Dark Chat

sábado, 25 de diciembre de 2010

Una Navidad Inolvidable

Feliz navidad!! Mis angeles hermosos aqui les dejo su regalote de navidad , este one shot le pertenece a mi querida sandra asi q chicas a disfrutar y por fiss dejen sus comentarios al final
mil besitos a todas
Angel of the dark
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Mayores de 18 +

UNA NAVIDAD INOLVIDABLE

 
El joven Edward viajaba lejos de casa a estudiar su primer año de medicina. Él sabía que debería estar emocionado y feliz, era el sueño de toda su vida, pero justo antes de emprender rumbo algo había sucedido que le había cambiado la perspectiva de lo que en realidad quería. El cambio tenía nombre Isabella Swan.



Edward aún no se reponía del shock que Bella como le gustaban que la llamaran le había causado, ella era la mejor amiga de su hermana Alice y era como de la familia, por lo que la presencia de la castaña siempre había estado presente en su vida y en la de su familia. Lo malo de Bella era que era menor, muy menor en comparación con él, él había cumplido sus 18 años y ella apenas tenía 13 años.



La vida era tan injusta, Edward jamás había mirado con otros ojos a Bella, para él era como su hermanita pequeña, pero esa tarde todo cambió. Bella se había ido a despedir de Edward y le había dicho que quería conversar a solas con él, como es lógico él la había acompañado, no veía nada malo, siempre andaban juntos porque Edward siempre la cuidaba, ya que ella era tan patosa y siempre le pasaban cosas malas. Al llegar a un pequeño bosque alrededor de la casa de él se detuvieron y Bella soltó la bomba.



- Edward, yo te quiero decir algo muy importante y no quiero que me interrumpas hasta que termine.

- Ok, te escucho pequeña.

- Emmm, yo quiero decirte que estoy enamorada de ti desde hace mucho tiempo, yo se que tienes novia y que no me ves como mujer, pero quiero que sepas que te esperaré siempre, algún día seré mayor y espero que ese día tú te des cuenta que nadie te va a querer como yo.

- Be… Bella, yo… no se que decir, tú eres una niña y yo no..

- No digas nada, yo lo se, pero siempre te esperaré, siempre te querré



Dicho esto en un impulso que Edward no alcanzó a detener Bella estampó sus labios en Edward besándolo tan tiernamente. Edward no salía de su asombro y sólo pudo apartarla delicadamente para no herirla. Bella salió corriendo de su lado triste y feliz a la vez ya que Edward era el dueño de su primer beso y para ella sería el único.



Ya estaba llegando a destino y sólo podía pensar en ese beso, él tenía bastante experiencia, era muy popular y las chicas no le faltaban, pero ese beso le quemaba los labios y el aroma de Bella se le había quedado grabado, ella era tan suave y tierna.



Casi 5 años después….



Edward Pov.



Acababa de terminar mi carrera de medicina con honores y ahora me dirigía a mi ciudad natal, faltaba una semana para navidad y lo iba a pasar en familia, pero eso no ocupaba totalmente mi mente, la mayor parte la ocupaba Bella. ¿Cómo estaría?, desde que me había ido de la ciudad no había vuelto más, estaba confundido y además no quería verla.



Mi familia siempre viajaba a visitarme, así que en estos años nunca volvía a verla, por la familia sabía que ella estaba bien, pero no me atrevía a hacer muchas preguntas, me podrían descubrir.



La verdad es que desde que Bella me había besado no me la había podido sacar de la cabeza y el corazón, si el corazón, esa chiquilla me lo había robado ¿cómo?, aún no me lo explico, pero la verdad es que tuve que terminar con mi novia, porque cada vez que la besaba y le hacía el amor la única imagen que venía a mi mente era la de aquella chiquilla pecosa que usaba dos coletas, y eso era demasiado pervertido, digo la niña era muy pequeña, aún jugaba con barbies y andaba en bicicleta.



Demonios, que iba a hacer, ahora Bella había crecido y su recuerdo aún quemaba mi piel, después de terminar con mi novia había tenido una infinidad de mujeres, pero ninguna me borraba el recuerdo de ella, maldición estaba fregado.



Al llegar a casa mi familia me estaba esperando, busqué con la vista a ver si Bella estaba esperándome también, pero no estaba, FUCK. ¿Dónde estaría? ¿se habría olvidado de la promesa que me hizo?, yo no lo había olvidado y esperaba con ansias volver a verla y decirle lo mucho que la amaba, si la amaba con todo mi corazón, como jamás quise a nadie.



Al entrar en la casa todo era un completo alboroto, hoy Bella cumplía 18 años y le estaban organizando una fiesta al estilo Cullen, lo que significa que simplemente la fiesta sería maravillosa. Por lo menos en la noche la vería. Una idea me revoloteaba en mi mente ¿cómo estaría ella?, ¿habría cambiado mucho?.



Estaba en mi antiguo dormitorio descansando cuando escuché un gran alboroto en el pasillo, salí a éste, pero no alcancé a ver qué pasaba, me acerqué al dormitorio de Alice que se encontraba junto al mío y sin querer escuché las voces que salían desde el interior.



- Por dios Bella, cómo se te ocurre llegar tan tarde, la fiesta empieza en 2 horas

- Ya, ya Alice, cálmate ya estoy aquí, además tenía cosas que hacer

- Claro y esa cosa tiene nombre y apellido

- Emmm, sip

- Jacob Black ¿me equivoco?

- Nop, sabes que no

- Ya, métete a la ducha para hacer maravillas en ti

- Vale, vale, Nazi de la moda jajaja



Dios era ella, estaba a tan sólo una puerta de mi alcance y su voz y su risa…. Mierda qué me pasaba con sólo escucharla me había puesto duro, mierda ni siquiera la había visto y ya tenía una erección más que notoria. A todo esto ¿quién mierda era Jacob Black?, eso tenía que averiguarlo, no podía ser que Bella tuviera novio, digo ella dijo que me esperaría y yo acá estoy.



