nerviosamente, su pánico comenzó a llenar la habitación. Bella parecía que iba a salir corriendo por la puerta, Rose y Alice se veían a punto de matar a alguien.

Miré a Jasper quien se dio cuenta de lo que sucedía y las sensaciones de calma volvieron a la habitación. En ese momento escuché un golpe en la puerta y Stephenie metió su cabeza en la habitación.

“¿Si Dr. Dover? Usted llamó...” se veía nerviosa mientras miraba la sala y se detuvo cuando vio a los chicos.

“Entra Stephenie. Creo que necesitaremos de tu ayuda para esto.” El doctor extendió su mano hacia una silla a su lado. Stephenie estaba confundida y se sentó mirando al doctor.

“Vamos a hacer un pequeño ejercicio. Señores, por favor, quítense sus camisas.” Las palabras salieron de su boca y la próxima cosa que supe fue el sonido de algo desgarrándose y el ruido plástico de los botones rebotando en el suelo. Emmett, obviamente tomo el sentido dramático de la palabra quitarse, dejando al descubierto su pecho desnudo para que todos lo vieran. Rosalie se sentó un poco mas derecha en su silla ante la visión de su esposo y Bella se cubrió los ojos.

Edward se cruzó de brazos y se dedicó simplemente a mirar al doctor Dover. “Edward¿Cual es el problema?” preguntó al ver su negativa.

“¡Esto es absurdo! No voy a sacarme la camisa para que me observen. Me retiro de la competencia y acepto feliz el tercer puesto, dejo que estos dos se peleen.” Gruñó mientras avanzaba para sentarse. Para mi sorpresa, Bella estaba de pie señalando a la pared.

“Edward, creo que es mi decisión si participas o no en la competencia y yo sigo que vas a competir, por favor quítate la camisa.” Estaba impresionado ante la forma en que se impuso ante Edward. El, por el contrario, se veía bastante sorprendido de que Bella fuera capaz de hacerle eso. Aun de pie, ella le pidió al Dr. Dover si podía hablar con Edward unos instantes. El le dejo que se acercara a el.

Con mi oído de vampiro pude escuchar su tranquila conversación. “Edward, solo hazlo, por favor…no quiero que Emmett se arranque la camisa cada vez que valla por el resto de mi vida, la cual será larga. Por favor... ¿por mi?” le rogó. Sabia que Edward accedería, el no podía negarle nada. Todo lo que hizo fue rodar sus ojos para que supiera que había ganado. Sus brazos se enredaron al rededor de su cuello y comenzó a besarle con todo su entusiasmo humano.

Por unos pocos segundos se habían olvidado de que estaban en la habitación. Edward…tierra a Edward, hay ocho personas mirándote. El comenzó a sonreír y gentilmente se separó de Bella. Ella hizo un mohín y se dirigió de vuelta a la mesa.

Con algo de dignidad, la poca que uno puede tener cuando es forzado a desnudarse, Edward volvió a la pared y comenzó a desabotonar su camisa, sin quitar sus ojos de Bella. Esme se inclinó hacia mi “Parece que Bella va a desmayarse. ¿Tienes algunas sales especiadas? Uh oh mira a Stephenie, creo que ella las necesitara primero.”

Cuando Emmett se arrancó su camisa, su boca se había abierto de golpe y había dejado de respirar por poco tiempo, pero cuando Edward comenzó a desabotonar su camisa, su respiración se agito desesperadamente. Edward, obviamente, trataba de deslumbrar a Bella, pero creo que estaba errándole al objetivo, por una o dos sillas…Stephenie estaba comenzando a hiperventilar.

La voz del Dr. Dover rompió el extraño silencio “Jasper... ¿Puedes sacarte la camisa?” los ojos de Jasper fueron inmediatamente a Alice quien trataba de contener una risa. Cualquier pensamiento sobre comprar que había en su cabeza se había esfumado. Estaba demasiado ocupada mirando el tren que pasaba frente a ella.

