Dark Chat

domingo, 24 de julio de 2011

Vida : Dulce Inmortalidad

Capítulo Décimo Sexto: Veneno


Aún no podía ver, tarde un par de horas en darme cuenta que tenia mi vista tapada, y otras tantas en sentir las cadenas en mis muñecas, lo cierto, que fuera lo que fuera que hubieran inyectado en mi cuerpo, esté estaba reaccionando de una manera poco usual para ser inmortal, aún sentía que estaba entumecido y la sensación era como si algo se estuviera transformando en mi interior, lo delataba el ardor en mi cuello, y el calor excesivo para mi condición vampirica.


Pero lejos lo que ahora reclamaba mi atención, al extremo de volverme loca era la sed, necesitaba desesperadamente tomar sangre, como un hoyo en mi estomago la sensación parecía ir acrecentándose a cada segundo que transcurría. A juzgar por el deseo desgarrador que sentía sabía que había permanecido unas cuantas horas en aquel lugar, lo extraño era que al parecer no había estado conciente del todo. Me embargo el recuerdo de mi esposo, seguro estaba frenético buscándome, el miedo volvió a inundar mi mente, acaso Alice podía verme, pero si fuera así porque Edward no había venido a salvarme.


Mire a todos lados cuando sentí unos pasos, y gruñí entre dientes al sentir un aroma desconocido a mi lado, trate de alejarme pero mis esfuerzos eran en vano. Lentamente me percaté que removió las cadenas liberando mis muñecas y volví a ver al fin cuando quito la venda que cubría mis ojos. Estaba en una habitación cerrada sin ventanas, solo había una puerta frente a mí.


Mi cuerpo se desplomo sobre la misteriosa mujer sin que yo pudiera evitarlo, me di cuenta que su tes era blanca como la nieve igual a la mía, sus ojos eran dorados oscuros, y hacían juego con sus cabellos que eran como el trigo, estos caían ondulados a un costado de su hombro. Se parecía a Rosalie, pero ella era cien veces más hermosa, su cuerpo era tan delicado que daba la sensación de que fuera a quebrarse, estaba vestida con unos jeans y una polera azul. No pude separarme de ella aunque lo hubiera intentado así que resignada la deje actuar.


- No voy a hacerte daño Isabella.


Murmuro su voz era tan dulce, pero ¿quién era?, ¿Cómo sabia mi nombre? Quise preguntar pero estaba tan sedienta, que el deseo incontrolable por la sangre me impedía coordinar otra cosa en la mente. - Te voy a sacar de aquí – continuo diciéndome mientras cargaba mi cuerpo y me sacaba de la habitación a cuestas. Pero mis piernas no cooperaban, no podía caminar por lo que me arrastro por casi toda la distancia que había desde la habitación hasta el ascensor al final de pasillo. Cuando las puertas se abrieron ella me hizo entrar y me apoyo contra la pared, involuntariamente caí al suelo con todo el peso, vi como apretó un botón y volvió a levantarme.


- ¿Quien eres?


Finalmente Balbucee.


- Eso no importa, lo que importa es que debo sacarte de aquí antes que él llegue


- ¿Quién? ¿Qué quieren de mi?


Volví a preguntar mientras fijaba mi vista al frente y trataba de caminar para hacer la carga más fácil.


- Digamos que estuviste en el lugar y en el momento equivocado, eso es todo.


Me respondió.


Ya habíamos salido del ascensor y caminábamos por un pasillo que no tenia iluminación, pude sentir el olor a humedad que provenían de las paredes. Calcule que habían transcurrido alrededor de quince minutos e iba a rendirme cuando por fin divise un haz de luz al final de pasillo.


- Escucha… no puedo llevarte más lejos sino ellos lo notarán, rastrearan mi olor hasta aquí además debo quedarme para evitar que te sigan.


Me indico mientras me sacaba por el haz de luz, pude ver que era de noche, la luna estaba alumbrando el cielo. Me ayudo a salir y mi vista se concentro en el viento que pegaba contra la copa de los árboles, constante que estábamos fuera de la ciudad. Tomo mi rostro para hacer que la mirara a los ojos


– Es de vital importancia que cuando llegues con Edward se vayan lo más lejos de aquí, esta misma noche si es posible y no vuelvan nunca más.


Cuando dijo esto percibí que una figura humana se aproximaba, trate de zafarme de sus brazos pero ella me lo impidió. Todo era tan confuso.


- Espera…


susurré mientras me aferraba a sus brazos


- ¿Por qué?


Pregunté con un hilo de voz, era evidente por la manera en la cual me había ayudado a escapar, que estaba arriesgando su vida con ello, entonces ¿por qué tomarse la molestia con una completa extraña? pero ella me ignoró.


- Cedric te ayudará a llegar cerca de la casa de Carlisle, pero el último tramo tendrás que hacerlo por tus propios medios. Pase lo que pase, quiero que recuerdes esto


Su tono de voz era fuerte casi como una orden


– No bebas sangre humana, eso sólo acelerara el proceso


Hizo una pausa cuando supo que lo había entendido


– Entrégale esto a Carlisle, esto explicará que te ha pasado, es todo lo que necesitan saber


Guardo en mi bolsillo trasero el papel y me ayudo a subir al caballo, yo aferre mis manos a la cintura del jinete y apoye mi cabeza en su espalda


- Déjala a una distancia prudente y vuelve, te necesitare aquí. Adiós Isabella, hubiera deseado conocerte en otra circunstancia


Me dijo mientras el hombre apretaba los estribos y el animal comenzaba a galopar.


Vi a lo lejos como desaparecía en la penumbra la misteriosa mujer de la cual nisiquiera sabía su nombre y trate de concentrarme pero lo cierto era que mis intentos por hacerlo fracasaban. Todo parecía darme vueltas e incluso podría jurar que a segundos perdía la conciencia, porque me parecía que recién me había subido al caballo cuando sentí que el hombre descendió de él. Haciendo que mi cuerpo cayera pesadamente contra el espinazo del animal, quede ahí tumbada sin poder moverme, sin explicarme nada sentí las riendas entre mis manos y un murmullo en mi oído


- Esto es lo más cerca que puedo dejarte, tendrás que seguir sola. Saluda de mi parte a Carlisle.


El caballo retomo su paso, era difícil mantenerme erguida para ver por donde llevarlo y me rendí cuando frente a mi apareció la estructura del castillo supe que estaba en casa. Todas las luces estaban encendidas, el caballo bajo el ritmo y se detuvo justo a los pies de las escaleras que daban hacia la puerta principal, no alcance a bajarme cuando mi cuerpo se deslizo por un costado sin yo tener control en la situación, juré por medio segundo que caería al suelo, pero al contrario unos brazos calidos me recibieron y reconocí la voz aguda y estrepitosa de Alice.


- ¡Es Bella!


Grito. Sus facciones evidenciaban un cierto alivio al verme aún con vida. Gire mi rostro y vi la cara de mi ángel, su mirada también era de alivio. A duras penas deslice mis dedos por su rostro y el beso la palma de mi mano tomándome entre sus brazos.


- Llevémosla dentro.


Sugirió una voz, me costo reconocerla pero al final cuando vi su rostro supe que era Carlisle.


Apoyaron mi cuerpo en uno de los sofás que estaban en la sala. Ahí constante que no estábamos solos, mire a mí alrededor aturdida por las luces y divise a Esme quien se acerco instantáneamente, Rosalie permanecía cerca de la chimenea junto con Emmett, Jasper también se había acercado hacia mi posición.


- ¿Dónde estuviste todo estos días… nos tenias al borde de la histeria, no podía verte?


Me pregunto una inquieta y preocupada Alice rompiendo el silencio reinante. Pero que iba a contestarle, me sorprendió cuando habló de días, para mi habían sido solo horas. Todos esperaban mi respuesta, pero no tenía una, de pronto recordé la nota que me había entregado aquella mujer y me erguí a duras penas para poder sacarla de mis pantalones. Edward trato de detenerme, para que permaneciera recostada pero cuando vio que buscaba algo me ayudo a sacar el papel, mis manos temblaban, me arrebato la nota de mis dedos temblorosos.