Ahí estaba yo desesperado afuera del cuarto de Alice divagando y torturándome con el tipo ese que mi Bella había nombrado cuando la puerta se abre y veo salir a Alice



- Ey, hermanito ¿qué haces? ¿No me digas que estás espiando?

- ¿Qué?, no, no, no Alice cómo se te ocurre, no la verdad es que quería que me aconsejarás qué ponerme esta noche, la verdad es que tú tienes tan buen gusto y quiero estar presentable

- Mm, si tú lo dices, ven para escoger tu ropa

- Mm , Alice sin querer escuché que Bella se encuentra en tu cuarto.

- Sip, yo la voy a arreglar para la fiesta, ahora se está duchando, cuando la vean van a quedar infartados, especialmente Jacob

- ¿Jacob? ¿y quién es él?

- Mmm, un amigo muuuyyy cercano de Bella

- Ahhh.

Después de escoger mi ropa Alice se fue y yo ya estaba totalmente devastado, caminaba en mi cuarto como león enjaulado, sentía rabia, impotencia, dolor, amor y muchas cosas en ese momento, Bella me había olvidado por completo.



Ya estábamos en el salón a los pies de la escalera esperando que la festejada bajara, yo sudaba de lo nervioso que estaba, por fin había llegado la hora y la vería, por fin la vería. Pasaron unos 10 minutos y apareció Alice bajando la escalera e hizo la presentación introductoria para que mi Bella bajara. Todos estaban a la expectativa cuando apareció. Casi se me cae la mandíbula de la impresión, ella simplemente era el ángel más hermoso que habían visto mis ojos. Ya no era la niñita que yo recordaba, estaba fundida en un vestido azul rey que le llegaba a la mitad del muslo, era un vestido precioso con unos detalles en plata y muy ajustado y sexy que destacaban de forma increíble el cuerpo pecaminoso de Bella, Dios esta mujer estaba hermosa, sus kilométricas y bien torneadas piernas llevaban unos zapatos de tacón como de 10 centímetros y con tiras que abrazaban delicadamente sus piernas, su cabello lo llevaba suelto y ondeado, le llegaba casi a la cintura y se mecía lujuriosamente rozando su espalda al bajar lentamente por la escalera, su cuerpo entero era un completa bendición, sus curvas eran deliciosas y ya me veía recorriéndolas con mis manos, mis labios, escuchando como ella gemía mi nombre una y otra vez sin parar.



Al llegar a la base de la escalera Bella me dirigió su mirada y me quedé prendado como idiota, no podía dejar de mirarla y seguramente estaba babeando

- ¿Edward? ¿eres tú?. Pregunta Mi diosa y en ese momento se arroja a mis brazos con una sonrisa deslumbrante

- Oh por dios Edward, no sabía que estarías acá, la duende de tu hermana no me dijo nada.

- Mmmm, Hola Bella, tanto tiempo, estás preciosa.

- Si, ¿verdad?, bueno han pasado los años Edward no pensarás que iba a ser siempre a flacucha y fea Bella. Jajaja

- Jamás pensé en ti de esa manera, no seas tonta.

- Nop, eso lo dices porque siempre me quisiste como tu hermanita y nadie encuentra a sus hermanos feos.

- Bueno, fue un gusto saludarte Edward, pero tengo que saludar al resto de los invitados, adiós.

- A..adios Bella.

- Por dios Edward cierra la boca, se te nota mucho que Bella te dejó embelesado

- Alice, por favor no vengas con esas cosas

- Ayy hermanito cuando vas a reconocer que hace años que estás enamorado de Bella

- ¿Qué, cómo?

- Edward te conozco mejor que nadie y en todos estos años siempre tratabas de preguntar por Bella disimuladamente, además Bella me contó lo que había pasado cuando te fuiste.

- Ali.. Alice yo..yo.. no se que decir, de verdad que no estaba en mis planes enamorarme, sólo sucedió. Traté de no volver, Bella era muy joven para mi…

- Pero ya no lo es, ahora la edad no es notoria, pero te advierto que si la quieres conquistar tendrás dura la pista, todos los chicos del pueblo andan como locos detrás de mi amiga, ella es muy popular, además es encantadora y muy hermosa.

- Eso ni que lo digas, aún estoy alucinado.

La fiesta transcurría y tuve el valor de invitar a bailar a mi ángel, y fue totalmente maravilloso, su aroma me enloquecía y al tocar su espalda descubierta mmm, simplemente una delicia, ella era suave, muy suave a mi tacto y la electricidad me recorría el cuerpo entero al tenerla tan estrecha entre mis brazos. Estaba a punto de declararle mi amor, cuando llegó un molesto chico y la llamó

- Bells

- Jacob, viniste. Ella se soltó de mis brazos y se fue corriendo a abrazar al perro ese llamado Jacob. La ira me carcomía y sólo quería ir donde ese perro y gritarle que no tocara mi tesoro, pero no podía ella no era mía…. Aún no, pero lo sería, Bella sería mía, sería mi mujer.

Los días transcurrieron y Bella se quedaría a pasar navidad con nosotros, eso era perfecto, la tendría cerca, pero las cosas no estaban saliendo como yo quería, ella estaba inaccesible, casi no la veía, siempre salía a pasear con Jacob para todos lados y se les veía muy cariñosos, mierda el chiquillo me estaba ganando la partida.



Bella cada día estaba más hermosa, casi me da un infarto cuando salimos a la piscina, sólo llevada un pequeño bikini y se podía apreciar mucho mejor sus hermosas curvas, tuve que salir casi corriendo después que Bella me pidiera que le pusiera crema en el cuerpo. Mis manos temblaban y la erección era muy dolorosa, tuve ponerme la toalla encima para disimularla.