“¿Dr. Dover, es esto absolutamente necesario? No creo que mis hijos…” Esme trató de hacerle entrar en razón, pero fue interrumpida, de entre toda la gente, por Stephenie.

“Señora Cullen, estoy segura que el Dr. Dover sabe exactamente lo que hace. Es un profesional experimentado, ahora quítate la camisa como el doctor te dijo rubiecito.” Demandó Stephenie. Jasper pareció querer alejarte de cualquiera fuera la emoción que comenzó a sentir. Lentamente, comenzó a quitarse la camisa y sentí a Esme tomar mi mano. Estaba tan preocupada como yo.

“Bien, ahora caballeros, se que esto será un poco incomodo, pero voy a pedirle a Stephenie que elija cual de ustedes se ve mejor¿esta bien?” inmediatamente las chicas saltaron de sus sillas.

“¿Por qué ella es la que decide?”

“¡Eso no es justo!”

“¡Mejor que mantenga sus manos para si misma!”

El Dr. Dover giro sobre su silla “¡Señoritas! Stephenie es apropiada. Tengo mucha fe en ella.” Por alguna razón ese comentario hizo que Edward se riera por lo bajo. Jasper le lanzó una mirada confirmando lo que fuera que le causo gracia a Edward.

¿Acaso quiero saberlo? Pensé. La cabeza de Edward se movió lentamente de derecha a izquierda.

Esme se inclinó “Carlisle ¿debemos hacer algo¡Esta mirando a mis hijos como si fueran el ultimo trozo de comida en la tierra!”

En ese momento, Alice tuvo una visión que le hizo caerse de la silla mientras reía. Edward inmediatamente reviso sus pensamientos para ver que iba a suceder y él también rompió en risotadas.

Edward¿Qué fue lo que Alice vio¿Que tan malo es?

Stephenie se aclaró su garganta y volvió a mirar al Dr. Dover “Uh, si el punto de todo esto es ver quien de los Cullen se ve mejor sin camisa creo que aun queda un participante que debe pasar al frente…” Stephenie me miró con la misma ‘hambre’ que miraba a mis hijos y repentinamente sentí la necesidad de una ducha.

Esme se puso de pie de un salto. “¡Eso esta fuera de lugar¡Mi esposo no va a quitarse su camisa frente a ninguno de ustedes!” pobre de mi dulce esposa. Nunca la había visto en una actitud tan posesiva, aunque era bastante agradable.

Los chicos estaban riendo histéricamente una vez más ante la idea de que me uniera a ellos. Por otra parte, las chicas estaban del lado de Esme, parecían debatirse entre saltar de sus sillas, tomar a sus compañeros y salir corriendo o atacar juntas a Stephenie y encerrarla en algún armario del hospital.

“Stephenie tiene algo de razón, por ahora la discusión es entre los chicos, pero quien dice que la semana entrante no sea entre todos ustedes…terminemos con esto de una vez.” Insistió el Dr. Dover.

“Estúpido” escuché a Esme murmurar en voz baja. Me tomó tanto por sorpresa que casi tropiezo. Ella sonrió ante mi torpeza y se susurró “Buena suerte cariño...si te toca me la cenare.”

Desde aca estan todas invitadas a ver a traves de los ojos de Stephenie!

STEPHENIE POV

El Dr. Dover me llamó a la sala de conferencia. Genial otro café en marcha…el no me paga lo suficiente para esto…

Me sorprendió ver que estaba por ocurrir alguna especie de concurso para terminar una pelea entre los Cullen. Uno era mas perfecto que el otro, sus tersas pieles, sus perfectas facciones y cuerpos por los que cualquiera moriría por tener. Me senté en silencio en la silla que el Dr. Dover me indicó mientras me explicaba mi parte.

Los tres chicos estaban parados contra la pared de la sala de conferencia. Una de ellos se veía bastante emocionado de estar allí, el otro parecía enfadado, y otro, el rubiecito, parecía tenerle miedo hasta a su propia sombra. Oh, pequeñito, deja que mamita te haga sentir mejor.