- Es para Carlisle.


Murmure entre dientes mientras lo miraba, él se acerco y tomo el extraño papel de las manos de Edward.


Miré atenta como cambiaban las expresiones de sus facciones, que iban de la sorpresa hasta el terror puro. Cuando termino de leer me miro con urgencia y se abalanzó sobre mí sacando a un lado a Edward sin decir media palabra. Sin pedirme permiso, lo que era poco usual de él, rasgo las mangas de mi blusa dejando al descubierto mi piel, los ojos de todos se abrieron como platos. Las reacciones eran variadas, Alice se separó casi inconcientemente de mí y abrazo a Jasper que miró a Carlisle en descrédito, Rosalie se puso la mano en la boca como ahogando un grito y enterró su rostro contra el pecho de Emmett quien me miró tal cual estuviera viendo a una moribunda.


Al principio no entendí su reacción y busque los ojos de Edward para que me aclarara que estaba mal conmigo, pero este esquivo la mirada. La única que no reacciono mal fue Esme quien me miraba con dulzura, como una madre, me extendió los brazos para mostrarme lo evidente y fue ahí cuando me dí cuenta que toda mi piel estaba amoratada, como si me hubiera pegado golpes, pero eso era imposible.


- Debemos irnos… ahora… Edward vístela y ponle ropa suelta.


Ordeno Carlisle saliendo del transe en el que se encontraba. Ahora todo era aún más confuso, pero nadie discutió nada al principio.


- Esperen… no podemos irnos con Bella en esas condiciones.


Hizo ver Jasper mientras todos se detenían en sus puestos.


- Tenemos que irnos, no podemos permanecer aquí, ellos la buscarán.


Explico Carlisle a ocho confusos vampiros.


- ¿Quienes? Inquirió Jasper mientras me miraba.


- Los Volturi


Susurró Carlisle cuando vio la expresión confusa de mis ojos continuo


– la mujer que te ayudo es la esposa de Aro


Me explico aclarando en parte el misterio.


- De que hablas… porque ellos querían a Bella.


Pregunto un confuso Emmett mirando a todos. Carlisle tomo un momento y comenzó a explicar a todos.


- Hace un par de años supe que Aro estaba interesado en buscar una forma más sutil de matar a quienes no cumplieran las leyes. Las hogueras estaban llamando demasiado la atención de los humanos. Al principio nada resultaba, pero creo que la han encontrado. Al menos eso es lo que cree Selene.


Edward me apretó contra su pecho de forma instantánea.


- Aún no entiendo que tiene que ver Bella en todo esto.


Dijo Alice con la vista perdida al frente. Pero Carlisle desvío la vista y guardo silencio, era como si tratará de no hablar frente a mí, pero Edward lo interrumpió.


- ¿Carlisle?


Insistió con tono demandante. Este suspiro y su mirada era pesadumbrosa, como si estuviera a punto de sentenciar a muerte a alguien. Se acerco a mí y me paso su mano por mi rostro, como dándome consuelo, yo comencé a entender de pronto que algo no iba a resultar del todo bien.


- Todo saldrá bien, te lo prometo, cuando lleguemos a casa investigaré para encontrar una cura.


- ¿Cura? ¿Acaso estoy enferma?


Exclame con un hilo de voz, mientras todos permanecían en silencio, el mantenía su vista en mis ojos, su mirada era profunda como inspirándome valor para lo que diría.


- Te han Envenenado.


Exclamo


Edward me había subido a nuestra habitación, estaba recostada en la cama viendo como él sacaba del closet ropa de recambio. Su esperanza era sacarme de la discusión que se había formado escaleras abajo entre Jasper y Carlisle. Pero era difícil no escucharlos a todos cuando estos gritaban.


- No puede estar envenenada eso es imposible.


Opinaba Emmett.


- Entonces como explicas el color de su piel.


Rebatía Alice quien creía al parecer en Carlisle y en Selene.


- Esto no esta bien… nosotros no podemos morir envenenados, me han mordido miles de veces, se lo que es tener la ponzoña en las venas, y más allá del ardor jamás me ha sucedido nada.


Explicaba Jasper a todos.


- No es ponzoña lo que inyectaron a Bella.


Objetó Carlisle


- Lo que sugieres es imposible, que intensión podrían tener Los Volturi para envenenarla.


Insistía Rosalie.


- Fue un error, no lo planearon pero cuando descubrieron que ella no se murió como debía haberlo hecho se interesaron en ella como en un conejillo de indias.


Explico Carlisle su voz era serena pero dura.


Edward cerró la puerta cuando se percato que yo estaba escuchando atenta y que eso estaba causándome una cierta expectación. Esbozo una sonrisa pero está no llego a sus ojos por lo que supe que solo lo hacía para infundarme confianza, una confianza que ni él mismo tenia en ese minuto. Se acercó y me ayudo a cambiarme de ropa.


- Lo siento… no fue mi intensión, pero no pude dejarlo sólo, ellos habían matado a su madre.


Dije a modo de excusa.


- Lo se… no te preocupes por eso ahora.


Replico mientras tiraba de mis manos para que la polera quedara bien puesta –estarás bien, estaremos bien – me repitió.


No dije nada más porque no sabia que decir permanecimos en silencio un par de minutos, hasta que me arroje a sus brazos y enterré mi rostro en su pecho. Estaba así tratando de mantener la calma cuando de pronto sentí un calor sofocante, y la habitación se inundo de un aroma ya conocido para mí, era sangre y de la mas dulce que jamás haya olido. Mis ojos se abrieron como platos cuando vi que la puerta se abrió abruptamente y entró el pequeño causante de todo este lío, el niño corrió sin detenerse hasta el borde de la cama, sonriéndome de una manera encantadora.


- ¡Mamá!


Balbuceo de forma casi inteligible pero aún así yo lo entendí. El olor de su sangre me estaba siendo irresistiblemente apetecible, se me hacia agua la boca y estaba perdiendo la batalla para no morderlo cuando Edward me sujeto y vi a Alice entrar alejando al niño de mi lado, me gire y entierre mi rostro contra su pecho nuevamente.


- Sácalo de aquí.


Pidió Edward a su hermana


- Necesito alimentarme.


Le dije mirándolo a los ojos. Este iba a contestarme pero Alice interrumpió


- No te preocupes yo se la traeré


Se ofreció Alice mientras salía de la habitación con el infante.


- No pude abandonarlo, cuando llegue al callejón estaba llorando junto al cadáver de su madre. Además tenia tu olor impregnado en su cuerpo, en realidad no lo pensé simplemente lo tome y traje conmigo.


Confesó Edward sin necesidad que yo preguntara. Puse mi mano sobre su barbilla y la acaricié.


- Es lo que yo hubiera hecho.


Replique bajito, pude constatar que también en él se había desarrollado un instinto parecido al mío al verlo tan indefenso


No alcanzaron a transcurrir unos segundos cuando sentimos que golpearon la puerta, esta se abrió lentamente y vi a Alice entrar con un vaso entre sus manos, a penas me lo entrego me lo empine hasta el final, lo hice de forma tan atolondrada que su contenido comenzó a rodar por la comisura de mis labios


– hazlo más despacio


Me susurro Edward tomando el vaso y separándolo de mi rostro un poco, pero no alcance a finalizar su contenido cuando sentí un fuerte dolor en mi pecho. De pronto sentí un fuego en mi interior, era como si estuviera a punto de sufrir una combustión espontánea. El dolor era tan violento que comencé a chillar sin poder evitarlo, el vaso golpeo el suelo y comencé a retorcerme en la cama.


- Ve por Carlisle... ¡Alice!


Grito Edward al ver que esta no se movía, estaba impactada y salio de habitación trastabillando sin quitarme los ojos de encima.