Anoche fuimos todos a bailar a un antro de moda y estábamos en la puerta a que llegara Bella, pues tenía cosas que hacer y nosotros la esperaríamos. Todos estaban muy contentos Emmett abrazado con Rosalie, Alice con Jasper. Esas parejas llevaban sus buenos años juntos y cada vez que viajaban a visitarme los veía más enamorados. Estaba en mis divagaciones cuando apareció una moto fantástica y la ocupante se bajó y se quitó el casco ¡¡¡¡¡Mierda!!!!! Era ella, Bella venía en moto y no se podía ser más jodidamente sexy. Pantalones de cuero negro ajustados y a la cadera, top pequeño y corto en tono verde, dejando se estrecha cintura al aire, chaqueta de cuero igualmente negra y botas largas con un impresionante taco. Mierda ella se movía de manera demasiado sexy para mi bienestar, todos los hombres en la entrada se quedaron mirando a mi Bella con cara de idiota, incluyéndome. Bailamos toda la noche y ella simplemente me tenía bien jodido, la música era suave y sensual y Bella se movía sensualmente, no aguanté más y empecé a recorrer su cuerpo mientras bailaba, su cintura, sus hombros, su espalda, definitivamente estaba en la gloria. Casi me corro como quinceañero cuando Bella hace un movimiento demasiado sexy y roza descaradamente su delicioso trasero en mi entrepierna despertando aún más mi erección, ella pareció no notarlo y a los minutos nos fuimos a casa, estaba totalmente frustrado, yo me quería quedar con ella para seducirla, pero la maldita Alice nos arrastró hasta la casa y perdí la oportunidad.

Bella Pov



Dios mío Alice, gracias por sacarme del antro, no se si hubiera resistido más sin tirarme encima de tu hermano.

- Bella lo estás haciendo bien, él está donde tú querías

- De verdad crees eso, yo aún no lo se

- Bella, conozco a mi hermano y te puedo asegurar que está loco por ti, además cómo no te vas a dar cuenta con la mirada de deseo con la que te mira

- Emmm, si, quizás tengas razón, además Alice cuando hice lo del trasero como me enseñaste, bueno, él…

- Jajaja, si lo se, creo que todos en la disco se dieron cuenta de lo duro que tenías a mi pobre hermano jajaja, fue por eso que te saqué de ahí, mi hermano estuvo a un paso de devorarte.

- Mmmm, y por qué no lo dejaste Alice, tú sabes perfectamente que toda la vida lo he amado y ya no quiero esperar más

- Un día más Bella, un día más, tú sólo espera y sigue haciendo lo que yo y Rose te hemos enseñado, cuando termines tendrás a mi hermano a tus pies y por fin te sacarás las ganas jajaja

- ¡Alice!

- ¿Qué?, si es verdad lo que te digo, yo siempre tengo la razón, ¿no te has preparado todos estos años para conquistarlo, para poder enamorarlo?, entonces tienes que seguir seduciéndolo delicadamente, así estás bien. ¿vale?

- Vale y para mañana que tenemos preparado

- Ya verás, ya verás, después de mañana Edward no te va a dejar salir del dormitorio en días jajaja

- Mmmm, entonces repasemos el plan enseguida, mira que ese sexy hermano tuyo va a ser completamente mío.

- Así se habla, futura hermanita, vamos

La noche de navidad había llegado y yo estaba muy nerviosa, esperaba que todo saliera bien, ya que había esperado por años a que Edward me dejara de ver como la tonta niñita amiga de su hermana. Desde que nos volvimos a encontrar las cosas han ido a la perfección, incluir a Jacob mi mejor amigo en el plan fue estupendo, Edward se veía realmente celoso cada vez que Jacob había venido a visitarme y para que hablar de la tarde en la piscina, o de la noche en el antro. Estoy tan deseosa de Edward que casi colapso de excitación cada vez que él me toca, diablos cada vez que lo hace siento como se humedece mi intimidad, ese hombre tiene que ser para mi. Por él cambié, dejé de ser la patosa Bella para convertirme en una mujer deseable para él. Cuando supe que iba a venir, casi colapso de alegría y el plan entró en funcionamiento, cambié todo mi vestuario, dejando paso a toda esa ropa minúscula y sexy, pero al mismo tiempo sin parecer una zorra, Alice me compró todo tipo de ropa interior, zapatos, maquillaje, bolsos, etc, Además de unas cuantas clases que Alice y Rose me dieron para poder seducirlo y conquistarlo, la verdad esa parte no fue fácil, ya que siempre he esperado a Edward para poder descubrir todas las delicias del amor corporal y sentimental, pero ya estaba enredada en todo estos así que recibí mis clases y aquí estaba esperando mi última jugada para conquistar a mi príncipe. Sólo espero todo salga bien.



Edward Pov



Navidad había llegado y estaba ansioso esperando que a Bella le gustara mi regalo. Me había costado bastante tiempo y dedicación para poder encontrar el regalo perfecto, pero todo para mi Bella. Meses antes de llegar supe por Emmett que a Bella aún le apasionaba leer, especialmente Jane Austen, por lo que después de varias semanas y varios intentos logré comprar la primera edición de orgullo y prejuicio, el favorito de mi Bella. La ayuda proporcionada por mi hermano fue bastante valiosa.



Ya habíamos cenado y abiertos nuestros regalos, a Bella le había encantado lo que le regalé, hasta había llorado de la emoción, ahora mis queridos hermanos querían ir a bailar, así que todos decidimos que íbamos a ir, pero Bella quería ir a su casa primero, ya que decía no tenía ropa adecuada acá para ir a bailar, además quería guardar mi regalo, nadie quiso acompañarla, así que yo me ofrecí, pero la muy mañosa quería ir en su moto, accedí, pero ahí venía el problema

- Bella deja que yo maneje

- Nop, mi moto la manejo solamente yo

- Bella por favor deja de ser absurda, yo manejo

- Edward, ya te dije que nooo, si quieres acompañarme yo manejo, sino, puedes irte a la disco y después los alcanzo

- Grrr, eres tan testaruda

- Sip, y por favor deja de ser tan pendejo, estoy acostumbrada a manejar y no nos vamos a matar

- ¿Cómo me llamaste? Le pregunté enfadado.