Fui arrancada de mi fantasía por unas increíbles palabras que no olvidaría en mi vida. “señores por favor quínense sus camisas.” Ahora estamos hablando. Me preguntaba si tenia alguna radio aquí...necesitaríamos algo de música.

Entonces el más grande, Emmett, se arranco la camisa al estilo del increíble Hulk, los botones volaron por todas partes. Wow...no lo echaría de la cama…

Cuando mire a los otros dos, aun seguían vestidos. Edward trató de disculparse de la competencia, aclamando que se quedaba con el tercer lugar. Sin embargo su novia, la cual según las notas que había leído se casa por el sexo, le dijo que lo hiciera. ¡WOWW! Eso es un beso...definitivamente necesitan tener sexo antes de que alguno explote.

Con el rostro mas molesto en toda la historia de la humanidad, Edward se quitó su camisa ¡y que vista! Estaba lista para saltar y abrazar a Bella por convencerle de hacer esto. Mis ojos admiraron los desarrollados músculos de sus hombros, sus pectorales y la tabla de lavar que formaban sus abdominales hicieron que mi rostro ardiera. Creo que debería andar así las veinticuatro horas de los siete días…es un regalo de los dioses para esa mujer. ¡Que suerte tiene Bella!

Entonces se le pidió al rubiecito que se quitara la camisa, pero su madre tuvo que abrir su bocota y trato de detenerle. Había estado esperando este momento con gran anticipación¡ella no iba a arruinármelo!

Tenia que hablar. “Señora Cullen, estoy segura que el Dr. Dover sabe exactamente lo que hace. Es un profesional experimentado, ahora quítate la camisa como el doctor te dijo rubiecito.” Para que pueda ver lo que tu mama quiere mantener oculto, yummy. Creí que salto hacia la pared. ¿Asustado? Puedes venir a sentarte en mis piernas, yo cuidare bien de ti.

“Bien, ahora caballeros, se que esto será un poco incomodo, pero voy a pedirle a Stephenie que elija cual de ustedes se ve mejor¿esta bien?” El Dr. Dover era mi héroe personal...

“¿Por qué ella es la que decide?” por que dijo que podía ¡Ha!

“¡Eso no es justo!” la vida no es justa cariño, acostúmbrate.

“¡Mejor que mantenga sus manos para si misma!” no garantizo nada. A veces hay que probar las mercancías para ver cual es la mejor…

El Dr. Dover giró sobre su silla “¡Señoritas! Stephenie es apropiada. Tengo mucha fe en ella.” Seguro que si...seguro que si...Dios las cosas que les enseñaría.

Solo había una cosa que podía hacer en este momento mejor de lo que era, más perfecto. Tenía que actuar rápidamente, “Uh, si el punto de todo esto es ver quien de los Cullen se ve mejor sin camisa creo que aun queda un participante que debe pasar al frente…” miré al sexy doctorcito mientras un hilo de baba escapó por la comisura de mis labios.

Una vez mas su esposa se entrometió. “¡Eso esta fuera de lugar¡Mi esposo no va a quitarse su camisa frente a ninguno de ustedes!” OH vamos cariño, no muerdo…seré cuidadosa con él.

“Stephenie tiene algo de razón, por ahora la discusión es entre los chicos, pero quien dice que la semana entrante no sea entre todos ustedes…terminemos con esto de una vez.” Me gustaba este nuevo doctor, no es tan recto como los demas para los que he trabajado. Vi a su esposa murmurar algo antes de que él se uniera a sus hijos.

Dios parecen salidos de la portada de una revista...me puse de pie para ver mejor y escuche gruñidos a mis espaldas. Me volví para ver a las cuatro mujeres con las expresiones más hostiles que jamás había visto, mirándome a mí. “El gruñido no es necesario, señoritas. ¡Solo hago mi trabajo!”