- Bella mírame


Me decía Edward tratando de controlar las convulsiones de mi cuerpo. De pronto abrí mis ojos y dí un grito lastimero, en mi pecho un sonido demasiado familiar comenzó a sentirse era débil y discontinuo pero ahí estaba, de pronto todo se torno negro







viernes, 22 de julio de 2011

Conociendonos Otra Vez

CAPÍTULO XIV.-
EDWARD POV

No, mierda, no puede ser Bella estaba embarazada de mi prole, ella iba a morir por traer esos monstruos a la vida, ella desaparecería y yo moriría con ella ¿cómo pude ser tan estúpido y egoísta?, debía hacer algo, debía interrumpir ese embarazo, la profecía que se fuera a la misma mierda, no perdería a Bella por una estupidez, ella era mi todo, habíamos sufrido lo indecible como para que todo terminara acá ¡Carlisle!, él estaría de acuerdo conmigo, él me apoyaría al igual que mi familia, para ellos Bella también es la prioridad en todo el asunto, nos la llevaríamos de este circo y la salvaríamos.

¿Cómo mierda todo se había complicado?, ah si, porque no pude mantener mi polla en los pantalones, tenía que arruinar una vez más la vida de Bella, CARAJO, ESTO NO PUEDE ESTAR PASANDO.

- Hijo, tenemos que hablar

- Ahora no, Bella está mal

- Hijo, ella está embarazada no enferma, además ya se encuentra mejor, sólo fueron nauseas, es totalmente normal en su estado, además ahora se encuentra comiendo e hidratándose

- ¿cómo puedes hablar del tema totalmente calmado?, sabemos perfectamente que su estado es crítico, no es un embarazo normal y debe ser interrumpido

- Hijo, ya escuchaste a Aro, ella ha nacido para esto, además ella ya ha tomado una decisión y decidió traer al mundo sus hijos

- Nooooo, ella está mal al igual que todos ustedes, es mi mujer la que morirá, por mi culpa, por irresponsable, por egoísta, por cabrón…

- Edward cálmate, estás mal hijo, debes estar tranquilo, ella estará bien, ella es fuerte, ella es….simplemente asombrosa, siempre supe que ella era especial, pero nunca pensé hasta qué punto y es tu mujer, debes estar orgulloso

- Debo hablar con ella, debo convencerla, ella me tiene que escuchar, por una puta vez me tiene que escuchar

No esperé más respuestas y salí como el diablo hacia la habitación que habían acondicionado para Bella.

Al llegar a la planta superior en donde estaba acomodada, traté de calmarme y tratar de enfocar bien la situación que iba a plantearle, no iba a ser fácil, lo sabía, ella era la persona más testaruda del mundo, pero esta vez no me iba a ganar, no iba a dejar por nada del mundo que ella corriera riesgos, menos por mi maldita culpa.

- Bella, debemos hablar – al mirarla se veía tan putamente hermosa y radiante, me sonrió y por inercia le sonreí de vuelta, pero me fijé lo que su mano acariciaba y un sentimiento de horror me estremeció por dentro y mi sonrisa murió en el acto, ella acariciaba su vientre y la rabia se apoderó de mi y jalé fuertemente mi cabello que si fuera humano hubiera quedado calvo

- ¿qué sucede Edward?- preguntó con su vocecita haciéndose la inocente, no le compraba el papelito, ella me conocía y sabía lo que pensaba de su embarazo

- ¿qué sucede Bella?, sucede que todo está jodidamente mal, esto debe terminar ahora mismo, tenemos que irnos y ponerle fin a esta locura colectiva…

- ¿de qué mierda hablas?

- De esas cosas que están creciendo en tu vientre ¿de qué carajo crees que hablo?, no te hagas la tonta sabes perfectamente a lo que me refiero, no dejaré que nazcan, no te perderé por esas atrocidades

- Cállate de una puta vez, nunca vuelvas a llamar cosas a mis hijos, no son cosas ni atrocidades, son lo más hermoso que me pudo pasar..

- ¿hermoso?, maldición, morirás Bella, ellos te destruirán desde adentro ¿ a caso no comprendes?, morirás, carajo morirás

- Nadie va a morir, mis bebés y yo estaremos bien

- Nada está bien – me paseaba como animal por la habitación y quería dar puñetazos a cada cosa que se me cruzaba en el camino

- Todo está como debe estar Edward, todos estaremos bien, nuestros hijos están creciendo bien y yo estoy tan fel…

- No lo digas, carajo no lo digas, no quiero perderte Bella, eres lo más importante que tengo, no quiero que mueras, debes entenderme yo..

- Tú nada, debes confiar en mi, se que todo saldrá bien

- Morirás en el parto, si es que no mueres antes, el parto te desgarrará…

- No moriré antes y cuando el parto llegue me transformarás, tu ponzoña me curará y me salvaré

- Es demasiado arriesgado, no puedo aceptarlo, entiende, debes hacerme caso, debemos irnos y solucionar este problema, nuestra familia nos apoyará y todo…

- LÁRGATE EDWARD, NO QUIERO SEGUIR ESCUCHÁNDOTE, lárgate de una maldita vez, si esto – dijo apuntándose el vientre – es mucho para ti lo acepto, pero no tomes decisiones por mi, soy adulta y tomo mis propias decisiones y tendré a mis hijos aunque lo tenga que hacer sola, ahora déjame sola, no quiero verte

- Bella, por favor

- Vete de una puta vez, no quiero seguir escuchando cómo quieres matar a mis hijos, antes te mato yo a ti y no estoy bromeando, siempre quieres decidir todo, siempre tomas las cosas a tu modo sin pensar en mi o en los demás, pero esta vez no voy a aceptar tus demandas, si no quieres a mis hijos, perfecto, te largas de mi vida para siempre y me olvidas con alguna zorra infértil o una vampira, ya que son incapaces de engendrar, por que a mi no me volverás a ver en tu puta existencia, te amo, pero esta vez no apostaré por ti, esta vez apostaré por mi y mis hijos

- Bella te amo, pero trata de entenderme, no quiero perderte

- Y no lo harás si haces las cosas bien, sino ya sabes lo que tienes que hacer y ahora de verdad quiero estar sola, en lo posible hasta mañana

CARAJO, quería gritar y patalear como si fuera un niño humano, todo estaba mal, Bella prácticamente me echo de su vida por no aceptar a esas cosas, pero es que nadie entiende, no quiero perderla, todo estaba tan bien, ella iba a ser mi esposa y ahora todo se había ido a la mierda. Cuando bajé todos me miraban con rabia y decepción, por mi que se fueran a la mierda, nada me importaba más que el bienestar de Bella y en este momento estaba empezando su calvario, esperando su muerte.

- Edward, todo saldrá bien, mañana tendremos todas las maquinarias médicas para llevar un seguimiento exitoso del embarazo, cualquier contratiempo lo solucionaremos.

- Aro, una profecía no me puede asegurar que mi mujer saldrá con vida de esto

- Con vida no, pero con una nueva existencia si, ella resistirá, pero te necesita a su lado apoyándola para lo que se le viene, no es fácil, el embarazo de ella es acelerado, ya se le está empezando a notar, pero repito, debes estar tranquilo, ella saldrá victoriosa de esta batalla.

- No quiero hablar ahora, necesito pensar

Habían pasado tres putos días e Isabella seguía encerrada en su habitación, no me permitía verla, estaba todavía muy enfadada conmigo al igual que el resto de los vampiros, mierda. Todos y cada uno de ellos habían conversado conmigo, dándome aliento, que apoyara a Bella en este proceso maravilloso, pero ellos no entendían, ella era mi vida y no la quería volver a perder, ellos no conocían al cien por ciento nuestra historia, así que conversé con Jacob y Benjamín, éste último no me gustaba nada, pero conocía a Bella y quizás pudiera convencerlo de que me ayudara a que mi mujer entrara en razón, pero la decepción fue enorme, ellos se negaron rotundamente a apoyarme, ellos argumentaron lo mismo que todos : que mi mujer era muy fuerte y saldría airosa de este proceso y que debía apoyarla antes de que la perdiera por mi estupidez, esas fueron las palabras exactas del estúpido lobo, Benjamín me pidió que confiara en él, él seguía siendo el ángel de Bella y la seguiría protegiendo, él también estaba seguro de que Bella saldría bien junto a mis hijos, que debía estar con ella, que me uniera a su felicidad.