- Nadie me llama así desde que iba en preparatoria, dije apretando mis dientes

- Será que no te lo dicen en tu cara Cullen, ya súbete o te dejo acá

Siseando accedí a subirme a la moto y que Bella condujera, aunque pensándolo no estaba nada mal. Bella se subió y yo me acomodé atrás de ella y partimos, la sensación era tonificante y tenía a Bella bien apretada a mi cuerpo y mis manos firmemente en su pequeña cintura, al ir con vestido, éste se le recogía casi hasta el trasero dejando sus piernas totalmente al descubierto y su trasero pegado completamente a mi entrepierna, que por cierto ya estaba bien dura. Al entrar a su casa Bella me comenta que sus padres viajaron en segunda luna de miel y que llegarían la próxima semana, mm, interesante dato. Cuando Bella iba subiendo las escaleras se dobla el pie y casi cae por las escaleras, pero como yo estaba cerca como siempre la alcancé a sujetar entre mis brazos. Todo ocurrió tan rápido que no me di cuenta de que al tratar de que Bella no cayera la tomé en brazos y no me di cuenta de que la había tomado por el trasero y más encima no había sacado mi mano de allí, además su minúsculo vestido se le había recogido por lo que su trasero estaba en mi mano y estaba en ropa interior. Por su parte Bella sólo me miraba fijamente y el rubor cubría totalmente su rostro, pero no me apartaba. Decidí actuar le lentamente le acaricié el trasero con mis dedos, Bella dio un respingo y entreabrió su boca por la sorpresa, se veía jodidamente sensual y no aguanté más y le planté un beso feroz, necesitado, depositando todo mi amor y necesidad que sentía por ella, sólo por ella. Bella respondió enseguida con la misma intensidad, me agarró del cabello de la nuca acercándome más a ella, nuestras respiraciones se aceleraron y Bella se volteó en mis brazos quedando de frente y enroscó sus piernas en mi cintura, el vestido imposiblemente ya le llegaba a las caderas y mis manos avariciosas recorrían sin cesar su trasero, Bella gemía de placer y separamos nuestras bocas para tomar aire, Bella empezó a recorrer mi cuello dejando besos húmedos, lamiendo, besando, mordisqueando, mientras yo jadeaba desquiciado por la sensación de sentirla tan mía. No se en qué momento empezamos a movernos, pero acabamos encima del comedor arrojando todo lo que había encima al suelo, estaba completamente cegado de pasión. Mis manos empezaron a recorrer todo el cuerpo de mi ángel, sacando primero el bendito vestido, dejándola sólo en ropa interior, lo que me volvió más loco todavía, era roja y en su piel se veía fantástico el color, las bragas eran pequeñísimas y mis manos no esperaron y se dirigieron a tocar esos montes que me llamaban, al rozarlos Bella arqueó su cuerpo dándome mayor acceso y como un animal saqué el sostén mandándolo al diablo, tomé un seno en mi boca y el otro en mi mano, era delicioso, suave y terso, lamí, succioné y enrosqué mi lengua, primero en uno y después en el otro. Bella jadeaba y gemía sin parar y yo gruñía como un animal que devoraba extasiado a su presa.

- Ed…..wardddd. por favor. Suplicaba Bella con voz ronca y lujuriosa, escuchar mi nombre en sus labios incrementó más mi deseo por ella y el pantalón ya era un completo estorbo

- Gime Bella, gime mi nombre ahhhh, gime por mi, le susurro en el oído

- Edward ahhhh. En ese momento me acercó a sus labios besándome como nadie lo había hecho antes. Bella empezó a desnudarme con manos temblorosas y ansiosas y su toque eran como miles de descargas eléctricas que recorrían y quemaban mi cuerpo de placer infinito. Cuando quedé completamente desnudo Bella me tumbó en la mesa quedando ella sobre mi, la vista era magnífica, sus pechos eran perfectos, toda ella era perfecta. Fue descendiendo lentamente besando y lamiendo mi torso, mis jadeos eran descomunales y cuando llego a mis caderas pasando la lengua por ellas pensé que desfallecería de gusto. Bella nerviosamente tomó mi miembro en sus manos y empezó a subir y bajar por mi longitud

- B…ella ahhhhhh

- Gime para mi Edward, grita mi nombre, sólo mi nombre

- Be….llaaaa. Bella tomó mi miembro y se lo llevó a la boca, besando delicadamente la punta saboreando y luego abarcándolo en su boca, la sensación era maravillosa, Bella seguía lamiendo, succionando, mordisqueando levemente la punta. Mi erección estaba al máximo, la sentía latir dentro de la boca de Bella

- Be…llaaaa por favor. Bella paró y lamiendo sus labios se acercó a mi oído

- Mmmm, delicioso, me encanta tu sabor

- Mierda Bella me vas a matar. Me incorporé y dejé a Bella acostada y empecé la tortura besando sus senos bajando por su abdomen llegando finalmente a su intimidad, mmmm, olía delicioso, Bella serpenteaba en la mesa y gemía mi nombre sin parar, me estaba volviendo completamente loco. Abrí sus piernas y ¡mierda! Estaba completamente mojada no demoré en abrir sus pliegues y adentré mi lengua en su cálida cavidad. Empecé la lamer deleitándome completamente, recorrí con mi lengua cada superficie de su sexo y enroscando lujuriosamente su clítoris, Bella gemía y gemía. Adentré dos dedos en su cavidad, mientras seguía succionando su clítoris. Bella estaba empezando a tensarse, sus paredes empezaron a presionar mis dedos, sus caderas se restregaban con impaciencia, su espalda estaba arqueada y sus ojos febriles miraban atentamente lo que le estaba haciendo, ese gesto me enloqueció aún más.