Al primero que examiné fue a Edward. Era delgado, pero musculoso. Piel palida y musculos definidos. Olía muy bien y cuando me acerque para examinar sus pectorales sentí una repentina lujuria hacia él. Estuve a punto de besarlo cuando empujo a Emmett contra el rubiecin quien cayó al suelo con un fuerte ruido y rompió el ambiente. Alcé una mano y aparté un mechón cobrizo de su rostro. “¡Edward¡Acabas de decidir ponerte tu camisa y sentarte conmigo, AHORA!” gritó su novia. Una sonrisa se formó en sus labios mientras tomaba su camisa y se unía a su novia. Amor juvenil...¡maldicion!

Avancé hacia Emmett, el más grande de los Cullen. Sus musculos eran los mas grandes que habia visto jamas. Podia golpearme con facilidad. Un trozo de tela quedaba en su pecho así que gentilmente la quite y entonces oí un golpe tras de mi. La rubia había volteado su silla y estaba lista para golpearme. Alcé mi mano y dije. “Tela...calmate querida.” Tan posesiva...obviamente, el solo tocarlo me hizo sentir un cosquilleo, pero nadie lo sabia mas que yo.

El próximo era el rubiecin. Oh cuanto había pensado en este momento desde que había entrado ayer en la oficina. Se sentia intimidado por mi, me di cuenta por que cuadno me acerque dio unos pasos hacia atras. Los hombres jóvenes siempre tenían tanto por aprender...sus brazos estaban cubiertos por cicatrices que tenían una pizca perlada en ellas. ¿De donde salieron las heridas, rubiecin?” pregunté.

“Mi nombre es Jasper y son de un accidente que tuve cuando era mas joven.” Dijo tímidamente.

“¿Me tienes miedo?” susurré a su oído mientras caminaba detrás de él, observando su espalda.

“Definitiva y completamente.”

Recorrí su brazo con mi mano “te aseguro que no tienes por que temerme, cuidare bien de ti.”

“¡¡Quite sus manos de mi hombre, señora Robinson!!” me gritó la adicta a la tienda de souvenirs desde la esquina de la sala de conferencias. Sus ojos estaban tan negros como el carbón mientras me miraba.

“Tranquila linda, solo bromeo. Tan insegura…” hubo otro golpe detrás de mi cuando el rubio y Bella detuvieron a Alice contra la mesa.

Finalmente me acerque al papacito, al Dr. Carlisle Cullen. El hombre cuyo nombre hacia que las mujeres del hospital suspirara. Su piel era pálida como la de sus hijos, pero se veía mas maduro, sus músculos eran más desarrollados, más años de experiencia. Podía darme cuenta de que estaba incomodo de tenerme cerca, probablemente su mujer no dejaba que ninguna otra se le acercara tanto. Seguro temía perderlo con esto de la competencia...si Edward olía tan bien, Carlisle olía diez veces mejor. Tenía todo el empaque, edad, inteligencia, atractivo, compasión…el hombre perfecto para cualquier mujer.

Caminé nuevamente detrás de el, para verle de todos los ángulos, y mientras caminé deje que mi brazo rozara su espalda. Senti mis mejillas enrojecerse ante mi caricia. Lo que no me esperé fue que su mujer estuviera a mi lado, tomándome del brazo y amenazándome al oído “Si no te alejas de mi esposo ahora mismo, perderás un brazo Stephenie. Te lo arrancaré yo misma…” Carlisle tomó a su esposa y la empujó hacia la esquina de la habitación. Sus hijos estaban sorprendidos ante su comportamiento y el Dr. Dover escribía rápidamente en su anotador.

Habiendo evaluado a todos los hombres, volví a mi lugar y deliberé quien podía ganarse el honor de ser el Cullen más atractivo. Decisiones, decisiones…

“Luego de pensarlo con cuidado he decidido quedarme con el hombre que tiene todo el empaque, la inteligencia y experiencia…” dije mientras la habitación se silencio. “¡Felicitaciones Dr. Cullen, usted es el Cullen mas delicioso de todos!”

“¡Me robaron!”

“Gracias a Dios se termino.”

“Me siento violado.”

“Nunca me repondre de eso...”

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