Me encaminaba hacia la alcoba de Bella, no estaba seguro de nada todavía, no había tomado mi decisión, pero necesitaba verla, saber si se encontraba bien, que ella me lo confirmara mirándome a los ojos, todos decían que estaba bien, pero eso no me bastaba y si ella no me quería recibir que se aguantara y se acostumbrara a la necedad y furia de un vampiro, ella o me volvería a correr de su lado, nunca más.

Entré y se encontraba dormida, Rosalie se encontraba a su lado como guardiana, mierda, ellas se habían unido para protegerla de mi, como si yo le fuera a hacer daño.

Rose me dio una mirada asesina y yo se la devolví más furiosa todavía, bajó su mirada, ja, a mi nadie me ganaba, menos una estúpida vampira que creía que quería más a Bella que yo, eso nunca, nadie la amaba como yo, eso jamás pasaría.

- Largo Rose, quiero estar solo con mi mujer

- Edward no, yo la protejo..

- no le haré daño, quiero conversar con ella

- pero le gritarás como el otro día, ella ha estado muy triste porque piensa que ya no la amas porque está embarazada

- carajo, eso no es así, sólo me preocupo por su salud, no quiero que muera Rose, no lo resistiría, no puedo perderla

- no lo harás, ella está cada vez más fuerte y más hermosa, ven acércate, obsérvala

tenía toda la razón, ella estaba más hermosa que hace tres días atrás, no era posible que ella pudiera verse cada vez más luminosa, radiante, definitivamente era la mujer más hermosa del mundo, mejor que todas las humanas, mejor que todas las vampiras con esa belleza que le da su naturaleza, mas bella que cualquier ser viviente, ella era única y era mía.

Rose salió de la habitación y yo me acosté al lado de mi Bella, la había extrañado tanto, extrañaba su aroma, su calor, su suavidad, sus caricias recorriendo mi cuerpo, extrañaba todo de ella. La sentí removerse lentamente entre mis brazos y su cara fue de asombro cuando enfocó su vista en mi cara

- ¿Edward? ¿qué haces acá?, preguntó alarmada y puso sus manos en su vientre en posición evidente de protección.

- Bella perdóname por favor – hasta este momento no había tomado ninguna decisión, pero verla asustada y protegiendo a los bebés me sentí el cabrón más grande del mundo

- Tranquila amor, no les haré nada a nuestros hijos – mierda, era verdad, apenas pronuncié las palabras la verdad me cayó como un rayo, jamás podría hacerles daño, eran mis hijos, nuestros bebés los que crecían en su vientre y carajo me sentí tan bien al pensar en ellos como nuestros que casi sentí tibieza en mi corazón.

- Oh Edward, los has llamado nuestros hijos, cariño he sufrido tanto pensando que nunca los querrías y les harías daño

- Perdóname amor, es sólo que no quiero que sufras, no quiero que nada malo te pase, pero ahora que te veo y después de haber dialogado con todos ya puedo empezar a creer que todo puede salir bien

- Claro que todo saldrá bien y seremos los más felices del mundo, toca mi vientre Edward, toca a tus hijos amor

Llevé lentamente mis manos a su barriga levemente abultada y Dios, se sentía tan bien, tan correcto, tan cálido a mi tacto y cuando la acaricié sentí un leve golpecito y aunque mi respiración era puramente por reflejo ya que no lo necesitaba, la sentí acelerarse a más no poder, mis hijos me daban la bienvenida, lo sabía, ellos podían sentirme y carajo era el hombre más feliz de la puta tierra.

- Los sentiste amor, ellos me quieren, ellos me sienten – no pude evitar derrochar felicidad por ese acto

- Claro que si Edward, ellos te aman tanto como yo

- Te amo tanto mi Bella, tanto como a mis hijos, perdón por haber sido tan tonto, pero nunca más, nunca dudaré de tus decisiones, te amo, te amo – le repetía entre besos y caricias

- Y yo más Edward, nosotros más.

Nos quedamos todo el resto del día acurrucados en la cama, pero cada tres horas Bella pedía comer o beber, estaba muy hambrienta y ella bromeaba de que se pondría como una pelota muy pronto, lo que me llevó a recordar que nuestros planes de matrimonio habían acabado abruptamente y lo que es peor no había dado ninguna explicación a sus padres y amigos, carajo ¿qué estarían pensando todos?

Bella se volvió a quedar dormida y bajé a hablar con Carlisle, estaba muy preocupado y debía arreglar el asunto ahora mismo.

Afortunadamente Carlisle me tranquilizó al decirme que le había dicho a los padres y amigos que Bella se encontraba enferma y la habían trasladado a Italia para su recuperación, Charlie no lo había tomado muy bien y quería venir a ver a Bella, Renne se había mostrado más relajada, pero era su hija y también estaba preocupada, así que después de hablar con Aro del asunto quedó más que claro que la boda se realizaría aquí, ya que era de suma importancia que los padres de Bella supieran la verdad, sólo a ellos se le tenía permitido revelar nuestra naturaleza, pero yo estaba nervioso con ese asunto y no se como Bella pudiera tomar la noticia de que sus padres sabrían nuestra verdad. Después de salir a cazar llegué de madrugada a la habitación y Bella estaba despierta esperándome, según ella no podía dormir sin sentirme a su lado y yo sólo reí.

Me costó horrores convencer a Bella de las nuevas noticias con respecto a sus padres, ella tenía miedo, decía que ellos no comprenderían nunca la verdad, que no la apoyarían y no quería darles tristezas, pero cuando le dije que era mejor que supieran de una vez, así ella no tendría que fingir que había muerto para que no notaran el cambio en ella, así que con esa motivación aceptó aunque aún estaba temerosa.

En dos días ya estaba todo listo para la boda Charlie y Renne llegarían en cualquier momento y qué decir de los vampiros que llegaron de todo el mundo, la noticia se había expandido como pólvora en nuestra especie y todos querían conocer a la princesa de los vampiros, infinidades de clanes habían llegado a presentarles sus respetos a la princesa, pero Aro aclaró que era mejor que lo hicieran una vez que estuviéramos casados, era así como correspondía.

Conocí a varios vampiros y por que negar a vampiras también, pero a pesar de sus muchas insinuaciones amorosas yo no tenía ojos para nadie que no fuera mi Bella y así lo hice saber.

Mi familia estaba muy contenta por mi decisión de apoyar a Bella en el proceso y de haber aceptado el nacimiento de nuestros hijos.

Ahora había que esperar ver la reacción de mis suegros, seguramente Charlie querrá matarme, menos mal que soy a pruebas de balas, sino….

Cuando Charlie y Renne llegaron miraban todo muy extrañados, la verdad es que no todo se veía muy real, el salón estaba decorado elegantemente y se había dispuesto dos tronos espectaculares en la parte superior del salón, el más hermoso y delicado era el de Bella y estaba incrustado con diamantes y gemas preciosas, el mío era más sencillo, ya que yo asumiría como príncipe al casarme con ella, pero el verdadero poder lo llevaba Bella, ella sería nuestra gobernante, la que nos llevaría a la liberación, con los años Aro decía que los humanos estarían preparados para saber de nuestra existencia y podríamos convivir en paz, por el momento las razas supernaturales si se unirían y acabarían las guerras entre ellas, ya que nuestros retoños eran la garantía de esa unión.

Charlie y Renne se alegraron al ver a Bella y se olvidaron momentáneamente donde se encontraban, ellos al ver que Bella se encontraba bien se pudieron relajar y se pusieron muy contentos cuando les dijimos que nos casaríamos aquí el día de mañana, pero notaron a los vampiros que se encontraban allí reunidos y se pusieron nerviosos, Aro les pidió que salieran porque necesitábamos conversar privadamente, así que quedamos los padres de Bella, mi familia, Aro, Bella y yo.

Después de sentarnos Aro les explicó lentamente lo que estaba pasando, Carlisle también les explicó y después de haberse quedado callados por varios minutos Charlie rompió el silencio diciendo que ahora comprendía muchas cosas referente a nuestra relación y aunque decía no estar totalmente convencido nos daba su apoyo siempre y cuando no se le informara más de la cuenta, al menos por el momento, decía que le costaría un poco aceptar toda la información que le habíamos dado, Renne en cambio estaba totalmente fascinada y no podía más de la dicha de saber que existían otras razas y que su hija reinaría todas ellas.