- - Ed…Ward más rápido, quiero más ahhh mmmmm

- - Córrete para mi Bella, anda preciosa córrete en mi boca. Le quedaba poco, por lo que añadí un tercer dedo y mis estocadas fueron más rápidas y duras, mi lengua no le dio tregua y mordisquee su botón haciendo que por fin se corriera

- - Ed..wardddd ahhhhhh

- Bella respiraba agitadamente y estaba sonrosada. Me posicioné encima de su cuerpo y rocé su entrada con la punta de mi erecto pene

- Edward por favor, lloriqueaba mi dulce Bella

- Dime qué quieres Bella y lo tendrás, pídemelo amor

- Te quiero adentro ahora ahhh- quiero ser tu mujer, quiero que me ames, quiero que seas el primero en amarme Edward, siempre has sido tú el primero y el único en todo, ámame Edward, tómame, siempre he sido tuya

Me llenó de placer al saber que mi Bella si me había esperado, yo era el primero, el único, ella sería mi mujer para siempre, la amaba como nunca amé a nadie, siempre fue ella, sólo ella la dueña de mi corazón.

- Bella me tienes que decir si te duele, si es así pararé no quiero hacerte daño por favor amor avísame

- Edward ya cállate y tómame de una maldita vez, no seas pendejo. Bella chilló

- Tú te lo buscaste y te voy a castigar por tener la boca tan sucia, le dije excitado y divertido al mismo tiempo por su temperamento.

Me adentré lentamente y me detuve al encontrar su barrera, más lentamente me adentré y cuando la rompí vi que dos lágrimas surcaban el rostro de mi ángel. Me detuve un momento esperando que Bella se amoldara a su invasor, cuando Bella empezó a mover sus caderas retomé los movimientos.

- Ahhh Bella eres maravillosa y tan estrecha amor ahhh

- Ed..ward más, quiero más, más rápido amor. Al escucharla pedir más me volví loco y empecé a embestirla más y más fuerte, llevándonos a los dos al frenesí de la pasión. Tomé de las nalgas a Bella y la incorporé, ella se acomodó sentada en mi regazo con sus piernas alrededor de mis caderas y empezó a cabalgarme desaforadamente, sus senos a la altura de mi boca los devoré con ansias, Bella me lamía y mordía mi cuello, pero no me dolía, eso solamente me producía más placer, ya estábamos cerca, las embestidas eran más profundas y salvajes.

- Ahhhh Be..llaaaa me vuelves loco era mía sólo mía. Dilo Bella, di que eres mía

- Soy tuya, sólo tuya Edward , siempre tuya ahhh

- Eso amor gime, gime para mi, siempre para mi

- Mmmmm, ahhhh Edward me veng…go

- Eso es Bella córrete para mi. Las paredes de Bella se tensaron aprisionando mi miembro, lo que produjo que explotara al placer junto a ella

- Edwardddd oh por diossss TE AMOOOOO

- Oh, Bellaaaaa ohhhhh yo también TE AMOOO, SIEMPRE TE HE AMADO.

- Feliz navidad amor, este es tu regalo, por eso no tenías uno bajo el árbol.

Colapsamos juntos, nuestros espasmos fueron largos y duraderos, nos quedamos así soldados uno al otro bastante tiempo, lentamente nuestras respiraciones fueron volviendo a la normalidad. Cuando salí del cuerpo de Bella extrañé inmediatamente su calor. Bella se incorporó y se dirigió a la cocina a buscar un vaso con agua

- Amor ¿cómo está tu pie? ¿te duele mucho la torcedura?, yo puedo revisarlo

- ¿Qué torcedura?.... ah eso dijo desde la cocina, bueno la verdad no me duele dijo apareciendo en el comedor

- Pero, te doblaste bastante feo, y además casi te caes.

- Bueno doctor Cullen la verdad que usted es un excelente doctor por lo que he sabido, pero ¿quieres saber algo?

- ¿Qué?

- Yo soy una excelente actriz y cómo no te decidías a dar el paso que tanto tiempo he planeado, decidí darte una ayudita

- Ya verás, chiquilla manipuladora. Dije riendo y acercándome a ella

- Veremos si me atrapas vejete jajaja, salió disparada escaleras arriba y yo persiguiéndola, ella corriendo desnuda era más que excitante y cuando la alcancé en su dormitorio ya estaba duro otra vez. Bella se hacía la temerosa acurrucada en su cama y yo la empecé a rodear lentamente como lo hace un depredador con su presa.

- Ya verá niña, te has ganado unas buenas nalgadas por ser tan mala conmigo

- Oh, doctor Cullen, ¿lo promete?, dijo con un brillo de lujuria en los ojos

- Oh si, mi Bella, y después del castigo te voy a condenar a no salir de la habitación por días, sólo estarás desnuda y complaciéndome, serás mi esclava

- Ah si, más bien yo creo que usted doctor sexy Cullen va a ser mi esclavo, porque para que sepa esa era la idea de venir hasta mi casa, más bien usted es mi prisionero y no lo dejaré escapar nunca más y su tortura será sexo desenfrenado, sin control y sin interrupciones de ningún tipo, así que trae tu lindo trasero para acá sexy doctor que te voy a hacer el amor hasta que te quedes sin voz.

- Ya verás malvada Bella lo que te espera.

Y sin más me arrojé a la cama con mi diosa personal. Y la muy pendeja cumplió su palabra, nos quedamos encerrados 5 días llenos de sexo y más sexo, escasamente nos levantamos a comer, beber algo o ir al baño, fueron los 5 días más maravillosos hasta el momento, Bella era simplemente la mujer de mi vida, apasionada a reventar, amorosa, divertida y creo que ya lo dije apasionada a reventar, si muyyyy apasionada. Hicimos el amor en cada rincón de la casa, rompimos un sinfín de objetos en nuestros jueguitos, pero al diablo con todo estaba amando como nunca a Bella y ella me amaba de igual manera, éramos un todo, estaba más seguro que nunca ella era la mujer de mi vida y estaríamos juntos para siempre, jamás me cansaría de ella, jamás me saciaría de su cuerpo, de su amor y entrega y se que ella tampoco se saciaría jamás de mi, yo me encargaría de eso. Fue simplemente la mejor navidad y el mejor regalo que puede recibir “ MI BELLA”.