Lo del embarazo fue un poco más complicado ¿lo puede creer?, no se enojan mucho al saber que tu hija ha convivido con vampiros por largo tiempo, ni se molestan al saber que se casará con uno de ellos, ni que ella se convertirá en uno pronto, sino que se molestan por que ella se quedó embarazada soltera, uf ¿quién entiende a lo mortales?.

El enojo no pasó a mayores ya que mañana nos casaríamos, ahora sólo faltaba esperar a que la hora llegara y poder por fin reclamar a esa mujer que me había vuelto loco de amor desde la primera vez que la vi.

MUCHAS GRACIAS MI QUERIDA SANDRA 32321, por escribir este cap tan genial , asi q mis angeles dejenle muchos comentarios pa actualize pronto.
Mil besitos a todas
Angel of the dark

martes, 19 de julio de 2011

Muñequita

CAPÍTULO VIII

BELLA POV

Había hablado con Jake, pero las cosas no salieron como las tenía planeada, en primer lugar Jake me rastreó, me prometió que no lo haría, pero lo hizo, según él por mi bien, bueno, en realidad él se ha portado súper bien conmigo, pero de igual manera quería estar protegida, sola y resulta que el maldito pasado me estaba alcanzando y ya no podía huir porque Jake ya había mandado a dos agentes para cuidarme, oh si, habían llegado ayer y si pensaban que no me daría cuenta de la existencia de ellos estaban muy equivocados, trataban de mezclarse y aparentar ser ciudadanos normales, pero James me había enseñado a distinguirlos, a reconocer sus movimientos y sus códigos secretos, apenas los vi supe que Jake los había mandado a estar cerca de mi. Hice como si no supiera de sus existencias y traté de seguir con mi supuesta vida normal. Segundo : el caso muñequita todavía estaba en proceso de investigación, así que no había avanzado nada, tercero: Edward se estaba comportando de manera muy extraña, nunca me preguntó sobre lo que había pasado en su casa con su padre, no sacó nada a colación sobre mi verdadero nombre y la reacción posterior a este acto, es como si nunca hubiese ocurrido, lo que era muy extraño y me tenía muy inquieta, él era muy curioso con lo que respecta mi pasado y ahora no preguntaba nada, se portaba cada vez mejor conmigo, pero había algo en su mirada que me confundía, cada vez que él pensaba que yo no estaba mirando me dirigía miradas que me atemorizaban un poco, sus ojos cada vez estaban más tristes y llenos de desilusión, no entendía muy bien, pero me estaba asustando, cuarto: Carlisle Cullen me había visitado cuando estaba sola para conversar conmigo, en un principio no entendí su visita, pero a medidas que la conversación empezó a fluir entendí por qué él me conocía, me explicó que él había estado cuando me llevaron al hospital, él había intervenido en mis heridas y aunque me costó se lo agradecí, si, me costó, porque siempre había guardado cierto rencor hacia la persona que me había salvado dejándome sola en este puto mundo sin James.

Sentí mucho miedo cuando me contó que sabía todo acerca de mi caso, miedo porque me dijera que no era lo suficientemente buena para Edward, pero me sorprendió cuando dijo que estaba enormemente complacido de que yo hubiera llegado a la vida de su hijo para iluminarla y llenarla de paz, me contó brevemente la historia de Edward y su procedencia y sentí muchísima pena por lo que les ocurrió a sus verdaderos padres, pero de igual manera sentí como una daga se enterraba en mi corazón porque Edward no me contara esa parte de su pasado, pero dejé ir ese sentimiento ya que yo tampoco le había contado mi pasado completo.

Le supliqué a Carlisle que me diera tiempo de explicarle personalmente a Edward mi situación, ya que él quería contarle por qué me conocía, pero aceptó, no era fácil y nunca me había puesto a pensar que debería contarle mi verdad tan pronto, me daba muchísimo miedo de que me repudiara, que sintiera asco por mi y que me culpara de la muerte de mis seres queridos, quizás me dejara para apartarse de la trayectoria de mi mala suerte, si ese era el caso lo dejaría libre, él era muy importante para mi como para amarrarlo a mi y mi desgracia, quizás fuera lo mejor, nunca debí dejar que las cosas llegaran tan lejos, yo no tenía derecho a amar a nadie, todos los que me querían terminaban muertos y no quería por ningún motivo que Edward terminara de la misma manera, pero era tan cobarde y egoísta que no fui capaz de terminar la relación, cada vez dependía más de él, era una necesidad imperiosa como lo era respirar, anhelaba cada minuto que pasaba en su compañía y hacía oídos sordos a los comentarios malintencionados que rondaban el colegio que decían que Edward había vuelto a las andanzas y que yo tenía los cuernos más grandes del país entero, no lo creía, él me amaba, lo decía a diario, me lo demostraba con cada una de sus acciones y esas perras que habían echado a correr ese rumor eran unas zorras despechadas por la falta de atención de Edward hacia ellas.

Me dirigía por los pasillos del colegio hacia el comedor cuando sentí un brazo cogerme con un tanto de brusquedad.

- Jasper, suéltame

- No, tenemos que hablar

- O, no entiendes, no tenemos nada que hablar, además Edward me está esperando

- Jajaja, no me hagas reír, ese perro seguramente está follando con alguna zorra por ahí

- No digas eso, él ya no es así, él nunca me engañaría, nos queremos

- ¿así como quisiste a mi hermano muerto?

- No, no se puede comparar ese tipo de sentimientos, a James siempre lo amaré, siempre lo llevaré en mi corazón

- Mentirosa, eres una perra mentirosa, nunca lo amaste y él murió por tu culpa

- No sabes de mis sentimientos hacia tu hermano, pero es verdad que murió por mi maldita culpa – no podía negarle la verdad, no podía ser tan hipócrita

- Por lo menos lo reconoces y quiero saber toda la verdad, al menos me debes eso, maldita sea me encontraba lejos cuando me enteré de su muerte, apenas alcancé a llegar a su funeral y lo único que me dijeron fue que murió protegiéndote y tú ni siquiera fuiste al funeral, eres una perra sin sentimientos, él siempre te amó, desde que eran niños te amaba, siempre lo supe, la manera en que te miraba, la forma en que te defendía de todos los que te hacían daño, siempre estaba él para ti, maldita sea hasta dio su vida por ti y no se la razón y me está volviendo loco no tener las respuestas, mis padres no me dicen nada, sólo que no tengo que juzgarte

- ¿cómo diste con mi paradero?

- Hace unos meses atrás James me llamó por teléfono, estaba muy preocupado por ti, nunca me dijo el motivo sólo me dijo que en caso de que le pasara algo tenía que encontrarte y protegerte, cuando le pregunté el motivo me dijo que no podía hablar de eso, pero me hizo jurar que te encontraría y me habló de este pueblo, en ese momento no entendí mucho, pensé que estaba ebrio, pero se lo juré, cuando me enteré de su muerte y tu desaparición arreglé algunos asuntos pendientes que tenía y llegué acá y me encuentro con la maravillosa novedad que te encuentras bien y además tienes novio y mi hermano muerto por tu maldita culpa.

- Tú no puedes juzgarme por tratar de reponerme al dolor que pasé, además quiero mucho a Edward, pero siempre amaré a James, como te dije siempre estará en mi corazón

- Perra, debiste morir tú en su lugar – gritó y me abofeteó tan fuerte que sentí mi cara arder

- Ni siquiera fuiste a verlo al funeral, dime ¿por qué no fuiste si tanto dices que lo amabas?

- PORQUE ESTABA EN COMA, CASI DOS MALDITOS MESES ESTUVE POSTRADA EN UN MALDITO HOSPITAL, CUANDO CURARON LAS HERIDAS QUE TENÍA EXIGÍ SABER DE JAMES Y CUANDO ME INFORMARON QUE ESTABA MUERTO TODO PERDIÓ SENTIDO PARA MI, NO QUERÍA VIVIR Y ODIÉ AL MALDITO MÉDICO QUE ME INTERVINO Y ME SALVÓ MI PUTA VIDA, EN ESE MOMENTO TODO SE VOLVIÓ OSCURO Y DESPERTÉ PENSANDO QUE TODO HABÍA SIDO UNA MALDITA PESADILLA Y NUNCA ME HABÍAN DICHO QUE MI JAMES ESTABA MUERTO, PERO NO FUE ASÍ, ÉL ESTABA MUERTO Y YO IGUALMENTE MUERTA EN VIDA Y SE QUE ES MI MALDITA CULPA Y NUNCA LO HE NEGADO.

- Mierda, eso no lo sabía, pero de todas maneras te odio y quiero que me digas todo lo que ocurrió, me lo debes, por James me vas a contar toda la puta verdad del motivo por el que mi hermano está muerto

- Ahora no puedo, no tengo las fuerzas suficientes, yo lo amaba, nos habíamos declarado hacia tan poco que ni siquiera alcanzamos a ser novio, pero hacía meses que había descubierto que ya no lo quería como amigo, sino como hombre, íbamos a vivir juntos en la casa en la que vivo e íbamos a esperar que todo el caos pasara para retomar nuestras vidas lo mejor que pudiéramos, es todo lo que puedo decirte por el momento

- ¿qué mierda fue lo que pasó? – dijo tratando de suavizar su voz y me acarició la mejilla, bajó la capucha de la sudadera y rozó mi cuello, ahí se detuvo y fijó su vista en la cicatriz

- ¿Bella?, eso, eso que tienes, no, no puede ser verdad

- Lo hice yo, cuando la persona que me perseguía mató a James en ese maldito bosque fue por mi, escuché los disparos Jasper, los escuché y supe que James no había sobrevivido, aunque en el hospital me negaba esa verdad siempre supe que él murió en ese bosque, cuando escuché que ese desgraciado me había alcanzado y me tenía acorralada hice lo que me pareció correcto, sin James no quería vivir y nunca permitiría que ese hijo de puta me pusiera otra vez una mano encima y me traté de matar, pero no hundí la navaja lo suficientemente profundo ni en mi cuello, ni en mis muñecas – él bajó la mano de mi cuello y me tomó las manos delineando mis cortes- quité mis manos

- Yo lo lamento tanto, siempre te consideré una buena amiga y te quería mucho, pero te sigo odiando, era mi hermano maldita sea, la persona que más admiraba en el mundo y me lo quitaste

- Lo se y no quiero tu lástima, ódiame es mejor así, no merezco que nadie me quiera, lastimo todo lo que toco y no quiero tu lástima ni tampoco tu comprensión, no quiero nada – le grité y salí corriendo

- Tarde o temprano me dirás el resto de la historia, eso no se queda así, me tendrás que decir quién mató a mi hermano y por qué

Corrí y corrí hasta salir del colegio y me refugié en mi casa, me sentía tan sola, había perdido la cordura, nunca debía contarle nada a Jasper, no quería lástima, no quería que nadie supiera lo que me había pasado, no quería que nadie en este pueblo supiera quien era yo en realidad, por eso desde que empecé a tener amigos había tomado la decisión de irme antes de que el juicio empezara para que nadie a los que conocía me vieran y me reconocieran como la muñequita, pero luego empezó mi relación con Edward y reflexioné el hecho de contarle más adelante y si él decidiera quedarse conmigo a pesar de todo no me importaría lo que pensaran los demás, qué ilusa había sido, ahora estaba más perdida que nunca, salí hacia el garaje y tomé la moto que James me había comprado, hacía tanto tiempo que no manejaba una, pero estaba desesperada por salir y sentir la adrenalina, la encendí y me alejé del pueblo rápidamente, pronto llegué a un pueblo cercano que no había visitado llamado Port Angeles y vagué por las calles.

De tanto vagar me dio hambre y fui a un pequeño restaurant, me senté en la mesa más alejada en un rincón, pedí el almuerzo cuando sentí que alguien se sentaba frente a mi

- no puedo creerlo ¿eres tú Bella? – mierda esa voz la conocía, alcé la vista y ahí estaba tan bella como siempre

- Tanya, ey ¿cómo estás?

- Que ¿cómo estoy?, niña por dios, estuvimos tan preocupados por ti todo este tiempo, desde que te raptaron no supimos más de ti, pensamos que podrías hasta estar muerta, la prensa no dice nada, la policía se reserva el comentario

- Lo se, es algo complicado ¿sabes? Todo está en proceso de investigación

- Por que nunca nos contactaste, somos tus amigos, estábamos muriendo de pena por ti y ahora te encuentro tan fresca en este rincón del mundo

Ella era Tanya Denaly, una muy buena amiga del pasado, nos conocimos cuando me presenté a cantar con una banda amiga y ella era la corista, nos llevamos enseguida bien, era tan atenta y cordial, ella me enseñó a maquillarme y a vestir más provocativa, siempre salíamos juntas cuando nos encontrábamos en la misma cuidad, incluso ella estaba en ese Pub desde el que me secuestraron.

Después que salimos de restaurant, me llevó a un pub gigante al otro lado de la calle, resulta que era de ella, se había casado con su novio de toda la vida Samuel y habían llegado a vivir a esta cuidad que era la cuidad natal de Samuel, él también muy buen amigo y se encontraba en el pub, los tres conversamos y fue inevitable contar la historia, me dieron la confianza y además estaba tan hecha polvo de tanto guardar el secreto, quería descargarme un poco y les conté todo con lujo de detalles, lloraron mucho por lo acontecido, ellos también conocían a James y lloraron más cuando supieron de su muerte, dicen que ellos trataron innumerables veces de informarse, pero siempre encontraban negativas de la policía a dar información, si, era un caso grande y no podían darse el lujo de filtrar nada.

Después de tanto llanto les conté de mi nueva vida, de Edward, de Jasper, en fin de todo, pero Tanya estaba indignada por mi forma de vestir, no le presté atención y me dejó en paz por el momento.

Me contaron que pronto celebrarían el primer año del Pub y por supuesto era la invitada de honor, pero traté de excusarme, les dije la verdad, ya no canto, ya no toco, no soy la persona que ellos conocieron, pero insistieron que por último viniera como espectadora, además iban a estar todos los chicos del grupo, Samuel seguía tocando en la banda, pero ahora estaba descansando d una gira que habían hecho. Además habían invitado a otros grupos musicales y todos habían confirmado ir, iba a ser el desmadre de celebración, todos los grupos invitados los conocía, había tocado con ellos y Tanya estaba extasiada con el reencuentro, pero no asistiría, no estaba preparada para más gente de mi pasado, era insólito como el pasado me estaba alcanzado a pasos agigantados, vine a este lugar tan alejado para mantenerme fuera de mi pasado, pero éste se esforzaba por encontrarme y poniendo a la gente que me había conocido en mi camino.

Era de noche y tras varios tragos, en realidad muchos tragos llegué a casa tarde en la noche, mierda, estaba ebria, ni se cómo carajo pude sostenerme en la moto, Tanya y Samuel me habían pedido que me quedara con ellos, pero no quise, además no había dado ninguna explicación a Edward, en realidad no lo había visto, y me había olvidado un poco de él con mis amigos.

Estaba por llegar a la puerta y las llaves se me cayeron y al tratar de recogerlas me caí yo también al suelo y fue tan cómico y solté las carcajadas, insisto estaba borracha, mierda, todo me daba vuelta.

- ¿Annie? – mierda, era Edward, me estaba esperando y no se veía muy contento que digamos

- Emmm, hola

- ¿dónde mierda te habías metido? Me tenías muy preocupado ¿sabes la hora que es? ¿por qué mierda llegas en ese estado y en moto?

- Wow, para el interrogatorio, me estás mareando, mejor ayúdame a pararme

- Vale, dame tu mano

- Vamos, te llevaré al dormitorio

- Oh, ¿me deseas Edward?

EDWARD POV

- Oh, ¿me deseas Edward?