FIN

viernes, 24 de diciembre de 2010

FELIZ NAVIDAD A TODAS MIS ANGELES HERMOSAS!!!!!!!!!!

mis angeles preciosas les mando a todas mil besitos y mañana les dejo su regalo de navidad santa aun no llega , q diosito me la cuide mucho a todas y cada una de ustedes , muchas gracias por estar un año mas aqui de viciosas y por todos sus comentarios sin ustedes no seriamos nada
y como ya mero me pongo a llorar de la emocio las dejo no sin antes decirle q las quiero mucho y las llevo en mi corazon
mil besitos a todas!!!!!!!!!!!!
Angel of the dark

Feliz Navidad Ángeles!!!

Holaa mis niñaas!!!
Pues aunque aún faltan algunas horitas para que sea navidad me adelanté a dejarles este pequeño regalito de parte de vane y mio...espero les guste :)
Les deseo una muy feliz navidad..espero hayan pasadoo felices posadas y que esta noche buena y la navidad sean muy bonitaas...que todos sus deseos se hagan realidad, que estén a lado de las personas que mas aman..
Graciaas x estar con nosotros un año mas, graciaas por ser tan lindaas y formar parte de este blog, porque ustedes son lo mas importante de este blog sin ustedes no existiriaa...GRACIAS MIS NIÑAS :)
Dios me las bendiga hoy y siempre, las quiero muchoo... besitoos y abrazooos (K)
Con amor: Anita Cullen!

Todos los Cullen les deseaan feliz navidaad :)

Les deseo que santa les traiga un lobito o un sexy vampirito de regalo junto al arbolito jajaja peroo no pidan a mi eddy porque me lo traerá a mii :)) jajaja







Pecados Carnales

Capítulo 14 Arrepentimientos

Camine a tientas por la oscuridad y aún estaba mareada producto de los sedantes que me había dado Emmett hace un par de horas para poder dormir y dejar de llorar. Había pasado un par de semanas y aún tenía ese sentimiento horrible de merecer todo lo que estaba pasándome. Quería correr en busca de mi pequeño hijo pero lo que había dicho mi madre me tenía asustada.

- Sí tratas de quitárselo o siquiera de ir a las autoridades a denunciarlo Edward lo hará contigo me lo advirtió, lo que trataste de hacer con tu hijo cuando supiste que estabas embarazada es un delito. Te acusará de ser inestable, de ser una suicida, ¿Crees que un tribunal te de la custodia después de saber eso? Te destruirá y eso destruirá a nuestra familia y no podemos permitir que tu pecado arrastre a Ángela, piensa en mi, piensa en la memoria de tu padre, no empañes su memoria con un escándalo como este

Me había pedido suplicante con los ojos llenos de lágrimas cuando quise correr a la policía.

- Aún podemos redimir tus pecados Bella

Insistió con la voz tierna y dulce y ¿Acaso podía ser perdonada?, pensé desesperada por una absolución que no llegaría, no si no era capaz de enderezar mi vida. Después de mucho luchar conmigo misma lo decidí, esa noche iría a hablar con él.

- Tengo que hacerlo, tengo que hacerle entender

Me dije decidida a ir en su búsqueda, esta vez mi madre no iba a detenerme, tenía que lograr que Edward me perdonara, había sido una tonta, había sido débil aún cuando mi madre me había suplicado había cedido pero no más.

Mientras caminaba hacía la sala de estar trataba de hilar una explicación coherente para él, quería decirle tantas cosas, quería que me escuchara, si tan solo me escuchaba podría detener esta pesadilla y podríamos intentar ser felices ambos con nuestro hijo.

Aún no tenía un plan diseñado pero fue su voz la que me congelo en mi posición y nuevamente fui incapaz de moverme. Mi madre estaba despierta y eso que era casi media noche susurré apegando mi cuerpo contra la pared del pasillo que daba a la sala de estar, me inundo la desesperación y la desolación otra vez.

Por qué el destino se empeñaba en hacerme las cosas difíciles y justo cuando tenía el valor suficiente para luchar allí estaba mi madre asechando mis planes. Me quede espiando y mi sorpresa fue mayúscula cuando advertí quién la acompañaba a estas altas horas de la noche.

- ¡No puedo creer que fueras capaz de semejante monstruosidad!

Grito enojado el Padre Alfonso, su voz ronca y furiosa hizo que pegara un brinco del susto.

- Shhhh, baja la voz, Bella puede oírte.

Exclamó mi madre en un susurró casi inaudible pero cargado de molestia.

- ¡Por dios santo Renée, Bella es tu hija!

Agrego pero mi madre lo interrumpió

- Hice lo necesario para alejarla del mal, Dios lo hubiera querido así

Exclamó segura a modo de pretexto y eso pareció enojarlo aún más

- ¡No blasfemes!

Espetó aún más furioso, jamás le había sentido hablar así generalmente él era muy amable y comprensivo pero había perdido la paciencia con mi madre, y eso que ellos eran amigos de años.

- Ella estaba en pecado no podía quedarme sin hacer nada, ese niño era producto del pecado debía separarla de ellos, de ambos, y no había otra alternativa.

Justificó mi madre y mi corazón se encogió. Mi juicio se nubló y fue como un balde de agua fría, algo hizo eco en mi interior y la pena mezclada con la rabia me inundo. – Mi propia madre – me repetí y las imágenes de Edward llevándose a mi pequeño hijo dejándome tirada en la mitad de la escalera sin importar mi suerte recobraron una fuerza impresionante. De pronto perdí la noción del tiempo y de la realidad.