Mierda, cómo llegué hasta acá, ella me acababa de hacerme la maldita pregunta y la respuesta era si, maldita sea si, la deseaba como un enfermo, sabía que tenía que odiarla, pero carajo la amaba, no podía negarlo y la deseaba más que cualquier cosa en el mundo y cada minuto que pasaba me sentía más enfermo por lo que le estaba haciendo.

Iba saliendo del cuarto del conserje después de follarme a otra zorra del colegio, lo hacía todos los días, todos los días la engañaba y cada vez que lo hacía mi corazón se rompía un poco más, pero se lo tenía merecido, era una mentirosa, una zorra, pero cada vez que me introducía en algún coño sólo podía pensar en el daño que le iba a ocasionar, pero maldita sea el rencor que traía eclipsaba mis sentimientos hacia ella, estaba tan perdido, tan podrido por dentro, atrapado en mi propio juego de venganza.

Llegué al pasillo cuando vi la escena que protagonizaba Jasper y Annie, si, la seguía llamando así, ella no me había dicho nada de lo ocurrido en casa y yo callé para que el golpe fuera más duro para ella, me seguía comportando como el novio perfecto para ella, pero lejos de sus ojos era el hijo de perra más grande del mundo, ya ni me acordaba con cuantas zorras me había metido desde que supe la verdad, ella confiaba ciegamente en mi y no hacía caso a los rumores de mi doble vida, mis amigos sabían que la estaba engañando, hasta mi hermana me había descubierto y me había reprochado lo que le estaba haciendo a Annie, pero la convencí que callara que yo aclararía la situación con ella y debía apurarme, la bomba estaba a punto de estallar, los rumores eran cada vez más grandes y se que pronto Annie me pediría explicaciones.

Me alertó la manera en que Jasper le reprochaba a Annie la muerte de su hermano, tenía razón ellos se conocían, pero cuando seguí escuchando todo lo que tenían que decirse quedé en shock, mi cabeza daba vueltas, se veía tan rota, tan triste y desamparada y su relato me dolió en el alma, por una parte porque era demasiado triste y fuerte lo que ella había revelado y por otra parte su confesión de amor eterno al hermano de Jasper, James. Sentí que dejaba de respirar cuando confesó que se había tratado de matar cuando supo que James estaba muerto y para que no la atraparan, mierda, tenía que saber toda la verdad de lo que le había pasado, ella era una completa desconocida y la quería destruir tanto como salvarla y protegerla, mi cabeza era un caos que cuando ella salió corriendo no fui capaz de seguirla, me sentía como una mierda, ella estaba sufriendo y yo follando como enfermo con cuanta zorra se me pusiera por delante, pero nuevamente mis sentimientos eran contradictorios y me recordaban que ella merecía lo que le estaba haciendo y lo que le iba a hacer pronto.

Cuando recuperé la consciencia traté de alcanzarla en su casa, pero ella no estaba, la esperé por horas, llamé a los chicos de la Push, pero no sabían nada de ella, había desaparecido y yo estaba como loco. Ya era tarde cuando la vi llegar en una moto a velocidad que sobrepasaba los límites establecidos y además estaba ebria.

La llevé a su alcoba y ella trató de seducirme y mierda me tenía tan duro, era la oportunidad que estaba esperando, pero una parte de mi cerebro se negaba a hacerle eso, pero como soy un maldito bastardo mandé todo a la mierda y la acosté en la cama y entre besos y caricias la fui despojando de su ropa, le saqué lentamente la faja y me deleité con su cuerpo expuesto y hermoso

- te amo Edward, hazme el amor

- Annie, yo, no puedo, yo o quiero hacerte daño – mierda no podía, la amaba y sabía que si la hacía mía la destruiría

- Por favor Edward, te deseo tanto y te necesito, necesito que me quieran – carajo, mierda, mierda, mierda.

- Estás borracha, mañana te arrepentirás

- Nunca lo haré, además no estoy tan bebida

No seguimos hablando, no era necesario, ella con dedos temblorosos sacó mi ropa y me quedó mirando como si fuera la primera vez que veía un hombre desnudo y la rabia se apoderó nuevamente de mi, ni estando ebria dejaba de ser una cínica, quizás cuántas veces se la habían follado, quizás cuantas veces se la había cogido Carlisle, pero le seguí el jueguito, si se quería hacer la virgencita que lo hiciera, pero yo me la iba a follar como la zorra que era, duro y salvaje.

Recorrimos nuestros cuerpos y cuando le saqué hasta la última prenda, quedé anonadado con la vista, carajo, ella era más hermosa de lo que había imaginado, ella era perfecta, la mujer más hermosa y con el cuerpo más perfecto que me había follado alguna vez. Besé sus piernas suaves y blancas, besé desaforadamente sus pechos, pasando la lengua en sus rosados pezones, mierda esto era el cielo y cada vez me sentía más erecto, ella suspiraba y se estremecía con cada una de mis caricias, nunca le había dedicado tanta atención a una mujer, pero joder su aroma era espectacular y su piel tan suave y cremosa que era un deleite para mis sentidos, sus manos también recorrían mi cuerpo y a cada rato decía lo mucho que me amaba y deseaba y carajo estaba a punto de creerle. Cuando llegué a su centro estaba tan húmeda y su aroma era el mejor afrodisíaco que existía, no me resistí y la devoré con mi lengua, nunca antes lo había hecho, las mujeres siempre fueron ellas las que me daban placer a mi, no yo a ellas, pero Annie era especial y su coño me fascinó, podría vivir comiendo de él por siempre

- Oh Edward, se siente tan maravilloso, mmmm, no pares amor

- Me encanta tu aroma, me encantas y te amo, carajo te amo tanto

Estaba completamente enloquecido, esa mujer me tenía en sus manos, su clítoris era tan delicioso y mientras le daba la atención que merecía mis manos se fueron a sus pezones, mierda, estaba eufórico y no podría aguantar un minuto más para hacerla mía, dios como la amaba y entonces decidí dejar el pasado atrás, a la mierda su pasado, a la mierda Carlisle, a la mierda todo, esa mujer era mía y la amaba, la venganza que se fuera al carajo, olvidaría todo y pasaría la eternidad pidiéndole perdón por haberla engañado con todas esas zorras, mañana tendría que conversar con ella y dios me ayude para que me perdone, pero en este momento le haría el amor como nunca lo he hecho.

- Edward quiero tocarte – dijo dirigiendo su mano hacia mi verga, la dejé y nunca nadie me había tocado de esa manera, era tan excitante las nuevas sensaciones que sólo ella me hacía sentir, su mano subía y bajaba por mi verga y sentía que en cualquier momento me correría.

- Ahhhh, Annie, deja de torturarme cielo, no quiero correrme en tu mano – me soltó y con mis piernas abrí las suyas, tomé mi verga con la mano y la ubiqué en su entrada, me fui introduciendo lentamente

- Dios, eres tan putamente estrecha – no me pasó desapercibido su tensión y pensé que se debía a mi vocabulario, así que embestí con fuerza y mierda el grito de dolor de ella me alarmó, carajo ella era virgen, la había desflorado de forma brutal, me quedé quieto en su interior y ella se agarró de mis hombros y enterró sus uñas, pero no entendía nada, se supone que era amante de Carlisle, pero ella era virgen y toda la verdad que creía conocer se vino abajo, intenté retirarme, pero ella rodeó mi cintura con sus piernas y me apresó

- Por favor perdona, no sabía, yo pensaba que tú…

- No pares, ya pasó el dolor, por favor sigue – y sintiéndome una mierda lo hice, seguí embistiendo lentamente, sus músculos fueron dilatándose y mi verga era acogida como un guante en su interior

- Dios, ahhhh, más fuerte Edward, más rápido – pedía Annie entre jadeos

- Ahhhh, Annie, eres tan estrecha que duele cielo, eres tan estrecha y caliente, te amo, te adoro, nunca me había sentido tan bien, ahhhh