- Eres un monstruo Renée, Charlie jamás hubiera querido ver a su hija destruida en la manera en que tu torcida, egoísta y desquiciada mente lo ha hecho

Siseó el Padre Alfonso ahora un poco más calmado pero aún molesto, sentí el ruido de una silla, lo que me llevo a deducir que alguno de los dos se había levantado de su posición.

Un sentimiento desconocido para mi me embargó comencé a odiar a mi madre y a mi misma por haber permitido que me manipulara de la manera en que lo había estado haciendo los últimos días al insistirme que retomará mi vocación religiosa para acallar los sentimientos de culpa que estaba teniendo.

- No seré tu cómplice en esto, tu hija no necesita alejarse de Edward necesita alejarse de ti

Agregó y sentí el ruido de sus pasos aproximarse hacía mi posición.

- Debes ayudarme no por mí ni por nuestra amistad, sino por la amistad que tenías con Charlie, debes ayudarme a que Bella ingrese al convento y evitar que su deshonra inunde la memoria de Charlie y de nuestra familia, necesito alejarla para siempre de aquí – hubo un silencio hasta que ella continuo - Alfonso si no lo haces los destruiré, ¡destruiré a Edward y a ese mocoso de una buena vez!.

Exclamó mi madre desesperada y fue entonces cuando perdí el juicio completamente y sin dudarlo me abalance contra ella sin detenerme a pensar que eso marcaría mi vida y la de ella para siempre.

- ¡No Bella detente!

Sentí gritar al Padre Alfonso y luego todo se fue a negro.

Esa era el recuerdo que más latente tenía y que se había transformado en una pesadilla recurrente, desperté como siempre sobresaltada con mi respiración agitada y el latido de mi corazón punzante en mi garganta. Abrí mis ojos solo para comprobar que había flaqueado y de la peor forma, había comenzado nuevamente mal las cosas, cometiendo error tras error pensé mirando el techo de su departamento sintiendo su cuerpo tibio sujetar él mío.

Edward aún estaba dormido y tenía sus brazos rodeando mi cintura, me tenía sujeta tan fuerte contra él como si tuviera miedo de que me fuera y desapareciera. Me giré cuidadosamente poniéndome de lado, observé su rostro tranquilo y despreocupado mientra dormía. No pude evitar deslizar mis dedos por su nariz y luego por su barbilla acariciando ese rostro tan perfecto que me había cautivado tantos años atrás, lo hice hasta que un ruido me distrajo, nuestro hijo estaba parado en el umbral de la puerta de su dormitorio, mirándonos.

Cuando me incorporé esté se giró y salio corriendo por el pasillo sin que yo pudiera evitarlo. Me levanté y tomé la camisa de Edward que estaba a los pies de la cama y salí tras él.

Mi pequeño hijo estaba sentado en el sofá de la sala con el control remoto en la mano cambiando de canal con la misma sonrisa torcida que había heredado de su padre. Eran las siete de la mañana y él parecía tan lucido y despierto que me sorprendió.

- ¿Qué haces levantado tan temprano?

Le pregunté acariciando su pelo y besándolo en la frente. El se rió.

- No es tan temprano, usualmente despierta a las seis.

Me corrigió Edward mirándonos desde el pasillo, recogió algunos juguetes del suelo y se los entregó a nuestro hijo, lo beso en la frente y luego me beso a mí. Yo lo bese con los ojos abiertos sorprendida y un poco asustada por como se estaban dando las cosas después de todo lo que habíamos vivido.

- Así que eres un madrugador.

Comenté riéndome nerviosa por la actitud que estaba teniendo Edward conmigo pero era lógico después de lo que había pasado con nosotros la noche anterior, no podía esperar indiferencia o tal vez sí, me pregunté temerosa.

- Y un comilón

Agrego esté abriendo el refrigerador, tenía entre sus manos la botella de leche y se manejaba tan bien que incluso me sentí torpe observando como preparaba el desayuno de nuestro hijo. Lo deje en el suelo y este salio disparado a encontrarse con su padre tomando entre sus manos la mamadera que le ofreció, nos miró y luego corrió hasta su cuarto.

Nos quedamos mirando y yo me mordí el labio nerviosa.

- Te asienta el verde

Comentó Edward sin sentido refiriéndose a su camisa, me sonreí. Miré a todos lados y advertí mi ropa regada por todo el departamento. Comencé a recoger las prendas hasta que nos encontramos nuevamente, el sujeto entre sus manos mi polera al igual que yo. Su mirada estaba fija en la mía, pase saliva hilando en mi mente las palabras coherentes para decirle que lo había pasado anoche no significaba que yo había vuelto para quedarme junto a él, aún había muchas cosas que decir, muchos cabos sueltos que atar. ¡Pero a quien engañas, mueres por estar nuevamente en sus brazos! Me grito la vocecilla en mi interior que yo creí acallada hace tantos años y que hoy parecía tan viva como siempre. Iba a hablarle cuando el sonido de las llaves en la puerta nos distrajo, la puerta se abrió y una mujer que podría haber sido su hermana mayor entro al departamento, mi hijo se abalanzó sobre ella corriendo.

- ¡Abuela!

Grito riéndose, la mujer lo cargó y nos quedo mirando fijo, más a mí que a él, hubo un tenso minuto en que pensé que iba a reclamarme por mi presencia allí pero su expresión cambio de la sorpresa a la suavidad y comprensión, estaba sorprendida de verme pero no molesta. Al acto me percaté que tal vez su mirada no era porque yo estuviera ahí sino por como estaba vestida en la mitad de la sala del departamento de su hijo, cuatro años después de todo lo que había pasado, sin poder controlar un rubor inundo mis mejillas - ¡Perfecto, bonita impresión has causado! - Me grito la vocecilla interna y quise enterrarme en ese momento, que me tragará la tierra. Esme se dio cuenta de aquello y sus labios se curvaron en una sonrisa, yo tosí ocultándome tras el cuerpo de Edward, una cosa era que él me viera en esa facha y otra que su madre nos viera a ambos recién levantados dándole una idea de lo que había pasado entre nosotros la noche anterior.

- Veo que ya no necesitarás que cuide de Anthony

Advirtió con una voz picará y yo baje la vista al suelo incomoda.

- Será mejor que me vaya

Concluí por lo bajo mientras me separaba de él y me dirigía a la habitación para cambiarme, entre y cerré la puerta tras de mí. Me cargue en la madera unos segundos ¡Perfecto! Me dije nerviosa mientras comenzaba a vestirme. Estaba en el baño terminando de arreglarme el pelo cuando sentí la puerta de la habitación. ¡Sólo di la verdad! me dije a mi misma mientras me daba un último vistazo en el espejo.

- No te preocupes por mi madre, ya no esta, llevó a Anthony a pasear

Me comentó y solo sonreí de vuelta nerviosa, las palabras no me salían de la garganta tenía un nudo en está. Él se acerco pero yo lo esquive, me senté en el borde de la cama y me puse los zapatos.

- No me preocupa ella, lo que me preocupa es que se llevo la impresión equivocada

Dije finalmente armándome de valor sin mirarlo a los ojos, sabía que con eso iba a romperle el corazón pero no era menos cierto también que lo que habíamos hecho anoche no lo habíamos pensando, habíamos actuado por instinto, por un deseo retenido, ¿nos amábamos realmente o habíamos tratado de borrar el dolor, de escapar de la rabia y la pena? Me pregunté por un segundo hasta que él se acerco, se hinco frente a mí, me puso su mano en mi barbilla obligándome a mirarlo a los ojos.

- ¿impresión equivocada?

Me preguntó con tristeza y mi corazón se apretó ¡Pero que estas haciendo! Me grito mi yo interior, asentí lentamente quitando mi rostro de sus manos. Abrí la puerta para irme, quería huir, quería estar lejos, debía buscar en el fondo de mi corazón la razón para estar con él que no fuera mi hijo, debía encontrar mis verdaderos sentimientos, debía perdonarme a mi misma para poder perdonarlo a él y rehacer mi vida. Hacer el amor con él había sido lo mejor que me había pasado en estos años pero también era un sentimiento encontrado de angustia e inseguridad. Me sujeto por el brazo, hizo que mi cuerpo se girara para encararlo.

- Dime que lo único que nos une es nuestro hijo y te dejaré en paz, esta vez no lucharé si tú no quieres luchar.

Exclamó pero lo cierto era que no quería volver a cometer más errores, no quería iniciar algo que terminara tan mal como la otra vez, quería que las cosas si debían ser estuvieran bien de un comienzo, limpias, no marcadas por el resentimiento, y lo cierto era que aún no podía decir cual sentimiento era más fuerte en el fondo de mi corazón.

Tomé su manos con la mía y la quite de mi brazo. Tragué aire para que la voz no se me quebrara una vez más y esta vez iba a ser decidida, no había una Bella débil, teníamos que darnos tiempo, teníamos que reconciliar un dolor profundo y habernos involucrado de esa manera solo traería más confusión.

- Pasaré a buscar a Anthony mañana al colegio, y lo traeré en la noche

Le contesté evitando el contacto visual persistente.

- Bella - susurró

- Ambos necesitamos pensar qué es lo que realmente queremos Edward

Fue todo lo que le contesté saliendo de su habitación.

Una vez fuera del edificio me arme de valor para mirar por última vez hacia la ventana de su departamento. Iba a subirme al automóvil cuando la voz de mi hijo me distrajo.

- ¡Mami!

Grito soltándose de la mano de Esme y se abalanzó sobre mí, lo abrace y lo alce en mi regazo. Miré a la madre de Edward e iba a disculparme cuando ella me habló primero.

- ¿Pasarás navidad aquí en Londres?

Me preguntó y eso me descolocó – de seguro que este cerca de sus familia - pensé examinando su semblante.

- Con mi hermana Ángela y su esposo

Le contesté nerviosa, sonriéndole a Anthony quien jugaba con mí cabello.

- Podrías venir a nuestra casa para la cena de navidad

Me invitó y yo me quede helada mirándola, la sorpresa la tenía dibujada en el rostro y de todos los escenarios ese era el menos probable de todos, ella estaba invitándome a pasar la navidad en su casa - broma - pensé aún mirándola con los ojos abiertos de par en par. Me quede pensando en que contestarle.

- Podrías venir con Ángela y Emmett, hace mucho tiempo que no lo veo, desde que Edward…

Dijo pero su voz se apago en ese mismo instante y me sentí responsable por aquello, una gota de culpa me inundo y la respuesta que le dí salio en parte debido a ello.

- Iré, gracias por invitarme no tenía que hacerlo

Le respondí entregándole a Anthony. Lo besé en la frente y me subí al automóvil.

- Te veré el sábado, a las diez y no tienes que traer nada – agrego por la ventanilla, me sonrió - Me gusto verte hoy, adiós Bella

Se despidió haciendo que Anthony se despidiera con la mano también. Aceleré no sin pensar que esa decisión de ir a cenar en navidad a su casa iba a ser otro error del cual iba a arrepentirme.

- No estoy lista padre

- Sí lo estas Bella, no puedes esconderte eternamente aquí, es hora que hagas tu vida, que recuperes a tu hijo y que vuelvas con el hombre que de verdad siempre has amado. El odio no conduce a nada, bien lo sabes tú mi querida niña. Se que perdonar es divino pero puedes hacer un intento para sanar las heridas, cuando recuerdes todo piensa que todo tiene un trasfondo nada ocurre porque sí.

- No sabe cuando espero eso padre Alfonso - susurré, mientras recordaba sus palabras el día que abandone mi reclusión, aquel lugar que me había refugiado y curado en parte las heridas de mi corazón y de mi alma.

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