- Más, más Edward, mmmm, se siente tan bien, tan putamente bien, oh dios, como te amo – sus paredes se contrajeron y cada vez apretaba más mi verga en su interior – ya casi amor, me falta tan poco Edward – carajo a mi también me faltaba poco, pero quería que ella se corriera primero, así que bajé una mano a la unión de nuestros cuerpos y froté su clítoris y mi boca la dirigí a sus pechos gloriosos mordisqueando sus pezones en forma intercalada, aumenté el movimiento de mi mano y el movimiento de las embestidas también, Annie se tensó y gritó mi nombre de manera salvaje, dos embestidas más y también me corrí gritando su nombre a todo pulmón, nunca me había corrido de esa manera. Salí de su interior y la abracé fuertemente, presintiendo que la perdería para siempre ¿por qué nunca aclaré mis dudas con Carlisle?, me dejé llevar por el rencor y ahora estaba a punto de perder al amor de mi vida, a la única mujer que he amado, la única que ha visto algo más allá de mi atractivo físico, quería llorar, quería gritar, pero sólo la abracé y la besé largamente, era mi vida

- Te amo tanto Edward, nunca pensé que volvería a amar a alguien, yo te debo tantas explicaciones y te prometo que mañana después de clases te las daré todas, por ahora sólo te puedo decir que mi verdadero nombre es Isabella Swan, pero me decían Bella las personas que me conocían y yo…

- Shhhhh, amor, no digas nada ahora, mañana hablaremos, yo también tengo mucho que decirte y muchas cosas por las que pedir perdón, pero ahora sólo abrázame cielo, abrázame fuerte y quiero que sepas que pase lo que pase mañana te amo como nunca he amado a nadie, sólo a ti, la única que ha llegado a mi corazón, mi alma es tuya amor, por favor no me la regreses nunca

- Nunca Edward, mi corazón es tuyo, cuídalo por favor, sólo necesito que me ames, que no me alejes de tu vida –

Cerré los ojos y una lágrima corrió por mi mejilla, me sentía una mierda, miré nuevamente a Bella y ella se había quedado dormida, le acaricié la mejilla y lloré amargamente, mañana se descubriría todo y la perdería por mi cobardía, por mi egoísmo, por ser un hijo de perra.

BELLA POV

La mañana había llegado y me sentía tan feliz, había pasado la noche más maravillosa de mi vida, me había entregado a Edward y no me arrepentía, después del dolor inicial todo había sido maravilloso, Edward era tan tierno y me hacía suspirar de sólo pensar en él, estábamos abrazados tal como quedamos cuando nos dormimos, pero teníamos que ir a clases, así que entre besos lo desperté, pero había algo mal, sus ojos estaban tan tristes, se veía tan desolado y traté de consolarlo a pesar de no saber qué le pasaba.

Después de consolarlo y la respectiva sesión de sexo nos fuimos al colegio, después de clases conversaríamos y ya estaba decidida a contarle toda mi verdad, espero me entendiera, él también dijo que tenía que decirme algunas cosas, pero no sabía qué podía ser.

Al llegar a la puerta del colegio nuestros amigos nos esperaban, Jasper me miraba y me sonrió, le devolví la sonrisa y supe que estábamos en paz, quizás más adelante pudiéramos conversar y decirle todo.

Faltaba poco para que sonara el timbre para dar inicio a las clases cuando llegó Rose con Ángela y me miraban de una manera desafiante y maliciosa, Edward se tensó al lado mío y me abrazó con fuerza por la cintura.

- Uy, tienen una cara de recién cogidos, por lo visto conseguiste llevar a cabo tu plan – no entendía lo que decía Rose

- ¿qué plan?

- Cállate Rose, no sabes lo que dices – Edward estaba cada vez más tenso

- ¿cómo que no se de lo que hablo querido?, la otra noche nos emborrachamos después de follar como conejos y me contaste tu fantástico plan para la zorra esta, nunca me creí el cuento de la inocente freaki y cuando me dijiste lo zorra que era al ser la amante de Carlisle y como te la llevarías a la cama para vengarte de los dos he estado esperando por este momento, y ahora que veo que ya lo conseguiste me siento libre de decir todo lo que pienso de ella. – no podía ser cierto, estaba teniendo una pesadilla, claro, no había despertado porque esto no podía estar pasando, me solté del abrazo e Edward para encararlo, porque comprendí que no estaba soñando y recordé sus palabras de anoche cuando dijo que tendría que pedirme perdón por muchas cosas

- Edward que está pasando, dime de una maldita vez que Rosalie está mintiendo, tú no pudiste pensar algo así de mi, dime que lo de anoche fue cierto y no por una venganza sin fundamento

- Annie yo, yo, lo siento tanto, estaba tan equivocado, pero conversemos solos, vámonos ahora – lágrimas empezaron a salir de sus ojos traicioneros y solté la mano que me tenía tomada

- Noooo, ¿cómo pudiste hacerme esto? ¿por qué mierda me dañaste?, tú sabes mejor que nadie que nunca hubiera podido ser amante de Carlisle, tú fuiste el primero, te odio maldito, te odio, no quiero que nunca vuelvas a tocarme

- Annie por favor, déjame explicarte, te juro que te amo, no quería hacerte daño, de verdad te amo

- Jajajaja, ¿la amas?, pero si desde que descubriste sus trapitos sucios te has cogido a toda la población femenina del colegio y en sus propias narices – me quería morir, miré al resto de mis amigos y todos estaban lívidos por lo que estaba pasando, a la distancia vi que Seth venía corriendo en nuestra dirección y que Jasper y Emmett daban un paso adelante para acercarse a mi, pero pude ver la culpa en sus caras

- ¿lo sabían cierto?, sabían que este cerdo me engañaba y no dijeron nada

- Por supuesto que todos lo sabían querida y nos hemos reído bastante de tu ignorancia – seguía diciendo Rose y empecé a ver todo rojo y mi cuerpo temblaba como una maldita hoja

- Los odio, los odio a todos, qué tonta al pensar que eran mis amigos, sólo fue otra de sus malditas crueldades hacia mi ¿cierto?

- Annie, te juro que te considero mi amiga pero es mi hermano y él juró que te diría todo, lo otro de lo que habla Rose de Carlisle no entiendo que es, pero si sabía que mi hermano te engañaba – Alice estaba llorando, pero no les creía nada, todos eran unos falsos.

- No seas tan tonta y aprovecha el minuto de fama, siempre me caíste mal, sólo fingí ser tu amiga porque presentía que algo iba a pasar y quería estar en primera fila, pero esto, definitivamente ha superado mis expectativas, ahora eres oficialmente la zorra más grande del colegio, Cullen te marcó, pero deberías estar agradecida, la polla de Edward es la mejor de toda la cuidad y todas las chicas están de acuerdo en eso, nunca conseguirás una mejor que esa.

No me aguanté la rabia, Seth ya había llegado y trató de sujetarme, pero me escabullí y me lancé sobre Rosalie y le di la paliza de su vida, todos miraban con cara de horror la manera en que la golpeaba, ni siquiera pudo defenderse de mis puños, carajo me dolían las manos de tanto golpe y cuando me paré le di una patada en las costillas

- Eso es para que nunca olvides que la freaki sabe defenderse y la entrenó un agente especial, basura sin corazón que para lo único que sirves es para que cerdos como Cullen las usen como saco masturbatorio

- Annie vámonos princesa – Seth estaba tanto anonadado por lo que le hice a la perra como furioso por lo que ellos me hicieron

- Vamos, no tengo nada que hacer acá

- Bella espera, yo…

- Tú nada Cullen y no vuelvas a mirarme nunca más en tu vida o te juro que te dejo peor que a tu zorra

- Déjame explicarte cielo, yo – no le dejé terminar de hablar, me había tomado la mano y yo le advertí que no me tocara nunca más, la rabia que sentía en ese momento me superó y con las manos adoloridas y todo le di un buen golpe a su linda carita de puto y no pude parar, él no se defendió, sólo trató de detenerme, pero no pudo y le patee el trasero, dejándolo en el suelo sangrando

- Gracias James por enseñarme a defenderme de los idiotas – dije mirando detenidamente a Edward, no miré nadie más y me fui con Seth.